Reportaje
Desde los años 2000, la seguridad fue una prioridad para Gaillard y la política de prevención y seguridad tiene un alto protagonismo. Gaillard actúa como ciudad piloto tanto respecto a la vigilancia pública como a las tecnologías más modernas. «No hay sitio para la mediocridad» «Desde hace diez años empleamos productos Dallmeier y la calidad alemana ha dado buen resultado. Nosotros no tenemos sitio para la mediocridad, las imágenes tienen que ser impecables y admitidas ante los tribunales para que podamos identificar personas/situaciones sospechosas de forma inequívoca. Dallmeier es una empresa visionaria que da mucha importancia a la hora de desarrollar sus productos y soluciones a que los proyectos sean ampliables y escalables sin problemas durante años.», afirma el alcalde de Gaillard. 44 Instalsec
Vídeo-observación de Dallmeier en Gaillard La ciudad francesa de Gaillard ha pasado de ser un pueblo agrícola a una ciudad con 200 hectáreas de cultivo de hortalizas y otras 200 hectáreas de superficie urbanizada. La población se ha casi triplicado desde principios de los años 60 y cuenta hoy con 11.500 habitantes de 110 nacionalidades diferentes. Al compartir la principal ruta de tráfico con el municipio de Thonex (Suiza), 40.000 vehículos cruzan la ciudad a diario. Por esa razón, ya desde principios de los años 2000, la seguridad fue una prioridad para la administración municipal, y la política de prevención y seguridad hoy tiene un alto protagonismo en Gaillard. Por tanto, no es de extrañar, que Gaillard actúe como ciudad piloto tanto respecto al tema de la vigilancia pública como en cuanto al uso de tecnologías más modernas.
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L alcalde Jean-Paul Bosland con la implantación de vídeo-observación pública no sólo persigue el objetivo de proteger a personas y propiedades en lugares donde se producen comportamientos agresivos y robos reiterados, sino también la protección de edificios e instituciones públicas, vigilancia del tráfico y la detección de infracciones en el mismo. Al inicio del proyecto, la ciudad de Gaillard deseaba desde el punto de vista técnico una vigilancia en la que la seguridad de grabación fuera muy alta.
En 2007, Dallmeier fue el único fabricante que pudo responder con un concepto de grabador blade, destacando frente a otros fabricantes. Mediante una licitación pública, la propuesta de Dallmeier obtuvo la adjudicación y la primera aprobación del proyecto se efectuó en febrero de 2007 en el área urbana «Porte de France», recogiendo siete cámaras domo PTZ de Dallmeier. Fue el pistoletazo de salida para la implantación de un sistema municipal de videovigilancia que desde entonces ha estado en continuo desarrollo y que así seguirá.