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La humildad en nuestro corazón
Hay personas que piensan que todo el mundo les debe algo, que todos debemos vivir al ritmo de su mundo, jamás miran si hay otro ser humano con apuros y con carencias. Es el tipo de persona que tiene mucha suerte en la vida pues lo consigue todo fácilmente y sin esfuerzo. Como por arte de magia todo lo bueno que se llega a recibir en el hogar lo toma para sí mismo, como si todo fuese para él. Es difícil ser humilde, “dice una vieja canción” cuando eres perfecto en todo. Por supuesto muy pocas personas se creen que son perfectas en todo, pero aún así puede ser difícil ser difícil ser humilde, especialmente cuando vives en una sociedad que fomenta la competencia y la individualidad. A pesar de esto, en esta cultura, la humildad es una virtud importante también. Aprender a ser humilde es de primordial importancia en la mayoría de las sociedades, la humildad puede ayudarte en tu desarrollo personal y a disfrutar de mejores relaciones con los demás La falta de humildad que a veces tenemos frente a nuestros semejantes da tristeza. Debemos reflexionar antes de hablar sobre aquello que poseemos porque hay personas menos afortunadas que no tienen ni lo más básico para vivir. La humildad es algo que se debe llevar en el corazón porque Dios fue el ser más humillado y aún así nos perdonó y sigue perdonando la falta de humildad que tenemos con nuestros semejantes. Una persona agradecida es la que muchas veces lo ha perdido todo y aún así sigue feliz de haber contado con el amor de las personas, de los familiares, de los amigos que le conocieron, pues aún en su mismísima situación sigue tan humilde como cuando era una persona con una situación envidiable. La verdad es que no se necesita mucho para ser una buena persona. Ni aún siendo afortunado en la vida hace falta mucho para ser buenas personas. Sólo hace falta seguir siendo personas sencillas, con valores, que llora cuando alguien sufre, que sentimos cuando alguien se nos va, que cuando llegan los éxitos no se deja de ser humilde. Aprendamos a vivir con lo que tenemos y seamos buenos con quien tiene menos que nosotros. Seamos humildes y no nos permitamos alardear de lo que la vida nos ha dado.
Manuel Jiménez García
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