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Las ideas y la ciencias sólo crecen en libertad
Dr. Alan Cathey Dávalos
No suelo, en estas reflexiones, referirme a temas locales, pues me declaro ignorante de los arcanos que rodean a la política nacional, dedicándome más bien a comentarios sobre realidades internacionales. Hoy haré una excepción, ante el sentido y absurdo fallecimiento del Dr. Santiago Gangotena, exrector y fundador, con el Dr. Carlos Montufar, de la USFQ. Lo haré, esto sí, desde la perspectiva del más importante y esencial carácter del concepto de Universidad, o sea, su universalidad.
Las Primeras Universidades
Sus orígenes mismos, se remontan en el tiempo al año 859, en Marruecos, donde se funda la primera Universidad del mundo en Fez, por Fátima al-Fihri, una musulmana del Norte de África, circunstancia que hoy se nos hace extraordinaria, se centran en buscar el conocimiento a través del pensamiento la razón, y la investigación, libre de prejuicios y censuras ideológicas o religiosas.
En el Islam del siglo VIII, aun relativamente libre de la paralización por la ortodoxia religiosa que lo ahogará más adelante, la curiosidad y el afán por el saber se apoderan de los musulmanes originales, asombrados ante el mundo de la cultura que encuentran en las antiquísimas ciudades sirias, fenicias y egipcias, donde se conservaba el saber antiguo de esos pueblos, junto al de Grecia, Roma, y Judea. Quedan deslumbrados ante las avenidas que se les abren, en los campos de la filosofía, de las ciencias y de la estética.
Será ese mundo del Islam el que, por su afortunada ubicación de origen, en Oriente Medio, pueda nutrirse con aportes multiculturales, desde Persia y de la India al este, fuente de importantísimos desarrollos matemáticos, como el álgebra o el 0, a la astronomía egipcia y mesopotámica, la ingeniería romana y la especulación lógica griega.
Los resultados de esa curiosidad se verán reflejados en una arquitectura preciosa que hasta hoy nos deslumbra, en mezquitas y palacios, como diría Serrat, más de mil años después, “de Algeciras a Estambul”, y mucho más allá, pues esa estética extraordinaria la hallamos en Córdoba y Granada, en El Cairo, Bagdad y Damasco, en Samarcanda, en Agra.
Las principales estrellas del firmamento, de Aldebaran, Algol o Altair, a Betelgeuse, Deneb y Za niah, tienen nombres árabes, al igual que términos astronómicos como azimut o nadir.
La Al chemaia árabe será el antecedente de la alquimia primero, de la química después, en el mundo europeo. Los médicos sucesores de Galeno los hallaremos en Avicena, y en Averroes, al heredero de los filósofos griegos.

¿Y EUROPA?
El mundo cristiano europeo, embebido en la inseguridad originada en el derrumbe del Imperio Romano occidental, con toda suerte de invasores que lo asaltaban desde el sur, con las invasiones islámicas de la península Ibérica, de Sicilia y del sur de Italia, para terminar a 300 km de Paris, en Poitiers, con la victoria de Carlos Martel y sus guerreros francos, deteniendo in extremis al Islam conquistador, o del norte, en la forma de los drakars vikingos, que por 200 años asolarían Europa, desde Escocia e Irlanda hasta Sicilia, o de los magiares, parientes cercanos de los hunos, que se asentarían permanentemente en la actual Hungría, haciéndola su base de operaciones para sus raids de saqueo en Europa Central, encuentra su refugio y consuelo en el mágico mundo de la fe y la espera del milagro salvador, mundo del que han sido expulsados la razón y la ciencia, los peligrosos y subversivos enemigos de la fe, cuyas dudas y argumentos demuestran su carácter herético y maligno.
Casi tres siglos separan al surgimiento de las primeras Universidades europeas, en Bolonia, Oxford, Salamanca o Paris, del decisivo paso dado por el mundo Islámico, que además de la ya mencionada Universidad de Fez, había ya fundado la de El Cairo, la de Bagdad y la de Damasco.
El Embri N
La escuela de medicina salernitana será la primera facultad de medicina del mundo, reuniendo a los más reconocidos médicos de la época, griegos, árabes y judíos, un modelo extraordinario de tolerancia y de sensatez, en una edad desgarrada por todos los fanatismos. En Salerno encontramos la raíz de lo que debe ser la Universidad, aquel espacio donde la inteligencia y el rigor de la lógica y el conocimiento, indiferentemente de nacionalismos, religiones o creencias, sean la luz y la guía de quienes tienen a su cargo la educación, y de los que asisten para ser ahí educados.
Será esa tradición universitaria la que logre, a duras penas y con sacrificios terribles, que la antorcha del conocimiento y la curiosidad por el saber siga encendida, iluminando hasta el corazón de las tinieblas. Será esa noción de libertad de pensamiento, de opinión, al final del día, de cátedra, la que logre demostrar que el universo es comprensible, que no es un capricho o el mal sueño de alguna deidad inescrutable.
Las universidades serán uno de los espacios esenciales para que el Renacimiento pueda florecer, pues es en ellas donde se rescata, a través de traducciones del árabe al latín, el gran corpus del pensamiento griego, que en Europa había prácticamente desaparecido. Es en las universidades donde, desde el abismo de los siglos, vuelven a escucharse las voces de Platón y de Lucrecio, hablando desde unas cosmovisiones racionales para entender al universo y al hombre como centro y razón de este.
Universidad Y Progreso
Será desde esa universidad libre y de libres pensadores, de la que arranque la revolución científica que nos ha llevado de la miseria, el terror y la enfermedad, en 500 años apenas, a la esperanza concreta de más y mejores días, y de poder mirar las estrellas como destino. No es casualidad que sea en aquellos países que invirtieron en la educación de su pueblo, garantizaron la libertad de pensamiento, de cátedra y de opinión, donde surgieran las mejores y más prestigiosas universidades del mundo. 9 de las 10 mejores Universidades del mundo están o en Estados Unidos o en el Reino Unido, y entre las 30 mejores, apenas 6 no están en esos países, pero 4 se sitúan en Canadá o Europa, y dos en China. Como es obvio, ahí está la vanguardia de la tecnología y la investigación científica, acompañada del concepto humanista de las Artes Liberales. La libertad para pensar e investigar, dentro de los cánones de las ciencias, pero también para explorar las ciencias humanas y todas las artes, las convierten en los faros cuyas luces guían a la verdadera academia.
Arrecifes A La Vista
Esa Universidad, sede de la razón, como en su momento la llamara uno de los mayores humanistas del país, Hernán Malo Gonzales, cuya memoria reivindica Juan Pablo Aguilar en un notable artículo sobre éste mismo tema, enfrenta hoy nuevas amenazas, desde lo que se ha denominado la “corrección política”, un vergonzoso eufemismo para encubrir la censura al pensamiento y libertad de expresión, trayendo de vuelta inquisidores e intérpretes autorizados de evangelios rastreros, impulsores del pensamiento único, sujeto a los estrechos moldes de quienes se consideran dueños y pontífices de la verdad.
Junto al autoritarismo y la prepotencia de los líderes políticos, esta amenaza, surge del interior de la Universidad y constituye el más grave peligro para su futuro y el de las libertades.
Jugarse Por La Libertad
Por esa visión libre y liberal de Universidad se jugaron, desde el primer día, Santiago Gangotena y Carlos Montufar, empeñados en el rescate de una educación superior que había sucumbido ante el asalto del sectarismo y la intolerancia, que la habían transformado en un campo de batalla de discordias intrascendentes entre los variopintos fanáticos de unas ideologías trasnochadas y fracasadas. Esa universidad, con minúsculas, no podía más que ahondar en el pozo en que había caído, arrastrando a varias generaciones al árido terreno de la frustración, el resentimiento y la amargura.
El enorme mérito del proyecto USFQ, es el volver la mirada a esa Universidad nacida en el Renacimiento, que vuelve los ojos al ser humano, como centro, razón y fin de todos sus esfuerzos, a lo que llamamos humanismo sin muchas veces comprenderlo. Paradójico resulta que dos físicos, quintaesencia de la razón científica, hayan sido capaces de dar el paso hacia las humanidades, rescatando las Artes Liberales, volviéndolas eje y núcleo del proyecto educativo que se plantearan.
Capacidad Cr Tica
Esas artes están dirigidas a desarrollar capacidad crítica, severa carencia de un sistema escolar y colegial memorístico y adoctrinador, que se volvió perfecto caldo de cultivo para que esas lamentables universidades ideologizadas pudieran, sobre una arcilla dócil y amansada, profundizar en la deformación de las masas amorfas y acríticas necesarias para imponer los dogmas.

Tratamiento De Shock
Naturalmente, el éxito alcanzado por la USFQ y su reconocimiento internacional, por toda la red de contactos con otras Universidades del mundo, que ofrecían a sus estudiantes unas opciones inéditas y una visión de amplitud y extensión universales, fue un shock terrible para quienes se habían apropiado, para su provecho, de la mal llamada “academia”, a la que volvieron cenáculo y coto cerrado.
¡ABAJO LA INTELIGENCIA!
Como cabía suponer, los retrógrados, asidos al pasado, colgados de unas estanterías tan caídas como los muros, buscaron, por todos los medios, desacreditar y bloquear al futuro, al cambio, al mundo.
El pánico porque los jóvenes pudieran escapar de la parroquia, del pozo, tan cuidadosamente excavado, y mirar el mundo, y descubrirlo, provocó entre esos sepulcros blanqueados, toda la inquina y la rabia del que sabe que ése es su final, que han sido pesados y encontrados faltos.
muno al energúmeno, “pero no convencereis”. La razón y la inteligencia están fuera del alcance de los predicadores de la muerte. Una antigua canción alemana, que resonó en aquella época obscura, es la mejor síntesis de lo dicho. “Las ideas son libres, ¿quien podrá adivinarlas? Vuelan como sombras nocturnas. Nadie puede saberlas, ni matarlas algún cazador, con pólvora y plomo, las ideas son libres”.
Democratización en excelencia
La USFQ está calificada entre las 50 mejores de América Latina, a años luz de aquellas que procuraron detenerla. Ha creado un sistema de auténtica democratización de educación superior, a través de su programa de becas, que ha permitido el acceso a la Universidad a miles de estudiantes de diversos orígenes.
Su programa de becas por diversidad étnica ha sido un ejemplo integrador, para un país arteramente desintegrado y enfrentado a lo largo de líneas de fractura social, que han sido exacerbadas por el discurso del odio de clase, y, últimamente, hasta de raza.
La USFQ ha logrado elevarse por sobre el lamentable pantano al que se había reducido a la mal llamada “educación superior”, devolviendo valor y sentido a la capacidad y el mérito, sin promesas y palabras huecas.

A SER “BUENA GENTE”
La partida de Santiago Gangotena impone, a quienes quedan a cargo de la Universidad, la titánica tarea de llevar su legado académico a lo más alto, y sobre todo, los comprometen a mantener su ideal de educar, en y para la libertad, a quienes buscan en ella, no tan solo unos títulos, sino su crecimiento integral como personas, que les lleve a ser “buena gente”, en las propias palabras de Santiago. Que su siembra dé cada día mejores frutos, y que, tal como vivió, no se le ocurra descansar en paz, y siga siendo el duende polémico e irreverente que siempre fue.
Es pertinente recordar el alarido destemplado de Millán Astray, fanático general franquista, en la Universidad de Salamanca, su argumento final en uno de los centros de cultura más antiguos de Europa. “Abajo la inteligencia. Viva la muerte.” Ese mismo alarido sería el que, con ropajes distintos y otras palabras, se extendiera, a garrote y a bala, en casi toda la universidad ecuatoriana, para la imposición del pensamiento único, si pensamiento se puede llamar al balbuceo de unas consignas mal entendidas y peor digeridas.

A ese grito primitivo, la respuesta demoledora y elegante de don Miguel de Unamuno, se mantiene incólume en el tiempo, como se mantiene, a pesar de todo, la inteligencia. “Vencereis” le contestó Una -