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ESPACIO RESERVADO AMPPI
El 1º de enero del 2023, entró en funciones el nuevo Consejo Directivo de la Asociación Mexicana para la protección de la Propiedad Intelectual (AMPPI), órgano que se ha convertido en una de las asociaciones gremiales de mayor tradición en México y de la que tengo el honor de presidir en el bienio 2023-2024.

Al preparar este artículo para nuestra asociación hermana ASIPI, reviví las invitaciones que recibí por parte de mis mentores, el Lic. Sergio Olivares Rodriguez, el Lic. César Ramos y Sergio Olivares Lobato para unirme a AMPPI hace ya varios años, quienes me insistieron en la relevancia de aprender a convivir y relacionarme con mis pares y colegas en el seno y al amparo de la asociación y como despacho especialista en la materia, me decían: “debemos apoyar a la AMPPI”. En este entonces, yo no entendía el porqué, sin embargo, en mi militancia AMPPISTA, no tardé mucho en constatar un entorno virtuoso derivado de la interacción entre colegas, competidores y autoridades.
Desde mis inicios en la asociación he atestiguado como la AMPPI ha sido facilitadora, mediadora y promotora de la relación entre sus afiliadas y afiliados, así como entre nosotros y las diversas autoridades.
La asociación es un espacio de estudio y reflexión intelectual para alcanzar un mejor entendimiento y defensa de los derechos de autor, de patentes, marcas y otras figuras y derechos afines.
Al mismo tiempo, nuestra actividad como especialistas en la materia de la propiedad intelectual, nos permite y obliga a difundir los beneficios que generan la creación y el desarrollo industrial, comercial, tecnológico y artístico.
Estamos conscientes que los retos en la materia no son menores, actualmente en México tenemos nuevos desafíos procesales, que si bien es cierto son bienvenidos, también lo es que son retadores, como la posibilidad de reclamar daños y perjuicios derivados de la violación de derechos de propiedad industrial, directamente ante los tribunales, lo cual nos vinculará aún más con autoridades diversas a las tradicionales en temas de propiedad intelectual.
La batalla a la que nos enfrentamos no es sólo legal, sino cultural, pues ocho de cada diez mexicanas y mexicanos consumen productos apócrifos.
Adicionalmente, las figuras de la propiedad intelectual por su naturaleza siempre son cambiantes, dinámicas y deben transformarse a la velocidad que lo hace la veloz carrera tecnológica ahora, en ámbitos como el metaverso y la inteligencia artificial.
El Plan de Trabajo que hemos elaborado desde el Consejo Directivo, se puede estructurar en los siguientes cuatro puntos:
1. Mejorar la comunicación de la asociación, en lo interno y hacia el exterior.
2. Difundir y encausar una cultura de la propiedad intelectual.
3. Procurar el mejoramiento del ecosistema legal y regulatorio de la propiedad intelectual y materias relacionadas.
4. Promover a nuestro gremio y proteger a los titulares de derechos frente a la improvisación, falta de profesionalismo y los fraudes.
Para cumplir con el primer punto de la comunicación, se ha trabajado y se continuará en la mejora de la difusión interna y la transparencia en las actividades de todo el Consejo.
En el mismo rubro, tendiente a difundir una cultura de propiedad intelectual, se está trabajando de la mano de profesionales de la comunicación digital, para que nos recomienden la forma, modo y canales para dar a conocer nuestros mensajes al exterior, dirigidos al público sofisticado, sin descuidar al usuario final del sistema que bien puede ser un pequeño comerciante, inventor o desarrollador o el consumidor de productos y servicios, considerando también a estudiantes, jóvenes, a niñas y niños.
Hablando de los jóvenes y estudiantes, consideramos que son sectores fundamentales. Por ello, en breve propondremos la creación de un comité de juventud, pues estamos convencidos que el futuro de la asociación y de la materia está precisamente en ellos.
En lo relativo al ecosistema de Propiedad Intelectual, la debilidad del Estado de Derecho y la ausencia de la certidumbre jurídica son factores negativos e inaceptables para nuestra asociación.
En ese sentido, se vuelve imprescindible que seamos agentes de cambio en nuestra sociedad y promotores de una cultura de respeto a la ley.
Por ello, empezaremos desde casa, retomaremos y culminaremos el Código de ética interno, que guíe nuestro actuar en consonancia con los más altos estándares.
Queremos incidir positivamente en la normatividad, a partir de la experiencia que acumulamos, de la práctica profesional y del estudio constante de las normas y mejores prácticas internacionales.
Por otro lado, queremos vigorizar nuestra presencia internacional, por ello agradecemos y nos honra la invitación que nos hiciera el presidente de ASIPI, Enrique Díaz, y a su Consejo para publicar este artículo.
Respecto al cuarto punto, la promoción del gremio, buscaremos alianzas y la colegiación de nuestros asociados.
Estamos trabajando en la implementación del uso de nuestra marca de certificación, que distinguirá a los practicantes de propiedad intelectual con las capacidades técnicas, profesionalismo, ética y experiencia para representar a los titulares de derechos. Lo anterior, no para excluir a nadie que quiera dedicarse a nuestra materia que tanto queremos, sino para evitar el engaño, fraudes y representación indebida a titulares de derechos.
Presidir la asociación de propiedad intelectual más grande de México, AMPPI, es un honor y uno de mis más grandes anhelos profesionales. Pero este sentimiento de emoción no está separado de un gran sentido de responsabilidad.
Agradezco a los AMPPISTAS, la confianza que expresaron hacia mí y hacia el Consejo Directivo y el Consejo Ampliado que me acompañarán en este proyecto.
Nuestra asociación reúne diversos intereses individuales, pero nos unen objetivos comunes.
En AMPPI no hay, ni deben existir enemigos internos, sino esfuerzos conjuntos para combatir al hampa apócrifo, el fraude y reprimir la competencia desleal.
En el Consejo Directivo de AMPPI, asumimos el reto que se nos ha encomendado y confiamos que la dirección a la que apuntamos es la adecuada. Pero eso no nos impedirá mantener el diálogo abierto y el oído atento, para ajustar el rumbo cuando sea necesario.
Nuestro compromiso es claro, trabajaremos con las mejores intenciones y bajo el amparo de los estatutos, para afianzar, defender y garantizar el interés general de nuestra Asociación.
José Alejandro Luna F.