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HINSON

esos temas rebuscados y lascivos que llenaban páginas. Era una buena historia: un chico de Texas que toca canciones tristes y tiene problemas con la ley y la vida. Vale, lo entiendo. Y, mira, funcionó: a cualquier escala se hablaba de esas cosas. Es cierto que había pasado por todo eso, pero era un agujero negro que me absorbía. Mi mentalidad era: ‘Si la gente lo piensa, bueno, pues a la mierda ¡apóyate en eso! Sé el forastero, sé el triste paleto tejano con una pila de males a la izquierda y una pila de canciones a la derecha’. Sirvió para un propósito, pero me veo obligado a filosofar acerca de cuál fue el costo de todo aquello”.

“I LIE TO YOU” se grabó en Italia, pandemia de por medio, a la que el músico se refiere una y otra vez como “La plaga”. “Grabamos cinco días en Calitri justo antes de que la plaga golpeara nuestro mundo. Me fui a Texas y estuve en trabajos por días en una pizzería y un videoclub, mientras que Asso, el productor, estaba en Italia y nos pasábamos ideas. En total, el álbum tardó más de tres años en completarse y es, con mucho, el periodo de tiempo más largo que he empleado en un disco. Yo necesitaba una plaga: antes de que apareciera me sentía perdido, no disfrutaba de escribir o tocar música; no disfrutaba de vivir la vida.

EL APUNTE Mirando hacia adelante

PARECE QUE, DE UN MODO U OTRO y después de todo, Hinson continúa aprovechando sus composiciones para exorcizar algunos demonios, aunque al mismo tiempo parece convencido de obviar ese turbulento pasado suyo. “Me he dado cuenta de que tenía una clara obsesión con mi pasado y de que escribía desde un ‘yo’ pasado. Estaba cantando sobre ‘cosas muertas’, sobre ‘personas muertas’ y sobre viejas reliquias. Qué esfuerzo más tonto. Al querer cambiar la forma en la que escribía las canciones me encontré hundido hasta la barbilla, ahogándome debajo de esa temática pasada. Así que sentí que era hora de dejar de escribir desde esta perspectiva. ‘I Lie To You’ es el último disco de una serie que vienen de ese pasado y, en la medida que pueda, no volveré a escribir de esa forma. Cuando escribo sobre el pasado, no puedo mirar con claridad al presente y mucho menos al maldito futuro. En este disco quería eliminar todas esas cosas que en el pasado podrían haber hecho que mis discos resultasen difíciles de escuchar”. R J

Estaba a punto de jubilarme, colgar mi guitarra y pasar a otras empresas”. Lo que es obvio es que, después de veinte años de carrera, Micah P. Hinson continúa firmando composiciones inquietantes y capaces de conmover, además de plenamente reconocibles. “Tiene que ver con todos los movimientos que he hecho en mi vida. Se podría argumentar que algunos fueron en vano o caóticos, pero es interesante considerar la idea de que cada paso caótico me estaba poniendo a prueba dentro de una vida que realmente servía (y sirve) a un propósito único. Diría que el disco que mejor me representa es ‘The Pioneer Saboteurs’ (Full Time Hobby, 10). Fui muy lejos con el sonido, llenando cada espacio con algo. Quería que los elementos se moldearan y alteraran dentro de las canciones y cubre un espacio más amplio que cualquiera de mis otros trabajos. Es ruidoso. Es tranquilo. Fue la mejor representación de mí mismo”. Lo cierto es que el entrevistado ha tenido una vida compleja y de lo más agitada, por lo que suele considerársele eso que, tirando de tópico, se llama un artista maldito. “El dicho es ‘Si camina como un pato, es un pato’. Y caí en ese concepto. Me siento extraño al ser considerado ‘maldito’ y eso no me ayudó en esta vida. Debo responsabilizarme del hecho de haber ayudado a que esa idea avanzase. Todavía hoy me parece una manera de pensar agotadora que maldigo... esas cosas que la gente escribe y dice sobre mí. Al final, no soy un pato y no camino como un pato”. En marzo volverá a pisar los escenarios españoles, esos que siempre le han acogido con cariño. “Seremos una máquina bien engrasada. Han pasado bastantes años desde que hice una gira ‘como es debido’ y justo a ahí pertenece una parte de mí: a la carretera y a los escenarios pequeños en los que toco para la gente”. R.J.

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