Viento Y
luz
Año X | N°125 | Septiembre 2021
“Los ojos son como una lámpara del cuerpo; asique, Si tus ojos son buenos, todo el cuerpo tendrá luz”” Mateo 6: 22 Conocí a un hombre anciano…A lo largo de su vida sufrió golpes muy duros; primero perdió su tierra ( que le daba de comer a su familia), entonces tuvo que salir a trabajar de peón. Pero los tiempos no le tenían compasión; se le fue su mujer con los hijos, perdió el trabajo, un hombre destruido, desesperado, dependiendo del alcohol… se podría agregar, pero nada de eso… Lo conocí como un hombre feliz; pobre, pero un gran colaborador en la congregación. A veces salimos a caminar por los campos y el monte y él me explicaba cada flor, cada árbol, cada insecto y me hablaba del viento y de la lluvia, del curso eterno del río que se come los arroyos y yo sentía una paz inexplicable. En alguna noche clara lo vi sentado afuera mirando las estrellas. Cuando me acerqué, me di cuenta que estaba triste…”¿Qué te pasa ?, así no te vi nunca” le dije….Ahí me confesó que nunca en la vida llegó a aprender a leer y escribir. Siempre tuve que trabajar. “Soy un hombre feliz, no tengo nada, pero veo todos los días hermosas obras de nuestro Dios y de noche me hablan las estrellas de su grandeza…. Pero quisiera poder leer la Biblia, quisiera leer todo lo que escucho los domingos en el culto. Al día siguiente empezamos a trabajar. Nuestras “ herramientas” la Biblia y sus ojos. Estudiamos todos los días hasta que un domingo, en el culto, se puso delante con la Biblia en la mano y leyó el Evangelio correspondiente “ “¡ Soy el hombre más feliz del mundo!” dijo…. Y yo aprendí de él quizás más que en los largos años de Facultad…. Gracias Señor, porqué nos pones estos hermanos en el camino, Gracias porqué a través de ellos nos haces ver la verdadera riqueza. Haz que nuestros ojos vean las cosas esenciales para que con todo Nuestro ser nos transformemos en testigos de tu luz…….Amén Testimonio de un pastor Ierpino Aporte de la Comunidad de Bahía Blanca