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D I O S H A M U E R T O
Dios, extendido por las calles los callejones y las casas
Dios ha abrazado a los carros, taxis, autobuses, motos y bicicletas
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Dios está consciente de los policías, los ladrones, los asesinos, las prostitutas y los traficantes de drogas
Dios observa a una chica que está en cuclillas y orina en la calle Dios ve a los hombres follándose a sus esposas
Dios toma el metro sin boleto come pizza en un restaurante italiano sin pagar va al cine a ver una película va detrás de la tribuna en el parlamento y aprueba las reglas emite su voto en el colegio electoral
Dios viste traje y corbata todas las mañanas y bebe un café espresso
Es un activista ambiental y un día a la semana recoge plásticos de los jardínes le gusta la pasta y no fuma
Es un embajador de la paz y en las Naciones Unidas llama a la paz y la unidad para los pueblos del mundo es ciudadano gringo y ¡Es el próximo candidato a presidente de los Estados Unidos!
(Slemani, Kurdistán, 1996) es un traductor y editor kurdo, miembro del colectivo Kashkul, el Centro de Artes y Cultura de la Universidad Americana de Irak, Slemani (AUIS), y contribuye como editor de la revista literaria Îlyan. Habla kurdo, inglés, español, portugués, árabe y persa. Sus traducciones se han publicado en 26 países, en revistas como el Periódico de Poesía, Círculo de Poesía, Buenos Aires Poetry, Elipsis, World Literature Today, Literary Hub, Your Impossible Voice, entre otras. Ha traducido para varias revistas de Kurdistán a diversos autores latinoamericanos como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Roberto Bolaño, Juan Rulfo, Octavio Paz y Pablo Neruda. Entre sus obras en forma de libro se incluyen El Pozo de Juan Carlos Onetti, Refugiado Número 33333 y The Potato Eaters de Farhad Pirbal, La ciudad de vapor de Carlos Ruiz Zafón así como The Fortress and My Father’s Dogs de Sherzad Hassan. También es miembro del Kurdish PEN.
(Misiones, Argentina, 2000) estudia varios tipos de traducción en la Universidad del Aconcagua, Mendoza y en la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Resistencia. Sus proyectos actuales incluyen una traducción al inglés del poeta mexicano Antonio León, en colaboración con Shook.
También fue corrector asistente de Avión, una serie de poesía mundial editada por Gato Negro Ediciones en México. Reside en California. Con Jiyar Homer, ha co-traducido selecciones de poetas kurdos como Abdulla Pashew para Círculo de Poesía en México, y Zamwa Muhammad para Revista POESIA en Venezuela.

Cuéntanos qué te llevo a producir el cortometraje “Las miradas” que fue recientemente exhibido en el Indie Fest 2023, ¿De qué se trata y dónde podemos verlo?
El cortometraje surge como casi todo arte. Surge de una necesidad de contar algo, de una necesidad poética, artística y surge también en parte de una necesidad ontológica de profundizar y encontrar ciertas respuestas a cuestiones que de otra manera no se podrían responder más que con la poesía y con el arte y con el sentimiento.
Para mí, el proyecto surgió de una “juntada” con amigos. Nos juntamos a leer poesías y yo había escrito un poema que cuando lo leí frente a mis amigos, ellos me dijeron que estaba bueno para hacer un audiovisual o un corto. La idea me quedó dando vueltas en la cabeza.
Este corto se produjo en un periodo que no pasó de dos semanas. Se filmó, se escribió el guion y todo. Yo venía de reproducir diversos materiales audiovisuales en Asunción. Había grabado una serie, y luego volví a Encarnación, donde grabé varios videoclips e hice algunos cortos, además de publicidad. Tenía, por un lado, tiempo libre, bueno, no mucho tiempo, pero tenía tiempo y por el otro lado tenía ganas de contar esto. Ganas de contar algo y también tenía este material que yo había escrito y entonces dije: ¿por qué no?
Tenía Ganas de contar algo y también tenía este material que yo había escrito y entonces dije: ¿por qué no?
Hice una transcripción, digamos de lo poético a lo audiovisual, escribí guion cinematográfico con el poema que había hecho, y una vez que tuve el guion, contacté con mis amigos y me puse a grabar. En verdad casi toda la producción, el material fue mi creación en todos los aspectos, desde la producción, la cámara, la fotografía, la dirección, el sonido, todo y está basado en un esquema de producción que sea realizable por una persona. Desde la preparación de guion, siempre tuve en mi mente que yo iba a hacer todo, entonces escribí para que fuese posible realizarlo de esa manera. Ya tenía en mente quién iba a ser mi protagonista, que es un amigo mío, se llama Awen, y también sabía quién iba a ser la voz en Off, sabía quiénes serían todos los personajes, ya sabía las locaciones que quería usar. A medida que escribía, yo iba visualizando y armando todo el audiovisual completo en mi cabeza. De ahí surgió “Las miradas” y aparentemente le gustó mucho al público, y está disponible en YouTube.
¿Qué te gustaría que la audiencia se lleve consigo al final del corto?
Te diría que la gente piense lo que quiera pensar, sienta lo que quiera sentir y juzgue lo que quiera juzgar o lo que el corto le invite a pensar, sentir o juzgar. Yo no quiero llevar a la audiencia a un pensamiento determinado, me gustaría que la gente saque sus propias conclusiones cuando lo vea. Al menos en este trabajo.
Ya que no es un trabajo tan narrativo en el sentido tradicional de la cinematografía, sino es más bien algo experimental, más bien poético, entonces yo creo que los sentimientos que puede llegar a tener la gente, pueden ser diversos. Además, como decía Roland Barthes, al final, la obra se termina cuando el espectador consume y saca sus conclusiones, así que espero, que la gente saque sus propias conclusiones.
¿Qué mensaje te gustaría compartir con los jóvenes a quienes le gustaría seguir tus pasos?
Para cualquier persona que esté interesada en producir, en hacer cine o arte en general, le diría que lo haga y si necesita recursos materiales o lo que sea para realizar su arte, que lo haga sin esos materiales incluso, pero que lo haga. Pueden llegar a pensar que sin tal material, o tal equipo, el arte será malo, pero en verdad opino que es mejor hacer mal arte, que no hacer nada. Como mencioné antes, en mi caso, desde un principio yo sabía que iba a hacer todo y la verdad que no me molestó, ni incomodó, o incapacitó de ninguna manera. Yo les diría a todas esas personas que si quieren hacer arte, háganlo, no estén reflexionando o dándole muchas vueltas, y no estén buscando cosas que no tienen para luego justificar el porqué no hacen nada. Hagan, y no dejen de hacerlo. Si uno hace y no para de hacer, en algún momento esos materiales que uno necesita van a venir hacia uno, sin que uno vaya hasta ellos. Sin embargo, si uno de entrada no lo hace, no se abrirá algún camino que lo acerque a sus metas. No es un camino fácil, que sepan que posiblemente van a sufrir, pero el sufrimiento es inherente a la existencia humana, y en la vida se sufre, y en este caso, ¿por qué no sufrir por el arte?
¿Cómo podría el público formar parte de estos espacios culturales como el IndieFest, y que otras actividades se promueven en él?
Para cualquier persona que esté interesada en participar en estos eventos, en verdad es una cuestión de comunidad, de participar, de militar, de activar estos espacios y estar constantemente agitando el avispero. El INDIFEST lo organizamos entre amigos, fuimos tres personas, las organizadoras, y las demás personas nos ayudaron en cosas puntuales, logísticas y ya en el momento como mano de obra. Pero nunca se iba a dar el espacio la verdad si no era por la comunidad de artistas de Encarnación. Todas las personas que ayudaron y compartieron de alguna u otra manera, estaban conectados acá. Acá en Paraguay, bueno en general, sabrás que en Encarnación en específico es más notable el hecho de que no haya apoyo estatal o apoyo gubernamental o apoyo alguno. Ni siquiera del sector privado de ningún tipo, mucho menos para actividades culturales autogestionadas y disidentes o que no se alinean con los estándares normales de lo que es la cultura de consumo masivo.
Yo les diría a todas esas personas que si quieren hacer arte, háganlo, no estén reflexionando o dándole muchas vueltas, y no estén buscando cosas que no tienen para luego justificar el porqué
Si las personas quieren formar parte de estos espacios, que se muestren, que hablen, que canten, que griten, hagan ruido y en algún momento serán escuchados y tomados en cuenta. Lo importante es estar presente y hacer.
¿Cómo podrían nuestros lectores apoyarlos?
Y la mejor forma de apoyarnos sería primero y antes que nada compartiendo y consumiendo el arte. Sobre todo consumir y darle la importancia que se merece. Ya que estamos en un punto de nuestro desarrollo tecnológico como sociedad globalizada, y en el que hay acceso a tanta información, que muchas veces las cosas se vuelven redundante o pasan desapercibidas o terminan muy rápidamente en el gran basurero de las cosas de la sociedad.
Es fundamental que se aprecie el arte que se produce de manera local, de manera independiente, y en pequeña escala, porque sino es rápidamente consumida y devorada por el fuego de este gran vertedero, que es la globalización en la que vivimos. Si la gente quiere apoyar, lo mejor que puede hacer es mirar, escuchar, recitar, leer y apreciar y después de hacer todo ese proceso digestivo del arte, compartirlo con otras personas e incentivarles a que valoren y a que observen con cierto cariño. Después de todo, puede ser tu vecino, tu primo, tu pariente o tu amigo. Para mí es muy lindo, y tiene mucho más valor, ver una pintura, leer un poema o escuchar una canción hecha por un amigo con el que puedo sentarme a tomar un tereré, o al menos me voy a cruzar con él por la calle, antes que escuchar un tema de Pitbull o de Ricky Martin que ni saben que existo. Tiene un valor poético yo diría, o me imagino, pero me gustaría que más gente piense como yo y de esa manera, darle más valor a lo que producen sus más cercanos en distancia, al menos