1 minute read

Iván Ferreiro

RESPIRAR, VIVIR y crear sin que nos demos cuenta. Trincheras pop que contienen y confluyen con otras infinitas trincheras, convirtiendo el ruido en arte, emociones compartidas y libertad. Casi siete años después de su anterior álbum íntegramente de canciones propias, “Casa” (16), nos llega “Trinchera pop”, un disco sin prisas, una obra a fuego lento, donde el dejarse llevar por lo días y disfrutar de cada momento han sido clave en su gestación. “A estas alturas de mi vida me doy cuenta de que mi proceso creativo no tiene que parecerse al que hacía cuando tenía veintitrés, veinticuatro o treinta años… Mi proceso creativo tiene más que ver con ir tirando y viviendo la vida, que con un empeño de escribir algo. Entonces lo he llevado todo muy tranquilo. Con la pandemia todo se paró y yo estaba dedicado a plantar pimientos, a plantar lechugas… y entonces eso... Me levantaba, regaba un poquito, luego iba al ordenador y mandaba algún mail, luego me sentaba en el estudio a grabar algo… De alguna forma, lo que hice fue pensar mucho, muchas cosas y luego, a la hora de grabar y tocar, pues ser mucho más instintivo. Y solo disfrutar, tratar de disfrutar todo el tiempo, que no siempre se consigue”.

“TRINCHERA POP” comienza a girar y a los pocos minutos ya sentimos que las canciones desprenden una frescura diferente a todo lo anterior. Tanto en lo sonoro, con más texturas electrónicas, efectos, atmósferas y coros, como en el contenido, con unas letras más “poéticamente filosóficas” y menos aparentemente románticas. “Aunque todo podamos llevarlo un poco a lo romántico, nosotros no pensamos en este disco para nada en las cosas románticas, sino que estábamos pensando más en filosofía de la creatividad. Nos interesaba mucho eso. Las conversaciones sobre el proceso creativo eran lo que más nos divertían, y en el fondo también nos dimos cuenta de que queríamos hacer un disco que hablara sobre el proceso creativo. Lo que ocurre es que en realidad, el proceso creativo contiene política, amor, amistad, dolor… contiene todo. Yo no quería que sonara como ‘Casa’ (16), no quería que los textos se parecieran tampoco a los textos de ‘Casa’; me apetecía que el oyente