marzo 2022
la realidad laboral ya era muy deficiente. Pero, como se explica páginas adelante, las decisiones del gobierno federal han impactado gravemente al estado. El irresponsable manejo de la pandemia ocasionó un prolongado cierre de escuelas, lo que a su vez generó deserción escolar, daños físicos a los planteles y un gran impacto en el nivel académico y los conocimientos de los estudiantes que aún no se ha cuantificado. La arbitraria decisión de cerrar el programa de escuelas de tiempo completo a nivel nacional afectará gravemente a miles de estudiantes quintanarroenses de escasos recursos que acudían a 490 planteles bajo ese esquema. Ellas y ellos sufrirán en términos educativos, alimenticios, de desarrollo personal e incluso económicamente. Este diagnóstico afirma y demuestra que el crecimiento económico y el acelerado desarrollo turístico de la entidad han traído como consecuencia no deseada una serie de importantes afectaciones al medio ambiente. Quintana Roo enfrenta contaminación del agua, derivada de la falta de drenaje y descargas de aguas residuales; pérdida de territorio selvático a causa de incendios, urbanización y agricultura; así como afectaciones al ecosistema marino. Además, el proyecto del Tren Maya ha causado daños en la península de Yucatán en general, y en Quintana Roo en particular, como la deforestación, conflictos sociales por tenencia de la tierra, impactos en áreas naturales protegidas, afectaciones en zonas arqueológicas, y riesgo de crisis por acumulación de residuos. A todos estos problemas se suma el más grave reto del estado: la inseguridad. En los últimos años, Quintana Roo se ha convertido en una plaza altamente disputada entre grupos del crimen organizado que pelean por controlar mercados de drogas, trata de personas, tráfico de migrantes y otros negocios ilícitos. El documento explica que, de 2016 a 2019, los delitos de extorsión, homicidio doloso, secuestro y narcomenudeo aumentaron exponencialmente (238%, 309%, 160% y 191% respectivamente). Pese a una ligera disminución en 2020 y 2021 por el cierre de actividades económicas derivado de la pandemia, en 2022 los delitos nuevamente comenzaron a ir en aumento. En 2021, Cancún fue la séptima ciudad del país con mayor percepción de inseguridad. La respuesta institucional no está a la altura del reto. Por ejemplo, mientras la ONU recomienda que, como mínimo, haya 1.8 policías por cada mil habitantes, Quintana Roo apenas alcanza una media de 0.91 policías por cada mil habitantes. La inseguridad ha impactado la imagen de nuestro estado, con consecuencias potenciales muy negativas para el turismo. Después de la inseguridad, la corrupción es el segundo problema más importante para la gente de Quintana Roo de acuerdo con el INEGI, y este documento explica por qué. Según datos de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2019, casi 90% de la población percibió que los actos de corrupción en Quintana Roo son muy frecuentes o frecuentes, tres puntos porcentuales por encima de la media nacional. Además, 75% de los quintanarroenses piensa que hay corrupción en los gobiernos municipales y 73.6% en el gobierno estatal. Por lo tanto, la gran mayoría de los habitantes de Quintana Roo no confía en la honestidad de sus autoridades. Por si fuera poco, de acuerdo con World Justice Project (WJP), Quintana Roo se ubica entre los ocho estados más corruptos del país y la entidad es el último lugar nacional del Índice de Estado de Derecho en México 2020-2021. El presente documento también explica cómo la crisis sanitaria y económica ocasionada por la COVID-19 ha agravado estos problemas. Para el estado, la pandemia representó una caída de 50% en la afluencia turística y una reducción de más de la mitad en derrama económica –de 15 mil 2