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Aceptar el parto

Gilda Figueroa Grijalva

A partir de la publicación que hiciera la Revista Semanal, muchas personas han dejado escuchar su voz sobre la Inteligencia Artificial, lo que demuestra el interés despertado por este tema. Algunas personas desean conocer más sobre el estado actual de esta tecnología, otras desean saber sobre sus implicaciones; un tercer grupo siente temor ante la posibilidad de perder sus empleos y un cuarto segmento ha decidido enfrentarlo y plantear actitudes y soluciones. Esta, su revista, agradece sus comentarios y se compromete a seguir profundizando este tema en siguientes ediciones. Mientras tanto nuestra colaboradora Gilda Figueroa Grijalva nos aclara su pensamiento.

Inteligencia Artificial

Del deseo a progresar al miedo a desaparecer

El nivel de aceptación a las nuevas tecnologías siempre dependerá de la ubicación geopolítica, del desarrollo socio económico y sin duda, de las distintas generaciones de cada región.

Para un baby boomer la tecnología puede ser hasta el “mismísimo diablo” mientras que para un nativo digital (generación Z) le es tan natural como respirar. Y mientras que, para Sudamérica, digitalizar servicios es una novedad, consecuencia forzada de una pandemia, en Europa quizá, haya sido una forma de vida de hace varios años atrás.

Partiendo de ahí, es comprensible que la irrupción de la inteligencia artificial en el mundo genere distintas reacciones que van desde el rechazo, pasando por el miedo y el debate, hasta la aceptación.

Reacciones Ante La Tecnolog A

Cuando la telefonía móvil apareció, marcó un hito en la historia de las comunicaciones, llegando a transformarse en la actualidad, en un medio de comunicación casi indispensable. Solo por dejar un dato, según el INEC de cada 10 ecuatorianos, 6 tienen una línea activa. Lo que lleva a concluir fácilmente que, en un país de primer mundo, la cifra será más elevada. Una vez que nació, fue poco el tiempo que necesitó para popularizarse, y brin dar un abanico infinito de productos que permita al mercado encontrar aquellos dispositivos que se ajusten a su bolsillo, a su necesidad y a sus gustos.

Y qué decir del INTERNET, quién no recuerda aquellos primeros intentos para “conectarse” a través de la computadora, ese sonido que fue único y es parte de la historia de la humanidad; o cuando veíamos atónitos que podíamos consultar lo que sea, escuchar la música que quisiéramos, tener una conversación con quienes no estaban cerca. Y bueno, ya sabemos lo que vino después: Facebook, youtube, Netflix, Spotify y más plataformas y más redes sociales.

Muchas empresas quebraron, otras vieron oportunidades. Artistas, el cine, profesionales, empresas, las marcas, los políticos, los estados, las iglesias, todos tuvieron que reinventarse y entender (no solo aceptar) entender que el lenguaje oficialmente había cambiado y el canal de comunicación también y no les quedó, no nos quedó más, que aprenderlo.

Un Nuevo Hijo De La Tecnolog A

Hoy, a propósito del nacimiento de su nuevo hijo, el CHAT GPT 4, la conversación sobre la Inteligencia Artificial nuevamente aflora ¿está bien utilizarla? ¿cuándo será suficiente? ¿nos va a reemplazar? ¿es ético? Y es aquí donde considero que la juventud nos está dando grandes lecciones de lo que significa ser ciudadanos del mundo. Para ellos, como dije al inicio, la tecnología y todo lo que venga de mano de ella, es tan inherente como para los adultos, es alimentarse.

Por lo tanto, las nuevas generaciones la reciben entusiasmadas, aprenden sobre ella y la adoptan inmediatamente, sin reparos y sin miedos. Ven en ella una oportunidad de crecimiento, un apoyo para la toma de decisiones, una fuente de consulta y sobre todo, una reducción de tiempo que para nosotros, podría significar “vaguería” para ellos, es eficiencia.

Cuando Alexa o Siri, asistentes virtuales de Amazon y Apple respectivamente fueron ofertadas al mundo y acogidas por el mismo con harto entusiasmo, una tarea humana oficialmente había sido trasladada a una máquina, así como su interacción con ella. Sin embargo, es necesario comprender que si bien ciertos oficios tienen alta probabilidad de desparecer a medida que la inteligencia artificial avance, también es cierto que nuevos puestos de trabajo se generarán, así como nuevos perfiles profesionales serán requeridos; para ello es menester comprender que es parte del proceso natural del ser humano propender el bienestar sin que esto signifique que no debamos poner sobre la mesa, todas las implicaciones jurídicas, metodológicas y técnicas que girarán alrededor de esta nueva realidad.

Aceptar O Aceptar

El mundo ya no necesita más teorías conspirativas, sino un trabajo responsable que permita equilibrar los avances científicos con la calidad humana, la evolución con lo ético y debe recordar que el alma y la moral, no son reemplazables, ni trasladables a una máquina y como adultos responsables que somos o deberíamos ser, nuestra energía debe estar canalizada ahí, en dar herramientas a las nuevas generaciones para que abracen todo aquello que les de mayores ventajas competitivas, pero que a la par vayan de la mano, alimentando y mejorando su espiritualidad, su relación con el mundo, la naturaleza y su comunidad.

Tarea también nuestra es salir del desconocimiento, ansiedad y rechazo a lo desconocido porque sabemos a ciencia cierta, ¡lo hemos vivido!, que, si no nos subimos a este tren llamado TECNOLOGÍA y no aplastamos el acelerador para mantener el ritmo, estaremos perdiendo oportunidades, espacios y sobre todo la posibilidad de “conectar” con el entorno y nuestros sucesores, elemento primordial para fortalecer y mejorar las relaciones humanas. Si nosotros no lo hacemos, otros lo Gilda Figueroa Grijalva

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