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Amiga Let’s Talk It Out! El corazón, músculo mágico
El corazón es el órgano del AMOR; gracias a él, podemos sentir la MAGIA de estar enamorados. Pero tener un corazón sano es la clave de la felicidad.
Hablemos de las enfermedades coronarias.
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Laenfermedad arterial coronaria es la causa más frecuente de muerte entre las mujeres en Estados Unidos (22%), incluso por encima del cáncer de seno (20%) (Fuente: Center for Disease Control and Prevention, CDC 2017).
La enfermedad arterial coronaria es uno de los tipos más comunes de enfermedades del corazón, esta hace que las arterias que suministran sangre al corazón se bloqueen con depósitos grasos. Es un padecimiento que incrementa el riesgo de sufrir un infarto y otras formas de enfermedad cardiovascular.
El síntoma más común de la enfermedad arterial coronaria es algún tipo de dolor en el pecho. Este dolor puede describirse como una opresión en el pecho y ser un dolor agudo o urente. Los síntomas pueden aparecer con el ejercicio o el estrés, o pueden ocurrir al descansar o dormir.
Algunas personas no tienen síntomas de la enfermedad arterial coronaria hasta que empiezan a tener un infarto. Un infarto ocurre cuando una de las arterias que llevan sangre al corazón se bloquea. En las mujeres, los síntomas más frecuentes de un infarto son: aDificultad para respirar aDebilidad aSensación de cansancio
Estos síntomas son distintos de los que las personas generalmente asocian con alguien que está sufriendo un infarto. En algunos casos, las mujeres también tienen estos síntomas “clásicos” cuando tienen un infarto: aDolor, presión o molestia en el pecho aDolor en el cuello, el brazo, la garganta, la espalda u otra parte del cuerpo aNáuseas o vómitos aSudoración, o piel sudorosa y fría aRitmo cardíaco acelerado aSensación de mareo o aturdimiento
El estrógeno y la enfermedad cardiovascular
Los estudios han demostrado que después de la menopausia, las mujeres tienen un mayor riesgo de sufrir una enfermedad del corazón. Los investigadores han vinculado este hecho a la disminución de los niveles de estrógeno durante la menopausia, la cual inicia alrededor de los 50 años. El estrógeno está relacionado con niveles más elevados de lipoproteínas de alta densidad (HDL o «colesterol bueno»), y niveles más bajos de lipoproteínas de baja densidad (LDL o «colesterol malo»). Como la esperanza de vida de las mujeres en los Estados Unidos es de 79 años, las mujeres también pueden anticipar vivir una gran parte de su vida con un riesgo cardiovascular más elevado. Es más, una de cada cuatro mujeres mayores de 65 años sufre de algún tipo de enfermedad cardiovascular.
Las pruebas para detectar la enfermedad arterial coronaria son las mismas para mujeres y hombres. Algunas de ellas pueden ser: aPruebas de sangre, incluso pruebas para examinar los niveles de colesterol. aElectrocardiograma (también llamado “ECG”) – Esta prueba permite medir la actividad eléctrica del corazón. aPrueba de esfuerzo – Durante esta prueba, se realiza un ECG mientras el paciente hace ejercicio en una cinta caminadora o bicicleta, o recibe medicina para hacer que su corazón se acelere y lata más rápido. aEcocardiograma – En esta prueba se utilizan ondas sonoras para crear una imagen del corazón mientras late. Se analiza la fuerza del músculo cardiaco, la estructura del corazón, las válvulas y algunos vasos sanguíneos. aPrueba nuclear cardíaca – Durante esta prueba, el médico coloca una pequeña cantidad de material radiactivo en la vena a través de una aguja y una cámara toma imágenes del corazón. Así se determina si hay áreas del corazón donde pueda existir falta de irrigación sanguínea por bloqueo de arterias. aCateterismo cardíaco – En esta prueba, el médico le coloca un tubo delgado en un vaso sanguíneo de la pierna o el brazo. Luego, desplaza el tubo hasta el corazón. Cuando el tubo está en su lugar, puede realizar pruebas o desbloquear una arteria obstruida.
Factores de riesgo modificables en las mujeres
Las mujeres deben conocer los factores de riesgo cardiovascular y entender la importancia de realizar cambios en el estilo de vida que puedan reducir estos riesgos. Factores como la raza, la edad y los antecedentes familiares de enfermedades del corazón no pueden alterarse.

Sin embargo, muchos factores de riesgo que contribuyen a las enfermedades del corazón pueden modificarse, controlarse y hasta eliminarse tomando decisiones informadas sobre la salud cardiovascular.
Dejar de fumar, adelgazar, hacer ejercicio, reducir los niveles de colesterol y la presión arterial, controlar la diabetes, reducir la ingesta de alcohol y los niveles de estrés son objetivos que toda mujer puede y debe lograr para disminuir los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
No se ha demostrado que el tratamiento de la depresión mejore directamente la salud cardiovascular, pero la depresión podría influir en que una mujer siga o no los consejos de su médico. Según las nuevas pautas de la AHA, la valoración para descartar la depresión debería formar parte hoy en día de la evaluación global del riesgo cardiovascular de las mujeres. Es importante tener en cuenta que, la enfermedad cardiovascular en las mujeres tiene un impacto increíble en nuestra morbilidad y mortalidad. La atención y “awareness” no están al nivel que deberían para promover la prevención y tratamiento de estas entidades que tanto afectan sobre todo a las mujeres Latinas. Juntas alcemos nuestras voces para resplandecer la luz a este grave problema. Juntas apoyémonos para que nuestros síntomas y malestares no sean descartados como “achaques”, y sean tomados con la seriedad e importancia que requieren. Juntas siempre vamos a ser más fuertes.
Si alguna de ustedes lectoras de esta maravillosa revista tiene alguna pregunta, sugerencia, consulta o comentario, no duden en contactarme
Dra. Joanna Molina Razavi rojo@bcm.edu https://www.texasheart.org/people/joanna-molina-razavi/ 6624 Fannin St, Suite 2480. Houston TX 77030
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