PERÍODO QUE PRECEDE A LA PASIÓN – PRIMER DOMINGO (Septuagésima) I. APERTURA Preludio Saludo: Venimos de distintos lugares, alegrémonos en la presencia de Dios. La paz de Dios sea con todos/as nosotros/as: hagamos un espacio dentro nuestro para escuchar la Palabra. Ella traerá fruto “y serás como un jardín bien regado, como un manantial al que no le falta el agua”. Amén. (Isaías 58:11) Canto Salmo 72:23b-28 Oración: Oh, Dios, Tú nos sostienes y acompañas en nuestro camino. Eres nuestro fundamento, nuestra casa, nuestra meta. Tú nos donas cada bendición, eres fuente grande de alegría. Sentirnos bendecidos por ti nos llena de gratitud. De este modo, también en este culto, Tú nos preparas para amar, a compartir los dones recibidos, a ‘abrirnos’ a la entera humanidad. Amén. Canto Confesión de pecado: Escuchamos la voluntad de Dios. Estamos invitados/as a recibirla con humildad, sabemos que somos incapaces de escondernos frente a ella; nuestras contradicciones, nuestra fragilidad, el pecado en el que estamos ‘envueltos/as’. Dejemos que la propia Palabra de Dios nos juzgue y nos transforme. Cristo es nuestra paz. Él hizo de judíos y de no judíos un solo pueblo, destruyó el muro que los separaba y anuló en su propio cuerpo la enemistad que existía. Efesios 2: 14. (Confesión en silencio) Oración: Señor, te pedimos perdón por haber mirado con gesto de superioridad a las personas distintas a nosotros y nosotras. No permitas que nos sintamos propietarios/as de tu Gracia y que nos refiramos a ella como algo que nos pertenece sólo a nosotros y nosotras. Tú nos recuerdas que nuestra vida viene de ti, que el horizonte de esperanza en el cual nos movemos es un don de tu presencia. No permitas que alcemos barreras de exclusión, puesto que Tú no has excluido a ninguna persona. Recuérdanos, cada día, el gran don de tu presencia en nuestra vida y que, en la gratitud, la compartamos con otros y otras. Amén. Canto Anuncio del perdón: Cristo vino a traer buenas noticias de paz a todos, tanto a ustedes que estaban lejos de Dios como a los que estaban cerca. Pues por medio de Cristo, los unos y los otros podemos acercarnos al Padre por un mismo Espíritu. Efesios 2:17-18. A través de Cristo, tenemos acceso al amor de Dios: así, nuestra existencia reconciliada se vuelve expresión de aquel amor que nos recibe y nos abre las puertas. Canto II. LITURGIA DE LA PALABRA Oración: Ahora, Señor, abre nuestros corazones, nuestras mentes, nuestros cuerpos a tu Palabra. Que ella sea para nosotros y nosotras el fuego que nos calienta y nos alegra, luz que nos hace atentos y sensibles, alimento que nos da vitalidad y entusiasmo. Escúchanos, en el nombre de Jesús, tu justicia y tu sabiduría. Amén. Lectura bíblica (Escuchamos la Palabra de Dios, leyendo (sigue la indicación del texto) (Luego de la lectura): Oh, Dios, santifícanos en la verdad: tu Palabra es esa verdad. Interludio