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Del canto al coro

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Nuestro patrimonio

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Cuando con casi 33 años no has cantado ni siquiera una “NANA”, se hace complicado aún más el cantar una saeta. Bueno, pues esto fue lo que me propuse el primer Jueves Santo que fui de invitado a la que hoy día es mi querida Corporación, aunque ya había tenido el honor de visitar la Historia de Tobías en algún que otro Sábado de Cuaresma. Pues bien, tantas eran las emociones que me embargaban en aquellas primeras visitas a aquel Cuartel del Cerrillo que me sentía como obligado de alguna manera a corresponder y agradecer aquellas muestras de cariño recibido por parte de todos los que hoy son mis Hermanos, que pensé en pagar tal deuda intentando cantar una saeta. La verdad es que nunca las había cantado, aunque si escuchado en infinidad de ocasiones y además a un magnifico maestro, “MI PADRE”; cierto y verdad es que nunca tuve decisión para entonarlas. Fue entonces ese primer Jueves Santo, que me decidí a hacer tal CANTO, y grata fue mi sorpresa al terminarlo, pues todos mis Hermanos me felicitaban por aquello, que a mi me pareció algo desentonado y mal dicho. Desde aquel momento supe que mis hermanos, tienen unos buenos oídos, pero sobre todo agradecidos, al menos para mi torpe garganta. Como dice mi hermano Pepe: “que mal cantas pero que bien lo dices”; palabras que no hacen más que demostrarme el cariño con el que me escucha. Después ya han sido muchas las ocasiones en las que han tenido que soportar y sufrir estos malos gritos. Pues de este CANTO AL CORO, mi vida manantera no es extensa, pero sí intensa; he vivido en los costales de la Santa Cena, en los varales de la Humildad y he vestido de figura, como cualquier manantero en su corporación. Y ahora, EL CORO, seguramente sus voces, sus plegarias y sus coplas sonarían mejor antes de llegar yo, pero como dice un hermanito “al menos haces bulto”, y con ello me conformo. Bien, pues para colmo mi nombre esta impreso en el ultimo trabajo de la SCHOLA CANTORUM, y para mí es todo un orgullo, un honor y una gran satisfacción el haber podido participar y aportar un pequeñísimo granito de arena al mismo. Sé que esto no es un trabajo de 2 años (que son los que llevo perteneciendo al Coro), sé que esto es un trabajo de muchísimos años de otros hermanos que anteriormente pusieron su dedicación, sacrificio y tiempo y que ahora viven junto al Terrible, y de otros hermanos que están aquí y ojalá el Terrible quiera que nos duren muchos años. Este articulo, sólo tiene un fin, agradecer a mis Hermanos de la Historia de Tobías, el haberme enseñado a cantar (si se puede llamar así) con el corazón, y a mis Hermanos del Coro, agradecerles el haberme enseñado a escuchar con el alma.

PD..-Soy rico porque tengo en la “arquilla” de mi corazón, lo mejor que se puede tener, “EL CORO Y EL PEZ”

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Fco. Aguilar Palma

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