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Hermanos
Aprovecho nuestra revista, para expresar mi preocupación ante los problemas que estén por llegar y que nos haga reflexionar con las medidas que podamos determinar, ante los problemas de HERMANOS nuestros que les pueda afectar esta crisis tan injusta que estamos padeciendo por culpa de políticos que están al servicio del dinero y de los intereses de las multinacionales especuladoras, en vez de trabajar al servicio de la democracia, la justicia, y de los ciudadanos, y no sigo mencionando mas ha estos individuos porque no quiero desviarme del objetivo principal de este articulo. El objetivo de este artículo son mis HERMANOS de esta corporación, y no son unos números en un orden determinado del listado de componentes, que tienen que satisfacer una cuota de dinero para poder seguir llamándose HERMANOS de la misma. Creo que si basamos en otorgar este nombramiento de HERMANO en algo tan prosaico, no merecemos llamarnos de esta manera. Cada uno de nosotros tiene cuerpo (que es lo primero que se tiene), un nombre, una familia (¿estamos la corporación en ella?), y una personalidad con sus virtudes y sus defectos que creo que fue aceptada cuando fuimos incluidos en la corporación y por lo tanto todos tenemos nuestro sitio en ella para demostrarnos afecto, comprensión, cariño y respeto en la medida que cada uno pueda o quiera dar a los demás y también para ofrecernos en el trabajo y compartir un objetivo que sea común en mejorar nuestra relaciones personales y seguro que nuestra corporación será cada día mas perfecta y cada uno de nosotros también. En estas virtudes que he señalado, también se encuentran las distintas maneras de ser de cada uno de nosotros, nadie es malo en sí mismo, sino que sus virtudes y defectos los tenemos más o menos acentuados y aquí es donde pienso que deberíamos basarnos en resolver los problemas, en empatizar con el hermano en intentar hacer su problema nuestro y entre todos resolverlo. Pensemos que la corporación también es parte de la sociedad que nos ha tocado vivir pero con una peculiaridad, que la hemos escogido libremente, pongamos nuestro esfuerzo en hacerla un lugar de verdadera amistad y hermandad, y ¿Por qué no? Que se convierta en ejemplo de que puede haber una sociedad mejor.
Pepe Delgado
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