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Experiencia
¿Cómo es iniciar doble carrera en la virtualidad?
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María Alejandra Beltrán Guevara
Licenciatura en Lenguas Modernas con énfasis en inglés y francés y Literatura
Iniciar el proceso de doble programa en modalidad virtual fue algo que jamás pasó por mi cabeza, pero me dije: “¿por qué no hacerlo?, ya que voy a tener más tiempo ahora en cuarentena ¿en qué lo puedo invertir? Afortunadamente, tengo la bendición de que mi familia puede pagarme un semestre ¿por qué no aprovecharlo y empezar otra carrera?” o más bien ¿debería concentrarme en una sóla carrera? Estas y muchas más dudas me surgieron al inicio de mi segunda carrera; sin embargo, conforme fue pasando el tiempo se fueron aclarando al ver cuantos de nosotros no cesamos en la búsqueda por el conocimiento en medio de las adversidades al mismo tiempo que adopté ciertas estrategias que considero útiles para la virtualidad.
Desde el primer momento, pensé en los esfuerzos tan grandes que tuvieron que hacer todos los que trabajan en la universidad en el área administrativa, los profesores, el medio universitario y los de la biblioteca para reinventarse y seguir adelante con todo el proyecto de lo virtual; más aún, recordé a los inductores, gracias a su cariño y disposición nos hicieron sentir que a pesar de estar lejos estábamos
“En la virtualidad todos los ámbitos de nuestra vida están mezclados”
muy cerca de corazón. Siento que todas estas personas que hicieron un esfuerzo grandísimo por transmitir calidez humana a través de una pantalla, encendieron una luz en medio de la oscuridad de la pandemia.
Mi opinión en cuanto a lo académico es que, si ya era complicado hacer una carrera virtual, es mucho más difícil hacer dos puesto que requiere de ciertas actitudes, disciplina y sobretodo tiempo. En la virtualidad todos los ámbitos de nuestra vida están mezclados: familia, academia, amigos, salud, entre otros. Lo ideal es aprender a manejarlos muy bien para que no descuidemos ninguno de ellos y para evitar que uno afecte a otro. Por ejemplo, para los que somos un poco introvertidos se nos puede pasar el hablar con nuestros amigos, descuidamos nuestra salud física por estar estudiando, o a veces lo que sucede en nuestro núcleo
familiar puede afectar nuestra vida académica. Además, no es lo mismo estar estudiando solo en una casa con excelente internet, a estar estudiando en el mismo lugar que dos o más personas con empleos, con niños, en compañía de la familia con sus respectivos ruidos, con nuestros vecinos taladrando, con las constantes caídas del internet, y muchas más cuestiones que en síntesis afectan tanto nuestro bienestar, como nuestro desempeño académico.
Sumado a esto, la virtualidad me hizo reformular mi metodología de estudio. Por primera vez comencé a buscar maneras de mejorar mi rendimiento para ahorrar la mayor cantidad de tiempo y cumplir con todos mis deberes, de ambas carreras, respetando los plazos establecidos. Afortunadamente, me encontré con estrategias interesantes como La Técnica Pomodoro, la Ergonomía, Técnicas de Aprendizaje y Memorización (para el vocabulario); la primera me encantó, siento que ahora la utilizo para todo, es más, la recomiendo mucho, se trata de estudiar 25 minutos sin distracciones, luego un descanso de 5 o 10 minutos intercalando los tiempos. Para mí, es mejor estudiar poco de manera intensa que mucho, pero
reteniendo casi nada debido a que nuestro cerebro conserva mejor el conocimiento si lo dejamos descansar; incluso, aprendemos más cuando hacemos relaciones con lo que ya sabemos. De hecho, el fruto de esta práctica me ha ayudado a conectar todo lo aprendido en la Licenciatura de Lenguas Modernas con lo que estoy viendo en Literatura, y ¡Es hermoso! Cuanto más avanzo, más cosas encuentro en común, sobre todo por el lado de la lingüística; además, me alegra el hecho de que gracias a que tengo conocimiento del francés e inglés puedo aventurarme a leer mis obras literarias favoritas en su idioma original y disfrutarlas.
Durante este tiempo, me he dado cuenta que hay quienes se sobre exigen y a pesar de que estudian sin cesar no retienen mucho de lo aprendido. Estas personas suelen presentar todo a tiempo, pero luego al preguntarles “¿Qué aprendiste de esta materia?” te responden muy poco. Sin embargo, también están quienes no se exigen nada que al fi nal están corriendo estresados con todo y confi ando en su inspiración del último momento. Ambos escenarios son un problema, en especial cuando se cursa doble programa, lo sé porque yo misma lo he vivido. Siento que como estudiantes debemos comprometernos con nuestro aprendizaje y encontrar un punto medio que nos permita ser constantes con el mismo. A las personas que quieren hacer doble con literatura, les puedo decir que, de entrada, tienen que amar leer, ser disciplinados y sobretodo saber administrar su tiempo, que es una necesidad ser disciplinados con nuestros tiempos de estudio, que extra acreditarse no les va a funcionar ya que con las lenguas y todas las lecturas que tienen que hacer, no podrán realizar todo lo que esperan, hay que buscar siempre lo mejor para ustedes y priorizar calidad sobre la cantidad.
Hoy, en medio de la incertidumbre, de todas las preguntas que me surgieron y de mis continuas dudas, elegí el camino de aprender, de comenzar de nuevo, de hacer dos carreras; y aunque ha sido difícil acostumbrarme a esta nueva modalidad, puedo decir que he disfrutado cada paso de mi proceso. Yo diría que aprender cosas nuevas es lo que me inspira cada día, y que complementar mis saberes básicos alimenta mis sueños. Gracias a esta experiencia, he complementado las razones por las que quiero ser profesora; una profesora que nunca terminará de aprender porque pone el conocimiento que posee al servicio de sus estudiantes y aprende de ellos cada día.
Experiencia. Tomada de: https://www.okchicas.com/curiosidades/creatividad/ilustraciones-muestran-mujeres-hacemos-solas/ “Yo diría que aprender cosas nuevas es lo que me inspira cada día, y que complementar mis saberes básicos alimenta mis sueños”