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Las lectoras de noticias
#Caminoal30
Las lectoras de noticias
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En el antiguo Oeste existía la profesión de los lectores de noticias: gente ilustrada que iba por los poblados y asentamientos llevando las noticias del gran mundo a las gentes de los mismos, que bien porque no sabían leer, porque no tenían acceso a la cultura o porque bastante tenían con cuidar de su familia y el ganado, no tenían tiempo o recursos para enterarse de qué ocurría más allá de sus fronteras. Dentro de la iniciativa #CaminoAl30, estos meses previos al tercer aniversario estamos llevando las noticias del centro y la actualidad de CJR por las clases del instituto. Lo hacemos a través de nuestros alumnos cronistas, que transitan las aulas leyendo crónicas ajenas y las suyas propias. Valgan estas fotos como muestra de las lectoras de noticias.










La firma invitada: Malos tiempos para la lírica
Son tiempos difíciles los que corren, pues la pandemia ha ido paralela al aumento de la desigualdad, los enfrentamientos sin sentido, la falta de diálogo, la indiferencia ante las injusticias y todo ello envuelto por la manipulación malintencionada de la palabra libertad. Precisamente por todo lo anterior expuesto y lo que se queda en el tintero, es más necesario que nunca no darnos por vencidos, plantearnos la necesidad de parar o cambiar viejos procedimientos y prácticas que renacen o se resisten a ser desplazados y perder el miedo a enfrentarnos cada día a situaciones que “duelen”. Por suerte tenemos un trabajo, una herramienta que nos permite hacerlo, pues parafraseando a ese gran maestro que fue en tantas cosas Julio Anguita, el camino a seguir es “EDUCACIÓN, EDUCACIÓN Y EDUCACIÓN”. Somos fundamentales para que “la vida” se imponga a la oscuridad y la educación ilumine los nubarrones que acechan. Sólo la educación nos hará reflexionar, saber, conocer, valorar en su medida las cosas. Dejémonos seducir por aprender para contagiar las ganas de aprender a nuestro alumnado. Aprender juntos nos permitirá a profesorado y alumnado actuar en consecuencia. Tuve la suerte de trabajar unos cuantos años en la Compensatoria del Joaquín Rodrigo. En este campo la heterogeneidad y diversidad del alumnado permite flexibilizar y adaptar el currículo, siendo tan importante o más que aquél el valorar y cuidar para que recuperen la autoestima y se sientan protagonistas en lo positivo. Todo ello sin prisas ni agobios, pienso que si la educación debe ser lenta en todas sus etapas, en la Compensatoria mucho más. Los años del Joaquín Rodrigo os aseguro me permitieron aprender mucho más de lo que nunca pude imaginar. También es cierto que sin la implicación y colaboración de los compañeros, sin el trabajo coordinado, es imposible obtener resultados, solos no vamos a ninguna parte, necesitamos apoyarnos, compartir nuestra labor diaria para que surjan diferentes opciones, formas y maneras de acercarnos a lo que realmente queremos. Hay que estar atentos a todos los avances de las ciencias y las artes, a los problemas sociales y sus desafíos, a nuestra formación continua para poder observar y escuchar sin miedo, atender y entender para mejorar. Mejorando nosotros cada día haremos mejores a nuestro alumnado. Aún estamos a tiempo de recuperar la emoción ante el manzano en flor.
La viñeta La columna



El pasado lunes, me senté (como medio mundo) a ver el nuevo capítulo de la serie Euphoria. Como siempre, fue maravilloso. Pero me dio por pensar (algo raro en mí): sobre por qué ha tenido, y sigue teniendo tanto éxito. No me llevó más de dos minutos, porque es algo que está claro: es una serie donde la juventud actual se puede ver representada. La gran cantidad de personajes, con sus historias y sus problemas, hace que como espectadores sintamos una gran conexión con ellos. Todos inician un proceso de autodescubrimiento, haciendo que estos sean completamente distintos desde el principio hasta el último capítulo. Además, algo que me apasiona es que todos tienes sus virtudes y defectos. Es decir, no hay ningún personaje perfecto, pero aun así empatizamos con ellos (con algunos más que otros). Por ejemplo, pese a su adicción a las drogas y su comportamiento a raíz de esto con su familia, Rue consigue que te rompas en mil pedazos al ver como su vida se ve destrozada por su adicción. O Jules, que nos roba el corazón. También hay comportamientos tóxicos, extraños, por los cuales sentimos un gran rechazo. Aun así, la queremos, al igual que a un sinfín de personajes más. Euphoria es una de las mejores series de todos los tiempos, por sus personajes y tramas, donde todo el mundo puede verse reflejado, y ver que realmente nadie está solo, nunca.