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Epílogo Arturo Eduardo Becerra Mariscal Jefe del Centro de Innovación Educativa Universidad Panamericana, Campus México
Una mirada hacia el futuro Al revisar el trabajo desarrollado por el Centro de Innovación Educativa en materia de investigación, puedo ver claramente el gran esfuerzo y dedicación puestos por parte de todos. Cuando hablo de todos, me refiero a los profesores, a los alumnos, al equipo del CIE, a los distintos departamentos y a los directivos y equipo académico de las escuelas y facultades quienes estuvieron involucrados en este proceso. Desde la creación del Centro de Innovación Educativa en el 2010 y el inicio de sus operaciones en el 2011, la Universidad Panamericana entendió la importancia de tener un espacio abierto, flexible y, sobre todo, de apoyo para impulsar la innovación educativa. Este proyecto, cuya misión es “potenciar el talento docente innovando ambientes de aprendizaje”, ha visto a lo largo de los años la transformación de la educación y cómo han ido cambiando las generaciones de alumnos. Desde nuevas metodologías de enseñanza hasta creativas implementaciones didácticas, el camino que hemos recorrido juntos ha sido largo mas no ha terminado. Cada vez que una década cierra, es momento de reflexionar sobre el futuro y lo que queremos lograr en los próximos años. El panorama, es sin embargo, incierto y muy retador. No solamente hemos experimentado una pandemia mundial que ha cambiado drásticamente a la población, sino que esta contingencia ha hecho
cambios disruptivos en el proceso de enseñanza y aprendizaje en todos los niveles educativos. La tecnología está cada vez más presente y se están desarrollando inteligencias artificiales que muy probablemente ocupen muchos puestos de trabajo. Las universidades constantemente cobran mayor conciencia de estos desafíos del futuro y del reto que implica preparar a los estudiantes para estos cambios. De acuerdo con el Foro Económico Mundial, el 65% de los alumnos que están estudiando actualmente, estarán trabajando en empleos que aún no existen. ¿Cómo blindar a los alumnos a prueba de robots? Como lo propone el Dr. Joseph E. Aoun, presidente de la Universidad de Northeastern y escritor del libro Robot-Proof: Higher Education in the Age of Artificial Intelligence (MIT Press, 2017), las universidades deben enfocarse en un nuevo marco de referencia llamado “humanics”, el cual se enfoca en el desarrollo y estudio de las siguientes tres áreas: tecnológica, inteligencia de datos y humanidades. A pesar de que muchos alumnos ya son nativos digitales –especialmente la generación Z (nacidos entre 1994 y 2010) y Alfa (nacidos entre 2010 y 2025)– no necesariamente significa que entienden cómo funciona la tecnología, la programación o los elementos para interactuar con las máquinas. En el futuro aprender a programar y codificar será tan importante como lo es ahora tener una segunda lengua. Sin importar