Solanoticias n° 5 2016 (2)

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Año VI - N° 5. Septiembre - Octubre 2016. Curia Provincial. Provincia San Francisco Solano. Alvear 620 X5800BCN - Río Cuarto (Córdoba). Argentina. E-mail: solanoticias@gmail.com - Web: www.franciscanos.org.ar

IX Capítulo Provincial

Í N D I C E

IX Capítulo Provincial 19 al 26 de octubre San Rafael - Mendoza

Visita del Santo Padre Francisco a Asís para la Jornada Mundial de Oración por la Paz Palabras del Santo Padre Necrologio Fr. John Vaughn, ofm

Santidad en la Orden Beatificación de 8 Frailes Menores IX Capítulo Provincial 19 al 26 de octubre San Rafael - Mendoza

Canonización del Cura Brochero 16 de octubre de 2016

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El Cura Brochero vino a Río Cuarto a pedir limosnas para sus obras 16 Encuentros de Comunidades Casa de Jóvenes “Hermano Francisco”

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100 años - Escuela San Francisco de Asís - Salta - 1916 - 2016 Construyamos la paz con un corazón misericordioso

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Testimonios

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Un poco de historia...

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Fechas para recordar

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Encuentro Anual de Representantes Legales 22 y 23 de septiembre - Río Cuarto 23

Designaciones

19 al 26 de octubre - San Rafael - Mendoza

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En la residencia Santa Clara del Atuel en San Rafael, se celebró el IX Capítulo Provincial presidido por el Visitador General Fr. Gerardo Moore. Durante los días del Capítulo se reflexionó sobre el tema “Leer la realidad desde la clave de minoridad”. El teólogo Oscar Campana, que acompañó a los hermanos en las dos reuniones zonales preparatorias al Capítulo sobre la lectura de la realidad, durante el Capítulo dio una síntesis de los trabajos realizados y dio pautas para profundizar el tema desde nuestra realidad de menores. Durante el Capítulo los 49 hermanos capitulares han elegido el nuevo gobierno provincial: Fr. Daniel Alejandro Fleitas, Ministro Provincial; Fr. Claudio Darío Equiza, Vicario Provincial. También fueron elegidos Definidores Provinciales: Fr. José Adolfo Larregain, Fr. Pablo Miguel Azqueta, Fr. Daniel Horacio Filgueira y Fr.

Jorge Gabriel Ballarati. La presencia de los laicos, que compartieron su visión de nuestra vida y las esperanzas que tienen en el futuro, fue muy valorada como ámbito de profundizar la misión compartida y ayudarnos a renovar nuestra consagración. Se valoró la visita fraterna de Fr. Julio Bunader, Vicario General, quien de visita a su familia en Mendoza, se hizo un espacio de tiempo para compartir con nosotros. La evaluación de los hermanos capitulares fue muy positiva subrayando especialmente el buen clima fraterno que se vivió en estos días de compartir la vida fraterna, la oración y las reflexiones. También se valoró la presencia de los dos novicios, de los profesos temporales, pero de manera especial la de los 8 postulantes que acompañaron el Capítulo con su fraterno servicio y con la animación de las recreaciones.


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VISITA DEL SANTO PADRE FRANCISCO A ASÍS PARA LA JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LA PAZ

Palabras del Santo Padre

"SED DE PAZ. RELIGIONES Y CULTURAS EN DIÁLOGO"

ASÍS Martes 20 de septiembre de 2016

Ante Jesús crucificado, resuenan también para nosotros sus palabras: «Tengo sed» (Jn 19,28). La sed es, aún más que el hambre, la necesidad extrema del ser humano, pero además representa la miseria extrema. Contemplemos de este modo el misterio del Dios Altísimo, que se hizo, por misericordia, pobre entre los hombres. ¿De qué tiene sed el Señor? Ciertamente de agua, elemento esencial para la vida. Pero sobre todo de amor, elemento no menos esencial para vivir. Tiene sed de darnos el agua viva de su amor,

Meditaciòn

pero también de recibir nuestro amor. El profeta Jeremías habló de la complacencia de Dios por nuestro amor: «Recuerdo tu cariño juvenil, el amor que me tenías de novia» (Jer 2,2). Pero dio también voz al sufrimiento divino, cuando el hombre, ingrato, abandonó el amor, cuando ―parece que nos quiere decir también hoy el Señor― «me abandonaron a mí, fuente de agua viva, y se cavaron aljibes, aljibes agrietados que no retienen agua» (v. 13). Es el drama del «corazón árido», del amor no correspondido, un drama

que se renueva en el Evangelio, cuando a la sed de Jesús el hombre responde con el vinagre, que es un vino malogrado. Así, proféticamente, se lamentaba el salmista: «Para mi sed me dieron vinagre» (Sal 69,22). «El amor no es amado»; según algunos relatos esta era la realidad que turbaba a san Francisco de Asís. Él, por amor del Señor que sufre, no se avergonzaba de llorar y de lamentarse a alta voz (cf. Fuentes Franciscanas, n. 1413). Debemos tomar en serio esta misma realidad cuando


3 contemplamos a Dios crucificado, sediento de amor. La Madre Teresa de Calcuta quiso que, en todas las capillas de sus comunidades, cerca del crucifijo, estuviese escrita la frase «tengo sed». Su respuesta fue la de saciar la sed de amor de Jesús en la cruz mediante el servicio a los más pobres entre los pobres. En efecto, la sed del Señor se calma con nuestro amor compasivo, es consolado cuando, en su nombre, nos inclinamos sobre las miserias de los demás. En el juicio llamará «benditos» a cuantos hayan dado de beber al que tenía sed, a cuantos hayan ofrecido amor concreto a quien estaba en la necesidad: «En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis» (Mt 25,40). Las palabras de Jesús nos interpelan, piden que encuentren lugar en el corazón y sean respondidas con la vida. En su «tengo sed», podemos escuchar la voz de los que sufren, el grito escondido de los pequeños inocentes a quienes se les ha negado la luz de este mundo, la súplica angustiada de los pobres y de los más necesitados de paz. Imploran la paz las víctimas de las guerras, las cuales

contaminan los pueblos con el odio y la Tierra con las armas; imploran la paz nuestros hermanos y hermanas que viven bajo la amenaza de los bombardeos o son obligados a dejar su casa y a emigrar hacia lo desconocido, despojados de todo. Todos estos son hermanos y hermanas del Cruci-

ficado, los pequeños de su Reino, miembros heridos y resecos de su carne. Tienen sed. Pero a ellos se les da a menudo, como a Jesús, el amargo vinagre del rechazo. ¿Quién los escucha? ¿Quién se preocupa de responderles? Ellos encuentran demasiadas veces el silencio ensordecedor de la indiferencia, el egoísmo de quien está harto, la frialdad de quien apaga su grito de ayuda con la misma facilidad con la que se cambia de canal en televisión. Ante Cristo crucificado, «fuerza de Dios y sabiduría de Dios» (1 Co 1,24), nosotros los cristianos estamos llamados a contemplar el misterio del Amor

no amado, y a derramar misericordia sobre el mundo. En la Cruz, árbol de vida, el mal ha sido trasformado en bien; también nosotros, discípulos del Crucificado, estamos llamados a ser «árboles de vida», que absorben la contaminación de la indiferencia y restituyen al mundo el oxígeno del amor. Del costado de Cristo en la cruz brotó agua, símbolo del Espíritu que da la vida (cf Jn 19,34); que del m i s m o modo, de nosotros sus fieles, brote también compasión para todos los sedientos de hoy. Que el Señor nos conceda, como a María junto a la cruz, estar unidos a él y cerca del que sufre. Acercándonos a cuantos hoy viven como crucificados y recibiendo la fuerza para amar del Señor Crucificado y resucitado, crecerá aún más la armonía y la comunión entre nosotros. «Él es nuestra paz» (Ef 2,14), él que ha venido a anunciar la paz a los de cerca y a los de lejos (Cf. v. 17). Que nos guarde a todos en el amor y nos reúna en la unidad, hacia la que caminamos, para que lleguemos a ser lo que él desea: «Que todos sean uno» (Jn 17,21).


4 Santidades, Ilustres Representantes de las Iglesias, de las Comunidades cristianas y de las Religiones, queridos hermanos y hermanas: Os saludo con gran respeto y afecto, y os agradezco vuestra presencia. Doy las gracias a la Comunidad de Sant’Egidio, a la Diócesis de Asís y a las Familias Franciscanas que han preparado esta jornada de oración. Hemos venido a Asís como peregrinos en busca de paz. Llevamos dentro de nosotros y ponemos ante Dios las esperanzas y las angustias de muchos pueblos y personas. Tenemos sed de paz, queremos ser testigos de la paz, tenemos sobre todo necesidad de orar por la paz, porque la paz es un don de Dios y a nosotros nos corresponde invocarla, acogerla y construirla cada día con su ayuda. «Bienaventurados los que trabajan por la paz» (Mt 5,9). Muchos de vosotros habéis recorrido un largo camino para llegar a este lugar bendito. Salir, ponerse en camino, encontrarse juntos, trabajar por la paz: no sólo son movimientos físicos, sino sobre todo del espíritu, son respuestas espirituales concretas para superar la cerrazón abriéndose a Dios y a los hermanos. Dios nos lo pide, exhortándonos a afrontar la gran enfermedad de nuestro tiempo: la indiferencia. Es un virus que paraliza, que vuelve inertes e insensibles, una enfermedad que ataca el centro mismo de la religiosidad, provocando un nuevo y triste paganismo: el paganismo de la indiferencia.

Discurso

No podemos permanecer indiferentes. Hoy el mundo tiene una ardiente sed de paz. En muchos países se sufre por las guerras, con frecuencia olvidadas, pero que son siempre causa de sufrimiento y de pobreza. En Lesbos, con el querido Patriarca ecuménico Bartolomé, he visto en los ojos de los refugiados el dolor de la guerra, la angustia de pueblos sedientos de paz. Pienso en las familias, cuyas vidas han sido alteradas; en los niños, que en su vida sólo han conocido la violencia; en los ancianos, obligados a abandonar sus tierras: todos ellos tienen una gran sed de paz. No queremos que estas tragedias caigan en el olvido. Juntos deseamos dar voz a los que sufren, a los que no tienen voz y no son escuchados. Ellos saben bien, a menudo mejor que los poderosos, que no hay futuro en la guerra y que la violencia de las armas destruye la alegría de la vida. Nosotros no tenemos armas. Pero creemos en la fuerza mansa y humilde de la oración. En esta jornada, la sed de paz se ha transformado en una invocación a Dios, para que cesen las guerras, el terrorismo y la violencia. La paz que invocamos desde Asís no es una simple protesta contra la guerra, ni siquiera «el resultado de negociaciones, compromisos políticos o acuerdos económicos, sino resultado de la oración» (Juan Pablo II, Discurso, Basílica de Santa María de los Ángeles, 27 octubre 1986: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española [2 noviembre 1986, 1]).

Buscamos en Dios, fuente de la comunión, el agua clara de la paz, que anhela la humanidad: ella no puede brotar de los desiertos del orgullo y de los intereses particulares, de las tierras áridas del beneficio a cualquier precio y del comercio de las armas. Nuestras tradiciones religiosas son diversas. Pero la diferencia no es para nosotros motivo de conflicto, de polémica o de frío desapego. Hoy no hemos orado los unos contra los otros, como por desgracia ha sucedido algunas veces en la historia. Por el contrario, sin sincretismos y sin relativismos, hemos rezado los unos con los otros, los unos por los otros. San Juan Pablo II dijo en este mismo lugar: «Acaso más que nunca en la historia ha sido puesto en evidencia ante todos el vínculo intrínseco que existe entre una actitud religiosa auténtica y el gran bien de la paz» (Id., Discurso, Plaza de la Basílica inferior de San Francisco, 27 octubre 1986: l.c., 11). Continuando el camino iniciado hace treinta años en Asís, donde está viva la memoria de aquel hombre de Dios y de paz que fue san Francisco, «reunidos aquí una vez más, afirmamos que quien utiliza la religión para fomentar la violencia contradice su inspiración más auténtica y profunda» (Id., Discurso a los representantes de las Religiones, Asís, 24 enero 2002), que ninguna forma de violencia representa «la verdadera naturaleza de la religión. Es más bien su deformación y contribuye a su destrucción» (Benedicto XVI, Intervención en


5 la Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo, Asís, 27 octubre 2011). No nos cansamos de repetir que nunca se puede usar el nombre de Dios para justificar la violencia. Sólo la paz es santa. Sólo la paz es santa, no la guerra. Hoy hemos implorado el don santo de la paz. Hemos orado para que las conciencias se movilicen y defiendan la sacralidad de la vida humana, promuevan la paz entre los pueblos y cuiden la creación, nuestra casa común. La oración y la colaboración concreta nos ayudan a no quedar encerrados en la lógica del conflicto y a rechazar las actitudes rebeldes de los que sólo saben protestar y enfadarse. La oración y la voluntad de colaborar nos comprometen a buscar una paz v e r d a d e r a, no ilusoria: no la tranquilidad de quien esquiva las dificultades y mira hacia otro lado, cuando no se tocan sus intereses; no el cinismo de quien se lava las manos cuando los problemas no son suyos; no el enfoque virtual de quien juzga todo y a todos

desde el teclado de un ordenador, sin abrir los ojos a las necesidades de los hermanos ni ensuciarse las manos para ayudar a quien tiene necesidad. Nuestro camino es el de sumergirnos en las situaciones y poner en el primer lugar a los que sufren; el de afrontar los conflictos y sanarlos desde dentro; el de recorrer con coherencia el camino del bien, rechazando los atajos del mal; el de poner en marcha pacientemente procesos de paz, con

la ayuda de Dios y con la buena voluntad. Paz, un hilo de esperanza, que une la tierra con el cielo, una palabra tan sencilla y difícil al mismo tiempo. Paz quiere decir Perdón. Que, fruto de la

conversión y de la oración, nace de dentro y, en nombre de Dios, hace que se puedan sanar las heridas del pasado. Paz significa Acogida, disponibilidad para el diálogo, superación de la cerrazón, que no son estrategias de seguridad, sino puentes sobre el vacío. Paz quiere decir Colaboración, intercambio vivo y concreto con el otro, que es un don y no un problema, un hermano con quien tratar de construir un mundo mejor. Paz significa Educación: una llamada a aprender cada día el difícil arte de la comunión, a adquirir la cultura del encuentro, purificando la conciencia de toda tentación de violencia y de rigidez, contrarias al nombre de Dios y a la dignidad del hombre. Aquí, nosotros, unidos y en paz, creemos y esperamos en un mundo fraterno. Deseamos que los hombres y las mujeres de religiones diferentes, allá donde se encuentren, se reúnan y susciten concordia, especialmente donde hay conflictos. Nuestro futuro es el de vivir juntos. Por eso, estamos llamados


6 a liberarnos de las pesadas cargas de la desconfianza, de los fundamentalismos y del odio. Que los creyentes sean artesanos de paz invocando a Dios y trabajando por los hombres. Y nosotros, como Responsables religiosos, estamos llamados a ser sólidos puentes de diálogo, mediadores creativos de paz. Nos dirigimos también a quienes tienen la más alta responsabilidad al ser-

Hombres y mujeres de distintas religiones hemos venido, como peregrinos, a la ciudad de san Francisco. En 1986, hace 30 años, e invitados por el Papa Juan Pablo II, Representantes religiosos de todo el mundo se reunieron aquí —por primera vez de una manera tan solemne y tan numerosos—, para afirmar el vínculo indisoluble entre el gran bien de la paz y una actitud auténticamente religiosa. Aquel evento histórico dio lugar a un largo peregrinaje que, pasando por muchas ciudades del mundo, ha involucrado a muchos creyentes en el diálogo y en la oración por la paz; ha unido sin confundir, dando vida a sólidas amistades interreligiosas y contribuyendo a la solución de no pocos conflictos. Este es el espíritu que nos anima: realizar el encuentro a través del diálogo, oponerse a cualquier forma de violencia y de abuso de la religión para justificar la guerra y el terrorismo. Y aun así, en estos años trascurridos, hay muchos pueblos que han sido gravemente heridos por la guerra. No siempre se ha comprendido que la guerra empe-

vicio de los pueblos, a los Líderes de las Naciones, para que no se cansen de buscar y promover caminos de paz, mirando más allá de los intereses particulares y del momento: que no quede sin respuesta la llamada de Dios a las conciencias, el grito de paz de los pobres y las buenas esperanzas de las jóvenes generaciones. Aquí, hace treinta años, san Juan Pablo II dijo: «La paz es una cantera

abierta a todos y no solamente a los especialistas, sabios y estrategas. La paz es una responsabilidad universal» (Discurso, Plaza de la Basílica inferior de San Francisco, 27 octubre 1986: l.c., 11). Hermanas y hermanos, asumamos esta responsabilidad, reafirmemos hoy nuestro sí a ser, todos juntos, constructores de la paz que Dios quiere y de la que la humanidad está sedienta.

ora el mundo, dejando una herencia de dolor y de odio. Con la guerra, todos pierden, incluso los vencedores. Hemos dirigido nuestra oración a Dios, para que conceda la paz al mundo. Reconocemos la necesidad de orar constantemente por la paz, porque la oración protege el mundo y lo ilumina. La paz es el nombre de Dios. Quien invoca el nombre de Dios para justificar el terrorismo, la violencia y la guerra, no sigue el camino de Dios: la guerra en nombre de la religión es una guerra contra la religión misma. Con total convicción, reafirmamos por tanto que la violencia y el terrorismo se oponen al verdadero espíritu religioso. Hemos querido escuchar la voz de los pobres, de los niños, de las jóvenes generaciones, de las mujeres y de muchos hermanos y hermanas que sufren a causa de la guerra; con ellos, decimos con fuerza: No a la guerra. Que no quede sin respuesta el grito de dolor de tantos inocentes. Imploramos a los Responsables de las naciones para que se acabe con los

motivos que inducen a la guerra: el ansia de poder y de dinero, la codicia de quienes comercian con las armas, los intereses partidistas, las venganzas por el pasado. Que crezca el compromiso concreto para remover las causas que subyacen en los conflictos: las situaciones de pobreza, injusticia y desigualdad, la explotación y el desprecio de la vida humana. Que se abra en definitiva una nueva época, en la que el mundo globalizado llegue a ser una familia de pueblos. Que se actúe con responsabilidad para construir una paz verdadera, que se preocupe de las necesidades auténticas de las personas y los pueblos, que impida los conflictos con la colaboración, que venza los odios y supere las barreras con el encuentro y el diálogo. Nada se pierde, si se practica eficazmente el diálogo. Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser artesanos de la paz; desde Asís, con la ayuda de Dios, renovamos con convicción nuestro compromiso de serlo, junto a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

Llamamiento


+ Fr. John Vaughn, ofm 1928 - 2016 NECROLOGIO

Fr. John Vaughn pasó a la vida eterna el 10 de octubre de 2016, en Santa Bárbara, California, (EE.UU.) Tenía 88 años de edad, 67 años de vida religiosa en la Orden de los Hermanos Menores,

y 61 de sacerdocio. Un hermano humilde que era amado y admirado por todos los que lo conocieron, especialmente en su Provincia religiosa de Santa Bárbara, al oeste de los Estados Unidos.

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Fr. John David Vaughn nació en Santa Ana, CA, hijo de Morgan Leonard Vaughn y Jane Pila. Estudió en el Colegio Seminario de Los Ángeles antes de entrar al Seminario St. Anthony, en Santa


8 Bárbara, CA. Vistió el hábito franciscano, convirtiéndose en un miembro de la Orden de los Hermanos Menores en la misión San Miguel, CA, el 11 de julio de 1948, y se le dio el nombre religioso de Manuel. Más tarde retomó su nombre de bautismo, John. Siendo religioso de votos simples, completó sus años universitarios en la misión San Luis Rey, CA, y allí mismo hizo su profesión solemne el 12 de julio de 1952. Durante los años de seminario fray Juan era conocido por su bella voz. Después de los estudios teológicos en la misión de Santa Bárbara, CA, fue ordenado sacerdote por Mons. Timothy Manning, obispo auxiliar de Los Ángeles, el 17 de diciembre de 1955. Su primer compromiso como sacerdote lo realizó en la parroquia e iglesia de San Francisco en Sacramento, CA., en donde por algunos meses fue vicario parroquial. Posteriormente, después de unos meses de estudio en Guadalajara, México, comenzó prestar servicios en el Seminario de San Antonio como bibliotecario y viceprefecto de disciplina (19571962). Posteriormente, fue nombrado vice-maestro de novicios y vice párroco de la Misión de San Miguel, CA. Reconociendo su talento y su buena espiritualidad, los superiores de Fr. Juan, le pidieron hacer estudios de post-grado en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma. A

su regreso a los Estados Unidos en 1969, fue enviado al convento de San Francisco en Sacramento, CA, como maestro de novicios de su Provincia, superior del convento, párroco y director de la fraternidad local de la Tercera Orden Franciscana, muchos cargos contemporáneamente. En 1973, cuando aún estaba en Sacramento, fue elegido Vicario provincial de la Provincia religiosa de Santa Bárbara. El 25 de mayo de 1976, Fr. Juan fue elegido Ministro provincial de su Provincia de Santa Bárbara, con sede en Oakland, CA. Pero el tiempo transcurrido como Ministro Provincial fue corto. El 3 de junio de 1979, el P. Juan fue elegido Ministro general de la Orden Franciscana de los Hermanos Menores y para desempeñar ese alto cargo se trasladó a la Sede de la Orden en Roma. Después de los primeros seis años fue elegido para un segundo mandato de seis años. En sus visitas a los hermanos alrededor del el mundo como Ministro general, los frailes se dieron cuenta que Fr. Juan era una persona abierta, amistosa y consoladora. Estaba siempre dispuesto a realizar trabajos humildes como lavar platos y otras tareas manuales. Se mostraba siempre paciente y respetaba a cada hermano en su individualidad. Cuando tuvo que tomar decisiones difíciles en situaciones muy arduas, siempre lo hizo por el bien de la Fraternidad.

En 1991, después de terminar su segundo mandato como Ministro general, Fr. John tomó un tiempo de descanso en el área de la Bahía de San Francisco, CA, antes de aceptar nuevamente el cargo de Maestro de novicios en la misión de San Miguel, en julio de 1994. En 2003 fue destinado a la misión de Santa Bárbara, CA donde asumió el compromiso de promover la causa de canonización de Fr. Junípero Serra, y contribuir en los servicios parroquiales y en el monasterio de las Hermanas Clarisas. Paulatinamente fue avanzando la ceguera de Fr. John, no obstante ello, continuó siendo una presencia activa y una inspiración para todos los hermanos de su fraternidad. Casi olvidando los graves e importantes oficios que desempeñó en el pasado, Fr. John nunca perdió su personalidad: amable y considerado con los demás, nunca se consideró importante y se sintió siempre un hermano entre hermanos. “Al paraíso te lleven los ángeles; a tu llegada te reciban los mártires, y te conduzcan en la ciudad santa, la nueva y eterna Jerusalén. El coro de los ángeles salga a tu encuentro y te lleven al regazo de Abraham, para que junto con Lázaro, pobre en esta tierra, tengas eterna paz”. «Descanse en paz. Amén». Fuente: Fraternitas


9 SANTIDAD EN LA ORDEN

Beatificación de 8 Frailes Menores

Entre los 38 Beatos mártires de la persecución religiosa comunista en Albania (1945 1974), la Orden de los Frailes Menores cuenta con ocho religiosos: un obispo y siete sacerdotes. A partir de 1944 y, por casi 50 años, la Iglesia Católica albanese sufrió una dolorosa persecución de parte de una de las más feroces dictaduras comunistas de la era contemporánea. En este contexto fueron condenados a muerte, o murieron bajo las torturas o por los sufrimientos de la cárcel nuestros mártires. Ellos aceptaron por amor a Cristo la injusta condena: aceptaron los sufrimientos con espíritu de paciencia y de fe heroica. En el momento de la muerte tuvieron palabras de perdón hacia sus perseguidores y de confianza en Dios, por ellos mismos y por la martirizada patria.

Beato Gjon Shllaku,

sacerdote OFM (1907-1946)

El acontecimiento de su martirio se coloca en los primeros tiempos de la persecución, habiendo sido estado condenado a la fusilación con otros seis compañeros en el mes de marzo de 1946. Hizo su profesión solemne en 1928 y fue ordenado sacerdote en 1931. Fue considerado uno de los grandes intelectuales albaneses de su época. Cuando en el mes de diciembre

de 1945 fueron arrestados el seminarista Mark Çuni y los laicos Gjelosh Lulashi, Qerim Sadiku y Frano Mirakaj, con la acusación de querer dar vida a un movimiento de resistencia, se creó el pretexto para involucrar con los franciscanos también a los jesuitas P. Giovanni Fausti SJ, y P. Daniel Dajani SJ. Atacar estos religiosos entusiastas, que se distinguían en el mundo cultural y que se dedicaban a la formación de la conciencia, era el primer paso para reducir el catolicismo de Albania


10 a una religión del silencio y de las catacumbas. Padre Gjon Shllaku y sus compañeros fueron procesados en el cine “Rozafa” de Escutari y condenados a la fusilación el 4 de marzo 1946, en la cercanía del cementerio de la ciudad. La noche precedente se escucharon los condenados rezar y cantar en voz alta, hasta que se dirigieron al martirio entonando las letanías de la Santísima Virgen. Los cuerpos de los condenados nunca fueron encontrados.

Beato Bernardin Palaj sacerdote OFM (1894-1946)

Emitió la profesión solemne en 1917. Fue ordenado sacerdote en 1918. Fue maestro y párroco. Un escritor fecundo y hombre de cultura, fue arrestado en el convento de Rrubik mientras era párroco y guardián el 22 de octubre 1946. Para crear en contra de él un motivo de acusación la policía montó la farsa de haber encontrado armas en el convento, escondidas con el desconocimiento de los frailes por los mismos encargados del partido. Fue conducido a Escutari y encarcelado en el mismo convento de los frailes de Gjuhadol y que había sido tomado y transformado en cárcel. Allí había vivido los años más bellos de su formación religiosa, del ministerio sacerdotal y de su ser de maestro. Sometido a inhumanas torturas resistió sólo cuarenta días. Murió amarrado a un árbol

de su convento di Gjuhadol a motivo de haber contraído el tétano por el hierro oxidado que le sujetaba las muñecas. Era el 2 de diciembre 1946.

Beato Serafín Koda sacerdote OFM (1893-1947)

Ordenado sacerdote en 1915, fue enseñante, párroco, definidor y ecónomo provincial. Injustamente fue acusado de conspiración por haber organizado en el convento de la Ss. Anunciación de Lezhë el 12 de octubre de 1946 un encuentro con los frailes de la Provincia y con algunos sacerdotes. Se trataba de una reunión fraterna, en ocasión de su onomástico, pero se quiso interpretar como una acción orientada a fundar el partido democristiano. Con el mismo pretexto fueron arrestados enseguida también otros que habían participado: Mons. Frano Gjini, obispo, y Padre Mati Prendushi, OFM. Padre Serafín fue encarcelado en el establo del convento, y murió a causa de las torturas, sin proceso y sin condena, el 11 de mayo de 1947. Fue sepultado en el jardín del convento de Lezhë, donde sus huesos fueron recobrados el 16 de septiembre de 1994.

Beato Ciprian Nika

sacerdote profeso OFM (1900-1948)

Emitió la profesión solemne en 1921. Recibió la ordenación

sacerdotal en Roma el 25 de julio de 1924. Enseñante, maestro de los acólitos, maestro de los novicios, Ministro provincial, director del Colegio Franciscano, y desde 1944 guardián del convento de Gjuhadol. Fue arrestado en Escutari el 8 de noviembre de 1946, con la falsa acusación de tener escondido en la iglesia las armas, pero que fueron los mismos comunistas quienes las habían llevado. Fue fusilado el 11 de marzo de 1948, junto a otras 16 personas en el cementerio de Rémaj y allí fue abandonado. Mientras caminaba a su ejecución recitaba el rosario en voz alta y concluyendo con el Te Deum laudamus. Sus últimas palabras fueron: “Viva Cristo Rey y perdonamos a nuestro enemigos”.

Beato Mati Prendushi sacerdote OFM (1881-1948)

Está asociado al martirio de su hermano P. Ciprian Nika, en el acontecimiento de la acusación de las armas encontradas en la iglesia de los frailes de Escutari y en el fusilamiento del 11 de marzo de 1948. Párroco, guardián, definidor, vicario, al momento del arresto era ministro provincial. Apenas declarada la sentencia de condena a muerte fue a abrazar al que lo había acusado diciéndole: “¡Estoy orando con todo el corazón por todas las calumnias que has dicho en contra mía y de los demás. Haré ora-


11 ción al Señor que tenga misericordia de ti y te perdone, como yo te estoy perdonando!” Su cuerpo no fue encontrado.

Beato Vinçenc Prennushi OFM, Arzobispo de Durazzo (1885-1949)

Es quien encabeza el grupo de los mártires por motivo de la dignidad eclesiástica como Primado de Albanía (1946). Por dos veces Ministro Provincial, del 1929 al 1935, fue electo obispo de Sappa y consagrado en la catedral de Escutari el 19 de marzo de 1936. Trasferido en 1940 a la sede arzobispal de Durazzo, desde 1943 fue también Administrador Apostólico de la Albanía Meridional. Monseñor Prennushi representaba a la máxima autoridad de la Iglesia católica en Albanía. Su captura y su condena eran esenciales en la estrategia de ataque al catolicismo de parte del régimen comunista. El dictador había pedido a los Obispos de crear una iglesia nacional, separándola de la Santa Sede, obteniendo como respuesta un claro rechazo. Arrestado y prisionero en Durazzo el 19 de mayo de 1947, fue condenado a veinte años de encarcelamiento. La serenidad con la que afrontó la pena se manifestó en el continuo ejercicio de la caridad aún en la restricción de su cautiverio. Murió el 19 de marzo de 1949 en la cárcel de

Durazzo por infarto, causado de los maltratamientos, de las torturas y de las fatigas a las cuales era sometido. Está sepultado en la catedral de Durazzo.

Beato Gaspër Suma

sacerdote profeso OFM (1897-1950)

Emitió su profesión solemne en 1919. Fue ordenado sacerdote en Génova en 1921. Fue arrestado el 24 de mayo de 1948 en Gomsique en donde era párroco. Fue conducido a Escutari y detenido en el convento de Gjudadol, del que había sido superior, y que al momento había sido transformado en cárcel. Aquí fue largamente interrogado y torturado. El duro régimen carcelario y la falta de asistencia médica agravaron su precaria salud, ya de por sí minada por el cáncer, por lo que murió con grandes sufrimientos el 16 de abril de 1950. Su tumba se venera en la iglesia de san Francisco de Escturi.

Beato Karl Serreqi sacerdote OFM (1911-1954)

Emitió la profesión solemne en 1932. Recibió la ordenación sacerdotal en Torricchio de Pescia (Italia) el 29 de junio de 1936. Fue arrestado en pleno ejercicio de su ministerio pastoral por no haber querido revelar el contenido de la confesión recibida de un hombre en situación terminal,

herido de la policía comunista en medio de una balacera. Por este motivo, el P. Karl vivió terribles torturas y fue condenado a cadena perpetua y trabajos forzados. Acogió el veredicto de la condena en completa serenidad, diciendo: “En mi corazón he probado la grande alegría de poder morir por Cristo”. Murió en la cárcel de Burrel, a cusada de los maltratamientos, el 4 de abril de 1954. Su tumba nunca fue encontrada.

Beata Marije Tuci (1928-1950)

Es la única mujer del grupo, unida espiritualmente a la familia franciscana. Ejerció por breve tiempo la profesión de enseñante. El 11 de agosto de 1949, fue arrestada siendo aspirante a la vida religiosa entre las Hermanas Franciscanas Estigmatinas: fue condenada a 3 años de libertad condicional. Murió en el hospital de la cárcel en Escutari el 24 de octubre de 1950 por los maltratos sufridos, también por haberse negado a las propuestas de quien la tenía cautiva. Entre las torturas se encuentra la de ser encerrada en una bolsa con un gato enojado, que la dañó procurándole la septicemia. El martirio de la beata va adscrito también a su voluntad de defender la pureza y, bajo el perfil del perseguidor, al desprecio de la vida de una mujer que tenían bien claro de consagrar su virginidad al Señor. Fuente: www.ofm,org


IX CapĂ­tulo Provincial 19 al 26 de octubre San Rafael - Mendoza



IX CapĂ­tulo Provincial

19 al 26 de octubre - San Rafael - Mendoza


Canonización del Cura Brochero 15

16 DE OCTUBRE DE 2016

José Gabriel del Rosario Brochero, más conocido como el Cura Brochero, fue canonizado el 16 de octubre en la Ciudad del Vaticano, en el marco de la ceremonia presidida por el Papa Francisco. “Para la Iglesia argentina es una gran alegría, porque el Cura Brochero es un referente y modelo de sacerdote presentado al mundo. Vivió hace 120 años, su sacerdocio es tan actual, es el modelo que se quiere hoy”, manifestó Mons. Santiago Olivera, obispo de Cruz del Eje. El Cura Brochero nació en los aledaños de Santa Rosa de Río Primero (Córdoba) el 16 de marzo de 1840. Era el cuarto de diez hermanos, que vivían de las tareas rurales de su padre. Creció en el seno de una familia de profunda vida cristiana. Dos de sus hermanas fueron religiosas del Huerto.

Habiendo ingresado al Colegio Seminario Ntra. Sra. de Loreto el 5 de marzo de 1856, fue ordenado sacerdote el 4 de noviembre de 1866. Como ayudante de las tareas pastorales de la Catedral de Córdoba, desempeñó su ministerio sacerdotal durante la epidemia de cólera que desbastó a la ciudad. Siendo Prefecto de Estudios del Seminario Mayor, obtuvo el título de Maestro en filosofía por la Universidad de Córdoba. A fines de 1869 asumió el extenso Curato de San Alberto de 4.336 kilómetros cuadrados. Con poco más de 10.000 habitantes que vivían en lugares distantes sin caminos y sin escuelas. Incomunicados por las Sierras Grandes de más de 2.000 metros de altura. El estado moral y la indigencia material de sus habitantes eran lamentables. El corazón apostólico

de Brochero no se desanima, sino que desde ese momento dedicará su vida toda no sólo a llevar el Evangelio sino a educar y promocionar a sus habitantes. Al año siguiente de llegar, comenzó a llevar a hombres y mujeres a Córdoba, para hacer los Ejercicios Espirituales. Recorrer los 200 kilómetros requería tres días a lomo de mula, en caravanas que muchas veces superaban las quinientas personas. Más de una vez fueron sorprendidos por fuertes tormentas de nieve. Al regresar, luego de nueve días de silencio, oración y penitencia sus feligreses iban cambiando de vida, siguiendo el Evangelio y buscando el desarrollo económico de la zona. En 1875, con la ayuda de sus feligreses, comenzó la construcción de la Casa de Ejercicios de la entonces Villa del Tránsito (lo-


16 calidad que hoy lleva su nombre). Fue inaugurada en 1877 con tandas que superaron las 700 personas, pasando por la misma, durante el ministerio parroquial del Siervo de Dios, más 40.000 personas. Para complemento construyó la casa para las religiosas, el Colegio de niñas y la residencia para los sacerdotes. Con sus feligreses construyó más de 200 kilómetros de caminos y varias iglesias, fundó pueblos y se preocupó por la educación de todos. Solicitó ante las autoridades y obtuvo mensajerías, oficinas de correo y estafetas telegráficas. Proyectó el ramal ferroviario que atravesaría el Valle de Traslasierra uniendo Villa Dolores y Soto para sacar a sus queridos serranos de la pobreza en que se encuentran. “abandonados

de todos pero no por Dios”, como solía repetir. Predicó el Evangelio asumiendo el lenguaje de sus feligreses para hacerlo comprensible a sus oyentes. Celebró los sacramentos, llevando siempre lo necesario para la Misa en las ancas de su mula. Ningún enfermo quedaba sin los sacramentos, para lo cual ni la lluvia ni el frío lo detenían. “Ya el diablo me va a robar un alma”, decía. Se entregó por entero a todos, especialmente a los pobres y alejados, a quienes buscó solicitadamente para acercarlos a Dios. Pocos días después de su muerte, el diario católico de Córdoba escribe: “Es sabido que el Cura Brochero contrajo la enfermedad que lo ha llevado a la tumba, porque visitaba largo y

hasta abrazaba a un leproso abandonado por ahí”. Debido a su enfermedad, renunció al Curato, viviendo unos años con sus hermanas en su pueblo natal. Pero respondiendo a la solicitud de sus antiguos feligreses, regresó a su casa de Villa del Tránsito, muriendo leproso y ciego el 26 de enero de 1914. Fue beatificado el 14 de septiembre de 2013 en una ceremonia multitudinaria efectuada en la localidad cordobesa que lleva su nombre. La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos con fecha 17 de octubre de 2016 confirmó como patrono del Clero de Argentina al Santo Cura Brochero.

Dos documentos del Archivo Histórico “Fray José Luis Padrós” del Convento San Francisco Solano se refieren a la actividad del Cura José Gabriel Brochero, y se relacionan con el Curato del Río Cuarto. El Cura José Gabriel Brochero, declarado santo por el Papa Francisco domingo 16 de octubre en Roma, habría estado en la Villa del Río Cuarto al menos en una oportunidad, con el propósito de pedir limosnas para su obras en Villa del Tránsito donde ejercía su ministerio, según se desprende de una carta que el P. Bustamante, del Obispado de

Córdoba le envía al Guardián del Convento San Francisco Solano de Río Cuarto, Fray Quírico Porreca, recomendando al portador de la carta, (el Cura Brochero) que “va con el objeto de pedir limosna para la gran obra que realiza en su Curato” En la otra carta el entonces Obispo de Córdoba, Fray Mamerto Esquiú pide al P. Porreca envíe un cura interino a Ullapes debido a que dejó vacante la parroquia un sacerdote, que se sabría después, estaba en Villa del Tránsito, con el Cura Brochero.

Recomendado El primer documento (Nº 1198) fechado en Córdoba, el 31 de octubre de 1880, dice lo siguiente: “Al R.P. Guardián Fr. Quirico Porreca. Muy Sr. mío y amigo. Recibí su muy apreciable del 6 de julio último, cuyo contesto he retardado ahora por motivos variables”; tras disculparse por sus múltiples tareas, le pide concretamente: “El portador de ésta es el Sr. Cura Brochero, a quien me tomo la libertad de recomendarle. Va con el objeto de pedir limosna para la gran obra que realiza en su

El Cura Brochero vino a Río Cuarto a pedir limosnas para sus obras


17 Curato, y creo que V.R. podrá ponerle en relación con algunas personas”. Firmado: P. Bustamante. Por acompañar a Brochero El otro documento, Nº 1302, es una carta fechada en Las Cañas (Curato de la Concepción) el 28 de septiembre de 1882, y está dirigida al Guardián, R.P. Quírico Porreca. En la misma, el Obispo de Córdoba Fray Mamerto Esquiú, le solicita envíe un cura interino a la parroquia de Ullapes que ha quedado vacante por ausentarse el párroco, al parecer, tras haber sido asaltado. En realidad, según aclara una nota al pie de la carta firmada por un secretario, Juan M. Yanni, el asalto no ha sido tal, sino que el sacerdote se ha quedado en Villa del Tránsito, con el Cura Brochero. Dice así el pedido del Obispo: “Por cartas que he recibido hoy de Córdoba, tengo la tristísima noticia de que el Cura interino de Ullapes D. José Chancton ha sido asaltado en su casa y ha tenido que abandonar el Curato. Vengo pues a pedir por caridad a V.P. que me haga el favor de enviar un sacerdote de su comunidad a ese destino que vaya haciendo todos los oficios de Párroco siquiera por el tiempo de un mes, hasta que, Dios mediante,

se halle sacerdote para enviar a esa Parroquia. En caso de efectuarse la gracia que solicito, deseo que el sacerdote que vaya levante información de la verdad del hecho denunciado y de las causas que haya tenido, guardándose en esto la reserva y moderación, lo

mismo que para la delegación de toda la autoridad y jurisdicción de Cura y Vicario Interino de Ullapes en el sacerdote que V.P. señalare y por el tiempo que se sirviera designarle que permanezca en esa Parroquia. Espero de la caridad de V.P. ante la cual interpongo el nombre y los méritos de N. P. S.Francisco que, si no le es imposible, me concederá la gracia que solicito,

quedando de V.P. afectísimo hermano y siervo”. Firmado: Fr. Mamerto, Obispado de Córdoba. El pedido llegó a manos del P. Porreca con un agregado al pie de la carta que explicando por qué no fue despachada de inmediato. El secretario le explica las razones de la ausencia del párroco y dónde se encuentra. Fechada en Córdoba, el 8 de octubre de 1882, escribe el P. Juan M. Yanni: “No envié a V.P. la presente carta de súplica por haberme dicho el P. Provisor que él había encargado el servicio parroquial de Ullapes a un sacerdote belga que se marchaba al Tránsito con el Sr. Brochero; pero en estos días acabo de saber que dicho sacerdote está muy de asiento en el Tránsito, y mientras tanto aquella Parroquia no tiene sacerdote. Vea V.P. si puede hacer suplir esta gravísima falta por algunos días siquiera, y yo agradezco la Salve que ha rezado por nosotros su Congregación. Me complazco con este motivo en saludarle con mi mayor aprecio y repetirme su afectísimo S.S. y Capellán. Firmado. Juan M. Yanni” Inés Isabel Farías Directora Archivo Histórico Convento San Francisco Solano de Río Cuarto


Encuentros de Comunidades Casa de Jóvenes “Hermano Francisco”

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Desde hacia tiempo como Comision de Pastoral Juvenil – Vocacional habíamos pensado y soñado con el segundo encuentro de comunidades como espacio de encuentro, oración y formación, con y entre los jóvenes que participan e intentan seguir las huellas de Jesús al modo de Francisco en nuestras comunidades de la Provincia. En el contexto del bicentenario de nuestra patria quisimos darnos la posibilidad de pensar nuestra realidad como país, convencidos que como jóvenes franciscanos tenemos una palabra para este hoy mendicante de sentido. Por eso es que, el dia viernes ayudados por Facundo Montes de Oca, profundizamos en las significancias e implicancias de la (lo) política

26 al 28 agosto de 2016 (o), llegando por la mañana a las palabras claves de lo que significa para nosotros ese concepto y por la tarde después de lindos y entusiasmados debates a propuestas concretas de acción que reflejan

el deseo de comprometerse y transformar la realidad. En el contexto eclesial del jubileo de la misericordia y a 800 años del perdón de Asís, el día sábado estuvo atravesado por un profundizar en la espiritualidad franciscana. Además, en la noche del viernes, tuvimos la dicha de que la producción del musical

“Franciscus, una razón para vivir” nos haya regalado el ingreso totalmente gratuito a todos los participantes del encuentro, esto nos ayudó a reconectar con núcleos esenciales de nuestro carisma y volver a ilusionarnos con hacer realidad algo de este sueño franciscano. Hubo espacios de oración y celebración, espacios de fraternidad y encuentro para sabernos parte de un cuerpo y de una comunidad mucho más grande y mucho más rica en dones, historias y caminos transitados. Les compartimos algunas fotos de los momentos vividos y algunos testimonios de jóvenes de nuestras casas. Fr. Fernando Ferrario, ofm


TESTIMONIOS

Si bien he participado en varias oportunidades de diversos encuentros, retiros y reuniones de jóvenes, este fue muy particular. Empezando con un viaje desde tan lejos, un pueblito al norte de la provincia de Salta llamado Aguaray a la gran ciudad, un lugar tan distinto a lo que estamos acostumbrados; a la espera de un encuentro con personas que no conocíamos y que seguramente ansiábamos conocer, pero siempre con la incertidumbre de si seremos lo suficientemente buenos para hacer amigos. La Casa de Jóvenes “Hermano Francisco” es un lugar maravilloso, además de la belleza natural se puede percibir la paz en el aire. Todo se dio tan perfecto, cada momento, cada relación, cada oración, cada almuerzo, cada canción, cada taller. En fin, se dio como Dios quiso, y como nos lo quiso regalar. El tema de política el primer día, aunque confieso no me gustaba la idea, fue muy impactante y sobretodo, nos hizo aterrizar a la realidad, abrir las mentes y tener una mirada más profunda. Nos permitió entender que si a

nosotros nos importa el otro, tenemos el deber como personas, jóvenes y sobretodo franciscanos, de ejercer la Participación Política, en nuestro caso, teniendo como modelo al Hermano Francisco. Fue muy bueno poder debatir y compartir la mirada política que cada uno tiene, y cuan similares son nuestras ideas, por la misma razón que lo que nos une es la misericordia. El segundo y tercer día nos permitió conocer nuestras fortalezas y debilidades, y las de nuestros pares. Se tornó un ambiente muy lindo, ya que abrimos el corazón de par en par, siempre compartiendo vivencias que llenan el alma, siendo siempre Jesús el centro. Cada grupo tenía una mirada

distinta, actividades distintas, pero con un objetivo común de alcanzar en el encuentro: Encontrarnos, Motivarnos y volver a

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nuestro pueblo con energías para poder seguir nuestro gran camino de joven. En nuestro caso en particular, volvemos cargados de energías de volver a consolidar el grupo juvenil activo, generar actividades, esperanzados en poder concretar cosas maravillosas. Me queda por agradecer a todas aquellas personas que hicieron posible este gran encuentro, agradecida a fr. César Sosa que pensó en nosotros y proponernos el gran desafío de hacer política franciscana desde nuestro lugar. Gracias también, a todos y cada uno de los jóvenes que participaron de este 2° Encuentro de comunidades. Luna, Ximena Aguaray - Salta

Hola, mi nombre es Luciano Heredia, tengo 21 años y soy de la Localidad de Punta Alta y fui en representante de la casa de retiro de Puan. Más que nada mi experiencia ya empieza, c u a n d o estoy arriba del micro, en la ida hacia Buenos Aires, iba pensando en cómo iba a ser el encuentro, si iba a ver mucha gente...


20 Llegamos a Buenos Aires, junto con mi compañero de viaje Ignacio López Bidart (Nacho). Nos bajamos en Liniers, y nos pasaron a buscar... Llegamos a Marilo (otro pedazo de cielo) bajamos dejamos los bolsos y ahí nada más arrancó el encuentro. Como siempre cantamos, agradecimos y también nos presentamos. El primer día me pareció bastante interesante, con la charla sobre lo socio político, que la verdad yo soy una persona a la cual mucho no le interesa la política, pero puedo decir que esta charla que dieron y los temas tocados, fueron muy claves y puntuales. La verdad no pensé que me iba a dejar tan cautivado con este tema. Terminando con el día, fuimos invitados a la obra de teatro “Franciscus”, la cual, principalmente a mí, me dejo fascinado y ver una obra sobre Francisco creo que fue uno de los mejores regalos que nos pudieron dar. Al día siguiente tuvimos una charla sobre Francisco la cual también dejó mucho por hablar, o también mucho por entender. Creo que Francisco, con tanta sencillez que tenía, es lo que hoy en día lo hace tan conocido y tan

admirado por todos. También por sus actos y sus intención que tenía en ese tiempo. Bueno resumiendo un poco todo, creo que el encuentro tuvo sus frutos, creo que todos los que estamos y seguimos en el camino, es por un propósito, y no estamos solos, estamos siempre de la mano del Señor caminando junto a él. Hoy en día pongo en práctica todo lo aprendido sobre él, a

veces cuesta pero... Si él pudo, también nosotros podemos. Ramiro - San Rafael.

Estuve presente representando a la comunidad franciscana sanrafaelina en el segundo encuentro de jóvenes de la Provincia San Francisco junto a muchos otros chicos de diferentes provincias y comunidades. La diversidad de pensamientos, modos de vida y realidades diferentes fue un gran aprendizaje que tuve, conversando y fraternizando con todos los participantes. Esto es real-

mente lindo, por así decirlo, porque la gente te enseña cosas nuevas, costumbres, música, arte y todo esto está buenísimo para seguir creciendo, no solo intelectual sino espiritualmente, transformándonos para el bien del otro.

Hablando de transformar, este fue el tema principal del encuentro, lo político-social. Algo que debemos aprender todos los jóvenes, pero no para llegar a ser diputados o grandes ministros de economía, sino para esto, transformar nuestra realidad para bien, con una visión fraterna, no desde nuestro cómodo lugar, sino yendo hacia el marginado y sentirse como el, saber qué le falta, cuáles son sus necesidades, y también hacer un gesto por él. Ver las fragilidades, nuestras y la de los otros, nos hacen ver con sinceridad la humanidad, todos las tenemos y no podemos ocultarlas. Cuando miramos a nuestros hermanos marginados, no debemos tener facilidad sacar esta mirada y seguir como si nada, tenemos que actuar y cambiar esto que nos toca a todos. Una política fraterna para caminar todos juntos como hermanos, como Francisco, con Francisco.


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100 años - Escuela San Francisco de Asís - Salta 1916 - 2016

Construyamos la paz con un corazón misericordioso

Así comenzó nuestro cumpleaños, preparando cada detalle, planificando la organización, enviando tarjetas de invitación y con ellas un pedacito de la esperanza de realmente construir la paz.

Llegó el día, nuestro centenario 1916- 2016- trayendo con él la trayectoria de toda una vida educativa, haciendo viva la misericordia, albergando y educando a los más pobres, a los más necesitados, como hubiera querido San

Francisco. Así lo entendieron y lo hicieron nuestros frailes y hermanos, sostenido esfuerzo de varias generaciones y con la propuesta de hacer cada día algo mejor. Y en una tarde plena de calor quedaba la alegría puesta de ma-


22 nifiesto, entraron las imágenes de Santa Clara y San Francisco, llevados en andas por los alumnos de la promoción de 7º grado, representando tantas generaciones que pasaron por esta escuela. Luego ingresaron las banderas de ceremonia, y los invitados que nos acompañaban, frailes, hermanas clarisas, hermanas del colegio Santa Rosa, ex docentes, personal que perteneció a nuestra institución y que dejaron un pedacito de su vidas, ex alumnos, autoridades civiles, entre ellos la Ministra de Educación provincial, padres y nosotros los que hoy formamos parte de esta hermosa escuela. Agradecimos a Dios Padre por esta posibilidad de ser parte hoy, de los fueron y de los que vendrán, con la celebración de la

Eucaristía presidida por Fr. Carlos Guilermo Paz, Ministro Provincial y concelebrada por Fr. José A. Benni, Representante Legal, Fr. Miguel Hilal, Guardián del Convento; Fr. Carlos H. Rioja y Fr. Jorge Ballarati, en representación de las escuelas de Río Cuarto y Tartagal respectivamente. Las palabras emotivas del Ministro Provincial nos instaron a seguir caminando en la tarea educativa guiados por el deber vocacional, por la Palabra y el ejemplo de San Francisco de Asís. Bajarse al otro para ser uno con él; enseñar desde el amor y con amor. No podía faltar testimoniar este momento histórico con el descubrimiento de tres placas recordatorias. Finalmente. Los

alumnos que con sus cantos dieron un toque de sencillez y alegría, dejando un claro mensaje: “Yo necesito pocas cosas y lo poco que necesito, lo necesito poco”. Un día distinto, un día lleno de emociones encontradas, logro final de una conjunción de esfuerzo, de trabajo donde todos fuimos importantes. Gracias a Dios que nos permitió llegar a nuestro hoy con tanta felicidad, a reunirnos aquí a tus pies los amigos de hoy y aquellos colegas de ayer, poder alabarlo diciéndole: “Estamos aquí para celebrar de tus manos el paso del tiempo. Amén.” Prof. Julian Sandón y Prof. Roxana Soto


Un poco de historia...

Si bien la idea de la creación de una escuela de primeras letras para niños pobres se generó en 1914, recién se pudo concretizar la inauguración el 26 de marzo de 1916. Las pocas aulas que contaba el colegio fueron bendecidas por el obispo José Gregorio Romero. También estaban presen-

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tes en la ceremonia inaugural el Gobernador Abraham Cornejo, el Intendente de la ciudad Alberto San Millán. El primer día de clase los 50 alumnos fueron recibidos por el director Fr. Bernardino Nardini y los maestros Fr. Francisco Yovinitti y Ernesto González, docente laico.

Encuentro Anual de Representantes Legales 22 y 23 de septiembre - Río Cuarto

La jornada comenzó el día 22 de septiembre a las 9 horas con la oración del Año Jubilar de la Misericordia y la proyección de un video testimonial de la Madre Teresa de Calcuta que invitaba descubrir las “Calcutas” en los lugares donde vivimos y trabajamos.

Luego la Mgter. Cecilia Semino presentó el trabajo a realizar para evaluar y proyectar el accionar del Representa Legal; del trabajo realiza surgieron los siguientes conceptos: -La acción del Representante Legal no es neutra, ya que impacta en la vida de la escuela y los

ámbitos que abarca su rol son: el institucional, el administrativo, el técnico pedagógico, el pastoral y el económico financiero. -Existen nueve “patas” que sostienen la función del Representante Legal: * Comunicación * Capacidad de escucha.


24 * Motivar - Acompañar * Integrar * Accionar y relacionar * Alertar - Estimular la responsabilidad. * Compartir - Fomentar el intercambio * Reconocer - Demostrar * Administrar - Trazar un plan En el marco de las proyecciones para el próximo ciclo lectivo, la Mgter. Cecilia Semino presentó el trabajo de Comunidades de aprendizaje, entendiendo a las mismas como procesos de transformación del pensamiento. Estas comunidades estarán integradas por grupos de estudios conformados por docentes de cada Unidad Educativa, con el objetivo de instalar un estilo e idiosincrasia de los docentes de la escuela franciscana. El segundo momento del primer día de la jornada se desarrolló por la tarde. En esa instancia se abordó el tema de la autoevaluación a partir del interrogante disparador ¿dónde está la escuela hoy? Teniendo en cuenta que: * La transformación cultural es lenta. * Las modificaciones y las adaptaciones son rápidas. * Las posibilidades de análisis son lentas. * Las relaciones son más si-

métricas, más equivalentes. En este sentido, resulta significativo ir marcando estilos y modos de trabajo. Rutinas sanas y saludables son indiscutibles. El segundo día de encuentro estuvo a cargo de la Dra. Marilyn Fueyo del estudio MAF& Asociados. El tema desarrollado fue convivencia escolar, ¿cómo vivimos en la escuela?, a partir del cual se llevaron a cabo reflexiones acerca de los siguientes ejes: * El orden necesario para la tarea escolar. * La formación de alumnos en los parámetros de una sociedad democrática. * El cuidado de los menores de edad a cargo de la escuela. Asimismo, fueron planteados relevantes desafíos actuales: La organización de una sociedad heterogénea. Los nuevos objetivos de la política educativa: * la violencia extraescolar e intraescolar * los límites impuestos a la disciplina escolar * la relativización del concepto de autoridad La inclusión (incluir con calidad, generando una oferta educativa que sea adecuada al hoy). Durante la segunda parte de este día, la Dra. Fueyo respondió diversas preguntas que fueron

Designaciones

El Ministro Provincial ha nombrado a la Prof. Carmen Graciela Pereyra como Vicedirectora del nivel secundario del Instituto San Buenaventura de Río Cuarto con fecha14/10/2016 (cf. Prot. 60/16).

surgiendo de las realidades de las distintas escuelas de la provincia San Francisco Solano. Al cierre de la jornada, el Ministro Provincial realizó una síntesis del trabajo llevado a cabo durante los años de su Ministerio, valorando la labor que se desarrolla día a día en las doce Unidades Educativas. El encuentro culminó con la Misa de Acción de Gracias celebrada a las 19 hs. en el Oratorio del Colegio San Buenaventura. El encuentro llegó a su fin y cada uno de los asistentes, en distintos medios y horarios, fuimos regresando a casa…. Nos queda un grato sabor compartido de la riqueza del encuentro con el “otro”, el clima fraterno y la siempre cálida atención brindada por los frailes. Prof. Laura B. Romeu

FECHAS

PA R A RECORDAR

Cumpleaños

Noviembre

4: Fr Claudio Conforti Fr. Nicolás Aguilar 9: Fr. Mateo Krupsky 12: Fr. Fernando Ferrario 25: Fr. César Puigdomenech

Diciembre

7: Fr. Alfredo Olivera 15: Fr. Rolando Brites 18: Fr. Jesús Gómez 30: Fr. Juan Velásquez




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