Revista Yvyporã Nº3

El Cristo - Cochabamba / Fotografía: Jaime Alzérreca P.

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Año 1 - Nº 3 / Enero 2013

Primera Revista Turística Narrativa Vivencial de Bolivia

Contenido

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Cochabamba

a la Carta: Una Ciudad Deliciosa

Tarata Un Valle detenido en el Tiempo

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La Mariposa Azul

Nágera Nacif

Ícono alado de la Libertad

04 Pulpería La Calleja Un pedacito del corazón de América del Sur

El Imperio de la Moda en Cuero

20 Trinidad Un Exuberante y Cálido Destino

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Roxana Hartmann

Biciturismo

Una Manuela yendo hacia `Marte´

Historia a una vuelta de Pedal

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El Seis

Lomas de Arena

Generando una conciencia limpia

Un Dorado Paisaje Surreal

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Parada Sugerida

Cuzco

Gran Hotel Cochabamba

Travesía por la Ruta del Inca

Ícono Alado de la Libertad

SANTA CRUZ

LA MARIPOSA AZUL

Fotografía extraída de: http://mysofarway.blogspot.com/2012/06/mariposa-morpho-azul-se-sienta-en-una.html

Las mariposas siempre fueron mi pasión, me sorprende tanta belleza y fragilidad en un ser que vive tan pocos días. No soy bióloga ni nada parecido, por el contrario en el colegio me disgustaba por completo esa materia; y más cuando la maestra explicaba las interminables listas de familias de los insectos, mi mente se desconectaba y empezaba a divagar por cualquier lugar sin que yo lo pudiera controlar, estaba definitivamente en “off”.

Pero eso sí, cuando tocaba la explicación sobre las mariposas, era como si alguien de pronto prendiera la luz y pusiera flechas de neón en el pizarrón, me sacaba los audífonos y ahora sí la `profe´ tenía toda mi atención. Ella decía que estos insectos pertenecen al orden de los “lepidópteros”, ¡qué palabra tan extraña!, se nota que viene del griego, significa “lepis”, escama, y “pteron”, ala; es decir “alas con escamas” y créanme que cuando observé un ala de mariposa en el microscopio, pude ver sus pequeñas escamas. ¡Cuánta belleza!

Desarrollé una predilección especial por la famosa mariposa azul, cuyo nombre científico es “Morpho Helenor Pindarus”. Me producía pena verlas muertas en un insectario, así que me dediqué a conseguir toda clase de objetos con su imagen. Tenía anillos, tazas, brazaletes, cuadernos, remeras y encontré hasta un juego

de naipes con ese ícono. ¡Me encantaba casi sin saber por qué!

Un día buscando en internet más objetos coleccionables, encontré la página de Güembé con mi amada mariposa azul como imagen principal. ¡No sabía que la tenían allí! Realmente a veces lo esencial es invisible a los ojos. Llamé a mis amigas lo más rápido que pude, organicé el junte allá. Al llegar las entusiasme tanto con el mariposario que aceptaron dejar sus planes de bronceado para después y disfrutar conmigo de la aventura.

Nos dirigimos directo a mi paraíso, allí hay una granja de mariposas en la cual crían y producen más de 16 especies. Es un lugar enorme con mucha vegetación y tiene una especie de mallas para que las mariposas se conserven ahí dentro. Las otras especies eran hermosas, pero yo buscaba con la mirada a la mariposa azul.

Quería verla en vivo y en directo, porque sólo la había visto en fotos, videos y dibujos; o disecada, pero jamás la había visto volar.

Y justo en el momento que observaba unos huevecillos sobre una planta rara, ¡apareció!, la ví volando suavemente, se posó en una de las hojas y compartió su destello azul tornasolado por unos minutos con nosotros, ese pequeño instante fue suficiente para comprender mi admiración por ella, se trataba de mi ícono alado de la Libertad.

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SANTA CRUZ

PULPERÍA LA CALLEJA

Un Pedacito del Corazón de América del Sur Un mural de Roxana Hartmann rompe el silencio visual en las paredes de la calle Warnes, y es como un grito de color plasmado en personajes históricos y símbolos chiquitanos. Manuela Sáenz e Ignacio Warnes son las figuras de la pintura y nos provocan las ganas de ingresar a ese encantador rincón denominado como `Pulpería La Calleja´. Al costado derecho del mural, podemos observar una hermosa ventana muy al estilo de la Santa Cruz de antaño, allí también encontró un espacio de comunicación el pintor Abel Castillo, quien se expresó delineando un árbol de la vida, pintura que tiene una cantidad extraordinaria de tallos y unos pequeños pajarillos. Una vez en el interior lo primero que vemos, al lado de la puerta, es un robusto banco de plaza que nos invita a descansar y disfrutar de una buena tertulia con nuestro amigo Carlos Hugo Molina, quien deja su lectura y sus anteojos para recibirnos.

Al indagar sobre cómo surgió la idea de hacer los murales del frontis, nos enteramos que en el barrio vive la arquitecta María Betty Boland, quien trabajó en el Plan Misiones recuperando, en el área de Las Misiones, las expresiones murales de la cultura chiquitana.

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Principalmente en San Miguel de Velasco, cada una de las casas está pintada con árboles, con paisajes, producto de la propia dinámica de la expresión cultural. Cuando se generó el debate de qué hacer en este sitio y cómo utilizar la pared de la pulpería, inicialmente se pensaba poner randas chiquitanas en los marcos exteriores de ventanas y puertas, sin embargo la arquitecta sorprendió con la sugerencia de que se pudiera incorporar un mural y de esta forma se provocó y se convocó a Roxana y Abel.

Cuando nos explicó más a detalle la idea de `Pulpería La Calleja´, Carlos Hugo Molina, con un gesto soñador y con voz pausada; y utilizando también los conocimientos que posee como director del Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible C.E.P.A.D., nos indica que en realidad la pulpería es parte de un ambicioso proyecto para convertir La Plazuela Calleja en un punto de atracción turístico-cultural, un punto de referencia de la ciudad. Carlos Hugo sonríe con un toque de orgullo y continúa diciendo que de todos los espacios encontrados en Santa Cruz esta plazuela tenía una magia, llenaba todas las condiciones que, desde el punto de vista teórico,

necesita un espacio para poder tener identidad, además de estar reforzado por ser un punto en el que se encuentra el corazón de América del Sur. “Yo visibilizo la Plazuela Calleja como el barrio San Telmo en Buenos Aires o el barrio Coyoacán en el Distrito Federal en México, un punto en el que la gente va a tomar un café, a comer, a tomarse un trago, a recorrer las calles de manera distendida, a comprar una artesanía, a comprar una joya, a comprar un vestido. Esa es la imagen que tenemos de este espacio. Que necesita ir desarrollándose progresivamente, construyéndose colectivamente porque todavía hay enfoques diferentes que hay que compatibilizar”.

Al concebir la `Pulpería La Calleja´ se tomaron en cuenta todos estos elementos y se sumaron a una iniciativa de poner en valor el espacio a través de un instrumento que representara, desde el punto de vista de nuestra cultura y nuestra identidad, y acompañara este espacio y lo que se encontró fue la expresión de una pulpería, que en nuestro lenguaje común y cotidiano es un lugar en el que se vende de todo. Y eso es lo que justamente pudimos comprobar al recorrer su estantería y sus paredes. Nos invade la sorpresa, pues hay allí diversidad de objetos grandes y pequeños para diferentes usos; que van desde cuadros de todos los tamaños, cuñapés abizcochados, móviles de madera, joyas, mermeladas, miniaturas elaboradas con plumas, remeras con personajes icónicos, rarezas como el ´aceite de perejil´ y hasta caramelos artesanales.

Después de despedirnos de nuestro cordial anfitrión y caminar dejando atrás la calle Warnes, intuímos y nos atrevimos a soñar que ese pedacito del corazón de América del Sur será en el futuro un importante referente cultural y turístico envuelto de la magia que acompaña a esa zona tan tradicional de Santa Cruz de la Sierra.

Café Batido Roxana Hartmann

Una Manuela yendo hacia `Marte´

Escrito por: Yssel Joffré B.

La Cita: Mágica `Causalidad´ Yvyporã en su búsqueda continua por cautivar a sus lectores, conoció a una artista joven, con mucho potencial, que el equipo consideró como una joya emergente en el arte boliviano. La cita con Roxana Hartmann ocurrió en un pequeño café de nuestro famoso boulevard cruceño conocido como la `Monseñor Rivero´. La tarde estaba cálida y húmeda, Roxana nos esperaba con su botella de agua fresca y una sonrisa apacible, casi con un aire melancólico. Bocetaba algo en

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una libreta, eran figuras de mujeres, `las manuelas´ que de tanto en tanto la habitan.

Las cosas jamás se dan por casualidad sino todo lo contrario, se trata de una mágica `causalidad´, ya que todo en la vida ocurre encadenado a un acontecimiento anterior. En este caso, el equipo de Yvyporã habiendo hecho un reportaje sobre la Plazuela Calleja, quedó

cautivado con su acogedora tiendita la `Pulpería La Calleja´ y llamó nuestra atención el mural que se exhibe en su fachada. Al averiguar quién fue la autora de aquella pintura, inmediatamente supimos que sería la protagonista del tercer número en la sección de Café Batido.

Sobre la mesa de aquel café, destacaba su peculiar `Sombrero Panamá´ que, a juzgar por sus fotos de `feisbuc´ y del blog, la acompaña en variadas ocasiones como un rasgo que define aún más su personalidad simple, libre y bohemia. Entiéndase este último término como el comportamiento inconformista de esta artista respecto a los esquemas sociales clásicos; una soñadora que no se conforma con lo que ya está establecido. Al contrario, ella misma expresa que no imagina “otra manera de vida que no sea creando historias y emociones, forma y color”.

Conquista: primeros trazos, docencia y Marte Analía, la madre de Roxana, motivó su pasión por el arte desde que ella era muy pequeña. La artista reconoce a ese ser tan especial que la acompañó en, lo que podríamos llamar, su primera exposición, a los seis o siete años y que ahora lo hace en su esencia en todos sus trabajos.

Para la artista el público es el que; según su identidad, su manera de sentir y de pensar; cataloga cuándo una obra es arte y cuándo no lo es. Pone el ejemplo de la Mona Lisa de Da Vinci, que para la sociedad europea se trata de una obra de arte, pero si la trasladáramos a la mitad del amazonas y la encontrara alguna tribu, con seguridad no lo sería.

Estudió Diseño Gráfico en Estados Unidos y actualmente es docente en una prestigiosa universidad de nuestro medio, transmitiéndoles pasión y creatividad a sus jóvenes alumnos, quienes ya tendrán un nuevo lugar en `Marte´, el espacio alternativo de arte y diseño soñado y creado por ella porque está “convencida de que no hay lugar imposible”.

Cuando Roxana nos cuenta que además ha dado talleres a mujeres de Concepción, sonríe y se ilumina al pensar en seres tan sencillos que piden ser enseñados a través de su propia visión completamente realista y concreta de la realidad; lo que consistió en un reto y aprendizaje para la artista, pues su estilo definitivamente no es el realista, pero dio todo lo mejor de sí para compartir buenos momentos con estas personas.

La Libertadora del Libertador: Siempre Manuela Sáenz Bucear entre la marea de publicaciones que hay en el ciberespacio y encontrar el blog de esta artista, nos ayuda a darle sentido a muchas cosas conversadas en la entrevista, esos fragmentos de palabras que quedaron suspendidos en el aire. Es como entrar en un rincón privado, a través del cual, ella nos permite conocer su intimidad y sus pasiones artísticas; su particular forma de inspiración que consiste en intercalar los placeres de la lectura y la pintura.

Ella confiesa a Yvyporã que nunca tomó clases de pintura, más bien de forma intuitiva comenzó a armar sus exposiciones pictóricas en 2008 con `Miradas del Oriente´ y desde entonces no ha parado de crear. Califica su estilo como un `expresionismo simplificado´ y lo atribuye a las destrezas propias del diseñador, ya que tiende a simplificarlo todo visualmente.

El azul siempre presente en sus obras, es el color de la fidelidad, `SU´ color. Debido a la predilección que ahora experimenta por este color, es que su última colección consta de dieciséis manuelas azules, muchas de ellas mirando hacia el este; lo que se puede leer simbólicamente como una orientación hacia el futuro y la emancipación; además que todas están enmarcadas por una vaporosa cabellera roja que indica la pasión y la inteligencia de este personaje tan controversial que fue la pareja y la Libertadora del Libertador Simón Bolívar.

Entre mayo y junio de 2012 la instalación pictórica conquistó Santa Cruz tomando por veintinueve días las paredes de la Casa Municipal de la Cultura, se llamó `Siempre Manuela Sáenz´ nombre que resuena con un eco de melancolía. Roxana escribe en su blog que todo comenzó con un libro. “Me enamoré de la historia de Manuela Sáenz, de su fuerza, su entrega, determinación y libertad. Me sorprendió Simón Bolívar, me sedujeron sus palabras... me reencontré con el amor... ese capaz de revolucionar la vida, de transformar el camino, de aportar pasión y sentido”.

Marte: Espacio Creativo de Arte y Diseño Entre sus nuevos proyectos está `Marte´ que es un espacio multifuncional y creativo en el que estará su estudio de diseño, una galería de arte, y se encontrarán objetos artísticos para comprar; además se trata de un lugar tranquilo en el cual tomar un café, disfrutando de la libertad del espacio. Convinimos con Roxana que el nombre de `Marte´ nos sugiere un curioso juego de palabras: mar, arte, amar y amarte. Palabras todas que tejen un significado único y telúrico para este lugar tan especial y tan soñado.

Cada vez que Yvyporã se despide de un personaje para Café Batido, algo de su esencia queda en nosotros y algo nuestro se va con él.

Cuando vimos a Roxana Hartmann alejarse con su `Sombrero Panamá´ y mezclarse con el tráfico y la gente, entendimos que esa mujer determinada yendo en busca de sus sueños es una `Manuela yendo hacia Marte´.

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Generando una Conciencia más

LIMPIA

Más que un ingeniero ambiental, me considero un ecologista afortunado, conocedor de muchos proyectos ecológicos maravillosos en Bolivia. Mis ansias por buscar y llevar a cabo esta clase de proyectos; me acercaron, hace un par de años, a una empresa cruceña que está siempre preocupada por la ecología de su región, dedicada hace catorce años al tratamiento de la basura y los desechos, actualmente denominada como “El Seis”. Conversé con ellos sobre su proyecto “Reciclando Ganamos Todos”, ¡sonó perfecto!, porque se trataba de un plan para aplicar la ecología en los barrios populosos de Santa Cruz y además generar ganancias a favor de sus comunarios.

“Reciclando Ganamos Todos”, ideal y sustentable para los barrios

MEJORANDO LA IMAGEN DE LA CIUDAD Servicio de Aseo Urbano

Recolección y transporte de residuos Desempapelado y barrido de calles Servicio de limpieza de Condominios

Limpieza de Bermas y Cordones Tratamiento de residuos Servicio de mantenimiento y limpieza de Áreas Verdes

Plazas Parques Áreas Verdes

Calle Warnes Nº 642 Tel. (+591 3) 311-7009 / 329-3987 Cel. 680-73749 info@elseissrl.com www.elseissrl.com

El objetivo del proyecto es que las calles del barrio en cuestión queden limpias y que se reduzca la basura. Consistía en elegir un barrio y presentarles el plan ecológico a los vecinos, una vez aceptado capacitarlos para su realización siguiendo una planificación y una repartición de tareas. Al escuchar y ver en detalle cómo sería su desarrollo, me pareció una excelente idea y quedamos de acuerdo para realizar un piloto del ”Reciclando Ganamos Todos” ejecutando la experiencia para que sea sustentable. Nos pusimos manos a la obra y reunimos a los vecinos del Barrio San Lorenzo en su placita, debajo de un frondoso árbol de Siete Copas, explicándoles el plan y asesorándolos en la separación de su basura; pidiéndoles que al día siguiente nos encontremos de nuevo en el mismo lugar con su basura ya separada. Con el éxito del proyecto piloto, decidimos contratar un comunario, de escasos recursos, que era el responsable de recoger puerta a puerta todos los residuos y acopiarlos en un recinto. Después llegábamos nosotros y llevábamos todo a la empresa recicladora, generando con ello recursos para que el proyecto se sostenga y quede un fondo para que el barrio pueda comprar basureros, poner plantines y mejorar sus áreas comunes. De esta manera comenzó “Reciclando Ganamos Todos”, un plan que después llegamos a realizar en casi 30 barrios.

Ahora que volví después de años a Santa Cruz, nos tomamos un delicioso café y recordamos los tiempos de aquel proyecto. Encontré a mis amigos de ´El Seis´ completamente orientados a tener una ciudad cada vez más hermosa, limpia y ecológica.

“La Tierra no es una herencia de nuestros padres. Sino un préstamo de nuestros hijos”.

Proverbio Indio

STAFF

Editorial

DIRECTORA GENERAL Elva Nagashiro K. EDICIÓN Y PRODUCCIÓN Yssel Joffré B. DIRECTOR CREATIVO Manfredo Parada N. DIAGRAMACIÓN Manfredo Parada N. FOTOGRAFÍA DE PORTADA Jaime Alzérreca P. FOTOGRAFÍA Jaime Alzérreca P. Sergio Méndez Andrés Parada N. Elva Nagashiro K. Sergio Trujillo B. Enrique Canedo Juan Marcelo Castro

Yvyporã ama Bolivia, Bolivia es Yvyporã Viajar por Bolivia puede convertirse en un evento inolvidable, tanto por su increíble geografía, como por diversa cultura, su interesante historia, su deliciosa gastronomía y su gente hospitalaria; situaciones que junto con los prodigiosos mitos entretejen una identidad polifacética en las mujeres y hombres de esta región, convirtiendo a nuestro país en un destino turístico incomparable y único en el mundo.

En este tercer número comienza una nueva etapa para la revista Yvyporã, una en la que afianzamos nuestra alianza con la vida y la aventura, nuestra admiración por los diversos matices y paisajes, nuestra complicidad con el arte, nuestro profundo respeto por la naturaleza, nuestro deleite en los nuevos aromas y sabores, y en definitiva nuestra inmensa pasión por los seres humanos.

COLUMNISTAS INVITADOS

Proponemos en esta edición, la contemplación de la mariposa azul o “Morpho Helenor Pindarus” como un ícono de la libertad. La visita a la `Pulpería La Calleja´, que es un pedacito del corazón de América del Sur. El encuentro con el arte de la mano de Roxana Hartmann, una Manuela que se dirige soñadoramente hacia `Marte´. La generación de una conciencia más limpia a través de la ecología que “El Seis“ propone en los barrios cruceños. La visita a Cochabamba que nos trae todo su encanto gastronómico y geográfico. Una Parada Sugerida en el Gran Hotel Cochabamba, una joya exquisita que combina perfectamente lo antiguo y lo moderno. Disfrutar de Tarata y sus alrededores que parecen haberse detenido en el tiempo. Admirar el Imperio de la Moda en Cuero que ha construído peldaño a peldaño Nágera Nacif. Conocer Trinidad, rica en fauna, flora y cultura; sin duda un exuberante y cálido destino. Practicar el Biciturismo, una nueva manera de vivir y conocer la historia de una ciudad. Disfrutar de Las Lomas de Arena, un dorado y surreal paraje. Salir fuera de nuestras fronteras y visitar El Cuzco, aventura en la que lo ancestral y lo típico se funde con lo moderno.

Eduardo Tórrez-Ortíz Juan Marcelo Castro

Yvyporã ama la vida, la aventura, la cultura, la gente. Yvyporã es Bolivia, Bolivia es Yvyporã.

COMERCIALIZACIÓN Fernando Joffré B. Oswaldo Parada N. CONSEJO EDITORIAL Maggy Talavera R. Julio César Caballero M. Arturo Lora L.

AGRADECIMIENTOS Viceministerio de Turismo DISEÑO Heaven Estudio Creativo

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COCHABAMBA

a la Carta: Una Ciudad Deliciosa

Ruta 4: Travesía hacia “La Llajta” Los padres de mi esposo nos invitaron a pasar un fin de semana en Cochabamba, ellos conocen muy bien el camino porque como dignos amantes de la aventura y la velocidad, fueron muchas veces en moto de dos ruedas a “La Llajta”, palabra quechua que quiere decir tierra, denominativo popular con que se conoce a la zona que vamos a visitar. Cochabamba está ubicada a más de 460 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra, nuestro punto de partida, y se requieren

entre seis y ocho horas de viaje por carretera para llegar hasta allá.

La palabra Cochabamba es de origen quechua, cocha: laguna y pampa: llanura.

Si eres extranjero puede llamar tu atención la nube de niños y señoras que se acerca a tu movilidad en los peajes, a ofrecerte frutas exóticas y otros alimentos como el “charque”, platillo que consta de

10 Fotografía: Jaime Alzérreca P.

Fuente Plaza 14 de Septiembre

carne deshidratada y frita con huevo duro y maíz cocido, conocido como `mote´. Nosotros compramos achachairú y mango, frutas que fueron nuestro aperitivo gran parte del camino.

A la hora del almuerzo paramos en Villa Tunari, a 312 kilómetros de Santa Cruz, en un pequeño restaurante denominado “Surubí” cuya especialidad son los platos en base a surubí, pescado sin espinas típico de la región. Pedimos dos Sudados de Surubí, que es como una especie de sopa, un Chicharrón de Surubí y Surubí a la Mantequilla.

Los tres platos de sabor maravilloso.

El calor y la humedad es muy fuerte en la zona y es aconsejable llevar repelente para evitar las picadas de mosquitos, o como dice mi suegro “tomar vitamina B una semana antes del viaje para evitarlas”.

La vegetación es bastante diferente y tropical en este lugar, se ven cerros completamente cubiertos de verde y alrededor de ellos hay una ligera neblina que los envuelve; inclusive en algunos se puede observar fantásticas caídas de agua que bañan sus costados. Algo característico del camino son los puentes debajo de los cuales pasa el cristalino río Chapare lleno de pequeñas y grandes rocas.

Al llegar a la ciudad utilizamos el GPS de los celulares para ubicarnos y con la tecnología de nuestro lado no fue nada difícil llegar hasta

el hotel. La ciudad luce tranquila como asegurando al visitante que tendrá los días de descanso que espera. La primera noche dormimos completamente exhaustos por el viaje, con la mente puesta en lo que nos depararía el día siguiente.

Cochabamba a la carta, Plaza 14 de Septiembre y El Prado Tomamos un suculento desayuno. La señora del Mercado 25, nos sirvió un humeante api morado, bebida espesa hecha a base de maíz, acompañado con unas deliciosas empanadas fritas repletas de queso derretido en su interior y decoradas en la superficie con azúcar impalpable. El manjar nos duró pocos minutos, cosa que no sorprende en la Capital Boliviana de la Comida.

Empezamos nuestro recorrido turístico por la Plaza Principal 14 de Septiembre, misma que conserva su semblante colonial y tiene además hermosos jardines y una fuente de agua antigua ubicada en diagonal a la iglesia y que sin duda es uno de los detalles más espléndidos de este lugar. Como en diversas plazas del mundo, aquí hay muchas palomas que le deben su alimento a los niños traviesos que juegan con ellas. Cuando vimos la fachada de la Catedral de San Sebastián nos pareció hermosa, se nota que tiene una mezcla de estilos arquitectónicos, es decir que es ecléctica; lo más vistoso son sus antiguas campanas de bronce y el rosetón ojival que tiene en el arco principal.

En el famoso Paseo del Prado, disfrutamos de una caminata bajo la sombra de sus árboles y palmeras, del colorido de sus flores y de la tranquilidad de su gente. A los costados del paseo hay muchos lugares para comer o tomar un aperitivo, es uno de los lugares favoritos para las reuniones con amigos o familia. El Paseo del Prado termina en la Plaza de las Banderas de la Av. Ejército, en la cual están las banderas de muchos países latinoamericanos.

11 Plaza de las Banderas

Fotografía: Jaime Alzérreca P.

Laguna Alalay rápido, dando la sensación de ver una fotografía en movimiento, en completa libertad.

Siguiendo con nuestro itinerario llegamos hasta El Palacio Portales, dos celosos guardianes flanqueaban la entrada, dos esculturas idénticas en forma de canes que nos daban una muda bienvenida. El dueño de la obra de arte que estábamos contemplando fue Simón I. Patiño, quien vivió por la época del 1900, y fue conocido como el `Barón del Estaño´, debido a su enorme riqueza. Cuesta imaginarse que este minero de origen humilde, consiguió su patrimonio a costa del trabajo de sus manos y que recién logró acumular su fortuna alrededor de los 40 años.

Silpancho Nuestro almuerzo fue un total deleite para nuestros sentidos. Comimos un delicioso silpancho, en un restaurante frente al estadio Félix Capriles. El plato consistía en un gigantesco pedazo de carne de res apanada y frita, arroz blanco; y un enorme huevo frito coronado con tomate y ají picados en cubos. ¡Fantástico!

El Cristo más alto de América del Sur y el Palacio del `Barón del Estaño´ Despertamos con un deseo intenso de comer las salteñas típicas de Cochabamba. Era el momento ideal para saborear su masa suave y sentir el sabor del pollo mezclado con las especias, nuestro paladar estuvo de fiesta por unos minutos, hasta que el hambre acabó con el rico desayuno; que a decir de un amigo cubano debería llamarse `empanada de sopa´ debido al abundante jugo que contienen. Ya con ánimos para seguir disfrutando de “La Llajta”, decidimos visitar uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad, El Cristo de la Concordia. El ascenso en taxi se goza bastante pues se sube en serpenteantes curvas a través de la montaña. Abajo se ve el espectáculo de la laguna “Alalay” junto a todo el caserío y los edificios de la ciudad.

La visita guiada al palacio comenzó observando los fantásticos jardines repletos de árboles, flores, esculturas e historia. Se dice que el palacio fue uno de los tantos regalos de amor que Simón I. Patiño le hizo a su esposa. Fue edificado entre 1915 y 1927 y diseñado por el arquitecto francés Eugéne Bliault, tiene un estilo ecléctico y fue ornamentado por artesanos y artistas italianos y franceses, quienes combinaron mármoles y maderas preciosas en su maravilloso diseño. Lo paradójico de la historia es que Patiño jamás pudo habitar su palacio.

Cerramos nuestra última noche en la Capital Boliviana de la Comida, como tenía que ser: ¡comiendo! En la casa de unos amigos muy hospitalarios que hicieron un churrasco en nuestro honor. Había carne de la mejor, aderezada especialmente con salsa soya; y como acompañamiento estaba el choclo, el quesillo, ensaladas variadas y un buen vino, infaltable en todas las mesas cochabambinas. Ya quiero regresar a “La Llajta” y volver a hacer el Tour de la Comida, que denominé `Cochabamba a la Carta´.

La colosal estatua está situada en el cerro de San Pedro y con sus 40,44 metros de altura es la estatua de Jesús más grande de América del Sur, incluso más que la del Cristo del Corcovado en Brasil que sólo tiene 38 metros. La bajada la hicimos en el teleférico que conecta a El Cristo con un parque infantil, y se desliza relativamente

12 Palacio Portales

PARADA SUGERIDA

Gran Hotel Cochabamba

Fotografías: Gran Hotel Cochabamba Escrito por: Elva Nagashiro K. Diseñadora de Modas Era un día perfecto, 23 grados centígrados, sol radiante, brisa fresca y una cordial sonrisa en la puerta del Gran Hotel Cochabamba. ¡Qué más se puede pedir!

Hace un año atrás lo visite por última vez y fue para presentar en el Bolivia Moda, mi última colección de alta costura denominada `Jardín del Edén´. Ahora, vuelvo con mi esposo con el plan de relajarme y gozar al cien por ciento las bondades que ofrece esta magnífica instalación de cinco estrellas.

El Hotel está situado en la zona llamada La Recoleta, un sitio que sin verse viejo o derruido, es histórico. Un lugar antiguo pero bien conservado, tanto que causa admiración en sus pobladores y visitantes. Esta hermosa casona restaurada y convertida en hotel, fue declarada como un Patrimonio Histórico de la Ciudad. Pasó de ser un Convento de la Orden Religiosa de los Recoletos a Cuartel General y depósito, durante la época de la independencia. Finalmente se convirtió en este lujoso hotel que ha llegado a ser uno de los lugares más elegantes y exclusivos de Cochabamba.

Después de registrarnos, el botones nos escolta hasta nuestra suite.

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En el trayecto observé la finura y delicadeza de la decoración que ostenta este hermoso lugar. Como turista empedernida y viajera constante he visitado muchos lugares, pero muy pocos con los detalles, la elegancia y el buen gusto que caracteriza al Gran Hotel Cochabamba.

Ya con tiempo disponible, en esta visita, mi instinto explorador me lleva a recorrer las hermosas instalaciones del hotel, comienzo por un extenso patio con sus jardines llenos de flores y veo al centro un lugar de esparcimiento donde, según me contaron, antiguamente tocaban las orquestas. Al seguir caminando, observo que están remodelando y edificando nuevas construcciones. La piscina está siendo ampliada y su mayor atractivo será con un tobogán gigante que promete mucha diversión. Un funcionario del hotel me comentó que están construyendo 58 nuevas habitaciones, entre las que se cuentan 4 suites presidenciales, 13 suites master y 41 habitaciones entre simples y dobles sumando un total de 94 habitaciones, convirtiéndose en una de las ofertas hoteleras más completas de Bolivia.

Mientras disfruto un sabroso jugo de durazno, me cuenta el cortés funcionario, que también se está construyendo una cancha de tenis en la azotea, un mega salón de eventos, el área de spa y gimnasio,

el Club Bar y Bussines Center con la más moderna tecnología. Me quedé encantada pensando que si el Gran Hotel Cochabamba ya es ahora una belleza, lo será más aún con estas exquisitas reformas.

Cerca del medio día, mi esposo me encuentra en el Salón Carrillón, restaurant del hotel, que por cierto sigue el estilo y el buen gusto de todo lo visto hasta ahora, totalmente de primera. Nos sentamos a tomar un `Vermouth´, licor aperitivo compuesto de vino blanco, ajenjo y otras sustancias amargas y tónicas. Un deleite, mientras espero mi delicioso plato de Quinua Cremosa con Charque, gentil sugerencia del chef. La quinua es un cereal originario de Bolivia, la mayor parte de la exportación del mismo proviene de este país. El `Charque´, es carne disecada con el objetivo de poder conservarla para su posterior consumo. Mi esposo pidió un picante de trucha, que estaba para chuparse los dedos. De postre ambos pedimos una sabrosa Crema Quemada de Castañas, un manjar internacional al estilo cochabambino.

Después de disfrutar comida tan deliciosa, dormir una siestita es lo ideal, más si el clima que brinda Cochabamba es tan propicio para mimarse y dormir. Clima que como ninguno, sólo tiene tres meses de invierno no muy frio, pero siempre es templado y constante. Ahora estamos en pleno verano, las noches son frescas y agradables.

Nuestra habitación es tan confortable, que espero no confundir la siesta con la hora de dormir hasta el dia siguiente, porque me perdería la oportunidad de introducirme en el cotidiano vivir del cochabambino, pasear por sus calles y disfrutar de la cordialidad de su gente.

Afortunadamente despertamos a tiempo para disfrutar de las bondades que ofrece esta bella ciudad, “La Llajta” como le dicen. Llegado el atardecer, nos encontramos con unos amigos Cochabambinos, paseamos un rato y, al caer la noche, decidimos volver al bar del hotel a beber un buen vino que junto a la música y la agradable conversación fueron los ingredientes para una hermosa velada.

Cochabamba es una tierra rica en cultura, arquitectura, gastronomía y gente amable. Venir a esta ciudad ya no es ocasional, sino que se ha convertido para nosotros en una necesidad; para relajarnos y recargarnos de energía. Mi lugar preferido para hospedarme aquí es El Gran Hotel Cochabamba, sin duda es mi elección.

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COCHABAMBA

TARATA

Un Valle detenido en el Tiempo

Escrito por: Eduardo Tórrez-Ortíz / Fotografías: Sergio Méndez

No hace mucho tiempo atrás, tuve la alegría de recibir la visita de dos buenos amigos, procedentes de la bella Santa Cruz, deseosos de conocer más detalles acerca de Cochabamba y sus alrededores.

Fue de esta manera, que se me ocurrió mostrar el paisaje y la belleza del Valle Alto cochabambino reseñando su historia y probando su gastronomía, motivo por el cual tuve que oficiar como guía improvisado.

Hace ya muchos años, nuestros padres y abuelos realizaban un paseo dominical en familia, por vía férrea aprovechando el “Tren al Valle”, que desapareció con la privatización de esta empresa boliviana. Partía de la estación central en Cochabamba y llegaba primero a Tarata, después paraba en Cliza y, finalmente, en Punata para luego retornar por la tarde.

Inspirado en este recuerdo se me ocurrió hacer el mismo recorrido, pero, al revés. A falta de tren, salimos de la ciudad montando veloces y relucientes motocicletas, pasión que nos une en este grupo humano. Avanzamos por la vía antigua asfaltada a Santa Cruz hasta el

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Kilómetro 45 para tomar el desvío hacia Punata, la `Perla del Valle´.

Visitamos la Plaza de Armas y sentados en un banquillo contemplamos el templo de San Juan Bautista. En el interior, apreciamos su retablo prolijamente labrado en cedro y bañado en pan de oro; afuera, los modernos edificios colindantes. Fuimos por el mercado y paseamos las calles asfaltadas del centro urbano buscando la casa del ex Presidente mártir Gualberto Villarroel. El movimiento económico salta a todas luces; y es que su gente es industriosa y muy trabajadora, de allí el modernismo. El tiempo pasa y el reloj de la torre del templo nos dice que son las diez de la mañana, debemos continuar el paseo comprometido.

Abandonamos el pueblo y nos dirigimos hacia Cliza por un camino vecinal asfaltado. A derecha e izquierda se observa el verdor de los terrenos cultivados con maíz, trigo y cebada. Por muchísimos años estos campos fueron el granero de Bolivia; y en especial de las minas que explotaban las entrañas de la tierra en el país.

Ya se avistan las torres del templo de El Carmen, en la esquina de la

plaza principal, y es que ya llegamos a Cliza. Caminamos sus calles llenas de actividad económica, como corresponde a un pueblo alegre y próspero. Ser la `Cuenca Lechera´ del Valle Alto es otra de sus características. El matriarcado es su modelo de organización, donde el jefe del clan familiar es la mujer; y los demás miembros, incluido el marido, obedecen y siguen sus directrices.

Llegamos al mercado Central donde es imposible dejar de probar los famosos `pichones´, exquisitez propia de la zona, que deleita el paladar de los sibaritas cochabambinos y de sus gustosos visitantes.

Luego de distraer el estómago de mis dilectos amigos, nos dirigimos ahora a Tarata, la última y más bonita etapa de nuestro paseo. Sólo hay que recorrer otros diez kilómetros para llegar hasta allí por un camino curveado e íntegramente asfaltado. A ambos lados del camino la pampa de Santa Lucía nos deja apreciar diversas tonalidades de verde según provengan de trigo, alfa alfa, cebada o algún otro cultivo. La tierra es pródiga. Las chicharras, a esta hora del día, brindan un concierto alegre y desorejado que matiza el paseo durante todo el trayecto.

Ingresamos al centro de Tarata hasta llegar a la Plaza Principal. Observamos que sus calles están empedradas, que sus casas están construidas con adobe y sus techos pandeados con teja de barro cocido. Todo este conjunto, sumado a sus calles angostas y zigzagueantes, le otorgan al pueblo un aire apacible con restos de arquitectura colonial y republicana. El modernismo, felizmente no ha llegado. Su encanto es innegable y así me lo hacen saber también, estos amigos.

Sentarse en la Plaza, observar el Palacio Consistorial, visitar el templo, mirar el cráneo perforado del General Melgarejo, asesinado por su cuñado el General Morales, es motivo para retrotraerse en el tiempo a finales del siglo XIX, cuando se gobernaba a caballo. Y es verdad, este pueblo dio al país muchos hombres públicos de prestigio que sirvieron a la nación. De ellos se exhiben tres bustos en la Plaza: Don Esteban Arce, presidente de la Asamblea Nacional del General Mariano Melgarejo y del General René Barrientos ambos ex Presidentes de la República en diferentes épocas que marcaron la historia.

Actualmente los tarateños de cepa, descendientes de familias tradicionales como los Pardo, Jordán, Paz, Iriarte, sólo por nombrar algunos apellidos, han remodelado casonas de sus ancestros conservando los rasgos de su arquitectura tradicional con patios enlozados de piedra, habitaciones alrededor, enredaderas perfumadas, parrales que además de fruta prodigan sombra y huertas caseras en vez de jardines descampados.

Es el medio día y debo atender a los visitantes. Los chorizos y el enrollado de cerdo son los platos favoritos de este lugar. A cuadra y media de la plaza, hacia el sur, encontramos uno de estos lugares para comer. Nos sentamos alrededor de una mesa en el patio sombreado y mientras esperamos que nos sirvan la comida degustamos una deliciosa y refrescante garapiña, conocida también como el `néctar de los valles´, preparada con chicha y helado de canela.

Por fin llega la esperada comida con los chorizos calientes acompa-

ñados de ensalada, choclo de maíz blanco y pan frito en sartén. El plato de enrollado, cortado en generosos cubos, viene acompañado con escabeche casero de verduras y “chamillo” que es una especie de pan integral. Ciertamente, es un deleite para el paladar poder saborear estos platos con personalidad propia.

Damos una última vuelta por este encantador pueblo, para luego emprender el retorno a Cochabamba. Gran parte de los 36 kilómetros restantes los haremos bordeando el lago de La Angostura y teniendo como resguardo, a la izquierda, una imponente serranía de mediana altura. Es verano, el viento nos toca la cara y se puede sentir la suave fragancia proveniente de las florecillas del campo, que a un lado y a otro guardan la vía con su amarillo intenso. A lo lejos, las aguas del lago reflejan la silueta de los eucaliptus que lo rodean y de los cerros de la rivera del frente.

Son las cuatro de la tarde, cuando llegamos al punto de partida.

Cansados por el ajetreo del día pero henchidos del placer de haber paseado, conocido y disfrutado del paisaje, la gente y, desde luego, de la comida.

Y es que hay tanto que ver y sentir, que esta crónica no estaría completa si no se invita de manera franca al lector a intentar este recorrido para explorar, descubrir y conocer más y mejor de lo que aquí está escrito.

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Éxito Bolivia Nágera Nacif

El Imperio de la Moda en Cuero

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Escrito por: Yssel Joffré B.

De lejos se divisa en la calle Saavedra las dos enes mayúsculas del imponente logotipo de Nágera Nacif, de líneas simples y elegantes que irradian la fuerza y el carisma de su personalidad. Me apresto a ingresar en el Imperio de la Moda en Cuero. Mientras anuncian mi visita, aprovecho de extasiar mis sentidos con la nueva colección “Bon Voyage” que reúne en sus diseños lo mejor del estilo “pop art”, el colorido panorama me provoca y me envuelve con su magia.

nes y sorteó las vicisitudes agarrada de su fe en Dios. Lo asombroso es que en poquísimo tiempo, su negocio se ha convertido en el imperio que es ahora. Actualmente su madre es su mano derecha y se ha transformado también en una empresaria. La influencia positiva de ambas es un ejemplo de éxito y superación para su familia y para la sociedad. En palabras de la diseñadora “cuando uno hace las cosas con amor, la gente responde positivamente”

Al conocerla personalmente, quedo sorprendida con el carisma que irradia esta mujer exitosa, característica típica de quien ama y disfruta la vida. Comenzamos a conversar y me doy cuenta que exhala vida con sus palabras, su aspecto exterior es regio de pies a cabeza. Me cuenta que su día comienza muy temprano en la mañana, cumple sus obligaciones de madre con sus tres hijas. Su mirada se dulcifica cuando menciona a Naira Milena (13), Zahira (6) y Samira (5), ya que sin duda son su motor diario. Antes de llegar a la oficina desayuna en la casa de sus padres, pues está convencida de que la mejor manera de iniciar con buen pie la jornada, es compartir un tiempo con los seres queridos, rasgo característico que la revista Yyvporã encontró en las personas exitosas entrevistadas hasta el momento.

La clave del éxito, confiar en Dios y diseñar pensando en sí misma

Al hablar busca compartir la mirada con su interlocutor, lo que inmediatamente interpreto como un signo de franqueza y seguridad, esto provoca confianza y la sensación de haberla conocido hace mucho tiempo. Utiliza las manos para explicarse, mientras me cuenta que el proceso creativo fluye en su taller, allí sueña y crea los prototipos de las piezas de cuero más exquisitas y glamorosas del país, todas hechas con manos cien por ciento benianas y por ende, bolivianas.

El cuero, parte fundamental de su vida Con todo lo que me explica voy formando una figura mental sobre su vida. Su pasión por el diseño y sobre todo por el cuero empezó desde pequeña, su abuelo fue uno de los mayores rescatadores de cuero en Bolivia y esto parece haber marcado su camino como diseñadora.

Estar rodeada de este noble material, elegante y fino combinado con su estupendo gusto por lo exclusivo, logran el producto final por el que se la conoce incluso fuera de nuestras fronteras.

Me pierdo por un momento en el accesorio que cubre el cuello de Nágera, es de cuero blanco y está lleno de exquisitas formas multicolores grabadas con “pop art”, pienso que me gustaría tenerlo.

Ambas reímos porque parece haberme leído el pensamiento. Luego me cuenta que muchas clientes le han sacado accesorios para el cuello, brazaletes e inclusive aros que ella tenía recién puestos y que no pretendía vender, pero el cariño a sus clientes siempre puede más y termina accediendo a sus peticiones.

Con una mirada nostálgica comenta que los inicios de la empresa fueron sencillos, casi sin capital, y que en realidad su primer taller empezó, montando una mesa de madera improvisada, debajo de un árbol frondoso con un par de artesanos de su natal Beni. Inicialmente nadie tenía mucha fe en su proyecto, pues viene de un núcleo familiar machista en el que no se le otorga ningún mérito a las mujeres. Sin embargo dueña de un carácter férreo prosiguió con sus pla-

Nágera sonríe cuando habla de Dios, indica que tiene puesta su confianza en Él. “Soy cristiana y creo firmemente que todo lo que he logrado se lo debo a Dios, en los momentos más difíciles de mi vida me aferré a él. Dios fue el responsable de que yo encontrara a las personas adecuadas para realizar mi sueño, mi marca”.

La diseñadora me comenta que otra clave para el éxito es diseñar pensando en sí misma, siempre piensa en lo que a ella le gustaría usar. “En la vida es importante aprender a pensar en uno mismo.

Muchas personas han crecido con la idea equivocada de que pensar en sí mismas es sinónimo de egoísmo y de vanidad, pero el hacerlo te ayuda a pensar también adecuadamente en el otro”. Agrega que la originalidad es importante para el éxito, ser uno mismo siempre, los accesorios que se diseñan en Nágera Nacif son únicos y originales y eso es algo que la gente aprecia y busca.

“Bon Voyage” El amor que siente Nágera por su madre la inspiró de una forma muy curiosa para su última colección denominada “Bon Voyage”, Buen Viaje. Quería regalarle una cartera que sea especial y única, por lo cual se le ocurrió sacarse una foto e imprimirla en la pieza cambiándole de color al estilo del artista Andy Warhol. La cartera quedó tan hermosa y singular que en ese mismo instante decidió que ese sería el tema de su próxima colección.

Al observar los nuevos artes publicitarios de la campaña de Nágera Nacif, encontramos una mujer que podría ser de cualquier lugar del mundo, con un toque soñador y moderno al mismo tiempo. Ella explica que el concepto creativo de su nueva colección es justamente ese, una invitación a soñarse en otras latitudes del mundo, a través de los extravagantes accesorios de su marca, para una mujer que es ciudadana del mundo.

Pese a que tiene muchas propuestas para abrir franquicias en europa y en otras partes del mundo, prefirió inaugurar su primera franquicia en el Beni, su tierra natal, como un homenaje a su gente y sobre todo a sus mujeres, a quienes cataloga como muy elegantes.

Al finalizar la entrevista y volver a pasar por el “show room” no pude evitar la tentación de llevarme una pieza que parecía estar hecha para mí, un brazalete con formas surreales y colores impactantes, que dejaba ver toda la creatividad y la fuerza de esta mujer que tuvo el coraje de correr el riesgo de soñar y crear peldaño a peldaño su imperio.

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BENI

TRINIDAD

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Un Exuberante y Cálido Destino

Laguna Suárez / Fotografía: Sergio Trujillo B.

Mi Aventura en Trinidad Beni tierra de ríos, lagos y selvas tropicales. Hogar del Bufeo y la Paraba Barba Azul, rica en tradiciones y cultura, tierra hermosa, virgen y salvaje. Su industria es agrícola, agropecuaria y maderera. Su geografía tiene atributos turísticos que esperan al visitante para su disfrute; y cuenta con maravillosas reservas naturales.

Mi aventura en Trinidad, ciudad fundada a orillas del río Mamoré con el nombre de La Santísima Trinidad, comienza con una boda. Alberto, mi mejor amigo y beniano de pura cepa; se casaba.

MILENA FERNÁNDEZ La beniana que muestra Bolivia al mundo

Durante el viaje admiro la espectacular vista por la ventanilla del avión. Un vasto territorio amazónico aparece ante mis ojos. Selva, lagos y ríos serpenteantes están por doquier.

Después de aproximadamente 30 minutos de viaje llegamos a destino, el aeropuerto Jorge Henrich en Trinidad. Al salir en búsca de transporte para llegar a la ciudad, me sorprende que hay muchas ofertas motrices. Desde taxis, a los que estoy acostumbrado, hasta los famosos mototaxis que son el medio de transporte preferido de la zona.

Llegué a El Campanario, el bello hotel donde me hospedo, con todas las comodidades para pasar una excelente estadía en el Beni. Llamé a mi amigo para avisarle que ya estaba en su tierra, quedamos de encontrarnos en la Plaza Principal José Ballivián.

Al caminar por la ciudad, observo que tiene edificaciones sencillas, amplias calles y avenidas. Sus casas ostentan galerías techadas que otorgan frescura y sombra al caminante. En la plaza, a tres cuadras de mi hotel, pude ver la iglesia de La Santísima Trinidad, declarada Patrimonio Histórico y Cultural del Pueblo Beniano, construída en 1931 y conserva los rasgos del tiempo de las misiones. Su prócer, Mariscal José de Ballivián, está inmortalizado en un monumento ecuestre y; en la parte central de la plaza, se divisa una fuente construída por jóvenes artistas y diseñada en base a otra, de estilo clásico que ya existía en el lugar.

Después de mi breve recorrido, encontré a Alberto, su futura esposa y unos amigos que me llevaron directo a comer las famosas salteñas Chingolo. Tenían una forma rara, como unas pelotitas, pero estaban realmente exquisitas. Me di cuenta que el beniano es un ser muy alegre y eufórico además de hospitalario.

Ya en la tarde tuve mi primera `manejada de moto´, la alquilé por una hora y pagué 15 bolivianos, también tuve mis primeros `porrazos´, como se le dice aquí a las caídas, nada de cuidado.

Llegada la noche me sorprendió la cantidad de motos que se reunen alrededor de la plaza, salen de todos lados como `petos´, nombre popular que se les da a las avispas en la zona. La gente se encuentra con sus amigos y pasa un buen rato aprovechando el agradable descenso de la temperatura.

Una Boda al estilo beniano Hoy es el gran día para Alberto y Janeth, después de la ceremonia religiosa; la fiesta se realizó en una estancia, propiedad de Don Alcides, padre de

Definitivamente al pensar en programas televisivos con temática de Turismo la productora y conductora Milena Fernández es la primera que se viene a nuestra mente, ya que después de 12 años de trayectoria con Brújula, es dueña de un estilo muy particular que le ha otorgado el cariño de la gente que la sigue a través de canales como Bolivia TV y Sitel.

Ver su “Brújula” es algo que, sin duda, disfruta bastante toda familia boliviana, ya que esta singular beniana tiene el talento de encantar a su audiencia con sus interesantes aventuras y divertidas ocurrencias. En sus traviesas correrías, la vimos a veces montado un brioso caballo, comiendo algún plato exótico, o jocheando algún toro, paseando en caudalosos ríos a través de canoas o dentro de cavernas milenarias, mostrando al mundo nuestras exóticas riquezas de flora y de fauna y siempre en un contacto muy humano con la gente de cada lugar que visita.

Vestida con multitud de trajes típicos del país de tipoy, de chapaca, de chacarera o chaqueña siempre se mezcla en la cultura que visita dejando que su risa y su carácter expansivo terminen conquistando las culturas de Bolivia para mostrarlas orgullosamente hacia el mundo.

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Alberto. Hay baile, buen licor y abundante cerveza. Todo esto acompañado de un espectacular churrasco hecho con dos reses que Don Alcides hizo sacrificar para la ocasión.

Al llegar la tarde, Alberto, felíz y con unos cuantos tragos encima, se sube a una camioneta con la banda atras y empieza a dar vueltas por todos lados cantándole a los cuatro vientos el amor que siente por Janeth. El que estaba sentado a mi lado, me dijo que hacer eso es casi ya una costumbre en los matrimonios benianos.

Laguna Suárez No podía dejar de conocer la Laguna Suárez, ubicada a cinco kilómetros de la capital. Lugar preferido de los Trinitarios para visitar y degustar una rica variedad de platos típicos hechos en base a los peces de la zona, también hay otros dignos de destacar como el pacumuto, charque con chivé, locro de gallina y majadito de charque. A mí me tocó almorzar en el restaurant `Tapacaré´ que ademas ofrece el chicharrón de surubí y el pescado a la parrilla, ambos tremendamente exquisitos y muy bien servidos.

Si lo que quieres es descansar, puedes colgar tu hamaca en una de las hermosas cabañas de Jatata del restaurante-balneario. Otra gente prefiere practicar motonáutica, un emocionante deporte acuático basado en carreras de lanchas motoras.

Para mí que soy amante de la fotografía, este mágico lugar fue clave para estrenar mi nueva cámara fotográfica y capturar con su lente fotos increíbles de la fauna silvestre Beniana.

Antes de partir, mis nuevos amigos Trinitarios me invitan a venir a la `Chope Piesta´ o Fiesta Grande en la lengua nativa mojeño-trinitaria que se celebra entre las últimas fechas de mayo y las primeras de junio. Esta celebración es en honor a la Santísima Trinidad, donde todo el pueblo trinitario expresa su fe y devoción a través de una serie de tradiciones que se realizan a lo largo de tres días. Entre las más conocidas están las danzas típicas como la de Los Macheteros; juegos como el Palo Encebao y el tradicional Jocheo de Toros.

Me voy contento por haber conocido este bello lugar, rico en fauna, flora, cultura y sobre todo, su gente. Los recuerdos que llevo en mi cámara serán los que me hagan recordar la inolvidable experiencia de haber visitado Trinidad, un exuberante y cálido destino.

Laguna Suárez / Fotografía: Sergio Trujillo B.

Historia a una vuelta de Pedal

SANTA CRUZ

BICITURISMO

Texto y fotografías: Juan Marcelo Castro Melgar, poeta, guía de turismo y ciclista urbano.

Las luces de la ciudad juguetean con la noche, son las 20 horas y un viejo surtidor se ha convertido en nuestro lugar de encuentro, una docena de ciclistas de todas las edades y género lo habita. Al costado, el monumento de El Cristo parece mirarnos sorprendido, porque ahora el lugar se ha llenado de vida. Cada miércoles nos reunimos aquí para pedalear, buscando las historias que tiene la ciudad para contar. Hoy decidimos hacer una ruta diferente, un recorrido por algunas de las plazas del centro de la ciudad.

Santa Cruz es una ciudad donde la vida urbana es bastante activa y los automotores han tomado las calles, por lo cual para muchos es poco probable hacer turismo en bicicleta. Sin embargo desde Bicicultura Bolivia venimos promoviendo, desde hace muchos años, el uso de la bici, la recuperación del espacio público y el cuidado del medio ambiente.

Nuestras parpadeantes luces toman la Av. Monseñor Rivero y la gente sentada en los cafés nos mira con curiosidad. Nosotros, orgullosos ciclistas, empezamos la ruta pasando por la Plaza del Estudiante, la Biblioteca Municipal y el Palacio de Justicia llegando hasta la primera parada: la Plaza Avaroa, pocos la conocen, aquí cada 23 de Marzo se hace el desfile por el Día del Mar y está el busto de Eduardo Avaroa, héroe de la guerra del Pacífico.

Luego pedaleamos unas cuantas cuadras hasta la calle Beni, donde se encuentra el Parque el Arenal, recientemente transformado, hablamos un poco sobre los pormenores de su transformación y la importancia de su recuperación para la historia de la ciudad, otrora lugar de sosiego y disfrute de los cruceños y sus visitantes.

Subimos a nuestras monturas y arribamos a la Plaza Principal 24 de Septiembre, donde el coronel Ignacio Warnes nos saluda con su sable apuntando al sur, hacia su patria natal. Recorremos a pie

todo el sitio circundante hablando de sus construcciones, galerías y sobre donde estaba enterrada la cabeza del militar independentista, que fue rescatada por Ana Barba. Pasamos a la Manzana Uno, ex patio del Comando de Policía, hoy convertido en la Plaza de las Culturas, nombre que tratamos sea acuñado por los habitantes de Santa Cruz.

Luego tomamos la ruta que nos lleva hacia el este; a los antiguos confines de la ciudad, a la llamada Plaza del Cementerio cuyo nombre verdadero es Capitán Ñuflo de Chávez, justo al frente del Cementerio General sobre el primer anillo.

Vamos tomando más confianza y entramos de lleno al primer anillo con dirección sur, nos encontramos con una de las plazas más tradicionales de los cruceños, llamada el Centro Geográfico del continente Americano, la Plazuela Callejas. Tomamos agua fresca de nuestras botellitas y sacamos algunas fotos antes de retomar nuestra misión, saliendo como flechas hacia el Parque Urbano. Llegamos hasta el monumento a la Cumbre de las Américas diseñado en los años 90 por el famoso arquitecto suizo Mario Botta. Después de mirar las torres ingresamos al Parque Urbano Central, instalaciones de lo que eran el andén y las oficinas de la ex-estación Brasilera; y ahí imaginamos cuántas vidas cambiaron de rumbo. ¿Se atreverá alguno de los que por aquí pasaron a recordar ese pedazo de historia, que como en una fotografía va perdiendo color definición al pasar los años?

La luna va caminando por encima de nuestras cabezas y el recorrido está a punto de finalizar, es ya casi media noche y todos emocionados por lo aprendido y compartido, nos dirigimos hacia un restaurant donde pedimos limonadas y milanesas, que a esa hora nos vienen de maravilla. Conversamos y reímos felices, pues acabamos de hacer y vivir la historia.

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SANTA CRUZ

LOMAS DE ARENA

Un Dorado Paisaje Surreal Escrito por: Andrés Parada N. / Fotografías: Enrique Canedo

En la hermosa ciudad de Santa Cruz, es un típico día cruceño. Un glorioso sol mezclado con ese aire húmedo, que estimula cualquier tipo de vida, levanta cualquier ánimo y provee un hermoso tono de verde intenso que inunda la ciudad y mis pulmones de aire puro.

Es hora de cambiar un poco el panorama, y es que a unos cuantos kilómetros al Sur de la capital cruceña, se encuentra un tesoro escondido, alejado del ajetreo de una de las urbes que más crece en la región, un lugar con tonos tan dorados como el tesoro que representa, las Lomas de Arena del Palmar.

Salgo de la ciudad a través de una de las radiales hacia el sur, pasando por pintorescos barrios que se extienden hacia las suaves serranías de la ciudad, fundiéndose con grandes silos y la vía del tren, tan frecuentada antiguamente por gente yendo hacia la frontera Argentina. A unos pocos minutos de dejar el pavimento y entrar por un camino de tierra, me encuentro con el penal de Palmasola, uno de los

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más grandes del país. Recuerdo de niño que para llegar a Las Lomas, había que atravesar una enorme pampa verde, a veces por horas.

Escenario que ahora cambia dramáticamente, debido a la expansión de la mancha urbana de la ciudad. Un gran portal con una torre de vigilancia me da la bienvenida al Parque Regional de las Lomas de Arena, glorioso espectáculo.

Lo que sigue alrededor del camino de tierra es una colección pintorescas granjas y quintas. En ellas se respira el aire de una Santa Cruz de Antaño, mientras caballos ambulan por la pampa y señoras preparan comida en tacús de madera, bajo la sombra de solitarias palmeras y casas de adobe blanco.

Minutos después, una pequeña bajada marca la frontera entre las granjas y el espacio del parque regional. Un pequeño riachuelo de agua cristalina calma la sed y el calor de un típico día tropical, mientras a un lado del mismo, una gran duna un tanto escondida puede

Lomas de Arena

ser avistada. Es la famosa Duna Asesina, la cual se encarga de modelar el cambiante paisaje alrededor de nosotros, y de enterrar casas y puestos de comida enteros como ha sucedido en años atrás.

El camino luego se hace dificultoso y es sólo apto para vehículos de doble tracción. La arena blanca y pura funciona como una trampa agresiva para cualquier chofer.

Las doradas dunas de arena se avistan en el horizonte, están por todas partes y se extienden alrededor de 16 kilómetros hacia el sur, cambiando de forma y configuración cada cierto tiempo, principalmente por los fuertes vientos que predominan en la pampa cruceña y los famosos surazos del crudo invierno.

Pequeñas lagunas de agua cristalina salpican por todos lados y funcionan como piscinas privadas, contrastantes con las imponentes dunas que se levantan hasta una altura de 15 metros y hacen el agosto de niños y familias enteras que, alrededor de ellas hacen `picnic´ y comparten un día en familia.

Cedo ante la tentación de bajarme del vehículo descalzo y comenzar a caminar en la arena, que tiene diferente densidad conforme el lugar donde se encuentra. A veces gruesa como granos de sal y a veces suave como harina de cocina, la arena también golpea mi piel ligeramente mientras es movida con los fuertes vientos hacia el tope de la duna que toma una forma parecida a una media luna.

Corro, hago media lunas, tomo fotos y respiro un aire puro en unos de los parajes más interesantes de la región. Al otro lado de esta media luna, se encuentra una inclinada pendiente, ideal para prac-

ticar uno de los deportes que esta ganando popularidad en estas latitudes, es el `sandboard´ o algo como un `surf´ o `ski ´en las dunas de arena. Un deporte que combina adrenalina con velocidad y diversión. Esto me hace pensar en lo grandioso y diverso que es este lugar y el gran rango de actividades que pueden ser disfrutados aquí.

El sol se va ocultando al poniente de este paisaje surreal y pronto es hora de irse. El clima rápidamente se pone fresco, mientras el sol torna las dunas en una combinación de tonos dorados. Los espejos de agua se vuelven de varios colores y las luces de la ciudad pueden ser vistas a lo lejos. Increíble pensar que un lugar tan especial, una joya dorada un tanto escondida, se encuentra tan cerca de la metrópolis.

Dejo atrás el paraje árido y la pampa me saluda nuevamente con sus quintas. El recuerdo de un destino tan único y variado queda en mi mente mientras disfruto de un frio Somó en el atardecer cruceño.

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PERÚ

CUZCO

Travesía por la Ruta del Inca Escrito por: Andrés Parada N. / Fotografías: Elva Nagashiro K.

La aventura comienza en la fría y agreste frontera Boliviano-Peruana. Con el marco del glorioso e infinito azul del Lago Titicaca, me dirijo a cruzar la frontera y el hito dorado, debajo de un arco de piedra que marca la línea fronteriza, entre estas dos naciones hermanas.

Una carretera en muy buen estado, serpentea las orillas del lago Titicaca y nos lleva hasta la siguiente ciudad. Puno, capital de la provincia del mismo nombre y un centro colonial en el pasado. Funciona como punto de partida para expediciones a la famosa isla flotante de Urus y otras excursiones a importantes sitios de la cultura Inca, civilización de gran importancia en esta región del continente, creadores de estructuras que parecen desafiar la gravedad enclavadas entre acantilados e impresionantes paisajes.

Puno, un pueblo un tanto adormecido entre sus calles empedradas, que despegan desde las orillas del Lago hacia los cerros que la rodean. Es sólo un preludio de lo que continúa y de mi principal destino en esta aventura, la Capital del Imperio Inca, Cuzco.

El aire enrarecido de la Sierra Peruana es un elemento constante que llena mis pulmones de una sensación de cansancio y de alivio, a la vez que las luces de una ciudad de mediano tamaño, aparecen mientras bajamos un empinado valle hacia el centro de la ciudad, vibrante y encantador.

Es obvio por qué Cuzco rápidamente se convirtió en una de las ciudades predilectas de los españoles. Punto intermedio entre Lima y Buenos Aires, capitales de dos grandes Virreinatos, y que componía el eje de caminos Lima-Cuzco-La Paz-Potosí-Buenos Aires. Y es que la

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segunda ciudad mas grande del Perú rebosa de encanto y, entre sus calles estrechas y adoquinadas, transpira cultura e historia.

Historia de un pueblo poderoso con construcciones de una precisión impecable, como los vistos en diferentes muros y calles de la ciudad y en templos como el Qorikancha. Estructuras que sirven como testamento de una civilización sofisticada que sucumbió rápidamente a la colonia Española.

Cuzco se presenta como un lugar mágico, donde lo ancestral y típico se funde con lo moderno de los bares y música hip-hop, y es que es uno de los lugares predilectos entre turistas del mundo entero en su paso por estas tierras.

Con un poco de tiempo para perderme entre las estrechas calles, reservo mi lugar en el Camino del Inca, una de las tantas agencias de viajes en el Centro de la ciudad. Me han dado la opción de tomar un camino menos convencional, más largo y más escénico. El reto parece atractivo, caminar alrededor de 20 kilómetros por día, entre elevaciones de dos mil y cinco mil metros sobre el nivel del mar. Por la noche no consigo ni dormir de la emoción.

Al día siguiente mi aventura de cinco días comienza al amanecer, y tomando una ruta que serpentea los fértiles valles de la Sierra, por alrededor de dos horas, llego hasta el pueblo de Mollepata. Adormecido bajo el sol de la mañana y después de un frugal desayuno con mate de coca, es hora de comenzar la caminata, que de ser una pintoresca senda de carga apta para vehículos, se transforma en una empinada pendiente con un poco de barro resbaladizo.

Sin darme cuenta, hemos subido hasta los tres mil quinientos metros sobre el nivel del mar, marcando el fin del valle y el comienzo de los nevados. Al girar en una de las curvas de nuestro estrecho sendero, de pronto el impresionante nevado Salkantay hace su aparición como un guardián de nuestra aventura. Nuestro guía nos explica que caminaremos un par de horas más, hasta nuestro primer campamento a cuatro mil doscientos metros sobre el nivel del mar.

Una lluvia de hielo y granizo nos dificulta la llegada al árido y abierto descampado de Soraypampa, donde el campamento toma forma mientras pequeños riachuelos de agua glaciar y cristalina bajan por todas partes.

Aquí no hay energía eléctrica, ni radio, ni teléfonos celulares. Es un lugar aislado del mundo. Un lugar para poner la vida en perspectiva.

Una liviana lagua con carne de llama calma el apetito del grupo, la oscuridad invade el ambiente y da lugar a la noche mas fría que he sentido en mi vida.

Calles Empedradas Río Aguas Calientes

Amanece, nos informan que la temperatura en la noche bajo hasta 20 grados, bajo cero. Explicando la cara de cansancio de los otros miembros del grupo que tampoco pudieron dormir de frio.

Hora de seguir camino para el día más arduo, el ascenso a los cuatro mil seiscientos metros sobre el nivel del mar. Un paso a la vez y tomando un poco de aire, mientras la vista del valle cerrado complementa las rocas cubiertas de nieves eternas. Estamos en la falda del nevado Salkantay, imponente y remoto, necesito de unos minutos para recuperar el aliento, mientras contemplo un paisaje sobrecogedor. Un pequeño montículo de piedras con un letrero, marca el punto más alto de la jornada.

Una constante y pedregosa bajada, caracteriza el resto de la caminata, mientras el paisaje cambia de áridas nieves eternas hacia un valle semi-arido y colorido. Nuestro segundo campamento se instaló a dos mil quinientos metros sobre el nivel del mar, entre caudalosos ríos rugiendo en el profundo y verde valle.

Los restantes dos días del camino, son un poco más relajados, la elevación no cambia. El tropical y húmedo clima de la ceja de selva juega con las temperaturas entre cálidos y sofocantes días y frescas noches.

Cruzamos precarios puentes que atraviesan caudalosos ríos hasta que finalmente llegamos a Santa María, desde donde seguimos las vías del tren, esquivando alguna locomotora perdida y cruzando estrechos túneles hasta el fin del camino, base de todos los turistas que llegan a Machu Picchu. El pequeño poblado de Aguas Calientes, un conglomerado de casas y pequeños restaurantes apiñados entre el río, que ruge y provee electricidad a la región en una hidroeléctrica cercana.

Una fría Inka Kola, típica del lugar, refresca el calor del final de la tarde, y sirve como recompensa después de cuatro días de una caminata de 88 kilómetros, entre diferentes tipos de clima, con mochila en la espalda y el recuerdo de una experiencia única en el mundo.

Machu Picchu sigue al comienzo de la siguiente madrugada. Una maravilla del mundo a ser descrita en una próxima aventura. Hasta entonces.

Ruta del Inca

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