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Sin compatibilidad

No teníamos compatibilidad. Y queríamos ignorar un mal. Un mal disfrazado de amabilidad. Pensando que era algo normal. Y aunque yo llegaré a mejorar. El frío de tus besos no podré olvidar.

Estuviste en mis días obscuros. Lastimándome con sucios murmullos. No podré quitar tus fotos de los muros. Aunque representen los fenómenos más impuros.

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Pues mi interior tú lo llegaste a cambiar. Empezando el incendio que no sabía necesitar.

El sabor de tu piel llegó a cambiar. Y tu canto de sirena empezaste a afinar. Alimentando mi voluntad del deseo. Disfrazándolo como algo heterogéneo. Sabiendo que dañaría mis representaciones. Descartando mis condiciones.

Aunque no era bueno con las relaciones. No sabía que tan importante serían las primeras decisiones.

Mi valor llegué a olvidar.

Y mi atención la regalaba sin pensar. Mi vida se perdió en la obscuridad eterna. Pero ahora empieza mi modo guerra. Mi mente llevándola al fallo.

Y el recuerdo como ejemplo del engaño. Las sanguijuelas ya nada me provocan. Mis brujos a los más altos guerreros invocan. Y las verdades hoy éxtasis en todos evocan.