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Todo un pasado por delante
25 Años “Todo un pasado por delante”
El tiempo pasa muy rápido en nuestras vidas, un año y otro, sin parar delante de nosotros, y muchas veces no nos paramos a pensar en aquellas personas que marcan nuestra vida, aquellos hermanos y amigos que hacen un poco mas llevadero el transcurrir de los días, que nos ayudan a ser mas consecuentes con nuestras ideas, a comprender el significado de todo lo que nos acontece en la vida; en realidad son ellos los que dan valor a lo que hacemos, a lo que sentimos, a lo que expresamos, ellos son el fiel camino que guía nuestras vidas, ellos nos hacen comprender el verdadero significado de la palabra amistad y amor. Conocerse mutuamente, el estar en esos momentos de desasosiego, en los momentos de alegría y emociones, nos hace comprender la verdad de la vida, la verdad de estar acompañados, de sentirnos arropados, para hacernos más fácil el camino a seguir. Sentimiento mutuo que se va afianzando con el tiempo, con el día a día, con la relaciones familiares, el ver pasar juntos los diferentes abatares de la vida, el tiempo de novios y nuestras fiestecillas y viajes por diferentes sitios (Chorro, Villafranca de los Barros, etc.), el ser partícipes en los enlaces matrimoniales, el ver como crecen nuestro hijos, el poder disfrutar de nuestras escapadas a Madrid (los pregones de varios hermanos), disfrutar de los pregones chiquitos que con tanta emoción nos deleitan nuestros pequeños que nos hacen envejecer muy rápidamente, aquellos viajes a recoger muebles a Sevilla, Villafranca de los Barros y Granada, el ver como se van despidiendo de este mundo poco a poco nuestros padres y familiares, el estar en esos momentos de dolor unidos y apoyándonos mutuamente. Todo este cúmulo de circunstancias y vivencias compartidas a lo largo de tantos años, hace que nuestra amistad sea algo más que un mero reconocimiento de sentimientos mutuos, que sea en definitiva el reconocimiento de una entrega de amor y amistad que va más allá de las cuatro paredes de la Corporación, que llena un espacio más amplio, que reconforta y da fuerzas para continuar y sobretodo, seguir sumando, para que cuando seamos mayores de edad y miremos atrás en el tiempo, seguro, seguro que podamos decir, mereció la pena.
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Recordemos:
Fotografía de la Cena de Mujeres del 6 de abril de 1985, en aquel año cena, donde nos podemos ver con algunos años menos, junto con nuestras esposas y con hermanos que ya no están en la Corporación.
Y mirando la fotografía, cómo no añorar aquel limonero del grupo de la casa de la Calle Horno, en aquel patio de largas conversaciones e interminables reuniones, donde aprendimos a combatir contra los invasores de la galaxia, donde comprendimos la significativa misión que para un Cuartel supone aquellas personas que en función de camarero, alpatana y cocinero, preparan con esmero todo aquello que se necesita para reconfortar el cuerpo en cuaresma y semana santa. Está claro que esos años de turnos de cocina estarán siempre en la memora, ¡qué bien lo pasábamos!, disfrutábamos de ir a comprar, preparar la despensa, ver como el hermano cocinero condimentaba el menú confeccionado, y los demás en la cocina cantando cuarteleras o contando chascarrillos de este o aquel, ¡qué años hermanos!, años donde el tiempo no tenía límites, que diferente forma de sentir lo que es un Cuartel sin desmerecer lo que sintamos ahora, que por los años pasados nos hacen ver la realidad desde otro punto de vista. Emilio ManuelEmilio Manuel García Arroyo García Arroyo García Arroyo La Pecera — Página 16