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MILLONES

De Unidades

se produjeron y vendieron en el mundo

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Nacido en 1956, el Chevrolet Bel Air es un símbolo de los inicios del rock and roll, de cuando se usaban chamarras de cuero, copetes altos y Elvis Presley sonaba en la radio. En la actualidad es una pieza invaluable en cualquier colección de autos.

Se suponía que era un coche de gran lujo, ideal para familias que quisieran viajar cómodas, pero con el paso del tiempo se transformó en un vehículo cargado de estilo, para gente con gusto por lo retro y lo clásico. Sus enormes defensas cromadas y los alerones de la parte trasera parecen gritar que es un auto de los cincuentas, aunque su producción continuó hasta 1981 con la misma estética, pues a mucha gente le gustaba sus dimensiones y líneas de diseño. Los jóvenes de la época lo amaban porque fácilmente cabían hasta diez personas acomodadas en su enorme cabina, aunque estaba pensada para cinco.

De Alma Competitiva

Nunca fue un auto de carreras, más bien era un pesado armatoste para llevar a todos, sin embargo, es uno de los favoritos para modificarlo y ponerlo a competir en estética y también en las pistas.

De este coche hubo tres versiones, ninguna deportiva, y aún así llegó a participar en Le Mans, aunque no con muy buenos resultados. Pese a ello, quienes gustan de correr arrancones colocan motores más grandes y aligeran la carrocería lo más que se puede, sólo por el gusto de verlos volar en la pista, pues no se puede negar que es bonito.

Y si algo tiene el Bel Air es que es uno de los automóviles que más se puede ver en las calles de La Habana, pues cientos de ellos llegaron a Cuba en 1957 porque eran relativamente baratos y por sus motores V6 pagaban menos impuestos de importación, ideales para los estadounidenses que vivían en la isla hasta antes del triunfo de Castro.

En Estados Unidos dejó de producirse en 1981 y su lugar fue ocupado por el Impala.

de los 50’s

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