125
Integridad académica Armando Alemán Juárez Coordinador de Innovación Educativa Universidad Panamericana, Campus México
La originalidad está implícita en cualquier proceso, actividad, tarea o acción innovadora, pues una de sus características es la novedad cuando se modifica o se transforma algo, con la finalidad de alcanzar un estado de mejora (Tierney y Lanford, 2016). La originalidad es: La cualidad que permite considerar a alguien origen de algo. En la medida en que el origen de alguna realidad está en la actividad de un ser se atribuye a este la cualidad de creador. Ser original es tanto como ser creador; originalidad y creatividad se hallan estrechamente vinculadas, si es que no son la misma cosa (García, 1985, p. 27). La creatividad va por lo tanto unida a la originalidad. En este libro, se ha mencionado ya por qué los profesores deben innovar y ser creativos en su método de enseñanza, a partir de estrategias originales que promuevan el aprendizaje. No obstante, este tipo de actividades docentes no exime al alumno de la misma responsabilidad de ser original en sus quehaceres académicos y en la vida universitaria. Los efectos de no serlo afectan directamente al estudiante, como en casos en donde se reduce su capacidad de pensar por él mismo y de ser creativo y original (Jones y Sheridan, 2015). A la hora de elaborar un ensayo, por ejemplo, el alumno debe defender la tesis o idea central de su escrito, utilizando de manera inteligente y original fuentes que la sustenten (Lara y Enrique, 2019). El no hacerlo de este modo significa una pérdida al
profesionalismo del texto (Ansas y Sukyadi, 2019), con lo cual se pierde uno de los objetivos primordiales de que los alumnos escriban: enseñarlos a pensar. Otro caso es el de programación de código en algunas materias de Ingeniería. La programación requiere de un cierto grado de creatividad (Pérez, Olmedo, Sánchez, Salán y López, 2016), pues los alumnos de Ingeniería tienen que aprender a programar en código y, en algunos ejercicios, deben realizar su propio código o incluso algoritmos originales; en otros casos deben resolver un problema de manera creativa. En general, el alumno debe no solamente expresar su capacidad de originalidad y creatividad durante toda la carrera universitaria, sino también demostrar que al hacerlo es honesto en todas sus entregas. Para ello, hay que vivir y poner en práctica diversos valores universitarios. El Centro Internacional para la Integridad Académica (ICAI, 2020), propone seis valores que son fundamentales para cualquier actividad académica: honestidad, confianza, justicia, respeto, responsabilidad y valentía (ICAI, 2020). Vivir estos valores dentro de la universidad, a pesar de adversidades, es lo que se entiende como integridad académica (ICAI, 2020). La honestidad y la justicia, por ejemplo, se ven reflejadas cuando el alumno es recto en su actuar académico, es decir, cuando es sincero y transparente en cualquier actividad dentro de la universidad, por ejemplo, al no copiar o mentir (Malan, Yu, y Lloyd, 2020);