Periódico Redes, Diócesis de Celaya, edición 436.

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la Congregación de las Religiosas de Jesús y María”. Para el Papa Francisco, esta plegaria “expresa devoción y confianza” al santo, a la vez que un compromiso personal. “Que no se diga que te haya invocado en vano, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder”. No es la primera vez que el Santo Padre confiesa su particular cariño hacia la figura de san José. Ya en 2015 confesó que en su escritorio tiene una imagen de san José durmiento. “Durmiendo cuida a la Iglesia. Él sí puede hacerlo, nosotros, no”, comentaba el Papa entonces, asegurando que, cuando tiene un problema, lo escribe y lo pone debajo de la pequeña escultura “para que lo arregle”. En algún que otra ocasión, ha bromeado sobre esta misma imagen, apuntando que el santo se toma su tiempo, como cualquier carpintero, pero finalmente cumple con su encargo. Seamos promotores de esta devoción durante el transcurso del año 2021, invocando a San José e imitando sus virtudes.

E

l año 2021 será el año de San José. En realidad, ya ha comenzado. La Santa Sede ha comunicado que desde el 8 de diciembre del 2020 hasta el 8 de diciembre del 2021 la Iglesia pondrá su mirada de manera especial en el padre de Jesús de Nazaret y esposo de María. ¿El motivo? Papa Francisco ha querido poner en valor su figura en el 150 aniversario de ser declarado patrono de la Iglesia Universal. Fue un 8 de diciembre de 1870 cuando Pío IX quiso otorgarle este título a través del decreto Quemadmodum Deus, 16 años después de aprobar el dogma de la Inmaculada Concepción. Esta efemérides es el punto de partida

para la carta apostólica Patris Corde (‘Con corazón de Padre’) firmada por el Papa Francisco en la que describe a san José como “el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta”. Precisamente su actitud de vivir en segundo plano es el que le concede “un protagonismo sin igual en la historia de la salvación”, expresa el Papa que encuentra en su figura un reflejo de tantas personas anónimas que están teniendo un papel fundamental para hacer frente a la pandemia del coronavirus. En la carta apostólica, el Papa desvela además que desde hace más de cuarenta años recita una oración a san José “tomada de un libro de devociones francés del siglo XIX, de

Quien dedica tiempo a mejorarse a si mismo, no tiene tiempo para criticar a los demás.


Para que el Año Nuevo sea nuevo

Lo que propuso el Papa el 1 de enero, es oportuno para que este año sea nuevo VER Todos nos deseamos un año nuevo lleno de felicidad, sin tantos problemas, sin pandemias por el virus COVID 19, y sin otros virus igualmente dañinos y letales. Esto no será posible sin nuestra colaboración, sin nuestro esfuerzo personal y nuestra solidaridad social, apoyados siempre en el Señor y en nuestra Madre María. Un sobrino, en mi pueblo natal, con todos los cuidados de salud, me trajo a casa a unos esposos, con su hijita de ocho meses, que trabajan en los Estados Unidos, y vinieron a estar unos días con su familia, pero ya deben regresar por cuestiones laborales. Sólo pedían una bendición. Con gusto se las compartí y se fueron felices y confiados. Este 6 de enero, fui invitado por el Seminario de Toluca, del que soy fundador y en el cual recibí mi formación inicial, para una charla de preguntas libres con los seminaristas, luego celebrar la Misa y compartir la cena. Son pequeñas acciones para colaborar en la formación de mejores sacerdotes. Este 7 de enero, tendré una charla virtual con un grupo considerable de políticos de diferentes tendencias, casi todos mexicanos, sobre la propuesta que hace el Papa en Fratelli tutti, en orden a una buena y santa política para el bien común. Promueve esta charla una organización laical, con sede en Santiago de Chile, denominada Academia Latinoamericana de líderes católicos. Son pequeñas semillas, que esperamos den algún fruto. Pero algo hay que hacer, y no sólo quejarse, criticar y lamentar. Hay que sembrar, pues no se puede cosechar sin sembrar. Del 11 al 14 de enero, teníamos proyectados unos ejercicios espirituales con el clero de Cuernavaca, en forma presencial, pero se pospusieron, por restricciones de la pandemia. Del 19 al 21, colaboro, en forma virtual, con nueve charlas con los sacerdotes de la diócesis de Atlacomulco, en su programa de formación permanente, sobre la encíclica Evangelii gaudium, la carta apostólica sobre San José y el Proyecto Global Pastoral del episcopado mexicano 2031+2033. En vez de sólo criticar a los sacerdotes, todos podemos hacer algo para que sean mejores servidores de Dios y del Pueblo. Comparto estos hechos personales, con paisanos migrantes, con seminaristas, con políticos y con sacerdotes, no por arrogancia o vanagloria autorreferencial, que tanto critica el Papa Francisco, sino para animarles a ustedes a hacer cada quien

lo que más pueda por los suyos y por la comunidad. De nosotros depende que el nuevo año sea nuevo en verdad. La oración, tan eficaz, es la fuente y el impulso para hacernos responsables unos de otros. PENSAR El Papa Francisco, en su homilía del 1 de enero, nos dijo: “Es importante que hoy los sacerdotes bendigan al Pueblo de Dios, sin cansarse; y que además todos los fieles sean portadores de bendición, que bendigan. El Señor sabe que necesitamos ser bendecidos… Con el Hijo de Dios, no recibimos sólo palabras de bendición, sino la misma bendición: Jesús es la bendición del Padre. En Él el Padre, dice san Pablo, nos bendice ‘con toda clase de bendiciones’ (Ef 1,3). Cada vez que abrimos el corazón a Jesús, la bendición de Dios entra en nuestra vida. La Virgen enseña que la bendición se recibe para darla. Ella, la bendita, fue bendición para todos los que la encontraron… También nosotros estamos llamados a bendecir, a decir bien en nombre de Dios. El mundo está gravemente contaminado por el decir mal y por el pensar mal de los demás, de la sociedad, de sí mismos. La maldición corrompe, hace que todo degenere, mientras que la bendición regenera, da fuerza para comenzar de nuevo cada día. Pidamos a la Madre de Dios la gracia de ser para los demás portadores gozosos de la bendición de Dios, como ella lo es para nosotros”. Y agregó: “Qué importante es educar el corazón al cuidado, a valorar a las personas y las cosas. Todo comienza ahí, del hacerse cargo de los demás, del mundo, de la creación. No sirve conocer muchas personas y muchas cosas si no nos ocupamos de ellas. Este año, mientras esperamos una recuperación y nuevos tratamientos, no dejemos de lado el cuidado. Porque, además de la vacuna para el cuerpo, se necesita la vacuna para el corazón: y esta vacuna es el cuidado. Será un buen año si cuidamos a los otros… Sería hermoso encontrar tiempo para alguien. El tiempo es una riqueza que todos tenemos, pero de la que somos celosos, porque queremos usarla sólo para nosotros. Hemos de pedir la gracia de encontrar tiempo: tiempo para Dios y para el prójimo: para el que está solo, para el que sufre, para el que necesita ser escuchado y cuidado. Si encontramos tiempo para regalar, nos sorprenderemos y seremos felices. Que la Virgen nos ayude a dar nuestro tiempo”. En el Angelus del 1 de enero, aludiendo a la Virgen María como Madre de Dios y nuestra, dijo:“La Virgen quiere

tenernos entre los brazos, para cuidarnos como ha cuidado y amado a su Hijo. La mirada tranquilizadora y consoladora de la Santísima Virgen es un estímulo para que este tiempo, que nos ha dado el Señor, sea dedicado a nuestro crecimiento humano y espiritual, sea tiempo de suavizar los odios y las divisiones — hay muchas— sea tiempo de sentirnos todos más hermanos, sea tiempo de construir y no de destruir, cuidándonos unos a otros y de la creación. Un tiempo para hacer crecer, un tiempo de paz.

todos mis buenos deseos para el año que acabamos de empezar. Como cristianos, huyamos de la mentalidad fatalista o mágica: sabemos que las cosas mejorarán en la medida en que, con la ayuda de Dios, trabajemos juntos por el bien común poniendo en el centro a los más débiles y desfavorecidos. No sabemos lo que nos traerá el 2021, pero lo que cada uno de nosotros y todos juntos podemos hacer es esforzarnos un poco más en cuidarnos los unos a los otros y a la creación, nuestra casa común”.

Los dolorosos eventos que han marcado el camino de la humanidad el año pasado, especialmente la pandemia, nos enseñan lo necesario que es interesarse por los problemas de los otros y compartir sus preocupaciones. Esta actitud representa el camino que conduce a la paz, porque favorece la construcción de una sociedad fundada en las relaciones de fraternidad. Cada uno de nosotros está llamado a traer la paz y a traerla cada día y en cada ambiente de vida, sosteniendo la mano al hermano que necesita una palabra de consuelo, un gesto de ternura, una ayuda solidaria. Y esto para nosotros es una tarea dada por Dios. El Señor nos ha dado la tarea de ser trabajadores de paz”.

ACTUAR

Y remarcó todo esto en el Angelus del domingo pasado: “Os renuevo a

Lo que propuso el Papa el 1 de enero, es oportuno para que este año sea nuevo: “Se trata de desarrollar una mentalidad y una cultura del ‘cuidado’, para derrotar la indiferencia, para derrotar el descarte y la rivalidad —indiferencia, descarte, rivalidad—, que lamentablemente prevalecen. Quitar estas actitudes. Cada uno de nosotros trate de hacer que sea un año de fraterna solidaridad y de paz para todos; un año cargado de confiada espera y de esperanzas, que encomendamos a la protección de María, madre de Dios y madre nuestra”. + Felipe Arizmendi Esquivel Obispo Emérito de SCLC


Vatican News

abran las puertas de los corazones. Se acerca, me permito decir, nos acaricia con su misericordia. La Virgen, a la que ahora rezamos, nos ayude a custodiar nuestra identidad, es decir la identidad de ser “misericordiados”, que está en la base de la fe y de la vida.

Después del Ángelus Queridos hermanos y hermanas: Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

H

oy celebramos el Bautismo del Señor. Dejamos, hace pocos días, a Jesús niño visitado por los Magos; hoy lo encontramos como adulto en la orilla del Jordán. La Liturgia nos hace realizar un salto de unos treinta años, treinta años de los que sabemos una cosa: fueron años de vida escondida, que Jesús pasó en familia —algunos, primero, en Egipto, como migrante para huir de la persecución de Herodes, los otros en Nazaret, aprendiendo la profesión de José—, en familia obedeciendo a sus padres, estudiando y trabajando. Impresiona que el Señor haya pasado así la mayor parte del tiempo en la Tierra, viviendo la vida de todos los días, sin aparecer. Pensemos que, según los Evangelios, fueron tres años de predicaciones, de milagros y tantas cosas. Tres. Y los otros, todos los otros, de vida escondida en familia. Es un bonito mensaje para nosotros: nos revela la grandeza de lo cotidiano, la importancia a los ojos de Dios de cada gesto y momento de la vida, también el más sencillo, también el más escondido. Después de estos treinta años de vida escondida empieza la vida pública de Jesús. Y empieza precisamente con el bautismo en el río Jordán. Pero Jesús es Dios, ¿por qué se hace bautizar? El bautismo de Juan consistía en un rito penitencial, era signo de la voluntad de convertirse, de ser mejores, pidiendo perdón por los propios pecados. Realmente Jesús no lo necesitaba. De hecho Juan Bautista trata de oponerse, pero Jesús insiste. ¿Por qué? Porque quiere estar con los pecadores: por eso se pone a la fila con ellos y cumple su mismo gesto. Lo hace con la actitud del pueblo, con su actitud [de la gente] que, como dice un himno litúrgico, se acercaba “desnuda el alma y desnudos los pies”. El alma desnuda, es decir, sin cubrir nada, así, pecador. Este es el gesto que hace Jesús, y baja al río para sumergirse en nuestra misma condición. Bautismo, de hecho,

significa precisamente “inmersión”. En el primer día de su ministerio, Jesús nos ofrece así su “manifiesto programático”. Nos dice que Él no nos salva desde lo alto, con una decisión soberana o un acto de fuerza, un decreto, no: Él nos salva viniendo a nuestro encuentro y tomando consigo nuestros pecados. Es así como Dios vence el mal del mundo: bajando, haciéndose cargo. Es también la forma en la que nosotros podemos levantar a los otros: no juzgando, no insinuando qué hacer, sino haciéndonos cercanos, com-padeciendo, compartiendo el amor de Dios. La cercanía es el estilo de Dios con nosotros; Él mismo se lo dijo a Moisés: “Pensad: ¿qué pueblo tiene sus dioses tan cercanos como vosotros me tenéis a mí?”. La cercanía es el estilo de Dios con nosotros. Después de este gesto de compasión de Jesús, sucede algo extraordinario, los cielos se abren y se desvela finalmente la Trinidad. El Espíritu Santo desciende en forma de paloma (cf. Mc 1,10) y el Padre dice a Jesús: «Tú eres mi Hijo muy querido» (v. 11). Dios se manifiesta cuando aparece la misericordia. No olvidar esto: Dios se manifiesta cuando aparece la misericordia, porque ese es su rostro. Jesús se hace siervo de los pecadores y es proclamado Hijo; baja sobre nosotros y el Espíritu desciende sobre Él. Amor llama amor. Vale también para nosotros: en cada gesto de servicio, en cada obra de misericordia que realizamos Dios se manifiesta, Dios pone su mirada en el mundo. Esto vale para nosotros. Pero, antes de que hagamos cualquier cosa, nuestra vida está marcada por la misericordia que se ha fijado sobre nosotros. Hemos sido salvados gratuitamente. La salvación es gratis. Es el gesto gratuito de misericordia de Dios con nosotros. Sacramentalmente esto se hace el día de nuestro Bautismo; pero también aquellos que no están bautizados reciben la misericordia de Dios siempre, porque Dios está allí, espera, espera que se

Dirijo un afectuoso saludo al pueblo de Estados Unidos de América, sacudido por el reciente asedio al Congreso. Rezo por aquellos que han perdido la vida — cinco—, la han perdido en esos dramáticos momentos. Reitero que la violencia es autodestructiva siempre. No se gana nada con la violencia y se pierde mucho. Exhorto a las Autoridades del Estado y a toda la población a mantener un alto sentido de responsabilidad, con el fin de calmar los ánimos, promover la reconciliación nacional y tutelar los valores democráticos arraigados en la sociedad americana. La Virgen Inmaculada, Patrona de los Estados Unidos de América, ayude a mantener viva la cultura del encuentro, la cultura del cuidado, como vía maestra para construir juntos el bien común; y lo

haga con todos aquellos que habitan en esa tierra. Y ahora os saludo de corazón a todos vosotros, que estáis conectados a través de los medios de comunicación. Como sabéis, a causa de la pandemia, hoy no he podido celebrar los Bautismos en la Capilla Sixtina, como es habitual. Aún así, deseo igualmente asegurar mi oración por los niños que estaban inscritos y por sus padres, padrinos y madrinas; y la extiendo a todos los niños que en este periodo reciben el Bautismo, reciben la identidad cristiana, reciben la gracia del perdón, de la redención. ¡Dios bendiga a todos! Y mañana, queridos hermanos y hermanas, concluido el Tiempo de Navidad, retomaremos con la liturgia el camino del Tiempo Ordinario. No nos cansemos de invocar la luz y la fuerza del Espíritu Santo, para que nos ayude a vivir con amor las cosas ordinarias y así hacerlas extraordinarias. Es el amor que cambia: las cosas ordinarias parecen seguir siendo ordinarias, pero cuando se hacen con amor se vuelven extraordinarias. Si permanecemos abiertos, dóciles, al Espíritu, Él inspira nuestros pensamientos y nuestras acciones de cada día. Os deseo a todos vosotros feliz domingo. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!


por qué te me turbas? Espera en Dios, que volverás a alabarlo: “Salud de mi rostro, Dios mío”. —Salmo 41— El que tenga sed y quiera, que venga a beber el agua de la vida. Apocalipsis 22,17 El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos: el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo murmura. Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. Allí le ha puesto su tienda al sol: él sale como el esposo de su alcoba, contento como un héroe, a recorrer su camino.

A

manece y yo te busco, Señor. ¿Cuándo volveré a una vida en paz? Desde mi destierro espero en ti. La melancolía me despierta por la mañana y me acompaña durante el día. El recuerdo de nuestros buenos tiempos, siempre en la cima de nuestro trabajo, de la Iglesia y de la familia, moja mis mejillas y estremece mi pecho. Y me digo: ya no volverá a ser. Estoy destinado a vivir en el anonimato lejos de mi mundo, de mis amigos y hermanos. Siempre apartado como alma en pena, mientras no pase la inseguridad.

Dime cómo hago para ocupar mis dí�as, para esperarte siempre y para proclamar que Tú eres mi Señor. Amén.

Ven conmigo hoy, Jesús, dame a beber la vida y el consuelo, mantenme a salvo, haz que no se acongoje mi alma. Por hoy, déjame sentir como cuando todo marchaba bien, cuando yo asistía al templo y gozaba con cantos la Eucaristía sobre tu altar. Jesús, ve que hoy y cada día, espero en Ti. Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío; tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? Las lágrimas son mi pan noche y día, mientras todo el día me repiten: “¿Dónde está tu Dios?” Recuerdo otros tiempos, y mi alma desfallece de tristeza: cómo marchaba a la cabeza del grupo, hacia la casa de Dios, entre cantos de júbilo y alabanza, en el bullicio de la fiesta. ¿Por qué te acongojas, alma mía, por qué te me turbas? Espera en Dios, que volverás a alabarlo: “Salud de mi rostro, Dios mío”. Cuando mi alma se acongoja, te recuerdo, desde el Jordán y el Hermón y el Monte Menor.

Una sima grita a otra sima con voz de cascadas: tus torrentes y tus olas me han arrollado. De día el Señor me hará misericordia, de noche cantaré la alabanza del Dios de mi vida. Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué me olvidas? ¿Por qué voy andando sombrío, hostigado por mi enemigo? Se me rompen los huesos por las burlas del adversario; todo el día me preguntan: “¿Dónde está tu Dios?” ¿Por qué te acongojas, alma mía,

Asoma por un extremo del cielo, y su órbita llega al otro extremo: nada se libra de su calor. —Salmo 18 A— Nos visitará el sol que nace de lo alto… para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Lucas 1,78-79 Pero no solo vivo de tristezas. Cuando veo el cielo y la hermosura de tu creación, me vuelve el ánima y entonces canto de alegría y de esperanza. Enséñame a florecer mientras salgo de mi encierro. Dime cómo hago para ocupar mis días, para esperarte siempre y para proclamar que Tú eres mi Señor. Amén.


ILUMINACIÓN DESDE LA FE Por: Pbro. Carlos Sandoval Rangel

pre seamos agradecidos con las personas que nos apoyan en las tareas más sencillas: quienes nos abre la puerta, nos limpian los zapatos, nos apoyan en la limpieza, nos cortan el pelo, etc. Responder a estos dos propósitos nos dará la posibilidad de mantener vibrante y bien ubicado el corazón en la realidad que vivimos. Desde ahí empezamos a construir una historia con mayor responsabilidad y amor. ¡Dios con nosotros! ¡Feliz año nuevo!

C

erramos un año que ha estado marcado por un problema de salud sin precedentes, por una inseguridad y violencia como pocos y con una crisis económica sin control; todo, además de los problemas en educación, cultura, política, desajustes familiares y en materia religiosa, situaciones que ya tienen rato en declive. Pero, dentro de todos los contratiempos, este año también ha sido de grandes enseñanzas: pudimos recordar que el ser humano es más frágil de lo imaginado, que no basta el dinero ni los grandes descubrimientos ni algún otro cálculo. La lección del 2020 es un llamado doloroso, pero necesario, para reconocer que debemos ser humildes y aceptar que todos nos necesitamos, pobres y ricos, grandes y pequeños, hombres y mujeres, creyentes y no creyentes y, sobre todas las cosas, necesitamos de Dios. Abrámonos a la oportunidad que nos brinda el inicio de un nuevo año, pero hagámoslo de la mano de Dios. El libro de los números nos recuerda esa invocación con que el pueblo era bendecido: “El Señor te bendiga y te proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz” (Nm. 6, 22-27). Y a Dios le gusta que se le invoque de este modo, por eso Él mismo dice: “Así invocarán mi nombre… y yo los bendeciré”. La providencia divina es muy grande y por eso, a pesar de todo, nosotros estamos aquí. Pero esa providencia será aún mejor en el nuevo año si nosotros somos capaces de poner nuestras pequeñas providencias en las manos de

Dios. Él actúa de modo único, pero actúa mejor si nosotros le ayudamos, no escondiendo o guardando lo que puso en nuestras manos, pensando sólo en nosotros, así sean talentos, tiempo, nuestro ser mismo y los bienes materiales con que nos bendice. Pareciera que tenemos el marco para afrontar un nuevo año marcado por la impotencia y la desesperanza; pero ojalá no lo permitamos. Necesitamos trabajar mucho todos los días bajo la convicción de que no podemos seguir tejiendo la historia sin la mano de Dios. Pero, igual, Dios no puede resolver lo que hemos hecho mal si nosotros no nos aplicamos y, ahora, con trabajo extra y talento renovado. El misterio de Dios, revelado en el pesebre, nos recuerda que Él es capaz de sacar fuerza de nuestras flaquezas, que incluso, se vale también de nuestro pecado para reafirmarnos su misericordia. No tengamos la menor duda de que Él nos dará la posibilidad de ir más allá de lo que nosotros por sí solos no podemos. Cerramos un año e iniciamos otro, también de la mano de María Santísima. Ella es la Madre del amor, la mujer de la esperanza, por eso, cuando las fatigas y confusiones nos generen incertidumbre, no dudemos en invocarla. Por algo la Iglesia, al inicio de cada año, nos invita a recordar a María como nuestra Madre. María Santísima es la Mamá peregrina que nos acompaña en todas las circunstancias. Como dice el Evangelio: Ella, “guardaba todas las cosas y las meditaba en su corazón”. Por eso, su

corazón es muy rico en las cosas de Dios. Ahí tiene las vivencias más sagradas de su Hijo. Por eso, nosotros, como buenos hijos, seamos humildes y no nos soltemos de su mano amorosa. Por último, los invito a iniciar el nuevo año con dos propósitos que nos sumarán muchísimo: uno, no olvidemos en ningún momento a los más necesitados, son muchos, pero ojalá que nosotros les ayudemos un poco para que su vida no sea tan dura; el otro, que siem-

Necesitamos trabajar mucho todos los días bajo la convicción de que no podemos seguir tejiendo la historia sin la mano de Dios.


LA FAMILIA CATÓLICA MODERNA

Por: Silvia del Valle @SilviaMdelValle @smflorycanto

Y te digo una porque es más fácil trabajar para alcanzarla. Cuando nos ponemos muchas, nos perdemos en ellas y no podemos trabajar para alcanzar ninguna.

Apena estamos comenzando el año y estamos en perfecto tiempo para hacer un plante vida tanto personal como familiar y tratar de ponernos metas y objetivos alcanzables. La mayoría de las veces decimos que Bamos a bajar de peso, que Bamos a dormir más, que dejaremos de fumar o de comer tanto, etc. pero no nos ponemos metas concretas y objetivas. Es importante ubicarnos y darnos cuenta que mientras no sea algo tangible y concreto, nos será muy difícil lograrlo y terminaremos como cada año, decepcionados y dejando de hacer el esfuerzo por alcanzar nuestras metas. Y es importante educar a nuestros hijos en ese sentido y con el ejemplo, de tal forma que ellos aprendan a cumplir sus metas y a llevar un proceso, a buscar tener un estilo de vida que sea coherente con lo que les estamos educando, por eso aquí te dejo mis 5Tips para lograrlo. PRIMERO. Ponte una meta concreta para este año.

A veces no tenemos idea para donde queremos ir, cual es nuestra meta en la vida y por eso vamos por la vida sin rumbo o cambiando, de un lado a otro, según se nos va prestando la vida y dejamos que nos viva, sin vivirla de la mejor manera y conforme a nuestro plan de vida, para llegar a nuestra meta, que para los que creemos en Dios, debería ser la vida eterna. ES importante que sea algo real y muy concreto que queramos cambiar o mejorar y que sea fácil de evaluar. SEGUNDO. Piensa los pasos que debes dar para alcanzar esa meta. Si podemos pensar en acciones muy concretas es mucho mejor. Muchas veces estas acciones deben ser consecutivas, es que una lleva a la otra. En otras coacciones una respalda y fortalece a la otra, eso no tiene tanta importancia, lo principal es que identifiquemos lo que nos hace bien y lo que nos ayuda a cumplir nuestra meta. Recuerda que deben ser pasos o puntos my concretos y evaluables. TERCERO. Ponles fecha a esos pasos.

Si los dejamos abiertos a que durante el año vamos a realizarlos, es seguro bueno los haremos. Por eso es muy necesario que les pongamos fecha concreta y que la marquemos en nuestro calendario o agenda para que los tengamos muy presentes. A mi me sirve poner una acción por mes y dedicarme ese mes a lograrlo, si es una virtud que adquirir le pongo acciones muy concretas que pueda realizar para obtenerla. Si es cuestión de dejar hacer, pues me pongo acciones durante ese mes que sean poco a poco pero que ne permitan, al terminar el mes, haber dejado ese mal habito o eso que me hace daño. Pero si lo ubicamos en el tiempo es más fácil realizarlo, es más real y objetivo. CUARTO. Prepara algunas frases que te ayuden a no desanimarte. Como somos humanos y con las cosas que nos cuesta trabajo solemos dejar de intentarlas, es importante que busquemos algunas frases o imágenes que nos motiven a seguir adelante. Podemos buscar en la vida de los santos, en la Sagrada Escritura, en los refranes o en algún libro, frases que nos den ánimo y que nos animen a seguir. Para esto podemos imprimirlas en hojas que podemos pegar en nuestra casa, podemos ponerlas en el

refrigerador para que no las olvidemos, podemos escribirlas en nuestra agenda para que cada vez que las veamos nos recuerden que estamos en el camino y que vamos avanzando poco a poco para alcanzar nuestra meta, etc. Ahora que estamos comenzando podemos dedicar unos minutos a buscarlas y prepararlas para que en los momentos difíciles, las tengamos a mano. Y QUINTO. Haz una estrategia de vida personal y familiar. Con todo lo anterior estamos listos para hacer nuestra estrategia personal y familiar para este año que comienza. A esta estrategia le podemos llamar plan de vida. Esta estrategia debe estar formada por varios puntos: 1. Meta. 2. Camion o pasos a seguir para alcanzar esa meta. 3. Aliados que tenemos para conseguir esta meta. 4. Plan B 5. Método de evaluación constarte De tal forma que podamos ir evaluando si vamos bien o corregimos el rumbo, pero siempre conforme a nuestro plan de vida. Es importante que nuestro plan de vida personal sea acorde y le de fundamento al plan de vida familiar.


Por ; Mónica Muñoz

E

l 8 de enero, cinco jóvenes de la Diócesis de Celaya recibieron el sacramento del Orden en el templo del Carmen de Celaya, de manos del Sr. Obispo Benjamín Castillo Plascencia, de los cuales tres se ordenaron como diáconos y dos como presbíteros, durante una celebración eucarística diferente a la que cada año se acostumbra a realizar para esta ceremonia, ya que los candidatos estuvieron acompañados únic amente de sus familias, algunos fieles y alrededor de treinta presbíteros, debido a la actual contingencia sanitaria que imposibilita que los recintos sagrados rebasen el 20% de su capacidad. Sin embargo, la poca asistencia de fieles no impidió que los candidatos a las órdenes sagradas se sintieran inmensamente felices y emocionados por alcanzar su objetivo, sentimiento que compartió Don Benjamín, quien compartió que se estaba “regalando” este momento en el que la Iglesia diocesana aumenta el número de sus ministros, pues

cabe señalar que también en esta fecha, él está cumpliendo 21 años de haber sido ordenado Obispo. Después de la presentación de los candidatos y la liturgia de la Palabra, el pastor diocesano dirigió una breve homilía, en la que destacó que se viven tiempos difíciles, pero es un día de alegría para la Diócesis y el Seminario. Habló sobre la transformación que sufre quien recibe los sacramentos, comenzando por el Bautismo, por eso los cristianos "somos expresión de ese sacramento que debe dar testimonio de Cristo en el mundo", destacó. Y los sacerdotes viven de una manera especial el ministerio, pero todos han de "transparentar" a Cristo, esperando todo de Dios, sin poner su esperanza en la fama, el dinero, en el saber o en el poder, y especialmente, sacerdotes, diáconos y obispos, han de transparentar a Cristo Cabeza, Cristo Pastor, Cristo Profeta. "Ojalá que seamos

verdadero sacramento de Cristo", enfatizó el Obispo. Comentó además que en el ministerio vienen los servicios, las tareas de servicio. "Hemos de servir. Fuimos elegidos para servir, para ministrar", por eso, dijo que le gusta leer lo que dice la Iglesia acerca de ello a los que se ordenan, volviendo a recomendar: "Que seamos esos grandes servidores". Después se realizaron los ritos propios de la ordenación, primero la postración, en el que los cinco candidatos estuvieron con el rostro vuelto al suelo, mientras se recitaba la letanía de los santos. Después, los diáconos hicieron sus promesas, recibieron la imposición de manos del Obispo, fueron revestidos con la dalmática y recibieron la Palabra de Dios. En seguida, los presbíteros, que también hicieron sus promesas de castidad y obediencia, recibieron la imposición de manos del Obispo, fueron revestidos con la casulla, se les consagró las manos con santo

Crisma y recibieron el cáliz y la patena. Después, los cinco ministros fueron saludados por el Obispo. La celebración eucarística continuó, ahora con los tres diáconos sirviendo en el altar y los dos sacerdotes concelebrando. Al finalizar la santa Misa, Don Benjamín hizo una bendición especial para los jóvenes diáconos y presbíteros, para concluir con la foto conmemorativa. Los cantamisas de los neopresbíteros se llevaron a cabo en sus comunidades de origen, del P. Omar Sánchez en Ojo de Agua de la Trinidad, mpio. de Apaseo el Alto, el próximo 10 de enero a las 6 de la tarde, y del P. Benito Medrano en San José del Xoconoxtle, mpio. de Dolores Hidalgo, el 11 de enero a las 12 del día. Oremos porque nuestros ministros se conserven fieles a su vocación y crezcan en santidad junto al pueblo de Dios que se les encomiende para servir.



Por. Monica Muñoz/ Twitter: @munozmonik

Todo este panorama nos invita a reflexionar seriamente sobre la realidad que vivimos y las decisiones que tomaremos en el futuro próximo, ya que nos veremos afectados por ellas. Por eso es muy recomendable que nos apoyemos con nuestros familiares, que platiquemos con ellos, que investiguemos a fondo lo que nos interesa saber y que planifiquemos lo pasos que daremos para alcanzar nuestras metas, porque, según los augurios de los expertos en materia económica, vienen tiempos difíciles y es necesario unir esfuerzos para lograr sobrellevar los problemas que se puedan presentar.

E

s curioso, estamos casi a medio mes de enero y tengo la impresión de que el tiempo no pasa, todos los días se parecen, creo que muchos, difícilmente, nos damos cuenta cuando llegan los fines de semana, quizá porque gran parte del territorio nacional está en semáforo naranja, de acuerdo a la secretaría de salud. Pero esta situación no es exclusiva de México, todo el mundo está en las mismas condiciones, basta con ver los noticiarios para enterarnos de que muchos países también están paralizados por el temor que la pandemia ha despertado desde hace ya un año, sin embargo, la gente sigue realizando sus actividades casi normales porque de otra manera no comerían. Además, las fiestas de Navidad y Año Nuevo pasaron muy rápido, a pesar de que las celebraciones fueron sobrias, solamente con la familia cercana, y creo que algo que podríamos rescatar de esta circunstancia es que se volvieron a encontrar las personas que viven en una misma casa, ante las restricciones que se han impuesto para evitar contagios masivos. Por eso, pienso que podríamos retomar la relación familiar y aprovechar la cercanía forzosa para limar asperezas, es cierto que tanto encierro ha traído también escenarios de depresión y desesperanza, pues para algunos ha representado cerrarse a la posibilidad de continuar con su mismo tren de vida, el cual era bastante acelerado y que actualmente se limita a las paredes de su hogar, pero no cabe duda que en estos casos es muy necesario

aprender a encontrar el lado positivo a todo. Por ejemplo, conozco personas que, ante la falta de trabajo, se han visto en la necesidad de explotar su creatividad y han emprendido negocios familiares, unos vendiendo alimentos, otros distribuyéndolos, otros más haciendo mandados, en fin, que, valiéndose de los dispositivos móviles y las aplicaciones, se ha dado un giro inesperado a la actividad comercial, pidiendo lo necesario a distancia. Pero no solo la parte que corresponde a la economía se ha transformado, estamos ante la reanudación de las clases en línea, porque no hay fecha para regresar a las aulas, los únicos estados a los que se les estaría permitido retomar las clases presenciales son Chiapas y Campeche, que tienen semáforo sanitario en color verde, algo inusitado por la cercanía que tienen con otros estados en los que la situación es adversa. En cuanto a las demás actividades, que se consideran no esenciales, vivimos con la incertidumbre sobre el día en que podrán reactivarse. Por eso se entiende que se viva pendiente del momento en que las vacunas estén al alcance de toda la población, pero como suele ocurrir, la oleada de información a favor y en contra de ellas está suscitando suspicacias entre los usuarios de redes sociales, quienes, a ciencia cierta, no saben si, llegado el momento, se vacunarán o no.

Es momento, pues, de actuar prudentemente y prescindir de los gastos superfluos, enfocarnos en las deudas y evitar contraer compromisos nuevos, mas bien, tratar de pagar lo más que podamos, elaborar una lista de gas-

tos y destinar el dinero para cada rubro, pensando en ahorrar algo, pues no sabemos cuándo se puede presentar una emergencia. Si actuamos de esta manera, será más sencillo afrontar las dificultades que se presenten en el transcurso de este 2021, porque, es verdad que no sabemos qué pasará, pero lo más importante será mantenernos tranquilos, optimistas y positivos, nada solucionaremos angustiándonos o siendo fatalistas, pensemos que en este barco navegamos juntos muchos seres humanos que podemos apoyarnos unos a otros, por eso, confiemos en Dios y pidamos su ayuda para que esta situación pronto termine y podamos volver a la normalidad, a retomar nuestras actividades y relaciones humanas, tan importantes para nosotros y nuestros seres queridos.


Por Silvia Elisa García del Valle verás cómo te espera con los brazos abiertos, cuéntale lo que hay en tu corazón y seguramente encontrarás la paz. Si por el contrario, te has mantenido cerca o te has acercado más, sigue trabajando en tu vida espiritual. Podemos ver la Misa más seguido, aunque sea de forma virtual, rezar más, hacer más oración (que no es lo mismo que rezar) o podemos leer un buen libro espiritual. Seamos positivos y busquemos la mejor cara de las cosas. Quizá esta pandemia ha durado más de lo que cualquiera hubiera imaginado, pero también puede ser una oportunidad para seguir creciendo en diferentes áreas de nuestra vida en la que tal vez no podríamos trabajar igual con el ritmo de vida que llevábamos.

Y

a estamos en la segunda mitad del mes de enero, y creo que vale la pena preguntarnos cómo vamos con los propósitos que hemos hecho para este 2021. Muchos tenemos ya un par de semanas de haber vuelto a escuelas y trabajos (aunque sea virtualmente) después del periodo de vacaciones navideñas. Creo que es un buen momento para detenernos un minuto y reflexionar cómo vamos con nuestros propósitos. Me puedes decir que es muy pronto, pero si todos los años es recomendable revisar constantemente nuestro avance para poder llegar a la meta, con la situación que vivimos actualmente puede ser algo doblemente positivo, pues nos ayudará a cumplir las metas, pero también nos mantendrá motivados y eso ayuda a alejar la depresión y problemas similares. Por eso también es bueno que los propósitos los vayamos haciendo no tanto

Todos queremos que termine y rezamos por ello, pero mientras tanto, no perdamos estos meses, aprovechémoslos para ser mejores personas,

Claro que extrañamos muchas cosas presenciales o “normales”, pero no podemos paralizarnos por eso. para todo el año, sino mes con mes. Así podremos ir adaptándolos a las posibilidades del momento, y podremos ver un avance más evidente. Si ya tenemos nuestros propósitos bien definidos pero para todo el año, lo que podemos hacer es simplemente dividirlos en pequeñas metas para cada mes. Por ejemplo, si mi meta es hacer ejercicio puedo ir haciéndolo progresivamente, y además quizá un mes podamos salir a correr al parque, pero si otro mes, por la pandemia no se puede, entonces adapto mi objetivo del mes a cosas que pueda hacer dentro de mi casa. Por otro lado, si mi propósito es ser más amable o más servicial, entonces puedo fijar como primer paso, para el primer mes, no gritarle a los demás; el siguiente mes, preguntarle todos los días a los demás como se están y escuchar con atención lo que me digan; al siguiente mes hacer mínimo un favor a cada miembro de la familia, etc… Con acciones específicas es más fácil cumplir, ver avances y corregir lo que sea necesario. Si por cualquier razón no hicimos propósitos este año, ¡hagámoslos! No tienen que ser muchos, podemos comenzar con 1 propósito. Yo lo que hice fue escoger un propósito que me ayude a crecer espiritualmente, otro que me ayude a ser mejor conmigo misma (ser más ordenada y evitarme así estrés) y otro que me ayude a ser mejor con los demás. Te lo comparto por si te sirve de idea  Somos una generación que está cons-

tantemente buscando sentido, si algo no tiene sentido para nosotros lo rechazamos fácilmente y para muchos la búsqueda del sentido de su vida es una lucha diaria. Los propósitos pueden ayudarnos con esto, siempre y cuando nos esforcemos por cumplirlos. También es importante que dentro de estos propósitos tengamos presente a Dios, pues sin él todo es hueco y nada tiene un sentido trascendente, es decir, todo es pasajero. Trabajemos por fortalecer nuestra relación con Él. Si te has alejado, acércate,

Todos queremos que termine y rezamos por ello, pero mientras tanto, no perdamos estos meses, aprovechémoslos para ser mejores personas, que si hacemos esto, saldremos mucho más fuertes y de esta experiencia habremos aprendido a aprovechar las oportunidades que se nos presentan, aun las que no nos gustan tanto, y esto será una riqueza para nuestras vidas. Y tú ¿cómo piensas aprovechar este año 2021? ¡Que todo sea para la máxima gloria de Dios!


En nuestra catequesis anterior vimos: EL EMBOLISMO. Ahora veremos: LA ORACIÓN POR LA PAZ. Después del Padre Nuestro y del Embolismo, el sacerdote, con las manos extendidas y en voz alta, dice la oración por la paz, a la que seguirá el saludo con el mismo motivo. El rito de la paz dentro de la Celebración Eucarística está presente desde los primeros siglos de la Iglesia, tanto en Oriente como en Occidente. Según san

Vatican News El Papa Francisco ha establecido con un motu proprio que los ministerios del Lector y del Acólito están en adelante también abiertos a las mujeres, de forma estable e institucionalizada con un mandato especial. Las mujeres que leen la Palabra de Dios durante las celebraciones litúrgicas o que realizan un servicio en el altar, como ministras o como dispensadoras de la Eucaristía, no son ciertamente una novedad: en muchas comunidades del mundo son ahora una práctica autorizada por los obispos. Sin embargo, hasta ahora todo esto se ha realizado sin un mandato institucional real y adecuado, en derogación de lo establecido por San Pablo VI, quien, en 1972, al abolir las llamadas "órdenes menores", había decidido mantener el acceso a estos ministerios reservados a los hombres sólo porque los consideraba preparatorios para un eventual acceso a las órdenes sagradas. Ahora el Papa Francisco, también a raíz del discernimiento que surgió de los últimos Sínodos de Obispos, quiso hacer oficial e institucional esta presencia femenina en el altar.

230 del Código de Derecho Canónico y que se publica hoy, el Pontífice establece, por tanto, que las mujeres pueden acceder a estos ministerios y que se les atribuye también mediante un acto litúrgico que las institucionaliza. Francisco especifica que quiso aceptar las recomendaciones que surgieron de varias asambleas sinodales, escribiendo que "se ha alcanzado en los últimos años un desarrollo doctrinal que ha puesto de relieve cómo ciertos ministerios instituidos por la Iglesia tienen como fundamento la condición común de los bautizados y el sacerdocio real recibido en el sacramento del bautismo". Por lo tanto, el Papa nos invita a reconocer que estos son ministerios laicos "esencialmente distintos del ministerio ordenado recibido en el sacramento del Orden".

La nueva formulación del canon reza: "Los laicos de una edad y unos dones determinados por decreto de la Conferencia Episcopal podrán ser empleados permanentemente, mediante el rito litúrgico establecido, en los ministerios de lectores y acólitos". Por lo tanto, se suprime la Con el motu proprio "Spiritus Domini", especificación "del sexo masculino" que modifica el primer párrafo del canon que se refería a los laicos y que estaba

presente en el texto del Código hasta la modificación de hoy. El motu proprio va acompañado de una carta dirigida al Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Luis Ladaria, en la que Francisco explica las razones teológicas de su elección. El Papa escribe que "en el horizonte de renovación trazado por el Concilio Vaticano II, hay un creciente sentido de urgencia hoy para redescubrir la corresponsabilidad de todos los bautizados en la Iglesia, y en particular la misión de los laicos". Y citando el documento final del Sínodo para el Amazonas, observa que "para toda la Iglesia, en la variedad de situaciones, es urgente que los ministerios sean promovidos y conferidos a hombres y mujeres... Es la Iglesia de los hombres y mujeres bautizados la que debemos consolidar promoviendo la ministerialidad y, sobre todo, la conciencia de la dignidad bautismal". Francisco, en su carta al cardenal, después de recordar en las palabras de San Juan Pablo II que "con respecto a los ministerios ordenados la Iglesia no tiene en absoluto la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres", añade que "para los ministerios no ordenados es posible, y hoy parece

Justino existe en la Liturgia Romana desde el siglo II. El Saludo de la Paz está relacionado con la petición del Padre Nuestro que dice: “Como nosotros perdonamos a los a nos ofenden”. El Misal Romano expresa: “en el rito de la paz, los fieles imploran la paz y la unidad para la Iglesia y para toda la familia humana y se expresan mutuamente la caridad, antes de comulgar en el Sacramento”. (IGMR 82)

oportuno, superar esta reserva". El Papa explica que "ofrecer a los laicos de ambos sexos la posibilidad de acceder a los ministerios de Acolitado y Lectorado, en virtud de su participación en el sacerdocio bautismal, aumentará el reconocimiento, también a través de un acto litúrgico (institución), de la preciosa contribución que desde hace tiempo muchísimos laicos, incluidas las mujeres, ofrecen a la vida y a la misión de la Iglesia". Y concluye que "la decisión de conferir estos cargos, que implican estabilidad, reconocimiento público y el mandato del obispo, también a las mujeres hace más efectiva la participación de todos en la labor de evangelización de la Iglesia". La medida viene después de una profundización de la reflexión teológica sobre estos ministerios. La teología posconciliar ha redescubierto de hecho la relevancia del Lectorado y el Acolitado, no sólo en relación con el sacerdocio ordenado, sino también y sobre todo en referencia al sacerdocio bautismal. Estos ministerios forman parte de la dinámica de colaboración recíproca que existe entre los dos sacerdocios, y han puesto de relieve cada vez más su carácter propiamente "laico", vinculado al ejercicio del sacerdocio que pertenece a todos los bautizados como tales.


17/30 enero de 2021

CATEQUESIS PARA TODOS

sus decisiones y en la lectura de sus tiempos. También existen pecados contra los tiempos de la gracia de Dios:

• Cuando por miedo no acudimos a las muchas citas que tenemos con Dios.

• Cuando no respetamos los ritmos de Dios y queremos imponerle los nuestros.

• Cuando no queremos hacer los cambios que el tiempo nos exige, por temor a equivocarnos o por simple pereza. No querer hacer los cambios necesarios puede ser un pecado contra los tiempos de Dios.

• Cuando no sabemos aguardar sus tiempos, o somos demasiado calculadores o desesperados con el tiempo de Dios que se tarda tanto en llegar. • Cuando preferimos vivir nuestros tiempos vacíos y mediocres, en lugar de dejar que habite en ellos la plenitud de Dios. • Cuando no tenemos el valor de enfrentarlos por ser exigentes, cuando queremos desplazar con nuestros frágiles tiempos humanos al Señor de la vida y de la historia.

Q

Los catequistas están llamados a hacer coincidir sus actividades con los tiempos que el Señor les marca.

ueridos catequistas reciban un saludo afectuoso de parte del Equipo del Didipac; nuestros mejores deseos para ustedes y sus familias y que este nuevo año 2021 esté lleno de las bondades de Dios Padre, y que su labor catequética en sus comunidades siga dando fruto. Que el Señor Jesús recompense todo sus esfuerzos por ir extendiendo el Reino de Dios en esta realidad que hoy vivimos. Desde la fe, el tiempo es la historia como lugar privilegiado e insustituible donde Dios se revela misteriosa y gratuitamente a nuestra vida. Es como un sacramento donde se dan las manifestaciones en las cuales Dios revela su rostro a la manera humana. La escritura nos muestra que toda experiencia de Dios siempre tiene en el tiempo su mediador y su aliado. Dios se revela en el tiempo, con el tiempo, por el tiempo. Por eso los creyentes podemos hablar de proyectos que maduran a través de la temporalidad de la existencia. Israel era un experto en la lectura de la historia en la cual siempre se topaba

con Dios. El Eclesiastés nos dice como leer el tiempo con sabiduría (Ecli 3,1-9): “hay tiempo para gozar y tiempo para sufrir…”. Pero en el NT el gran maestro que nos enseña: “de muchas formas y de muchas maneras Dios habló en otros tiempos… pero ahora no habla por medio de su Hijo”. “Cuando llegó la plenitud de los tiempo, Dios envió a su Hijo nacido de Mujer”, “El verbo se hizo hombre”, es decir, se revistió del tiempo humano para vivir en medio de nosotros. La Iglesia también convoca a saber leer el tiempo de Dios en el tiempo de la criatura humana. El pueblo sencillo llama Providencia al tiempo que Dios da como gracia, para que el hombre y la mujer vivan pendientes del tiempo de Dios. Pero a veces hay un conflicto entre el tiempo de Dios y el tiempo de la criatura. No siempre coinciden. Pero cuando coinciden estamos hablando de alianza y conversión. Él llama a ser expertos en la lectura de nuestra historia personal, comunitaria y global. Y cuando uno se deja inundar por el Espíritu con una apertura incondicional, entonces uno siempre acierta en

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Los catequistas están llamados a hacer coincidir sus actividades con los tiempos que el Señor les marca. La fe del catequista consiste precisamente en hacer que coincidan sus tiempos con los tiempos de Dios, pues sólo así podrán escribir juntos la historia de salvación, que tiene siempre un elemento humano y otro divino. Tomado de: Manual para el Catequista actual, un camino para ser persona, profeta y servidor. P. Francisco Merlos. Equipo DIDIPAC.


LOS JÓVENES HABLAN

Gestación es el desarrollo humano intrauterino Don de Dios y conocimiento de la ciencia. Fe y Razón. Celebración de Navidad todo el año.

Por: Everardo Aguilar/Dimensión Vida

es genéticamente humano y está vivo, es digno hijo de Dios, cada una de sus células que se forman en esta etapa tiene un propósito, son células madre, es el milagro de la vida, como en la gestación el nuevo ser humano existe en un continuo e ininterrumpido desarrollo humano, hasta su nacimiento cerca de la semana 40 y continuará su desarrollo por varios años más.

E

l desarrollo del humano en el seno materno puede resumirse en las siguientes grandes etapas biológicas: FECUNDACIÓN / IMPLANTACIÓN / DESARROLLO DE NUESTROS ÓRGANOS/ CRECIMIENTO Y FUNCIONES DE SISTEMAS

CORPORALES / PREPARACIÓN PARA EL PARTO/ NACIMIENTO (semana 40) Y no podemos ignorar el alma así que veremos el origen desde la espiritualidad y la fe. Esta ocasión abordaremos solo la primera etapa, fecundación o concepción porque reconocemos que la Vida, Don de Dios es Sagrada desde el momento de la concepción, que ha de protegerse y valorarse como Don, ser recibida con dignidad, amor respeto y conciencia de la responsabilidad que implica. Para la fe cristiana la vida es siempre un bien (EV34) La formación de un ser humano es un proceso en el que está presente la sabia y amorosa acción creadora de Dios desde el momento inicial de la existencia (cf. EV 44). Nadie tiene derecho de matarlo, por mucha falsa argumentación que se quiera dar. La Concepción (fecundación), reconocida por la ciencia, se inicia con la unión del gameto masculino (espermatozoide) con el gameto femenino (óvulo), y desde este momento ya está presente un nuevo ser humano único e irrepetible con su propio ADN distinto del de la madre que aporta 23 cromosomas y del padre que aporta 23 más. Este nuevo ser, con 46 cromosomas

Es en esta etapa donde más nos hace falta reconocer la dignidad de la persona humana no importa el tamaño (como cristianos y como sociedad), pues todos pasamos por esa etapa, y no por ser indefensos y aun no tener voz, alguien podía decidir si viviremos o

no. Gracias a Dios estamos vivos y podemos ser la voz que rescate el valor inalienable de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Es por eso que el equipo de la Dimensión Vida de la Diócesis de Celaya te anima a que aprendamos más del tema y tomes acciones desde tu parroquia en la defensa y el rescate del valor de la vida desde la concepción. Que esta defensa de la dignidad humana sea una Navidad que dure todo el año. VER  JUZGAR  ACTUARSolo con el conocimiento pleno de la vida en la gestación podremos hacer que el asesinato de bebés en el vientre (aborto) sea impensable.


www.catholic.net

F

rancisco Javier Mª Bianchi nació en Arpino, patria de Cicerón, el 10 de diciembre de 1743, y fue bautizado el día de San Francisco Javier, cuyo nombre recibió con el agua lustral. Su padre, Carlos Antonio, tenía una fábrica de tejidos de lana, en la que el buen ejemplo de las virtudes del propietario y la caridad con que éste conjugaba la justicia con las necesidades familiares de sus obreros, hacía del lanificio Bianchi un excelente modelo. La madre, Faustína Morelli, excedía al esposo en virtudes cristianas de toda clase, principalmente en la caridad, completamente entregada al servicio social de la ciudad arpinatense, habiendo transformado su casa en un hospital o asilo, donde se acogía continuamente a dieciséis enfermos o necesitados. Con el ejemplo de tantas virtudes se formé y templó el espíritu de nuestro santo, dando ya desde su más tierna infancia frutos prometedores de santidad. Para completar su formación literaria, fue mandado al seminario de Nola, cursando el bachillerato, confirmándose en su ánimo la vocación religiosa, contribuyendo a ello la escogida dirección espiritual, que no escatimaba medios para poner a disposición de los futuros levitas los grandes maestros del espíritu. En este centro de formación conoció y trató con el fundador de los redentoristas, San Alfonso María de Ligorio. Cursados los estudios de filosofía en Nola y pasado algún tiempo en Nápoles, donde tuvo que vencer muchas dificultades, entró en el instituto de los barnabitas en 1762, y habiendo hecho su profesión y realizado diversas pruebas, el año 1765 empezó el curso de teología en el colegio que los barnabitas tenían en San Carlos alle Mortelle, de Nápoles, y en esta misma ciudad recibió las órdenes mayores del subdiaconado, diaconado y presbiterado, los días 11, 18 y 25 de enero de 1767, celebrando su primera misa el día de San Francisco de Sales

de dicho año. Para reponer su salud, algo quebrantada, con los aíres de la patria, fue destinado a Arpino, enseñando en el gimnasio público retórica durante dos años, transcurridos los cuales, fue enviado de nuevo a Nápoles, al colegio de San Carlos, esta vez como profesor de filosofía. El año 1773 pasó al colegio que los barnabitas tenían en Santa María in Cosmedin o de Portanova, en la misma ciudad de Nápoles, con la misma misión pedagógica. No había aún cumplido los treinta años cuando fue nombrado propósito de dicho colegio, cargo que regentó durante doce años. Durante estos doce años, su apostolado fue fecundo, principalmente en el confesionario y en el púlpito, y sobre todo, conforme exigían los calamitosos tiempos, con el ejemplo que dio siempre de la más observante disciplina regular. Director y consejero de la clase más escogida de Nápoles, su discreción y su cultura se propagaba entre los círculos concéntricos de su celda y del confesionario, a donde acudían cada día toda clase de personas. principalmente del ambiente intelectual. Movido por esta fama el rector magnífico de la Universidad de Nápoles, monseñor Mateo Genaro Testa Piccolomini, titular de la sede de Cartago, le ofreció una cátedra en el Estudio General, que Bianchi rehusó. A pesar de esto, el rector del Ateneo, el 15 de septiembre, extendió el nombramiento de profesor de teología dogmática y polémica a favor del padre Bianchí, y el 21 de marzo del año siguiente (1779), el príncipe de Francavilla, presidente de la Academia de Ciencias y Letras, propuso fuera nombrado socio de número de dicha Academia, propuesta que fue aceptada por unanimidad. Fue famosos por su erudición y amplios conocimientos. Cuando fue decretada la persecución a las órdenes religiosas, intentó salvar dps cosas: la caja o fondo de la beatificación de la madre Francisca de las Llagas, de la que era el promotor con permiso de sus superiores, y treinta cajas de libros que quiso poner a salvo

de las ruinas y destrucciones, que van médicos ni los cuidados de los amigos siempre emparejadas con todas las podían detener. Y en medio de terribles persecuciones religiosas. sufrimientos, recluido en la soledad de su celda, continuaba su apostolado Los procesos están llenos de testigos, de consejo y de edificación. A sus que narran sucesos extraordinarios médicos les pedía sufrimientos, pues o experimentados en sus propias sus dolores eran las misericordias de personas o presenciados u obrados en Dios. Un alma eucarística como la suya otros. sufría solamente ante el temor de no tener fuerzas para celebrar la santa Queremos reducir a pocos casos misa. Sus amigos lo bajaban a la iglesia, verdaderamente atestiguados por y cuando ni esto podía hacer, le fue personas que los presenciaron: se concedida la gracia de celebrarla en su refieren a las erupciones del Vesubio, celda. Durante la misa todos notaban La revolución, y la invasión francesa la alegría que se leía en su semblante, después, habían creado en Nápoles como si le hubieran pasado todos un ambiente de materialismo capaz los dolores. Se probó todo, incluso el de ahogar el espíritu religioso y moral cambio de clima; su amigo Buoncore que había conservado la tradición le hospedó en su casa de Castelamare de la ciudad y los grandes ejemplos durante los años 1804-05. Un poco de de santidad dados por una legión de alivio animaba a Bianchi físicamente; sacerdotes y religiosos edificantes y pero las calamidades morales que se santos. Los terremotos habían agrietado cernían sobre la Iglesia y sus amigos muchas casas de la ciudad, y el Vesubio, le atormentaban extraordinariamente y de cuándo en cuándo, rugía arrojando quiso volver a animar a todos desde su de sus entrañas ríos de fuego vivo. El soledad de Portanova. La dispersión de dedo de Dios, vengándose de tantas las órdenes religiosas fue un golpe duro iniquidades, parecerá evidente a las para su alma apostólica. El párroco de personas más temerosas y religiosas; Santa María in Cosmedin se arregló pero, en medio de tantas pruebas, era para que la celda que ocupaba en el también potente el Dios consolador, que contiguo colegio de Portanova fuese hacia surgir hombres extraordinarios considerada como formando parte para conservar su fe con sus prodigios. íntegramente de la parroquia, atendida la impotencia en que se hallaba el Dos casos solamente. El 22 de mayo padre Bianchi. Esto sucedió el año se hallaba el padre Bianchí en Torre del 1810. Un cáliz más amargo tuvo que Greco, a las faldas del Vesubio, en el apurar hasta las heces: el abandono Retiro de la Visitación. Instantáneamente, casi total de sus amigos, precisamente las llamas del volcán se desbordan y cuando más necesitaba de ellos: hubo avanzan hacia el Retiro. La destrucción tiempo en que era un peligro para el de la casa religiosa parecía inminente. gobierno el trato con el padre Bianchi, Los más desesperados intentaron Y el espionaje funcionaba. salvar lo irreparable, poniendo a salvo muebles y enseres. Este nerviosismo Los últimos días de su existencia no contrastaba con la calma y serenidad tenía fuerzas para celebrar; pero cada del padre Bianchí, asegurando que no día tuvo el consuelo de recibir la santa pasaría nada. Enfermo, a duras penas Eucaristía. El último aviso llamó a su pudo subir a la terraza, y ante aquel puerta el día 27 de enero de 1815 bajo espectáculo apocalíptico del fuego que la apariencia de un accidente simple avanza, se detiene, musita una oración y fortuito. En virtud de una especie rogando a Dios detuviera aquel torrente de contrato que había hecho con la amenazador. Y la lava se detuvo al venerable Francisca de las Llagas, margen mismo del Retiro, y se solidificó, ésta se le apareció para anunciarle no pasando adelante. En el mismo que había llegado la hora de recibir muro, formado por la solidificación de el Viático, para el cual se preparó la lava, el cardenal arzobispo Guillermo sonriente y alegre con todos los que Sanfelice levantó una capilla. le visitaron. El 31 del mismo mes de enero, muy de mañana, insistió en que El día 12 de agosto, desde Pietra Bianca, le administraran la sagrada Eucaristía, escribe a las religiosas del refugio de habiendo recibido la noche anterior Vía dei Portici que se pongan a salvo, la extremaunción, y poco después de pues el Vesubio quiere vengarse. La haber sido confortado con el pan de los carta llegó al día siguiente; pero aquella ángeles, plácidamente expiró. noche, a las doce, el volcán irrumpió de nuevo y la casa fue destruida. El volcán La fama de su santidad corrió estaba imponente y ante el gran peligro rápidamente después de su muerte. que todos presentían, el padre Bianchí Las gracias por él concedidas fue llevado casi a cuestas al encuentro eran innumerables. Probáronse de la lava, y al hallarse frente a frente, con la suficiencia requerida los venció la oración del padre Bianchí, pues milagros necesarios, y el barnabita la lava se detuvo instantáneamente a los padre Francisco Javier Bianchi fue pies del Santo. solemnemente canonizado por la Iglesia. La alcantarina Francisca de las Llagas le predijo una enfermedad larga y dolorosa. Para el mundo, la vida es un hombre Y el vaticinio fue cumplido al pie de la entre dos fechas: 2 diciembre 1743 letra. Empezó con una hinchazón en Francisco Javier María Bianchi - 31 de las piernas, que ni la ciencia de los enero 1815.


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La quincena pasada participaron nuestros amigos: Maria Guadalupe Hernández Vargas de Comonfort Gto.

Catecismo san Juan Bosco 2, Comonfort, Arturo Abad Pérez Hernández

Angel Velázquez Ruiz, Silvino Alejandro Velázquez parroquia de San Pedro Apóstol Mineral de Pozos Guanajuato Que fueron los primeros en enviarnos sus fotografías.

También agradecemos la participación de nuestros siguientes amigos y amigas: Sara María Rivera Hernández,Parroquia de San Luis Rey; Azucena Vega Lara Parroquia del Señor de Esquipulas, comunidad La Sábana; Heriberto Corona, San isidro de Gamboa; Regina Cabrera Mares de Empalme Escobedo; Héctor Regalado Navarro, San Antonio Calichar, Apaseo el Alto; Nisandaaya Rios Tamayo de Celaya; Ashley Ninel Ortega Arreguin de Celaya; Juan Manuel Galván Alvarez de San Luis de la Paz; Camila, Galilea y Santiago Moya Herrera Teneria del Santuario; Martha García Martínez; Romina Hernandez García, parroquia San Luis Rey de Francia, San Luis de la Paz; Andrea García y su abuelito, parroquia San Isidro Labrador Segunda Fracción de Crespo, Celaya; Mateo Estrada Morales, Celaya; Maria Fernanda Duarte Caballero de la parroquia de San Pedro Apóstol, Mineral de Pozos; Josué Martín Guzmán Muñoz de Plancarte.


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