La Jornada, 09/02/2022

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LA JORNADA DE ENMEDIO Miércoles 9 de febrero de 2022

CIENCIAS

Chimpancés usan insectos para curar sus heridas y las de sus pares El comportamiento se observó en ejemplares en Gabón AFP WASHINGTON

La contaminación del mar por plástico llega a niveles preocupantes El material se encuentra en las fosas oceánicas más profundas, en la superficie y en el hielo marino del Ártico, según revisión de casi 2 mil 600 investigaciones AP BERLÍN

La contaminación por plástico en el mar está alcanzando niveles preocupantes y seguirá creciendo incluso si se toman medidas significativas ahora para evitar que esos desechos lleguen a los océanos, según una revisión de cientos de estudios académicos. La revisión del Instituto Alfred Wegener de Alemania, que realiza investigaciones en el Ártico, el Antártico y los océanos de latitudes altas y medias examinó casi 2 mil 600 trabajos de investigación sobre el tema para ofrecer una visión general antes de una reunión de Naciones Unidas a finales de este mes. “Lo encontramos en las fosas oceánicas más profundas, en la superficie del mar y en el hielo marino del Ártico”, sostuvo la bióloga Melanie Bergmann, coautora del estudio, que se publicó ayer. Algunas regiones, como el Mediterráneo, el este de China y los mares Amarillos, ya contienen niveles

peligrosos de plástico, mientras otras corren el riesgo de contaminarse cada vez más en el futuro, descubrió. Los autores concluyeron que casi todas las especies del océano se han visto afectadas por la contaminación plástica y que está dañando ecosistemas importantes como los arrecifes de coral y los manglares. A medida que el plástico se descompone en pedazos cada vez más pequeños, también ingresa a la cadena alimentaria marina y es ingerido por todos, desde ballenas hasta tortugas y plancton diminuto. Sacar ese plástico del agua nuevamente es casi imposible, por lo que los formuladores de políticas deberían concentrarse en evitar que más de ese material ingrese a los océanos en primer lugar, destacó Bergmann. Algunos de los estudios mostraron que incluso si esto sucediera, la cantidad de microplásticos marinos seguiría aumentando durante décadas, precisó. Matthew MacLeod, profesor de ciencias ambientales en la Universi-

▲ La imagen muestra la basura, en su mayoría desechos plásticos, en la parte superior, y los alimentos, abajo, encontrados en esta tortuga carey después de practicarle la autopsia. Foto Ap

dad de Estocolmo que no participó en el informe, señaló que parecía ser una revisión sólida de los estudios existentes, centrada en los efectos de la contaminación plástica. “La parte sobre la que se puede (y se discutirá) es si hay suficiente evidencia para justificar una acción agresiva (como la que se defiende en este informe) que ciertamente interrumpirá las prácticas actuales de producción, uso y eliminación de plástico”, destacó. MacLeod participó recientemente en un estudio separado que también concluyó que se requieren medidas inmediatas debido a los posibles impactos globales. Heike Vesper, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), dijo que si bien los consumidores pueden ayudar a reducir la contaminación plástica cambiando su comportamiento, los gobiernos deben intensificar y compartir la carga de abordar el problema. “Lo que necesitamos son buenas políticas”, añadió, anticipando la próxima reunión ambiental de la ONU en Nairobi. “Es un problema global y necesitan soluciones globales”.

Para curar heridas, los chimpancés atrapan insectos y los aplican de forma directa sobre la zona afectada. Los científicos observaron este comportamiento en chimpancés en Gabón, sobre la costa atlántica central de África, y notaron que no sólo usan insectos para tratar sus heridas, sino también las de sus pares. La investigación, publicada el lunes en la revista Current Biology, es una contribución importante al debate sobre la capacidad de los chimpancés, y de los animales en general, de ayudar desinteresadamente a los demás. Es como “cuando vas a la escuela y lees en tus libros de biología las cosas asombrosas que pueden hacer los animales”, explicó Simone Pika, bióloga de la Universidad de Osnabruck en Alemania y coautora del estudio. “Creo que esto realmente podría ser algo que termine en esos libros”. El proyecto comenzó en 2019, cuando se observó a una chimpancé adulta llamada Suzee inspeccionar una herida en el pie de su hijo adolescente. De repente, Suzee atrapó un insecto en el aire, se lo metió en la boca, aparentemente lo apretó y luego lo aplicó sobre la herida de su hijo unas tres veces. La escena se produjo en el Parque Nacional de Loango, en la costa atlántica de Gabón, donde investigadores estudian a un grupo de 45 chimpancés centrales, una subespecie del común, en peligro de extinción. Durante los siguientes 15 meses, los científicos vieron a los chimpancés administrarse el tratamiento al menos 19 veces. En otras dos ocasiones observa-

ron que chimpancés heridos eran tratados de la misma manera por uno o varios de sus pares. Las heridas, a veces de varios centímetros de ancho, pueden provenir de conflictos entre miembros del mismo grupo o de uno contrario. Lejos de protestar por el tratamiento, los magullados estaban felices de ser atendidos. “Se necesita mucha confianza para poner un insecto en una herida abierta. Parece que entienden que si me haces esto con este animal, mi herida mejorará. Es asombroso”, sostuvo Pika. Los investigadores no han podido identificar qué insecto se usó en las heridas, pero creen que se trata de uno volador debido al rápido movimiento de los chimpancés para atraparlo.

Probable sustancia antinflamatoria Pika dice que el insecto podría contener sustancias antinflamatorias con un efecto calmante. Se sabe que los insectos tienen varias propiedades médicas y los investigadores deberán detectar y estudiar al insecto en cuestión. Ya se ha observado que pájaros, osos, elefantes y otros animales se automedican, por ejemplo, comiendo plantas. Pero lo que es único acerca de los chimpancés es que no sólo se tratan a sí mismos, sino que también ayudan a los demás. Algunos científicos aún dudan, sin embargo, de la capacidad de las especies animales para exhibir comportamientos prosociales, como cuidar desinteresadamente a los demás, agregó Pika. Pero aquí los chimpancés no tienen nada que ganar, subrayó. Entonces, ¿por qué lo hacen? En los humanos, el comportamiento prosocial generalmente se relaciona con la empatía. ¿Podría el mismo sentimiento estar presente en los chimpancés?, se preguntó Pika. “Es una hipótesis que debemos investigar”, afirmó.

S Esta especie de primates atrapa pequeños invertebrados y los aplica de forma directa en la parte afectada. Foto Afp


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