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En el Kibbutz estamos preocupados por como vivir el valor de la Hospitalidad en estos días, es por eso que en este artículo nos hemos propuesto reflexionar sobre él. Desde su etimología y su fundamento en el cristianismo hasta lo que la mercadotecnia ha hecho con este importante valor. Origen de la palabra Del griego: se traduce fi‧lo‧xe‧ní‧a, que significa literalmente “amor (afecto o bondad) a los extraños”.

"Quien a voso¬tros reci¬be, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquél que me ha enviado..." Mt. 10, 40 "Todo el que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos peque¬ños, por ser discí¬pulo, os aseguro que no perderá su recom¬pensa. Mt. 10,42 Hoy en día México, es uno de los pocos países sino el único, que celebra y mantiene como tradición entre otros ritos religiosos “las posadas”. Fiel representación de lo relevante del valor de la hospitalidad. Este es un signo que nos recuerda y nos invita a encarnarlo; las tradiciones pierden sentido y expresión cuando se repiten sin conocer o recordar que simbolizan. Una apuesta para la actualidad: Debemos rescatar la hospitalidad como una virtud o cualidad que consiste en recibir y atender, con amabilidad, al prójimo. Como Comunidad hemos optado por tomar la Hospitalidad como una valor humano central en los servicios que ofrecemos. Recibir y acoger a cada uno de nuestros huéspedes, se trata de adoptar una actitud de estar atentos a sus necesidades y requerimientos. La infraestructura, los alimentos, el entorno van acompañados de la intención de “hacerlos sentir como en casa”. Privilegiar una interacción entre huésped y anfitrión, que busca generar un vínculo cordial, dispuestos siempre a que el encuentro sea un descubrimiento con cada persona. Realmente esta es una actitud que se vive muy distinta a la de la estratégica “cordialidad” comercial, la que muchas veces se confunde con manifestaciones automatizadas, despersonalizadas o de servilismo.

En latín hospitare, significa "recibir como invitado".

Nuestro Hostal nos invita a vivir el Evangelio, recibiendo a cada persona que llega como nos propone JESUS. Es nuestro trabajo y un medio de subsistencia, sin dejar de realizar un servicio a la comunidad concebido desde el valor de la hospitalidad.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, hospitalidad significa «Buena acogida y recibimiento que se hace a los extranjeros o visitantes»; «Alojamiento y asistencia que se da a alguien»

No podemos dejar de expresar que en esta práctica nos reconocemos enriquecidos y plenos; el encuentro con otros desde la perspectiva de la hospitalidad conforta y nutre a quién llega y a quién lo recibe.

Existen algunas palabras con raíces latinas que están estrechamente relacionadas como hospital, hospicio y hostal. En cada una de estas palabras, el significado principal se centra en un anfitrión que da la bienvenida y responde a las necesidades de las personas que se encuentran temporalmente ausentes de sus hogares. La frase "recibir como invitado" implica al anfitrión prepararse para cumplir los requerimientos básicos de un invitado. En la antigüedad clásica, la concesión de hospitalidad al extranjero que pedía asilo era considerada como signo de civilización y de religiosidad. La hospitalidad era una de las virtudes más valoradas. Por eso las personas consideraban que era un deber o una obligación ser amable con los desconocidos, los viajeros o las personas extranjeras. En la Biblia aparece muy destacado el valor religioso de la hospitalidad que es común a otras religiones. Y en el Evangelio Jesús hace un canto a la hospitalidad:


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