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Relatos con respuesta

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Relatos

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‘Querido diario’ – Carlota Santos, 2ºA

Día 1/9/2018 Querido diario: Soy Lidia. ¿Qué hacías ahí tirado? Un diario tan bonito, bajo un árbol tan rallado, lleno de nombres. Ya no estarás más tiempo solo. Me vas a venir muy bien, mañana empiezo el instituto y necesitaré desahogarme. Día 8/9/2018 Querido diario: Desde hace unos días siento como si alguien me siguiera; al principio era solo una sensación, pero ahora es algo más fuerte. Quiero pensar que solo es el estrés de los exámenes iniciales, pero no sé yo. Día 14/9/2018 Querido diario: Mamá quiere hablar conmigo esta noche porque me he dormido en clase. ¡¿Pero qué le voy a decir?! ¡¿Que las voces no me dejan dormir?! Exacto, voces. Ya no son solo sensaciones, no, oigo voces. Ella no lo va a entender, nunca lo hace. No sé qué día es. Diario: Era de noche, daba un paseo con mi madre, discutíamos. Llegamos a unas escaleras, abajo había una farola y a su lado una cancha. Todo calló en un silencio absoluto. Mi madre me agarró del brazo. Volví mi mirada hacia la cancha, había muchísimos niños, no jugando, agarrados a la valla. Todos amontonados, pálidos como muertos, riéndose, pero sin ocultar el sufrimiento; como obligados. Mi madre pidió que nos fuéramos, pero yo me solté el brazo y empecé a bajar las escaleras. Asustada, me preguntó qué hacía. “Solo nos están haciendo una broma”, le respondí. ¿Qué estaba haciendo? ¡No lo sé, estaba muerta de miedo, pero seguía bajando! ¡Creo que quería demostrarle algo! ¡Qué estuviera orgullosa de mí, quizás!... Realmente no lo sé. Pero yo seguía bajando y mi madre solo me gritaba que subiera, sollozaba, y me lo pedía por favor. Entonces todos los niños de la cancha soltaron una carcajada, y mi madre gritó mi nombre desesperadamente. Me di por vencida, le dije que subiría, el temblor de mi cuerpo no me dejaba casi ni caminar. Pero mi madre volvió a gritar mi nombre y así sucesivamente. Yo le hablaba, pero ella seguía gritando mi nombre, mirando allí donde segundos antes estuve yo y donde ahora se encontraba mi cuerpo. De eso hará ya dos semanas. Hace unos días, un niño me miró a los ojos, algo extraño porque se supone que no me ve. Y con esa mirada entendí que tenía que dejar el diario, donde lo había cogido y arrancar todas las hojas que estuvieran escritas. Así lo voy a hacer esta noche, nunca debí haberlo cogido, no era mío.

Día 1/9/2019 Querido diario: Soy Marcos. Hoy ha sido mi primer día de instituto, te vi abandonado junto a aquel árbol y me diste tanta pena que decidí llevarte conmigo. Espero que no te echen en falta. Me he estado fijando en el árbol, tiene un montón de nombres escritos: Lidia, Mateo... Todos con la misma letra y a la misma profundidad. También me he fijado en ti, no tienes nombre, pero has debido tener propietario, pues te faltan algunas hojas arrancadas. Tranquilo, yo te cuidaré.

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Tu historia debe cumplir con estos requisitos:

· Narrador testigo (en 1ª persona, sin ser el protagonista). · Ambientada en el verano o que haga referencia a él. · La primera oración será parte de un mensaje de Whatsapp. La extensión debe ser entre 350 y 500 palabras. Dirigido a alumnos de 4ºESO y 1ºBACH. Inventa un relato a partir de esta fotografía.

‘Una amiga muy especial’ – Inés Rubio, 2ºA

Día 12/9/21 Querido diario: Soy Lucía. Hoy ha sido mi primer día de clases en el nuevo instituto, dado que mi familia y yo nos acabamos de mudar. Me sentí un poco sola, pero eso también me pasaba en el otro instituto. No soy muy sociable; de hecho, allí sentía que me hacían el vacío o me trataban mal, por eso nos mudamos. Mañana conoceré a los profesores, pero eso no me asusta, nunca he tenido ningún problema con el estudio.

15/9/21 Querido diario: No he podido escribir estos últimos días porque nos mandaron hacer un proyecto sobre nosotros mismos para presentarnos. Hoy lo he expuesto en clase: he dicho que me gusta leer y escribir en mi diario. Después de la clase, empezaron a meterse conmigo, creo que no he empezado con buen pie.

16/9/21 Querido diario: Hoy ha sido un buen día, he hecho una amiga nueva. Se llama Carlota. A ella también la ignoran y es nueva en el instituto, como yo. Ella se ha acercado a mí, cuando estaba en el parque sentada en un banco que hay al lado de un viejo árbol, ese que está lleno de corazones y nombres de enamorados que todavía me hacen sentir más sola. Hemos empezado a hablar sobre los compañeros que nos caen peor, sobre todo le hablé de uno que se metió conmigo el otro día.

21/9/21 Querido diario: Hoy ha faltado mucha gente en clase, es como si hubiesen desaparecido, pero no me importa mucho porque me caían todos mal. Carlota y yo hemos ido a comer fuera, pero ella no se ha pedido nada, pues no tenía hambre. Mientras charlábamos todo el mundo nos miraba raro, pero supongo que fue porque somos extrañas. Les he hablado de ella a mis padres y me han dicho que tendría que invitarla a casa. Se lo quería proponer, pero me di cuenta de que no tengo su número de teléfono… Mañana se lo pediré.

22/9/21 Querido diario: Carlota me ha dicho que no tenía número y que no le dejaban salir mucho. Hoy me he dado cuenta de que la profesora no ha nombrado a Carlota en la lista, estaba a punto de decírselo cuando Carlota me dijo que sí que lo había dicho.

23/9/21 Querido diario: Hoy Carlota no ha venido a clase. Cuando le he preguntado a la profesora si sabía por qué, ha dicho que no hay Carlotas en la clase. En ese momento mi mundo se ha roto, los alumnos desaparecidos, que no tenga número ni hambre, que ella no apareciese en la lista… Ahora todo tiene sentido… No sabía qué era, pero empiezo a sospechar que venía del más allá. He de admitirlo, aunque estoy enfadada, confusa y tengo miedo, no sé qué hacer, porque la quiero mucho. Aunque creo que debo dejar de hablarle.

31/9/21 Querido diario: Llevo una semana ignorando a Carlota, me está costando mucho, una parte de mí quiere perdonarla, la última vez que le hablé lo que le dije no le sentó bien. Me aseguró que me arrepentiría, pero no sabía a qué se refería, hasta que hoy... Al llegar a casa, me he encontrado a mi gato muerto y una frase en el espejo escrita con su sangre: “¿Quién será el siguiente?”.

La respuesta de Mateo

En muchos relatos, el lector se pregunta quién cuenta los hechos narrados porque la voz suele ser tan ambigua que uno no sabe en qué lugar situarse. El “yo” del relato no tiene que ser precisamente la autora que ha firmado la historia, ni siquiera quien la ha creado y escrito o dictado, sino un ser inventado. También en un diario de ficción, ese “yo” que narra es una invención vuestra, Carlota Santos e Inés Rubio: su voz, como el cuento «Lejana» de Julio Cortázar, donde Alina Reyes escribe en un diario parte de la historia, no es real, sino ficticia; aunque Alina nos cuente en primera persona lo que le ha sucedido, todo es representación de un mundo real, pura y simple fabulación del genial escritor que fue Cortázar. Nosotros vivimos en el mundo real, las palabras nos sirven para representarlo y recordarlo y el diario es una de las formas literarias por excelencia en el que, a través de nuestro punto de vista personal, registramos lo que nos sucede a lo largo del día. Y aunque podemos organizar la materia narrativa de muchas maneras, en ambos casos, tanto en el de Carlota como en el de Inés, las autoras han elegido las mismas e ineludibles pautas temporales para narrar los acontecimientos que les suceden a sus personajes y una similar forma de dirigirse al diario —Anna Frank iniciaba sus días escribiendo «Querida Kitty»—. El diario es uno de los géneros narrativos que más me interesan porque no es solo un espacio de descarga personal del personaje, sino también un lugar donde encontrar reflexiones de los escritores acerca de la literatura. De hecho, muchas escritoras han elegido el diario como arte narrativo con el que demostrar su destreza: Anna Frank, Anaïs Nin, Katherine Mansfield, Isadora Duncan o Carson McCullers solo son algunos ejemplos. Vosotras habéis hecho un buen trabajo con el ejercicio del diario, puesto que habéis construido actos de vida y descarga de vuestros personajes, registrando lo trivial, pero buscando también una explicación del misterio de la realidad.

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