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Con Sabor A Navidad
from MEZA_VILLAR_SABORES
CON SABOR A NAVIDAD En las fiestas navideñas es tradición comer pavo al horno, pero no es lo único que se consume. A continuación, veamos qué comen estas familias.
Mantel blanco, individuales rojos y servilletas verdes decoran la mesa de Octavia Girón. Ella, su esposo Erwin Pastor y sus dos hijas siempre cenan en Navidad pavo relleno al horno acompañado de ensalada rusa, lechuga y arroz. Octavia Girón se encarga de macerar el pavo con salsa criolla y llevarlo al horno de la panadería que está a la vuelta de su casa. Lo recoge entre siete y ocho de la noche, después de ir a misa. Las agujas del reloj marcan la medianoche cuando están en la mitad de la cena, hacen una pausa para brindar con champagne y retoman a terminar su plato. Luego del intercambio de regalos, comen su porción de panetón con chocolate caliente. Sus dos hijas suelen untar al panetón mermelada y mantequilla.
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¿Y el pavo? La familia Centeno Calderón decidió que este año no iban a preparar pavo en esta navidad. El horno se malogró hace un mes y no confiaron en que el técnico lo repare a tiempo. Entonces, para no arriesgarse comprando un pavo, decidieron que este año le iba a tocar a la parrilla ser la protagonista de las fiestas. Chorizo, hamburguesas, carnes y pollo compraron para disfrutar el medio día del 25 de diciembre. Porque ellos no cenan el 24, en nochebuena ellos toman chocolate y comen panetón. El 25 es el día central para la comida y los regalos en esta familia. Este año, después de abrir los regalos, no se dirigirán a la cocina a prender el horno. Van a ir al patio a prender el carbon y esperar la lenta cocción de sus carnes.

El tradicional pavo relleno al horno junto a las ensaladas rusa y criolla nunca faltan en la mesa de Angie Martinez cuando celebra Navidad. Junto a sus padres suelen cenar a las nueve de la noche. Mientras esperan la medianoche degustan enrollado de hot dog y gelatina. Llegan las doce y después del brindis acompañan su copa de champagne con una porción de torta rellena de chocolate. Si bien la mayoría de familias suelen comer panetón con chocolate caliente, ella y sus padres prefieren evitarlos. Y es que las noches de diciembre suelen ser calurosas como para tomar chocolate caliente, al menos esa es la idea de Angie Martinez. Además, a los tres les desagrada las frutas que acompañan el panetón.

Franco Santillán no recuerda haber comido pavo alguna vez para navidad. Su familia nunca ha sabido usar el horno e ir a pagar a una panadería para cocinar el pavo nunca les pareció una gran idea. Ellos para la nochebuena compran pollo a la brasa y se ahorran las horas de trabajo que requiere el pollo. Los regalos los intercambian después de cenar, a las 12, y se juntan en la ventana para ver los fuegos artificiales. Sin embargo, lo último ha cambiado desde el 2018. En ese año adoptaron a Arnold, el perro familiar, que no le teme a los fuegos, pero por precausión, deciden cerrar todo y que el ruido se reduzca lo máximo posible, para después no tener que lamentar nada.

La comida y los regalos son fundamentales en las cenas navideñas de cada familia en todo el mundo. Además, estas dos cosas las vemos por todos lados para estas fechas: comerciales de TV, afiches en la calle y en las publicidades de los diarios. El Perú no es la excepción.
Sin embargo, no hay que olvidar, y sobre todo en este año de pandemia que tantas tantas pérdidas nos deja, que la familia es lo más importante que cada uno de nosotros puede tener, no solo en estas fiestas, sino a lo largo de nuestras vidas.
Las hay de distintos tamaños y estructuras, completas o incompletas, pero el sentimiento de amor, cariño y protección hacia el otro no cambia. A la media noche de Navidad o de año nuevo, cuando todos levantemos nuestras copas para brindar con los que queremos, no hay que olvidarnos de quienes ya no están y de los que nos han cuidado todo este año.
Pidamos y deseemos lo mejor para nuestras familias, para nuestros amigos y para el mundo, que hoy tanto lo necesita.