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Marketing disruptivo…

ERICKA SIGÜENZA*

Desarrollar campañas de mercadotecnia efectivas que generen un posicionamiento innovador y creativo, contempla casi siempre la implementación de estrategias de marketing disruptivo, esto con la finalidad de obtener diferenciación y relevancia contra la competencia.

Lo positivo de lo disruptivo es que nos permite crear algo irrepetible y que si otra marca lo intenta copiar y presentar como ‘único’, lo más probable es que sea desenmascarada por los consumidores, quienes, por supuesto, siempre van a elegir a los que tuvieron la idea original. Además de curiosidad, al innovar o disruptir, las marcas impulsan las búsquedas y las ventas.

Para lograr el resultado que queremos de la campaña, es necesario tener claro el concepto de disrupción que se quiere, ya que de lo contrario, puede generar controversia negativa y salirse de control. Las preguntas obligadas que debemos hacernos son: ¿qué tanto se vale hacer para distinguirnos?; ¿cómo tenemos impacto positivo si sólo le hablamos a un tipo de audiencia?; y quizá la más importante, ¿cómo aseguramos nuestra ética y responsabilidad para no ser oportunistas.

Y es que algunos dicen que ‘no hay mala publicidad’ pero créanme, por supuesto que la hay, y esta puede involucrarnos en escándalos, desprestigio, pérdidas económicas y hasta perder la confianza de nuestros consumidores (que tanto trabajo nos ha costado). Si bien, salir de la zona cómoda es clave y necesaria, es importante no hacerlo si ésta genera incomodidad en algunas audiencias.

Debemos cuidar cómo se comunica el mensaje, sobre todo cuando se trata de temas cruciales a nivel mundial, como la lucha feminista, combatir la trata de personas, el fin de la sexualización de la niñez, entre muchos más.

Balenciaga por ejemplo, ha utilizado la disrupción de forma recurrente. El problema de vivir de los escándalos, es que el que sigue tiene que ser mayor que el anterior para llamar la atención, hasta que se pierde el control, como lo hizo con su campaña que muestra imágenes imprudentes y lamentables. Si a esto le sumamos que no brindó una respuesta adecuada a los medios, mucho menos el accountability de su responsabilidad, crearon una crisis en falta de credibilidad de marca y en su equipo de colaboradores y accionistas.

Actualmente lo primero que se pide a las marcas es un punto de vista, compromiso y coherencia con lo que dicen y hacen. Lo segundo que se exige es originalidad. Además, las personas se mantienen al día con la información referente a las marcas que consumen. Conocen sus valores, ética y filosofía.

Para tener campañas disruptivas exitosas, recomendamos los siguientes puntos:

• Definir y conocer perfectamente el perfil base del público objetivo al que te quieres dirigir.

• Una vez definido el perfil o perfiles, crear un mensaje novedoso, memorable y atractivo.

• Definir el canal en el que saldrá la campaña.

• Construir a través del tiempo los temas que más reflejen el propósito de la marca y no solamente comunicarlo, sino también accionar soluciones y/o formas de colaboración.

• Una vez elegido el camino disruptivo de campaña, es imprescindible hacer una investigación para saber si alguna otra marca ha hecho algo igual o parecido.

• Realizar la prueba del algodón tocando base con las audiencias a las que vamos a impactar con el mensaje, para asegurar que el contenido de la campaña tenga el efecto esperado.

Cada vez que tengamos la responsabilidad de generar una campaña disruptiva hay que cuestionarnos primero, ¿cómo dentro de lo que yo represento puedo innovar y disruptir? Y siempre preguntarse también ¿Disruptir sí, pero a qué costo?

Me mueve profundamente el dolor y la esperanza de las familias que perdieron a algún ser querido a causa de la violencia y que aún no han tenido acceso a la justicia”