Edición 929

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1 San José de Cúcuta, marzo 19 de 2023 Periódico La Verdad Diócesis de Cúcuta Emisora Vox Dei www.periodicolaverdad.com www.diocesisdecucuta.com www.emisoravoxdei.com Dirección: Calle 9 # 8-87 Barrio El Llano 607 572 4601 321 473 9175 V A L O R $1,500 Vea también Editorial - Caminemos juntos en la Acción Pastoral Pág. 2 Comunicado: Hombre inescrupuloso estaría usando la imagen de la Diócesis de Cúcuta para hurtar Pág. 6 ¿Vivimos en la plenitud de los tiempos? Pág. 7 Proceso Evangelizador de la Iglesia Particular: Temas de formación y cronograma Pág. 12 - 13 Pág. 10 EDICIÓN 929 DOMINGO 19 DE MARZO DE 2023 | SAN JOSÉ DE CÚCUTA, NORTE DE SANTANDER, COLOMBIA | FUNDADO EN 1956 Seminario Mayor Diocesano San José de Cúcuta Págs. 8 - 9 ¡Corazón de la Diócesis! Obispo de la Diócesis de Cúcuta asiste a visita Ad Limina
Visita de Santa Teresa de Calcuta al Seminario Mayor Diocesano San José en el año de 1986

El Proceso Evangelizador de la Iglesia que estamos desarrollando centra hoy la atención en la acción pastoral que es “para los fieles cristianos ya maduros, en el seno de la comunidad cristiana” (Directorio General para la Catequesis #49). Es el compromiso de la fe que se vuelve misionera, con la misión de transmitir a otros el tesoro del encuentro con Jesucristo vivo en medio de la comunidad, que brota de un corazón convertido y transformado en Cristo. “En la Iglesia los bautizados, movidos siempre por el Espíritu, alimentados por los sacramentos, la oración, el ejercicio de la caridad y ayudados por las diversas formas de educación permanente, procuran hacer suyo el deseo de Cristo ‘sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto’. Esta es la llamada a la santidad para entrar en la vida eterna” (DC, 2020, 35).

En este sentido, la acción pastoral tiene la tarea de alimentar y sostener de modo permanente los dones de la comunión y la misión, en un proceso de conversión continuo, que va desde la iniciación cristiana hasta el crecimiento permanente en la fe y desde las bases del edificio de la fe, hasta la santidad de vida, para un mundo que vive en la caridad de Cristo. La acción pastoral le permite al creyente la inserción en la vida comunitaria y la participación más directa en

Caminemos juntos en la acción pastoral

la misión de la Iglesia a través de los distintos servicios o ministerios que ayudan al fortalecimiento de la fe en otros que están iniciando su proceso de vida cristiana.

Con la acción pastoral, la Iglesia se sitúa en una nueva etapa evangelizadora que debe responder a las dificultades y obstáculos que se viven hoy en un mundo complejo, que reclaman de los evangelizadores compromisos serios en la renovación espiritual, moral y pastoral, abiertos a la acción del Espíritu Santo que sigue suscitando en la personas la sed de Dios, y en la Iglesia ayuda a despertar un nuevo fervor evangelizador en salida misionera.

Para que este proceso sea eficaz y pueda dar frutos de santidad en los evangelizadores y evangelizados, es necesario nutrirse constantemente de la oración de rodillas frente al Santísimo Sacramento y alimentarse diariamente de la celebración de la Eucaristía, que da fortaleza para continuar con la tarea misionera. Solamente en actitud de oración estaremos como María con los Apóstoles a la espera del Espíritu Santo que va moviendo el corazón, para que cada día demos el paso de la salida misionera para anunciar el Evangelio de Jesucristo, reconociendo que esta actitud es posible manteniendo una fuerte confianza en el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo lo conduce todo, también hoy a nosotros como a los Apóstoles el día de Pentecostés, nos sigue guiando por el camino misionero que hoy se nos traza para cumplir la voluntad de Dios. Así lo enseña el Papa Francisco

cuando afirma: “Para mantener vivo el ardor misionero hace falta una decidida confianza en el Espíritu Santo, porque Él viene en ayuda de nuestra debilidad. Pero esta confianza generosa tiene que alimentarse y para eso necesitamos invocarlo constantemente. Él puede sanar todo lo que nos debilita en el empeño misionero. No hay mayor libertad que la de dejarse llevar por el Espíritu, renunciar a calcularlo y controlarlo todo, y permitir que Él nos ilumine, nos guíe, nos oriente, nos impulse hacia donde Él quiera. Él sabe bien lo que hace falta en cada época y en cada momento. ¡Esto se llama ser misteriosamente fecundos! (Evangelii Gaudium #280).

En nuestra Diócesis de Cúcuta nos abrimos con confianza y docilidad a la escucha del Espíritu Santo, para que la acción pastoral esté impregnada de una espiritualidad misionera y evangelizadora, teniendo en cuenta que “la espiritualidad de la nueva evangelización se realiza hoy por una conversión pastoral, mediante la cual la Iglesia es invitada a realizarse en salida, siguiendo un dinamismo que atraviesa toda la Revelación y situándose en un estado permanente de misión. Este impulso misionero también lleva a una verdadera reforma de las estructuras y dinámicas eclesiásticas, para que todas se vuelvan más misioneras, es decir capaces de vivir con audacia y creatividad tanto en el panorama cultural y religioso como en el ámbito de toda persona. Cada bautizado, como discípulo misionero es sujeto activo de esta misión eclesial”

(DC, 2020, 40).

Nuestro compromiso diocesano es continuar un proceso serio de formación de discípulos misioneros del Señor, que realmente se comprometan con la acción pastoral, que den testimonio del encuentro personal con Jesucristo que se renueva constantemente con la acción misionera, que suscite una respuesta inicial mediante la conversión como transformación de la vida en Cristo, aceptando la cruz del Señor y consciente de que morir al pecado es alcanzar la vida, para llegar a la madurez del discipulado que se fortalece con la acción catequética y que le permite al discípulo perseverar en la vida cristiana y en la misión de la Iglesia. Todo este itinerario tiene que ser vivido en comunión. Así como los primeros cristianos se reunían en comunidad, también el discípulo participa en la vida comunitaria, viviendo la caridad de Cristo en la fraternidad. Este discípulo cada día se compromete más con la misión, a medida que conoce y ama a Jesucristo se consolida la acción pastoral que significa la necesidad de compartir con otros su alegría de ser enviado, de ir al mundo entero a anunciar a Jesucristo.

En este trabajo evangelizador en salida misionera siempre está la Santísima Virgen María y el glorioso Patriarca san José. Que ellos alcancen de Nuestro Señor Jesucristo, el fervor pastoral y la salida misionera para que caminemos juntos en la acción misionera, la acción catequética y la acción pastoral, que nos pueda poner en estado permanente de misión en esta porción del pueblo de Dios.

En unión de oraciones, caminemos juntos, viviendo nuestra vocación.

2 San José de Cúcuta, marzo 19 de 2023 Editorial
“La acción pastoral le permite al creyente la inserción en la vida comunitaria y la participación más directa en la misión de la Iglesia”.
Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta Director Pbro. Diego Eduardo Fonseca Pineda Equipo de Redacción C.S. Isabel Obando Sepúlveda Diácono Jhon Freddy Medina Cuervo Seminarista Wilmer Cruz Rodriguez
Fotografía CCDC / Internet Tel.: 607 572 4601 - Cel.: 321 473 8952
Diseño y diagramación Harold Antonio Castellanos Mojica
Impresión Vanguardia Liberal
Por: Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta

El sábado 4 de marzo, en la Catedral San José, se celebró la Sagrada Eucaristía en la que fueron instituidos ocho nuevos ministros lectores y más de 1000 ministros extraordinarios de la comunión, con la bendición y envío de Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta.

Quienes recibieron el ministerio del lectorado, son hombres que desde hace unos años iniciaron escuela diaconal y ministerial en la Diócesis, en un camino de formación, y este sábado dieron sus

primeros frutos. Se tratan de: Anthony José Ríos Sepúlveda, César Augusto Londoño Trujillo, Hugo Enrique Pabón Álvarez, Isidro Hernández Bermón, Iván Darío Ramírez Archila, Jorge Argemiro Cárdenas Góngora, Rogelio Cáceres Cobaría, y Víctor Daniel Rosas Angarita. Así está conformado este grupo de hombres que han sido llamados por la Iglesia para ser anunciadores de la Palabra de Dios.

El señor Obispo expresó durante la homilía que, los lectores deben desempeñar su misión “siempre

todo con la Iglesia, nada sin la Iglesia; en cada parroquia, todo con el párroco, nada sin él”, ya que de esto se trata la comunión y la insistencia de esta Iglesia Particular en “caminar juntos”.

En este contexto, se dirigió a los ministros extraordinarios de la Eucaristía y a todos los fieles bautizados, ya que a través de “información” confusa y difundida por redes sociales, se ha negado la misión de llevar el Cuerpo de Cristo, argumentando “con doctrinas extrañas, alejadas del magisterio de la Iglesia Católica”; por lo que, pide estar atentos, y evitar esta desinformación, “creyendo en el Papa, magisterio de la Iglesia, en su Obispo que envía a los ministros a este servicio, porque es cumplimiento de la voluntad de Dios, que los ha llamado

a este servicio santo”. Monseñor José Libardo asegura que distribuir la hostia consagrada y llevarla a los enfermos, “es un momento de Dios” y los ministros deben tener presente que “van en salida misionera y en ese camino, oren porque llevan a Jesucristo en sus manos, traten con respeto la sagrada comunión, custodien el Cuerpo de Cristo y la Palabra de Dios”.

Finalmente, Monseñor exhortó a cuidar a los enfermos, porque son “un tesoro para nuestra vida diocesana, para nuestro trabajo pastoral. Enseñemos al enfermo a abrazar y contemplar la Cruz del Señor”. De esta manera, cuando los ministros visiten a los enfermos, el Obispo señala que, “deben enseñarles a ellos y a sus familias, a unir la enfermedad con la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo”

Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, dio inicio a sus visitas pastorales del año 2023 en el decanato San Antonio de Padua de la vicaría San José. La parroquia Inmaculada Concepción fue la primera comunidad en recibirlo el día martes 14 de febrero.

Hasta el 2 de marzo, el Obispo recorrió las jurisdicciones parroquiales de San José Catedral, San Martín de Porres, Nuestra Señora del Carmen, Ave María, San Antonio de Padua, San Emigdio y San Rafael, donde en cada una asistió a los planteles educativos, locales comerciales, visitó enfermos, se reunió con las juntas de acción comunales, conociendo a los fieles que hacen viva la Palabra de Dios en esta zona céntrica.

Continuando su recorrido por la vicaría San José, Monseñor, inició las visitas pastorales en el decanato Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, el día miércoles 8 de marzo, comenzando por la parroquia del mismo nombre. El día jueves 9, la oportunidad fue para las parroquias San Andrés Apóstol y Santísima Trinidad.

En cada visita, el señor Obispo evalúa el dinamismo de la comunidad parroquial, en el anuncio y la vivencia de la Palabra de Dios. Por otra parte, se encuentra de manera especial con los enfermos, a quienes unge y bendice.

Las visitas las retomará una vez llegue de su viaje a Roma, donde estará en audiencia con el Papa Francisco.

3 San José de Cúcuta, marzo 19 de 2023 Vida Pastoral
En comunión con la Iglesia, son instituidos nuevos lectores y ministros extraordinarios de la Eucaristía
En la vicaría San José iniciaron las visitas pastorales del año 2023
Cancha del salón comunal del barrio El Llano (visita a la jurisdicción parroquial de San Antonio de Padua)

Encuentro de asesores espirituales y coordinadores de movimientos apostólicos con el Obispo

En la mañana del lunes 6 de marzo, los asesores espirituales y coordinadores de los movimientos apostólicos de la Diócesis de Cúcuta, fueron convocados por el señor Obispo, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, para recibir las pautas del trabajo pastoral del año 2023 y, sobretodo, promover la comunión entre los movimientos y la pastoral diocesana, para así caminar juntos en el Proceso Evangelizador de la Iglesia Particular (PEIP), ya que estos movimientos pueden tener gran influencia en las parroquias -con la aprobación de los párrocos-, identificados como discípulos misioneros del Señor.

Monseñor explicó las tres etapas del plan pastoral: Primero, la acción misionera, definida como el quehacer de la fe. Segundo, la acción catequética,

que es el crecer de la fe. Y, tercero, la acción pastoral, el compromiso de la fe. Todo esto es “lo que realizamos como misioneros, para transmitir a Jesucristo a otras personas”.

“Valoramos y apreciamos el carisma de cada movimiento apostólico, a quienes convocamos a vivir en comunión con el Papa Francisco, el Obispo diocesano y con su párroco, para que el carisma de su movimiento, sea un vehículo para transportar el plan pastoral”, expresó Monseñor al finalizar el encuentro.

El señor Obispo invita a los movimientos que en este día no participaron, para que se comuniquen con la Vicaría de Pastoral y de esta manera, adelantar la temática compartida, para entrar en comunión con la vida de la Iglesia y de la Diócesis.

Bajo este lema fueron animados los niños y adolescentes que sirven en las parroquias de la vicaría San José de la Diócesis de Cúcuta, quienes tuvieron un encuentro de formación en el auditorio de la parroquia San Antonio de Padua, ubicada en el centro de la ciudad de Cúcuta.

Los monaguillos atendieron la invitación realizada por la comisión diocesana de pastoral vocacional, animada por el sacerdote Héctor David Molina Cárdenas, y se reunieron en la mañana del sábado 11 de marzo, para recibir enseñanzas sobre la vocación,

tomando como ejemplo las vocaciones de los diferentes personajes que aparecen en la Sagrada Escritura.

La temática “El monaguillo llamado por Dios” y las actividades lúdico-pedagógicas en torno al lema “Caminemos juntos, sirviendo en el altar”, fueron impartidas por el padre Héctor David, el diácono Víctor Alfonso Noriega Portillo y los seminaristas que acompañan esta pastoral.

Los monaguillos reflexionaron sobre su servicio y la importancia del camino cuaresmal, para fortalecer la amistad con Jesús.

El sábado 11 de marzo, los coordinadores de catequesis de las parroquias de la Diócesis de Cúcuta, se dieron cita en el auditorio de la parroquia San Antonio de Padua de Cúcuta, para vivir un encuentro fraterno y formativo, como comisión diocesana.

Convocados por el presbítero Yhon

Pablo Canedo Archila, delegado de la pastoral, y acompañados por el diácono Clement Jaimes Sepúlveda, quien hace parte de la comisión, revisaron cómo se llevó a cabo el envío de catequistas el pasado 19 de febrero y evaluaron situaciones concretas para mejorar y fortalecer la pastoral. Además, se anunció que en la Iglesia Particular de Cúcuta se va a retomar la Escuela Parroquial de Catequistas (ESPAC), la cual impar-

te formación catequética de acuerdo a los desafíos de la Nueva Evangelización, brindando información verídica y actualizada, conforme al magisterio de la Iglesia Católica.

La ESPAC es un proyecto catequético que nació en Bogotá hace 40 años, fundada por Monseñor Carlos Sánchez Torres; iniciativa que se abrió espacio en las demás Iglesias Particulares de Colombia, dado que su misión es “formar y ubicar a los catequistas en su tarea evangelizadora dentro de la comunidad parroquial, proporcionándoles una formación catequística orgánica y sistemática, de carácter básico, dentro de la modalidad de una Escuela de Catequistas como espacio particularmente válido para su formación espiritual, doctrinal y apostólica”.

4 San José de Cúcuta, marzo 19 de 2023
“Caminemos juntos, sirviendo en el altar”
Diócesis de Cúcuta anuncia que se retoma la Escuela Parroquial de Catequistas
Vida Pastoral

Asamblea Bíblica

PARTE II

“Los temas de los libros del Nuevo Testamento”

I. AMBIENTACIÓN II. ANIMACIÓN

que se evidencia la primera y singular experiencia de fe cristiana de esta comunidad naciente.

En este texto de los Hechos de los Apóstoles se nota clara y profundamente la actuación del Espíritu Santo a tal punto que se puede decir que es el Evangelio del Espíritu Santo.

Está dividido en tres partes:

La Iglesia en Jerusalén: Hch 1-5.

De Jerusalén a Antioquía: Hch 6-12.

Pablo también saluda a los participantes y se sienta entre ellos.

El moderador dice: Ahora les voy a seguir hablando de los otros libros del Nuevo Testamento…

Epístolas Católicas: No tienen destinatario único. ¿Saben por qué estas cartas toman el nombre de Cartas Católicas? La Palabra Católica significa universal, de todos, para todos. Por eso se nombran así, pues van dirijas a todos. Estas son las siguientes:

La Iglesia de ese entonces estaba siendo perseguida y por tal situación debía escribir de manera que si alguien que no era de la Iglesia lo leía, no comprendiera nada. Este libro fue escrito por Juan Evangelista, hermano de Santiago. La palabra Apocalipsis significa “Revelación hecha por Dios a los hombres”.

1. Saludo.

2. Bendición inicial: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

3. Signo: Altar con la Biblia

4. Oración para antes de leer la Biblia.

5. Canto bíblico.

III. TEMA DE ESTUDIO

Continuamos con los temas que tratan los libros del Nuevo Testamento; pero antes recordemos: ¿Qué libros vimos en la asamblea bíblica anterior?

Análisis de la realidad

a. ¿Lee frecuentemente la Biblia?

b. Cuando encuentra algo que no entiende, ¿cuál actitud asume?

El Nuevo Testamento está compuesto por 27 libros que se escribieron entre los años treinta y setenta después de la resurrección de Cristo, de los cuales ya vimos los Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

El moderador dice: Además tengo que decirles que al evangelista Lucas se le atribuye el libro de los Hechos de los Apóstoles… Leamos Hechos 1, 1-2.

Hechos de los Apóstoles

Este libro nos muestra el nacimiento y la evolución de la Iglesia; en lo

De Antioquía a Roma: Hch 1328.

Epístolas o Cartas de Pablo: El moderador previamente escogido, presenta a san Pablo y dice: Pablo es un personaje que escribió 13 Epístolas que nos muestran un impresionante relato de su personalidad.

Pablo es un apasionado, un alma de fuego que se entrega sin medida a un ideal. Y ese ideal es esencialmente religioso. Dios es todo para él. Su predicación ante todo es el kerigma, proclamación de Cristo crucificado y resucitado conforme a las escrituras. Escribía a comunidades instaladas fuera de Palestina, en medio del mundo pagano y en núcleos urbanos pertenecientes a diferentes clases sociales.

Las trece Cartas son: Carta a los Romanos; I y II a los Corintios; a los Gálatas; a los Filipenses; a los Efesios; a los Colosenses; I y II a los Tesalonicenses; I y II a Timoteo; a Tito y a Filemón.

Además, dicen que Pablo también escribió la carta a los Hebreos, esta Epístola no está remitida a nadie en particular y comienza sin incluir el saludo usual. La primera sección (la más larga) de la Epístola presenta como argumento principal, la superioridad del cristianismo sobre el judaísmo. La breve parte final (10,19-13,25) exhorta a los cristianos a perseverar en la fe.

Epístola de Santiago: Su característica es de homilía. En ella se muestra una serie de advertencias sobre la paciencia en las tribulaciones, la importancia de la misericordia basada en los preceptos morales.

I y II Epístolas de Pedro: Nos ofrece, un ejemplo de la fidelidad radical, en una situación transformada donde todo cristiano puede descubrir la esperanza gozosa y segura que lo conduzca a la salvación.

I, II y III Epístolas de Juan: Atribuidas al Apóstol san Juan. Expresa algunas ideas fundamentales como: fidelidad a la enseñanza recibida desde el principio; andar en la luz y Dios amor es fuente del amor.

Epístola de Judas: Escrita por el Apóstol Judas Tadeo. Denuncia los falsos maestros, nos muestra admirablemente lo esencial de los Evangelios.

Y para finalizar, tenemos el libro de la esperanza y la felicidad:

Apocalipsis: Este es un libro muy actual. Se lee en muchas denominaciones religiosas, pero la mayoría de las veces se interpreta mal; pues se interpreta como algo que va a pasar y realmente se escribió con la experiencia vivida en las primeras comunidades cristianas del siglo I d.C. Es escrito en clave, para que solo los que estaban en ese ambiente entendieran y comprendieran.

El Apocalipsis nos habla de Cristo Resucitado como centro de la historia, el mundo es el escenario de la lucha entre la Iglesia, encabezada por Cristo y las fuerzas del demonio. Son tiempos llenos de esperanza y alegría. Este libro nos causa mucha curiosidad…pero más adelante tendremos la oportunidad de profundizar más al respecto.

LECTIO DIVINA

Jn 9, 1-41

LECTURA

LECTURA

La Palabra escuchada: “Buscad leyendo” ¿Qué dice el texto?

MEDITACIÓN

La Palabra comprendida: “Hallaréis meditando” ¿Qué dice el texto?

5 San José de Cúcuta, marzo 19 de 2023

MEDITACIÓN

CONTEMPLACIÓN

CONTEMPLACIÓN

La palabra se encarna en nuestra vida. “Os abrirán contemplando”

¿Qué le digo a Dios motivado por el texto?

CONCLUSIÓN

¿Qué se les ha quedado de este encuentro?

¿Qué les llamó la atención?

¿Cuál de los libros del Nuevo Testamento que no han leído, le gustaría leer?

Felicidades en su fiesta patronal

CATEDRAL SAN JOSÉ

Fundación: Marzo 9, 1734

Fiesta patronal: 19 de marzo

Párroco: Diego Fernando Huertas Marulanda

Ubicación: Centro

Leer una de las cartas católicas, cualquiera de las que no haya leído.

ORACIÓN

¿Qué acción concreta asumo a partir de este texto? ORACIÓN

“Llamad orando”

COMPROMISO DESPEDIDA

Seguir participando con ánimo, entusiasmo, dinamismo y com promiso cristiano en los encuen tros eclesiales los segundos mar tes y en las asambleas bíblicas el cuarto martes de cada mes.

Oración para después de leer la Biblia.

Cántico a la Virgen María.

En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Comunicado

Hombre inescrupuloso estaría usando la imagen de la Diócesis de Cúcuta para hurtar

De acuerdo con las declaraciones de algunas directivas de instituciones educativas de la ciudad de San José de Cúcuta, en la última semana han recibido la visita de un joven que se identifica en algunas ocasiones como mensajero de la curia de la Diócesis de Cúcuta, otras como seminarista, y a veces como miembro de un grupo juvenil

Con engaños logra entrar y tener contacto con los estudiantes, a quienes les pide colaboración por medio de una rifa, en la cual supuestamente, deben apuntarse de manera virtual desde sus

teléfonos móviles, por lo que él se ofrece a ayudar con el procedimiento; una vez obtenida la confianza de sus víctimas, quienes dejan en su poder sus teléfonos, este hombre se marcha de los planteles, llevando consigo los dispositivos tecnológicos ajenos.

Por lo anterior, la Diócesis de Cúcuta pide urgentemente a las autoridades revisar esta situación, ya que la comunidad educativa obra en su buena fe, permitiendo a este hombre acercarse, quedando afectada la institución, los estudiantes y los padres de familia, éstos últimos, con la tristeza de ver

perdido el esfuerzo con el cual le obsequiaron un celular a sus hijos.

Además, la Iglesia Particular de Cúcuta advierte a los fieles bautizados y personas de buena voluntad, que de ninguna manera se envían personas a pedir dinero u ofrecer rifas; ya que el único motivo para visitar una comunidad, es anunciar el Evangelio de Jesucristo. Los canales de ayuda económica son a través de cuenta bancaria, directamente en la curia, o de la ofrenda que se entrega dentro de una parroquia.

San José de Cúcuta, 15 de marzo de 2023

6 San José de Cúcuta, marzo 19 de 2023
Asamblea Bíblica
Nelson Guillermo Rozo Rodríguez 16 Ibarra Sánchez 20 Javier Alexis Agudelo Avendaño 22 Álvarez Díaz 23 Bermúdez Osorio 25 Mesa Cañas 28 Cumpleaños
DEL 15 AL 31 DE MARZO Aniversario de ordenación sacerdotal MARZO 18. Jairo Cárdenas Vega 19. Darío Crisanto Rodríguez Robayo 19. Jorge Andrés Suárez Flórez 19. Salomón Jaimes Ureña 19. Samuel García Botello 19.
Gómez Mejía 19.
Argüello Gutiérrez 19.
Arnulfo
Feliz
Jesús Alberto
Fabio Gonzalo
Luis
Ibarra Sánchez 19. Leonardo Mendoza Gélvez 19. Carlos Adolfo Mesa 19. Richard Alexander Moreno Moreno 19. Víctor Leonardo Ordoñez Velasco 19. Luis Eduardo Parada Carrillo 19. Wilman Arley Paredes Alba 19. Víctor Eduardo Saravia Castellanos 19. Rhonald Sttyd Suárez Carrillo 19. Hugo Suárez Moreno 19. Ernesto Melo Gélvez Esta es la fotografía que suministraron desde una institución, para reconocer al hombre que ha estado engañando y hurtando.

Apologética

¿Qué significa la expresión “plenitud de los tiempos”?

Este artículo pretende clarificar el sentido de la frase bíblica “plenitud de los tiempos” y ayudarnos a pensar si todavía vivimos en la plenitud de los tiempos.

Tal vez alguna persona al escuchar dicha frase lo asocie al fin de mundo, o sencillamente no entienda a qué hace referencia. La expresión plenitud de los tiempos está puesta por escrita en Gálatas 4, 4-5. San Pablo escribió: “Pero cuando vino la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, a fin de que redimiera a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos la adopción de hijos”. Se puede decir que es una expresión de origen apocalíptico, que se encuentra en Marcos 1,15: “Se ha cumplido el plazo, ya llega el reinado de Dios. Conviértanse y crean en la Buena Noticia”. No se trata de un progreso de la civilización que permita la venida del Salvador, pues solo Dios decidió el tiempo de la Encarnación de su Hijo unigénito y solo Él decidirá la hora de la Parusía (segunda venida de Cristo).

En este sentido, hay que recordar que la intervención de Dios, cumpliendo sus promesas, se da a través del envío del Hijo y del Espíritu Santo, y de la misión de cada uno de ellos. Textos como Mateo 10, 40 y Juan 3,17; 5,36, nos recuerdan que Jesús es el enviado por el Padre celestial. Jesús como Hijo preexistente de Dios, que existía desde la eternidad, entró en la historia de una forma muy sencilla, inadvertida por el mundo. Dice la sagrada escritura que fue “en el año decimoquinto del imperio de Tiberio Cesar, siendo Poncio Pilato procurador de Judea” (Lc 3, 1). Otra idea fundamental es entender la redención como misión de Jesús que en la plenitud de los tiempos hace posible la adopción de los creyentes como hijos de Dios. Es decir, somos hijos de Dios no como es Jesucristo, somos hijos porque hemos sido acogidos en el Hijo Jesucristo. De este modo pasamos de la esclavitud a

Contexto bíblico

El Antiguo Testamento es una preparación y todo en éste anuncia a Cristo y confluye en Cristo. Él es el centro del plan de Dios (Ef 1, 3-19; 3,1-12). Con Él han llegado los “últimos tiempos” (Heb 1, 2), el “tiempo de la salvación” (2 Cor 6, 2). Con su Muerte se realiza la victoria de Dios sobre el mal y so- bre Satanás (Jn 12, 31; 16,11). En Él Dios realiza la alianza nueva y eterna (Mc 14, 22-23). Con Él se abre el paraíso, tanto tiempo cerrado (Lc 23, 4243). Por Él se nos da el Espíritu, que transforma el hombre dándole la nueva vida y realizando la nueva creación (Jn 19, 30-34; 20,22; 3,5; 7,37-39). Él es el centro de la historia, “el Principio

y el Fin”, “el Alfa y la Omega” (Ap 22, 13). Él es “el mismo ayer, hoy y siempre” (Heb 13, 8), “el que era y es y viene” (Ap 1, 8), continúa presente en su Iglesia y “no se nos ha dado otro nombre en el que podamos ser salvos” (Hch 4, 12).

Contexto actual

El nacimiento de Jesús como Hijo de Dios señala el comienzo de una nueva era en la que se cumple la antigua promesa. Como escribe el autor de la Carta a los Hebreos: “En muchas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a los padres por los profetas. En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha ido realizando las

edades del mundo. Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa” (1, 1-3). La plenitud de los tiempos es, pues, la presencia del mismo Dios en persona en una historia y espacio concreto. Gracias a Él, el tiempo encuentra su plenitud. También nuestro tiempo personal encontrará su plenitud en el encuentro con Jesucristo, Dios hecho hombre.

Sin embargo, este misterio de la plenitud de los tiempos contrasta siempre con la dramática experiencia histórica. Cada día, aunque deseamos vernos sostenidos por los signos de la presencia de Dios, nos encontramos con signos opuestos, negativos, que nos hacen creer que está ausente.

La plenitud de los tiempos parece desmoronarse ante la multitud de formas de injusticia y de violencia que hieren cada día a la humanidad. A veces nos preguntamos: ¿Hasta cuándo la maldad humana seguirá sembrando en la tierra de violencia y odio, que provocan tantas víctimas inocentes? ¿Cómo puede ser este un tiempo de plenitud, si ante nuestros ojos muchos hombres, mujeres y niños siguen huyendo de la guerra, del hambre, de la persecución, dispuestos a arriesgar su vida con tal de que se respeten sus derechos fundamentales? Un río de miseria, alimentado por el pecado, parece contradecir la plenitud de los tiempos realizada por Cristo. Ustedes queridos lectores ¿qué opinan?

Personalmente, considero que Dios sí está presente y actuante en cada situación y contexto personal, familiar, social, religioso, etc., pero si la presencia de Jesús no es aceptada no se podrán percibir las obras de bien sino las obras del mundo cargadas con violencia y miseria. ¿De qué depende el gozar de la plenitud de los tiempos? Sin duda alguna la respuesta es concreta: de la cercanía y apertura del hombre a Dios. Es el tiempo perfecto donde la gracia de Cristo, que lleva a su cumplimiento la esperanza de la salvación, nos empuja a cooperar con él en la construcción de un mundo más justo y fraterno.

7 San José de Cúcuta, marzo 19 de 2023
la filiación divina.
“La plenitud de los tiempos es, pues, la presencia del mismo Dios en persona en una historia y espacio concreto”

“… Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando”

(Lc 2, 48)

Junto con la devoción a la Virgen Santísima, san José sin duda ocupa un lugar muy especial en la devoción del pueblo de Dios. Podríamos resaltar tres fiestas donde le podemos celebrar, en el orden del año litúrgico serían: La fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, en el contexto de la Navidad; el 19 de marzo la solemnidad de san José, esposo de la Bienaventurada Virgen María, y el 1 de mayo, san José obrero. La liturgia nos propone para estas celebraciones una serie de textos escogidos, con oraciones, lecturas, prefacios y antífonas propios. Aquí encontramos toda una serie de elementos que pueden ayudarnos a crecer en una verdadera devoción y a profundizar en lo central del misterio de salvación.

Seminario Mayor

San José de Cúcuta ¡Corazón de la Diócesis!

configurarse con Cristo, adquieran los elementos necesarios en las diferentes dimensiones de la formación (humano-comunitaria, espiritual, intelectual y pastoral), que los lleve a ser los candidatos idóneos para el ministerio presbiteral en la Diócesis de Cúcuta y al servicio de la Iglesia universal.

El Seminario Mayor es un espacio, un lugar geográfico dentro de la Diócesis de Cúcuta que muchos de nosotros logramos identificar, ubicado en la ciudadela La Libertad, sector Aguas Calientes, aquí funcionó en un primer momento el Seminario Menor de la Diócesis y luego ha venido a ser la sede del Seminario Mayor Diocesano San José de Cúcuta. Pero el Seminario es también el tiempo que los jóvenes seminaristas emplean en la formación inicial necesaria para que, buscando

Para quienes somos ya sacerdotes ordenados, nuestros claustros de formación, nuestros seminarios se convierten en un punto de referencia muy importante, pues recordamos con nostalgia el tiempo vivido allí, nuestras experiencias formativas, nuestros maestros y compañeros; aun cuando hemos pasado por el Seminario y ahora el desarrollo de nuestro ministerio, nos lleva a colocar toda nuestra atención en la parroquia o en los diferentes ministerios en los que nos desempeñamos, en las tareas de la pastoral en los diferentes campos de la Iglesia diocesana. Nuestro corazón no deja de latir con nostalgia y con gratitud por los buenos recuerdos de nuestra formación inicial, por los años y por los lugares que conformaron la experiencia inicial de nuestra formación y que forman parte importante de esa experiencia que llamamos nuestro tiempo de formación en el Seminario Mayor.

Monseñor Luis Pérez Hernández consiguió un inmenso lote, en la salida para Pamplona, donde funcionaba el primer aeropuerto, hoy municipio de Los Patios. Monseñor Pablo Correa León, segundo Obispo de la Diócesis, asesorado por el consejo económico, compró el actual lote (Finca los Cujíes, en el hoy llamado sector Aguas Calientes), y encomendó al doctor Julián Caice do (bogotano, quien había estado al frente de la construcción del Semi nario Mayor de Bogotá) los planos correspondientes y el comienzo de la obra.

La primera piedra fue bendecida por el mismo Monseñor Pablo Co rrea León, el 29 de agosto de 1961. Comienza así la historia del Semi nario Menor, mientras los seminaristas de fi losofía y teología iban al Seminario Mayor de Pamplona, elevado a la categoría de Seminario Regional, para la Provincia Eclesiástica.

“Entró a funcionar el 10 de febrero de 1986, con 47 alumnos y las puertas abiertas para las Diócesis de Tibú, Arauca y Buga”.

La historia del Seminario

Cuando el Santo Padre Pío XII creó la Diócesis de Cúcuta, el 29 de mayo de 1956, en la Bula Pontificia ordenaba la creación del Seminario.

Ante el aumento de las vocaciones en la Diócesis de Cúcuta, y ante las dificultades que se presentaban en Pamplona para alojarlos a todos, los alumnos de filosofía y teología fueron enviados al Seminario Mayor de Tunja, donde fueron recibidos por el señor Arzobispo, Monseñor Augusto Tru- jillo Arango y por el rector, Álvaro Jarro Tobos, más tarde nombrado Obispo de Chiquinquirá; otros fueron al Seminario de Cristo Sacerdote en La Ceja (Antioquia), y otros a la Universidad Javeriana, con residencia en el Instituto Aloisiano en Bogotá.

El cuarto Obispo de Cúcuta, Monseñor Alberto Giraldo Jaramillo, sulpiciano, no estaba conforme con

8 San José de Cúcuta, marzo 19 de 2023
Especial
Diocesano
De Hernando PSS; pbro.Obispo Por: Pbro. José María Castro Almanza, PSS, rector del Seminario Mayor San José de Cúcuta
“El Seminario es el corazón de la Diócesis”
De izq. a der.: Pbro. Adolfo Villamil; Mons. Pedro Alejandrino Botello Ortega; pbro. Joaquín Cortés, PSS; y pbro. Gregorio León PSS. Primeros formadores del Seminario Mayor San José de Cúcuta Mons. Alberto Giraldo Jaramillo, cuarto Obispo de Cúcuta, y pbro. Jesús Emiro Claro Torrado. Instalaciones del Seminario Mayor durante Hurtado;

Diocesano Cúcuta

37años

la dispersión de sus seminaristas. Recibió la petición de los jóvenes estudiantes, consultó la opinión del clero con ocasión de los retiros espirituales sobre la posibilidad de abrir un Seminario Mayor para la Diócesis. Dado que él pertenecía a la Compañía de San Sulpicio, sociedad de sacerdotes diocesanos dedicada desde hace más de tres siglos a la formación del clero diocesano, acudió a los respectivos superiores (Provincial y General) para plantear tal posibilidad de la dirección de esta futura casa de formación.

El 27 de noviembre de 1984 visitó a Cúcuta el Superior Provincial de la Provincia canadiense de los Padres de San Sulpicio, el padre Emilio Goulet, PSS. El 6 de febrero de 1985 el Consejo Presbiteral resolvió crear el Seminario Mayor y el 26 de febrero se mandó la petición formal a la Sociedad de San Sulpicio. El Superior Provincial comunicó al Obispo de Cúcuta el nombramiento del padre Gregorio León López, PSS, como rector del Seminario y del padre Joaquín Cortés (candidato a San Sulpicio) como colaborador. Por su parte, Monseñor Giraldo presentó a los Padres Pedro Botello y Adolfo Villamil como miembros para completar el primer equipo de directores.

la participación de los Obispos de la Provincia, las autoridades de la región y numerosos fieles que acompañaron a los presbíteros de la diócesis. Este Seminario Mayor fue colocado bajo el patrocinio de San José, que, al mismo tiempo, es el patrono de la Diócesis, de la ciudad, del Seminario Menor, y el titular de la Catedral.

En la sede del Seminario, en acto solemne, se descubrió la placa conmemorativa a la inauguración, que reza así: “En el año del cuarto centenario de la renovación de la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá, y también de la visita apostólica de su Santidad Juan Pablo II a Colombia, fue inaugurado este Seminario Mayor de San José de Cúcuta, el 19 de Marzo de 1986, pensado por Monseñor Alberto Giraldo Jaramillo, Obispo diocesano quien, queriendo proveer de santos sacerdotes a esta Iglesia particular, lo creó por decreto número 21 del 25 de diciembre de 1985”.

“El Seminario es también el tiempo que los jóvenes seminaristas emplean en la formación inicial necesaria para que, buscando configurarse con Cristo, adquieran los elementos necesarios en las diferentes dimensiones de la formación”.

El día 25 de diciembre de 1985 llegaron los Padres Sulpicianos Gregorio León, PSS (rector) y Arturo Cardona, PSS (Delegado Provincial), para formalizar los detalles. Monseñor Giraldo firmó, el 25 de diciembre, el decreto número 21, por el cual se creaba el Seminario Mayor para que entrase a funcionar el 10 de febrero de 1986, con 47 alumnos y las puertas abiertas para las Diócesis de Tibú, Arauca y Buga.

El 19 de marzo de 1986, fiesta de san José, fue oficializada la creación de nuestro Seminario Mayor San José en solemne Eucaristía en la Catedral, presidida por el señor Arzobispo Metropolitano, Monseñor Rafael Sarmiento Peralta, con

rio León López, PSS (1986 - 1992), QEPD; Héctor Epalza Quintero, PSS (1993 - julio de 1999), quien se desempeñaría después como Obispo de Buenaventura, QEPD; Diego Restrepo Londoño, PSS (agosto 1999 - 2002) QEPD; Norberto Flórez Rincón, PSS (20022008), QEPD; Joaquín Eduardo Cortés Tabares, PSS (2009 - 2011) y José Abel Sierra Parra, PSS (2012 - 2019), José María Castro Almanza, PSS (2020 - actualmente), todos pertenecientes a la Compañía de Sacerdotes de San Sulpicio.

El Seminario ha servido a diversas Diócesis en la formación inicial del clero y a tantos otros jóvenes que han realizado alguna parte de sus estudios: Tibú, Arauca, Buga, Ocaña, Barranquilla, Málaga, y Cúcuta. Además, algunas Diócesis de nuestra hermana República de Venezuela: La Guaira, Cabimas y Guanare. Según su lema, el Seminario, como vid fecunda, ha dado y “dará mucho fruto” (Jn 15, 5b).

El 18 de noviembre de 1989 Monseñor Alberto Giraldo ordenó a los primeros sacerdotes que habían hecho su ciclo de Teología (cuatro años) en el nuevo Seminario. Pero fue a Monseñor Rubén Salazar, quinto Obispo de la Diócesis, a quien le correspondió ordenar las primicias del Seminario Mayor, los cuatro primeros sacerdotes que hicieron todo el ciclo de siete años: César Augusto Prato Parra, William Ramón Santamaría Flórez, Jhon Alcides Castro Yanquén y José Leonidas Cristancho Cáceres.

En el año 2011 la celebración de las Bodas de Plata, fue una ocasión propicia para poner de manifiesto su presencia, su acción y su concurso en la vida de la ciudad, de la Diócesis, del departamento y de la región, tanto en su carácter espiritual y pastoral, como también en el contexto de la academia y de la cultura en general.

El Seminario ha tenido hasta la fecha siete rectores: los padres Grego-

En estos días cercanos a la fiesta de nuestro patrono, queremos ser fieles al sueño de quienes dieron los primeros pasos en la fundación de la Diócesis y del Seminario, elevando nuestra oración de gratitud por todos los fieles y pastores que nos han precedido en este proyecto donde confluyen las alegrías, los anhelos y los proyectos de nuestra Iglesia diocesana. La historia de nuestra Diócesis y la historia de nuestro Seminario en sus 37 años corazón de la Diócesis no es otra que una historia de la misericordia de Dios nuestro Padre en su Hijo Jesús que ha querido salir a nuestro encuentro en esta Iglesia particular de la Diócesis de Cúcuta.

Oh san José glorioso, padre, patrono y protector nuestro, intercede por nosotros tus hijos, quienes hemos sido confiados a tu protección en esta comunidad del Seminario Mayor Diocesano San José de Cúcuta, corazón de la Diócesis, casa y escuela de oración.

9 San José de Cúcuta, marzo19 de 2023
Especial
izq. a der.: Pbro. Jaime Mora, PSS; pbro. Hernando Chitiva, PSS; pbro. Gregorio León, PSS; Mons. Rubén Salazar Gómez, quinto Obispo de Cúcuta; Mons. Pedro Botello; pbro. Miguel, sacerdote sulpiciano; y pbro. Alberto Echeverri Rodríguez
¿Cómo vivir este tiempo cercano a nuestra fiesta patronal?
1986 – 2023
durante la construcción de la capilla De izq. a der.: Pbro. Leonidas Cristancho; pbro. William Vanegas; pbro. Reinaldo Hurtado; pbro. Jhon Castro; pbro. William Santamaría; y pbro. César Prato Primera promoción de sacerdotes del Seminario Mayor San José de Cúcuta

Comitiva de la Diócesis de Cúcuta, se encuentra en Roma, para cumplir con la visita Ad Limina

El Obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, arribó a Roma, Italia, para encontrarse con Su Santidad, el Papa Francisco y entregarle detalles del estado de esta Iglesia Particular en la reglamentaria visita Ad Limina Apostolorum, la cual deben cumplir los Obispos del mundo para rendir cuentas sobre sus diócesis; esto está estipulado en el Código de Derecho Canónico.

Desde el lunes 13 de marzo, Monseñor José Libardo, en compañía de Monseñor Israel Bravo Cor-

tés, Obispo de la Diócesis de Tibú; los sacerdotes y seminaristas de la Iglesia Particular de Cúcuta que adelantan estudios en Europa; y una comitiva del clero diocesano, celebraron la Sagrada Eucaristía al pie de la tumba de san Pedro, como primera parada en la peregrinación por las cuatro Basílicas, para ganar el jubileo para estas dos Diócesis hermanas.

Monseñor José Libardo se dirigió el martes 14 de marzo a la Diócesis de Latina-Terracina-Sezze-Priverno, donde desde hace varios años han recibido en la parroquia

Santa Domitilla a sacerdotes de la Diócesis de Cúcuta, que adelantan estudios en las universidades de Roma. Otra parte de los sacerdotes que están allí de visita, se dirigieron hasta Asís, donde se encuentra ubicado el santuario dedicado a san Francisco y a santa Clara de Asís; para orar por todos los fieles

bautizados de Cúcuta, para que su compromiso misionero se fortalezca en estos tiempos de Iglesia en salida misionera.

De esta manera, han cumplido con una agenda en sintonía con la comunión que promueve el Papa Francisco, con quien los Obispos se estarán encontrando en esta semana del 20 al 24 de marzo, por lo que, desde el Periódico La Verdad, se pide atentamente a los lectores, orar por Monseñor José Libardo, Obispo y pastor de esta Iglesia Particular, quien permanentemente ora por las intenciones y necesidades de su pueblo, para que el Espíritu Santo fortalezca su ministerio episcopal y la comunión con el Papa, principio visible de unidad de la Iglesia.

10 San José de Cúcuta, marzo 19 de 2023 Vida Pastoral
Tumba del Apóstol san Pedro Basílica de San Juan de Letrán Basílica Santa María la Mayor

¿Qué es la visita Ad Limina?

principio fundamental y visible de la unidad de fe y comunión. Tanto así, que la Santa Romana se presenta desde los primeros tiempos como punto de referencia de la comunión. De allí que el Papa iba exigiendo el derecho de intervenir en los asuntos más importantes de carácter doctrinal y disciplinar de las diversas Iglesia locales (cfr. “pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos” Lc 22, 32). Esto implica que hoy se tenga como práctica que por cada cierto periodo de tiempo se presente un informe al Papa de la situación en la que se encuentra la Iglesia local, siempre en un sentido de comunión más que cualquier otra intención.

La visita Ad Limina en la historia

En los tiempos más antiguos era costumbre que los Obispos visitarán al Papa, e incluso lo visitaban personalmente en circunstancias concretas. Las primeras referencias de esta visita se encuentran en la antigua práctica de celebrar dos veces al año los concilios provinciales de los obispos de Italia, que pertenecían a la provincia del Romano Pontífice. En el siglo V, el Papa León I insistió en la custodia de Sicilia enviando cada año a tres Obispos a Roma para participar en su Concilio. En el siglo VI, Gregorio I declaró que, aunque en aquel tiempo los Obispos sicilianos estaban obligados a visitar Roma sólo una vez cada tres años, él alargó el periodo a cinco en lugar de tres.

Un Concilio romano bajo el mandato del Papa Zacarías (año 743) decretó que los Obispos que estuviesen consagrados por el Papa, y que viviesen junto a Roma, deberían hacer la visita Ad Limina cada año y en persona; y los que se encontrasen fuera de Roma deberían cumplir la misma obligación por carta. Una costumbre que gradualmente surgió, al menos a partir del siglo XI, obligó a los metropolitanos que pidiesen la visita a que todos los Obispos asistieran a “los umbrales de los

Apóstoles” en las veces indicadas. Esta visita debería hacerse personalmente o mediante un sustituto.

“Es una visita que, de acuerdo con la legislación canónica, debe hacerse cada cinco años”.

La visita Ad Limina fue institucionalizada en 1585 por el Papa Sixto V. En ese momento se consolidaba una antigua práctica de la Iglesia, a la cual se le dotaba de una cobertura legal reglamentado en el Código de Derecho Canónico y se han establecido una serie de requisitos para su realización.

Lo esencial de esta visita Ad Limina consistía en visitar los sepulcros de san Pedro y san Pablo, mostrar adhesión y obediencia al Papa y entregar un informe o relación (relatio) sobre el estado material, moral y espiritual de la Diócesis. Estos tres actos forman el núcleo de la visita Ad Limina y todos los Obispos debían cumplir con ellos. Asimismo, la realización de esta visita Ad Limina generaba una serie de documentación.

plemente la peregrinación hacia las tumbas de los Apóstoles, sino, por encima de todo, mostrar una adecuada reverencia hacia el sucesor de san Pedro, para reconocer de una manera palpable su jurisdicción universal, dando también cuenta de la disposición de las iglesias particulares de recibir consejos y advertencias y de esta manera estar estrechamente unidas a los miembros de la Iglesia Universal con su cabeza visible.

Los Obispos son autónomos en sus circunscripciones, pero sin romper la comunión. Por tanto, el canon expresa que los encargados de hacer estos informes con unas normas concretas, son los Obispos diocesanos y a quienes son equiparados en derecho (prelados, vicarios Apostólicos, Abad Territorial, Circunscripciones Personales, Prefecto y Administradores Apostólicos).

Se conoce por visita Ad Limina Apostolorum la visita que tienen que hacer los Obispos del mundo a Roma para dar cumplida cuenta de sus Diócesis. El nombre viene del latín y significa “los umbrales de los Apóstoles”, refiriéndose a los apóstoles san Pedro y san Pablo. El objeto de esta visita no es sim-

La visita Ad Limina se encuentra reglamentada en el Código Derecho Canónico en el libro 2: del pueblo de Dios, en la sección segunda que habla sobre las Iglesias Particulares y sus agrupaciones, particularmente en el capítulo segundo de los obispos en los cánones 375-411. Se tendrá presente aquí los c. 399 en que habla sobre la relación al Romano Pontífice sobre el estado de cada Diócesis y el c. 400 que habla de la visita Ad Limina Apostolorum de los Obispos diocesanos.

El c. 399 manifiesta que el primado Petrino y sus sucesores es el contenido esencial de la voluntad fundamental de Cristo al momento de fundar la Iglesia. Por tanto, para que el mismo episcopado fuera uno e indivisible, puso al frente de los Apóstoles a Pedro y en él se instituyó el

El c 400 §1 estable los principios de la visita Ad Limina Apostolorum: a) la obligación de los Obispos diocesanos de ir a norma a no ser que la Sede Apostólica diga otra cosa; b) el año en que debe presentar el informe quinquenal; c) venerar la tumba de los apóstoles Pedro y Pablo; d) encontrarse con el Romano Pontífice.

Es una visita que debe ser personal, a no ser que el Obispo esté impedido legítimamente por el Derecho. Es una visita que, de acuerdo con la legislación canónica, debe hacerse cada cinco años. Esta visita no es de orden puramente administrativa, sino en cumplimiento de una obligación ritual, protocolaria y jurídica. La veneración de las tumbas de san Pedro y san Pablo adquiere un carácter sagrado.

La relación con el Romano Pontífice constituye la cumbre de las relaciones pastorales de las Iglesias Particulares. Esta visita incluye también a los Dicasterios para intercambiar información para la buena labor pastoral de los Obispos.

11 San José de Cúcuta, marzo 19 de 2023 Especial
Por: Pbro. Javier Alexis Agudelo Avendaño, licenciado en derecho canónico; párroco de Jesucristo Buen Pastor
¿Qué se entiende por visita Ad Limina?
La visita Ad Limina en el Derecho Canónico Basílica de San Pedro

Proceso Evangelizador de la

Iglesia Particular

La Diócesis de Cúcuta, en su misión evangelizadora, ha asumido el Proceso Evangelizador de la Iglesia Particular (PEIP), como el compromiso fundamental para ser una Iglesia en salida misionera. Por ello, ha organizado en un libro el material de formación con los lineamientos fundamentales del PEIP, donde se plasman los criterios y las etapas

esenciales de la evangelización, de forma metódica en un contexto completamente misionero. Este libro está disponible en cada una de las parroquias, para que sea el contenido que anime en la fe y el fervor pastoral a todos los sacerdotes, religiosos, catequistas y animadores de la evangelización, entre otros fieles bautizados y servidores del Señor.

Formación de los misioneros

Estructura de las catequesis kerigmáticas

Se debe procurar la disposición necesaria del lugar (silletería, sonido, material audiovisual) donde se desarrollarán los encuentros. No sólo se deben disponer los corazones, también los contextos y espacios externos son significativos para lograr lo que nos proponemos. Si hay un buen salón es mejor hacerlo ahí y no en el templo.

Los anuncios kerigmáticos, no se deben improvisar. Se deben preparar muy bien, en el ámbito de la humildad, la oración y la gracia.

Es necesario que el párroco dirija los encuentros, de modo que pueda dar su propio testimonio a los que han venido. También tiene toda la libertad de hacer los encuentros que estime necesarios. Es él, el responsable de la evangelización y el que oficialmente tiene el Ministerio de la Palabra.

Es importante que el anuncio se

haga sin interrupciones, es decir, que el Kerigma, no se constituya en una clase que se interrumpe cualquier número de veces. Se busca no distraer la atención y que se vaya suscitando en los hermanos la capacidad de la escucha. Cualquier inquietud se podría resolver al final.

El párroco establece las fechas y distribuye la formación en cuantos encuentros considere necesarios, buscando favorecer la disponibilidad de los asistentes, procurando que los encuentros coincidan con las fechas estipuladas en el calendario.

Estructura del encuentro

1. Saludo y oración

• Ambientación (canto).

• Iluminación bíblica.

• Socialización (se comparten los compromisos propuestos, el testimonio y la retroalimentación correspondiente del anterior encuentro).

2. Anuncio

Desarrollo de la temática propuesta (el evangelizador podrá disponer de los medios a su alcance para compartir el mensaje que se presenta).

3. Respuesta personal y ecos del anuncio

• Se hace entrega del material preparado (los asistentes, en un momento de recogimiento, realizan

la interiorización, que es un diálogo personal con el Señor acer- ca de lo que Él le ha comunicado por medio de la temática expuesta, quienes asisten a la catequesis, reflexionan sobre lo que dicho mensaje representa para su crecimiento personal y su camino de seguimiento a Dios).

• Luego de un tiempo prudente de reflexión, cada uno de los asistentes responderá personalmente las preguntas planteadas.

4. Compromisos

• Se mencionan los compromisos, sabiendo que éstos mismos servirán para socializar en la siguiente catequesis acerca de las experiencias realizadas.

5. Oración final y despedida

CRONOGRAMA

Encuentros de grupo de misioneros Catequesis kerigmáticas FECHA

Encuentro prekerigmático

El hombre El mundo

Dios

Primer encuentro

PADRE: POR SOBRE TODAS

LAS COSAS, ¡DIOS ES AMOR!

Primer momento celebrativo

Entrega del Padre Nuestro

(Encuentro kerigmático de los misioneros del decanato)

12 San José de Cúcuta, marzo 19 de 2023 Vida Pastoral
Dinámica y desarrollo de los encuentros
11 DE FEBRERO 22 DE ABRIL 20 DE MAYO 54 - 61 63 - 71 104 - 105
ENCUENTRO PÁGS.

ENCUENTRO

Entrega de la Cruz

(Encuentro kerigmático de los misioneros del decanato)

ESPÍRITU SANTO: EL ESPÍRITU QUE SE NOS

HA DADO ES PAZ Y RECONCILIACIÓN

PÁGS.

Entrega del símbolo de la fe

(Encuentro kerigmático de los misioneros del decanato)

HOMBRE: EL SEÑOR

NOS REGALA UNA CASA Y UNA FAMILIA Envío de los misioneros

MÓDULO, CAPÍTULO Y NUMERALES

ENCUENTRO PÁGS. PÁGS.

Módulo I, CAPÍTULO 1. PEIP: LA IGLESIA EXISTE PARA EVANGELIZAR (Introducción y todo el capítulo 1)

Módulo II (A), CAPÍTULO 2. PRESUPUESTOS, CRITERIOS Y LÍNEAS DE ACCIÓN (2.1; 2.2; 2.3)

Módulo II (B), CAPÍTULO 2. PRESUPUESTOS, CRITERIOS Y LÍNEAS DE ACCIÓN (2.4; 2.5; 2.6)

Módulo III (A), CAPÍTULO 3. ELEMENTOS CONSTITUTIVOS (3.1; 3.2; 3.3)

Módulo III (B), CAPÍTULO 3. ELEMENTOS CONSTITUTIVOS (3.4; 3.5; 3.6; 3.7)

Módulo IV (A), CAPÍTULO 4. PROCESO METODOLÓGICO DE LA ACCIÓN MISIONERA (4.1; 4.2; 4.3)

Módulo IV (B), CAPÍTULO 4. PROCESO METODOLÓGICO DE LA ACCIÓN MISIONERA

(4.4: etapa previa, primer paso, segundo paso y tercer paso)

Módulo IV (C), CAPÍTULO 4. PROCESO METODOLÓGICO DE LA ACCIÓN MISIONERA (4.4: cuarto paso)

Módulo V, CAPÍTULO 5. PONGÁMONOS EN CAMINO (todo el capítulo 5)

13 San José de Cúcuta, marzo 19 de 2023 Vida Pastoral Formación
EPAPS en
Lineamientos fundamentales FECHA MES FECHA 17 DE JUNIO MARZO 8 – 11 ABRIL 11 – 17 MAYO 17 – 22 JUNIO 23 – 25 JULIO 25 – 29 AGOSTO 29 – 34 SEPTIEMBRE 34 – 44 OCTUBRE 44 – 48 NOVIEMBRE 48 – 53 16 DE SEP. 14 DE OCTUBRE 11 DE NOV. 15 DE JULIO 19 DE AGOSTO 72 - 82 105 83 - 94 108 94 - 100 Segundo encuentro Segundo momento celebrativo Tercer encuentro Cuarto encuentro ASAMBLEA DIOCESANA Tercer momento celebrativo HIJO: PARA REMEDIO DE NUESTROS MALES, ¡DIOS NOS ENTREGA A SU ÚNICO HIJO!
de los
las parroquias

PEPITO, EL NIÑO DEL PEIP

(Proceso Evangelizador de la Iglesia Particular)

Hola queridos niños y jóvenes lectores del Periódico La Verdad. Hoy vengo a darles una nueva enseñanza, para que conozcamos cada vez más lo que es el PEIP.

Desde hace dos semanas estoy estudiando muchísimo acerca del Proceso Evangelizador de la Iglesia Particular, para que ustedes niños aprendieran mucho como yo.

P: Proceso: Significa el camino que nuestra Diócesis de Cúcuta emprendió con el inicio del plan pastoral, que nos exige ser misioneros y preparar las actividades a realizar.

E: Evangelizador: Anunciar y difundir el Evangelio para transformar y renovar la humanidad. La misión de evangelizar es responsabilidad de todos los hijos de Dios.

I: Iglesia: Nuestra Santa Madre, por la cual todos somos hermanos. Es Una, Santa, Católica y Apostólica.

Por lo tanto, queridos amigos, la pastoral para nuestra Diócesis es fundamental, por eso, en la primera etapa del plan (donde nos encontramos), el punto de partida está en la animación misionera y comunitaria, donde fieles y ministros realizan formaciones, donde el enfoque es misionero y evangelizador.

El Papa san Juan Pablo II nos da unas prioridades donde la pastoral debe velar y continuar trabajando en ellas, y para entenderlas mejor, decidí hacer unos dibujos para que ustedes mis amigos lo vieran:

P: Particular: en nuestro caso es la Diócesis de Cúcuta, Iglesia Particular, cuya vocación es la evangelización, y es ella misma la que diseña su caminar, definiendo objetivos, metas y caminos a seguir.

14 San José de Cúcuta, marzo 19 de 2023 Infantil

Las vísperas se celebran cuando la noche comienza a caer y el día esta llegando a su fin, “para dar gracias por todo lo que, en el día, se nos ha sido dado o por todo lo que, con rectitud, habíamos realizado”. Con la oración que elevamos “como incienso ante el Señor” y por la cual “elevamos nuestras manos”, realizamos una especie de sacrificio: “el sacrificio de la tarde” por el cual recordamos nuestra redención.

Esta oración de las vísperas, por otra parte, está compuesta, al igual que las laudes, por un salterio de dos Salmos y un cántico, que suele ser tomado de las cartas paulinas, así como de una lectura breve del Nuevo Testamento. El responsorio breve precede la antífona y el cántico del Magnífica: Aquella bella oración que la Santísima Virgen María elevó al Señor cuando se encontraba en casa de Zacarías.

Las preces, el Padre Nuestro y la oración final concluyen las vísperas, que para alimentar nuestra esperanza en la luz que no conoce tiniebla, suplica de nuevo la venida sobre la humanidad de la luz, del Cristo que nos trae la gracia de la eternidad.

Caminemos juntos,

participemos en la liturgia

Por: Seminarista Luis Francisco Salazar Cucaita, estudiante de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma), y seminarista Jesús Fernando Fajardo Castellanos, estudiante del Ateneo Pontificia Regina Apostolorum (Roma)

Las laudes de la mañana así como las vísperas por la tarde dan inicio a la consagración del tiempo y de las actividades cristianas con una invocación significativa: “Dios mío, ven en mi auxilio. Señor date prisa en socorrerme”, como expresión del anhelo del pueblo cristiano por la salvación y la providencia divina de la que la Cuaresma tanto nos habla y a la cual nos prepara.

IV Domingo del Tiempo de Cuaresma (Jn 9, 1-41)

La “luz” es uno de los símbolos originales de la Sagrada Escritura. Proclama la salvación de Dios. No en vano la luz fue la primera en ser creada para poner fin a las tinieblas del caos (Gn 1, 3-5). Aquí está la profesión de fe del autor de los Salmos: “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré?” (Sal 28, 1). Y el profeta dice: “Levántate, Jerusalén, vístete de luz, porque llega tu luz, la gloria del Se-

ñor resplandece sobre ti” (Is 60, 1). Por lo tanto, no debe sorprendernos si el Evangelio de san Juan se refiere a Jesús como el símbolo de la luz. Ya su prólogo dice del Verbo divino, del Logos: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres; la luz brilla en las tinieblas, pero las tinieblas no la recibieron» (Jn 1, 4-5). La luz es lo que despeja la oscuridad, lo que nos libera del miedo que inspira la oscu-

ridad, lo que da una orientación y nos permite reconocer la meta y el camino. Sin luz, no hay vida.

El relato de la curación del ciego es una “historia de signos” característica de san Juan. Destaca que Jesús es “la luz del mundo” (v. 5, cf. 8, 12), que es revelación personal de Dios y la salvación ofrecida a todos.

V Domingo del Tiempo de Cuaresma (Jn 11, 1-45)

Al acercarse la Pascua, la Iglesia nos invita a meditar en el gran signo de la resurrección de Lázaro, la profecía de la Resurrección de Jesús. En el relato que nos presenta la liturgia de la Palabra, tenemos que Lázaro de Betania, hermano de Marta y María, estaba enfermo. Las hermanas, anota el evangelista, “mandaron decir a Jesús: ‘Señor, el que amas está enfermo’”.

Sin embargo, Jesús está lejos, más allá del Jordán. Nos gustaría verlo correr, precipitarse, ¡pero no! Juan escribe que “al oír esto, Jesús dijo: Esta enfermedad no es de muerte, sino que es para la gloria de Dios, para que por ella sea glorificado el Hijo de Dios”, es decir, es una ocasión para que se manifieste por Jesús, la gloria de Dios.

Cuando Jesús llega a Betania, su amigo ya lleva muerto cuatro días. Marta va a su encuentro diciendo: «¡Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto! Pero incluso ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará».

Ella cree en Jesús y, solicitada por Él, confiesa su fe en la resurrección final de la carne. Pero Jesús la invita a dar un paso más, dándole la revelación decisiva: «Yo soy la Resurrección y la Vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá; el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Cree usted esto?, a lo que Marta responde puntualmente: «Sí, Señor, creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que viene al mundo.’ Jesús

“se conmovió profundamente y rompió en llanto”. Jesús, un hombre como nosotros, sufre la muerte de un querido amigo. Su dolor es signo de su intenso amor por Lázaro, como también comprenden los presentes que exclaman: «¡Mira cómo lo amaba!».

Quien tiene la inteligencia de la fe reconoce que el amor de Jesús vence incluso a la muerte. He aquí la conciencia con la que caminamos hacia la Pascua: no estamos solos, somos amigos de Jesús, e incluso en la muerte estará junto a nosotros para llamarnos a la vida con su amor porque Cristo el Señor “es la Resurrección y la Vida y el que vive y cree en Él, no morirá jamás”.

15 San José de Cúcuta, marzo 19 de 2023 Liturgia
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Campaña de Comunicación

Cristiana de Bienes 2023

continúa! camino ¡El

Lc 15, 32

Haz tu aporte en las parroquias, en la Curia Diocesana o en el número de cuenta corriente: Bancolombia 834 884046 65 convenio 72740 "Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes".

NIT Diócesis de Cúcuta: 890.500.597-1

CCCB

Jueves 30 de marzo

“ E s t a b a l o h e m o s
e n c o n t r a d o ” p e r d i d o y
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