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Durante el conflicto
Imágenes de la dura vida cotidiana de los guerrilleros durante el conflicto armado

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Bandos y desarrollo
La Guerra Civil de El Salvador es considerada uno de los conflictos de enfrentamiento ideológico, político y militar entre la Unión Soviética y los Estados Unidos (y sus respectivos aliados), conocida como la Guerra Fría. Ambas partes del conflicto en El Salvador están afectadas por el conflicto global. El gobierno de El Salvador ha mantenido una fuerte alianza con los Estados Unidos desde mediados del siglo XX. Incluso antes de la guerra de El Salvador, los oficiales de las FAES fueron entrenados en centros militares estadounidenses como la Academia de las Américas, con el apoyo de las administraciones de Jimmy Carter, Ronald Reagan y George H.W. Bush.

Por otro lado, algunos de los movimientos de izquierda que integran el FMLN, en particular el Partido Comunista de El Salvador, mantuvieron relaciones de cooperación con la Unión Soviética, los países del bloque socialista de Europa del Este, Cuba y Nicaragua, a pesar de sus participación ideológica en el conflicto, sólo Nicaragua apoyó al FMLN hasta que recién se les suministró armas en 1982.
El Salvador, aunque víctima de la Guerra Fría, está respaldado oficialmente por solo uno de sus contendientes en la guerra civil.
A medida que se desarrollaba el conflicto, la guerrilla recibió apoyo indirecto de Cuba y, tras el derrocamiento de la dictadura somocista de Anastasio Somoza de Belle por los marxistas el 19 de julio de 1979, obtuvo el pleno apoyo y apoyo armado del régimen sandinista en Nicaragua. Partidarios del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). El Ejército Popular Sandinista (EPS) del país apoyó al FML con el envío de armamento de fabricación soviética como el fusil de asalto AK-47 y la ametralladora ligera RPK, ambos de 7,62 x 39 mm; la ametralladora PKM 7,62 x 54 R y el RPG-7 anti Los lanzacohetes de tanques se extienden a ambos lados de la Bahía de Fonseca, pero Nicaragua retiró la ayuda en 1982 después de que Estados Unidos acusara a las Naciones Unidas de respaldar a Nicaragua.
Por parte del gobierno, se movilizaron las fuerzas armadas y de seguridad (Guardia Nacional, Policía Nacional y Policía de Hacienda) para combatir la insurgencia. El Batallón de Infantería de Respuesta Inmediata (BIRI) se formó con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos, y entre estas unidades de élite se le conocía tristemente como el Batallón Atlácatl.