
5 minute read
El camino de la economía digital colombiana
En Colombia la inclusión financiera ha sido un frente de trabajo latente, aumentar la bancarización de la población adulta y cerrar las brechas de acceso son una prioridad en la actualidad.
Pero ¿qué es la inclusión financiera y por qué es tan importante?
La inclusión financiera es la posibilidad de acceso de todas las personas a productos y servicios financieros formales. Esto es importante para el desarrollo económico y social de un país porque permite a las personas ahorrar, invertir y acceder a créditos y demás métodos de financiación para emprender proyectos productivos, además de reducir la pobreza y la desigualdad.
La democratización de la tecnología es un factor importante a la hora de modernizar servicios obsoletos, como lo son las sucursales y procesos físicos de bancos y entidades financieras, facilitando el acceso a las personas y disminuyendo gastos y operatividad a las entidades. El mundo está cambiando y la economía digital se lleva la delantera en esta vertiginosa transformación global.
Si bien, Colombia lleva un proceso que se ha visto potencializado desde la pandemia gracias al incremento que ha tenido la adopción de la banca móvil, aún el camino es largo comparado a otros países fuertemente bancarizados.
El motor de la inclusión financiera
La banca móvil ha sido el principal impulsor de la inclusión financiera, pues esta ha llegado a aquellas comunidades históricamente no bancarizadas en Colombia. Comunidades que usualmente se encuentran en zonas rurales y han sido excluidas del sistema financiero formal, predominantemente por el difícil acceso a sucursales bancarias y sus productos.
No obstante, aún existe una brecha digital muy grande. No solo se trata de la poca cobertura, sino también de las oportunidades de acceso y uso, sin dejar de lado el desconocimiento y las dudas que estos sistemas generan en ciertas personas. Con la popularización de la banca móvil crecen las posibilidades de la inclusión financiera y de cerrar cada vez más la brecha digital en el país. Hoy en día se observa un alto incremento de celulares inteligentes en la población adulta, el 87% de los colombianos reportó contar con uno en la medición de la Encuesta de Demanda de 2022.
Según un estudio realizado por Rapyd, el 89% de los colombianos bancarizados ya son usuarios digitales y la mayoría estarían dispuestos a migrar a un banco totalmente virtual, hacia los neobancos.
Es así, como estas herramientas digitales han creado toda una revolución, pues la accesibilidad a diferentes servicios es mucho mayor, mientras facilita el proceso de la curva de aprendizaje en finanzas personales y usabilidad digital, convirtiendo a la banca móvil en un elemento clave para la inclusión financiera y la evolución de los bancos e instituciones financieras.
La inclusión financiera tiene de apellido Fintech
La transformación tecnológica y el desarrollo constante de la banca ha sido un gran paso en el camino de la inclusión financiera, sin embargo, no es suficiente. Aunque los accesos a servicios de los bancos se han simplificado gracias a la banca móvil, ya que ahora no son estrictamente necesarias las sucursales físicas, el acceso para poder ser parte del sistema financiero aún es un reto.
Desde costes, hasta los procesos de inscripción largos, es lo que usualmente previene a las personas de tener cuentas bancarias. Es así como llega la solución de las fintech: servicios financieros 100% tecnológicos, siendo las más populares las billeteras digitales y los neobancos. En Colombia el crecimiento ha sido exponencial y cada vez hay más personas que las prefieren, pues terminan siendo mucho más cómodas y asequibles que un banco tradicional.
Gabriel Santos, presidente de Colombia Fintech y exrepresentante a la Cámara, ha defendido la inclusión financiera y las fintech como una clave para hacer de esta idea realidad. Y sin equivocarse, es un hecho que ha impulsado tanto a personas en su educación financiera y ahorro personal, como a Pymes y emprendedores, pues el 76% de la población digital activa utiliza soluciones Fintech.
Además, resaltó que seis de cada 10 personas que solicitan un crédito en una fintech fueron rechazadas en la banca tradicional. “Más de 64% de personas que solicitaron un crédito no tiene estudios universitarios y mayoritariamente se les presta a personas entre 18 y 30 años, o a quienes pasan los 50 años.”
El futuro financiero se visualiza prometedor, dirigiéndose hacia una transformación completamente digital, apoyado con la incursión tecnológica total y la desaparición del efectivo. Al ser Colombia el tercer mercado en Latinoamérica con más fintech, con una concentración del 11% del total de estas empresas, propone un camino fuerte hacia la inclusión financiera y la bancarización nacional.
Ahora bien, algunos medios han desplazado el uso de efectivo, es así como la transaccionalidad de las tarjetas débito y crédito ha aumentado 12,3% y 2,5% respectivamente y se mantiene en un crecimiento estable. Esta frecuencia de uso en compras identifica el avance que ha tenido la penetración de tarjetas, sin embargo, el valor promedio de estas compras se ha venido reduciendo.
Pese al incremento en la inserción del uso de tarjetas, el efectivo continúa desempeñando un papel central. En los resultados de la Tercera Encuesta de Demanda de Inclusión Financiera, se estima que un 69% de los encuestados aún prefieren el efectivo como medio de pago debido a su facilidad, rapidez y la percepción de seguridad que genera. De los entrevistados, el 35% declaró que sus ingresos eran entregados en efectivo.
Esto supone una serie de desafíos muy importantes tanto para la banca móvil como para las Fintech, desde las brechas digitales y de grupos etarios, hasta la tendencia cultural sobre el uso del efectivo. Y aunque estos desafíos persisten, se encuentran cada vez más a la baja, demostrando que los medios digitales sí han sido claves para mejorar el acceso a los productos financieros y presentan una penetración mayor.
El recorrido de Colombia hacia una economía digital sigue siendo una realidad en construcción, pero que en definitiva apunta a que se materialice completamente y que eventualmente el uso de las herramientas digitales sean los métodos de preferencia de los colombianos.