Revista Voz Literaria edición 39. Mayo Agosto 2025.

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Revista

VOZ LITERARIA

«Amad el arte: entre todas Las mentiras es la menos mentirosa» Gustavo Flaubert

Año MMXXV. No 39/2025 mayo/agosto

TALLER LITERARIO

VIRGILIO DÍAZ GRULLÓN

Universidad

AUTÓNOMA DE

SANTO

DOMINGO

RECINTO SANTIAGO república dominicana

Edición digital (cuatrimestral)

Santiago de los caballeros, república dominicana

(Enegildo peña fundador, director y editor)

NNuestra revista tiene como misión la difusión y promoción de la creación literariadeestegrupo,queel30dejunio del año 2025 cumplió de manera ininterrumpida su trigésimo primer aniversario. Treinta y un años formando a los estudiantes de nuestra universidad para que cultiven su creatividad y talentos, además de realizaractividadesliterariasyculturales.Estaeslaediciónnúmero39de la Revista Voz Literaria, en formato digital, correspondiente a losmesesde mayoaagosto delaño 2025. En este número, publicamos, como es habitual, trabajos diversos de los miembros del taller y una amplia reseña de nuestro aniversario,celebradoelviernes27alas 7 de la noche en el Salón de Ciencias de la Salud del Recinto Santiago, en la calle 16 de Agosto, esquina San Luis. Además, publicamos algunos trabajos de escritores invitados, entre ellos Manuel Matos Moquete y GersonAdrián Cordero.

CONTENIDO:

La civilización del espectáculo, de Mario Vargas Llosa. Enegildo Peña, pág. 2. Los cachorros, de VargasLlosa. YandraMaríaPérez Campusano, pág. 6. Reconocimiento Anual 2025. En el marco de nuestro trigésimo primer aniversario,pág.10. LoscuentosdeVirgilio Díaz Grullón Manuel Matos Moquete, pág. 18. Otras fotos del aniversario y reconocimiento del taller, pág. 20. José Enrique García: el tercer poeta más importante de la poesía dominicana. Enegildo Peña,pág.21. Revolución,novelade GersonAdriánCordero.Capítulo 4, pág. 27.

VOZ LITERARIA

PARÉNTIS LITERARIO

Mario Vargas Llosa (19362025), Premio Nobel de Literatura 2010, con Enegildo Peña

La civilización del espectáculo de Vargas Llosa: entre temores, sueños e incertidumbres, a propósito de su muerte.

Enegildo Peña

Uno de los grandes novelistas vivos de la lengua española, Mario Vargas Llosa, falleció el domingo 13 de abril de este año 2025, en su pueblo natal de Arequipa, Perú. A la edad de 89 años, recién cumplidos, se nacionalizó en España y República Dominicana, dejando una de sus obras cumbres, según la crítica internacional: la novela sobre la historia de la dictadura de Rafael LeónidasTrujillo, LafiestadelChivo (2000).

Igual que el inmenso Gabriel García Márquez, también fallecido. Ambos, premios Nobel de Literatura. Al primero le fue otorgado en el año 2010, según la Academia Sueca: «por su cartografía de las estructuras de poder y sus imágenes mordaces de la resistencia del

individuo, la rebelión y la derrota». Al segundo, en el año 1982: «por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico ylo real secombinan en un mundo ricamente compuesto de imaginación, lo que refleja la vida y losconflictosdeuncontinente». Cien años de soledad es nuestro Quijote de la novela. No soy un lector de novelas lo he dicho en otras ocasiones ; sin embargo, por formación y por un simple compromisobibliográfico,hetenidoqueleer muchasdeellas.

Vargas Llosa era un ensayista y articulista polémico por sus juicios y consideraciones intelectuales. En su libro, La civilización del espectáculo (2012), provocó un boom mediático a nivel internacional y nacional. Es un tema de miinteréspersonalyprofesional;por eso decidí comprarlo para regalármelo, como parte de la estética del consumo del período de Navidad. Empecé a leerlo desenfrenadamente, viendo cómo el autor se interesa por los asuntos culturales y todo lo que viene detrás deello.

El libro está constituido por seis ensayos convertidos en capítulos: «La civilización del

Definir, plantear y conceptualizar sobre la cultura no es una tarea fácil paraningúnescritor o intelectual, más aún si no es especialista en el tema, vocablo que Vargas Llosa también pone en duda, valiéndose de una actitud supuestamente humanística. De ninguna manera con esto pretendo invalidarellibro;aunquenoestoyde acuerdo con algunas de sus conceptualizaciones, sí lo estoy con algunasdesuspreocupaciones.

No creo que el término «cultura» esté a punto de desaparecer o haya desaparecido ya, como él sostiene, por la razón siguiente: por nuestra propia naturaleza somos entes eminentemente culturales; ninguna criaturavivientetieneesaposibilidad material, espiritual, creativa y pensante. No hay que ser un experto para darse cuenta de que la cultura es una manifestación exclusivamente humana; ningún otro ser viviente tiene la capacidad de concebir y producir fenómenos culturales. Nuestro Pedro Henríquez Ureñadecía:

«Desde la aparición del Homo sapiens, cuando el hombre reconoció su propia identidad y comprobó que se distinguía de

las demás criaturas, mediante el desarrollo de la conciencia generó el lenguaje y, con él, su propio saber, que empleó para dominarlanaturalezayusarlaen su beneficio, haciendo acopio de cuanto le rodea. Ante el esplendordelmundo,expresósu estimación y asombro, dando cuenta de sueños y temores. La acumulación de creaciones y saberes conforma la sustancia de la cultura. Ha sido tan sorprendente el desarrollo del saber humano que la cultura se convirtió en la más cabal expresión del entendimiento y la sensibilidad de hombres y mujeres, siendo la cultura, como afirma Werner Jaeger, el más alto símbolo de la civilización».

Lacultura esla simiente de la existencia; la civilización no es más que un desarrollo de ella. Existimos porque somos conscientes de nuestra propia existencia y, por ende, porque somos capaces de generar nuestra propia cultura El ser humano crea y acumula la cultura porque es su realidad más contundente. La cultura es la que les da significado a las palabras y las cosas

La cultura está en extinción tal y como la conocíamos anteriormente, según dice Vargas Llosa, pero esto es imposible porque ella la cultura es la esencia de lo humano. Es decir, somos por naturaleza entes eminentemente culturales. La cultura no se extingue; se transforma, se desarrolla y se eterniza. Una visión elitista de la cultura se revela y a veces se esconde en la obra de Mario Vargas Llosa: de ahí que se ampare en autores como T. S. Eliot, George Steiner, Freud, Guy Debord, Gilles Lipovetsky, Jean Serroy, Frédéric Martel, entreotros.

La cultura no es estática,

cas y sociales de un trauma en la vida de un individuo y su entorno.

En Los cachorros, esta conexión con la realidad peruana se manifiesta en la representación de un grupo de amigos de clase alta en Lima, Perú. La novela corta nos introduce en la vida de Cuéllar, un niño inicialmente tímido que se integra al colegio Champagnat de Miraflores y forma un fuerte lazo con sus compañeros. Sin embargo, la cotidianidaddeestegruposeve abruptamente alterada cuando Cuéllar es atacado por el perro del colegio mientras juegan fútbol, un evento traumático que marcará irrevocablemente suvidaysusrelacionesfuturas. Esteincidente,aunque ficticio en sus detalles específicos, resuena con la tragedia real que inspiró la obra, sirviendo como catalizador de la profunda exploración de las secuelasdeltraumaqueVargas Llosa desarrolla a lo largo de la novela.

Al comienzo, Cuéllar destaca por su dedicación a los estudios, aunque sus amigos lo perciben como un descuido del deporte. Pero un día, al unirse a ellos para jugar fútbol después del entrenamiento, sufre el ataque del perro del colegio,unaheridasignificativa cuyas consecuencias permearán toda su existencia y la formaen que se vinculacon los demás. Tras el accidente, la compasión de sus compañeros y la sobreprotección de sus padres generan en Cuéllar una percepción inicialmente positiva de su situación, permitiéndole relajarse en los estudios y

obtener fácilmente lo que desea. No obstante, pronto comienza a confrontar su diferencia.

A medida que sus amigos entran en la adolescencia y descubren el interés por las chicas, la herida de Cuéllar le impide compartir estas experiencias, sumiéndolo en un sentimiento de exclusión y complejo. Estos sentimientos se manifiestan en comportamientosarriesgadosydesafíantes, que lo hacen parecer un «maleante» ante los ojos de los demás, especialmente de las chicasqueevitanacercarseaél.

Sin embargo, cuando Cuéllar se enamora de Teresita, experimenta una transformación notable en un intento por agradarle, convirtiéndose en un joven educado que logra captar su atención. A pesar de esto, su inseguridad y la constante conciencia de su condición le impiden formalizar una relación.

Tras una larga espera, Teresita finalmentesehacenoviadeotro chico, lo que profundiza la frustración y el aislamiento de Cuéllar, reactivando sus comportamientos imprudentes y descontrolados.

Incapaz de superar sus comportamientos destructivos e integrarse plenamente en la vida adulta, al rodearse de adolescentes y distanciarse de sus amigos tras ponerlos en riesgo por su comportamiento desmedido, Cuéllar se vuelve cada vez más autodestructivo. Su vida carece de rumbo y sentido, lo que lo lleva a un final trágico en un accidente automovilístico que finaliza su vida.Mientrastodoestosucede, sus amigos siguen el curso

RECONOCIMIENTO

ANUAL 2025

(Viernes 27 de junio 7:00 p.m.)

Momentos en los que el maestro Juan Arias, director general del Recinto Santiago de la UASD, pronuncia las palabrasdebienvenidaalospresentes.

Mesa principal escuchando el himno de la UASD.De izquierdaaderecha: Roa Ogando, decano de Humanidades; Rosalía Sosa Pérez, vicerrectora de Extensión; el maestro Juan Arias, director general del Recinto Santiago; el escritor y poeta Enegildo Peña, director-fundador del taller; y la señora Altagracia Ramírez, viuda del asesinado y desaparecido maestro Narciso González "Narcisazo". Ella realizó un recuento de las peripecias que ha pasado tratando de encontrar a los culpables y los restos de su marido, a quien, el mismo año de su desaparición, le creamos una distinción con su nombre.

En el marco del trigésimo primer aniversario del Taller Literario Virgilio Díaz Grullón, Recinto Santiago, UASD

Palabras de Rosalía Sosa Pérez, vicerrectora de Extensión, en el acto de Reconocimiento Anual del Taller Literario Virgilio Diaz Grullón, con motivo de su 31 aniversario de fundación, el 27 de junio 2025.

Distinguidas autoridades, queridos talleristas, invitados todos:

Es un honor para mí estar hoy aquí, en este acto que celebra una hermosa tradición: el reconocimiento anual que el Taller Literario Virgilio Díaz Grullón ofrece desde hace tres décadas a voces creadoras y proyectos que realzan nuestra cultura.

Este taller, fundado el 30 de junio de 1994 por el poeta, escritor y gestor cultural Enegildo Peña, ha sido por años un espacio de encuentro, formación y crecimiento literario, permitiendo el nacimiento de antologías, la consolidación de escritores y la difusión de nuestra palabra. A lo largo de décadas, la verdadera fortaleza del Taller Literario Virgilio Díaz Grullón ha sido

la lealtad inquebrantable de sus miembros. Esa fidelidad no solo honra nuestras raíces, sino que sostiene esta comunidad como un hogar literario permanente.

Hoy se reconocen a quienes mantienenvivaestallama:creadores con trayectorias destacadas, jóvenes promesas literarias, gestores culturales e instituciones que comparten el compromiso con la palabra y el saber. Su esfuerzo fortalece no solo este taller, sino el acervo cultural de lanación.

Junto a este acto de premiación, celebramos el valor de pertenecer a una comunidad que cree en la literatura como resistencia, como puente entre personas, generaciones yrealidades.

Felicitamos hoy a cada homenajeado.Sulabor,sucreatividadysu dedicación enriquecen este espacio y dan vida a la herencia del maestro Virgilio DíazGrullón.

Que esta ceremonia renueve nuestro impulso y nos inspire a seguir sembrando letras, cultivando empatía y transformando realidades atravésdel arte.

Gracias por hacer del Taller Literario Virgilio Díaz Grullón, un faro de memoria, creación y comunidad.

¡Muchas felicidades en sus 31 años desu fundación!

Discurso del Reconocimiento Anual 2025: Enegildo Peña, director-fundador del taller (1994).

CEnegildo Peña onmemorar treinta y un años no es una tarea fácil enunpaísdondela literatura y la cultura siempre son marginadas por el Estado y sus instituciones gubernamentales, ya que nuestros políticos no creen ni confían en ellas, al igual que la mayoríadelempresariado.Lamisma situación se produce en nuestras universidades,conalgunasexcepciones, como es el caso de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, que es la única que tiene una corporación de grupos culturales, artísticos yliterarios en todo el país.

Este magno evento es un ejemplo, aunque hace unos años tuvimosenelCentrodeSantiagouna gestión que no apoyó ninguna de las acciones de los grupos, incluso esta actividad que tenía más de veinticinco añosrealizándose demanera ininterrumpida. El Taller Literario Virgilio Díaz Grullón es la única institución de la universidad que realiza este tipo de acto desde su fundación, un 30 de junio del año 1994, con la presencia del escritor santiaguero, quien fue

presentado con una conferencia magistral por el doctor Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua, institución que hoy será homenajeada por nosotros. También Bruno fue reconocido, en los años iniciales, por el propio Virgilio Díaz Grullón en uno de nuestros eventos aniversarios.

Algo que siempre debemos resaltar ydestacar es el hecho deque hemos reconocido a lo más granado de nuestros escritores nacionales, teniendo la virtud de haberles entregado la Distinción al MéritoVirgilioDíazGrullónantesde otorgársele el Premio Nacional de Literatura de la República Dominicana.Unejemplodeestofuequeel año pasado el elegido fue Efraín Castillo, quien alegó que no podía asistir por problemas de salud, siendo luego premiado con dicha presea literaria por toda su trayectoria escritural a lo largo de su vida.

Otroelementoque nosenorgullece es el hecho de que somos la única universidad dominicana que realiza un evento de esta magnitud en el país, honrando la trayectoriadeescritores,periodistas, personalidades, gestores e institucionesculturales.Enestapremiación de reconocimiento no existe el cabildeo de ningún tipo, como suele suceder en las premiaciones nacionales. Esto lo saben muy bien

cada uno de los que hemos homenajeado,quesololohemoshechopor su trayectoria meritoria y nada más. Nosotros no nos apandillamos con nadie ni favorecemos a nadie que no sea justo en los afanes literarios y culturalesdela nación dominicana.

Poseer un certamen como este para honrar la ardua labor literaria ydegestiónculturalesuna verdadera política de apoyo a la difusión y promoción de estos haceres,quesonfundamentalespara la preservación y conservación del patrimonio de una nación: sin literatura ni cultura, no hay país. Cervantes y el Quijote son más grandesqueEspaña; Rubén Darío, que Nicaragua; Pablo Neruda, Gabriela Mistral y Vicente Huidobro, que Chile; Sor Juana InésdelaCruz y OctavioPaz,que México; PedroHenríquezUreña, que República Dominicana. Esta semana ha sido de regocijo para nosotros, los santiagueros, en virtud dequeelMinisteriodeCulturaacaba de otorgar el premio que lleva su nombrea JoséEnriqueGarcía,el tercer poeta más trascendental de la provincia y en el país, después de Tomás Hernández Franco y Manuel del Cabral. Trabajo que publiqué en Enecultura del periódico Acento el pasado 27 de abril, convirtiéndose en el más leído. Un autor que, hasta la fecha, había sido ignorado, a pesar de su gran obra literaria y humanística, y

EntregaDaríoFernández,quientrabajó con Menny, acompañado de Juan AriasyEnegildoPeña.

Por fomentar la difusión de la literatura dominicana, por medio de la TertuliaLiterariaPapelmaché.

Reconocimiento Dionisio

López Cabral 2025: Taller Literario Cemí

Recibido por su fundador Faustino Medina, y entregado por Juan Arias y algunosmiembrosdeambostalleres.

Por incentivar la creación literaria y la lectura, entre estudiantes y jóvenesescritores deSantiago y el Cibao.

Otrapanorámicadelospresentes.

Joven Escritura 2025: Elena Ramos Grullón.

Entregan los miembros de nuestro taller: Arelis Albino, Ryan Santos, Juana García, Enegildo Peña y AlejandraVásquez.

Quien se ha destacado como escritora de nuestras letras nacionales, además de ayudar a incentivar la lectoescritura con sus innumerables cursosytalleresen el país.

Apoya al Taller 2025: Luesmil Castor Paniagua.

Entregan los miembros de nuestro taller: Ryan Santos, Arelis Albino, Juana García, Enegildo Peña, Alejandra Vásquez y Yandra María PérezCampusano.

Por su apoyo a la promoción de la literatura nacional, contribuyendo a la publicación de la primera Antología Literaria del Taller y de sus miembros, en la conmemoración de nuestro trigésimo aniversario en el año 2024.

Reconocimiento Especial 2025: Altagracia Ramírez.

Porsupersistenteheroísmoparaque aparezcan los sanguinarios asesinos de su honorable esposo, Narciso González(Narcisazo),vilmentedesaparecido un 26 demayo de 1994, durante el último gobierno de Joaquín Balaguer, a quien le escribió diez consideraciones, por las cuales fue mandado amatar:«Entrelossinónimos de perverso aparecen los siguientes:asesino,delincuente,inmoral, pandillero, tramposo, maquiavélico, miserable, cínico, dañino, mentiroso, corrupto, alevoso, servil, pervertido yotros».

Reconocimiento Especial: Recinto Santiago Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

El taller y sus miembros les hace entrega de un reconocimiento especial al Recinto de Santiago, el cual cumple 40 años de su función en agosto. El mismo es recibido el director general, Juan Arias, y Genaro Rodríguez, exdirectorenvariosperiodos,juntoagrupo deprofesoresyhomenajeados.

Lainiciativafuedeungrupode destacadas personalidades de diferentes áreas. Gracias a su acertada visión estratégica, el 7 de agosto de 1985, con la resolución No. 211, se constituyó el Centro Regional de Santiagoconelobjetivodecontribuir al progreso continuo de profesionales, técnicos y artistas en bien del desarrollo de nuestra provincia y la región.

Parahonrarsumemoria,elTallerLiterario Virgilio Díaz Grullón, del RecintoSantiagodelosCaballerosdela UASD, creó ese mismo año el Reconocimiento a la Gestión CulturalNarciso González (Narcisazo), que entregamos cada año a una personalidadquesehadestacadoeneste ámbito. Hoy, en la conmemoración de nuestro trigésimo primer aniversario, lehacemosentregadeunadistinción especial a su digna y gloriosa esposa por mantener vivo el legado magisterial y cultural de su marido, como un ejemplodeladignidad política de lanacióndominicana y de nuestra universidad.

Para conmemorar este acontecimiento sin precedentes, hoy contamosconelRecintodeSantiagodelos Caballeros, graduando a miles de profesionales y fomentando la culturaatravésdesusgruposartísticos.

Por ello, homenajeamos y distinguimos a sus direcciones interinas y directores elegidos en sus 40 años: Luis Gómez, William Galván, Carlos Sosa, Rafael Darío Genao, Genaro Rodríguez, Radhamés García, Humberto PeraltayJuan Arias.

Reconocimiento Institución

Cultural 2025: Academia Dominicana de la Lengua.

Por sus inconmensurables aportes al desarrollo de una auténtica cultura lingüísticadenuestroidiomaespañol yalaliteraturadominicana,desdesu fundación en el año 1912 por el arzobispo Adolfo A. Noel, aglutinando a lo más granado de los escritores eintelectualesdela nación.

De esta manera, damos inicio al acto de Reconocimiento Anual 2025, agradeciendo al maestro y director general del recinto, Juan Arias; a Rosalía Sosa Pérez, vicerrectora de Extensión de la UASD; a Gerardo Roa Ogando, decano de Humanidades; a Altagracia Ramírez, esposa del malogrado profesor y especialista cultural Narciso GonzálezNarcisazo; a Arelis Albino, encargada operativa, junto a los miembros del taller; y también al exmiembro que hoy realiza la maestría de ceremonias, Carlos Arroyo. Al igual que el año pasado, celebramos nuestro trigésimo aniversario con un evento similar, donde publicamos la

primera antología literaria del taller.Esteaño,algunosdenuestros miembros también publicarán sus obrasporprimeravez,comoenotras ocasiones lo hicieron otros. Agradezco al doctor Genaro Rodríguez, José Armando Toribio, Elvys Rodríguez, Aníbal Coronado Reyes, Silverio González Bencosme, José Batista,MartínAlmengo,directordel Grupo de Poesía Coreada, y sus integrantes; Vismal Roque, director del Grupo Musical Vocal-Ecos. Al homenajeado Ramón Leonardo, por sus canciones. A los miembros del taller: Francisco Chevalier Arroyo, Ryan Santos, Juana García, Yandra María Pérez Campusano, Alejandra Vásquez, entre otros. ¡Como dijeron la mayoría de los asistentes, fue una nocheinolvidable! Mil graciasa cada uno de los que han apoyado este evento en la universidad, así como a cada persona que está aquí esta noche, con la gratitud que solo emana de la literatura y la cultura. ¡Qué viva la Ciudad Corazón y la UASD, Recinto Santiago!

Palabraspronunciadasennombre de los homenajeados por Ramón Leonardo.

Señoras y señores, miembros del Taller Literario Virgilio Díaz Grullón, autoridades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, amigos y amigas de la cultura y la palabra:

Esta noche no hablo solo como Ramón Leonardo, sino en nombre de cada uno de los que

hoy recibimos este gesto noble de reconocimiento. Lo hago con gratitudycon profundo respeto.

Graciaspor hacernossentir que el trabajo sembrado en el arte, en la cultura, en la docencia, en la gestión literaria yen la defensade nuestras raíces no ha pasado inadvertido. En un tiempo en que el bullicio muchas veces ahoga la reflexión, este acto es un faro que confirma que la palabra, la memoria, el compromiso social y la creación siguen teniendo sentido.

Recibir este reconocimiento de una institución como la UASD y del Taller Literario Virgilio Díaz Grullón nos honra. Pero más aún, nos compromete. Porque este homenaje no cierra un ciclo, lo renueva. Nos recuerda que somos parte de una tarea más grande: preservar el alma de un pueblo, dignificar su expresión yempujar los sueñoscolectivosconnuestrasvoces, nuestrasletrasynuestrasacciones.

En nombre de Manuel Matos Moquete, de Elena Ramos, de la Academia Dominicana de la Lengua, del Taller Cemí, de Eduard Tejada, de Luesmil Castor, y en el mío propio, gracias. Gracias por hacer de este aniversario una celebración del espíritu dominicano. Y gracias por recordarnos que aún hay espacios donde se reconoce el mérito no por el ruido que hace, sino por la luz que irradia. ¡Que viva la cultura, que viva la palabra, y quevivala patria dominicana!

Manuel Matos Moquete agradece su reconocimiento

Honrar honra. Esa expresión deJoséMartínosconvoca,al ser honrados con tan preciadoreconocimiento,la Distinciónal Mérito Virgilio Díaz Grullón 2025, a expresar, a nuestra vez, nuestro profundo agradecimiento al Taller Literario Virgilio Díaz Grullón de la UASD, Recinto Santiago, dirigido por el escritor y gestor cultural Enegildo Peña. Muchas e infinitasgracias.

Los cuentos de Virgilio Díaz Grullón

(Extraído de mi obra Ejercicios de crítica y apreciación literaria (2010), apropósito de mi reconocimiento Distinción al Mérito Virgilio Diaz Grullón por el Taller Virgilio Diaz Grullón,UASD,RecintoSantiago).

Manuel Matos Moquete

Otra crítica, otra obra. Otra lectura,otramaneradecitary de aprender. Ha sido encorsetadacomocuentísticaurbana la obra narrativa de Virgilio Díaz Grullón (1924- 2001) recogida en el volumen De niños, hombres y fantasmas. Eso parece ser halagador para el escritor, pues la crítica le ha reservado un lugar pionero en la literatura dominicana. Sin embargo, y aun concediéndole algún crédito a la lectura temática, la ciudad no aparece como elemento temático y mucho menos poético, como rasgo en esaobra.

Tampoco, salvo en muy contados cuentos, se advierte la oposición entre lo rural y lo urbano.Yesasausenciassedebena queenlanarrativadeDíazGrullónel tema en sí es deleznable: sólo existe como pretexto para la expresión de las visionesfantásticas delmundo del absurdo; también para la indagación y experimentación de novedososprocedimientos narrativos.

Existe en los cuentos de Virgilio Díaz Grullón un rasgo dominante, que le distingue como nuestro mejor cuentista moderno, después de Juan Bosch: el autor se esfuerza en poner en evidencia el carácter artificial de las historias

contadas, multiplicando las marcas de inverosimilitud. Se afirma así el carácter de invención, convirtiendo los procedimientos narrativos en el verdadero objeto de la narración.

Particularmente, es una cuentística que rompe con la concepción bochista del cuento como acontecimiento único. En numerososcuentos deese autor no aparecen acontecimientos, como por ejemplo en el cuento “La puntualidad del señorMartínez”.Enéste,laanécdota y el tema son insulsos. Lo que da valor al cuento es el proceso de formación de la imagen de un empleado que sufre del síndrome de la puntualidad en su trabajo. La narración dramatiza el recorrido del señor Martínez tramo a tramo, minutotrasminuto.Todoconcurrea la construcción de la sorpresa ingenua del empleado: estaba de vacaciones, pero el hábito lo había llevado al trabajo como cadadía.

“Caín” es un cuento ejemplar de la poética narrativa orientada hacia la ruptura de la historia única y en contra de la unidad y la coherencia del relato. El argumentoes trivial:elreencuentro de dos viejos amigos. Pero lo significativo es el procedimiento del contraste, mediante el cual el autor construyedoshistorias;másbiendos voces, sin continuidad ni convergenciaentreellas.Elpasadoseopone al presente como la situación personal y social de ambos amigos, Leonardo y Vicente, se convierten afavor deVicente.

“Crónica policial” es un caso extremo de ejercicio de escritura. En ese cuento el autor pone en práctica hasta la saciedad el recurso del juego de variantes, de voces, de versiones, con la finalidad de crear dispersiónenlaunidaddelahistoria:

la increíble muerte de un señor en circunstanciasnuncaaclaradas.

El autor emplea numerosos recursosparaminar la coherencia de la historia orquestada en el cuento “Dos pesos para Cirilo”, en el cual se destacanel ritmo yel simbolismo. Los dos pesos son un elemento metafórico que va ordenando y creando las historias paralelas de los tres personajes del cuento: Cirilo, Pedro Valbuena y JoséCambronal. Vale la pena detenerse en ese cuento, por el valor poético y a la vez irónico siempre presente en los cuentos de Díaz Grullón. Pedro Valbuena acaba de recibir dos pesos de más en su salario, por equivocación del pagador. José Cambronal está en ese mismo instante limpiando el jardín en la casa de Cambronal y pensando en los dos pesos que la mujer de éste le pagará por el desyerbo. Simultáneamente, Cirilo está en un colmado buscando tercio para jugar dominó y así ganarse dos pesosque necesita.

Deun párrafo aotro esas tres historias distintas, paralelas, unidas sólo por la “coincidencia” de los dos pesos, se cuentan, se repiten alternativamente. Al final las tres historias convergen en un resultado sorprendente: Valbuena le paga a Cambronal los dos pesos que le dieron de más, cuando llega a su casa y encuentra ese hombre desyerbando.Cambronal,enlugarde irse a su casa decide ir al colmado y ahí se encuentra con el juego de dominó montado por Cirilo, quien finalmente gana los dos pesos. Por eso, el título del cuento.

“Legalismo” es otro cuento de puros procedimientos. El autor relata una de esas circunstancias absurdas que suceden en el orden legal. Un hombre está muerto según acta de defunción, pero en realidad está vivo. Se aparece a la oficina de

recaudación, reclamando su reconocimiento de ser viviente; pero el empleado le convence de que él está muerto. Prevalece lo legal sobre la vida, si quiere vivir de nuevo tendrá que someterse a los procedimientos legalesquele devuelvan la vida.

Es un cuento hecho con base en la perturbación de la lógica convencional, racional. De todo cuanto otorga valor de verosimilitud a la historia. Esos ejemplos son sólo unmuestreodeunapoéticanarrativa que nada tiene que ver con las clasificaciones tradicionales de lo rural, versus lo urbano ni con la narrativa basada en acontecimientos. Virgilio Díaz Grullón es un escritor que basa sus narraciones en la creación de un mundo fantástico, maravilloso, pero no a la manera del “realismo mágico” o lo real maravilloso”.

La ilusión de lo absurdo, lo antitético y lo extraordinario en los cuentos de ese autor como en la novela Los algarrobos también sueñan, se apoyan sobre todo en el empleo recursos del pensamiento y del lenguaje mediante los cuales el narrador contraviene la lógica, cuya ruptura no trata de reparar, disfrazarocompensarconideologías tales como la brujería, la cultura mágica, el irracionalismo, etc., rasgos que habitualmente se atribuyen a los latinoamericanos, y que se han usado como fundamentos de determinadas propuestasliterarias.

Otras de las fotos realizadas por José Armando Toribio

Profesor e exmiembro del taller, Carlos Arroyo, quien realizó la maestría en ceremoniasduranteelevento.

El director del taller obsequia la antología de los miembros, quien asumió un préstamo para su publicación el año pasado, en la conmemoración de nuestro trigésimo aniversario. De izquierda a derecha: Genaro Rodríguez, Roa Ogando, Rosalía Sosa, Altagracia Ramírez y EnegildoPeña.

Vestida de negro, Arelis Albino, quien fue la encargada operativa general del evento, al lado de Elena Ramos y otros maestrosdelauniversidad.

Junto al público presente, se encuentra elescritorynarradorMáximoVega.

Darío Fernández y Wanda Frías, de Amantes de la Luz. En la otra, foto Rafael Almánzar, otra persona y Rosa Peralta.

José Enrique García (1946-): El tercer poeta más importante de la historia de la poesía contemporánea del siglo XX

ElsiguientetrabajolopubliquéenEnecultura del periódico Acento el pasado 27 de abril, convirtiéndose en el más leído, según el subdirector y escritor Gustavo Olivo Peña. Volvemos publicarlo porque al autor el pasado 25 de junioelMinisteriodeCultura,leotorgó el Premio Pedro Henríquez Ureña, siendo el primero dominicano en recibirlo.

Enegildo Peña

«Yo Soy el fabulador/ el tejedor de dichas y desdicha/ vienen hasta mí las palabras que se dijeron/ y las que no se handichotodavía».JEG.

Para realizar una historia de la literatura contem-poránea de Santiago de los Caballeros, de la República Dominicana del siglo XX,tenemosenelcampodelapoesía los tres referentes más trascenden-tales: Tomás Hernández Franco (1904-1952), Manuel del Cabral (1907-1999) y José Enrique García (1946-). Estos son los poetas más significativos de nuestras letras e incluso representan lamejortradi-ciónyrenovacióndela literaturanacional.

JoséEnriqueGarcía

Cada uno ha escrito no solo poesía, sino también en el género de la narrativa y el ensayo. Pero ha sido en el universo mágico de lo poético donde han sido más importantes por suslogros. Comenzaremos,alrevés, a hablar de ellos. Es decir, por José EnriqueGarcía,porqueeselqueestá vivo.

Sin embargo, todavía sigue siendo marginado por la crítica tradicional, hasta el extremo de que le han negado el Premio Nacional de Literatura,elcualyahaganadoporel mérito de sus obras publicadas; empero, se lo han otorgado a otros quepodíanesperaryquenotienenla estatura literaria que él ostenta. El autor, desde sus libros iniciales, empezó a revelar su valiosa calidad poética. Cuando en el país la literatura dominicana estaba todavíaimbuidaenelcostumbrismo, en el romanticismo tardío y en la poesía social, que era más un panfleto político que creación literaria, producto de la Guerra de Abril y, posteriormente, la Segunda Intervención Norteamericana del año 1965.

Cuandonospropusimoshacer la primera antología «La poesía contemporánea de Santiago: 19772005», tuvimos la certeza de empezarla con la figura de José Enrique García, como un justo reconocimiento. Este continuaba y afianzabalatradiciónylarenovación

Alrededor de una sospecha y El fabulador.

de la poesía dominicana, como en otrora lo hicieran Tomás Hernández Franco y Manuel del Cabral. Otro hecho importante fue que en 1977 nuestro aeda publicó su primer poemario por estos lares: «Alrededor de una sospecha». Una obra que, para la época, fue significativa por su frescura y su alto aliento estético. Para ese período, el discurso poético todavía estaba plagado de los remanentes de la poesía román-tica, amatoria y social deposguerra.

José Enrique García tiene una trayectoria que ha producido ocho poemarios: «Meditaciones alrededor de una sospecha» (1977), «El fabulador» (1979), «Ritual del tiempo y los espacios» (1982), «Cuando la miraba pasar» (1987), «Huellas de la memoria» (1994), «Recodo» (2000) y «Diversos poemas» (2010). Estos libros fueron aglutinados en Poesía reunida, 19772002, publicado por el autor en el año 2010. El ejemplar tiene una particularidad, ya que incorpora notas de cada una de las ediciones realizadas hasta la fecha. Sobre el primer texto, el poeta notifica: «Los poemas que contiene este poemario, no son los primeros que escribí, más bien constituyen el resultado de un trabajo que va desde 1968 cuando publiqué mi primero poema, en el periódico Mural de la escuela Luis

Napoleón Núñez, ubicada en Licey, Santiago hasta 1977, cuando se publica este libro». (García., 2002., pág. 389).

Así surge, desde la provincia santiaguera, nuestro joven poeta JoséEnriqueGarcía.Una auténtica voz del nuevo poetizar dominicano, antes que la glorificada Generacióndelos80,teniendocomo mentorprincipalaldistinguidopoeta José Mármol, y una caterva de otros, proveniente del histórico Taller Literario César Vallejo, fundado por el poeta y gestor cultural Mateo Morrison.Ambos,reconocidosconel Premio Nacional de Literatura. Una característica universal de la poesía, desdelaantigüedadalacontemporaneidad, es la gracia de cómo transformar la realidad cotidiana en estados poéticos inconmensurableseimborrables.

«Salgo todos los días, tarde llego a mi casa; la oscuridad,el silencio, los espacios vacíos y los tiempos ya muertos acogen mi llegada». (Itinerario, op.cit.,pág.,24).

No todos pueden hacerlo de manera adecuada y poética; solo se quedan rumiando en la simpleza, no así en su trascendencia profunda. Nuestro poeta se alimentó de lo cotidiano de su diario vivir para evidenciaren dondelapoesía cuando sus manos se disponen a su realización:

«El día termina envejeciendo y enterrándose, sin dejar nada como todos.

Y nosotros, habitantes de ese mismo día lo recibimos enel mismo sitio, con el mismo traje y el saludohecho de antemano. Tiendo a los lejos la mirada busco, más bien rebuscoen derredor,

medito excusas para obviar el día, trato de volcar la luz sobre la espera, nada.

El día está como elprimero. Veinteycuatrohorasquelevanto mi brazo y mipalabra y sóloeste poemaque termino recuerdo y reconozco». (Peña, 2005,pág. 51).

Cómo podemos apreciar en este poema titulado «Repetición», incluido en su primer libro, es una demostración del nivel alcanzado, cosa que no es muy común en un texto primerizo. Cómo él se interna en la intensidad rutinaria de la cotidianidadparareconstruirsey recocersesoloenelpoemaqueacababa deescribir, apesar delaeternarepetición de losdías.

«No lejos de mí,en mi persona, sin escándalo, está naciendo un hombre.

Aquí mismo, en mis testarudos huesos echa raíceseste hombre, y con la sangre de mi propio barro se levanta. Después, lejos de mí, tomo el cuerpo que alimenté temprano; se pone mi camisa, sinpermisotomamispantalones y sin permiso también abre aquella ventana para verse vestido.

Acaba por ponerse mis compañeros zapatos y echar a andar conmigo y mis vestidos.

Ya muy lejos de mí, oigo cuando se aleja alegre, muy alegre de saberse nacido… Espero que se quede con todos mis cansancios». (Elotro, págs.51-52).

El poeta auténtico transforma lo que nombra para crearle una realidad distinta, desde la esencia profunda de las cosas, con una transparencia asombrosa de lo que las circunda, desde las huellas de lo viviente. Sabe que en cada instante está«naciendounhombre»,queesél mismo, que escribe en la extensa memoria de los que nacieron antes, también cabalgado por el barro y el cansancio delostiempos, dondesolo queda lo que hicimos y fuimos, en su pasar:

«Pasa un hombre, me lleva dos pasos de camino. Unovienedetrásperdiendoigual distancia.

No sé a cuál hablarle, distantes están de mí que yo veo útiles mis voces.

Me detengo, dejo que me dé alcance el rezagado, esperoque me llevaespacio.

Es tan difícil forzar la compañía enestaciudadde tantosespacios ocupados; que decido volver hechopedazos al centro de mi origen». (Uno, pág. 52).

En el otro y en el uno, se funden en uno solo para ir descubriendo el andar de sus pasos, dejando sus rastros testimoniales de su materialidad corporal, temporal y circunstancial. Plasma la realidad de su yo en un entorno profundamente humano y urbano, sin ningún barroquismo lingüístico ni un ocultamiento conceptual. Su poesía fluye de forma natural, como el agua del

río Yaque del Norte que circunda la extensaciudadquelo vio nacer.

Lapoesía graciana asimismo levanta su vuelo hacia la teoría de la nada, esparcida en el espacio que mora entre nosotros, cómo existe el ser de las cosas, igual el no ser de ellas,queesel espacio dela nada:

«En el silencio hay un espacio que no loocupa nada.

En el espacio está la nada como unhuésped perpetuo de la casa.

Y más allá de la nada y del espacio nosotros hacemos elespacio y la nada». Teorema, pág.53).

Con la estética de la creación verbal, José hilvana una poética reflexiva amparada en la sencillez y profundidad de lo que designa,llevándolaaotradimensión, como hemos observado en loscuatro textos citados, hasta ahora. Poesía para hallar y disfrutar del encantamiento de la palabra. En su discurso no hay desvíos ni enredos retóricos que estorben la diafanidad poética. El escritor, desde que publicó «Alrededor de una sospecha», ya sabíamos que sería uno de nuestros maestros. Esto quedó claro cuando, en el año 1979, ganó el prestigioso Premio Siboney de Literatura con el poemario de gran aliento «El fabulador (1980)». Una obra que, por su riqueza de recursos y su variedad estructural, enriquece la renovación dela poesía dominicana. Siempre he pensado que dicha obra es merecedora de una tesis doctoral de literatura. No existe una igual en nuestro parnaso nacional que mejor conceptualice y defina la poesía en ella misma, o lo que se conoce como metapoesía. Desde la invocación

impregnada en el título, sugiere que lapoesía es el artede la fabulación.

Es un poema total, porque conjuga todas las esperas del universo del hecho poético, hasta llegar a las entrañas profundas del ser y del hombre en su naturaleza multívoca. Está rodeado de una variada forma, enfatizando las grandes vanguardias de la mejor poesía del siglo XX, desde el creacionismo, el concretismo, el letrismo, el vedrinismo, la poesía sorprendida y el pluralismo. Sobre este formidable poema,únicoenlaliteraturadominicana,elrenombradoescritorespañol Rafael Morales lo valora de la siguiente manera: «El fabulador es, en realidad, un único poema, quizá concebido en su unidad como un poliedro de muchas caras, porque lo que el poeta canta o sueña no es ya sólo su propia vida, sino, a la vez, la de todos los hombres pasados, presentes y futuros, espejo de todos, porque un hombre es y será siempre para el poeta lo singular y plural humano (3-8-88)».

Desde sus primeras estrofas, el poemacomienzainvocando que el poeta es un gran fabulador de las palabras, donde debe ser «el tejedor de dichas y desdichas», pero eso implica una extremada complejidad: «las palabras que se dijeron / y las que no se han dicho todavía», sin negar nada de lo que existe a su alrededor. El oficio no era tan fácil, por lo que muchos lo rechazan.Entonces,nuestrobardose llena de valentía y lo asume: «(...) nadiequiso tomar este trabajo / o no tuvieron tiempo para hacerlo / me lo echaron a los pies y a los hombros / alguienteníaqueser,dijolamultitud / uno bastaba y ése era yo de cuerpo». Aunque requería una condiciónespecial:«Laexigenciaera simple/serhombredesueño/soñar aun despierto era lo necesario (...)».

El sueño no solo era en él, sino que bebería hacerlo también porotrosyatoda hora: «(...) soñar por mí y por otros/ construir sueños en medio de la noche/ a pleno sol en el canto del alba en todos los crepúsculos/encadainstantesoñar/ soñar». (Págs. 67-68).

Soñar despierto a todas lashoras eslaplena conciencia de lo poético.Mientrasqueparaelmaravilloso chileno Vicente Huidobro es solo creación, creación, creación. Así concluyó el aeda su conferencia, dándole inicio a su movimiento, el Creacionismo. Si Dios creó el mundo apartirdelanada,entonceslosgrandes poetas lo hacen, desde las palabras, pero deben cuidarlas para poderinventarnuevasposibilidadesexpresivas,comolodijoelpropiopoeta chileno en su «Arte poética». Veamos algunos fragmentos: «(…) Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra; / El adjetivo, cuando no da vida, mata / (…) El vigor verdadero / Reside en la cabeza. / ¿Por qué cantáislarosa,¡ohPoetas!/Hacedlaflorecer en el poema; / Solo para nosotros / Viven todas las cosas bajo el Sol. / El Poeta es un pequeño Dios». (Jiménez, 1995, pág. 130). Otro texto que podemos nombrar, del mismo autor, es el paradigmático poema «Altazor», para decir que el de la literatura dominicana es «El fabulador».

Aunque las primeras huellas que podemos rastrear de dicho poemario, con la misma temática, intensidad y grandeza en algunos de los poemas de Franklin Mieses Burgos: «Canción de la voz florecida», «Esta canción estaba

tirada por el suelo», «Canción de los ojos que se fueron» y «Canción del sembrador de voces», no hay un poetasignificativoenlahistoriadela literatura que no haya escrito un metapoema. Ahora bien, son muy pocoslosquehanhechounpoemario tanintenso,amplioyvariadosobreel arte poético en la República Dominicanacomo Elfabulador,que, según la antologíapersonal del autor yacitada, contiene86 páginas.

Sus dos primeros mejores poemarios fueron realizados y publicados en la «Ciudad Corazón», lo que realmente le agrega un elemento especial para nosotros. Veamos el caso de la obra El fabulador: «Este poema lo escribí en Santiago, en el apartamento de la calle España donde vivía. Fue una labor nocturna que me tomó unos tres meses. Corría el año 1978. Se publicó tal como brotó del pulso. Todavía conservo la mascota con la grafía original (Ob. cit., pág. 360). Por la complicidad que surgió, el autor se lo dedica a sus dos apreciados amigos: a Juan Alberto Peña Lebrón y Rafael Castillo. Continúa señalando: «Leí por primera vez este largo poema en la casa de Alberto Peña Lebrón, en Moca. Allí, además de Juan Alberto, estaban Rafael Castillo, Rodolfo Fuentes y Pedro Pompeyo. Cuando terminé la lectura, Juan Alberto me animó a enviarlo al concurso

Siboney: “Estoy seguro de que ganarás y si no ganas, pago la edición”. Y conseguí el premio, que era el más importante en ese entonces». (Ob. cit.).

La tradición del poema de largo aliento ya había sido iniciada porTomásHernándezFrancoconsu inconmensurable «Yelidá» en el año 1942. Manuel del Cabral, en cambio, escribió dos: «Compadre Mon», en

1943, convirtiéndolo en el primer poemario auténtica-mente épico del país. Luego, uno de los más hermosospoemassobrelamuertede una hija, «Chinchina busca el tiempo»,en1940.Seisañosantes,en 1934, el príncipe del Postumismo, Domingo Moreno Jimenes, ya había publicado en Santiago también «La hijareintegrada»,otraobradevasto aliento sobre la muerte de su hija. Uno y otro se han convertido en las dos obras más portentosas que se han escrito en la literatura nacional sobre el tema. Enrique cristaliza a través de las palabras su potencial poético, con «El fabulador», es un poema único que enaltece nuestras letras, no solo del país, sinotambiéndenuestralengua. Es un texto que fue diseñado y elaborado para poetas; no cualquier lector puede ahondar en el formidable universo expresivo, estético y su estructura versística y formal. Este tipo de texto se escribe una vez en la vida. El poema es un mapa, tanto verbal como arquitectónico en su forma, lo que ofrece una mayor diversidad en su lectura y en su grafía. Aunque también tiene otro que me conmocionó, titulado «Recodo», que tuvimos el privilegio de otorgarle el Premio Nacional de Poesía Salomé Ureña a Enrique, en el año 2002, juntoaljuradocompuestoporChiqui Vicioso, Pedro José Gris y quien suscribe.

En «El fabulador» hay de todo: poesía, prosa poética y el dueño absoluto que es el poema, donde el único mundo verdadero es el de laspalabras. Estaslas convierte enformadelasformas,comolohace desde las páginas 98-102 y la 118. Se desplazaporlostemasmásvitalesde la raza y la conciencia humana: el sueño, el hombre, el tiempo, el espacio, la muerte, el agua, el fuego,

el vacío y la nada. Veamos algunos versos: «(...) Construir sobre lo edificadoporeltiempo/esrecuperar la primitiva forma / que se deshace con los vientos / y luego adquiere plenituddeimagen/conelagua,con el barro, con el fuego». (Pág. 80). 1) «[...] hacia el barro del sueño me fui / a darle claridad a la imaginación / asombroalsueño[...](Pág.69).«[...] yoelfabuladorviendomissombrasy mis luces / compañeras de tantos viajes / tantos sueños / yo el viejo fabulador que agotó su tiempo / en construir los sueños de otros / me dispongoacontarmisueño[...](Pág. 71). «Nadie está solo. / Aún en sueñosalguiennosvigila».(Pág.92).

García es el Calderón de la Barca de nuestra literatura dominicana.2).Comohombresoñador,solo le bastaban sus manos para escribir la historia de él y de otros: «De mis manos habrá de surgir el milagro». (Pág. 77). Para luego proclamar: «[...] ya conocía de mi oficio/ La espera fue tan solo un ejercicio de la carne, / de la imaginación / y de la muerte/ de aquel que hacía mi trabajo/ Yo conocí temprano mi destino/ sólo tenía que descender al centro de la tierra/ y al corazón del hombre». (Pág. 76). 3). Pero el hombre se esparce en un tiempo y se sientasabiendoquenoeseldueñode ella: «Porque nadie es dueño de la vida / es que se nace en tiempo y espacio / que alguien por nosotros escoge». (Pág. 72). «[...] los tiempos /lasestacionespuras/losespacios/ las vidas ya gastadas en los días. / –Naufragio de sombras húmedas y cenizas–». (Pág. 83).Entonces:«[...] adquiere plenitud de imagen / con el agua, con el barro, con el fuego». (Pág. 80). «Sólo las formas idénticas seprolongan». (Pág. 94).

«Elfabulador» es un poema circular, porque como comienza,

gadas, como si el país estuviera en una pausa tensa antes de la tormenta. Pero cuando mi compadre regresó con el rostro pálido y la respiración entrecortada, su regreso no significó alivio, sino más bien la confirmación de que todo lo que había anticipado se desmoronaba.

Nos encontrábamos cerca de latienda principal, con la mirada fija en el horizonte. El viento pasaba entrelosárbolesyhacíaquelashojas secas crujieran bajo nuestros pies. Fueentoncescuandoescuchamoslos pasos que quebraban los tallos muertosdelamaleza.Labrisaquese levantó de golpe nos dejó en alerta. Uno de mis hombres, con el rostro tenso, levantó el fusil y apuntó hacia el sonido. “¿Quién vive, carajo?”, gritó con lavozrasposa.

Tranquilo, compañero, soy Jacinto Montiel respondió la voz, conocida, firme en medio de la tensión.

Hice señas para que bajara el arma, mientras caminaba hacia el punto de la maleza donde él se

encontraba. Jacinto se dejó ver, con la mochila colgada en su espalda y la mirada fija en mí. Su rostro no reflejaba el cansancio, sino una preocupación más profunda, algo que no se podía ocultar ni con el sudor desu frente.

Compadre, ¿pudo ver a mi esposaehijos? pregunté, sin poder ocultar la angustiaen mivoz.

Lo hice, compadre. Gracias a Dios están bien. Les di las instrucciones que me dijo, ella asintió respondió con una calma que no logró ocultar la tensión en su tono.

Me sentí aliviado, pero el respiro que me dio esa respuesta fue fugaz.Sabíaqueeneltrasfondodela misión aún quedaba mucho por resolver. Jacinto dio un paso hacia un lado y, con un gesto de complicidad, nos dirigió a todos hacia la esquina de la tienda. Nos sentamosalrededordeél,ensilencio, mientrastomaba un sorbo deagua.

Fuera de ese tema, compadre… Tenemos problemas dijo, con voz baja, casi como si cada palabra fuera una carga que no queríasoltar.

¿Cómo así? pregunté, ahora inquieto. El peso de sus palabrassehizo palpableen el aire.

Escuche, compadre respondió, tomando aire y comenzando a relatar con detalle lo que había experimentado en su incursiónalpueblo. Cuandoentré, lo hice lo más discreto posible, traté de no llamar la atención de nadie. Llegué a tu casa, le dejé el mensaje a tu señora, y luego me fui a mi casa. Aún estaba oscuro, y cuando llegué, eldíayaestabaapuntodecomenzar. Esperé un rato para que la gente se dispersara. Encendí la radio en un

volumen bajo, esperando que la ciudad se despertara y se tranquilizara. Fue entonces cuando, a las nueve de la mañana, escuché algo que me heló la sangre. En la radio anunciaron que el presidente hablaría a la nación a las dos de la tarde, deeste día.

Unmurmullorecorriónuestro grupo.Todossabíamosquecualquier mensaje de esa magnitud traía consigo implicaciones. Pero lo peor vino luego, cuando mi compadre continuó.

Eso no fue lo que me preocupó prosiguió, con voz grave

Lo que realmente me dejó helado fue escuchar que el nuevo vicepresidente de la República, el general Isaías Rubirosa, también iba adarundiscursojuntoalpresidente.

(Fraseanónima)

El silencio seapoderó denosotros en ese momento. Las palabras de Jacinto quedaron flotando en el aire, como si fueran balas disparadas al viento. Nos miramos unos a otros, atónitos, procesando la noticia que acabábamos derecibir.

Nos traicionaron dijo uno de mis hombres, su voz rasposa por larabia contenida.

¡Mierda, coño, general hijo de puta! agregó otro, levantándose de un salto, su mano apretando el fusilcontalfuerzaquelosnudillosse volvieron blancos.

Yo, en cambio, permanecí inmóvil, mirando hacia el monte, como si el paisaje pudiera ofrecerme alguna respuesta. No podía creer lo que había oído, pero lo entendí en el fondodemiser.Latraiciónestabaen marcha, y ahora debía tomar una decisión. Jacinto, al ver mi reacción, diounpasomáshaciaadelantey,con vozmásfirme, continuó:

Escuché también algo más. Laradiodijoquealasdosdelatarde el presidente iba a hablar con la nación,peroqueelgeneralRubirosa, el nuevo vicepresidente, también estaría allí para anunciar que los “conspiradores” tenían un plazo de tresdíasparaentregar susarmas.

Nos llamaban conspiradores, revolucionarios, como si todo lo que habíamos luchado no valiera nada. Un murmullo de indignación recorrió el campamento. Los hombres comenzaron a hablar entre ellos, repitiendo lasmismaspalabras que me quemaban por dentro. Mi compadre,conlamiradaperdida,me miró directamente alosojos.

¿Qué haremos, compadre? preguntó, el temor reflejado en su rostro.

Suspiré profundamente y me levanté, mirando a mis compañeros. No podía mostrar debilidad, no ahora. Les hice una señal para que guardaran silencio. Sabía que la traición había sido parte del plan desde el principio. Los soldados, las armas, todo había sido orquestado para encubrir la verdadera intención del general Rubirosa.

Esperar respondí finalmente, con voz firme Ahora recojan todo lo importante. No dejemos nada atrás. A las dos de la tarde, escucharemos la transmisión, y entonces sabremos exactamente quéhacer.

La rapidez con que se pusieron en acción me sorprendió. No había tiempo para dudar, ni para lamentarnos. Teníamos que actuar con la misma determinación con la que habíamos comenzado este movimiento. Subimos monte arriba, moviéndonosentrelamaleza,conlos rifles al hombro y el sonido de nuestros pasos silenciados por el terreno irregular. Después de unas doshorasdecaminata,llegamosaun llano, rodeado por dos montañas imponentes, que nos ofrecía una vista perfecta de los alrededores. Había un subidero que daba acceso desde un costado, y un bajadero por la parte baja, justo donde el sendero descendía hacia un río lejano. Ignorábamos si aún estábamos en SantaMaría.

Decidimos quedarnos allí, bajounaenormematademangoque ofrecía suficiente sombra para descansar y mantenernos ocultos. Hicimos guardia en ambas entradas, dispuestos a reaccionar ante cualquier amenaza. El aire estaba pesado, como si la naturaleza misma entendieralagravedaddelmomento. Ya no podíamos confiar en nadie, ni en lo que nos decían ni en lo que veíamos. La traición estaba en todas partes, como una sombra que se alargaba a medida que el día avanzaba.

Alasdosdelatarde,logramos sintonizarlaradio.Lavozdellocutor retumbó en nuestros oídos, exaltando la figura del tirano que había orquestado toda esta farsa. La emoción en su tono era palpable, como si se tratara de un evento glorioso. Luego, la voz del presidente, solemne y calculada, se alzó en losaltavoces.

Es para mí un gran honor dirigirmeatodosustedes… empezó con tono grave, alabando el acto

como si fuera un momento de gloria parala nación.

Sudiscursonomesorprendió; estabaplagado declichésymentiras. Pero lo que vino después, el anuncio del nuevo vicepresidente fue lo que realmente nos destruyó. Isaías Rubirosa, con su voz apagada, se dirigió a la nación, y sus palabras confirmaron nuestra peor sospecha: habíamossido vendidos.

Después de un largo aplauso, el ministro de guerra apareció en la radio,conuntonodesafianteyfirme.

Les informamos a todos los conspiradores que se hacen llamar libertadores… dijo,anunciandoque teníamos un plazo de tres días para entregar lasarmasy rendirnos.

Laradio sellenó con el sonido de aplausos y trompetas, celebrando lo que consideraban una victoria, pero para nosotros, ese sonido fue el último clavo en nuestro ataúd.

Cuando el ministro de guerra mencionó mi nombre, el sudor frío recorrió mi espalda. Lo dijo con tal claridad, con tal seguridad, que no hubo duda de que la traición estaba consumada. “El cabecilla de un gran alzamiento que cobró la vida de cuarenta hombres del ejército nacional en la cordillera norte. Su nombre es:Porfirio Coronado…”

El silencio en nuestro campamento fue absoluto. Todos me miraron con los ojos desorbitados, como si la realidad acabara de golpearnos. Jacinto, que hasta ese momento había permanecido callado,selevantódegolpe,mirando al resto con rostro desencajado.

Es una conspiración dijo, casi entre dientes, como si intentara convencer a su propia mente de lo queacababa deescuchar.

Me levanté y caminé unos pasos hacia el borde del claro, observandoelhorizonte.Sabíaquela lucha no había terminado, pero la traición que nos habíamos llevado era más dolorosa de lo que había imaginado. Todo lo que habíamos construido, cada sacrificio, había sido manipulado desde el principio. Rubirosanosolonoshabíaengañado a nosotros, sino a todo un país, utilizando nuestra lucha como una herramienta para su propio ascenso al poder. Pero, más allá de esa amarga revelación, mi determinación no vaciló. Silencio respondí a mi compadre, alzando la mano para pedir calma. La rabia que sentía en mi pecho ardía, pero necesitaba pensar con claridad Sigamosescuchando.

La radio continuó con la amenaza del ministro de guerra. “Entreguen sus armas”, repetía con tonofirme,“delocontrario,nohabrá piedad”. Luego, los aplausos y la fanfarriacontinuaron,comosielpaís celebrara la captura de un enemigo que nunca existió. Lo que realmente estaba pasando era una masacre silenciosa. Nos habían marcado como enemigos del estado, pero en realidad, nosotros solo queríamos lo que siempre nos habían prometido: libertad.

Al terminar el mensaje, el aparato de radio quedó en silencio, solo el murmullo del viento nos rodeaba. ¿Qué haremos, compadre? me preguntó Jacinto, sus ojos llenos de incertidumbre y miedo. Lo miré fijamente, el peso de la traición sobre mis hombros, pero mi respuesta no titubeó. Lo mismo que hemos hecho desde que salimos de nuestras casas dije, con voz firme, aunque por dentro sentía una mezcla de furia y desesperación ¡Continuar en la revolución!

Me miraron como si fuera la última chispa de esperanza, como si mis palabras fueran un faro en medio de la oscuridad. No podía fallarles, no podía mostrarme débil ahora, no cuando todo estaba en juego. Ya no era solo mi vida lo que estaba en peligro; ahora se trataba de la lucha de todos los que creyeron en nosotros.

Empezamos a reorganizarnos rápidamente, sabíamos que los enemigos habían hablado claro, pero tambiénquelaluchanoseresolvería con palabrasni con promesasvacías. Yanoeraelmomentodeesperar;era el momento de actuar. Todos nos movimos con rapidez y precisión. Recogimos nuestras cosas, asegurándonos de que cada uno llevara lo necesario para continuar con la lucha. Sabíamos que, en algún lugar, el enemigo ya se estaba preparando para lanzarnos su siguiente golpe, pero no íbamos a quedarnos de brazos cruzados.

Al caer la tarde, nos adentramos nuevamente en la maleza, sabiendo que nuestro destino estaba sellado, pero sin la menor intención de rendirnos. La traición de Rubirosa nos había marcado, pero también nos había unido más que nunca. Nos convertimos en fantasmas en la selva, dispuestosaseguirluchandohastael último aliento. La guerra, para nosotros, solo comenzaba. Y si habíamos sido traicionados, ahora éramos más que nunca los verdaderos luchadorespor lalibertad.

La traición podía robarnos muchas cosas, pero no nos quitaría nuestra voluntad de pelear. ¡La revolución seguía viva, y nadie, ni siquiera un traidor en el poder, podría apagarla

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