Los mayores SÁBADO, 1 DE AGOSTO, 2015 losmayoresprimero@novaire.es / informacion.extras@epi.es
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Vidas en la montaña
Fernando Gilabert, Juan Miguel Pérez y Emilio Sancho en la plaza de VÍCTOR M. ROMERO Facheca .
Los pueblos de Tollos y Facheca, enclavados en las comarcas de El Comtat y que forman parte de la Mancomunidad del Xarpolar, son los municipios con el índice de envejecimiento (relación de personas mayores de 65 años con los menores de 15) más alto de la provincia de Alicante, según el Instituto Valenciano de Estadística. Los Mayores Primero se ha acercado a estos dos pueblos para hablar con sus vecinos y conocer cómo viven. VÍCTOR M. ROMERO
A las de la mañana abre el primer ojo. El cielo, todavía oscuro, es el mejor aliado en el verano para hacer las tareas que desde hace décadas realiza Brígida Guerra con un automatismo religioso: levantarse, cambiarse y comenzar a ordenar y cuidar las cerca de cien macetas que tiene entre su casa y alrededores del pueblo de Tollos. Ya almorzará a las . horas. No para esta mujer argentina que, con años, se vino por amor a este pueblo de la Montaña de Alicante que está considerado, según el Instituto Valenciano de Es-
Los vecinos consideran que la calidad del aire y la actividad física relacionada con los trabajos rurales son aspectos básicos para vivir más años en estos pueblos tadística de la Generalitat Valenciana (IVE), como la localidad con el índice de envejecimiento más alto de la provincia. Un paseo por las calles de este municipio, uno de los más pequeños de la provincia de Alicante con tan solo habitantes empadronados, sirve para confirmar estos datos en un pueblo que ofrece, según explican los
propios vecinos, las condiciones idóneas para vivir más tiempo y más sano: actividad física constante, un aire puro y limpio de montaña y una buena relación entre los vecinos. ¿Quién descartaría semejantes ventajas para vivir? Brígida Guerra decidió quedarse en el pueblo tras la muerte de su marido y no se arrepiente. Llegó a este municipio de la mano de su marido al que conoció en Argentina, un sueco que por problemas de salud había comprado una Almazara en Tollos al gozar este municipio de una naturaleza que «alarga la vida con su clima y tiempo», considera esta vecina de Tollos. «La vida aquí es
muy tranquila. Somos pocos y nos conocemos todos de muchos años. Aunque cada vez quedamos menos. Nos vamos muriendo», sonríe esta mujer a la que la edad «me ha aumentado el sentido del humor». Ahora, Tollos tiene vecinos nuevos, una pareja «moderna, simpática y que pueden hacer mucho bien al pueblo», dice Brígida. El trato humano, la cercanía entre los vecinos, la confianza y el aire sano son los aspectos que más valoran los vecinos del municipio. «Aquí nos conocemos todos y nos hacemos favores unos a otros», explica Brígida, PASA A LA página 2