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José Vicente Moya Julve

MAINHARDT - 97 / agost de 2020

LA ECONOMIA DE ALCALÁ DE XIVERT EN 1936

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Alcalà de Xivert, tras el advenimiento de la II República en 1931, era uno de los pueblos económicamente más desarrollados del Baix Maestrat. Con una población que rondaba los seis mil habitantes (según el censo de 1930), la crisis económica producida por la gran depresión de 1929 apenas le había perjudicado. Gracias a una agricultura, predominantemente de secado y dedicada sobre todo a la producción de algarrobas, almendras, olivos, vid y cereal, apoyada por un creciente comercio de exportación de naranjas y una pequeña pero prospera industria, hicieron florecer una pequeña burguesía formada por grandes agricultores y comerciantes. Por otra parte la gran masa de jornaleros y pequeños agricultores no vieron mermados sus ingresos debido a que la demanda de productos agrícolas no se vio alterada en estos primeros años de la República por estar destinados en su mayoría al comercio interior, no dependiendo en demasía de las exportaciones al extranjero, que si se vieron afectadas por entrar los países centroeuropeos en una recesión económica provocada por el hundimiento de la bolsa de los Estados Unidos.

Las repercusiones más importantes de la depresión económica española tuvieron lugar a través del comercio exterior. Por lo que el País Valencià fue uno de los más perjudicados por estar su agricultura intensiva orientada hacia este comercio. Estas dificultades se iniciaron en 1930, pero los problemas más graves se plantearon a partir de 1933 con la entrada de los acuerdos preferenciales auspiciados por la política de Gran Bretaña.

JOSÉ VICENTE MOYA JULVE

A partir de 1933, la economía de Alcalà de Xivert sí se vio mermada debido a las reformas económicas impulsadas por el gobierno socialista de la II República y boicoteadas por los partidos monárquicos y de derechas encabezados por la CEDA, con la elevación de los salarios entre un 20 y un 30%, según sectores. Esto propició una demanda de los bienes de consumo que compensó la perdida de las exportaciones, pero descapitalizó a numerosas empresas, sobre todo en el sector textil e industrial. A partir de 1934 la falta de decisión de los gobernantes a la hora de plantear soluciones a los problemas económicos, el aumento de las huelgas, unido a la negativa de los empresarios a afrontar una reestructuración de sus empresas y a

la demagógica actitud del sindicalismo socialista y anarquista llevarían al fracaso del régimen económico republicano.

Pero analicemos los negocios de la población de Alcalá que en 1936 estaban en activo. Alcalà de Xivert disponía de:

Una fonda en la calle Alcalá Zamora nº 66 a nombre de Joaquín Sospedra Rambla.

Una ferretería en la calle Francisco Ferrer (actual calle San Pascual) nº 27 y 29 a nombre de Vicente Salvador Sospedra, además este señor tenía una licencia de vendedor de cereales. También podían vender cereales Francisco Sospedra Bosch y Rodrigo Salvador Sospedra, en la calle San Fernando nº 55 y 66 respectivamente.

Dos tiendas de tejidos en la calle Pi y Margall, actual calle San Fernando, en el nº 2 a nombre de Constantino Salvador Sospedra y en el nº 14 a nombre de Rodrigo Miralles Ferrando.

Una tienda de bicicletas en la Avenida Valencia, actual General Cucala, a nombre de Manuel López Alegre.

Una tienda de muebles de madera fina, en la calle San Fernando nº 5 a nombre de Agustín Sanz Segarra.

Una tienda de venta de cera a nombre de Joaquín Alberich Sospedra, en la calle Purísima nº 8

Una carnicería de venta de carne de cerdo en la plaza del Mercado nº 14 a nombre de Francisco Achondia.

Cuatro comercios de venta de yeso y cemento a nombre de José Sorigó Febrer en la calle San Roque nº 37; Pascual Cherta Sanz en la calle Valencia nº 3; Agustín Mañes Roures en la Plaza Juan Villanueva nº 2 y Patricio Agut Mars en la calle Doctor Ebrí nº53.

Seis carnicerías de carne fresca a nombre de Ramiro Año Valverde, en la calle Juan Barceló nº 30; Bautista García Julve, en la calle Barón de Alcahalí nº15; Ramón Año Loriente, en la plaza del Mercado nº 23; Agustín Lavernia González, en la calle San José nº 27; Manuel Climent Porcar, en la calle San Fernando nº 20 y Miguel García Julve en la calle Valencia nº 40.

Siete establecimientos de venta de harina al por menor a nombre de José Bellés Lavernia, San Nicolás nº 10; Odón Sorlí Castillo, San Ramón nº 11; Joaquín Caudet Moliner, San Fernando nº 16; Pascual Ebrí Febrer, San Vicente nº 55; Bautista Ferreres Sospedra, San Fernando nº 12; José Gausach Sales, plaza del Mercado nº 11 y Francisco Arnau Moreno, San Fernando, 56.

Siete tiendas de comestibles, pertenecientes a Salvador Pitarch Moles, Juan Barceló nº 27;

Francisco Larrosa Voltes, San Fernando nº 67; Bautista Obiol Fresquet, San Juan nº 12. Vicente Bayarri Pedra, San Fernando nº 25; José Mars Vidal, plaza Mercado nº 6; Manuel Bellés Domenech, plaza Mercado nº 13 y José Esteller Ripollés, Juan Barceló nº 26.

Cinco cafés a nombre de Gaspar Pascual Conesa, Purísima nº 28; Joaquín Puig Martí, Juan Barceló nº 3; Bautista Sanz Ebrí, plaza Juan Vilanova nº 23; Vicente Barceló Bayarri, Valencia nº 6 y el café de la plaza de la Iglesia perteneciente al Presidente del Círculo Legitimista (Carlistas).

Cuatro tabernas regentadas por Pío Roig Soriano, plaza del Mercado nº 21; Vicente Salvador Iturat, Juan Barceló nº 2; Ramón Vidal Sanchís, San Ramón nº 14 y Juan Mampel Carlo, Salmerón nº 18.

Dos tiendas dedicadas a la venta de alpargatas a nombre de Agustín Sospedra Domenech, en la calle San Fernando nº 81 y la otra a nombre de Bautista Pitarch Arnau sita en la calle San Vicente nº 30.

Una tienda de confecciones a nombre de Hilario Bosch Martorell en la calle Desamparados nº 1.

Dos posadas, una sita en la calle san Fernando nº 47 a nombre de Francisco Pavía Salvador y otra en la calle Juan Barceló nº 1 a nombre de Joaquín Pavía Salvador.

Tres tiendas dedicadas a la venta de cordeles de esparto a nombre de Juan Pitarch Pitarch, en la calle Doctor Seguer nº 47. Otra a nombre de Miguel Pitarch Pauner en la calle San Isidro nº 10 y en la plaza San Ramón nº 8 a nombre de Miguel Pitarch Herrera.

Un comercio dedicado a materiales fertilizantes a nombre de Miguel Mañes Galarza, situado en la plaza de la República nº 2, (actual plaza San Ramón).

Un comercio dedicado a la especulación de aceite y cereales a nombre de Agustín Voltes Guillamón, con razón social en la plaza Juan Vilanova nº 2.

Cinco comercios dedicados a la especulación de frutas a nombre de Roque Bosch Cucala, en la calle Alcalá Zamora nº 50; José Rambla Foch, en la calle la Hoya nº 2; Manuel Bort Sales en la calle Doctor Ebrí nº 47; Francisco Larrosa Voltes en la calle Doctor Ebrí nº 67 y en la calle San Tomas nº 1 a nombre de Lorenzo Cucala Pitarch.

Tres tiendas de venta de retales a nombre de Vicenta Puell Sola, en la calle Purificación nº 6. En la calle Juan Barceló nº 14 a nombre de Vicenta Batalla Forner y en la plaza del Mercado nº 9 a nombre de Domingo Vinuesa Serrano.

También había varios ganaderos que pagaban un impuesto anual para el poder vender leche de vaca y de cabra, estos eran: José Vicente Loriente Traver y Ramón Llorens Traver, venta de leche de vaca. Francisco Julve Iturat, Bautista Sospedra Barceló, Federico Ferreres Domenech y Manuel Alegre Rubio, venta de leche de cabra.

Un transportista de carro con una caballería a nombre de Tomas Agut Vinuesa, con razón social en la calle Desamparados nº 28.

Dos fábricas de crin vegetal a nombre de Benito Sospedra Vidal, en San Fernando nº 33 y otra a nombre de Pascual Cucala Albert en la calle Eras nº 2.

Dos aserraderos, uno a nombre de Gerardo Salvador Cherta con una máquina de cepillar madera y ubicado en la calle San Fernando nº 3 y otro con sierra sin fin a nombre de Bautista Bosch Rubio, en la plaza San Ramón nº 22.

Tres ladrillares a nombre de Eduardo Planes Aixa, con razón social en la calle Santa Lucia nº 26. Otro a nombre de Antonio Moya Villaplana, con razón social en la calle Desamparados nº 40 y en la carretera de Barcelona nº 40 a nombre de José Loriente Puig. En la calle Valencia nº 3 una fábrica de losetas a nombre de Pascual Cherta Sanz.

La industria más numerosa la componían los molinos que estaban instalados por toda la localidad. Había dos en la calle Barón de Alcahalí, pertenecientes a Bautista Cucala Vidal y Manuel Navarro Ortiz, dotados de prensa hidráulica. Otros dos en la calle San Fernando, pertenecientes a Francisco Arnau Moreno y Joaquín Caudet Moliner. El perteneciente a Odón Sorlí Castillo estaba ubicado en la plaza San Ramón y el de Bautista Ferreres Sospedra en la calle San Pascual, ambos con armadura mecánica. Ramón Bruñó Pruñonosa también disponía de un molino en la calle Molino nº 2, este con prensa de viga. Este sistema era el más empleado ya que había dos de estos en la plaza Justo Zaragoza, pertenecientes a Francisco Cucala Roca y Pascual Sanz Vidal. Dos en la calle 1º de Mayo (Tremedal) pertenecientes a Vicente Moya Ferreres y a Vicente Arnau Herrera. En la calle San Vicente nº 57 otro perteneciente a Vicente Sancho Ciurana. Otro en la calle San Tomás perteneciente a Juan Cherta Cucala. Dos en la calle doctor Seguer propiedad de Constantino Bayarri Cherta y Julián Vilanova Piera. Otro en la calle de la Poma perteneciente a Gaspar Sanz Folch. En la calle del Olmo nº 60 perteneciente a Severo Dempere Martí. Francisco Ortiz Mañes era propietario de un molino en la calle Doctor Ebrí nº 23. De la misma manera que Manuel Arnau Folch en la calle María Pineda (actual calle San Pedro).

También había una fábrica de bebidas gaseosas regentada por Agustín Cano Bort, situada en la calle Veracruz nº 1 y una fábrica de botones de nácar en calle Barón de Alcahalí a nombre de la viuda de Manuel Escrich.

En la calle Juan Barceló, Francisco Roca Calduch tenía instalado un taller de confitería.

Alcalá también disponía de dos talabarteros o personas que se dedicaban a reparar correajes para caballerías. Estos eran Francisco Calduch Monreal, con su negocio instalado en la plaza Juan

Vilanova nº 24 y Francisco Monreal Rovira en la calle San Pascual nº 9.

Cinco barberías a nombre de Julián Cruselles Sancho en la calle Alcalde Puig nº 8; Pascual Soriano Guardiola, en la calle Juan Barceló nº 6; Javier Bellés Bort en la calle San Fernando nº 49; Joaquín Puig Sorlí en la plaza San Ramón nº 30 y Joaquín Martínez García en la plaza del Mercado nº 9.

También disponía de seis carpinterías a nombre de los hermanos Eduardo y Manuel Bosch Sanz instaladas en la plaza de San Juan nº 2 y en la calle San Vicente nº 46 respectivamente. Bautista Bosch Pegueroles en la calle San Pascual nº 35. Otra en la calle San Fernando nº 2 a nombre de Gerardo Salvador Cherta. En la plaza Justo Zaragoza nº 1 a nombre de Vicente Giner Herrera y en la calle San Pascual nº 18 a nombre de Claudio Albalat Calduch.

Cuatro negocios dedicados a la construcción de carros a nombre de Francisco García Rambla, en la calle San Nicolás nº 7. Bautista Bosch Bayarri en la plaza Juan Vilanova nº 11. Bautista Bosch Rubio en la plaza San Ramón nº 22 y Pascual Herrera Bosch en la plaza Justo Zaragoza nº 18.

Tres herrerías a nombre de Luís Fonollosa Marzal en la calle Santa Lucia nº 1; Adolfo Albalat Escura en la calle Doctor Ebrí nº 6 y José Marza Ebrí en la calle Valencia nº 21 (actual calle General Cucala). Además de un hojalatero y vidriero en la calle San Fernando nº 31 a nombre de Manuel Pedra Ebrí.

También había en Alcalà tres zapateros que son: Joaquín Roures Sancho en la calle San Fernando nº 8; Ricardo Albalat Fuertes en la calle Juan Barceló nº 4 y Juan Sánchez Traver en la calle San Pascual nº 18.

Dos sastres. Antonio Guardiola Soler, en la calle Juan Barceló nº 27 y Miguel Arnau Roures, en la plaza de la Iglesia nº 19.

Cinco hornos para cocer pan, a nombre de Pascual Cherta Sanz, en la calle Valencia nº 3; Cándido Tamborero Prado en la calle Purificación nº 7; Vicente Igual Folch en la calle Tremedal nº 6; Francisco Ebrí Mañes en la calle Dolores nº 11 y Gerardo Salvador Cherta en la plaza San Ramón nº 29.

Además el caserío de Alcossebre disponía también de una tienda de comestibles a nombre de Bautista Cucala Vidal. Una taberna a nombre de José Fuster Sospedra y una amarradura mecánica a nombre de Antonio Sorlí Castillo.

Como nota anecdótica y aunque no sean negocios pero demuestran la importancia de la población de Alcalà de Xivert podemos decir que dicha población disponía de los servicios de dos matronas: Josefa Ortiz Fresquet y Herminia Esteller Badal. Dos médicos titulares, Ricardo Cardona Mestre y Antonio Cucala Ámela. Dos farmacéuticos, Ricardo Albert Segarra y Ezequiel Tortajada Albert. Un practicante José María Cruselles Sancho y un notario Miguel Roca Beltrán. FUENTE: Legajo Guerra Civil de Alcalà de Xivert. Contribuciones referentes a los años 1936,1937 y 1938. Archivo histórico provincial de Castellón. NOTA: Les imatges que il·lustren aquest article han estat cedides per un capicorpero.

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