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1-2 Edu y Dani firman los goles de la victoria en un derbi redondo que se viene para Guadalcanal

Redacción

Los derbis no se juegan, se ganan. Igual que las finales. Y si había un derbi que el Guadalcanal debía jugar ese era, sin lugar a dudas, el de este domingo. En una fría tarde de enero, como si de una película de terror se tratara, el Guadalcanal invirtió los papeles y de víctima cambió su papel al de verdugo.

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En el preámbulo del encuentro, los pronósticos avisaban de un derbi que tenía todas las papeletas para volverse amarillo. Estaba la rabia del 5 a 1 de la primera vuelta, el precedente de la temporada pasada y el triste bagaje que nos acompañaba en esta temporada. Y es que fuera de nuestro campo tan solo habíamos conseguido dos tristes puntos, uno en Constantina y otro en Brenes. Dos puntos sobre la bocina que nos hacían presa fácil del ambiente del municipal de Alanís. Sin embargo, tal vez por ello el resultado fue otro.

El Guadalcanal jugó sin presión, con frescura y con determinación, y así llegaría el cero a uno al cuarto de hora de partido, con un tanto de Edu que enmudecía al estadio local y enardecía a la grada visitante.

El dominio guadalcanalense fue apabullante durante todo el encuentro, a pesar de no contar con Chino de inicio por problemas físicos. No obstante, los que estu- vieron lo dieron todo.

En un partido de este tipo de nada vale dominar si no se cierra el marcador. Por eso, siendo nuestro el balón y nuestro el juego era necesario concretar la victoria. Si se escapaban los tres puntos en esta ocasión iba a ser imperdonable de aquí al resto de la temporada. Y así, Dani decidió que ya no podía alargarse más la incertidumbre y en el minuto 76 lograba hacer el cero a dos.

Era la perla definitiva a un partido redondo. La sorpresa mayúscula y el fruto del trabajo bien hecho.

No podía faltar la emoción en un derbi y esa la pondría ya en los instantes finales el Liceo Alanís con un gol tras el saque de una supuesta cesión. Una mota que no empañó el buen partido del Guadalcanal que conseguía de esta manera, de la mejor de las maneras posibles, el primer triunfo fuera de casa y vencer, por segunda vez esta temporada al eterno rival.

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