PLANETAS, ESTRELLAS, GALAXIAS. Un viaje a través del Universo

Dieter B. Herrmann Vitali Konstantinov

Un viaje a travĂŠs del Universo

Nuestro Sistema

Solar

Ocho planetas que giran en torno al Sol, entre ellos nuestra Tierra.

Millones de pequeĂąos

planetas.

Cometas, tambiĂŠn conocidos como planetas vagabundos, que ocasionalmente nos ofrecen una maravillosa vista.

Estrellas fugaces, que atraviesan el cielo como flechas brillantes.

Una visión del Universo En la antigua Grecia, hace más de 2.000 años, la gente pensaba en la Tierra como un todo. El “todo” de aquella época incluía la Tierra, la Luna, el Sol y los planetas Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. En realidad, ese “todo” era la forma en que los astrónomos griegos se imaginaban el mundo. En esta imagen, la Tierra era el centro del Universo, en torno al cual giraban todas las estrellas y los planetas.

Como la palabra griega geo significa “tierra”, esta idea se bautizó como “sistema geocéntrico”. La representación más conocida de este sistema data del astrónomo griego Ptolomeo, en el siglo II después de Cristo.

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Hasta el siglo XVI, el único modelo aceptado era el propuesto por Ptolomeo.

Sin embargo, en ese mismo siglo los nuevos conocimientos demostraron los errores de ese modelo y surgió una nueva representación del mundo que reemplazó a la antigua.

Nicolás Copérnico (en polaco: Mikołaj Kopernik, en latín: Nicolaus Copernicus), que vivió entre 1473 y 1543, pensó que el Sol estaba en el centro del Universo. La Tierra pasó entonces a ser un planeta más, igual que Mercurio, Marte o Júpiter. Debido a que la palabra helios significa “sol” en griego, el modelo de Copérnico recibió el nombre de “sistema heliocéntrico” o Sistema Solar. Copérnico fue, además, el primero en darse cuenta de que la Tierra no solamente gira en torno al Sol, sino que también lo hace en torno a su propio eje. Es por esto, y no debido al movimiento del Sol, que se producen el día y la noche.

Muchos contemporáneos de Copérnico calificaron sus ideas de delirantes o locas.

Algunos incluso se enojaron mucho porque la Tierra dejaba de ser el centro del Universo. Hoy sabemos que ni siquiera el Sol está en el centro del Universo, como veremos en las próximas páginas.

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Más allá de nuestro Sistema Solar ¿Y si viajáramos más allá de nuestro Sistema Solar? ¿Qué encontraríamos? ¿LLegaríamos al final del Universo? ¡No! Ahí comienza un espacio inimaginablemente grande, en el que casi no hay nada, salvo uno que otro átomo de oxígeno. Allí reina el frío de una forma que no podemos ni siquiera sospechar, ya que no hay estrellas cercanas. Para viajar a otra galaxia tendríamos que recorrer una enorme distancia y superar la velocidad de la luz, lo cual hasta ahora es imposible.

Desde la Tierra podemos ver el sistema solar vecino, incluso a simple vista, como una tenue nube de luz. Se llama galaxia de Andrómeda, su apariencia es como una ligera niebla y se encuentra en la constelación de Andrómeda; esta se puede observar en las noches claras de otoño en el hemisferio norte y en las noches de primavera en el hemisferio sur. La distancia hasta esta galaxia es mayor a todo lo conocido hasta ahora: ¡más de 2,5 millones de años luz!

EXISTEN OTRAS GALAXIAS La curiosidad humana es infinita. El hombre lleva años, décadas y siglos tratando de responder sus preguntas sobre la estructura y evolución del Universo.

La búsqueda por entender, por ejemplo, cómo nacieron las galaxias y sus características nos ha permitido saber que, en las profundidades del espacio (o el cosmos o Universo como también lo llamamos), existen otras islas de estrellas (galaxias) con millones de soles, cantidades incalculables de gas y polvo estelar.

Así también, nos hemos dado cuenta de que todas las galaxias son distintas.

Algunas son más grandes que la nuestra, otras más pequeñas; algunas tienen forma de espiral y otras, formas irregulares. No les “gusta” estar solas. Están siempre en grupos que se llaman cúmulos de galaxias. Todas ellas forman un conjunto, igual que los alumnos en el patio de una escuela. Hay grupos que se encuentran más cerca y otros más distantes; de distintos tamaños y formas. Nuestra galaxia, la Vía Láctea, se encuentra en uno de esos conjuntos, llamado Grupo Local, al cual pertenecen cerca de otras ¿40? islas de estrellas. Y mucho más lejos nos encontramos con más grupos de galaxias. Podríamos viajar eternamente y siempre nos encontraríamos con otras islas de estrellas. ¿Cómo han descubierto esto los investigadores? Para nosotros es imposible viajar a lugares tan lejanos. Pero, gracias a los telescopios cada vez más grandes y más potentes, los astrónomos han podido identificar las distancias entre las galaxias y su distribución en el Universo. Con este fin también se utilizan instrumentos de observación que siguen tanto el desplazamiento de la Tierra como el de sus satélites artificiales. Uno de estos es el telescopio espacial Hubble.

Seguramente muchas veces has mirado el cielo y te has preguntado: ¿qué es una estrella?, ¿cuántas estrellas existen?, ¿qué es un planeta?, ¿qué lugar ocupa nuestra Tierra en el Universo?, ¿qué es el Sol?, ¿hay vida en otros planetas?, ¿qué es un año luz?

Estas y varias otras interrogantes se ha hecho el hombre desde hace miles de años, y muchas se han podido responder gracias al trabajo de personas que han estudiado el Cosmos y al desarrollo de nuevas tecnologías que permiten observarlo.

Con este libro aprenderás sobre planetas, estrellas, galaxias e historia de la astronomía… ¡además de otras maravillas y secretos del Universo!

DIETER B. HERRMANN, astrónomo, periodista científico

y director por muchos años del Obervatorio Archenhold de Berlín; y VITALI KONSTANTINOV, maestro de la ilustración y observador de las estrellas, nos llevan en un viaje fascinante a través del Universo.