Integridad Académica año 7 no. 13. Desnormalizar la trampa académica con integridad by Centro de Profesores Talent

Revista semestral - diciembre 2023

El reto de desnormalizar la trampa desde la formación universitaria pág. 08

Voces de la integridad académica: Combatiendo la trampa al “Atreverse a pensar” pág. 12

13 AÑO 7 / NÚM 13

“Saber para servir”, un lema que promueve la integridad académica pág. 24

Desnormalizar la trampa académica con integridad

CONSEJO EDITORIAL María del Carmen García Higuera, Mónica López Bátiz, Universidad Panamericana campus Ciudad de México; María Alejandra Calderón Swain, Universidad Panamericana, campus Guadalajara; Gonzalo Pizarro Puccio y Cecilia Arce Maillard, Pontificia Universidad Católica de Chile; Luz Herlinda Godina Silva, Adriana Lizeth Barberena Cerda, Universidad de Monterrey; Pablo Ayala Enríquez y Daniela Gallego Salazar, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey; Isabel Barreneche Giraldo, Universidad EAFIT; Alessandra Vanessa Batres Hernández de Martínez, Universidad del Istmo; Jorge Francisco Hernández Saldivar, Universidad Tecmilenio y Stephanie Goldberg, Turnitin.

Edición Armando Alemán Juárez aalemanj@up.edu.mx Diseño Christopher René Bautista Sánchez Centro de Profesores Talent mx_talent@up.edu.mx https://talent.up.edu.mx Integridad Académica diciembre 2023 / Año 7 / Número 13

Esta revista es un esfuerzo conjunto de la Universidad Panamericana en alianza con las siguientes universidades:

Universidad Panamericana Jerez 10 Col. Insurgentes Mixcoac 03920. Del. Benito Juárez, CDMX Créditos de recursos gráficos: Freepik.com

INTEGRIDAD ACADÉMICA, año 7, número 13, es una publicación semestral diciembre 2023 editada por CENTROS CULTURALES DE MÉXICO, A.C. (propietaria de la Universidad Panamericana), con domicilio en calle Jerez No. 10 Col. Insurgentes Mixcoac, Delegación Benito Juárez, Ciudad de México, C.P. 03920, Tel. (55) 54 82 16 00. Editor responsable María del Carmen García Higuera, Reserva de Derechos al Uso Exclusivo 04-2017-121117154000-203, ISSN 2594-0236, ambos otorgados por el Instituto Nacional de Derechos de Autor. Responsable de la última actualización de éste Número, María del Carmen García Higuera. INTEGRIDAD ACADÉMICA. Copyright 2022© Todos los derechos reservados. El contenido de la presente publicación no puede ser reproducido, ni transmitido por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética, ni registrado por ningún sistema de recuperación de información, en ninguna forma y por ningún medio, sin la previa autorización por escrito de CENTROS CULTURALES DE MÉXICO, A.C. CENTROS CULTURALES DE MÉXICO, A.C. no tendrá responsabilidad alguna por las lesiones y/o daños sobre personas o bienes que sean el resultado de presuntas declaraciones difamatorias, violaciones de derechos de propiedad intelectual, industrial o privacidad, ni responsabilidad por producto de negligencia. Tampoco asumirán responsabilidad alguna por la aplicación o utilización de los métodos, productos, instrucciones o ideas descritos en el presente material, seguir los consejos y/o recomendaciones, incluidos en ellos es responsabilidad de quien lo hace y de quien lo recomienda. Todas las ideas expresadas en los artículos incluidos en esta publicación, son de cada autor. CENTROS CULTURALES DE MÉXICO, A.C. y el comité editorial no asumen responsabilidad alguna sobre las ideas expresadas en los artículos publicados, toda vez que estos no necesariamente expresan la ideología, opinión ni la interpretación de CENTROS CULTURALES DE MÉXICO, A.C., de sus Directivos, empleados, ni del equipo que dirige esta publicación. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de CENTROS CULTURALES DE MÉXICO, A.C.

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DESNORMALIZAR LA TRAMPA ACADÉMICA CON INTEGRIDAD

EDITORIAL

niciamos este número rindiendo homenaje a Elmi Salazar Báez, quien colaboró durante muchos años con el Centro de Integridad de la Universidad de Monterrey. Elmi fue una pieza clave en el fomento de una cultura de integridad académica en la UDEM y también contribuyó a la creación de lo que actualmente es el Congreso de Integridad Académica, un evento anual en esta universidad. Recordamos a Elmi con mucho cariño y destacamos su ejemplo como alguien que dejó una huella imborrable en los corazones de los demás. A través de la explicación de tres mentalidades: "el vivo," "el rebelde" y "el arrogante", Daniela Gallego muestra en el siguiente artículo cómo la trampa académica trasciende el ámbito educativo al normalizar la evasión de normas en sociedades competitivas, jerárquicas y desiguales. Su texto ofrece un breve recorrido sobre el significado de la trampa académica en América Latina, señalando su creciente prevalencia a nivel regional, agravada especialmente por el entorno digital y la cultura del desacato. En el tercer texto, a través de entrevistas realizadas por el Centro de Integridad de la Universidad EAFIT, Nathalia Franco Pérez, Santiago Sosa Noreña y Silvia Granados Ibarra comparten sus experiencias y aprendizajes relacionados con la creación de "Atreverse a Pensar", una iniciativa destinada a fomentar la originalidad y el pensamiento crítico entre los estudiantes de la EAFIT. El proyecto surgió como respuesta a las preocupaciones sobre el aumento de la trampa académica en el contexto colombiano. En esta edición de la revista, nos hemos enfocado también en recomendar cómo contrarrestar la trampa académica. Por ejemplo, la Pontificia Universidad Católica de Chile presenta una infografía con cuatro puntos sobre la importancia de mantener prácticas académicas íntegras en la universidad, como el fortalecimiento del aprendizaje. Además, Turnitin elaboró una infografía que explica los tipos de trabajos no originales y cómo desarrollar un proceso de escritura basado en el pensamiento original. En el siguiente texto, Jorge Francisco Hernández aborda el reciente incremento de prácticas académicamente deshonestas entre los estudiantes, proponiendo diversos enfoques teóricos para comprender este fenómeno. Entre estos enfoques se incluyen la teoría de la atribución, la orientación a la maestría, la teoría socio-cognitiva y la autodeterminación. Estas perspectivas subrayan la importancia de cultivar la motivación intrínseca, promover la confianza en las habilidades de los estudiantes y establecer un entorno de integridad académica como medios para prevenir la trampa. Finalmente, bajo el lema “Saber para servir”, que promueve la integridad académica, Alessandra Vanessa Batres lleva a cabo una entrevista con Linda Paz-Quezada, profesora de la Universidad del Istmo en Guatemala. En esta entrevista, Linda explica cómo la misión de su universidad, 'Saber para servir', se vincula con el fomento de la integridad académica. Además, la profesora destaca la relación entre la integridad académica y la ética, argumentando que ambos conceptos se entrelazan porque tienen que ver con saber elegir lo correcto.

Armando Alemán Juárez

Integridad académica

CONTENIDO

IN MEMORIAM: ELMI SALAZAR BÁEZ

EL RETO DE DESNORMALIZAR LA TRAMPA DESDE LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA

¿Por qué es importante mantener prácticas académicas íntegras? 4

VOCES DE LA INTEGRIDAD ACADÉMICA: COMBATIENDO LA TRAMPA AL “ATREVERSE A PENSAR”

RETROALIMENTACIÓN EFECTIVA: 5 CONSEJOS PARA IMPLEMENTAR EXISTOSAMENTE EN TU INSTITUCIÓN El pensamiento original a lo largo del proceso de escritura

P R O C S E Guarda copias de cada paso del proceso con el objetivo de crear un registro para los instructores. Esto les ayudará a facilitar conversaciones respetuosas sobre el trabajo.

Redacción

Antes de escribir

Revisa los textos relevantes

tu trabajo

Toma notas para consultarlas más tarde

Decide qué herramienta se usará: Papel o digital

Organiza las ideas

Cita tus fuentes

para lograr impactar a la audiencia

durante las fases

Usa un mapa conceptual o un esquema para organizar tus ideas

Lleva un registro de los textos, debates, notas y fuentes utilizadas, incluyendo recursos obtenidos con

y redacción

Elabora un primer borrador a partir de tus ideas

Utiliza tus notas para completar detalles y apoyar los argumentos de tu tesis

Revisión y Edición

Selecciona el tiempo

Observa tu trabajo

necesario para la revisión

y refuerza con una

Aprovecha la revisión entre pares o asesorías con tus profesores

Revisa el borrador hasta que cumpla con los requerimientos del ejercicio

Reforzamos nuestro aprendizaje y la formación se enriquece. Determina qué tipo de formato o entrega se adapta mejor al ejercicio

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Crea una estructura formal o informal

Edita tus citas en el texto a medida que redactas

Crea una página de trabajos citados a partir de este registro

Desarrolla tus ideas para crear un primer borrador

Utiliza herramientas como PeerMark o Draft Coach para proporcionar comentarios* Programa tiempo de apoyo con un tutor o en el centro de escritura

Utiliza Draft Coach para dar formato a las citas*.

EL PENSAMIENTO ORIGINAL A LO *Esta función debe ser habilitada por los instructores.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE MANTENER PRÁCTICAS ACADÉMICAS ÍNTEGRAS?

Para explorar más ideas acerca de la integridad académica en la Era de la IA, visita

Visualiza tu progreso comparando varios borradores, ya sea en papel o en formato electrónico Envía varios borradores en Turnitin Feedback Studio* revisiones realizadas: ¿Por qué crees que eran necesarias? ¿Cómo mejoraron tu trabajo?

www.turnitin.com/es/soluciones/escritura-con-ia

Integridad académica en la era de la IA | El pensamiento original a lo largo del proceso de escritura

LARGO DEL PROCESO DE ESCRITURA

Lo que decimos y hacemos tiene mayor validez, demostrando mayor competencia. Fortalecemos nuestra capacidad de creación e innovación. EVITANDO TRAMPAS EN EL APRENDIZAJE. LA HERENCIA DE LA PANDEMIA GLOBAL

Nos identificamos como buenos

“SABER PARA SERVIR”, UN LEMA QUE PROMUEVE LA INTEGRIDAD ACADÉMICA

HO “ NES TI DAD

DESNORMALIZAR LA TRAMPA ACADÉMICA CON INTEGRIDAD

Ningún legado es tan rico como la honestidad

“

- William Shakespeare

Integridad académica

In memoriam:

ELMI SALAZAR BÁEZ (18 de septiembre del 1969 - 22 de mayo del 2023) 6

Foto: Elmi Salazar, Jason Stephens y Adriana Lizeth Barberena en una de las ediciones del Congreso de Integridad Académica de la UDEM, en Monterrey.

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Foto: Adri y Elmi

uando una persona extraordinaria como Elmi Salazar parte de este plano, un sinfín de fibras sensibles se mueven en todos aquellos que tuvimos la bendición de ser tocados por su vida. Entre todas ellas, el sentimiento más profundo y pleno es la gratitud. Gracias a la profesionista, a la compañera y, especialmente, a la amiga por las experiencias compartidas, los consejos y el ejemplo. Gracias por la sonrisa incansable, el cariño, los abrazos; por estar siempre presente. Querida Elmi, sabemos que nos acompañas. Te quedas con nosotros para siempre y, estando así presente, seguirás irradiando tu alegría, energía y esencia. Te hemos sentido y te recordamos especialmente en aquellos momentos en los que tendrías la palabra perfecta y llevarías a cabo la acción correcta.

Fomentar la integridad académica fue uno de los motores en tu vida; esa finalidad se constata en todas las iniciativas que llevaste a cabo como colaboradora de la Universidad de Monterrey (UDEM). Entre los esfuerzos que hiciste, destacamos tu trabajo impecable en el impulso del Congreso de Integridad Académica de la UDEM, así como de la Red Latinoamericana de Integridad Académica. ¡Gracias por ser pionera y por abrir caminos! Ahora nos toca tomar la estafeta y recorrer el siguiente trayecto, inspirados en tu memoria y legado. Afrontamos esta tarea con el cariño y entrega que siempre te caracterizaron, seguros de que este legado seguirá tocando corazones y fortaleciendo la cultura de integridad académica que contribuya a una mejor sociedad. ¡Hasta siempre, querida Elmi!

gracias Red Latinoamericana de Integridad Académica

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EL RETO DE DESNORMALIZAR LA TRAMPA DESDE LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA Daniela Gallego Salazar1 daniela.gallego@tec.mx

a trampa académica es un fenómeno que no es nuevo. En México, desde hace algunos años, han salido a la luz diversos casos sobre deshonestidad académica protagonizados por políticos, funcionarios públicos y directores institucionales. Estos son sólo algunos de los numerosos incidentes en todo el mundo en los que se utiliza la trampa académica como medio para acceder al prestigio social y a los beneficios asociados a las credenciales institucionales o a la educación superior. En muchos casos, en lugar de enfocarse en la formación, la prioridad e interés se centran en la obtención de títulos debido a su valor en el mercado laboral, su reputación y el acceso que pueden proporcionar a la movilidad social. Bajo esta perspectiva instrumentalista de la educación, la trampa académica se ha convertido en los últimos años en un desafío signficativo tanto para las universidades a nivel global como para las instituciones educativas regionales, como las latinoamericanas. Hace algunos años, a nivel global, la incorporación de la tecnología en el ámbito educativo abrió nuevas posibilidades para cometer trampa (Levine y Pazdernik, 2018) y, más aún, la pandemia por COVID-19 contribuyó a impulsar un entorno digital en el cual, en muchos casos, resulta más fácil para un estudiante incurrir en faltas de integridad académica (Amzalag, Shapira y Dolev, 2022).

"...la trampa académica se ha convertido en los últimos años en un desafío signficativo tanto para las universidades a nivel global como para las instituciones educativas regionales, como las latinoamericanas." El creciente número de formas novedosas para hacer trampa, gracias a la tecnología, también podría estar habituando este tipo de acciones deshonestas a las culturas de los países. El fácil acceso a la información digital ha modificado, en muchos casos, los usos y costumbres en lo relativo a la autoría y a la producción del conocimiento, generando una percepción del saber como propiedad colectiva2. Este enfoque puede contribuir a socavar el respeto por los derechos de autor y debilitar la idea del aprendizaje como una cuestión vinculada al esfuerzo, compromiso y responsabilidad individual. A esta situación se suma el hecho de que en sociedades competitivas, jerárquicas, altamente desiguales y orientadas al logro de objetivos en el corto plazo, es común que la gente perciba la trampa, la mentira y el engaño como estrategias preventivas contra el riesgo de la movilidad social descendente o como alternativas válidas para el logro de objetivos personales, reconocimiento y

1. Dirección de Gestión Ética. Vicepresidencia de Inclusión, Impacto Social y Sostenibilidad en el Tecnológico de Monterrey, Monterrey, Nuevo León. 2. Nota del editor: Es importante señalar que la frase: “percepción del saber como propiedad colectiva” no se opone a lo que propone la UNESCO (2022) en relación a la ciencia como un derecho humano y al libre acceso al conocimiento. Más bien, lo que la autora enfatiza es que muchas personas, quizás debido al mundo digitalizado y al fácil acceso a cantidades masivas de información, perciben la autoría del conocimiento, su adquisición y su distribución de manera diferente a como se entendía tradicionalmente la propiedad intelectual.

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prestigio social. Este fenómeno cultural en parte explica la relación entre las violaciones a la integridad académica y el rompimiento de las normas sociales (García-Villegas, Franco-Pérez y Cortés-Arbeláez, 2016). Entre los significados de la palabra trampa que recoge el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (2023), se encuentran: “a) Contravención disimulada a una ley, convenio o regla, o manera de eludirla, con miras al provecho propio; b) Infracción maliciosa de las reglas de un juego o de una competición; y c) Ardid para burlar o perjudicar a alguien". En la primera definición, la RAE describe a la trampa como el incumplimiento de las normas, orientada a la búsqueda del propio interés. La segunda y la tercera acepción se relacionan más con la mala voluntad. En este escrito me enfoco en la primera de las definiciones; es decir, en aquella en donde se explica a la trampa como el incumplimiento de normas o acuerdos en favor del interés personal. Lamentablemente, este comportamiento es bastante frecuente en muchas de las sociedades latinoamericanas, así lo reflejan los resultados del Índice de Transparencia Internacional sobre la Corrupción (2021), según los cuales solamente Uruguay (73), Chile (67) y Costa Rica (58), están por encima de los 50 puntos en materia de corrupción, siendo 100 corrupción nula y cero, corrupción rampante. El resto de los países ostentan puntuaciones sumamente bajas, entre los cuales se encuentran Colombia (39), Perú (36), México (31), Nicaragua (20) y Venezuela al final con 14. La corrupción es sin duda un fenómeno multicausal con raíces institucionales, culturales económicas y

"... Lamentablemente, este comportamiento es bastante frecuente en muchas de las sociedades latinoamericanas ...". sociales (Gault y Salas, 2019), que parece agravarse en sociedades desiguales, jerárquicas, competitivas y con instituciones frágiles, y puede ser más difícil luchar contra ella, particularmente cuando los ciudadanos de un país la conciben como una vía legítima para conseguir metas personales. En su libro “Normas de Papel. La cultura del incumplimiento de reglas”, Villegas (2013) explica que la trampa es uno de los problemas culturales que enfrentan las sociedades latinoamericanas en su lucha contra la corrupción. Refraneros populares como: “El que no transa no avanza”, “Se acata pero no se cumple”, “Hecha la ley, hecha la trampa”, “Manda quien puede, obedece quien quiere” y “Para mis enemigos la ley, para mis amigos todo”, reflejan una cultura del desacato inspirada en una pretendida astucia o viveza que caracteriza a una gran parte de la ciudadanía de esta región e incluso a muchos de sus mandatarios, quienes en no pocas ocasiones se conciben como mejores o por encima de la ley. Villegas (2013) se cuestiona por las raíces culturales de esta actitud proclive al desacato y a la trampa, que dificulta la capacidad para coordinar la acción, establecer acuerdos y cumplirlos. En su análisis, el autor destaca tres mentalidades o actitudes que tienden a legitimar la evasión de la ley en favor del interés propio. Dichas mentalidades son la del vivo, el rebelde y el arrogante.

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El vivo es aquel personaje incumplidor más frecuente en América Latina; se trata de alguien que esencialmente se mueve en función de sus intereses personales, “acomoda los medios a los fines, para que le sirvan lo mejor posible, sin importar ningún código moral o la ley”. (Villegas, 2013, p. 241). Para el vivo, la sociedad es una aventura en donde todos compiten y es necesario salir adelante, cueste lo que cueste, de modo que lo importante es triunfar sin importar cómo. En función de estos principios, el vivo criollo realiza acciones como saltarse la fila para que lo atiendan primero; no declarar ingresos para no pagar impuestos u ofrecer dinero a un policía cuando comete una infracción de tránsito. El castigo, las multas o la cárcel son percibidos como una fatalidad y no como el resultado lógico de una acción indebida. El rebelde, por su parte, es un personaje indómito, que concibe a la libertad como ausencia de obligación ante la ley y las instituciones por considerarlas el fruto de una autoridad injusta o ilegítima. Se trata de un figura frecuente en las distintas narrativas históricas latinoamericanas, “… los gauchos en Argentina, charros en México, llaneros en Venezuela, bandoleros en Brasil…” (Villegas, 2013, p. 246); todos se caracterizan por desconfiar de la ley y del orden estatal, que suele considerarse fuente de opresión. Este carácter se refleja en las acciones de los conductores que se niegan a obedecer las normas del tránsito, en los vendedores ambulantes que se enfrentan a la policía o venden productos prohibidos y en frases tan conocidas como la de la famosa ranchera: “Con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley”. La virtud, para el rebelde, está en la resistencia ante un orden del que se siente excluido. El arrogante es la mentalidad de quienes consideran que están por encima de la ley. Esta actitud surge de la premisa de que no todas las personas son iguales, de que “hay niveles” o una jerarquía social, fundada en el linaje familiar, las creencias religiosas o el estatus. Se trata de una actitud aristocrática heredada de la sociedad colonial y sus estamentos, donde antes de la norma estaban los derechos ligados a la sangre, las creencias o la posición social (Rodríguez-Jiménez, 2008). Esta figura incumple o evade la ley en nombre de su cargo o status; así, aparca en sitios prohibidos, no paga multas, consigue empleos bien remunerados para sus familiares y amigos, sin respetar la competencia justa, y, en general, siente que tiene derecho a pasar primero que los demás. La idea de fondo es que es válido hacer uso del poder o de la autoridad dada la posición social que se tiene.

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Estas tres mentalidades legitiman y normalizan la cultura del desacato disimulado y de la búsqueda del interés personal a costa de lo que sea. La trampa y el engaño, institucionalizados, generan un daño social relevante, en tanto que instauran el mecanismo de la instrumentalización de las personas como acción habitual, sin cuestionarse por las consecuencias. A decir del engaño, Bok (2010) explica que es una forma de coaccionar a la gente para que actúe en contra de su voluntad o para que haga cosas que de otro modo no haría. El engaño le otorga poder al engañador, le permite que una situación se vuelva falsa, insegura o incierta, con lo cual altera las acciones vitales del engañado. Suele pensarse la trampa y el engaño como algo trivial, pero cuando este tipo de prácticas se convierte en algo habitual, los efectos pueden ser tremendos en cuanto a la capacidad de interrelación de los seres humanos. Un ejemplo es la cantidad de energía y tiempo que una persona invierte cuando necesita averiguar si lo que dice o hace otro es una verdadero o falso. De la normalización de la trampa académica se deriva una incapacidad colectiva para preocuparse por el bien común. En muchos contextos educativos latinoamericanos, los estudiantes suelen considerar ingenuos a aquellos que cumplen con las reglas escolares, y a los que buscan su propio beneficio como personas inteligentes. Bajo esta perspectiva, las normas, las instituciones educativas e incluso el Estado son percibidos como obstáculos para la realización de objetivos individuales o simplemente como servicios dirigidos a una sola persona. Quizá la prueba más fehaciente de que las mentalidades incumplidoras que legitiman la trampa están en el error, es el propio estado en el que se encuentran muchas de las sociedades latinoamericanas; la fragilidad de sus democracias, registrada en el Democracy Index 2021 (Economist Intelligence, 2022), el deterioro del respeto a los derechos humanos, la desigualdad rampante y la dificultad para coordinar proyectos colectivos que permitan solventar los urgentes problemas comunes. El análisis anterior subraya la urgente necesidad de eliminar la creencia de que la trampa académica es una vía legítima para el desarrollo de metas personales de los estudiantes. No lo es; la trampa corroe la confianza y profundiza la desigualdad, haciendo de la convivencia colectiva un proyecto inviable. La vida se despliega siempre en sociedad y la sociedad es un sistema de cooperación que solo funciona adecuadamente si se acuerdan y aplican reglas justas que promocionen y respeten

la dignidad de todas las personas. Por estas razones, educar en integridad se convierte en una finalidad fundamental de la universidad, ya no como algo implícito en el proceso formativo de los estudiantes, sino como una intencionalidad explícita pensada y diseñada desde el currículo (Bertram, 2008). Es urgente que los futuros profesionales que ocuparán las instituciones públicas y privadas de los países latinoamericanos gocen de conciencia ética, de capacidad para tomar decisiones con responsabilidad y justicia en situaciones difíciles, que sean intolerantes frente a los ardides del engaño, la trampa y los privilegios, y que se comprometan con la vivencia de la integridad en su ejercicio profesional.

REFERENCIAS Amzalag, M., Shapira, N. y Dolev, N. (2022). Two Sides of the Coin: Lack of Academic Integrity in Exams During the Corona Pandemic, Students' and Lecturers' Perceptions. Journal of Academic Ethics, 20, 243–263. Bertram, T. (2008). Academic Integrity in the Twenty First Century. A Teaching and Learning Imperative. San Francisco: ASHE Higher Education Report, 33(5). Bok, S. (2010). Mentir. La elección moral en la vida pública y privada. Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Autónoma de México. Fondo de Cultura Económica. Economist Intelligence. (2022). Democracy Index: the China challenge. https://www.eiu.com/n/campaigns/democracyindex-2022/ García-Villegas, M., Franco-Pérez, N. y Cortés-Arbeláez, A. (2016). Perspectives on Academic Integrity in Colombia and Latin America. En T. Bretag (Ed.), Handbook of Academic Integrity. Springer Gault, D. A. y Salas, M. F. C. (Eds.). (2019). La resbaladilla de la corrupción: Estudios sobre los procesos sociales y organizacionales de la corrupción colusiva en el sector público. CIDE. Levine, J. y Pazdernik, V. (2018). Evaluation of a four-prong antiplagiarism program and the incidence of plagiarism: a fiveyear retrospective study. Assessment & Evaluation in Higher Education, 43(7), 1094-1105. Real Academica Española (2023). Trampa. En Diccionario de la Lengua Española (23ª ed.). Consultado el 07 de agosto de 2022. Rodríguez-Jiménez, P. (2008). Sangre y mestizaje en la América Hispánica. Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura, (35), 279–310. Transparency International. (2021). Corruption Perceptions Index. https://bit.ly/3pnsA0x UNESCO. (2022). El derecho a la ciencia. UNESCO. Villegas, M. (2013). Normas de papel. La cultura del incumplimiento de reglas. Siglo del Hombre.

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VOCES DE LA INTEGRIDAD ACADÉMICA: COMBATIENDO LA TRAMPA AL “ATREVERSE A PENSAR” Centro de Integridad, Universidad EAFIT¡

E 12

n este número, el tema para “Voces de la integridad académica” hace referencia a la valentía de ser íntegro en la universidad y de pensar por uno mismo. El Centro de Integridad de la Universidad EAFIT, en Colombia, realizó tres entrevistas a personas que participaron en “Atreverse a pensar”, una iniciativa que comenzó en el 2011 y se extendió hasta el 2015, que impulsó Nathalia Franco Pérez3 y que fue el proyecto catalizador para la creación del Centro de Integridad en la EAFIT. A partir de una conversación guiada, Nathalia comparte en la primera sección de este apartado su experiencia al crear el proyecto “Atreverse a pensar”. En la segunda charla, Santiago Sosa Noreña4 comparte algunas reflexiones de haber colaborado en el proyecto. En la tercera entrevista, Silvia Granados Ibarra5 relata su vivencia al participar en “Atreverse a Pensar”. Según el rector de la época, Juan Luis Mejía, y como se evidencia en la página web de la EAFIT: Este programa institucional busca propiciar una deliberación y una reflexión sobre estos diferentes fenómenos que tanto daño le están haciendo al país. Los dilemas éticos que aquí se proponen, trascienden la decisión de actuar correctamente. Es una invitación a la excelencia, a la integridad, a lo más básico de la persona. La invitación no es solo a ser mejores trabajadores para tener una vida digna; sino la satisfacción del trabajo bien hecho y la realización personal. (¿Qué es Atreverse a pensar?, s. f., párr. 7).

3. Fundadora y directora de Esencial. Mágister en Ética 4. Santiago es graduado de Negocios Internacionales y tiene un doctorado en Ciencia Política; es además, docente universitario y representante estudiantil ante el Consejo Académico en la EAFIT. 5. Silvia es graduada de Economía y tiene una maestría en esta misma área del conocimiento.

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Entrevista a Nathalia Franco Pérez 1. ¿Cuáles eran las preocupaciones del contexto nacional que hacían que la apuesta “Atreverse a pensar” fuera importante? En ese momento escuché varias voces dentro de la universidad EAFIT, de la Secretaría General, del rector y de dos representantes del Consejo Académico, con mucha preocupación por lo que se empezaba a percibir como un aumento en el fraude. A raíz de eso, empezamos a planear un proyecto. Hicimos, de la mano de un consultor muy valioso, esa conexión entre el fraude académico y la cultura del avispado6, que nos permitió reconocer que queríamos instalar una conversación profunda, provocadora, que intentara no caer en lugares comunes.

2. En relación con la trampa académica, ¿por qué es importante cuestionarse los factores culturales de una región dentro de un marco universitario? En las conversaciones que fuimos teniendo, siempre estuvimos de acuerdo en que el estudiante no llega a cometer trampa de la nada, sino que hay un contexto cultural que, de alguna manera, facilita esa forma de pensar; bajo un entorno que es laxo, que no sanciona socialmente esos actos. También sabemos que este tipo de cultura se vuelve evidente en muchas de las universidades, colegios y organizaciones en donde la transgresión a la ética no se cuestiona.

3. Tanto a nivel institucional como personal, ¿qué aprendizajes te ha dejado la experiencia “Atreverse a pensar”? Institucionalmente, yo rescato que EAFIT tuvo el valor de apostar a ser un agente de transformación y de progreso, comprendiendo que la

integridad es un horizonte moral en el que, básicamente, cada día estás tomando decisiones, que te suman, que te restan y que esa construcción moral del día a día es un camino de ida y de vuelta. Para mí, me queda la satisfacción de que quisimos contribuir para que todo aquello que ocurre en la Universidad se encuentre siempre permeado por un compromiso ético, en donde aceptamos que la falibilidad es parte de la condición humana, pero sin caer en el error de hacer las cosas sin sentido.

4. Desde tu perspectiva ¿cuál fue el mayor impacto de esta iniciativa en los estudiantes y en la comunidad académica? Creo que esas decenas de conversaciones fueron espacios de aprendizaje muy valiosos; seguramente queda una semilla en algunas personas. Creo que hay una evidencia que es muy linda, de la narrativa en los discursos de grado, donde la integridad estaba siempre presente y creo que el lugar que la Universidad fue tomando internamente, y de cara a otras universidades, daba cuenta de que estaban sucediendo conversaciones. Quiero pensar que esos frutos han tocado de una manera significativa a un número de personas.

5. ¿El proyecto continúa siendo vigente? Mientras exista la vida humana, existirá la contradicción, así como la tentación por elecciones que dañen a otros o a nosotros mismos, y existirá ese conflicto entre el bien y el mal, esa lucha entre lo correcto y lo incorrecto, lo moral y lo inmoral. Creo que es un campo de estudio fascinante y una posibilidad maravillosa, en el marco de una vida con sentido.

6. Término que se refiere a una forma particular de vivir, en donde una persona “tiene profunda confianza en sí mismo, por tanto no requiere de preparación, dado que su astucia natural le permite salir triunfante en todas las situaciones. El avispado no prevé las situaciones, las resuelve en cada momento gracias a su viveza” (Mejía, febrero de 2010, párr. 4).

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Entrevista a Santiago Sosa Noreña 1. ¿Cómo te vinculaste con esta iniciativa? Desde muy chiquito me enseñaron la importancia de la honestidad. También, estando en la universidad, ya entendía que un problema crucial en Colombia es la corrupción. Cuando, como representante estudiantil conocí “Atreverse a pensar”, me di cuenta de que ese proyecto representaba un esfuerzo por tratar de cuestionar lo que somos y eso me parece importante, porque hay una tensión muy fuerte entre el sentido de pertenencia, de cultura y del deber ser.

2. En relación con la trampa académica, ¿por qué es importante cuestionarse los factores culturales de una región dentro de un marco universitario? 14

En la universidad es en donde se piensa a la sociedad como un ente complejo. Una universidad es una institución que trasciende a los individuos, pero que está hecha de individuos. Si no existe un cuestionamiento de la cultura que nos precede, de la capacidad de razonamiento y de la estructura en la que vivimos, la universidad se frustra en cumplir su función. Las universidades son los espacios en donde ocurren este tipo de construcciones, más allá de los formalismos, -uno obtiene un título que habilita para ejercer una profesión-, que se dan en el marco de un ejercicio de sociedad.

3. Tanto a nivel institucional como personal, ¿qué aprendizajes te ha dejado la experiencia “Atreverse a pensar”? Creo que la EAFIT fue muy audaz en poner el tema sobre la mesa, lo cual también creó muchas incomodidades. A su vez, estos cambios

dejaron unos aprendizajes prácticos: entender, dimensionar el problema, saber qué se puede hacer y qué tan efectivas son las estrategias planteadas. A nivel personal, creo que fue un espacio en donde tuve la oportunidad de tener discusiones con personas de muchas áreas del conocimiento, con distintas visiones. Quizá, lo que más agradezco es haberme quitado el miedo a defender mis convicciones.

4. Desde tu perspectiva, ¿cuál fue el mayor impacto de esta iniciativa en los estudiantes y en la comunidad académica? Conversé con muchas personas de mi carrera, compañeros de otras materias y en otros espacios. En todos estos ámbitos veía que la gente, incluso quienes criticaban la iniciativa, terminaban teniendo una discusión ética o sobre ética. Eso ya es per se un ejercicio muy importante. Sí, tocar estos temas no va a hacer que al otro día Colombia sea un paraíso de la legalidad, pues eso no va a pasar de un día para otro; sin embargo, lo importante es que se hable del tema.

5. ¿El proyecto continúa siendo vigente? Yo no creo que la reflexión ética tenga un fin, ya que esta existe en la medida en que los seres humanos vivan en una sociedad caracterizada por una disparidad de máximos de felicidad, o sea, en donde la gente cree cosas distintas sobre cómo uno puede llegar a su plenitud. Desde que eso exista, -y yo creo que eso será así hasta que los seres humanos dejen de ser-, tiene que haber cuestionamientos éticos, porque es lo que va a permitir establecer los parámetros mínimos que nos permitan convivir.

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Entrevista a Silvia Granados Ibarra 1. ¿Cómo te vinculaste con esta iniciativa? En el primer semestre, la EAFIT imparte un taller sobre reflexión y pensamiento crítico. Yo venía del colegio con la pregunta de por qué hacemos trampa, pero no encontraba un buen recibimiento, y cuando conocí la apuesta de la Universidad, me emocioné muchísimo y empecé a participar en el proyecto “Atreverse a pensar”. Me gustaría que eventualmente vivamos en una sociedad honesta, justa, y para mí, ese grupo era una oportunidad de contribuir a ese logro dentro de la Universidad, con las personas, con mi círculo, conmigo misma.

2. En relación con la trampa académica, ¿por qué es importante cuestionarse los factores culturales de una región dentro de un marco universitario? Yo pienso que cuando uno llega a la universidad, no está completamente formado. Además, un profesional también tiene que ser un buen ser humano y por eso es importante la reflexión sobre la cultura. Vale la pena pausar y decir: “¡Espérese! Esto es normal, pero ¿realmente es normal? ¿ Debería de ser así? ¿Por qué es así?”. Solamente con este tipo de cuestionamientos, uno puede aproximarse un poco más a la verdad y hacia lo que es bueno.

3. Tanto a nivel institucional como personal, ¿qué aprendizajes te ha dejado la experiencia “Atreverse a pensar”? A nivel personal, aprendí que con solo plantear preguntas ya empieza a haber un cambio. Algo que también adquirí para mi vida es el cuestionarme las cosas que ya están dadas por hecho. Institucionalmente, me parece que “Atreverse a pensar” ha dejado el precedente

de tocar temas que antes ni se hablaban; por ejemplo, la importancia de que en los momentos más cruciales, donde el mundo se sacude y uno se da cuenta de que algo malo está pasando, hay que reflexionar y preguntarse ¿por qué pasó así? ¿Qué podemos hacer al respecto?

4. Desde tu perspectiva, ¿cuál fue el mayor impacto de esta iniciativa en los estudiantes y en la comunidad académica? Cada vez que salía alguna de las campañas de “Atreverse a pensar”, ese acto representaba un impacto porque eran preguntas que a uno le chocaban de frente, cuestionando cosas que uno escuchaba en los pasillos, en las clases, o que se platican con los compañeros; es raro ver ese tipo de cuestiones escritas en letras gigantes, y luego, con alguna pregunta debajo, como ¿Sí? ¿Sí debería ser así? o ¿Por qué lo haces? ¿Has pensado qué viene después? Y se comentaba.

5. ¿El proyecto continúa siendo vigente? Me parece importante este tipo de campañas, pero también me parece crucial seguir entendiendo el contexto en el que vivimos y continuar actualizándonos. Algo que me cautivó mucho de la iniciativa es que la motivación surgió de los estudiantes, no de la Universidad por quedar bien, no de los profesores para que no se hiciera trampa. En principio, uno quiere esta reflexión para aprender a ver las cosas mejor, no para mí, sino para todos.

REFERENCIAS Mejía, J. L. (febrero de 2010). El culto al avispado. Universo Centro. https://bit.ly/3Bl4XNa

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RETROALIMENTACIÓN EFECTIVA: 5 CONSEJOS PARA IMPLEMENTARLA EXITOSAMENTE EN TU INSTITUCIÓN Patti West-Smith7

Empieza investigando… ¡pero no te estanques!

Es raro que un educador quiera (o tenga tiempo para) gastar horas preciadas leyendo interminables investigaciones y trabajos académicos. Sabemos que hay quienes prefieren sumergirse en la teoría, pero si lo que realmente queremos es construir una base sólida en torno a la retroalimentación tipo “¿Qué sigue?” y destacar su relevancia, los textos de in-

7. Directora de Compromiso con el Cliente, Turnitin.

vestigación pueden resultar desmotivantes. En su lugar, nos debemos enfocar en los puntos clave de la revisión que harán entender las ideas esenciales. Nuestro equipo de Turnitin, que incluye a dos de los coautores de la reciente investigación publicada con el Dr. Hattie, ha tratado justo de ahorrar tiempo en este proceso. Nuestro estudio desglosa la información relevante de modo accesible, ahorrándole al líder educativo tiempo y esfuerzo, al tiempo que garantiza que la iniciativa académica tenga una base en la investigación. ¡Pero no te saltes este paso por completo! El hecho de que los líderes hayan leído la investigación y estén preparados para entrar en acción, no brinda la seguridad suficiente para asumir que nuestros profesores lo están. Asegúrate de que conozcan la investigación y su impacto.

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Enfatiza la importancia de un ciclo de retroalimentación formativa conectado a las rúbricas La investigación que desarrollamos junto al Dr. Hattie demuestra que la retroalimentación tipo “¿Qué sigue?” es más efectiva cuando se ofrece durante el proceso de escritura y revisión. ¿Por qué? ¡Los estudiantes necesitan la oportunidad de revisar para poner en práctica la retroalimentación! Esto significa que para marcar la diferencia no basta con ayudar a los instructores a entender la retroalimentación tipo “¿Qué sigue?”; también es necesario ponerla en el contexto del ciclo formativo. Los estudiantes nos han contado que cuando la calificación ya está puesta en la tarea, ésta ya ha terminado para ellos: piensan que literalmente se cerró el libro. Para muchos, una vez que se califica una actividad, automáticamente queda en el pasado, y no tiene ninguna relación con la siguiente. Para animarles a que se comprometan con la retroalimentación y hacer mejoras en sus trabajos, los comentarios deben estar disponibles para que puedan usarlos en sus revisiones. Otra clave aquí es “conectar con la rúbrica”. La rúbrica funciona como una especie de contrato entre el educador y el estudiante: esto es lo que yo, el instructor, estoy evaluando; esto es lo que espero de ti, el estudiante, y a cambio, así es como evaluaré tu rendimiento. Conectar la retroalimentación concretamente a este “contrato” ayuda al estudiante a ver la relación explícita entre su trabajo, su revisión y su calificación final. *Consejo: Dentro de Turnitin Feedback Studio, puedes vincular la retroalimentación con los criterios de la rúbrica para hacer la conexión clara. Este práctico video explica cómo utilizar correctamente el sistema.

Sé concreto y explícito

Limitarse a presentar las investigaciones a los docentes y luego pedirles que pongan esta información en práctica no va a funcionar. Los profesores tienen millones de ideas en sus cabezas mientras intentan tomar cientos de decisiones al día. Si queremos encontrar un espacio en sus mentes, debemos ser directos, concretos y explícitos. Un concepto vago de retroalimentación no servirá. En su lugar, muéstrales exactamente cómo funciona la retroalimentación efectiva. En nuestro estudio se muestran ejemplos útiles.

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Ofrece tiempo para practicar y colaborar

Cuando dirijas una iniciativa de aprendizaje profesional, por favor no olvides la parte del aprendizaje. Aunque los adultos no aprenden exactamente igual que los estudiantes más jóvenes, necesitan actividades que apoyen su aprendizaje. Limitarse a entregar información y directrices no va a garantizar una comprensión total de las ideas para que puedan aplicarlas de forma independiente. Hay que tomarse el tiempo necesario para modelar las técnicas que estamos fomentando, estructurar las actividades para ayudarles a darle un sentido y crear oportunidades para aplicar el aprendizaje. Si queremos que los docentes usen la retroalimentación efectiva con sus estudiantes, necesitan entender realmente qué es, qué no es y ponerla en práctica. Si los líderes pueden destinar tiempo y espacio para hacer esto en un entorno de apoyo entre pares, podría incluso ahorrarles tiempo a largo plazo y darle más consistencia a sus esfuerzos. Para lograr esto, compárteles algunos trabajos estudiantiles reales (anónimos, por supuesto) y haz que practiquen la retroalimentación tipo “¿Qué sigue?” alineados con la rúbrica. Para que lo entiendan mejor, haz que ese ejercicio sea también formativo. Dales la oportunidad de compartirlo con sus colegas y recibir retroalimentación.

Haz una conexión con las herramientas que ya están usando para ahorrarles tiempo

La elaboración de una retroalimentación efectiva toma tiempo, y tenemos que reconocer que es probable que estemos superponiendo esto a otras tareas que consumen muchas horas. Por ello, es realmente importante tratar de encontrar herramientas que faciliten la realización de las tareas correctas, ya sea reduciendo el tiempo dedicado a las responsabilidades extra o compensando esas horas. Para que implementar una retroalimentación tipo “¿Qué sigue?” consuma menos tiempo y sea más fácil, haz que los docentes trabajen juntos para construir un set compartido de comentarios que pueden ser usados (o ajustados para su uso) por más de una persona. ¡El poder de la colaboración no es algo menor! Si utilizas Feedback Studio, estos conjuntos de comentarios pueden ser construidos dentro del sistema, lo que facilita aún más su uso. Ahora bien, no voy a pretender que este proceso vaya a ser rápido o fácil. Nunca hay tiempo suficiente para el aprendizaje profesional, y llevará tiempo reunir los materiales necesarios y encontrar el tiempo para lanzar este proyecto. Al final del día, la pregunta que cada uno debe hacerse es si vale la pena esta inversión. La naturaleza de nuestro campo es que todo el mundo parece tener una opinión experta acerca de lo que los educadores deben hacer, pero cuando hay datos reales que demuestran que una estrategia funciona es cuando debemos tomar nota. Si me remonto a lo que me dijo mi querida superintendente, sé que lo que quería transmitir a los profesores, estudiantes y la comunidad es que el aprendizaje y crecimiento real es donde se deberían de invertir los recursos, porque es lo único que realmente importa.

¿Por qué es importante mantener prácticas académicas íntegras?

Reforzamos nuestro aprendizaje y la formación se enriquece.

Lo que decimos y hacemos tiene mayor validez, demostrando mayor competencia. Fortalecemos nuestra capacidad de creación e innovación.

Nos identificamos como buenos profesionales y ciudadanos, en la búsqueda por hacer un aporte positivo a la sociedad.

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El pensamiento original a lo largo del proceso de escritura Guarda copias de cada paso del proceso con el objetivo de crear un registro para los instructores. Esto les ayudará a facilitar conversaciones respetuosas sobre el trabajo.

Antes de escribir

tu trabajo

Revisa los textos relevantes

Decide qué herramienta se usará: Papel o digital

Toma notas para consultarlas más tarde

Determina qué tipo de formato o entrega se adapta mejor al ejercicio

Lleva un registro de las fuentes utilizadas

O Organiza las ideas

Cita fuen

para lograr impactar a la audiencia

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Usa un mapa conceptual o un esquema para organizar tus ideas

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Crea una estructura formal o informal

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Crea una p trabajos p a r t i r d e es

Utiliza Dra para dar a las c *Esta función debe ser habilitada por los instructores.

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Redacción

Revisión y Edición

a tus ntes

Elabora un primer borrador

Selecciona el tiempo

Observa tu trabajo

necesario para la revisión

y refuerza con una

Aprovecha la revisión entre pares o asesorías con tus profesores

Revisa el borrador hasta que cumpla con los requerimientos del ejercicio

las fases

acción

registro textos, , notas y utilizadas, o recursos dos con

citas en a medida dactas

página de citados a ste registro

aft Coach formato citas*.

a partir de tus ideas

Utiliza tus notas para completar detalles y apoyar los argumentos de tu tesis Desarrolla tus ideas para crear un primer borrador

Utiliza herramientas como PeerMark o Draft Coach para proporcionar comentarios* Programa tiempo de apoyo con un tutor o en el centro de escritura

Integridad académica en la era de la IA | El pensamiento original a lo largo del proceso de escritura

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EVITANDO TRAMPAS EN EL APRENDIZAJE: LA HERENCIA DE LA PANDEMIA GLOBAL Jorge Francisco Hernández Saldívar8

espués de dos años de pandemia, los centros de educación superior tienen de vuelta a sus estudiantes en los campus. Paulatinamente se busca recuperar el ritmo de la actividad académica, mientras se evalúan los avances y retrocesos ocurridos durante los ciclos de estudios que transcurrieron vía remota. Desde el 2022 investigadores y docentes han empezado a documentar las prácticas deshonestas en las que los estudiantes han incurrido durante la pandemia. El estudio de Gómez et al. (2022), muestra las observaciones de distintos docentes sobre el bajo desempeño académico, participación de clases y prácticas deshonestas en la realización de tareas y exámenes. Los autores del párrafo anterior mencionan que, a diferencia de las clases presenciales, donde podía regularse el uso de teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos para la información y comunicación, en la virtualidad, éstos pasaron a ser de uso cotidiano. En muchos casos, la facilidad con la que se accede a la información en Internet ha generado que los estudiantes tiendan a “tomar atajos” para cumplir con sus deberes escolares. Si bien los autores refieren que la literatura sobre la deshonestidad académica ya mostraba anteriormente un mal uso de los recursos disponibles en 8. Director de administración de proyectos en Universidad Tecmilenio.

la web por parte de los estudiantes, también destacan que durante el confinamiento de casi dos años a causa de la COVID-19, la situación se agravó.

Causas de la trampa académica Anderman et al. (2022), Tilak, Perry, von Spiegel y Black (2022) consideran cinco teorías principales que podrían explicar la relación entre motivación y trampa académica. Estas son: la teoría de la atribución, la orientación al logro de objetivos, la teoría sociocognitiva y la de autodeterminación. Según estos autores, cada una de estas teorías ofrece una explicación para comprender diversos casos de trampa por parte de los estudiantes. La teoría de la atribución basada en las ideas de Weiner (1996, citado en Anderman et al., 2022), explica que un estudiante puede justificar su tendencia a hacer trampa basándose en lo que percibe como su control sobre su vida, conocido como locus de control. Así, un alumno puede fundamentar sus acciones deshonestas en el sistema de creencias que sostiene. Este fenómeno puede incluso predecir su comportamiento futuro. Por ejemplo, un estudiante podría argumentar que no le ve sentido a sus estudios o no le gusta la materia, por lo que

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"...la facilidad con la que se accede a la información en Internet ha generado que los estudiantes tiendan a 'tomar atajos' para cumplir con sus deberes escolares..." no le importa hacer trampa (siendo esta una motivación interna) o podría argumentar que tiene un mal profesor (representando un factor fuera de su control). Con base en la teoría de la atribución, se recomienda identificar los factores emocionales que inducen una conducta deshonesta, con el objetivo de apoyar al estudiante en identificar los motivos reales por los cuales cometió esa falta y también para que le dé un sentido a su desempeño académico. Se aconseja también guiar al alumno a comprender cómo utilizar los factores que puede controlar para mejorar su desempeño académico y no sentirse vulnerable ante las situaciones que no pueden controlar. Desde la teoría de la orientación al logro de objetivos, la cual defienden autores como Urgan y Kaplan (2020, citados en Anderman, 2022), se enfatiza que los docentes guíen a sus alumnos para incidir en la reducción de la trampa académica. Por un lado, están aquellos profesores que motivan a sus estudiantes a lograr el dominio (mastery) de los contenidos y competencias del curso y por otra parte se encuentran aquellos docentes que enfocan los resultados de su clase en el rendimiento (performance). Urdan y Kaplan (2020) concluyen que, cuando un profesor motiva a sus estudiantes hacia el dominio en lugar de al rendimiento académico, es menos probable incurrir en conductas deshonestas. Cuando un profesor destaca mucho la importancia de las calificaciones, es más probable caer en la acción de cometer alguna falta de integridad académica. Se recomienda, entonces, enfocar las evaluaciones en el dominio de los contenidos más que en el rendimiento o calificación de una materia. Desde la teoría sociocognitiva se hace hincapié en dos cuestiones: el comportamiento del entorno como factor externo que hace más proclive o no la conducta deshonesta y la autoconfianza del estudiante como

factor para reducir la probabilidad de hacer trampa. De acuerdo con estos factores es que los sujetos eligen conductas que consideran pueden llevarlos al éxito. Si la persona tiene confianza en sus capacidades, es menos probable que haga trampa; mientras que, quienes se sienten de alguna manera incompetentes para un reto o tarea, tienen una mayor probabilidad de hacer trampa para lograr sus objetivos. Se recomienda, con base en esta teoría, ayudar a los estudiantes para que adquieran confianza sobre lo que saben, más allá de que aprendan los contenidos. Finalmente, la teoría de la autodeterminación basada en Ryan y Deci (2020, citados en Anderman, 2022) y tomando como base el trabajo de Maslow, identifica tres necesidades básicas que tiene el estudiante para el aprendizaje: la autonomía, la competencia y la percepción del cuidado y pertenencia a su entorno. De tal manera que la satisfacción de estas tres necesidades genera más autonomía y comportamientos positivos por parte del estudiante; por lo que no satisfacer esas necesidades puede llegar a producir frustración y desmotivación en los individuos. La recomendación en el caso de la teoría de la autodeterminación es establecer un ambiente de confianza y respeto mutuo en lo relativo a la integridad académica. Hacer partícipes a los estudiantes en las expectativas de la clase y permitir opciones de entregables que les hagan sentir autonomía y un papel activo dentro de su proceso de aprendizaje.

REFERENCIAS Anderman, E. M., Tilak, S., Perry, A. H., Von Spiegel, J., & Black, A. (2022). Academic motivation and cheating: A psychological perspective. Cheating academic integrity: Lessons from 0 Years of Research, 30, 75-92. Gómez, M. A., Benítez, F. E., García, J. I. y Villada, M. (2022). Prácticas deshonestas en la educación a distancia digital [Proyecto de grado]. Universidad Católica de Pereira.

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“SABER PARA SERVIR” UN LEMA QUE PROMUEVE LA INTEGRIDAD ACADÉMICA Alessandra Vanessa Batres de Martínez9

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on una visión panorámica de la educación universitaria privada en Guatemala y una amplia experiencia docente, la doctora Linda Paz-Quezada cuenta cómo el lema de una institución educativa puede incidir en la sociedad actual y dejar huella en la formación de profesionales con excelencia académica y humana. En esta entrevista, se resume el desafío que tienen las universidades en el proceso de formación ético, desde el lente de la Universidad del Istmo, que se caracteriza por promover en sus estudiantes un espíritu de servicio y solidaridad, que se resume en aprender para poner a disposición de otros todos los conocimientos y servir mejor en el entorno de cada persona.

1. ¿Cómo relacionas el lema de la Universidad del Istmo con la integridad académica? El lema de la universidad del Istmo “Saber para servir”10 es un lema caleidoscópico. Visto desde el punto de la integridad académica es un llamado a fomentar el espíritu de servicio, empapado de ética profesional, buscando el modo de adquirir más y mejores conocimientos, con el objetivo de ponerlos al servicio de la comunidad a la que se sirve con la profesión.

9. Directora de Docencia y Relaciones Internacionales en Universidad del Istmo, Guatemala. 10. Ideario de la Universidad del Istmo obtenido de su página web: https://unis.edu.gt/.

Hoy se cuenta con una gran facilidad de acceso a la información, pero no da igual que un médico pueda diagnosticar de inmediato una enfermedad porque conoce sus síntomas, a que un médico tenga que ir a buscar en Internet todos los síntomas para dar con un adecuado diagnóstico, porque en la universidad copió y no se dedicó al estudio en serio. Seguramente podrá dar un diagnóstico, pero horas después de lo que hubiera podido hacer si hubiera estudiado. Sus soluciones pueden llegar a destiempo o incluso demasiado tarde.

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del servicio prestado, de considerarse una mejor persona al final de la jornada. Quien trabaja en serio sabe que llegará cansado al final del día, no le tiene miedo al cansancio, pues lo que tiene entre manos vale la pena. Además, también sabe conjugar el tiempo y dedicar lo suficiente al descanso por las noches y los fines de semana para recuperar energía. Como todo trabajo, el estudio requiere un horario: planificación de las actividades, aprovechamiento del tiempo, desarrollo de hábitos y tiempo de descanso. Algunos jóvenes van a la universidad porque “es lo que toca”, mientras que otros en cambio van queriendo aprovechar esa puerta que se abre para recorrer un camino hacia un mejor futuro.

3. Los jóvenes están en constante cambio y cada generación es distinta, ¿qué motivaciones consideras importantes para estar en la universidad?

2. ¿Cómo plantearías el desafío de estudiar? Estudiar es un trabajo profesional que para algunos puede ser de lo más agradable, mientras que para otros de lo más arduo. Todo trabajo que realizamos en serio supone esfuerzo y por lo tanto hemos de estar dispuestos a terminar el día cansados después de una jornada intensa de trabajo, que ha sido provechosa. Son dos finales que aparentemente se contradicen: agrado y cansancio. Por un lado, agrado que surge del trabajo bien hecho,

Un estudiante puede estar en la universidad por al menos tres tipos de motivos (López, 1991) . El primer tipo se refiere a los motivos extrínsecos, aquellos que provienen de fuera, típicos de los estudiantes que buscan estudiar por la promesa de una recompensa material. Si saca buenas notas, su familia le dará un premio al final del ciclo lectivo: un viaje, un nuevo auto, una nueva computadora o algo material que le hace ilusión. Otro ejemplo es un alumno que estudia para no perder una beca. Cuando un estudiante se motiva solo esperando un premio, su motivación es superficial, solo se dedica si hay premio. Es posible que este tipo de estudiantes sean más propensos a la copia, ya que no están centrados en el estudio, sino en ellos mismos, en su comodidad o en hacer el mínimo esfuerzo. Para estos estudiantes más adelante el trabajo puede llegarlo a degradar, pues pierde

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el sentido de este. Hay que fomentar un trabajo que añada valor a la persona que lo realiza y que no sea instrumental. Antonio Argandoña (24 de abril del 2017) expone en este sentido que muchas veces, buscamos un trabajo ‹expresivo› y, a menudo, encontramos un trabajo ‹instrumental›, quizá porque hemos convertido el trabajo en definidor de la identidad de la persona, a la que valoramos no por lo que es o por quién es, sino por lo que hace, por sus resultados personales —económicos (cuánto gana) y sociales (cuál es suposición en la escala social)—, y para los demás —lo que aporta (cuánto contribuye al producto interior bruto)—.

Existen otros estudiantes a los que realmente les gusta estudiar. Tienen mucha curiosidad intelectual y les motiva el placer que brinda el conocimiento. De estos alumnos se pueden dar dos grupos más. Uno de ellos les motiva el propio interés de aprender. Muchas veces este tipo de estudiantes son competitivos, buscan los mejores promedios, les gusta sobresalir. Se podría decir que sus motivos son intrínsecos. Les mueve el amor propio pero también pueden estar inclinados a copiar con tal de seguir en el “top” de los promedios.

4. Subiendo un escalón más en las motivaciones, ¿cuál debería de ser la verdadera motivación? Es muy positivo que el estudiante se plantee la necesidad de estudiar para poder servir mejor a las personas que dependan de sus conocimientos. Si el trabajo que piensa desarrollar a futuro va a favorecer a las personas, va a estar al servicio de los demás, va a hacer felices a otros, esa motivación los lleva a trascender. No piensan en ellos, piensan en los demás, salen de su círculo del yo y trascienden.

5. ¿De qué forma se relaciona este sentido de trascendencia y espíritu de servicio con el proyecto personal de vida? Quienes se mueven con este tercer planteamiento de estudio, también lo hacen como un proyecto de vida. Serán menos proclives a la copia, porque su integridad los lleva al servicio y también a ser ejemplares en todo lo que hacen. Todo conocimiento que adquieran los hace crecer en espíritu de servicio. Además, suelen ser los que dedican tiempo a los demás ya en la universidad: se ofrecen para ayudar a un compañero al que le cuesta más estudiar, el fin de semana buscan proyectos en los que puedan servir a necesitados.

6. ¿Cómo se puede hacer propia la misión de servir a los demás? Si la misión de la universidad es el servicio a los hombres, el servicio a la sociedad en la que vive, la institución está llamada a procurar que todos los estudiantes quieran hacer propia esa misión: la de prepararse para servir y servir bien y para eso tienen que hacer el mejor esfuerzo intelectual para crear hábitos de estudio, que no solo son útiles para la universidad, sino también para la vida: el estudio se convierte en una necesidad profesional a la que dedica diariamente un tiempo. Si se quiere servir bien, se tiene que estar actualizado en la ciencia en la que uno ha decidido ser experto. Se trata de desarrollar una actitud hacia el estudio pues se ve su necesidad para desempeñar con perfección y competencia el trabajo profesional.

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7. Relacionando conceptos, ¿cómo la integridad académica se relaciona con la ética? La integridad académica tiene que ver con la ética. La ética viene de la palabra latina elego, que significa “elegir”: saber elegir lo correcto, hace a la persona correcta. Cada persona tiene la capacidad de elegir quién quiere llegar a ser y poner los medios para logarlo. No basta con querer hacer el bien, después de elegir hacerlo, hay que hacerlo. Tener en la vida motivos trascendentes llevan a tomar siempre mejores decisiones, se sale del círculo del yo y se pasa al de los demás, a quienes, por su dignidad, no se les puede servir de cualquier manera, sino procurando estar lo mejor preparados posibles para prestar un servicio de calidad en su familia, en su lugar de trabajo, en su comunidad.

8. En términos generales, ¿cómo se encuentra la corrupción en Guatemala. La corrupción salpica a todos. Guatemala está en el quinto lugar en Latinoamérica en el índice de percepción de corrupción (IPC) realizado por Transparencia Internacional (Expansión, s. f.). Lo que necesariamente se refleja en el alto grado de desigualdad, de pobreza y de migración. La universidad tiene una gran misión, para que el 2% de la población que accede a la educación superior (Instituto Nacional de Estadística, 2023) sea como esas montañas nevadas que cuando se derriten, hacen reverdecer toda la montaña por el agua que nutre todas sus faldas. La solicitud que se ponga para que cada estudiante decida libremente ser ético, sea consiente de lo que está en juego y se comprometa a luchar por hacer el bien con medios buenos, siempre será un esfuerzo prioritario, una batalla que se habrá de librar toda la vida, desde que una promoción de jóvenes ingresa a la universidad, hasta que se gradúe y más allá, porque para poder resistir a la corrupción se requiere una formación constante.

9. ¿Cómo los docentes pueden fortalecer la integridad académica en los estudiantes universitarios? Aunque una persona tenga muchos conocimientos, si no es capaz de ponerlos al servicio de los demás, vive en una gran ignorancia. Cada persona encierra grandes tesoros invaluables. Cuando servimos a los demás nos asomamos con asombro a cada persona que tenemos frente a nosotros, se trata un servicio que paga de lo mejor. Por eso, elaborar, vivir y difundir un estilo de vida basado en el servicio, que manifiesta el valorar a cada persona por encima de las cosas y promover el interés por el bien de los demás, lleva a la universidad a proponerse como un leitmotiv el poner el conocimiento al servicio de los demás: "Saber para servir".

REFERENCIAS Argandoña, A. (24 de abril del 2017). Trabajar en tiempos de crisis. http://www.iese.edu/research/pdfs/OP-0256.pdf Expansión. (s. f.). Guatemala - Índice de Percepción de la Corrupción. https://datosmacro.expansion.com/estado/indicepercepcion-corrupcion/guatemala Instituto Nacional de Estadística, INE. (2023). https://www.ine.gob.gt/ López, J. A. (1991). Teoría de la acción humana en las organizaciones. La acción persona. Prácticas deshonestas en la educación a distancia digital [Proyecto de grado]. Universidad Católica de Pereira.

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