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San Antonio Bendito

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Tus vecinos

Tus vecinos

San Antonio bendito, ruega por nosotros en este tiempo especial de Gloria del Señor

En el tiempo de Pascua, cuando de modo especial se derrama la Gloria del Señor, la acción del Espíritu Santo es muy poderosa y quiere llenarnos de vida y de gracia, es decir, de don y presencia de Dios en nuestros corazones.

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El Espíritu Santo ilumina, purifica e impulsa a hacer “desprendimientos” de todo aquello que obstaculiza nuestra respuesta a la voluntad de Dios, mientras nos va llenando de presencia de Dios y enciende nuestra mente y corazón en el deseo de la verdad y el amor divinos, transformando así nuestras palabras en un canto de gloria a Dios y nuestras acciones en hermosas obras que traslucen su bondad y belleza.

Dios se abaja tanto en su misericordia hacia nosotros que, en palabras de San Antonio de Padua, acabará siendo la sabiduría balbuciente, el poder frágil, la majestad abajada o el rico hecho pobrecillo, mostrándonos la caridad cuando fue del Padre eterno a la Madre Inmaculada y recorriendo a su vez el camino de la humildad cuando, desde la Madre, fue al mundo para manifestarnos y darnos todos los tesoros y virtudes de su Sagrado Corazón.

San Antonio de Padua sabría, bajo el impulso del Espíritu Santo, desprenderse de las glorias y ataduras del mundo para dar gloria a Dios contemplando y predicando la Palabra divina y viviendo en pobreza, humildad y obediencia, desarrollando así una intercesión tan poderosa, que son múltiples los milagros concedidos por Dios mediante su encomienda cuando acudimos a él.

San Antonio llegará así a decir en uno de sus sermones: “La suavidad de la vida contemplativa es más preciosa que todas las actividades… El hombre espiritual, alejándose de la solicitud de las cosas terrestres y entrando en el secreto de su conciencia, cierra la puerta a los cinco sentidos y reposa absorto en la divina contemplación, en la que gusta la quietud de la suprema dulzura. Las delicias del Espíritu, cuando son gustadas…acrecen cada vez más el deseo de gozarlas y amarlas”.

Según San Antonio, el Espíritu Santo hace rejuvenecer el alma y te llena así del poder de Dios, de modo que al pedir la intercesión y ayuda de los santos como San Antonio, eres capaz de ver cómo el Señor hace cosas increíbles mediante tus súplicas confiadas: “muerte y error desterrados, miseria y demonio huidos, leprosos y enfermos sanos. El mar sosiega su ira, redímense encarcelados, miembros y bienes perdidos recobran mozos y ancianos. El peligro se retira, los pobres van remediados…”

Como buen paduano, persevera en la fe, invoca la acción de Dios a través del Espíritu Santo, responde generosidad a los dones que te son dados por el mismo Señor y atrévete a confiar y a ver que con el Señor todo es posible aunque parezca humanamente imposible. La Pascua es tiempo especial de Gloria, de milagros que manifiestan el poder de Dios y su misericordia y compasión por nosotros, haciendo Él posible lo que para nosotros es imposible. ¿Confías? ¿Quieres entregarte al Señor y hacer su voluntad para ver cosas increíbles? Acoge su Palabra, ora y ama en el apostolado y jornada que Él te presente cada día y verás cómo la grandeza de la majestad y gloria suyas van transformando tu vida y la de tus hermanos gracias a su amor y a tu perseverancia y a tus súplicas dirigidas a Él con humildad y confianza. Un abrazo y bendiciones.

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