Periódico de la Iglesia Evangélica Valdense - Mayo 2020 - N° 260 - Afiliado a O.P.I. N° 837Página Valdense«...porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.» Hechos 4:20 EXPERIENCIA DE VIDA: CULTIVAR LA ESPIRITUALIDAD A TRAVÉS DEL YOGA Lucy Negrín 3 EL ROL DEL DEPORTE EN LA CONSTRUCCIÓN DE COMUNIDAD Miguel Gonnet5 ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL CUERPO Y EL DEPORTE Analía Long Bertinat 7 Periódico de la Iglesia Evangélica Valdense -Agosto 2021 - N° 271 - Afiliado a O.P.I. N° 837 001/09 - Periódico mensual - Redactor responsable: Rogelio Darío Barolin. Varela 1729. Dolores - Imposición envíos: Dolores - Depósito legal N° 68.638 Salud Integral: cuerpos en movimiento

4 | PÁGINA VALDENSE Argentina Col. Belgrano: Delhy Pastre. Col. 25 de Mayo: Ruben Bertinat. Cnel. Suárez: Pablo Rafarelli. Gral Roca: Oscar Dalmás. Gral San Martín - LP: Stella Maris Chambón. La Paz - ER: Marisel Garnier. Jacinto Aráuz - LP: Susana Tucat. San Carlos C. - SF: Héctor Cotichini. Villa Iris - BA: Ema Dalmás. Reconquista - SF: Dardo Zanuttini S. Martín - SF: Edith Long. San Gustavo - ER: Orfilia Barolin. El Sombrerito - SF: Aurora Bertinat. IERBA (Buenos Aires): Comunidad de IERBA. Gálvez: Rubén Gardiol. López: Carina Tschopp. Paraná: Equipo de Comunicación. Flores Consistorio: Alberdi 2240 (CABA) San Nicolas: Helvecia Catalín. Laprida: Delta Bertón. Bahía Blanca: Natalia Coria. Carmelo:Uruguay Ruth Soulier. Cañada Nieto: Alba Charbonnier. Colonia: Ethel C. Negrin. Col. Miguelete: Ana Félix. Col. A. Negro: Carolina Galván. Col. Valdense: Secretaría IEV Colonia Valdense. Cosmopolita: Milka Charbonnier. Dolores: Nora Gallo. Fray Bentos: Cristina Dalmás. Juan L. Lacaze: Manuel Ávila. Alférez Lascano: Nylia Gonnet. Melo: Glenys Rameau. Montevideo: Mario Pablo Ábalos O. de Lavalle: Juanita Bonjour. Palmitas: Hilda Geymonat. Paysandú: Ruben Dalmas. Rosario: Andrea Montaña. Mercedes: Natalia Gauthier.Carlos Dodino Tarariras: Consistorio de Tarariras. Tres Bocas: María Fernández. Young: Esther Malán Para actualizar agentes, sugerencias u opiniones enviar mail a paginavaldense@iglesia-valdense.org o paginavaldense@gmail.com o bien al celular: +54 3437 REDACCIÓN448727.Varela 1729 - Dolores - Soriano - Uruguay e-mail: paginavaldense@gmail.com COMISIÓN SINODAL Wilfredo Bonjour, Alfredo Servetti, Hugo Malán T., Laura Michelin Salomon y Mariano Chialva DIRECTORA Daiana Genre Bert EDITOR RESPONSABLE Darío e-mail:dariobarolin@yahoo.com.arBarolín EQUIPO DE REDACCIÓN Yanina Vigna, Lis Rivoira, Tomás Barolín Tron, Daiana Genre Bert CREACIÓN GRÁFICA, DIAGRAMACIÓN Penélope Chauvie ILUSTRACIÓN DE TAPA Henri Matisse ETIQUETADO Y DISTRIBUCIÓN Grupo de la Comunidad de Ombúes de Lavalle ADMINISTRACIÓN Julio Leal - Juan Bentancur 1623, Barrio El General, 70000 Colonia - Uruguay Tel.: (598) 4522 0620 - Cel.: 099967745 SUSCRIPCIÓN ANUAL Precios subsidiados por el proyecto OPM Uruguay $U 450 - Argentina $A 500 Europa € 50 - Resto del mundo U$S 70 MEDIA SUSCRIPCIÓN (SEIS MESES) Uruguay $U 225 - Argentina $A 250 CUENTA EN BROU 1521941-00002 Para recibir pago de suscripciones. Por favor en cada depósito o transferecncia poner los datos de contacto. AFILIADO A OPI N° 837 TIRADA: 900 ejemplares N° Matrícula Dirección de Industrias: 188 Impreso en Imprenta Moyano Ferreira Aldunate y Haedo - Mercedes Soriano - Depósito Legal N° 68638 El equipo editor asume su responsabilidad sólo por las opiniones propias Apuntes de la Directora PÁGINA VALDENSE I 2
Generalmente,
Estos recuerdos fueron un im pulso para reflexionar. Nos cuesta aún crear y crecer en dinámicas de portivas que surjan desde el disfru te y el cuidado del cuerpo; nos cues ta entender que ese cuidado del cuerpo también incluye a la salud mental y emocional; nos cuesta la competencia en un mundo exitista y meritocrático. Nos cuestan tantas cosas. Pero, la búsqueda continúa, como también la construcción de espacios donde podamos entender que la actividad física, el estar en movimiento, es una herramienta potencial para conocernos, para go zar de nuestros cuerpos -tal y como somos- y seguir creando comuni dad, tejiendo redes; corriéndonos de lugares de opresión y exclusión. Que Dios nos acompañe en ese desafío. Daiana Genre Bert
Entre recuerdos y reflexiones la cocina del Pá gina Valdense suele ser mucho más variada y extensa que el resultado final, aunque siempre intenta ser un fiel reflejo. En esta ocasión, el tema propuesto por la comisión sinodal -qué podría definirse en tres pala bras: deporte, salud y comunidadno era muy popular entre quienes integramos el equipo editor -sobre todo el deporte, guiño-, así que nos propusimos encontrarle la vuelta. Fuimos compartiendo sentipensa res hasta que nos dimos cuenta que bien podría ser un número que inte gre lo anterior desde una perspecti va de salud Despuésintegral.deesa charla, queda ron resonando muchas cosas dentro de mí; cosas que no me había dete nido a reflexionar; como, por ejem plo, mi relación con el deporte. Des de chica practiqué varios, no sé si se me daban tan bien, pero los disfru taba. Abrí una puerta que no pude ni quise cerrar. Miles de recuerdos aparecieron sin pedir permiso, in vadieron mi cabeza y, en un ejercicio casi irracional, también esta página. Si pienso en las cosas que más disfrutaba en mi infancia, sin dete nerme demasiado, recuerdo los re creos de la escuela rural donde hice mi primaria. Eran de casi media hora, y toda la escuela -cerca de 50 alumnxs, si no me equivoco- jugába mos al fútbol. Todxs, sin distinción, corríamos atrás de la pelota. Ense guida me acordé de los «25» que jugábamos con dos primxs todas las tardes después de la escuela; mu chas veces se sumaba mi tía Chivi. Y claro, le siguieron los recuerdos de domingo en casa de mis abuelxs, Cacho y Lila, dónde armábamos canchita de fútbol donde fuera, los arcos siempre eran de zapatillas, medias o buzos. También jugába mos el vóley, nuestra red era el lazo del abuelo, lo atábamos a una altura consensuada, de una punta en un al garrobo grande y viejo y de la otra, en una de las patas del molino. Ya en la secundaria, participé en competencias colegiales de vóley y alguna que otra carrera de 100 metros. Una vez, volví a casa riéndome, les conté a mi mamá y papá que ha bíamos salido terceras en una com petencia de vóley. Pausa mediante, les aclaré que éramos sólo tres equi pos; y nuevamente risas a montones. En la universidad volví a jugar al fútbol, al principio con unas amigas para salir de tanta exigencia y rutina de facultad; pero después se trans formó en algo más disciplinado con las competencias interfacultades y las nacionales universitarias. Pero, el esfuerzo se volvía sencillo y agra dable estando acompañada, y más todavía con la celebración de los ter ceros tiempos. Lo cierto es que aquí fue cuando me di cuenta de que no todas las personas tenemos la mis ma relación con el deporte; en prin cipio porque yo pude desarrollar mis habilidades y técnicas en aque llos picaditos en la escuela y en la casa de mis abuelxs, en un ambien te de total diversión y disfrute, algo que no suele ser muy común. Por otro lado, la gestión de las exigen cias -propias o de tercerxs- en nive les competitivos va a definir si nues tra relación es de disciplina y placer, o bien, disciplina y frustración; y el límite suele ser bastante delgado.



Experiencia de vida: a través del Yoga
PÁGINA VALDENSE I 3
En Yoga se trabaja mucho la respiración, esta disci plina busca que la misma sea observada de una manera consciente; por lo tanto, la forma en que respiramos es de vital importancia para nuestro vivir. En su práctica, es fundamental la concentración en las distintas técni cas, ya sean propias de esta disciplina, de respiración, como así también el trabajo físico, entre otras. Con los años vamos perdiendo la respiración adecuada y se va tornando cada vez más superficial, y dado a nuestro rit mo de vida actual, es uno de los problemas que acarrea más dificultades en el sistema respiratorio.
“
A manera de anécdota...
En mi primer examen del Instructorado, debía comenzar con el canto de mantras -entonaciones en Sánscrito-. Cuando todo estuvo en orden para ini ciar, presioné el botón que habilitaba la reproduc ción del casette, pero no funcionó. Volví a presionar varias veces, pero siguió sin funcionar. Un tiempo después, analizando la situación, me di cuenta que eran mantras que invocan diferentes dioses, así que tomé lo acontecido como una señal. Lucy Negrín Lausarot
La reconocida practicante de yoga, Indra Devi, de fine al Yoga como: «... un arte y una ciencia de vida que nos ayuda a desarrollar en forma armoniosa nuestros aspectos físicos, mentales y espirituales»
Desde niña tuve una educación cristiana. Esta for mación me acompañó en todos los aspectos de mi vida. Transcurre el tiempo, pero el amor hacia Dios, hacia el prójimo/a y a mi misma siguen siendo mi motor, inclu so desde el momento que comencé a estudiar Yoga. Parece difícil asociar nuestra fe con una actividad que vino para quedarse de otro país, con culturas muy distintas, pero sentí muchas similitudes entre mi edu cación cristiana y el enfoque que aborda la disciplina de Yoga. Aunque, siendo sincera, por momentos se me hizo muy difícil tener que estudiar ideologías religiosas con las que no estaba de acuerdo; aun así, las ganas de tener un título de Instructora de Yoga fueron más fuer tes que las diferencias ideológicas.
Entonces se me hace difícil no asociar esta disci plina con la vida religiosa cristiana, porque cuando oramos, cuando concurrimos al Culto, es para mi una manera de entrar en estado meditativo para agradecer o pedir por la salud y bienestar de los y las demás o de uno/a mismo/a. Nuestras oraciones son todo un arte.
Con respiración superficial o inadecuada, no solo se va perdiendo la capacidad pulmonar, sino que, mu chas veces, el aire que respiramos solo es utilizado para mantenernos con vida y no es suficiente para poder in corporar el oxígeno que necesitan nuestras células y eliminar las toxinas. La respiración también refleja las emociones en nuestra vida, de acuerdo a las emocio nes y estados de ánimo que experimentamos es como nuestra respiración muta. Por esto se dice que la prác tica de Yoga es de vital importancia en nuestra vida; con una buena respiración, no solo los pulmones se ven beneficiados sino también, como decía anteriormente, el cuerpo entero en acompañamiento con las posturas. En las asanas se trabajan la fuerza y la energía de una manera que confluyen a estados de armonía y bien estar, no solo aspectos físicos si no también mentales, fortaleciéndolos y potenciando cambios en ellos. Sen tir la respiración de una manera consciente hace que el trabajo sea muy efectivo y con pocas sesiones puede verse avances en cuanto al estiramiento, fuerza de pier nas y brazos, además del fortalecimiento de la columna. De la misma manera ocurre con nuestra mente, nota mos que podemos relajarnos más fácilmente, pudiendo sacar tensiones. Con todo esto, poco a poco se puede permanecer más en cada postura y así hacerlo cada vez más efectivo para nuestro cuerpo, mente y respiración.
La palabra Yoga en Sánscrito (uno de los idiomas de la India) significa «unión»; es decir unión de nuestro cuerpo, mente y Espíritu. En estos tiempos tan difíci les, el Yoga ofrece una forma de conectarse con uno/a mismo/a y de esta manera lograr un autoconocimiento mucho mayor, tanto a nivel físico, mental, de las sensa ciones y emociones.
Por supuesto que se trata de un tema con muchas diferencias de criterios, pero cada uno/a optará por se guir con su pensamiento o abrirnos a investigar formas de trabajar el Yoga.
“ Al comenzar a dar clases, apli qué mis ganas y deseos de llegar a las alumnas desde mi enfoque más occidental, ya que vivo y doy clases en Uruguay; por eso, mi Yoga está enfocado en la práctica de asanas -posturas-, haciendo hincapié en la respiración como también en la concentración, sin una óptica ideo lógico-religioso oriental. cultivar la espiritualidad
En mi instituto, la pedagogía, la enseñanza de cada uno de los deportes o de la actividad en sí, ocupaba un gran papel. Es la primera base para llevar una educa ción activa, una educación que tenga sus frutos bue nos. Todos los años de cursado tienen sus materias pedagógicas, pero así también cada materia práctica (deporte) tiene una gran parte de pedagogía en su en señanza. Estas materias y la pedagogía del deporte, es de gran ayuda a la hora de enseñar un ejercicio, regla o movimiento.Aunasí,creo que a mi formación le faltaron mu chas cosas, algunas se van aprendiendo a medida que se ejerce la profesión, pero hay otras cada quien deberá profundizar o estudiar, dependiendo del ámbito en el que se desempeñe. Sobre todo, creo que como profe sionales de la salud que trabajamos con el cuerpo, de bemos terminar la carrera con más conocimientos so bre anatomía, sobre las limitaciones que puede llegar a tener un cuerpo si sufre alguna enfermedad. Porque para poder llevar una buena y cuidada actividad física se debe conocer en profundidad el cuerpo que se está moviendo. Es indispensable que existan vínculos entre educación física, cuidado del cuerpo y salud integral; de hecho, si no existiera no estaríamos hablando de «educación», ya que no se puede educar si no existe la intención o cuidado previo del cuerpo. Este tiempo que estamos atravesando con la pan demia Covid-19, hizo que cambiara mucho mi concep ción sobre la profesión que elegí y la manera en que aprendí a ejercerla. Me recibí justo antes que la pande mia llegara, así que a principio del 2020 estaba recién recibida, lista para buscar trabajo; lo que se volvió más que difícil porque no se permitían las prácticas depor tivas, lo presencial era algo imposible. En mi libreto, la palabra virtual, educación virtual no existía… y mucho menos en educación física que todo requiere cierto ni vel de contacto. Me costó muchísimo entender cómo entrenar o guiar a alguien de manera virtual, pero nada es imposible y esta situación hizo que cambiara algu nas dinámicas, que tomara mayor relevancia lo online. De a poco fui entendiendo que se podía estar cerca a través de pantallas, así que empecé a animarme y a ha cerlo viable; comprendí que se podía educar, enseñar, de otra forma a la que me habían enseñado a mí. Con miedo, pero con determinación, comencé a entrenar a diferentes personas de manera virtual. Entonces, llego a la conclusión de que es posible construir otras maneras de enseñar, aprender y estar en movimiento; siempre pensando que la actividad fí sica es salud. Aldana Barolín Profesora de Educación Física
Entonces, el vínculo entre edu cación física y salud siempre estuvo presente, en cuanto al cuidado de mi propio cuerpo y al del otro/a, comprendiendo que ese otro cuerpo es diferente al mío, y que se debe respetar. Hola a todos/as, soy Aldana Barolín (Nanu), soy profe de Educación Física y masajista, vivo en La Paz, Entre Ríos. Actualmente, estoy participando de la co munidad de San Gustavo. Trabajo como profesora en una escuela especial de la cuidad y también estoy dan do clases de mini básquet en un club. Estudié educación física en Paraná. Elegí la carrera porque amo estar aire libre, me gusta mucho trabajar con el cuerpo, con los movimientos. Siempre viví en el campo, entonces era una carrera que me permitía volver a trabajar allí. De hecho, los primeros años me costó un poco adaptarme a la cuidad porque todo era diferente, pero una de las cosas lindas que tiene la ca rrera, el deporte en sí, es que te agrupa, te hace conocer a nuevas personas, te contiene, eso hizo que creara vín culos y se hiciera un poco más llevadero el vivir lejos.
Enseñar a aprender
PÁGINA VALDENSE I 4
Aprender a enseñar “ “
También con el paso del tiempo, las materias y experiencias del cursado empecé a entender y com prender cuán importante era la carrera que había ele gido, que iba mucho más allá del gusto por el aire li bre. Comencé a experimentar un amor diferente hacia la disciplina, a entenderla más en profundidad; sobre todo el hecho de que estar en movimiento era salud, y que es importante realizar actividad física en todas las edades. Esto hizo que me gustara mucho más lo que estaba estudiando y me impulsó a seguir aprendiendo sobre esa Entenderconexión.quela salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la au sencia de afecciones o enfermedades, deviene en que la educación física es fundamental para las personas.
El deporte siempre ayudó para generar sentido de pertenencia y estrechar lazos entre los diferentes grupos de nuestra iglesia. Los encuentros deportivos, o como bien lo llaman nuestros hermanos y hermanas argentinas: «Fiesta del deporte», son justamente eso: una Fiesta, para la cual me animo a afirmar que los gru pos de intermedios/as de las diferentes comunidades entrenan todo el año y esperan con entusiasmo. Seré honesto, ¿quién no se ligó o dio alguna patadita por de más o protestó eufórico por algún tanto dudoso? pero, en fin, siempre pesaron más las amistades que se fue ron forjando a lo largo de los años. Considero que la sana competencia tiene que estar presente en el deporte. Nos obliga a trazarnos metas e intentar alcanzarlas y a aprender a funcionar como equipo. No obstante, no nos podemos olvidar de otros aspectos fundamentales que conforman la actividad deportiva como por ejemplo la diversión y el bienes tar físico y mental.
en la construcción
El rol del deporte de comunidad
Actualmente, dada la situación de emergencia sani taria que estamos viviendo (COVID 19), se vio afectada la continuidad de muchas de las actividades deportivas y recreativas a nivel nacional. Sin embargo, en el caso de Colonia Cosmopolita se produjo un fenómeno par ticular. Los y las adolescentes liceales y los/as jóvenes, que normalmente al terminar el secundario migran ha cia Montevideo a continuar sus estudios, se quedaron en la Colonia debido a que las clases se tornaron virtuales. Esto favoreció notablemente la concurrencia y el entu siasmo a las actividades deportivas al aire libre realiza das en las instalaciones de la Iglesia Evangélica Valdense de nuestra comunidad, por supuesto respetando los pro tocolos sanitarios vigentes. Esto nos ha llenado de gratitud el ver que este grupo de jóvenes, a través de estas actividades, pueda ir conociendo de a poco el funciona miento y la dinámica de nuestra iglesia.
Si bien las instalaciones deportivas existentes en nuestra comunidad fueron construidas por nuestros antepasados con el claro propósito, que aún sigue vi gente, de que sean de uso abierto hacia toda la comu nidad, y que la gran mayoría de los vecinos/as de la Colonia conocen la historia y el funcionamiento actual de la IEVRP, muchas veces es necesario hacer ver las diferencias existentes entre nuestra iglesia y un club. Siempre se busca reafirmar el histórico espíritu de ser vicio sostenido por nuestra iglesia y la importancia del trabajo sentido, honorario y desinteresado, ya sea en la participación de las diferentes comisiones o en el man tenimiento y mejoras de las instalaciones. Para terminar, a partir de mi experiencia personal, me gustaría recalcar que, a lo largo de los años, nuestra iglesia, siempre ha utilizado el deporte como excusa o incentivo para lograr construir lazos amistosos imbo rrables, tanto entre los y las miembros de cada una de sus comunidades, así también como entre las distintas comunidades rioplatenses. Esto es algo que merece una inmensa admiración y reconocimiento.
Nueva normalidad
Miguel Gonnet
En nuestra iglesia y, específicamente en Colonia Cosmopolita, desde tiempos lejanos el deporte y acti vidad física se vio relacionada con la vida de nuestra comunidad de fe, creando momentos de encuentro, aprendizaje y reflexión.
Así surgieron los torneos de las Uniones, que eran una especie de excusa para reunirse con otras comuni dades porque se realizaban a nivel nacional. Mi abuela siempre recordaba con nostalgia y orgullo la gran con currencia en aquellos tiempos y el buen cuadro de vó ley queLuegoostentaban.surgieron en Colonia Cosmopolita los cam peonatos de las esquinas, en los que se tomaba el cruce de dos calles principales para repartir a la Colonia en cuatro delegaciones que participaban en distintas dis ciplinas: fútbol, vóley, carrera de zancos, canto, etc. Ya en mi generación, aunque siempre existieron, par ticipábamos del grupo de intermedios/as y posterior mente del grupo de jóvenes, donde un persistente con junto de líderes y lideresas nos lograba juntar todos los sábados. En esos días el deporte también jugaba un papel importante, una excusa para juntarse o una actividad que convocaba para hacer beneficio y solventar algún gasto.
Cuadro de vóley femenino de Cosmopolita año 1955. De izquierda a derecha Atrás: Cora Mouglia, Julieta Pons, Vilma Baridón, Estela Baridón, Loida Bari dón, Adelante: Ethel Baridón, Libia Baridón, Milca Baridón, Elba Negrí n


Esta frase de Agnes de Milles me pareció un título adecuado para este artículo que me pidieron que escri ba sobre salud integral desde la corporeidad, enfocado desde mi testimonio personal. Para iniciar, me parece importante definir a gran des rasgos lo que se entiende por cuerpo y corporeidad desde la Psicomotricidad, que es la profesión que elegí y a la que me dedico. Se parte de una visión holística, de cuerpo como una unidad, mente-psiquis y el cuerpo orgánico, físico. Nacemos con un cuerpo orgánico que se construye en el encuentro con otros/as; es algo inacabado y que se sigue transformando durante toda nuestra vida. Nues tro cuerpo es lo que somos. La corporeidad tiene que ver con el cuerpo vivido, somos producto de nuestra propia experiencia en la que influyen dimensiones so cio-culturales, emocionales, motrices y cognitivas.
En mi trabajo, y sobre todo al ser madre, es nece sario trabajar en una misma para lograr una actitud de disponibilidad corporal, empatía y de cuidado hacia el/ la otro/a. La frase conocida de «cuidar a quien cuida» es importante, tanto para los/as que estamos criando pequeños/as sujetos en desarrollo, así como para los/ as que trabajamos con personas desde un lugar de pre vención y promoción de la salud. Para poder dar esa atención, entiendo necesario el autocuidado, buscan do espacios de desarrollo personal, tanto para seguir aprendiendo como para Ser. Hace unos años en esta búsqueda conocí la biodan za, creada por Rolando Toro, lo cual fue un descubri miento muy positivo para mi. Rescato la potencia que tiene la danza en grupo, facilitado por personas forma das en eso y con mucha calidez humana. Tienen valor en si mismas las vivencias que una experimenta en esa cuidadosamente seleccionada, que impacta directa mente en el ánimo, moviéndote las fibras. Si bien no es una terapia grupal, suele tener efectos terapéuticos. En esta danza se trabaja sobre todo en cinco líneas de vi vencia que se relacionan entre sí: vitalidad, sexualidad, creatividad, afectividad y trascendencia. Se comienza con un momento verbal, de intercambio a través de la palabra en el grupo y luego un momento más extenso de danza, de lenguaje corporal. Debo ser sintética, pero hay mucha información para leer sobre la biodanza que es muy interesante.
Luego fui mamá, con toda la transformación perso nal que implica; dejando por un tiempo ese espacio, y también nos mudamos a Colonia Valdense. Ahí descu brí un espacio distinto, que es danza teatro, también fa cilitado por una persona muy cálida y creativa, Gabriela Mirza. En esta propuesta sí se realiza una puesta en es cena para ser vista por un público, luego de un proceso de construcción colectiva, aunque no importa si es para muchos/as o para un/a espectador/a. Si bien se piensa en un resultado con un fin estético, es muy valioso y rico el proceso de creación. Actualmente participo con un grupo conformado por cinco mujeres. Me interesa que no hacemos todas exactamente lo mismo, sino que cada una tiene su impronta y diferentes recorridos y experiencias en danza, y de eso se trata, de respetar la diversidad, más que la virtuosidad, como algo valioso. Cada una interpreta la consigna a su manera, estando la subjetividad presente. Las consignas tienen un fin, a veces es inspirar, con una imagen mental, por ejemplo, o hacer foco en algún aspecto que ayuda a estar con el cuerpo despierto, atento en el momento presente y en conexión con la música seleccionada. Leyendo sobre salud integral y danza, encontré una frase sobre el Sistema Río Abierto que considero opor tuna para concluir este artículo. Habla de la danza como una aliada «con la salud integral, entendida como el de sarrollo de todo el potencial del ser humano, el movi miento armónico expresivo propone la integración de todo cuanto somos como punto de partida para liberar en el cuerpo la alegría del alma. Esa es la nota clave de este camino de sanación, armonía y creatividad.»
Sara Benech
PÁGINA VALDENSE I 6 «Danza en el cuerpoque tienes»
Al pensar retrospectivamente, etapa escolar y ciclo básico cuando intentaba bailar coreografías con ami gas, a veces hacía movimientos distintos o para el lado incorrecto, y me quedó la idea de que no era para mí. Después, cuando fui más grande, descubrí que disfruto al danzar, sobre todo cuando es desde un lugar expre sivo, con pautas abiertas y donde no hay una sola for ma correcta de hacerlo. De hecho, no existe una forma incorrecta y cualquiera lo puede hacer, si tiene ganas. Tampoco es dirigido para un público, sino que es para una misma, y para el grupo.

En este sentido, Carmen Soares plantea que «las prác ticas corporales (...) atestiguan cambios profundos de costumbres, de relaciones de poder, de modos de vi vir»2. No puede pasar desapercibido que se han produ cido muchos cambios en el último tiempo -sobre todo en la última década-, en cuanto a mayores posibilidades de acceso a diferentes prácticas corporales en relación al género. Hoy es relativamente común escuchar que hay equipos de fútbol o de básquetbol femeninos, así como que hay varones practicando ballet o gimnasia artística -aunque en menor proporción-. Pero esto no significa que esté todo resuelto. A pe sar de este cambio -que acompaña o es consecuencia de otros cambios socio-culturales-, varias prácticas de portivas, aún hoy se asocian a la idea de masculinidad hegemónica y se justifican en algunas de sus caracte rísticas: la fuerza, la resistencia, la destreza física, en muchos casos la violencia en sus diferentes formas o la «fuerza bruta» como parte constitutiva de esos depor tes. Entre estas prácticas pueden identificarse el fútbol, el rugby, el básquetbol, los diferentes tipos de luchas, entre otras. Si bien sabemos que las mujeres también pueden realizar estas prácticas, y de hecho lo hacen, si guen siendo asociadas o atribuidas a lo masculino. Una afirmación a este hecho la escuché hace un par de días, cuando una niña comentaba haciendo referencia a su hermana que juega -muy bien- al fútbol: «mi padre dice que es una marimacho». Relacionado a esto, en diferentes contextos y espacios de trabajo me he encontrado con niñas y mujeres jóvenes que no quieren participar de las propuestas cuando son de carácter deportivo o recreativo que implican moverse y cansarse, cuando implican contacto o cuando les resultan violentos, o en algunos casos, porque no son «femeninos».
Muchas de esas prácticas -si no todas- se concibie ron por hombres y para hombres, como reafirmación de la «hombría», que no es otra cosa que la reafirma ción de una masculinidad machista y violenta. Aunque se diga que éste ya no sea el objetivo de dichas prácti cas, está mucho más presente de lo que creemos, y se expresa tanto dentro del campo de juego por parte de los jugadores como fuera del mismo por parte de sus hinchas. Un ejemplo de la violencia y de la cultura de la violación impregnadas en estas prácticas fue la ac titud del arquero de la selección argentina en la final de la última Copa América, utilizando como forma de intimidación el gesto de penetrar violentamente a otra persona, a otro equipo. Lo son también los cantos de las hinchadas, cuando hacen alusión a la muerte de sus oponentes, o se utilizan para humillar al otro equipo frases relacionadas a la violación, homofóbicas, misó ginas o racistas, entre otras formas de violencia que no tienen que ver con el juego, con el rendimiento de un equipo y/o resultado de un partido. Existen ejem plos más extremos, como lo fueron en los últimos dos años,en Argentina el asesinato de un joven por un gru po de rugbiers y en Uruguay el asesinato de un hincha
El cuerpo o, mejor dicho, los cuerpos son construc ciones sociales, culturales e históricas. Cómo se conci ben los cuerpos, lo que pueden y lo que no, lo apropia do y lo inapropiado, lo que es bello, lo que es feo, entre otras cosas no es algo definido naturalmente. No es que «sea así», ni tampoco «siempre fue así».
Algunas reflexiones sobre PÁGINA VALDENSE I 7 el cuerpo y el deporte
Como dice Pablo Scharagrodsky: «no existe nada natural en un movimiento, una postura, un gesto, un desplazamiento, una mirada o una sensación. Ni la bio logía ni la fisiología determinan los comportamientos corporales. Son las lógicas sociales, culturales y fami liares, en el marco de singulares tramas institucionales, las que modelan el cuerpo, lo atraviesan y definen un repertorio particular de actividades perceptivas, ex presiones de sentimientos y emociones, ritos de inte racción corporal, juegos de apariencia y de seducción, técnicas corporales, universos morales específicos, re glas de etiqueta y vestido, técnicas de mantenimiento del cuerpo, usos corporales, inscripciones corporales, inconductas corporales, formas de entrenamiento fí sico, intercambios de miradas, modos de configurar el rostro, relaciones con el placer, el deseo, el dolor, la en fermedad, el sufrimiento o la estima»1 Es desde este lugar que se conciben las prácticas corporales: los juegos, deportes, danzas, gimnasias, etc.; es decir, como forma de expresar ideas, sensacio nes, como formas de vincularse, como formas de vida.

El deporte nos transforma, tanto física como men talmente, nos moldea como personas y también nues tra manera de pensar. De manera profesional, amateur o incluso siendo aficionadx de un deporte, nos influye en la manera de ver, vivir y sentir la vida. No tengo nin guna duda que, en mí, influyó.
Aquellas competencias o espacios que categorizan sexo, edad, peso, niveles de testostero
¿Dónde quedan los cuerpos diversos en los deportes institucionalizados?
Celebro las plazas, los centros de campamentos, los espacios educativos transformadores, los clubes que se la juegan, que de alguna forma rompen un poquito con la rosca e inercia de nuestros días, cuando se proponen prácticas corporales con fines recreativos, espacios in clusivos, cuando el fin de los encuentros no es «aplas tar» a otros/as, cuando se fomentan formas amorosas y cuidadas de ser y de vincularse.
Analía Long Bertinat
Un ejemplo claro de que las reglas en los deportes y prácticas institucionalizadas no son inocentes y siguen las lógicas de consumo de nuestra sociedad patriarcal, capitalista y colonialista, que transforman los cuerpos en objetos de consumo. Me llama la atención que, a pesar de estas reali dades, algunas personas crean que varones y mujeres tenemos las mismas posibilidades y condiciones en torno a la práctica de deportes y otras actividades. Y ni hablar de disidencias y de diversidad de cuerpos.
na, esto y lo otro, van dejando cada vez menos lugar a los cuerpos, y nos convierten cada vez más en má quinas de carne y hueso. Cerrando este texto, comparto unas preguntas que no termino de responder, pregun tas que se vienen haciendo desde hace tiempo muchas feministas: qué reclamamos, qué denunciamos y con qué mundo soñamos… cuando luchamos y reclama mos para poder acceder a determinadas prácticas, o denunciamos no tener las mismas posibilidades para desarrollarlas, ¿no es en realidad acceder a seguir re produciendo las mismas lógicas? Sabiendo que éstas, que aparecen exponencialmente en las grandes compe tencias deportivas -pero no excluyendo otras formas-, son útiles y muestran al sistema capitalista, patriarcal y colonial en su forma más dura: la competencia extre ma, donde no importan ni nuestros cuerpos ni los de las demás personas, que son violentos -física, verbal o psicológicamente-, y que en definitiva nos convierten en objetos comercializables, que según lo que rindan y la suerte que tengan, si valen algo o si pasan a ser dese chos. No deseo un mundo que siga esas lógicas. Pero si creo que, revisadas las prácticas, la forma de enseñar las, de vivirlas y de festejarlas, pueden ser maravillosas: ¡cuántas formas de movernos, de acercarnos a otras y otros, de vincularnos, de desafiarnos, de seducirnos! ¡Cuánta belleza hay en los cuerpos que se mueven!
1Pablo Scharagrodsky, texto “El cuerpo en la escuela”, p.2.
La gimnasia, un amor con exigencias
2Carmen Soares, texto “Prácticas corporales: Historias de lo diver so y lo homogéneo”, 2006, p.13.
PÁGINA VALDENSE I 8 de fútbol tras la victoria de su equipo. Son casos que no pueden ser olvidados ni tomados como casua lidades, en todos aparece una misma idea: son una de mostración de poder de unas personas, identificadas o «en representación de» un equipo, a través de la domi nación de los cuerpos de otros. Por otro lado, y de la misma manera que hay prác ticas asociadas a lo masculino, otras han sido y en parte continúan siendo asociadas a lo femenino. Aquellas que implican movimientos más «delicados», lo rítmico o que tienen que ver con el mantenimiento de la «figura» fe menina, como pueden ser los distintos tipos de gimna sia. En este sentido, también me sigo encontrando con varones que no bailan porque «eso es de mujeres». Más aún, y observando más a nivel profesional, cabe decir que, si bien se ha aceptado la incorporación de las mujeres en los deportes y otras prácticas, parece que el centro se ha desplazado ubicándose en los cuerpos de las mujeres, hipersexualizándolos. … ¿será porque en este caso no corre la «reafirmación de la hombría»?, Por ejemplo, se le ha dedicado especial atención a la vestimenta a utilizar en las competencias, muy distinta a la de los varones. Tenemos el caso bien reciente del equipo femenino noruego de handball, quienes luego de llevar un tiempo pidiendo el cambio de reglamentación, decidieron cambiar el bikini con el que las reglas esta blecen que se debe jugar por una vestimenta más cómo da, obteniendo como respuesta una sanción económica.
Practiqué gimnasia artística desde los cuatro años hasta los 16. Tres días a la semana, más de una hora por día, durante nueve meses al año. Además, un par de años entrenaba cuatro días a la semana, la misma cantidad de horas; tres días en mi club de siempre y el resto en otro club. Primero era gimnasia, después, todo lo demás. No iba a cumpleaños de amigxs y hasta a ve ces de familiares porque tenía que entrenar. No reniego de haberlo hecho porque amaba hacer gimnasia. Sigo amando el deporte ahora, nunca lo dejé de amar, pero ese amor se fue transformando y ahora es distinto. An tes me enojaba si alguien criticaba algo sobre el depor te, mi deporte, o sobre como entrenaba, la exigencia que conllevaba; ahora yo misma hago críticas a la manera sobre esto y el peso que tiene esa búsqueda de hacer todo perfecto. Pero, ¿que implica lograr esa perfección? Implica horas y horas de entrenamiento, repetición de ejercicios, paciencia para que maduraran, sacrificios y también lesiones. Es caerse y levantarse para ver si en la próxima sale, y si no, volver a repetir el proceso. La gimnasia, particularmente, es un deporte en el que muchas veces, lo único que importa es alcanzar la
Quiero recalcar que cuento este caso porque no es parte del pasado, estos hechos no ocurrieron en una época ni en una sociedad antigua en la que estas prác ticas se tomaban como habituales y entonces no se ha blaba del tema, sino que se dio a conocer hace menos de cinco años, frente a los ojos del mundo, por lo me nos, del mundo del deporte.
Budareto, Brisa Anahí IEV, Bahía BlancaBrisa entrenando en la playa
Creo que, en cualquier deporte, pero específica mente en la gimnasia, se tienen que rever las maneras de exigir y de llegar a los objetivos, y los medios que utilizan lxs entrenadorxs para que lxs atletas lleguen al objetivo más preciado, como lo son los juegos olímpi cos para muchxs. Como ejemplo, se me ocurre el caso de lxs entrenadores de la selección nacional de Esta dos Unidos de gimnasia artística, Béla y Martha Karolyi, quienes fueron lxs entrenadorxs de la gimnasta ruma na Nadia Comaneci, la primera en obtener una puntua ción perfecta -diez, en ese momento- durante los Jue gos Olímpicos de Montreal, en 1976. A partir de su éxito, arribaron a Estados Unidos en los años 80. Revolucionaron y transformaron el deporte en el país para siempre, pero hasta el 2018 no se supo todo lo que eso implicó. El matrimonio Karolyi concen traba a sus gimnastas en el llamado «Rancho Karolyi» de vez en cuando, para que las atletas «logren un mayor potencial y tengan la posibilidad de avanzar y estar más cerca de ser la próxima Nadia Comaneci», pero para eso, no solo estaban aisladas durante el tiempo que du raba la concentración y no podían comunicarse con sus familias, sino que también tenían que soportar faltas de respeto, entrenamientos extremos y hasta violencia física y verbal por parte de lxs entrenadorxs. Además, más de 300 gimnastas denunciaron haber sido abusa das sexualmente por el médico del seleccionado, bajo el pretexto de proporcionar tratamiento médico. Según el documental «Atleta A», todo esto no solo pasaba en esas concentraciones, sino también antes, durante y después de los entrenamientos tradiciones, en los gim nasios donde cada una de las gimnastas practicaba. La situación era conocida por la Federación de Gimnasia Estadounidense y, sin embargo, no tomaron ninguna medida hasta que la situación y las denuncias se hicie ron inmanejables y explotó en todos los medios.
Esa exigencia que el deporte hace que te pongas en cima, de alguna manera puede jugar en contra, ya que, si nos manejamos en la vida como en el deporte, nos podemos golpear contra miles de paredes. En mi caso, por ejemplo, desde que empecé la universidad estoy tratando de amigarme con los exámenes desaprobados -y con las notas que considero que no son suficientes-, con mis nervios y con mis altas expectativas. Cuando lo único que piensa unx deportistx es en que solo es buenx para ese deporte, y que es lo único que exis te en su vida y que sin esa actividad no es nada, es muy peligroso. Muchxs deportistas se han presentado con le siones o se han lesionado durante alguna competencia y siguieron, sin importar las consecuencias porque es «lo único que saben hacer bien». Tener que demostrar cons tantemente que pueden, a pesar de que el cuerpo les pida parar, habla también de cómo puede influir la mirada desde afuera, del fanáticx del deporte, por ejemplo, que incluso a veces exige más que lxs entrenadorxs.
PÁGINA VALDENSE I 9
perfección en cualquier aspecto, pero, spoiler alert: (casi) nunca se consigue. Es un deporte en el que, en competen cia, se sanciona hasta el más mínimo de los errores. Entrenaba en el club del barrio en donde vivo. Empe cé a ir porque iba una amiga de la cuadra y mi mamá me empezó a llevar. El salón en el que entrenaba es grandí simo, y me acuerdo que cuando empecé no tenía ni cielo raso, sí algunas pantallas pero que no alcanzaban para calefaccionar en invierno, a veces nos dolían los pies del frío. Siempre practiqué de manera amateur, nunca com petí y tampoco fue ese mi objetivo con el deporte, siem pre lo hice porque me gustaba, pero en algunos casos, parecía que entrenaba como si lo fuera a hacer. Nunca tomé a la gimnasia como un deporte individual, siempre entrenábamos como equipo con mis compañeras, y me llevé amistades hermosas de la actividad, todas y cada una con una relación distinta con el deporte. Hay personas que van y vienen, hacen mil deportes hasta aburrirse en cada uno, y prueban hasta encontrar algo que les guste. Eso nunca me pasó a mí. A los ocho años quise cambiar y empecé danza clásica, me aburrí y a los tres meses estaba de nuevo descalza haciendo medialunas en el club donde practiqué hasta los 16. La disciplina, la exigencia y la rutina de la actividad física me encantaba, pero creo que fue eso mismo lo que me llevó a no hacer nada más desde hace cinco años, a no comprometerme con otra actividad deportiva de nin guna manera, porque si algo me quedó, es que tenía que darlo todo y estar 100% comprometida con lo que hacía. Como durante estos últimos años mis objetivos principa les estuvieron en el ámbito académico, el deporte quedó en un segundo plano porque no iba a poder dar todo de mí. Igualmente seguí yendo a entrenar, pero no por obli gación, iba cuando quería y si no fuera por la pandemia quizás seguiría yendo algún que otro día.
Este caso fue muy conocido y lo nombro porque, con tal de obtener los mejores resultados en un juego olímpi co, decidieron no escuchar a sus gimnastas y obligarlas, de alguna manera, a acatar cualquier orden y realizar toda actividad, no importando cuan extrema fuera ni los daños psicológicos y/o físicos que pudiera causarles. Sis temáticamente se sometió a las atletas a prácticas atro ces, en las que nadie las cuidó ni las vio como personas, solo para proteger el producto y la supuesta perfección.

Aun así, «la época de la facultad fue la mejor de mi vida», me dijo con una sonrisa que no le entraba en la cara. «Fue donde más yo fui, podía decidir sobre mi Cataleya, una de las mascotas de Miriam
Relato de un encuentro PÁGINA VALDENSE I 10 “ “
Lxs ubico: San Benito, a pocos kilómetros de Pa raná. La misión era terminar el texto a tiempo para el cierre de la edición. Con el tiempo pisando mis talones, hice una lista mental de nombres posibles. El primero fue es la protagonista de este relato. Nuestra cita: un martes, después de las 15hs. Unos 20 minutos de viaje desde mi casa. Llego y gol peo las manos. Rosa, la perra más vieja de la familia, sale a recibirme. Su ladrido, el mejor timbre. Al ratito nomás, aparecen tres perrxs más y una gata que mira de lejos; después de eso, recién llega la dueña de casa: «la» Miriam. Se complican los protocolos cuando hay tantas ga nas de un abrazo. Me pasó con Miriam y Lari, su hija menor. Su patio tiene todos los matices del verde, plan tas por todos lados y un tabloncito lleno de cactus. Me dia hora del encuentro pasa sólo poniéndonos al día. De repente, aparece Cataleya, una zorrita rescatada por Esteban -el papá de Larisa- porque los perros del cam po donde trabaja habían matado a su mamá, la camada era recién nacida. Sólo Cata sobrevivió y ahora anda por toda la casa y el patio. Es curiosa, se acerca despa cito y con precaución, extiendo mi mano suavecito y me olfatea, y para mi sorpresa, me lame. Ojalá este texto le haga justicia, porque en realidad, es mucho más que eso. La Brito -como la conocemos en la comunidad de Paraná- creció en el campo, a poca distancia de la Igle sia Valdense de Colonia San Gustavo, hizo su escuela primaria en la 75 que está enfrente a la iglesia. Criada por sus abuelxs: la malenseñada de él, pero su abuela era más distante. Cuando llegó el tiempo de ir a la es cuela secundaria, se mudó a La Paz. Los primeros años, de lunes a viernes, vivió en la casa grande y antigua de Doña Regina de Classen, en una suerte de pensión; hasta que su abuela enfermó y se mudaron también. Entre la charla sale una persona que es especial para ella, Ní vea, su compañera de dormitorio durante el tiempo en casa de Doña Regina, y su tutora para el colegio: «es mi mamá postiza, además fue mi profesora en cuarto año y cuando terminé me entregó el diploma; y hace poco, para los 25 años, lo repetimos».
Le pregunté si le había costado mudarse sola a la ciudad con 12 años, enseguida me responde: «me adap to rápido, o eso creo. Cuando vine a Paraná fue lo mis mo, sólo tenía un planito para llegar de la terminal a la facultad, y de ahí a donde podía vivir. Tenía dos direc ciones y nada más en una ciudad grande donde nunca había estado». Se vino a Paraná con grandes sueños, decidida a estudiar Comunicación Social. Llegó a terminar la tecnicatura, pero se peleó con la academia. Aún no descifra bien si fue porque se mudó a San Benito y le quedaba más lejos la facultad, si fue porque ya tenía un hijo y una hija; pero lo que sí sabe es que se divorció con la teoría: «se chocaba con mi expe riencia de vida, con mi pobreza, con el hecho de que el esfuerzo no es garantía de que las cosas te salgan bien. Me enojé porque tenía que hablar de una teoría que no me describía en lo más mínimo». Miriam tuvo varios trabajos, todos precarizados; hasta que en el 2016 ins cribió su título de tecnicatura y empezó a dar clases.
Ahora sí. La presento como la conozco: la Miriam Brito: una mujer que ama a sus animales y las plantas, a la que nunca le van a faltar temas de conversación. Una mujer determinada, fuerte, luchadora, optimista y que va siempre para adelante.
Adaptarse y mirar siempre para ADELANTE

Y pude salir luego de terapia, medicación y compañía de alguien que había pasado por algo similar». Fue a la iglesia desde muy pequeña; la escuela bíbli ca y los picnics fueron espacios de lo más común para ella. El grupo de adolescentes de La Paz marcó su vida, de igual manera que los cuestionamientos que le hacían sus compañerxs en la facultad. «Eso te va fogueando, te hace meditar más sobre en que se basa tu fe, si realmen te existe o es sólo una costumbre a falta de otra mejor».
Supo correrse de todas las preguntas inquisidoras so bre su fe, no por escapar, sino porque sostiene que: «no se puede racionalizar, la fe la vivís o no la vivís, te pasa por el cuerpo o no, no hay imposición que valga». No se demora mucho en compartirme sus senti mientos encontrados con respecto a su comunidad de origen. Fue una época donde el mandato «de esto no se habla» estaba muy presente, sobre todo respecto a las preguntas que tenía sobre su padre. «Desde que me conozco con nariz me llovían preguntas y frases sobre mi origen: “vos no tenés apellido valdense”, “¿porque no tenés apellido valdense?”, “¿Quién es tu papá?”, “Ah, no tenés papá”. Durante toda mi vida fue una piedra en el zapato que lastima el pie». Sospecho que no sólo las timó y lastima su pie. Pero, también reconoce y valora que esa comunidad fue su almácigo, «la fe que tengo hoy, la empecé a vivenciar ahí». Es increíble las cosas que aprendemos cuando nos disponemos a escuchar atentamente, la charla con ella me reafirmó eso. Hablamos mucho sobre la fe y me im presionó la claridad de sus palabras: «no se me ocurriría culpar a Dios por cosas que son completamente humanas. Lo concibo como un Creador que te da la li bertad absoluta de elegir cómo vivir, que te enseña que las decisiones tienen consecuencias, algunas buenas y otras no tanto; pero te da todas las chances para el aprendizaje, sin castigo. Cuando escucho ese “si Dios quiere”, me pregunto ¿y por qué no va a querer si es algo bueno?, eso no depende de Dios, son las circuns tancias como humanos, la sociedad que generamos, lo que hace que pasen esas cosas. Siento que siempre es toy acompañada, sostenida, así de simple es mi relación con Dios». Incluso, me dice: «la fe cuando es vivencia da tiene que transformar algo, no por imposición sino porque es una fuerza que te atraviesa el cuerpo. En los peores momentos esa fuerza se hace más presente para que vos te aferres». La Brito tiene una historia difícil, aquí cuento sólo algunas cosas, e incluso quizás son muchas más las que se guarda para sí misma. Con el paso del tiempo fue construyendo su propia familia núcleo -con sus hijxs y dos nietxs-, esos vínculos que la vida se había empeña do en llenar de silencios y algunos mandatos. Creo que, después de todo lo charlado, si no digo que me impre siona y emociona la fuerza que tiene para adaptarse, para seguir disfrutando de las pequeñas cosas, para se guir confiando y teniendo la certeza que no está sola; seríaGraciastonto.
PÁGINA VALDENSE I 11 misma, hacer lo que me gustaba, divertirme, transgre dir; encontrarme con gente diferente, aprender a dis cernir y a Miriamdebatir».tienetres
hijxs: Agustina, Juan Cruz y La risa. Lxs dos primeros no fueron planificados, me con fiesa sonriendo. «No los planifiqué, pero son mi mayor logro y estoy muy orgullosa. Después de mis 30 quería volver a ser mamá, recién ahí sentí que estaba lista y tenía ganas. Y aparece Esteban, aparece Larisa; pero la estabilidad laboral que tanto quería no llegó y la eco nomía por el subsuelo. Fue una época dura, tuve depre sión postparto y luego de eso, varios pozos profundos.
Mirita. Historias como la tuya, son la invi tación continua y cotidiana para seguir tejiendo redes que nos acompañen. Daiana Genre Bert “ “ En Paraná tuvo una participación intermitente, hasta que hace unos años regresó. «Ahora soy parte de una comunidad donde me gusta estar, y donde las cosas que se hacen siento que se aproximan al modelo de vida de Jesús, pero inconsciente mente siempre sentí esa presencia y que no era fortuito», me dice.
Miriam junto a sus hijxs y sus nietxs

La creatividad es juego en pleno vuelo.
Y elijo entre todas las que aparecieron en mi men te la palabra «compartida» porque tiene que ver con el dar y recibir, con el disfrute, con la compañía… entre cuerpos distintos, cohabitando un mismo momento, en tiempo y espacio.
Cuerpo en movimiento Creatividad es libertad, es despojada de prejuicios, es niñez, es antenas, capta, transforma, devuelve en colores.
PÁGINA VALDENSE I 12 Conexiones Movimiento Juvenil Valdense | Año XXI |Agosto 2021| conexionesvaldense@gmail.com
Cuando pienso en Expresión Corporal aparece Mo vimiento – Sensopercepción – Escucha (desde el cuer po) y Registro – Tiempo y Espacio (propio y ajeno) –Comunicación (con uno y con el otro), Danza, que nace desde lo más profundo del Ser, desde las partículas cuasi invisibles que nos habitan, para despertarnos el cuerpo y transmitir a través del movimiento aquello que nos sucede.
Siento que la Expresión Corporal es una Danza Compartida, con uno mismo, con un otro diferente a mí y con aquellos que nos «miran».
Cuerpos como energías… energías como cuerpos, interconectados entre absolutamente cada uno de ellos en un mismo espacio compartido al que llamamos Uni verso, y quizás también, (¿por qué no?), a través del tiempo.
Esta unidad dual: cuerpo-ser se nutre de diversos estímulos que a veces están «allá afuera» y simplemen te los tomamos, y otras nos invaden, atraviesan, perforan.
Cada cual construye sus alas y se lanza al vacío. La creatividad nace con la primera pluma elegida para el armado de las mismas y se expande a medida que reco rremos libremente el cielo.
Abro mis ojos nuevamente y vuelvo a lo real (entre comillas), a lo tangible, entonces toco mi piel, contene dora de mi Ser que me separa de lo ajeno y me une al mismo tiempo. Me envuelve y protege y comunica con lo otro, con otros cuerpos. Mi cuerpo, yo. Yo-cuerpo.
Sentimos a través de este, nos alimentamos, traga mos, absorbemos, transpiramos, vemos, olemos, oímos, gustamos… pero: ¿quiénes? ¿Quiénes somos nosotros dentro del cuerpo? Él registra, reacciona, enferma, sana, expresa, anda…
Hablo de cuerpo, siento cuerpo e inevitablemente la imagen es finita, definida, viva o inerte, pero compacta.
Procesamos, asimilamos y moldeamos, para luego expulsar como palabra, sonido, mueca, mirada, suspi ro, movimiento. Desde la más insignificante forma de expresión hasta la más explícita; y entonces modifica mos ese otro cuerpo, y así, de esta forma cíclica, ligada y conjunta se mueve y transforma constantemente el cosmos, sus cuerpos y el mío.
Cierro los ojos y ahora todo se vuelve infinito: ini maginables cantidades de cuerpos, conocidos y no, in contables en sus tamaños y formas, a distintos tipos de distancias unos de otros.
Escrito de Antonela Chiussi en su blog «Poemas del Alma»

«La libertad individual es una abstracción, que ha dominado (y sigue dominando) a occidente durante mu cho tiempo. No podemos, en estas horas de pandemia, concebir a la libertad disociada de la solidaridad». Debemos detenernos a pensar para poder cuidar y cuidarnos.Alrespecto, me parece oportuno recordar aquí y ahora, palabras recientes del Papa Francisco en la Carta a los Movimientos Populares, 12 de abril de 2020.
La Situación en América Latina y El Caribe, lo hemos podido sintetizar en el trabajo que estamos realizando como Red Global de Religiones a favor de la niñez en AL (GNRC) América Latina y el Caribe se ha convertido en una de las zonas críticas de la pandemia. Algunos países de la región presentan las cifras más altas de casos en el mundo, en términos absolutos y per cápita1. La situación en la región resulta exacerbada por estructuras de pro tección social débiles, sistemas de salud fragmentados y profundas desigualdades (es una de las regiones más desiguales del mundo), todas condiciones pre-existentes a la pandemia, y que la propia pandemia ha incrementa do. Es indudable que no saldremos mejores. Las medidas de distanciamiento social y confina miento tomados para mitigar los efectos de la pandemia han generado una presión adicional para la mujeres, en muchos casos jefas de hogar y principales cuidadoras de NNA y adultos mayores, así como un incremento en la violencia intrafamiliar, el femicidio y otras formas de violencia sexual y de género. Es preocupante la situación de malnutrición y des nutrición a la que están expuestos por la disminución significativa del ingreso familiar.
Situación de la niñez
«A las periferias no llegan las soluciones del merca do y escasea la presencia protectora del Estado… (sin embargo, ustedes…) no se encierran en la queja: se arre mangan y siguen trabajando por sus familias, por sus ba rrios, por el bien común. Esta actitud de Ustedes ayuda, cuestiona y enseña mucho. Pienso en las personas, sobre todo mujeres, que multiplican el pan en los comedores comunitarios coci nando con dos cebollas y un paquete de arroz un delicio so guiso para cientos de niños…»
La pandemia en tierra de desigualdades.
El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el COVID-19 una pandemia mundial, debido a los alarmantes niveles de transmi sión, gravedad e inacción por parte de los Estados.
PÁGINA VALDENSE I 13
Aunque se dice que los niños, niñas y adolescentes (NNA) no son la población más expuesta al virus y por tanto no parecen ser un grupo prioritario para la mayo ría de los Estados, los efectos directos e indirectos de la pandemia en ellos y sus familias son múltiples, y tocan todas las dimensiones de su desarrollo. Además, ya se están viendo en nuestras latitudes y en modo creciente, casos severos, que antes se conside raban sujetos tan solo vehiculizadores de la enfermedad.
En consecuencia, aquellas familias que involucran NNA ven disminuidas sus dietas alimenticias y nutricionales. Las desigualdades se profundizaron y los NNA son los más perjudicados.
No solo hay más pobres sino que los pobres estruc turales son más pobres. Son millones de personas que trabajan en la economía informal y de allí obtienen re cursos para subsistir. Se estima que la pobreza y el desempleo incremen tará las tasas de trabajo infantil y tendrá un impacto en la capacidad de los Estados, sociedades y familias para ga rantizar de manera efectiva los derechos de las niñeces.
También hay un gran egocentrismo recargado que se amplifica, en un momento en que hay que adminis trar bienes escasos, por causa de la distribucion des igual del poder global y local, como hospitales, vacunas, camas y demás insumos sanitarios. Todo esto redunda asimismo en una distribucion injusta de la esperanza. Esta pandemia no solo pone al descubierto las mi serias materiales sino tambien las humanas, donde se ha disparado la inflación del egoísmo y la negacion de la realidad monstruosa de la pandemia. Necesitamos recuperar el imperativo pedagógico de la solidaridad. Debemos escuchar con toda atención a las niñeces, para que sepamos qué necesitan y qué nos quieren decir. Me gustaría recuperar una idea con la que el psi coanalista Massimo Recalcati nos advierte.
También la CEPAL ha hecho un llamado a que se establezca un «nuevo pacto social» que proteja a los derechos fundamentales de todas las personas, que asegure el bienestar universal, especialmente para los grupos mas vulnerados y que promueva la resistencia, la no vulnerabilidad y la fortaleza, es decir la resilien cia social y Tambiéneconómica.expresóel Papa Francisco: «Espero que los gobiernos comprendan que los paradigmas tecnocráti cos (sean esta-docéntricos, sean mercadocéntricos) no son suficientes para abordar esta crisis, ni los otros gran des problemas de la humanidad». Ante este escenario tan complejo resulta fundamen tal continuar haciendo esfuerzos para seguir adelante. Debemos continuar con la articulación entre organizacio nes sociales, iglesias y el Estado para acompañar a las fa milias en lo vincular, psicológico y espiritual, y en todo lo concerniente a la educación, alimentación y protección. Hay que arremangarse, rezar y hacer. Convencidos de aquello que nos dice el Premio Nobel de la Paz Adol fo Pérez Esquivel: «Hay que resistir en la esperanza y recordar siempre que nadie se salva solo». Ana De Medio Iglesia Evangélica Discipulos de Cristo Miembro del Comité Central del CMI 1Datos actualizados disponibles en https://paho-covid19-respon se-who.hub.arcgis.com/
Las restricciones a la movilidad impuestas, en al gunos lugares, para evitar la propagación del virus, ha obstaculizado la asistencia a los comedores escolares.
Conversatorio del CMI


El poder de resiliencia generado en el colectivo do cente en estos tiempos se vio, en mayor o menor gra do, en todos/as quienes estamos involucrados. Siendo conscientes de nuestras potencialidades y limitaciones pudimos sobreponernos a la situación, buscar ser crea tivos/as dentro de los recursos que disponíamos: dis positivos, conectividad, conocimientos del uso de los recursos tecnológicos, valernos del trabajo colaborati vo buscando aprender de lo que nos pudieran aportar nuestros colegas. Siempre, sin perder de vista la bande ra de buscar mantener el vínculo con nuestros alumnos y alumnas, incluso con quienes eran más difíciles de co municarnos, tuvimos que reinventar nuestras prácticas.
Uruguay tiene la ventaja de contar con una compu tadora por niño/a, gracias al Pan Ceibal, que se viene desarrollando desde el año 2007, pero es importante aclarar que muchos de los dispositivos, tanto tablet como computadoras, no siempre se encuentran en fun cionamiento; por lo tanto, esto está siendo una gran di ficultad. Muchas familias usan el teléfono para entrar a la plataforma CREA, y no siempre se pueden abrir las tareas y/o enviarlas para su posterior corrección. Sin dudas, los y las docentes en este tiempo asumi mos las dificultades como una oportunidad para seguir aprendiendo. Tomamos esta crisis como forma de ge nerar un cambio. Este tiempo de pandemia, marcará un antes y un después en lo que refiere al ámbito educativo. Habrá una generación que quedará con una huella bien marcada, ya que por más esfuerzo que hayamos hecho los/as docentes y las familias, en su mayoría no estába mos preparados para enfrentar tal situación. Esto pre ocupa, ya que vemos que se está generando una mayor brecha en cuanto a las desigualdades. Muchas familias cumplen con las tareas en forma regular pero un por centaje considerable no las cumple, ya sea por no tener conectividad, dispositivos rotos, y, en muchos casos, por falta de voluntad o interés. Es por esto que urge volver a la presencialidad. La escuela, es por excelencia la insti tución que más democratiza a la niñez y a la adolescen cia, generando igualdad de oportunidades.
Ser docente en tiempos de covid PÁGINA VALDENSE I 14 omunicándonosCFederación Femenina Evangélica Valdense
Cuando todo esto haya pasado, esperemos que todo lo que hemos aprendido, lo podamos continuar utilizan do en un sistema híbrido. Es decir, que todo lo que nos aporta la tecnología, lo podamos seguir aprovechando en el aula presencial. Para el niño y niña, quienes son na tivos digitales, es hora de continuar usándola como ele mento motivador en nuestras prácticas de enseñanza. La tecnología también nos aporta recursos que nos ayudan a considerar la diversidad dentro del grupo clase, permi tiendo al maestro/a planificar propuestas de acuerdo a las posibilidades de resolución de cada estudiante. Algo similar a lo antes expuesto se vive en nuestras comunidades de fe, ya que desde marzo de 2020 surge la pregunta, ¿cómo continuar con la escuela bíblica? Se decide mantener una comunicación semanal vía What sApp con las familias. Se envían textos escritos, audios, canciones, videos, pero siempre nos quedaba la duda, ¿llegarán a las niñas y a los niños estos mensajes? En tonces, comenzamos a agregar alguna propuesta para que realizaran algún dibujo, manualidad y que nos enviaran fotos. Esto, sin dudas, nos sirvió de estímulo para continuar. También se hizo algún encuentro por zoom, con buena participación por parte de los niños. Un año después surge la misma pregunta, y desdi mos esperar un tiempo siempre pensando en la posi bilidad del reencuentro presencial. En el mes de abril, mantuvimos contacto con las familias, ya que les pro pusimos hacer galletitas en sus hogares, para colaborar con una institución de la Iglesia. Y ante la imposibili dad de volver a los encuentros presenciales, volvimos a los mensajes por WhatsApp. Como reflexión final, en su tiempo el Maestro de maestros/as, también utilizó diferentes recursos para llevar su mensaje a cada uno de sus diferentes públi cos. Usó el diálogo, el debate, las preguntas como dispa radores para facilitar la reflexión, diferentes recursos literarios: comparación, parábolas, el trabajo en equi po, entre otros, pero siempre buscó el encuentro per sonal. Ese encuentro personal, tangible, el estar cara a cara con nuestros alumnos/as, el mirarnos a los ojos, el abrazo, el ayudarlo/a cada vez que lo pide, eso es lo que tanto extrañamos hoy. Daisy Geymonat Docente, comunidad de Cosmopolita


Para volver al estado de pureza, una vez terminado su período menstrual realizaban una serie de rituales y así podían volver a vivir en sociedad (volvían a ser mu jeres fuertes, fértiles, podían cumplir uno de sus roles fundamentales que era el de engendrar).
“Para que sane y viva” es el pedido que Jairo le hace a Jesús y está al inicio del relato, lo cual puede servirnos como unos lentes que nos ayuden a releer la narración de Marcos sobre estas dos historias de sanación entre lazadas. Que podamos nosotrxs también sanar y vivir, personal y colectivamente.
Sanar y vivir
En el Evangelio de Marcos, en el capítulo 5: 21-43, se narran dos historias entrelazadas, o como si una inte rrumpiese a la otra. Hay semejanzas entre ellas, están vin culadas en varios aspectos, siendo la enfermedad el más obvio. También hay diferencias entre las historias de vidas que se relatan, por ejemplo, por un lado la niña va a hablar el padre, Jairo, quien era una persona reconocida por ser el Jefe de la sinagoga y, por el otro lado, la mujer que era parte de la multitud y habla directamente con Jesús.
La niña y la mujer no eran aceptadas por el grupo social al que pertenecían, ambas se encontraban en un estado de impureza por padecer enfermedades, una estaba muriendo y la otra llevaba un largo tiempo bus cando sanarse. En las dos historias Jesús es el agente de cura, siendo destacada la cercanía, el estar en con tacto con las dos personas que necesitaban sanarse. Y lo interesante, además, es notar que en las dos situacio nes, la mujer y la niña participaron activamente de su sanación, sobre todo la mujer, ya que en todo el relato sus actitudes son valientes al romper con el mandato de impureza con el cual estaba sentenciada y, como le reconoce Jesús, su fe la salvó. Y la niña al sentir su mano sostenida y la voz de Jesús diciéndole “Talitá, cum”, se levantó y se puso a caminar, luego fue cuidada y fortale cida por su familia en el acto de alimentarla. Según el relato de Marcos, vemos que la salud y la enfermedad son parte de la vida y están atravesadas por el contexto histórico, social, cultural, religioso, eco nómico, político. Y todo esto se ve expresado en los vín culos que se establecen y también en los cuerpos, porque la vida es mirada y contada de forma integral. Así a lo largo de los versículos, vemos que los cuerpos están presentes, en el sentido de que son nombrados espe cialmente, son descriptas muchas situaciones donde se expresan movimientos corporales: “se echó a sus pies”, “ven a poner tus manos”, “mucha gente lo acompañaba apretujándose”, “le tocó la capa”, “temblando de miedo”, “se arrodilló delante de él”, “la tomó de la mano”, “se levantó y echó a andar”. Es decir, que no solamente se mencionan los cuerpos que sufren o están enfermos (o sanos, en contraposición), sino que se describen a distin tos cuerpos que se relacionan entre sí como parte de un entramado narrativo (y sociocultural), que nos brindan más información y nos permiten entender a la salud y la vida como lo dinámico que circula entre las personas.
PÁGINA VALDENSE I 15
A lo largo de la historia de la humanidad, la salud fue comprendida de muchas maneras, así como tam bién en cada lugar o cultura se encuentran formas es pecíficas de entenderla, de tratarla, como también de organizar la vida social en base a lo que es “lo saluda ble”. En este sentido los cuerpos son vistos desde esa mirada que estipula si alguien está enferma o no, y de allí se desencadenan todas las peripecias que esa per sona tendrá que atravesar, según sea el caso. Ya“ desde esa mirada diferente la propuesta de Je sús no es meramente sanar los cuerpos, sino también restituir los lazos sociales y afectivos que producen y reproducen la vida plena y abundante.
Tanto Jairo como la mujer son presentadas como personas que conocen a Jesús, tienen confianza en él y se le acercan en busca de la sanación que habilita a vivir (versículo 23: para que sane y viva y vs 28: tan sólo con tocar su capa, quedaré sana). Doce años tie ne la hija de Jairo que está muriendo y doce años lleva viviendo con hemorragia la mujer. En el contexto en el que ambas historias son vividas, las niñas al llegar a la edad de doce años ya podían ser “entregadas” en ma trimonio, es decir socio-culturalmente atravesaban un cambio de “status”, se las reconocía como mujeres. A la vez, en la tradición religiosa la Ley indicaba que las mu jeres durante su ciclo menstrual eran consideradas im puras, por ende no podían ser tocadas ni tocar a nadie porque esa persona también sería considerada impura.
“ Pero, si volvemos al relato de Mar cos, podemos notar que los cuerpos son descriptos primero como eran vistos en la sociedad, o se expresa lo que otros dicen de ellos (Jairo de su hija, los médicos de la mujer, la Ley en base a la impureza, los familiares de la niña), pero también se hace notar que Jesús lee esos cuerpos o situaciones desde otro lugar, comprende desde otra mirada lo que están sufriendo la mujer y la niña junto a su familia.
“
YaninaEquipoVignaEditor
Para mí que la ternura lo puede todo. Casi tanto como tu sonrisa. Cinwololo
Para mí que con la ternura se puede todo. Con la engrandecemosternuraelalma, la nuestra y la de quien recibe la caricia. Con la ternura rebotamos el odio, iba a decir combatirmos, pero para combartir hay que pelear, y hay cosas que no merecen batallas.

