UNA MIRADA CRISTIANA A LA REALIDAD ACTUAL
AÑO VIII Nº 125 NOVIEMBRE, 2019 Iglesias Evangélicas Valdenses de: COLONIA / COSMOPOLITA / ROSARIO / TARARIRAS / VALDENSE
Noviembre es tiempo de reservar
En Librería Morel de Colonia Valdense se puede ya hacer el pedido de «Lecturas Diarias» 2020. Es bueno hacerlo ya porque la importación tiene su complejidad. Una lectura bíblica y una reflexión para cada día del año. Editado por la Comisión de Lieratura de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, sus contenidos son aportados por miembros de varias iglesias protestantes y también referentes de la Iglesia Católica. Librería Morel Tel 4558 9372 098678595 libreriamorel@gmail.com
Reflexión bíblica «Perseverar es cambiar con coherencia» pág. 11 «La prensa protestante en América Latina» Una vocación que hace a la libertad y la convivencia pág 2 y 3
«Denme un punto de apoyo y les moveré el mundo» Un poco sobregirado de entusiasmo Arquímides de Siracusa se comprometió con la afirmación. Acababa de explicar el fenómeno de la palanca y sentía que podía multiplicar su fuerza hasta mover lo inmovible. Era un terremoto en el terreno de la física. Lo que nunca imaginó es que dos mil doscientos años después, su afirmación iba a ser mucho más sorprendentemente cierta. Habiendo encontrado el punto de apoyo, los arquitectos Virginia San Fratello y Rael Ronald le dieron un empujoncito a la necedad y al prejuicio que son más difíciles de mover que el mundo que creó un muro de hierro en más de tres mil kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos con el humano propósito de separar lo que Dios ha unido. De un lado la pobreza y la violencia que expulsan, del otro la riqueza y la violencia que rechazan. En ambos está la vida que sigue y sorprende porque es don de Dios y no capital que cotiza en el mercado. El asunto era encontrar el punto de apoyo. Los arquitectos lo descubrieron en el muro mismo y lo transformaron en el centro de un «sube y baja» al que equilibran un niño de cada lado. Un rato de juego y risas que son una guiñada a la desgracia, una inocente tomada de pelo al poder, a la injusticia y a la exclusión. De paso una ventanita de esperanza que permite soñar con que algún día vamos a aprender. Entonces guardaremos un pedacito del muro caído para recordar lo que fuimos.
Entre El Paso en Estados Unidos y Ciudad Juárez en México, los barrotes de metal de seis metros de altura están atravesados por varios toboganes. De un lado y del otro hay risas que suenan igual en inglés que en español y dicen lo mismo: « la vida puede más». Y sólo quien se vuelve como niño puede entrar en ella. En la edición de mayo 2019 de «Cuestión de Fe» el pastor Darío Barolín nos contaba su experiencia de celebración de la Santa Cena en ese mismo lugar. Fueron niños los que sin orden de liturgia ni permiso del gobierno atravesaron el muro con el pan. Y quien tenga oídos para oír que oiga. Es de los más nombrados hoy, vergonzoso e inmoralmente caro, pero lamentablemente no es el único muro. Estamos rodeados de muros construidos con prejuicios, discursos de odio, racismo, xenofobia. Y no están tan lejos ni son tan visibles. El desafío es encontrar el punto que los mueva. El pan de la Santa Cena burlando los barrotes es una señal fantástica. Cristo es el punto de apoyo con el que puede moverse el mundo. El Reino de Dios no tiene muros.
COMPARTIMOS ESTA EDICIÓN CON: Equipo de redacción: Presbiterio Colonia sur Diagramación: Ana Paula Negrín. Impresión: Imprenta Ferreira. Correo Electrónico: cuestiondefe@adinet.com.uy «Cuestión de fe» llega todos los meses gracias a la ofrenda de miembros y amigos. También le dejamos la invitación para que sume la suya por la cual le agradecemos como comunidad de lectores