Revista Mundo Ejecutivo USA - Especial Kamala Harris

Page 1


EL EFECTO HARRIS: REPERCUSIONES INTERNACIONALES

KAMALA HARRIS

La trayectoria de una pionera

¿LISTA PARA LA CASA BLANCA?

LAS PROBABILIDADES DE SU ÉXITO EN UNA DE LAS ELECCIONES MÁS AJUSTADAS DE LA HISTORIA RECIENTE

Mundo Ejecutivo Miami

Director General

Eduardo Rivera S.

Directora Editorial

Fannie Emery Othón

CONTENIDO

06 Kamala Harris, la trayectoria de una pionera

El ascenso de una líder que desafía las barreras del pasado

13 Harris, figura estratégica en la política mundial

El papel de su liderazgo en la redefinición de las relaciones internacionales y su impacto en América Latina

18 ¿Lista para la Casa Blanca?

Las probabilidades del éxito de Kamala Harris en una de las elecciones más ajustadas de la historia reciente

22 Propuestas para una nueva administración en EE. UU.

En busca de una economía más equitativa y tecnológica

29 Kamala Harris y su visión para América Latina

Lo que vendría para México y la región bajo su presidencia

34 Harris y los mercados: lo que los ejecutivos deben saber Oportunidades y riesgos

40 El efecto Harris: repercusiones internacionales ¿Cómo impactaría la presidencia de Kamala Harris en las relaciones mundiales?

46 Visiones sobre Kamala Harris ¿Hacia dónde se dirigirá Estados Unidos si llega a la Casa Blanca?

Director Creativo

Arturo Ortiz Rico

Coordinadora Digital

Darinka López

Redacción

Donovan Landa

Fannie Emery

Arletis Arango

Karol Reus

Estimados lectores:

En la historia de las naciones hay momentos que trascienden y que quedan grabados no solo por los eventos que los rodean, sino por las figuras que los protagonizan. Hoy, nos encontramos en uno de esos momentos, cuando Kamala Harris, una mujer de orígenes diversos, se ha convertido en la primera en desafiar las barreras que históricamente han limitado el poder político en Estados Unidos. Su ascenso de hija de inmigrantes a posible presidenta de una de las mayores potencias del mundo simboliza mucho más que una victoria electoral, pues representa un cambio profundo en la visión de lo que es posible, sobre todo en mancuerna con la reciente subida al poder de Claudia Sheinbaum, primera presidenta de México y en Norteamérica.

Este especial dedicado a Kamala Harris hace un recuento de su trayectoria, sí, pero también una exploración detallada de lo que su liderazgo podría significar para Estados Unidos y para el mundo. Desde sus políticas sobre la equidad económica, pasando por su firme compromiso con los derechos de las mujeres, hasta su postura ante las problemáticas mundiales, como el cambio climático y la reconfiguración de las relaciones internacionales, Harris ha demostrado ser una líder comprometida con las transformaciones necesarias para enfrentar los retos del siglo XXI.

En estas páginas, analizamos cómo una posible presidencia suya podría cambiar la política exterior de Estados Unidos, fortalecer la cooperación multilateral y marcar un rumbo diferente en las relaciones con China, Europa y América Latina. Asimismo, nos preguntamos qué tan decisivos serán los próximos años para los ciudadanos y las empresas que enfrentan un panorama de reformas fiscales, tecnológicas y laborales.

Más allá de su perfil político, la candidata demócrata personifica la esperanza de muchos. La frase que pronunció al asumir la vicepresidencia: “Porque cada niña que nos esté mirando verá que este es un país de posibilidades”, sigue haciendo eco como un recordatorio de que el liderazgo, la diversidad y el progreso pueden coexistir para abrir nuevas oportunidades.

Los invitamos a recorrer este análisis y a descubrir qué puede depararnos una presidencia bajo su mando. Kamala Harris está ante un momento decisivo, y con ella, el futuro político y económico de una de las naciones más poderosas del orbe.

¡Bienvenidos!

MUNDO EJECUTIVO® MIAMI, noviembre 2024. Es una publicación especial de Mundo Ejecutivo® MIAMI operado por Global Media Servicios® S. de R. L. de C.V. GI Media Services LLC 2 S Biscayne Boulevard Suite 3200 #4219 Miami, Florida, 33131 Estados Unidos. Contacto: 552 541 7830 Correo electrónico: globalmediamexico1@gmail.com sitio Web mundoejecutivomiami.com. Certificado de Reserva de Derechos al uso exclusivo número 04-2021-081813564100-102

Se imprime en Empaques y Medios Gráficos S.A. de C.V., Obrero Mundial #819 Col. Álamos, WC.P. 03400, Alcaldía Benito Juárez, CDMX. Tiraje impreso 20,000 ejemplares. Los artículos firmados son responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el punto de vista del Editor de la publicación o de Mundo Ejecutivo® MIAMI. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de Mundo Ejecutivo® MIAMI. Investiga sobre la seriedad de sus anunciantes, pero no se responsabiliza con las ofertas relacionadas por los mismos.

KAMALA HARRIS,

LA TRAYECTORIA DE UNA PIONERA

EL ASCENSO DE UNA LÍDER QUE DESAFÍA

LAS BARRERAS DEL PASADO

Sin lugar a dudas, Kamala Harris es una figura emblemática en la política actual. Su trayectoria es un testimonio del avance en la diversidad y la inclusión dentro de una nación que se ha caracterizado por las desigualdades raciales y de género a lo largo de su historia, así como de la lucha para superarlo. Harris es la primera mujer afroamericana y asiático-americana en ocupar el cargo de vicepresidenta de Estados Unidos de América y dicho rol la catapultó a ser hoy en día candidata a la presidencia. En pocas palabras, Kamala Harris tiene grandes posibilidades de convertirse en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos de América.

Orígenes y educación

Kamala Devi Harris nació el 20 de octubre de 1964 en Oakland, California. Su madre, Shyamala Gopalan, es india y emigró de ese país en la década de los 60, mientras que su padre, Donald Harris, es originario de Jamaica. Esta identidad de ser hija de inmigrantes le brinda un background multicultural, el cual ha influido indudablemente en su forma de llevar a cabo sus prioridades y decisiones.

Kamala Harris obtuvo su licenciatura en Ciencias Políticas y Economía por la Universidad de California, Berkeley, una de las escuelas con más prestigio del país, conocida por su activismo social y político. En entrevistas, Harris ha mencionado que creció rodeada de discusiones sobre la justicia racial y la igualdad, por lo que

podemos intuir que dicho ambiente influyó de gran manera en su forma de ver y hacer política, entendida por ella como un medio para impulsar el cambio social.

Posteriormente, obtuvo su título de Juris Doctor en la Facultad de Derecho de Hastings (la cual cambió su nombre el año pasado a UC Law SF), una de las escuelas de derecho más reconocidas en la costa oeste de EE.UU., principalmente por la rigurosa formación legal y la preparación a sus estudiantes para el litigio y la abogacía.

Primeros pasos en la política

La carrera política de Kamala Harris comenzó precisamente dentro del ámbito legal, cuando comenzó a trabajar en 1990 en la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Alameda como asistente del titular. Ahí, Harris adquirió experiencia en la persecución de crímenes violentos, lo que le permitió conocer de cerca los desafíos del sistema de justicia penal de California. Uno de sus focos fundamentales fue la protección de las víctimas vulnerables, como los niños y las mujeres que sufrían algún tipo de abuso. Fue en este periodo que descubrió una de sus principales preocupaciones, la cual ha sido un tema recurrente a lo largo de su carrera: la defensa de los más vulnerables.

Su trabajo destacó por un enfoque progresista en la aplicación de la ley, el cual la ayudó a ganar reconocimiento y a construir un renombre importante en el ámbito legal del estado de California.

En 1998 se trasladó a la fiscalía de San Francisco, también como asistente de fiscal. Ahí su carrera continuó en ascenso, hasta que, en 2003, Harris fue elegida Fiscal de Distrito de San Francisco. Para esta elección, la hoy candidata presentó una plataforma que prometía una aplicación más estricta de la ley, pero con un enfoque reformista, mientras que su contrincante, Terence Hallinan, era conocido por un estilo más laxo en la persecución del crimen. Kamala Harris ganó la elección y se convirtió en la primera mujer afroamericana y de ascendencia india en ocupar el puesto.

Durante su mandato, Harris ejecutó reformas innovadoras que no solo apuntaban a la prevención del crimen, sino que también se centraban en la rehabilitación de los delincuentes. Su enfoque es conocido como “justicia inteligente”, y mediante este logró establecer a la fiscalía de San Francisco como un modelo en la persecución del crimen, pues busca equilibrar la justicia firme con iniciativas para la rehabilitación y reinserción de los infractores en la sociedad.

CBAAlgunos ejemplos de su trabajo en San Francisco bajo este enfoque son:

Política de no pena de muerte: Una de sus decisiones más controversiales fue su firme postura de no buscar la pena de muerte, incluso en casos de crímenes graves como el del asesinato del oficial de policía Isaac Espinoza en 2004. A pesar de la presión política, Harris, coherente con su política, decidió no solicitar la pena de muerte.

Programa Back on Track (2005): Este programa ofrecía una segunda oportunidad a delincuentes no violentos que enfrentaban su primer arresto por drogas, pues proporcionaba capacitación laboral, educación y otros apoyos para ayudar a los infractores a reintegrarse a la sociedad, reduciendo las tasas de reincidencia.

Tasa de condenas en casos de homicidio: San Francisco tenía fama de ser débil en la persecución de crímenes violentos, pero bajo el mandato de Harris, la tasa de condenas en casos de homicidio en San Francisco aumentó del 52% en 2003 al 67% en 2006.

En 2010 su carrera continuó en ascenso, pues Harris fue electa como Fiscal General de California.

En este rol, continuó aplicando su enfoque “justicia inteligente” mientras luchaba contra la corrupción y la violencia doméstica y defendía los derechos de las comunidades minoritarias. Asimismo, fue una fuerte opositora a las leyes de inmigración estrictas y realizó una defensa activa de la reforma de la justicia penal.

Su gestión fue muy activa y durante ella fue muy congruente en su defensa de la justicia social y la igualdad, con acciones entre las que destacan la demanda en contra de los cinco principales bancos del país por prácticas hipotecarias fraudulentas, lo que resultó en un acuerdo histórico de 25 mil millones de dólares en 2012; asimismo,

Harris procesó varios casos relacionados con el fraude al consumidor, incluidos esquemas de educación superior en línea y academias

privadas que defraudaban a los estudiantes al ofrecer títulos sin valor; también trabajó para reformar el sistema de justicia penal a nivel estatal y logró la reducción de la población carcelaria y el aumento de la rehabilitación para los delincuentes no violentos.

Carrera política en ascenso

En 2016, Kamala Harris fue elegida senadora por California y durante su gestión tuvo mucha actividad enfocada en la promoción de políticas relacionadas con la equidad y la justicia social. Su postura legislativa se destacó por la defensa de los derechos civiles, la lucha por el acceso universal a la salud y la reforma del sistema de justicia penal.

Una de sus acciones más notables fue su respaldo al Justice in Policing Act, una ley diseñada para abordar la violencia policial y mejorar la rendición de cuentas dentro de las fuerzas del orden. ELECCIONES EE.UU. 2024 / 9

Por otro lado, Harris impulsó políticas para la protección de los derechos de los inmigrantes, defendiendo el DREAM Act, una ley que busca otorgar a los jóvenes inmigrantes indocumentados radicados en Estados Unidos desde su infancia la posibilidad de obtener la residencia legal. Además, fue una fuerte promotora de políticas a favor del acceso igualitario a la educación y el empoderamiento de las mujeres.

Como puede verse, fue su habilidad para hacer frente a cuestiones complejas la que la llevó a concretar su figura como una legisladora progresista y como voz clave en la defensa de los derechos humanos y civiles.

La vicepresidencia

Su carrera política tan importante se reforzó cuando en 2020 fue seleccionada como compañera de fórmula de Joe Biden en la carrera presidencial. Su candidatura fue histórica, ya que Harris se convirtió en la primera mujer afroamericana y asiático-americana en ser nominada para la vicepresidencia por un partido mayoritario. La elección de Biden y Harris fue vista por muchos como un símbolo de cambio y esperanza en una nación profundamente dividida.

Desde su toma de posesión, el 20 de enero de 2021, Harris ha desempeñado un papel fundamental en la administración Biden, pues ha asumido un papel activo en abordar temas que afectan a la población, como la gestión de la pandemia de covid-19, la promoción de la equidad racial y la defensa de los derechos de las mujeres, con un enfoque inclusivo y orientado al beneficio de las comunidades más vulnerables del país.

Por ejemplo, ha jugado un rol trascendental en el impulso de políticas que abordan la crisis migratoria, enfocándose en atender las causas fundamentales de la migración desde Centroamérica, mediante el fomento de la estabilidad económica, la lucha contra la corrupción y el apoyo al desarrollo regional. Y por supuesto, ha sido defensora de la equidad de género, abogando por iniciativas que promuevan el acceso equitativo al trabajo y el cierre de la brecha salarial entre hombres y mujeres.

Su enfoque ha sido el de construir puentes, no solo dentro de su partido, sino también con la oposición, en la búsqueda de soluciones que beneficien a todos los estadounidenses.

10\ MUNDO EJECUTIVO MIAMI

Lo que hay que sortear

En lugar de permitir que las adversidades la definan, Harris ha utilizado su plataforma para fomentar el diálogo y la acción en temas cruciales. Su compromiso con la justicia social y económica ha hecho eco entre diversas comunidades, lo cual ha ayudado a afianzar su posición en la administración actual.

La suya es mucho más que una figura política, pues se ha convertido en un símbolo de progreso y esperanza. Su trayectoria, marcada por el trabajo duro, la dedicación al servicio público y un compromiso inquebrantable con la justicia, ha inspirado a muchos. Kamala Harris ha demostrado que, por medio de la perseverancia y la determinación, es posible romper barreras y abrir nuevas posibilidades para todos.

Mundo Ejecutivo ESPECIAL

HARRIS, FIGURA ESTRATÉGICA EN LA POLÍTICA MUNDIAL

EL PAPEL DE SU LIDERAZGO EN LA REDEFINICIÓN DE LAS RELACIONES

INTERNACIONALES Y SU IMPACTO EN AMÉRICA LATINA

Desde que asumió el cargo de vicepresidenta en enero de 2021, el surco que ha dejado el paso de Kamala Harris en la política de Estados Unidos ha sido profundo, pero su relevancia trasciende las fronteras del país del norte, pues su influencia abarca temas de gobierno, diplomacia y cooperación internacional. Por ello, analizar lo que Kamala Harris representa para la política mundial no solo implica entender su rol en la vicepresidencia o su papel durante la administración de Biden, sino también su candidatura presidencial, algo que podría, incluso, transformar las relaciones internacionales y la política exterior estadounidense.

Liderazgo femenino y diversidad en el poder

Indudablemente, su rol como la primera mujer afroamericana y asiático-americana en ocupar la vicepresidencia del país norteamericano es uno de los aspectos más relevantes de Harris. Lo cual no es un hecho menor en el ámbito de la política internacional, pues, aunque la presencia de líderes mujeres en altos cargos ha sido históricamente escasa, en la actualidad es un indicador de cambios profundos en la estructura de poder universal.

Su presencia en la política internacional ya ha marcado diferencias y ha despertado una conversación necesaria sobre la importancia de empoderar a las mujeres en posiciones clave de toma de decisiones. Este cambio cultural y político, impulsado en gran parte por figuras como ella o como Claudia Sheinbaum en nuestro país, no solo afecta a Estados Unidos, sino que repercute en naciones donde las mujeres todavía enfrentan barreras estructurales para acceder al poder.

El simbolismo detrás de su candidatura radica, en gran medida, en su capacidad para romper con estereotipos que durante siglos han dominado las esferas de poder en Estados Unidos y en el mundo. Su perfil es una combinación de orígenes africanos e indios, lo que refleja la rica diversidad que caracteriza a las democracias modernas y al país norteamericano en particular.

Su presencia en la política abre la puerta a la representación de grupos históricamente marginados en el poder, pues ella ha defendido con firmeza la equidad y la justicia, tanto dentro como fuera de su país. Y su candidatura expone la posibilidad de tener a una mujer que, por su propio recorrido personal y político, entiende las luchas de la diversidad y está comprometida a traducir esas experiencias en políticas inclusivas.

Kamala Harris simboliza, ni más ni menos, la ruptura de barreras raciales y de género en una de las democracias más influyentes del mundo y su ascenso refuerza la percepción de que el liderazgo político ya no está reservado en exclusiva a ciertos grupos demográficos. Su figura es una manifestación clara de este cambio que no solo tiene implicaciones simbólicas, sino que ha hecho que los líderes en diversos países presten atención a cómo este tipo de representaciones pueden afectar las políticas internas y externas en otras naciones.

El impacto en las relaciones internacionales

Uno de los ejes que podrían tener mayor influencia en la política internacional es el de la postura que Harris ha mostrado acerca de temas de interés de prácticamente todas las naciones. Desde el inicio de su mandato, ha mantenido una constante inquebrantable en abordar los temas de política exterior y ha incluido las conversaciones sobre la crisis migratoria, el cambio climático y la política económica internacional en sus discursos.

Durante su visita a Guatemala y México en 2021, por ejemplo, dejó claro que las relaciones entre Estados Unidos y los países de América Latina serían llevadas con base en una cooperación más profunda en temas económicos y de seguridad.

Y todos estos esfuerzos suyos por reforzar las relaciones multilaterales contrastan claramente con la perspectiva de decisiones unilaterales de administraciones anteriores. Es evidente la apuesta de Kamala Harris por restaurar la credibilidad de Estados Unidos en foros internacionales; lo demuestra con su disposición a trabajar con socios internacionales para abordar temas de interés mundial como el cambio climático y la seguridad cibernética.

Migración y diplomacia con Latinoamérica

Como todos sabemos, uno de los puntos más críticos en las relaciones entre Estados Unidos y América Latina es la política migratoria, y a Harris le ha tocado ser una de las figuras principales de la administración en este tema. Desde que asumió el cargo, se ha subrayado la importancia de atender las causas estructurales de la migración y durante su visita a México y Guatemala, la vicepresidenta fue insistente en la necesidad de generar oportunidades

económicas y mejorar las condiciones de vida en los países de origen de los migrantes.

Para nosotros, al igual que para otros países latinoamericanos, esta política representa un giro interesante respecto a las medidas correctivas y sancionadoras del pasado en la relación con Estados Unidos. Además, su acercamiento diplomático ha sido fundamental para fortalecer la cooperación en áreas de interés mutuo, como el combate al narcotráfico y la creación de programas de inversión que buscan promover el desarrollo sustentable en la región.

Justicia social y derechos humanos, los ejes de su propuesta

Uno de los pilares fundamentales de su trayectoria es su compromiso con la justicia social. Desde sus primeros años como fiscal

en California, Kamala Harris ha intercedido por llevar a cabo reformas profundas en el sistema de justicia penal, algo que sigue siendo central en su agenda política, pues ha mencionado en diversas ocasiones la necesidad de ejecutarlo. Para ella, el progreso de una nación no se mide únicamente en términos económicos, sino que hay que considerar su capacidad para garantizar la igualdad de oportunidades, así como el respeto que da a los derechos humanos.

Harris ha defendido la aplicación de políticas que busquen nivelar las condiciones de vida para todos los ciudadanos en países en desarrollo, particularmente en América Latina y África, lo cual podría repercutir de manera importante en las relaciones exteriores de Estados Unidos. Si Kamala Harris llega a la presidencia, es probable que, además de guiar las políticas internas de su país, su enfoque en la justicia

Mundo Ejecutivo

social determine su postura frente a gobiernos que violan los derechos humanos o perpetúan la desigualdad.

Su visión progresista sobre la justicia, en combinación con su experiencia en el sistema legal, dada su trayectoria como fiscal en varios niveles del sistema judicial de los Estados Unidos, la convierte en una líder que, más allá de plantear o proponer cambios, ha ejecutado ya reformas concretas. Recordemos que la trayectoria de Kamala Harris comenzó como fiscal de distrito adjunta en el condado de Alameda, California, y que, más tarde, se convirtió en la fiscal general del estado, cargo que desempeñó hasta 2017, cuando fue elegida senadora de Estados Unidos.

Relaciones internacionales y la visión generalizada que el mundo tiene de ella

La candidatura de Harris también infiere en las relaciones internacionales de Estados Unidos. A diferencia de la perspectiva regularmente aislante y divisora de administraciones pasadas, ella ha defendido un modelo de diplomacia que fomente la cooperación multilateral. Su visión es que las problemáticas generales que permean y atañen al mundo entero, desde el cambio climático hasta la seguridad internacional, solo pueden abordarse con éxito a través de alianzas estratégicas y la colaboración internacional.

Kamala Harris genera opiniones diversas en varios países, pero, en general, domina la confianza en su capacidad de liderazgo y manejo de asuntos de carácter mundial. Según un estudio del Pew Research Center realizado en 18 países, hasta mediados de 2022, un promedio del 55% de los encuestados expresó confianza en que Harris tomaría decisiones adecuadas sobre asuntos internacionales.

Este respaldo es especialmente alto en países como Suecia, donde el 77% de los encuestados tiene una opinión psitiva de ella, y en otras naciones europeas, como los Países Bajos y Polonia, donde cerca del 70% comparte esta opinión.

Por otro lado, en países como Hungría, la percepción es más negativa, exhibiendo tan solo un 23% de confianza en Harris. Estas diferencias en la confianza también tienen que ver con factores como el género y la edad. En muchos países, como Canadá, mujeres y personas mayores suelen tener una visión más positiva de ella que los hombres o los más jóvenes, lo que muestra cómo sus posturas políticas, especialmente en temas de justicia social y equidad, concuerdan más con ciertos grupos demográficos.

En cuanto a su papel en América Latina, Harris ha sido vista como una figura importante para impulsar temas como la migración y la cooperación económica, por supuesto. En aquella visita de 2021 a Guatemala y México, subrayó su compromiso de trabajar con los gobiernos de la región para abordar las causas de la migración, lo cual fue bien recibido en algunos sectores. Sin embargo, su postura también ha sido criticada por falta de soluciones más rápidas y efectivas a largo plazo.

En general, la percepción de Kamala Harris a nivel internacional está estrechamente vinculada a su apoyo multilateral y su liderazgo en todos estos temas. Ella representa un cambio trascendental en la política mundial, pues su figura es un símbolo de inclusión y diversidad, aspectos cada vez más valorados en las democracias modernas. Su candidatura es un recordatorio de que la política del siglo XXI debe ser inclusiva y representar a todos los sectores de la sociedad.

Canadá

Suecia

Países Bajos

Polonia

Bélgica

Alemania

Reino Unido

Francia

Italia

España

Grecia

Hungría

Israel

Mediana de 18 países

https://www.pewresearch.org/short-reads/2022/07/18/most-people-haveconfidence-in-kamala-harris-across-18-surveyed-countries/

¿LISTA PARA LA CASA BLANCA?

LAS PROBABILIDADES DEL ÉXITO DE KAMALA HARRIS EN UNA DE LAS ELECCIONES MÁS AJUSTADAS DE LA HISTORIA RECIENTE

Las elecciones presidenciales de Estados Unidos este año se prevén como unas de las más polarizadas de los últimos años, debido a lo cerradas de las preferencias entre Kamala Harris y Donald Trump. Los votantes están divididos entre preocupaciones sobre la economía, la dirección del país y el liderazgo de cada candidato, y los márgenes en los estados clave son mínimos, lo que pone en juego el futuro de la Casa Blanca en un panorama de gran incertidumbre.

Las probabilidades de éxito de Harris están en constante evaluación a medida que avanzan las encuestas y se ajustan las estrategias políticas. A solo unos días de las elecciones presidenciales, la contienda entre Kamala Harris y Donald Trump se ha vuelto aún más ajustada.

Encuestas y respaldo político

El promedio de las encuestas más recientes de The New York Times , hasta el cierre de esta edición, mostraba a ambos candidatos prácticamente empatados en los siete estados clave más disputados. Ver tantas entidades críticas en una situación de empate técnico es algo sumamente inusual, por lo que añade más inquietud a una elección que, de por sí, resultaba históricamente reñida.

Las encuestas sugerían que Harris y Trump estarían empatados en los estados más disputados, incluidos Nevada, Arizona, Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan y Wisconsin. Estos estados, conocidos como los toss-ups (“de igual posibilidad”, en español), son los que definirán

18\ MUNDO EJECUTIVO MIAMI

la elección, ya que en todos ellos el margen entre ambos candidatos es inferior al 2%. En cuanto a las proyecciones del Colegio Electoral, Harris y Trump presentaban una distribución muy similar, lo que daba fuerza a la idea de que pequeños errores en las encuestas o cambios de última hora en el comportamiento de los votantes podrían alterar el resultado final.

Un factor importante en la campaña de Harris ha sido su respaldo político dentro del Partido Demócrata, el cual se ha caracterizado por ser sólido, aunque enfrentando algunos retos con ciertos grupos demográficos. Aunque Harris goza de amplio apoyo entre mujeres, especialmente blancas, perdió algo de terreno entre hombres jóvenes, incluidos votantes afroamericanos, lo que podría debilitar su base electoral en estados clave como Georgia y Pensilvania. Este fenómeno, que se intensificó en las últimas semanas previas a la elección, obligó a la campaña de Harris a redoblar esfuerzos para movilizar a votantes tradicionalmente demócratas que podrían haberse inclinado hacia la abstención o, en algunos casos, hacia candidatos de terceros partidos.

El mayor reto de Kamala Harris en esta contienda es la economía, un tema en el que muchos votantes, incluidos los independientes y aquellos con educación básica o no universitaria, confían más en Trump. Según los expertos, aunque muchos electores no están conformes con las controversias legales del candidato republicano siguen viendo en él una mejor opción para la recuperación económica, especialmente en los estados donde la industria energética juega un papel central, como Texas y Pensilvania. Esto se debe en parte a la percepción de que Harris es más progresista en temas como el cambio climático, una postura que no siempre tiene repercusión y eco en sectores económicos como el de la energía fósil.

A pesar de esto, Harris se ha mostrado como una candidata fuerte en temas como la salud y los derechos civiles, lo que le ha permitido mantener un estrecho margen en los sondeos nacionales. Según un análisis de Decision Desk HQ, Harris lideraba en las simulaciones en 54% de los casos, aunque los márgenes eran tan

Harris Vs. Trump

reducidos que cualquier cambio significativo posterior al cierre de esta edición podría inclinar la balanza a favor de Trump.

El panorama electoral

En términos de estrategia electoral, Kamala Harris centró su campaña en movilizar a los grupos que la llevaron a la vicepresidencia en 2020, como las mujeres suburbanas y los votantes de color. No obstante, algunos analistas sugerían que la candidata debía encontrar una narrativa más atractiva para atraer a los votantes jóvenes, quienes, aunque la ven como una defensora de la justicia social, muestran menos entusiasmo por su gestión económica. Y este descontento con la situación financiera del país podría resultar decisivo en estados industriales como Michigan, donde los votantes están preocupados por la inflación y la pérdida de empleos.

Otro aspecto que juega en contra de su candidatura es la creciente polarización en torno a su figura. Mientras que los votantes más conservadores la ven como demasiado liberal, algunos sectores progresistas consideran

que no ha sido lo suficientemente audaz en temas como la reforma policial y el cambio climático, que resultan fundamentales para ellos. Esta división dentro del electorado demócrata podría afectar la unificación del partido previo a las elecciones.

Análisis de expertos

Los expertos coinciden en que la contienda será extremadamente reñida. John Anzalone, estratega político, señaló que los votantes indecisos son un grupo pequeño, pero crucial. Estos electores, que son predominantemente blancos, sin estudios universitarios y de ingresos medios o bajos, están divididos entre la preocupación por la economía y el rechazo a la conducta de Trump. Para Harris, atraer a estos votantes indecisos podría representar la clave para ganar estados que tradicionalmente han sido bastiones demócratas, pero que en estas elecciones parecían estar en juego.

Por otro lado, Greg Strimple, encuestador republicano, opinó que Harris enfrentaba dificultades para movilizar a hombres jóvenes afroamericanos, un grupo que históricamente ha

sido un pilar del voto demócrata. Este fenómeno no es exclusivo de ella, pero podría resultar decisivo en estados como Georgia y Pensilvania, donde la participación de estos grupos es fundamental para asegurar una victoria.

Una contienda al filo: Harris y la carrera por el poder

Con las elecciones a punto de suceder, Kamala Harris tiene la oportunidad de convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos, pero su camino hacia la Casa Blanca no está asegurado. La contienda con Donald Trump es extremadamente cerrada, y aunque Harris lidera en varios estados clave, los márgenes son tan pequeños que cualquier fluctuación en las encuestas podría cambiar el resultado.

La campaña de Harris enfrenta el reto de concretar su apoyo entre votantes jóvenes y afroamericanos, mientras debe competir contra la narrativa económica de Trump, que sigue siendo un punto fuerte para el expresidente.

Mundo

PROPUESTAS PARA UNA NUEVA ADMINISTRACIÓN EN EE. UU.

EN BUSCA DE

UNA

ECONOMÍA MÁS EQUITATIVA Y TECNOLÓGICA

Como candidata, Kamala Harris ha presentado un conjunto de políticas económicas, fiscales y sociales que suena ambicioso dada su búsqueda de reconfigurar la economía estadounidense, reducir la desigualdad y fortalecer los derechos laborales impulsando regulaciones más estrictas en ciertos sectores. En este artículo, analizaremos sus principales propuestas y lo que se puede esperar de su administración en términos de recuperación económica, apoyo a las familias trabajadoras y manejo de la tecnología y el mercado laboral.

Recuperación económica, el apoyo a la clase media

Las propuestas administrativas de Harris promueven, sobre todo, un plan económico que busca mejorar la situación de las familias trabajadoras y la clase media estadounidense. En su agenda económica, la candidata sugiere tomar medidas directas que ayuden a los hogares más afectados por el aumento del costo de vida. Su enfoque subraya la importancia de un crecimiento equitativo que permita a las familias recuperar estabilidad y prosperidad a largo plazo.

Hablemos, por ejemplo, de la expansión del Crédito Tributario por Hijos (CTC), con esta propuesta se aumentaría el crédito actual de 2,000 a 6,000 dólares para familias con hijos menores de cinco años, además de hacer que el crédito sea completamente reembolsable, otorgando un mayor beneficio a las familias con menores ingresos. La inspiración de esta propuesta de incremento en los créditos vino de las medidas temporales aplicadas durante la pandemia, las que ella pretende hacer permanentes para que el apoyo para las familias sea a largo plazo y no cosa de una temporada.

Otra de las medidas de mayor relevancia entre sus propuestas es la construcción de tres millones de nuevas viviendas para abordar la crisis que se sufre actualmente en Estados Unidos en ese ámbito, debido los altos costos. La búsqueda es estimular la construcción en áreas con mayores necesidades de vivienda adecuada a costos bajos, por lo que Harris propone dar incentivos fiscales a las compañías que construyan viviendas accesibles, además de una ayuda directa de 25,000 dólares para el pago inicial de la primera vivienda a los compradores aprobados.

22\ MUNDO EJECUTIVO MIAMI

Mundo Ejecutivo ESPECIAL

Reducción de la desigualdad y el combate a la inequidad económica

En varias ocasiones, Harris ha señalado que su administración se enfocaría en crear lo que ella llama “economía de oportunidades”, un concepto que aboga por el crecimiento inclusivo y la reducción de la desigualdad de ingresos. Y una de las medidas propuestas para lograrlo es extender las subvenciones fiscales para los seguros médicos del Affordable Care Act (ACA) y hacerlas permanentes, de modo que estén verdaderamente al alcance de más familias de ingresos bajos y medios.

La candidata también propone aumentar el Crédito Tributario por Ingreso del Trabajo (EITC) para los trabajadores sin hijos, una medida fiscal que transformaría la manera en la que hasta ahora se ha llevado a cabo, pues tradicionalmente los beneficios del EITC han favorecido a quienes tienen dependientes. La idea es ampliar la red de seguridad social para los trabajadores de bajos ingresos que suelen enfrentar dificultades económicas sin ese apoyo adicional de los créditos por hijos.

Asimismo, Harris ha propuesto una ley para prohibir los cambios repentinos en los precios de los alimentos y otros bienes esenciales,

con el fin de evitar que las grandes empresas aumenten artificialmente los costos para los consumidores. Esta medida demuestra la postura decidida de la candidata contra las prácticas depredadoras de grandes corporaciones.

La regulación tecnológica y la responsabilidad corporativa

La opinión de Kamala Harris respecto a la regulación tecnológica gira en torno a garantizar que las grandes empresas tecnológicas no se aprovechen de su posición de dominio comercial para eludir responsabilidades. En sus discursos de campaña, la candidata ha expresado varias veces la necesidad de regular los algoritmos que utilizan las grandes empresas de tecnología inmobiliaria para inflar los precios de los alquileres, por ejemplo. Su propuesta, conocida como la Ley para Prevenir la Facilitación Algorítmica de los Cárteles de Vivienda de Alquiler, pretende poner un freno a las ya comunes prácticas especulativas en el mercado inmobiliario que han afectado tanto a los inquilinos como a los compradores potenciales a lo largo de muchos años en Estados Unidos.

En este rubro, otra de las propuestas destacables es el establecimiento de un fondo de innovación de 40 mil millones de dólares para apoyar a los gobiernos locales en la resolución de la escasez de viviendas adecuadas a costos accesibles, así como en la reducción de la burocracia en los proyectos de construcción.

En cuanto a los precios del mercado, también ha expresado su intención de reducir los costos de medicamentos como la insulina, cuyo costo se limitaría a 35 dólares por mes, además de imponer un límite de 2,000 dólares en los gastos anuales de las medicinas recetadas.

La promoción de la equidad y la justicia en el trabajo

En cuanto a los derechos laborales, Harris ha propuesto una serie de reformas dirigidas a proteger a los trabajadores y promover una mayor equidad en el lugar de empleo. Ha expresado su apuesta por un aumento del salario mínimo y el fin de las exenciones fiscales para las propinas, lo cual ayudaría a que los trabajadores del sector servicios reciban un

salario justo, independientemente de los extra que puedan aportar los clientes, y reduciría la inequidad en los ingresos entre los trabajadores de sectores con menor protección laboral.

Además, Harris ha dejado en claro que su administración lucharía por la creación de un programa de licencia familiar y médica pagada a nivel nacional, una prioridad que desde hace varios años tienen los líderes demócratas. La licencia familiar proporcionaría a los trabajadores tiempo remunerado para dedicarlo al cuidado de familiares enfermos o recién nacidos, equilibrando con ello la vida laboral y personal sin sangrar las finanzas personales o familiares, como regularmente sucede.

El nuevo marco para la justicia económica de Harris

La candidata propone aumentar el impuesto a las empresas del 21% actual al 28%, lo cual revertiría parcialmente las reducciones aprobadas durante la administración Trump. Su intención es garantizar que las grandes corporaciones paguen lo que les corresponde de impuestos, así como financiar programas sociales y de infraestructura que beneficien a las clases media y baja. Y ha hecho hincapié en que estos aumentos fiscales no afectarían a las pequeñas empresas ni a las familias de clase

trabajadora; por el contrario, asegura que serían quienes más se beneficiarían de más reducciones de impuestos y apoyo financiero.

También se ha comprometido a fomentar la creación de empleo a través de incentivos fiscales para las pequeñas empresas. Al respecto, una de sus propuestas incluye una deducción fiscal

de hasta 50,000 dólares para nuevas pequeñas empresas, lo que supera con creces el incentivo actual que se limita a la décima parte de eso. Su intención es fomentar la creación de 25 millones de nuevas pequeñas empresas en los primeros dos años de su mandato.

Un plan para fomentar el crecimiento económico y la justicia social

Hace apenas unas semanas, Kamala Harris inició su intento por afianzar el apoyo de un grupo demográfico clave: los hombres negros, por lo que lanzó un conjunto de propuestas que pretenden mejorar las oportunidades económicas para esta comunidad. Entre sus iniciativas para ello está la creación de un millón de préstamos comerciales de hasta 20,000 dólares totalmente dispensables para emprendedores negros, así como programas de capacitación y mentoría en industrias de alta demanda. La propuesta de Harris se basa en una intención de hallar justicia social con esfuerzos para legalizar, por ejemplo, el uso recreativo de la marihuana a nivel nacional, asegurando que los hombres negros, históricamente sobrerregulados en este tema, puedan participar de manera equitativa en el prometedor mercado del cannabis.

En este rubro, Harris también ha puesto un énfasis especial en temas de salud y ha propuesto incrementar los estudios sobre enfermedades que afectan de manera desproporcionada a los hombres negros, como la anemia falciforme. Todo ello está integrado en su Agenda de Oportunidades, cuyo objetivo es proporcionar

herramientas para ayudar a que los hombres de raza negra prosperen económicamente, adquieran propiedades y construyan riqueza, algo que históricamente les ha sido negado.

Aborto y salud reproductiva

Entre otras cosas, Kamala Harris ha puesto el acceso al aborto y la salud reproductiva en el centro de su campaña presidencial, prometiendo proteger los derechos reproductivos de las mujeres. Esto es trascendental, dado que varios estados han comenzado a poner restricciones o sanciones tras la anulación de Roe vs. Wade, un fallo histórico de la Corte Suprema de Estados Unidos que en 1973 reconocía el derecho constitucional de las mujeres a interrumpir voluntariamente el embarazo en las primeras etapas. La decisión en aquel caso significó un parteaguas al establecer que las leyes estatales no podían prohibir o restringir el acceso al aborto. Sin embargo, en 2022, la Corte Suprema revocó este fallo y dejó la regulación del aborto en manos de la administración de cada estado, lo que ha generado prohibiciones estrictas en varios de ellos.

En respuesta, Harris ha prometido proteger estos derechos a nivel federal, garantizando la protección de los derechos reproductivos y su accesibilidad para todas las mujeres, independientemente de su estado de residencia. Además de asegurar el acceso al aborto, propone medidas para proteger el uso de mifepristona, un medicamento utilizado en la mayoría de los abortos médicos.

Una visión para el futuro

Las políticas económicas, fiscales y sociales de Kamala Harris fueron diseñadas con la intención de abordar las desigualdades profundas que persisten en la sociedad estadounidense, así como para promover una mayor equidad y justicia en todos los sectores. Sus pretensiones de reducir los costos de vivienda, garantizar el acceso a la atención médica y proteger los derechos de los trabajadores demuestran que busca crear una economía más inclusiva, por ejemplo, donde las propuestas fiscales de su plan de trabajo buscan responsabilizar a las grandes corporaciones y fomentar el crecimiento de las pequeñas empresas, lo cual impulsaría la creación de empleo y la innovación en las industrias.

Mundo Ejecutivo ESPECIAL

KAMALA HARRIS Y SU VISIÓN PARA AMÉRICA LATINA

LO QUE VENDRÍA PARA MÉXICO Y LA

REGIÓN BAJO SU PRESIDENCIA

Durante su tiempo como vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris desempeñó un papel trascendental en su forma de llevar a cabo la política exterior hacia América Latina, sobre todo en temas tan candentes y controversiales como la migración, el comercio y la cooperación en seguridad. Si Harris llega a la presidencia podría ser la ocasión idónea para que las relaciones bilaterales se fortalecieran y se establecieran nuevas alianzas estratégicas en toda la región. Sopesando todo esto, a continuación exploraremos las implicaciones de sus posturas y propuestas y cómo estas podrían impactar en México y en los empresarios de Latinoamérica.

Migración: abordar las causas de raíz

La trayectoria de Kamala Harris incluye un largo camino dedicado a temas migratorios y de seguridad, influenciada, desde luego, por su tiempo como fiscal general de California y su papel como vicepresidenta. Ella fue la persona designada por el presidente Joe Biden para abordar las causas de la migración centroamericana a los EE. UU., por lo que trabajó con líderes regionales en la labor de abordar temas como el desarrollo económico y la cooperación para buscar soluciones que estabilicen a largo plazo las condiciones de países como Guatemala, Honduras y El Salvador, pues su perspectiva es que, al mejorar las condiciones de vida de la gente en estas naciones, se reducirán los flujos migratorios hacia su país.

Durante los últimos años, Harris ha promovido las inversiones del sector privado en estas naciones de Centroamérica para abrir la puerta a la creación de empleos y el desarrollo de infraestructura en la región. Y, si bien su estrategia tiene mucho potencial, es cierto que ha enfrentado críticas de los estadounidenses por la demora de los resultados y la ausencia de resultados inmediatos en términos precisos de la migración irregular que no acaba por disminuir. En caso de convertirse en presidenta, lo más probable es que Kamala Harris mantenga su apuesta

por la búsqueda de soluciones a largo plazo que incluyan el trabajo colaborativo con las naciones involucradas y una mayor inversión en desarrollo económico en Latinoamérica.

Para nosotros podría representar el que los acuerdos bilaterales en materia de gestión del flujo migratorio en las fronteras amplíen su perspectiva en políticas de desarrollo económico común; es decir, sería una medida que podría beneficiar a empresarios mexicanos de la construcción, la infraestructura y la tecnología, interesados en expandir sus negocios hacia Centroamérica.

Al respecto, la directora ejecutiva del Centro para la Democracia en las Américas, María José Espinosa Carrillo, señaló que la presidencia de Harris podría traer una nueva perspectiva para las relaciones entre Estados Unidos y América Latina, lo que implicaría enfocarse en la justicia social, los derechos humanos y la acción climática, áreas con las que la candidata ha demostrado estar completamente comprometida. Y sí, su administración podría fortalecer la cooperación en energías renovables y políticas de desarrollo sustentable, de la mano con las necesidades más urgentes de la región.

En el ámbito de los intereses comerciales, Kamala Harris ha sido abierta en apoyar la expansión de acuerdos multilaterales, aunque siempre su postura ha buscado garantizar que los tratados repercutan en beneficios para las comunidades más vulnerables tanto en EE. UU. como en los países asociados. Ha sido clara en mostrar su interés en renovar acuerdos como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para que sea más inclusivo y las pymes y los trabajadores también sean favorecidos por el comercio internacional.

Un aspecto relevante de sus propuestas en el terreno comercial es la promoción de prácticas laborales justas y de la sustentabilidad. Como vicepresidenta, Harris impulsó políticas que buscaban mejorar las condiciones de los trabajadores, así como proteger el medio ambiente en los países de la región. Si Harris mantiene esta tendencia, su cuidado y atención a la justicia económica seguramente promovería las inversiones de industrias interesadas en tener prácticas responsables, como la de la manufactura sustentable y las energías

menciona que Kamala Harris no cederá a presiones que subordinen la democracia y los derechos humanos a la represión migratoria, tal cual lo hizo como vicepresidenta. La analista cree que su historial combatiendo el crimen organizado en California permitirá a la candidata, si llega a la presidencia, abordar con firmeza el problema de los cárteles en México, pero probablemente sin el enfoque militar que algunos republicanos proponen. Además, dice que Harris podría aprovechar la revisión del T-MEC en 2026 para presionar por mejores protecciones laborales y ambientales.

En cuanto a la inversión extranjera, cuando fue vicepresidenta, Harris apoyó todas aquellas iniciativas que impulsaran a las empresas nacionales a llevar sus negocios a América Latina para crear empleos locales y reducir la dependencia de los flujos migratorios de esos países. Y de continuar con esta política en la presidencia, se abrirían oportunidades para empresas mexicanas que deseen asociarse con compañías estadounidenses de tecnología y comercio electrónico sobre todo.

Seguridad y cooperación regional

Este ha sido otro tema importante en la relación entre Estados Unidos y América Latina: la cooperación en seguridad. Es de esperarse que, bajo el liderazgo de Harris, la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado siga siendo una prioridad y que tanto el enfoque como el tratamiento sean más integrales, pues ella, en lugar de centrarse únicamente en la prohibición y persecución de drogas, ha abogado por aplicar estrategias que ataquen las raíces de origen del crimen organizado, incluyendo la corrupción y la debilidad institucional en algunos países de nuestro continente.

Para nosotros, y en especial con la administración de Claudia Sheinbaum, el abordar las problemáticas de seguridad de esta manera podría resultar en una colaboración conjunta con el país del norte, donde ambas naciones trabajen no solo en resguardar la frontera, sino también en fortalecer las instituciones locales y en promover políticas de prevención del delito, alejadas de las reacciones sancionadoras comunes, lo cual podría beneficiar a empresarios que trabajan y comercian en áreas afectadas por la inseguridad, ya que, evidentemente, una mayor estabilidad generaría un ambiente más favorable para las inversiones.

Los mayores retos para la región

Uno de los mayores obstáculos para Harris en materia de cooperación económica y seguridad será la capacidad de los gobiernos latinoamericanos para aplicar reformas estructurales que faciliten la inversión extranjera y mejoren las condiciones de vida en sus respectivos países. La candidata, como vicepresidenta, ha expresado su apoyo a líderes progresistas en la región, como el presidente de Guatemala,

Bernardo Arévalo, pero la administración deficiente y la corrupción siguen siendo barreras importantes para el éxito de sus iniciativas.

Además, Harris tendrá que lidiar con las tensiones internas en Estados Unidos, donde la política migratoria es un tema bastante controversial y polarizador. Si bien ha buscado encontrar un equilibrio entre la seguridad fronteriza y el apoyo a los migrantes, su postura podría enfrentar resistencia tanto de sectores conservadores como de algunos progresistas en su país, lo cual podría complicar la puesta en marcha de políticas a largo plazo en la región.

Oportunidades para empresarios latinoamericanos

Para los empresarios en México y América Latina, tener a Kamala Harris en el gobierno estadounidense podría abrir puertas a nuevas formas de colaboración con la nación del norte. Su postura abierta a la creación de empleos y el desarrollo de infraestructura en la región podría generar oportunidades de negocio para aquellos interesados, como ya se mencionó, en sectores como la construcción, la tecnología y la energía.

Además, las pymes mexicanas, sobre todo las que estén alineadas con los estándares laborales y ambientales que la candidata Harris defiende, podrían beneficiarse de la promoción de acuerdos comerciales justos que buscan ser sustentables.

Stephanie Brewer, de la Oficina de Washington para América Latina, subraya que Harris ha liderado la diplomacia en Centroamérica con un enfoque en la inversión privada y las oportunidades de empleo, logrando una reducción en el número de migrantes de países

del Triángulo Norte. No obstante, Brewer señala que para que estos esfuerzos sean exitosos, es crucial que la posible administración de Harris refuerce el estado de derecho y los derechos humanos en la región, sin sacrificar estos valores en nombre del control migratorio.

Un futuro de colaboración

Si Kamala Harris llega a la presidencia, las relaciones con América Latina estarían sin duda delineadas por una perspectiva puesta en la cooperación económica, la seguridad y el desarrollo basado en los proyectos verdes y respetuosos del medio ambiente.

Aunque la candidata enfrenta situaciones importantes por sortear, su compromiso con la región latinoamericana podría representar oportunidades vitales para empresarios y gobiernos dispuestos a alinearse con sus políticas. México, en particular, se beneficiaría de una relación bilateral más colaborativa y de la posibilidad de atraer nuevas inversiones en sectores fundamentales para la economía nacional.

HARRIS Y LOS MERCADOS: LO QUE LOS EJECUTIVOS DEBEN SABER

OPORTUNIDADES Y RIESGOS

La posible presidencia de Kamala Harris plantea hoy por hoy un tiempo de dudas y oportunidades para el ámbito empresarial de los estadounidenses. A pesar de que la candidata ha conservado un perfil discreto respecto a las políticas económicas, sus antecedentes como fiscal general de California y su historial en la administración de Joe Biden alumbran la dirección en la que podría ir en términos de políticas económicas y regulaciones comerciales.

En su paso como fiscal general de California, fue conocida por su firmeza contra los bancos. Un ejemplo fue cómo negoció un acuerdo de 18,000 millones de dólares para indemnizar a los clientes afectados por las prácticas desmesuradas de préstamos en la recesión financiera del 2008. En el transcurso de su carrera, ha manifestado su posición para tomar medidas determinantes contra lo que siente que son prácticas bancarias indebidas, y en su trayecto por el Senado sigue fomentando normativas más severas para el área financiera.

El gobierno de Biden sigue una agenda ajustada en la protección del consumidor, en especial por medio de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB), la cual adoptó una

postura crucial por el endeudamiento médico y las tarifas bancarias. Harris apoyó estas propuestas, lo que significa que si gana las elecciones mantendría esas mismas reglas, lo que representaría un desafío para los bancos, que ya muestran su oposición a regulaciones específicas por medio de demandas para detener las normas del CFPB.

Respecto a los mercados financieros, los especialistas indican que un gobierno de Harris significaría menor inestabilidad, particularmente si los demócratas consiguen retomar la Cámara de Representantes y conservar el control del Senado, lo que proporcionará estabilidad política y permitirá el progreso en las reformas legislativas sin el impedimento normal de un Congreso dividido. No obstante, para el sector financiero, la dureza de las regulaciones elevaría las tarifas de cumplimiento y disminuirían las expectativas de los beneficios, lo que perjudicaría diferentes entidades financieras y las acciones de los grandes bancos.

Mundo Ejecutivo ESPECIAL

Tecnología: privacidad y ciberseguridad

El vínculo de Harris con la industria tecnológica es complicado, cuando era fiscal general de California trabajó en iniciativas que preservan la privacidad de los datos y hace poco apoyó la regulación de las plataformas digitales. Los empresarios de compañías tecnológicas deben prevenirse por si llega un marco regulatorio más riguroso que ponga mayor atención a la seguridad de los clientes y a la privacidad y que imponga sanciones más elevadas por la escasa protección de datos.

Las compañías tecnológicas pueden ser sometidas a inspecciones más estrictas en adquisiciones y fusiones, sobre todo si perjudican la competencia. Se prevé que a nivel federal exista mayor colaboración con los asociados en temas como regulaciones de tecnología o ciberseguridad, una competencia más proporcionada mundialmente hablando. A pesar de ello, estas políticas afectarían negativamente

a empresas que requieran cambios específicos en sus procedimientos y al mismo tiempo cumplir con nuevos reglamentos.

Por otra parte, Harris ha puesto interés en que la infraestructura digital y la ciberseguridad se concreten, por lo que es probable que lo lleve a su administración en caso de llegar a la presidencia, lo que beneficiaría a las compañías dedicadas a la tecnología de defensa y a la ciberseguridad, pero también representaría un costo extra para las empresas que tengan que actualizar sus medidas de seguridad.

Cambio climático y energía: incremento a las renovables

Para el tema energético, la candidata ha ido de la mano con la administración de Biden en la promoción de políticas que beneficien las energías renovables, buscando combatir el cambio climático. Si la presidencia fuera para Kamala Harris, probablemente continuaría con estímulos a la industria eólica y solar, promocionando créditos fiscales y subsidios para las iniciativas de energía limpia, lo que beneficiaría a las compañías de este sector y habría un incremento en la demanda de servicios y productos.

Pese a eso, las fábricas de combustible fósiles pueden toparse con impedimentos en un posible mandato de Harris, debido a una gran legislación ambiental y probables impuestos al carbono. Las leyes para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero pueden agregar restricciones en la producción y exploración de petróleo y gas, lo que perjudicaría a las empresas que necesitan de estos recursos. Con todo esto, los proyectos que tengan que ver con combustibles fósiles serán menos llamativos si la administración le da una mayor importancia a la transición energética, así que

Mundo Ejecutivo ESPECIAL

las compañías se verían forzadas a dar opciones más agradables al medio ambiente.

Nuevas iniciativas en salud

Harris es una apasionada defensora del acceso equitativo a los precios de los medicamentos y la atención médica. En su administración, se espera que continúen las políticas encaminadas a disminuir los costos y extender la cobertura de salud para los habitantes. Estas iniciativas integrarían la extensión en los subsidios de seguros de salud privados, lo que representaría un privilegio para las empresas farmacéuticas, ya que aumentarían las ventas de medicamentos pagados por los seguros.

Además, las aseguradoras privadas podrían estar en una postura más complicada si crecen estos programas gubernamentales de salud, como, por ejemplo, Medicare. Impulsada por la candidata, señala a una organización de salud más inclusiva. Por otro lado, otra de las iniciativas avaladas por Harris busca aligerar la carga financiera de los estadounidenses, una mejora de la estabilidad financiera que podría implicar consecuencias para los prestamistas y las compañías de cobro en el área de salud.

Políticas fiscales e impuestos

Su enfoque en relación con los impuestos propone que los contribuyentes y las corporaciones con mayores ingresos batallarán con una presión extra. La idea de disminuir las deducciones de las personas adineradas e incrementar la tasa de impuestos corporativos al 25% tiene la meta de acrecentar las finanzas del gobierno, pero incluso afectaría la rentabilidad de las compañías, pues, además, habría una reestructuración de las estrategias fiscales para aligerar el choque de impuestos más altos.

Aunque el incremento de impuestos puede volverse un obstáculo para las compañías, el propósito de utilizar estos ingresos para invertir en programas sociales y proyectos de infraestructura podría crear beneficios colaterales a largo plazo. Así como mejorar los servicios de cuidado infantil y el acceso a la educación que promueve Harris.

Relaciones internacionales y políticas comerciales

Para el ámbito comercial, se espera que la administración de Harris fortalezca las alianzas internacionales, la apertura a nuevos acuerdos comerciales con Asia y Europa puede brindar oportunidades a las compañías que quieran expandirse a mercados internacionales, aunque aumentaría la competencia para el mercado local.

El vínculo con China puede sentirse tenso con las políticas que abarcan aranceles y dificultades para la exportación de tecnología. Las empresas de manufactura y tecnológicas tendrían que estar al pendiente de los cambios en estas

regulaciones comerciales que afectarían su producción y distribución, ya que la seguridad nacional y la protección de la propiedad intelectual podrían perjudicar la manera en que trabajan.

Una administración con matices

Un gobierno de Kamala Harris posiblemente continuaría con varios de los objetivos de la administración de Biden. Con los antecedentes que tiene en protección y justicia del consumidor, es posible que se encamine a regular estrictamente a los sectores energéticos, financieros y tecnológicos. Los empresarios deben anticiparse a cambios en las normas y amoldar sus estrategias para amortiguar al mínimo los riesgos y aprovechar cada oportunidad que surja en un ambiente más regulado. Deben prepararse para el escenario en que las políticas públicas favorezcan la protección del consumidor y la equidad, y quizá enfrentarse a altos costos de cumplimiento. Los diferentes sectores deberán adaptarse a nuevas regulaciones y ver la forma de seguir en la competencia.

EL EFECTO HARRIS: REPERCUSIONES INTERNACIONALES

¿CÓMO IMPACTARÍA LA PRESIDENCIA DE KAMALA HARRIS EN LAS RELACIONES MUNDIALES?

La política exterior de Kamala Harris, aunque alineada en varios aspectos con la de Joe Biden, presenta ciertos matices que podrían parecer menores, pero pesan tanto que en realidad podrían alterar la perspectiva de Estados Unidos a nivel internacional. El presidente Joe Biden tiende a ver las relaciones internacionales a través del prisma del “excepcionalismo estadounidense” y la vieja lucha entre democracias y autocracias, mientras que Harris adopta una postura más pragmática. Ella valora el Estado de Derecho y las normas internacionales, algo que podría aminorar la confrontación con países reconocidos históricamente por su falta de democracia y llevar a una búsqueda de más compromisos y mayor cooperación, sobre todo en regiones como Asia, donde ella ya ha impulsado alianzas estratégicas.

De llegar Harris a la presidencia de los Estados Unidos, la política internacional y las relaciones de Estados Unidos con países como China, por ejemplo, probablemente cambiarían. Se prevé, además, un fortalecimiento de la alianza con Europa y muy probablemente cambiaría el futuro de la OTAN, ya que Harris apuesta por la diplomacia, el combate al cambio climático y la colaboración entre naciones.

China: prioridad a la competencia y la cooperación

La postura de Kamala Harris frente a China es firme respecto a temas como el comercio, los derechos humanos y la seguridad que resultan cruciales en las relaciones bilaterales. Esta perspectiva se hereda de la administración de Biden, la cual enfatiza la necesidad de “responsabilizar” a China de prácticas comerciales injustas y de tener un historial de violaciones a los derechos humanos, particularmente en Xinjiang y Hong Kong. No obstante, Harris ha

señalado que Estados Unidos debe buscar áreas de cooperación con el país asiático, especialmente en problemáticas de interés mundial como el cambio climático y la salud pública global, lo cual evidentemente contrasta con ciertas políticas agresivas que podrían tensar las relaciones comerciales y de seguridad entre las naciones.

Se esperaría que una posible administración suya continuara la estrategia de “competencia estratégica”, en búsqueda de equilibrar la relación con China entre el sentido de enfrentar a la nación oriental en temas económicos y tecnológicos y mantener al mismo tiempo las puertas abiertas al diálogo y la cooperación en temas de interés común. Las repercusiones de la toma de decisiones entre ambas potencias serían para todo el orbe, dado que la relación entre las dos mayores economías influye directamente en los mercados financieros, el comercio y la estabilidad política mundial.

Aunque en su discurso más reciente del 1° de octubre Xi Jinping no hizo menciones explícitas a Kamala Harris o su posible presidencia, sí arrojó luz sobre las expectativas de China respecto a su relación con Estados Unidos. Xi reafirmó el compromiso de su país con su propio modelo de desarrollo, destacó los logros internos bajo su liderazgo y rechazó cualquier interferencia externa, haciendo evidente su fortaleza y seguridad ante las críticas de Estados Unidos en temas de derechos humanos y comercio.

Si Harris llega a la presidencia, sus decisiones con respecto a China probablemente irán por una “tercera vía” entre la confrontación y la cooperación, pues la candidata ha expresado en varias ocasiones la importancia de mantener abiertos los canales de comunicación con aquel país, lo que podría facilitar las negociaciones

en temas vitales como el cambio climático o el comercio. Podría ser que, aunque las tensiones sigan siendo una constante en la relación entre ambas naciones, Harris intentaría hallar un equilibrio que lleve hacia la cooperación en temas de incumbencia mundial, como las emisiones de carbono y la salud pública.

Relaciones con Europa y el futuro de la OTAN

En cuanto a las relaciones con Europa, Kamala Harris se ha mostrado como una firme defensora de la OTAN y de la alianza transatlántica. Ha enfatizado la importancia de mantener fuerte el compromiso de defensa mutua, sobre todo en lo referente a la guerra en Ucrania y las crecientes amenazas de Rusia.

Sin embargo, su mandato podría inaugurar una nueva era en la relación entre Estados Unidos y Europa, ya que su figura representa un cambio generacional en la política exterior

Harris ha apoyado la lucha de la administración Biden por aumentar la asistencia militar a Ucrania y por fortalecer la infraestructura defensiva de los aliados europeos.

42\ MUNDO EJECUTIVO MIAMI

estadounidense, menos centrada en Europa y más abierta a construir relaciones estratégicas con Asia y América Latina. Podría ser que EE. UU. continuara siendo un pilar dentro de la OTAN, pero que los europeos tuvieran que asumir una mayor responsabilidad en su propia seguridad, pues, aunque su capacidad militar sigue siendo dependiente del país norteamericano, bajo Harris, se espera que haya un mayor impulso para que los países europeos inviertan más en defensa y se vuelvan más autónomos.

Cambio climático: un pilar de su política exterior

Kamala Harris ha sido defensora de la lucha contra el cambio climático y ha hecho del medioambiente una prioridad en su agenda política. Durante su mandato como vicepresidenta, fue fundamental su figura en la promoción de la Ley de Reducción de la Inflación que implicó la mayor inversión en energía limpia y tecnologías

verdes en la historia de Estados Unidos. Harris ha dejado claro que continuará impulsando estos esfuerzos si llega a la presidencia, no solo dentro de su país, sino también como parte de una política exterior más extensa.

Respecto a las relaciones con otras naciones y el resto del mundo, Harris se ha comprometido a fortalecer los acuerdos multilaterales, como el Acuerdo de París, y a trabajar con las principales economías del orbe para reducir las emisiones de carbono. Esto implicaría, además de una cooperación más estrecha con Europa, la cual comparte objetivos similares en cuanto al cambio climático, el establecimiento de nuevas alianzas con países en desarrollo en Asia y América Latina, con el fin de apoyarlos en su transición hacia modelos económicos sustentables y sostenibles. La importancia de esta política es clara: Harris busca posicionar a Estados Unidos como un líder internacional en la lucha contra el cambio climático, creando

al mismo tiempo oportunidades económicas por medio de la innovación tecnológica y la inversión en energías limpias.

Retos mundiales y relaciones multilaterales

A su parecer, esto restauraría la confianza en la colaboración global, la cual se ha visto debilitada en años recientes. Otras posturas son más bien aislacionistas, pero la política exterior de Harris aboga por trabajar haciendo alianzas y sociedades dentro de organismos como las Naciones Unidas y la Organización Mundial del Comercio para abordar los problemas de interés mundial más apremiantes, desde las pandemias hasta la ciberseguridad.

Parece ser que mantener la cohesión sería uno de los obstáculos mayores en esta materia para Harris, dado el espectro mundial cada vez más dividido por el crecimiento de potencias autoritarias como Rusia y China. La candidata Mundo Ejecutivo

En un plano aún más amplio, Harris ha insistido mucho en la urgencia de fortalecer el multilateralismo y las instituciones internacionales.

ELECCIONES EE.UU. 2024 / 43

ha sido clara en su intención de promover los valores democráticos y los derechos humanos, una postura controversial para gobiernos que buscan reducir la influencia de Occidente. Asimismo, la cooperación internacional sería esencial para gestionar amenazas como el terrorismo, las migraciones masivas y las crisis económicas globales.

Un nuevo liderazgo

Si Kamala Harris llega a la presidencia, sus propuestas y perspectivas respecto de la cooperación internacional, el cambio climático y la competencia estratégica con China definirán toda su política exterior. Su administración buscaría exponer a Estados Unidos como un líder mundial responsable, comprometido con la estabilidad, la seguridad y el desarrollo sustentable, además de que transformaría las relaciones del país norteamericano con Europa y Asia y reacomodaría las prioridades en materia del vínculo internacional del país.

En cuanto a las relaciones con Rusia y el conflicto en Ucrania, Harris y Biden coinciden en su apoyo a este último, pero sus motivaciones difieren: ella se centra en los términos legales y de soberanía, mientras que el presidente lo ve como una batalla moral entre democracia y autocracia. En otros temas trascendentales, como el conflicto entre Israel y Palestina, la postura de Harris podría ejercer más presión sobre los israelíes para que respeten el Estado de Derecho y los derechos de los palestinos, lo cual evidenciaría una divergencia con las políticas más tradicionales de Biden y los mandatarios anteriores.

VISIONES SOBRE KAMALA HARRIS

¿HACIA DÓNDE SE DIRIGIRÁ ESTADOS UNIDOS SI LLEGA A LA CASA BLANCA?

Cuando en 2020 Kamala Harris llegaba a la vicepresidencia de una de las mayores potencias políticas y económicas del mundo, pronunció una frase que la acompañó durante todo el tiempo que compartió escenario con el presidente Joe Biden: “Porque cada niña que nos esté mirando verá que este es un país de posibilidades”.

Cuatro años más tarde, la hija de migrantes se enfrenta a uno de los momentos más importantes de su carrera política y personal al desafiar a un candidato como el republicano Donald Trump por la presidencia de Estados Unidos.

Tras la renuncia de Biden por la silla presidencial, regresaron algunas de las esperanzas dentro de los seguidores del Partido Demócrata, pues significaba volver con una candidata fuerte, aunque algunos analistas consideren que su trabajo como vicepresidenta trascurrió sin grandes éxitos y sin carisma. El apoyo que recibió Harris por líderes de opinión, personalidades del arte, influencers y miembros de su partido, la llevaron a enfrentarse a Trump en un debate del que muchos medios de comunicación la dieron como vencedora.

Una encuesta de CNN, compartida luego del debate, mostraba que el 63% de los votantes registrados que observó el encuentro por la ABC, consideró que la demócrata lo había ganado, frente a un 37% que mostró su apoyo al expresidente. Pero estos datos, según los propios estrategas políticos y creadores de opinión, no son concluyentes para dar por vencedor a uno u otro candidato.

La victoria dependerá de otros factores como los resultados en los estados péndulo, que se conocen por contar con una población electoral dividida de forma equitativa y que representan puntos porcentuales que ayudan a definir al candidato. Cada cuatrienio, Arizona, Nevada, Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia deciden al nuevo presidente, por ello, las propuestas de políticas de ambos candidatos en estas regiones son de medular importancia.

En medio de este contexto, algunos auguran un futuro prometedor por los próximos cuatro años, independientemente de si la nación norteña se pinta de rojo o azul. ¿Cuáles serían las consecuencias económicas, sociales y de

relaciones exteriores con el triunfo demócrata?

¿Cuánto cambiará el país en caso de que la primera mujer afroamericana en presentarse a las elecciones presidenciales de Estados Unidos tome el poder?

El reconocido historiador Allan Lichtman, también nombrado como el “Nostradamus de las elecciones estadounidenses”, por cuatro décadas ha acertado en el resultado de casi todas las votaciones presidenciales. Esto lo hace gracias a un sistema único de predicción compuesto por trece puntos denominado “Las llaves de la Casa Blanca”, y para los comicios de noviembre entre Harris y Trump ya reveló su presagio.

En una entrevista ofrecida al New York Post explicó que a través de las “claves” puede decretar un vencedor. El partido de Kamala, en su criterio, tiene seis puntos importantes: las elecciones primarias, la economía a corto y a largo plazo, la ausencia de escándalos, la falta de carisma del retador y el cambio de políticas. Sin embargo, el historiador explica que la victoria dependerá de otros puntos clave: el malestar social y un posible fracaso o éxito

militar/extranjero. A pesar de ello, Lichtman, que predijo la victoria de Donald en 2016 y de Joe en 2020, afirmó que “muchas cosas tendrían que salir mal para que Harris pierda”.

La economía en el Estados Unidos de Kamala Harris

El medio de comunicación español especializado en economía, empresas, finanzas, bolsa y mercados, elEconomista.es, analizaba cómo se podría comportar la economía en caso de que el partido demócrata ganara las elecciones. Según la observación, “la victoria de Trump favorecería al dólar y a las rentabilidades en el corto plazo, mientras que un triunfo demócrata daría aumento a los activos de riesgo, es decir, aquellos activos cuyo retorno no es garantizado

y su valor puede fluctuar significativamente como resultado de cambios en el mercado o de eventos globales.

Para Steven Bell, economista jefe de Columbia Threadneedle Investments, “una victoria de Harris representaría menos incertidumbre y una menor volatilidad en los mercados financieros”, pues “es defensora de más ayudas fiscales y de menores desgravaciones”. Mientras que David Page, de AXA Investment Managers, declara que “las políticas de Trump se centran en los recortes de impuestos, duro control migratorio, desregulación y tensión geopolítica”, y que ello se aleja del crecimiento económico, pero “la agenda republicana impulsaría al dólar y las rentabilidades en el corto plazo”. Es decir, que “el resultado sería ambiguo para los activos de mayor riesgo”.

Si bien Kamala Harris ha dejado ver solo algunas pinceladas de cómo gestionará la economía, algunos analistas han señalado las posibles vías que puede tomar, teniendo en cuenta

que, durante su tiempo como fiscal general, mantuvo una postura “dura” con los bancos y las petroleras, y se ha posicionado en contra de la imposición de aranceles generalizados.

Las alianzas y los conflictos

Aunque el resultado electoral afecta directamente a los ciudadanos estadounidenses, un aspecto importante por mencionar es cómo se comportarán las relaciones exteriores y cuál sería la posición del gobierno norteamericano ante los conflictos bélicos.

En agosto de este año, durante la Convención Nacional Demócrata celebrada en Chicago, se manifestó que, en caso de una victoria, se apoyaría a Ucrania en su conflicto armado con Rusia, mientras que se esperaba “fortalecer la OTAN”. Con respecto a las relaciones con Venezuela, si bien Harris no ha abordado a profundidad las posibles líneas de acción política con el país, sí envió una misiva a María Corina Machado y Edmundo González donde se comprometía

a “apoyar una entrega de poder respetuosa y pacífica tras los controvertidos resultados electorales”.

Sin embargo, uno de los aspectos que ha generado expectativas es el del conflicto económico que mantiene el gobierno estadounidense con China, considerada como la segunda potencia económica global. Aunque en la campaña se ha preocupado más por temas que afectan a la comunidad norteamericana propiamente, sí ha manifestado que continuará con la política de su antecesor Joe Biden, y ha declarado que “se asegurará de que Estados Unidos, no China, gane la competencia por el siglo XXI”.

El compromiso con sus votantes

Indudablemente, una victoria de Kamala en los comicios de noviembre tendrá un impacto mayor en la sociedad estadounidense, especialmente en sus votantes, quienes han visto en ella una

forma de tener representatividad y de hacer cumplir los derechos básicos de las mujeres y las niñas, y las promesas de mejoría en algunos sectores como el de la vivienda, que afecta a la clase media.

En este sentido, uno de los programas que más resultados debe tener es el de “economía de oportunidad”, que según sus propias declaraciones trata de “bajar los costos de la vivienda, incluyendo una asistencia de un pago de 25 mil dólares”, con lo que espera que “los ciudadanos puedan comprar un hogar, buscar una educación o iniciar un pequeño negocio”. Por otro lado, durante su campaña ha criticado la posición de su contrincante con respecto al aborto, y ha defendido el derecho reproductivo de las mujeres. Además de que ha declarado que será un tema esencial durante su mandato en caso de resultar vencedora, haciendo clara referencia a la anulación Roe vs. Wade, acción por la que a mujeres y niñas de la nación se

les ha negado el derecho de decidir sobre su cuerpo, incluso en casos de violación o incesto.

Conjuntamente, el profesor asociado de Política Pública y Administración en la Universidad Estatal de Pensilvania, en Harrisburg, Dan Mallinson, manifestó que Harris debe continuar programas relacionados con la ampliación del permiso parental y de las políticas de redes de seguridad social como Medicare y Medicaid.

El futuro

Por ahora solo resta esperar a la jornada de elecciones para conocer si las predicciones de los analistas políticos y económicos han sido certeras. En caso de que Kamala Harris ocupe la silla presidencial, que constituirá un hecho trascendental en la historia de Estados Unidos, deben mantenerse las políticas progresistas de reforma migratoria y de equidad económica de Biden, pero más renovadas y adaptadas a las necesidades de las minorías y los votantes del Partido Demócrata.

Además, podría priorizar la recuperación económica postpandemia, prestando atención a la clase trabajadora y las pequeñas empresas.

50\ MUNDO EJECUTIVO MIAMI

De lo que sí estamos seguros es que la presidencia de Kamala Harris sería decisiva en la configuración del futuro político, social y económico de Estados Unidos en los próximos años.

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.