Programa de mano final i temporada 2014

Page 1



ORQUESTA DE CÁMARA DE BELLAS ARTES

E

l término Orquesta de Cámara abarca todo tipo de conjunto instrumental con la única característica de su pequeño tamaño; viene de la expresión “de Cámara” referido al salón, que en su origen denota los salones de música de los palacios y grandes residencias del siglo XVII.

Hace más de medio siglo, surgió una de las agrupaciones musicales mexicanas que con más ahínco y constancia ha dedicado sus esfuerzos a difundir y explorar la música orquestal de cámara, tanto mexicana como internacional. Se trata de una agrupación que en sus orígenes fue llamada Yolopatli –vocablo náhuatl que significa “cura para el corazón”- y que se formó con discípulos sobresalientes de las cátedras impartidas, en aquellos tiempos, por los maestros Imre Hartmann (chelista) y Joseph Smilovitz (violinista) en el Conservatorio Nacional de Música. En 1956, el día 18 del mes de octubre, este ensamble ofreció un concierto con la Suite Don Quijote de Georg Philipp Telemann, e inició un largo recorrido, marcado por un imparable espíritu de exploración y evolución. El primero de los cambios significativos vividos por esta comunidad de músicos fue la adopción, ya entrada la década de los sesenta y a instancias de Luis Sandi, del nombre de Orquesta de Cámara de Bellas Artes, con el que se le conoce hasta la fecha y que, sin lugar a dudas, se ha consolidado como sinónimo de pasión y calidad musical. Desde la integración de su primer elenco -formado por José Luis Sosa, Ildefonso Cedillo, Armando Soberanes, Carlos Esteva, Apolo Martínez, Luis Núñez, Emigdio Espinosa, Rigoberto Sosa, Andrés Vargas, José Guadalupe López y Luisa Durón - hasta nuestros días, grandes músicos internacionales han sido solistas de la orquesta, entre ellos, Ramón Vargas, Gil Shaham, Bella Davidovich, Paul Badura - Skoda, Jorge Federico Osorio, Pascual Rogé, Manuel Barrueco, Leslie Howard y Alexander Markov entre otros, sumados al ímpetu que le han impreso sus directores artísticos - Hermilo Novelo, José Guadalupe Flores, Manuel de Elías, Ildefonso Cedillo, Francisco Savín, Luis Samuel Saloma, Enrique Barrios, Juan Trigos, Jesús Medina y actualmente José Luis Castillo -, quienes la han situado en un lugar de privilegio en el panorama de la cultura y las artes mexicanas. La presencia Internacional de la Orquesta, como atestiguan sus presentaciones en Alemania, Brasil, Estados Unidos y Portugal, así como sus incontables giras en el interior de la República además de su compromiso didáctico y social, permiten a la Orquesta de Cámara de Bellas Artes ser considerada como referente musical en el ámbito artístico de nuestro país.

www. ocba.bellasartes.gob.mx Facebook: Orquesta de Cámara de Bellas Artes


JOSÉ LUIS CASTILLO

D

irector de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, es uno de los directores y compositores más destacados y activos en el panorama musical actual. Afincado en México desde 1997, nació en Valencia (España), donde inició los estudios de composición, análisis y dirección de orquesta para continuarlos en Salzburgo, Luxemburgo y París con Manuel Galduf y Alexander Müllenbach. Su doble faceta de director y compositor le ha permitido ser considerado como uno de los especialistas en el repertorio moderno y contemporáneo, desde la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días. Castillo ha dirigido el estreno mundial de más de un centenar de obras, además de las primeras audiciones en Latinoamérica de algunos de los principales compositores de finales del siglo XX: Andriessen, Berio, Donatoni, Francesconi, Gervasoni, Halffter, Manoury, Murail, Nishimura, Pesson, Rihm, Schuller, Trojahn, Xenakis y Zimmermann entre otros. Actual director del Centro de Experimentación y Producción de la Música Contemporánea (Cepromusic) y director musical de la Camerata de las Américas, ha dirigido en Alemania, Argentina, Austria, Canadá, España, Estados Unidos, Italia, Japón, Lituania, México y parte de Latinoamérica. Fue director titular de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato. Como director de ópera ha dirigido desde Scarlatti hasta Sciarrino, pasando por Mozart, Donizetti, Verdi, Puccini, de Falla, Britten y Dallapiccola. En las orquestas y festivales con los que habitualmente colabora es frecuentemente requerido para dirigir ópera, espectáculos multimedia, danza y musicalización de películas silentes. Es en ese sentido que Castillo cuenta en su haber con un importante catálogo de proyecciones de películas de gran valor histórico con ejecución de la música en vivo. De los solistas de prestigio con los que ha colaborado cabe mencionar a András Adorján, Thomas Indermühle, Walter Boeykens, Christian Lindberg, Leslie Howard, Cyprien Katsaris, el Trío Altenberg, el ensamble Kroumata, Jorge Federico Osorio, Alexei Volodin, June Anderson, Verónica Villarroel, Ramón Vargas y Dimitri Hvorostovsky entre otros. Como compositor, sus obras han sido interpretadas en prestigiosos festivales y foros de música contemporánea en Alemania, Australia, Austria, Canadá, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, Japón, México, Perú, Portugal, Taiwán y Uruguay por intérpretes como la Orquesta de la Radiodifusión de Saarbrücken, la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo, la Orquesta de Cámara de Württemberg, el Coro de la Radio de Saarbrücken, Delta Ensemble, Cuarteto de Cuerdas de Salzburgo, Wofgang Meyer, y el ensamble Tambuco entre otros. En el campo de la educación musical, ha sido director artístico de Instrumenta y, desde 2008, ocupa la cátedra de composición de la Escuela Superior de Música del INBA. En la actualidad realiza la edición crítica de las obras de Silvestre Revueltas, lo que le ha llevado a incluir en su discografía la obra orquestal inédita de este compositor, además de música mexicana contemporánea. José Luis Castillo ha recibido premios y distinciones en Italia, Luxemburgo y Holanda y ha sido merecedor, en dos ocasiones, del premio de la Unión Mexicana de Críticos de Teatro y Música.


Conciertos Primera Temporada 2014 Programa 1 Inaugural Jueves 6 de febrero Domingo 9 de febrero Avi Ostrovsky, director huésped Carlos Adriel Salmerón, piano Guillaume Lekeu Adagio para cuarteto de cuerdas y orquesta de cuerdas, Op. 3 Wolfgang Amadeus Mozart Concierto para piano y orquesta No. 17 en Sol mayor, K. 453 Allegro Andante Allegretto-Presto Franz Schubert Sinfonía No. 5 en Si bemol mayor, D. 485 Allegro Andante con moto Menuetto - Allegro molto Allegro vivace


AVI OSTROWSKY Director huésped

E

l maestro Avi Ostrowsky nació en Israel. En 1961, concluyó sus estudios en la Rubin Academy de Tel-Aviv, en donde tuvo clases privadas con el Maestro Gary Bertini y el Profesor Mordechai Seter.

Desde entonces ha dirigido casi todas las orquestas de Israel como la Israel Philharmonic Orchestra, Jerusalem Symphony Orchestra y otras. Después de ganar el Primer Premio de Jóvenes Directores otorgado por la Israel America Culture Foundation, Ostrowsky se fue a Viena a estudiar con el Hans Swarowsky y se graduó de la Academia de Viena en 1968, además de estudiar y trabajar con Franco Ferrara en Italia. En 1968, Avi Ostrowsky ganó el primer lugar en el Nicolai Malko International Competition for Young Conductors en Copenhage, después de esto fue invitado a conducir muchas orquestas alrededor del mundo. En 1968, el Maestro Ostrowsky fue nombrado director musical y director de la Haifa Symphony Orchestra hasta 1972. En 1970 fundó la Israel Kibbutz Orchestra y fue su director musical y director general hasta 1974. En 1973 fundó la Sinfonietta of Beer Sheva, en donde fue también director musical y director en jefe hasta 1978. Ese año se convirtió en el director de la Antwerp Philharmonic Orchestra, en Bélgica hasta 1984 y en 1989 fue nombrado director musical y director de la Norwegian Radio Symphony en Oslo. Ostrowsky ha dirigido a las más prestigiosas orquestas en el mundo, tales como: London Symphony Orchestra, London Philharmonic Orchestra, Royal Philharmonic, Philharmonia Orchestra of London, BBC Philharmonic, Amsterdam Philharmonic, Brussels Philharmonic Orchestra, Belgian National Orchestra, Mariinsky Theater Symphony Orchestra in St. Petersburg, Academic Symphony orchestra of St. Petersburg Philharmonic, Stockholm Philharmonic, Oslo Philharmonic, WDR Sinfonieorchester Köln, Stuttgart Philharmoniker, Philharmonia Hungarica, Zagreb Philharmonic, Marseille opera, Nice opera, OFUNAM, Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, Filarmónica de Guadalajara, Israel Philharmonic, Jerusalem Symphony Orchestra, Rishon Lezion symphony Orchestra, entre muchas otras. Se ha presentado en Austria, Bélgica, Croacia, Dinamarca, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Holanda, Israel, Italia, México, Noruega, Rumania, Rusia, Suiza, Sudáfrica, Turquía, Estados Unidos de América, etc. Conduciendo sinfonías y conciertos así como óperas también. Ha realizado giras con diferentes orquestas alrededor del mundo incluyendo una gira de conciertos con la London Philharmonic Orchestra a Australia. Ha grabado un gran número de CD y DVD, incluyendo La consagración de la primavera y Petrushka, de Stravinsky, Sinfonías de Mahler, Schubert y Shostakovich y la Sinfonía Fantástica de Berlioz.


CARLOS ADRIEL SALMERÓN ARROYO Piano

R

ealizó estudios en la Escuela Superior de Música Reina Sofía y el Instituto Internacional de Música de Cámara en Madrid tras concluir la carrera de Ejecutante de Piano en la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes y haber egresado de la Academia Musical Yamaha en la Ciudad de México. Estudió con Guadalupe Villar, Gustavo Rivero Weber, Dimitri Bashkirov, Claudio Martínez Mehner, Ralf Gothoni y Eldar Nebolsin además de participar en las clases magistrales de Menahem Pressler, Jörg Demus, Jorge Federico Osorio, Enrique Bátiz, Pierre Laurent Aimard, Bernard Flavigny, Vitali Margulis, Alexander Satz, Emanuel Krasovsky, Marta Gulyas y Bruno Canino, entre otros. Ha obtenido premios en concursos nacionales e internacionales de piano y de música de cámara. Se ha presentado en recitales, con ensambles de cámara, al lado de reconocidos instrumentistas, cantantes y con orquestas sinfónicas en México, Costa Rica, Brasil, Argentina, España, Alemania, Hungría e Italia. Ha sido solista de la Orquesta Sinfónica Nacional, Sinfónica de Aguascalientes, Sinfónica del Estado de Puebla, Sinfónica de Michoacán, Juvenil de Monterrey, Juvenil Carlos Chávez, Orquesta de Cámara de Morelos, Orquesta de Cámara de Bellas Artes y de la Orquesta de Cámara Idée Fixe. Ha participado en el Encuentro de Música y Academia de Santander, España, el Festival Internacional de Invierno de Campos do Jordao en Sao Paolo, Brasil, Festival de Música de Cámara de Aguascalientes, en el Foro Internacional de Música Nueva “Manuel Enríquez”, el Festival Internacional Cervantino, Instrumenta Oaxaca y Sonoro. Es miembro fundador del Ensamble Nuevo de México con el cual ha realizado diversos estrenos mundiales; colabora con la agrupación de música contemporánea LIMINAR y es fundador del dúo Arte de Dos con la pianista Laura Villafranca. Se desempeñó como pianista de la Orquesta Sinfónica Juvenil Carlos Chávez. Actualmente es profesor en la Escuela Superior de Música del INBA, en el Centro Escolar Cedros de la Universidad Panamericana y es integrante del grupo de Concertistas de Bellas Artes de la Coordinación Nacional de Música y Ópera del INBA.


NOTAS AL PROGRAMA: GUILLAUME LEKEU (1870-1894)

Adagio para cuarteto de cuerdas y orquesta de cuerdas Op. 3 Me mato por poner en mi música toda mi alma. Esta breve y contundente frase es el credo artístico del compositor belga Guillaume Lekeu. Nacido en Verviers y muerto en Angers, Lekeu realizó la mayor parte de sus estudios en Poitiers y París, y tuvo como tutores principales a dos compositores importantes: César Franck (1822-1890) y Vincent D’Indy (1851-1931). De precoz talento, realizó sus primeras composiciones a los quince años de edad. En 1891 participó en la edición belga del cotizado Premio de Roma, en el que obtuvo un segundo lugar con su cantata Andrómeda. Más tarde, su trabajo fue escuchado por el destacado violinista y compositor Eugène Ysaÿe (11858-1931), quien le encargó a Lekeu una obra que al paso del tiempo habría de ser considerada como lo mejor de su producción, la Sonata para violín y piano de 1892. Respecto a las influencias que marcaron de manera particular la música de Guillaume Lekeu, el musicólogo Christopher Palmer menciona, por encima de todas, la de Franck y, en un segundo pero importante lugar, a Ludwig van Beethoven (1770-1827) y a Richard Wagner (1813-1883). Por otra parte, Palmer afirma también, en su ensayo biográfico sobre Lekeu, que el compositor belga se contagió de cierto estado de ánimo mórbido y febril que caracterizaba al círculo artístico de su maestro César Franck. Ello no impidió que hacia el final de su producción, Lekeu se asomara en algunas de sus obras al singular mundo sonoro del impresionismo. Lekeu intentó abordar la composición de música para la escena, pero sus intentos fracasaron. Logró redactar a medias un drama lírico cuya partitura se perdió y una ópera, Barberine, sobre un texto de Alfred de Musset, de la cual logró realizar solo un par de fragmentos. En el ámbito de la música orquestal, Lekeu dedicó sendas obras a la Fedra de Racine y a las figuras de Hamlet y Fausto. En su producción de música de cámara, además de algunas obras para dotaciones convencionales, se encuentran otras para combinaciones inusuales, como su Epitalamio para quinteto de cuerdas, tres trombones y órgano, su Fantasía contrapuntística para oboe, clarinete, fagot, corno y cuerdas, o la Introducción y adagio para metales con tuba obligada.

El Adagio para cuarteto de cuerdas y orquesta de cuerdas es considerado como una de las obras más importantes de su último período creativo, y data de 1891. El potencial evidente que sus maestros y tutores vieron en Guillaume Lekeu no llegó a cristalizar debido a que el compositor belga murió de fiebre tifoidea a los 24 años de edad.

WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791) Concierto para piano y orquesta No. 17 en sol mayor, K. 453 Allegro Andante Allegretto-Presto

A manera de introducción acerca del concierto mozartiano que hoy ocupa nuestra atención, escuchemos al musicólogo Charles Rosen, quien escribió esto respecto a la obra: Compuesto justamente antes que el K. 456, el Concierto en sol mayor K. 453 (pensado, como el K. 449, para Babette Ployer), contiene innovaciones importantes. El primer movimiento es quizá el más gracioso y colorista de todos los allegros militares de Mozart. El movimiento lento, en do mayor, es todavía más audaz que el primero. El último movimiento del K. 453 representa también un nuevo punto de partida. En él, Mozart ensaya por primera vez la forma de variación como movimiento final. La solución que da Mozart a este movimiento es una coda, marcada presto, en el estilo de la ópera cómica. Este breve pero sustancioso párrafo de Rosen puede ampliarse con algunas observaciones complementarias. El Concierto K. 456 mencionado al inicio por Rosen es el que lleva el número 18, mientras que el K. 449 es el número 14. Cabe aquí mencionar que estos tres conciertos fueron escritos por Mozart en el año de 1784, al igual que los conciertos K. 450, K. 451 y K. 459, que son respectivamente los números 15, 16 y 19 en el catálogo consecutivo del compositor. ¿Por qué tal abundancia de conciertos para piano en ese año? Al parecer, Mozart tuvo la suerte de que en esa época le llovieran invitaciones para tocar en los conciertos por suscripción que organizaba la aristocracia austríaca, las famosas academias.


Sobre este tema, hay un muy elocuente carta de Mozart a su padre, fechada en febrero de ese año de 1784, en la que le describe la gran cantidad de academias en las que debe tocar, por lo cual debe componer mucha música nueva para ellas. Respecto a la dedicataria de los conciertos K. 449 y K. 453 mencionada por Rosen, se trata de Bárbara Ployer, alumna de Mozart quien también fue dedicataria de las Variaciones en fa menor de Joseph Haydn (1732-1809). Ahora bien, resulta que en un campo más cercano a la especulación anecdótica que al análisis musical, se ha mencionado el hecho de que el tema principal de ese último movimiento del Concierto K. 453 le fue inspirado a Mozart por el canto de su ave doméstica favorita, un estornino al que tenía especial cariño. (De hecho, en su biografía de Mozart, Wolfgang Hildesheimer apunta en su resumen cronológico este dato: “Junio 4, 1787, Mozart lamenta la muerte de su estornino”). Para concluir este texto tal y como se inició, con una cita, escuchemos a Michael Steinberg: El Concierto en sol, K. 453, en el que los gestos cómicos se vuelven inesperadamente serios, y en el que las súbitas derivaciones hacia el oscuro sol menor adquieren un carácter opuesto a la norma, es por ello una maravilla única.

FRANZ SCHUBERT (1797-1828) Sinfonía N° 5 en si bemol mayor, D. 485 Allegro Andante con moto Menuetto - Allegro molto Allegro vivace

Hacia el fin de 1815, mientras Franz Schubert tenía que ganarse la vida como maestro de escuela, su amigo Franz von Schober lo convenció de abandonar semejante aburrimiento y buscar un cauce para su verdadera vocación. Así, en la primavera de 1816 Schubert solicitó el puesto de director musical de un colegio en la ciudad de Laibach, hoy conocida como Ljubljana (ex-Yugoslavia). La solicitud de Schubert fue rechazada, pero sus amigos, encabezados por Schober, siguieron animándolo a dedicarse a la música, llegando incluso a enviar algunas de las canciones de Schubert al gran poeta y escritor Johann Wolfgang von Goethe, aunque sin resultado alguno.

Finalmente, en diciembre de 1816 Schober convenció al compositor, en contra de la voluntad del padre de Schubert, para que pidiera una licencia en la escuela. Así, Schubert pasó ocho meses viviendo en casa de la madre de Schober, y tuvo tiempo y tranquilidad para componer. De ese período datan, entre otras obras, dos de las sinfonías de Schubert, la Sinfonía N° 4 en do menor, Trágica, y la Sinfonía N° 5, que hasta la fecha sigue siendo una de las obras más populares del catálogo del compositor. Afirman los musicólogos que Schubert compuso su Quinta sinfonía en el corto lapso de dos semanas, lo que no está nada mal para un compositor de diecinueve años de edad. Al parecer, la sinfonía fue escrita para una pequeña orquesta de aficionados, dato que parece ser confirmado por el hecho de que la orquestación de la obra no incluye clarinetes, ni trompetas, ni trombones, ni timbales. En efecto, la Quinta sinfonía de Schubert está escrita para una flauta, dos oboes, dos fagotes, dos cornos y cuerdas, y esta dotación moderada ha hecho que la sinfonía sea una obra favorita entre las orquestas de escasos recursos instrumentales. A pesar de su aparente sencillez, la Quinta sinfonía de Schubert tiene ya todo el sello característico de su pensamiento sinfónico, que habría de culminar años más tarde en la majestuosa Novena sinfonía, terminada en 1828, siete meses antes de su muerte. La Quinta sinfonía de Franz Schubert fue estrenada el mismo año de su composición, 1816, en el Schottenhof de Viena, bajo la dirección de Otto Hatwig, en un concierto privado. El estreno público de la obra tardó mucho tiempo, ya que se cita como 1873 el año de su ejecución en concierto, bajo la dirección de August Manns, en el Crystal Palace de Londres.


Programa 2 Jueves 13 de febrero Domingo 16 de febrero José Luis Castillo, director Angélica Alejandre, soprano Cassandra Zoe, mezzo Frida Portillo, mezzo Orlando Pineda, tenor Christoph Willibald Gluck* Le Cinesi (Las chinas) Ópera Serenata, Wq. 18

*300 años del nacimiento de Christoph Willibald Gluck


ANGÉLICA ALEJANDRE* Soprano

O

riginaria de la Ciudad de México, en 1992, a los 4 años de edad, debutó dentro de la puesta en concierto de la ópera Tata Vasco de Miguel Bernal Jiménez, con el Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la dirección del maestro Luis Berber. Es ganadora de la edición 2009 del concurso de canto Maritza Alemán de la Escuela Superior de Música; ha sido finalista del Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli, en donde obtuvo un Estímulo para el Desarrollo Vocal otorgado por el Instituto Nacional de Bellas Artes en 2011, así como también el Segundo Lugar, y el Premio Especial de Zarzuela a la Mejor Voz Femenina, ofrecido por la Compañía Mexicana de Zarzuela Domingo-Embil y la Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano, A.C. (SIVAM), en 2012. En ese mismo año, la SIVAM le otorga la Beca Plácido Domingo para formar parte de su Taller de Perfeccionamiento Operístico. Se ha presentado como solista en diversos escenarios de la República Mexicana, como el Palacio de Bellas Artes, con la Orquesta de Cámara de Bellas Artes bajo la dirección de José Luis Castillo y Xavier Ribes, el Teatro de las Artes bajo la dirección de José Areán, el Centro Cultural Jaime Torres Bodet junto con la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional bajo la dirección de Gabriela Díaz Alatriste, el Museo José Luis Cuevas, el Museo del Carmen, la Sala Angélica Morales; en Veracruz en el Teatro Clavijero y el Centro Veracruzano de las Arte y en el Teatro Peón Contreras en la Ciudad de Mérida, entre otros. Actualmente es integrante del Coro del Teatro de Bellas Artes y desde enero de 2014, forma parte de la primera generación del Estudio de Ópera de Bellas Artes (INBA - FONCA), fundado y dirigido por el tenor mexicano Ramón Vargas.

*Becaria del FONCA


CASSANDRA ZOÉ VELASCO Mezzosoprano

C

on 24 años de edad es considerada una de las jóvenes promesas de la ópera mexicana. Fue semifinalista en “Placido Domingo´s Operalia” (2012) en Beijing, China y fue invitada por el Maestro Plácido Domingo para continuar su formación operística en el prestigioso “ Domingo Colburn Stein Young Artist Program” que él mismo preside en la Ópera de Los Ángeles (USA). Recientemente obtuvo el Premio Especial a Cantante Joven en el “Concurso del Metropolitan Opera” de Nueva York. También ha representado a México en el “Concurso Internacional de Canto Montserrat Caballé” en España, “Competizione dell’Opera” en Bremen y Dresden, Alemania, así como el “Concurso Internacional de Canto Teatro Colón” en Argentina. Ha ganado en todos los concursos en México, entre ellos el “Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli” (2011), donde además del Primer Lugar, obtuvo el Premio del Público, el Premio María Callas a la mejor interpretación del Bel Canto, el Premio Ópera de Bellas Artes y el Premio Domingo-Embil de Zarzuela. También en 2011 ganó el Primer Lugar en el “Concurso Internacional de Canto Sinaloa” así como el Premio Opera de Bellas Artes y en 2012 el Primer Lugar en el “Concurso Nacional de Voces Jóvenes en el Bel Canto”. Ha sido ganadora de otros reconocimientos como el Premio Revelación Juvenil en el “Concurso Nacional Carlo Morelli” (2008) y Premio Revelación Juvenil en el “Concurso Internacional de Canto Sinaloa” (2009) . Ha recibido dos becas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) y fue becaria de la Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano (SIVAM). Con la Compañía Nacional de Ópera de Bellas Artes ha cantado Rosina en El barbero de Sevilla de Rossini (2012) y Lola en Cavalleria Rusticana de Mascagni (2011). Con Los Angeles Opera (USA) ha interpretado a la Segunda Dama en La flauta mágica de Mozart dirigida por James Conlon y Mercedes en Carmen de Bizet bajo la dirección de Plácido Domingo. También ha interpretado a Flower en La Hija de Rapaccini de Daniel Catán (Gotham Chamber Opera de NY), Cherubino en Las bodas de Fígaro de Mozart, Charlotte en Werther de Massenet, Lucilla en La escalera de seda, Ernestina en La ocasión hace al ladrón, Cenerentola en La Cenicienta, Isabella en La italiana en Argel e Isolier en El Conde ory, todas ellas óperas de Rossini. Sus próximos compromisos son el estreno de la ópera Jonah and the Whale (Jonás y la ballena) de Jack Perla bajo la dirección de James Conlon, Myrtale en Thaïs de Massenet compartiendo escena con Plácido Domingo, Mercédès en Carmen de Bizet en Guadalajara y una serie de presentaciones de las Chansons Madecasses de Ravel con la Orquesta de Cámara de Los Angeles.


FRIDA PORTILLO MC NALLY Mezzosoprano

I

nició sus estudios musicales en el Conservatorio de Música y Artes de Celaya, donde formó parte del coro de esa institución. En 2006 inicia sus estudios vocales con el barítono Miguel Eugenio Hernández Sagrero. Fue integrante del Coro Santa Cecilia, bajo la dirección de Raúl Orlando Arreguin Rosales. En 2007, se integra a la Orquesta de Cámara de Celaya A.C. interpretando música sacra y música mexicana junto con la soprano Lorena Méndez. En el 2008 se incorpora al taller de ópera del Conservatorio de Música de Celaya, interpretando el papel de la Hechicera en Dido y Eneas de Purcell. Este mismo año toma clases magistrales con Carlos Fernández Aransay, y debuta después como solista con la Orquesta Sinfónica Juvenil Silvestre Revueltas interpretando “Che farò senza Euridice” de Gluck y el Cuarteto de Rigoletto. En el 2009 se presenta con la compañía cubana Mexi-Son, en el espectáculo “Siempre en mi corazón” en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, presentando la zarzuela cubana “María la O”. En 2011 se presenta en el Museo Nacional de Arte y en la Sala Manuel M Ponce del Palacio de Bellas Artes, interpretando obras de Petr Eben, Jean Absil y Emmanuel Clerc. Fue finalista en el XXIX Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli y participa como solista en los festejos del 75 aniversario de la Escuela Superior de Música en el Palacio de Bellas Artes. En 2012 y 2013 participa en la ópera La Médium de Gian Carlo Menotti, con el ensamble Tempus Fugit, representada en los teatros Salvador Novo, Teatro de las Artes, y en el Teatro Hidalgo de Colima, bajo la batuta de Christian Gohmer. En el programa “Opera Joven para Jóvenes” de Pro Ópera,A.C y Carlo Morelli A.C, participa en la ópera Le Comte Ory de Rossini, con la Orquesta Sinfónica Juvenil Carlos Chávez y la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata, con Iván López Reynoso. En diciembre del 2013 participa en la ópera The rape of Lucretia (El rapto de Lucrecia) de Benjamin Britten con el ensamble Tempus Fugit, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, dirigida por Christian Gohmer. Ha sido ganadora del Primer Lugar en la edición 2012 del Concurso de Canto Maritza Alemán de la ESM; participó en el I Concurso Iberoamericano de Canto Irma González en el concierto de finalistas. Ha tomado clases magistrales con James Demster, Rogelio Riojas Nolasco, Sergio Vázquez y Josué Cerón entre otros. En 2013, concluyó la licenciatura en Canto Operístico en la Escuela Superior de Música del INBA, en la cátedra de la soprano Amelia Sierra.


ORLANDO PINEDA Tenor

O

riginario de la ciudad de México, nacido un 20 de mayo de 1985, inició sus estudios de técnica vocal con la maestra Perla Idalia López Ríos en la Escuela de Iniciación Artística número 3 del INBA. En 2003 ingresa al Conservatorio Nacional de Música continuando sus estudios vocales con el renombrado Maestro de canto Enrique Jaso Mendoza. Ha cantado en las principales salas de la república mexicana, el Palacio de Bellas Artes, la Sala Nezahualcóyotl, la Sala Ollin Yoliztli, Teatro Juárez de Guanajuato, Teatro de la Ciudad, Sala Miguel Covarrubias, Auditorio Sentimientos de la Nación en Guerrero, por mencionar algunos. Su repertorio abarca: Carmina Burana de Carl Orff, Réquiem de Mozart, Misa Solemne de Santa Cecilia de Gounod, Pagliacci de Leoncavallo, Il Barbiere di Siviglia y L’Italianain Argeli de Rossini, Le Nozze di Figaro, Don Giovanni y El Rapto en el Serrallo de Mozart, Traviata de Verdi, Carmen de Bizet, Gianni Schicchi de Puccini, La Vida Breve de Manuel de Falla, Il Matrimonio Segreto de Cimarosa, L’Elisir d’Amore de Donizetti, La Boheme de Puccini, L’Isola disabitata de Haydn, Rigoletto de Verdi, La Pasión según San Juan de Bach y The Rape of Lucretia de Britten. Hizo su debut internacional en 2011 en el Teatro Nacional Manuel Bonilla de Tegucigalpa Honduras con la Opera Il Matrimonio Segreto de Cimarosa en el papel de Paolino. En junio de 2006 participó en el concurso Competizione dell’Opera que se realizó en Dresden, Alemania. De 2005 a 2008 perteneció al Coro de la Orquesta Sinfónica del Estado de México y a partir del 2008 pertenece al Coro de Madrigalistas de Bellas Artes en donde trabaja actualmente. En marzo de 2012 ganó el Tercer Premio en el concurso Las Voces Jóvenes del Bel Canto en México, promovido por el Lic. Jorge Labastida.


NOTAS AL PROGRAMA: CHRISTOPH WILLIBALD GLUCK (1714-1787) Le Cinesi (‘Las chinas’) Wq 18

Después de un inicio musical indiferente, basado más en su habilidad como intérprete de la armónica de cristal que en sus dotes de compositor, Christoph Willibald Gluck adoptó el estilo operístico italiano para una serie de producciones que le encomendó la Ópera Imperial de Viena. Cuando la moda musical cambió, Gluck se adaptó rápidamente al cambio y se orientó hacia el estilo de ópera ligera francesa que le permitiría, en el año de 1773, dejar Viena para establecerse en París y supervisar la producción de su más reciente ópera, Ifigenia en Áulide. Para entonces, ya bajo la influencia de los libretistas franceses, Gluck estaba intentando romper con algunas de las convenciones más arraigadas de los estilos operísticos que había cultivado hasta entonces. Así, el compositor se orientó hacia algunos temas inspirados en la antigüedad clásica; algunos de los títulos de las óperas de su último período son Orfeo y Eurídice, El triunfo de Clelia, Telémaco, Alceste, Paris y Elena, e Ifigenia en Áulide. Gluck compuso cerca de cincuenta óperas y media docena de ballets, y es justamente a través de estas áreas de su producción que es más conocido. Escribió, además, algunas piezas vocales, seculares y sacras; entre éstas últimas son especialmente interesantes las arias que Gluck realizó como parodias de algunas de sus propias arias operísticas. El 24 de septiembre de 1754 se estrenó en el Schlosshof de Viena una curiosa ópera de Gluck titulada originalmente Le Cinesi, es decir, Las chinas. El libreto fue producto de la prestigiosa pluma de Pietro Metastasio, y el texto había sido puesto en música en 1735 por el compositor italiano Antonio Caldara (1670-1736). De entrada, vale decir que si bien hoy se define a Le Cinesi como una ópera, en su tiempo fue designada como azione teatrale, que es una de las numerosas variantes que por aquel tiempo tenían las obras musicales para la escena. Y si de definiciones se trata, va el dato de que Metastasio había designado su texto como un componimento drammatico, mismo que había adaptado a partir de su obra Il ballo Cinese (‘El baile chino’). Una breve descripción de la acción de la ópera permite apreciar que no se trata, ni mucho menos, de una obra maestra del teatro musical.

Se trata fundamentalmente de una obra auto-referencial en la que Gluck, a través de su música y del texto de Metastasio, parece hacer una sátira a las convenciones operísticas de su tiempo. Las chinas del título son Lisinga, Tangia y Sivene. (El hecho de que los nombres no tengan nada de chino era de importancia muy menor). El otro personaje de esta ópera de cámara es Silango, hermano de Lisinga. Resulta que Silango acaba de regresar a China después de un viaje por Europa, y para darle una adecuada bienvenida, las chinas en cuestión le cantan arias de ópera en estilos diferentes. Lisinga se reviste del papel de Andrómaca y canta una escena de corte trágico. Sivene y Silango cantan una especie de dueto pastoral, demostrando sus mutuos sentimientos amorosos. Por ello, Tangia está celosa, y lo demuestra cantando un aria cómica cuyo tema es la burla a un dandy parisino que se observa extasiado ante el espejo. Con ello, Tangia se está burlando indirectamente de su rival Sivene. Como suele ocurrir con este tipo de textos, hay aquí un elemento didáctico en el hecho de que después de cantar sus arias, los personajes se dedican a comentar las desventajas de cada uno de los estilos musicales que han presentado. Muy a la usanza de aquella época, Le Cinesi concluye con un ballet titulado El juicio de Paris, que aquí toma la forma de un cuarteto vocal. Entre los asistentes al estreno de Le Cinesi se hallaba el compositor alemán Karl Ditters von Dittersdorf (1739-1799), quien más tarde se refirió al evento en las memorias que dictó a su hijo. En general, el testimonio de Dittersdorf era bastante positivo, y en él mencionaba entre otros elementos la escenografía estilo chino realizada por Quaglio, de la que destaca unos postes de cristal pulidos por artesanos bohemios y bañados en aceites de colores. Directamente de las memorias de Dittersdorf, estas líneas: ¡Y además, la música divina de Gluck! No fue solo el delicioso juego de la chispeante sinfonía, acompañada de vez en cuando por campanitas, triángulos, tamborcillos, etc., a veces individualmente y a veces todos juntos que, desde el inicio y antes de levantarse el telón, transportó al público. La música fue de principio a fin un encantamiento. Como fue el caso de numerosas óperas (y similares) del siglo XVIII, Le Cinesi de Gluck fue concebida para una ocasión ceremonial particular: una visita de la emperatriz María Teresa a la propiedad de la noble familia de los Saxe-Hildburghausen.


Programa 3 Jueves 20 de febrero Domingo 23 de febrero José Areán, director huésped Kazimierz Olechowski, violín Józef Olechowski, piano Ernest Chausson Concierto para violín, piano y orquesta en re mayor, Op. 21 Decidé Sicilienne Grave Finale: Trés animé Frank Martin Passacaglia Albert Rousell Sinfonietta, Op. 52 Allegro Andante Rondó: Allegro finale


JOSÉ AREÁN Director huésped

riginario de la Ciudad de México, José Areán O es hoy uno de los más reconocidos directores mexicanos. Ha incursionado en una amplia gama

de actividades musicales y culturales: la ópera, la música sinfónica, de cámara, cinematográfica, la promoción cultural y la producción musical forman parte de sus intereses. En el campo de la ópera, fue Director Musical Asistente de la Ópera de Bellas Artes de 1997 a 2001 y Director General de la misma de 2007 a 2009. En varias decenas de funciones dirigió, entre otros títulos de ópera y ballet, Macbeth, Carmen, Elixir de amor, El Cascanueces, Romeo y Julieta, Eugen Onegin y Raymonda en el Palacio de Bellas Artes. Ha realizado numerosos estrenos mundiales operísticos: destacan la versión definitiva de The Visitors, de Carlos Chávez (1999); los estrenos mundiales de Séneca, de Marcela Rodríguez (2004) y En susurros los muertos, de Gualtiero Dazzi (2005). Las dos primeras recibieron su primera grabación mundial bajo su dirección. El disco compacto de The Visitors obtuvo el premio “Mejor Grabación del 2000” otorgado por la Unión de Cronistas de México. Areán dirigió el estreno mundial de Únicamente la Verdad (2010), aclamada ópera de Gabriela Ortiz, en su versión definitiva. Ha dirigido a Francisco Araiza, Ramón Vargas, Rolando Villazón, Fernando de la Mora, Genaro Sulvarán, Jesús Suaste, Alfredo Daza, Jorge Lagunes, Maria Alejandres, Lourdes Ambriz, Encarnación Vázquez, Irasema Terrazas, y Janice Baird, entre muchos otros cantantes de talla internacional. En el plano sinfónico, José Areán es desde 2005 Director Asociado de la Orquesta Sinfónica de Minería, y es director huésped de las más importantes orquestas de México.

Ha dirigido en Alemania, Austria, Argentina, Estados Unidos, Francia, Holanda, República Checa, Rumania y Suiza. Solistas como Philippe Quint, Sarah Chang, Giora Feidman, y Jorge Federico Osorio han concertado bajo su batuta. Su inclinación a la música contemporánea lo llevó a una estrecha colaboración con Onix Ensamble. A la cabeza del ensamble ejecutó numerosos estrenos en México de obras de los más significativos compositores del siglo XX, como, Chemins II de Berio, entre muchas otras. Asimismo realizó con Onix numerosos estrenos mundiales de compositores actuales mexicanos e internacionales, grabaciones, giras a Nueva York y a diversos Festivales. Ha grabado varios discos comerciales, y cuenta con numerosos conciertos y óperas transmitidas por la radio y la televisión a nivel nacional en México. El canal BRAVA NL, de Holanda, grabó bajo su dirección la primera edición mundial de Barbebleue, de Offenbach, en idioma original. Fue productor artístico del disco México, nueva música para cuerdas, con el prestigioso cuarteto de cuerdas Arditti. Es co-conductor de Escenarios, programa de Canal 22 del que ha realizado más de cien emisiones. En materia fílmica, ha dirigido la música de varios largometrajes (Bajo California, el límite del tiempo, Seres humanos, y La virgen de la lujuria de Arturo Ripstein). Obtuvo el premio “Pantalla de Cristal” a la mejor música fílmica para el cortometraje Brusco Despertar. Después de cursar estudios de piano y contrabajo en la Escuela Nacional de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Areán estudió dirección orquestal en el Conservatorio de Viena, donde se graduó con mención honorífica. En su papel de promotor cultural, Areán fue el Director General del Festival de México en el Centro Histórico (2002-2007), uno de los más importantes festivales de arte y cultura del país. Entre otros logros de su administración destaca la primera producción integral en México de el Anillo del Nibelungo de Wagner. En enero de 2013 fue nombrado Director Artístico de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.


JÓZEF OLECHOWSKI con una destacada trayectoria reconociPHaianista da por organismos nacionales e internacionales. desarrollado una extensa actividad musical pre-

Sinfónica de Xalapa, la Orquesta Sinfónica de Yucatán y la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes así como en varias ediciones del Festival de Piano “En Blanco y Negro”. Estrenó en México el Concierto para Piano y Orquesta de Witold Lutoslawski con la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Su particular interés y activa participación en el rescate y la difusión de música mexicana se ha reflejado en la grabación de treinta discos compactos para sellos como BMG, Universal, EMI, Quindecim, Prodisc, Sony Music y Urtext. Ha grabado dos discos compactos “Alma y Corazón” y “Obsesión” dedicados exclusivamente a la obra para piano de Ernesto Elorduy, iniciando así el rescate de la obra completa de este gran compositor del Romanticismo Mexicano.

Como músico de cámara y como solista, Józef Olechowski participa frecuentemente en los festivales musicales más importantes, tales como Festival Internacional Cervantino, Festival Internacional de Música de Morelia, Coloquio Musical de Zacatecas, Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México, Festival Cultural de Mayo en Guadalajara, Festival Internacional de Tamaulipas, Festival Internacional de Música de La Paz, Baja California. En el campo didáctico se ha destacado por impartir cursos de perfeccionamiento musical en Inglaterra, Polonia, Japón, Estados Unidos y México; es maestro residente desde que se inició el Festival Instrumenta Oaxaca.

Piano

sentando conciertos y recitales en varios países europeos, Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda, así como en Estados Unidos de América, Centroamérica, Colombia y México. En muchos de ellos ha realizado grabaciones para la radio y la televisión.

La Unión Mexicana de Cronistas de Teatro y Música le otorgó un reconocimiento por su destacado desempeño artístico y en especial por el disco compacto que contiene los tríos de Manuel M. Ponce, realizado para el sello discográfico BMG. De forma paralela a su actividad como pianista desarrolla trabajos de composición y dirección musical en los Estados Unidos de América, Inglaterra y México. La editora alemana Schott & Co. publicó tres volúmenes con obras de su autoría. Se ha presentado como solista con las principales orquestas de México, como la Orquesta Sinfónica Nacional, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, la Orquesta Sinfónica “Carlos Chávez”, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, la Orquesta

En su natal Polonia culminó sus estudios musicales haciéndose merecedor en dos años consecutivos a la beca que otorga el Instituto Internacional Federico Chopin en Varsovia por ser uno de los pianistas más destacados de su generación siendo aún adolescente. Obtuvo el primer lugar en el II Concurso Nacional de Piano efectuado en la Ciudad de Puebla y desde entonces reside principalmente en México. Es egresado con mención honorífica de la maestría en composición en la Universidad Veracruzana. Recientemente fue distinguido por segunda ocasión por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes como Intérprete con Trayectoria. En su afán por estrechar los vínculos culturales entre México y Polonia, es miembro fundador y Director Artístico de la Sociedad Cultural Federico Chopin de México.


KAZIMIERZ OLECHOWSKI

Violín

V

iolinista nacido en Polonia. En todos los lugares en que se ha presentado actuando como solista, en recitales o con orquestas sinfónicas, desde los Estados Unidos de Norteamérica a Europa Occidental, o en los países de la hoy desintegrada Unión Soviética, su musicalidad y virtuosismo le han ganado la aclamación del público y de la crítica. Graduado con honores en la Academia de Música “Federico Chopin” de Varsovia, Polonia, ha participado activamente en clases maestras de distinguidos artistas y pedagogos, tales como Renato de Barbieri, Zahar Bron, Wolfgang Marschner, Sir Yehudi Menuhin y Ruggiero Ricci. Ha sido premiado en diversos concursos internacionales: el “Concurso Internacional Ludwig Spohr” en Alemania, el “Concurso Internacional Paganini” en Italia, el “Concurso Internacional Bach” en Alemania, el “Concurso Internacional de Palm Beach” en los E.U.A. y el “Concurso Internacional de Solistas” de Bordeaux, Francia, en el cual ganó el “Gran Prix” Medalla de Oro. Además de su carrera como solista se desempeña como Concertino de la Ópera de Lyon, Francia, y como profesor del Conservatorio de esta ciudad. “El violinista polaco Olechowski realizó una interpretación del Concierto para Violín de Beethoven, que por primera vez he oído que podría confundirse con una grabación” (Zollernalb-Kurier, Alemania). “Con un sonido maravilloso, Olechowski demostró no sólo una técnica perfecta, sino un verdadero dominio” (Offenburgertageblatt, Alemania). “El solista Kazimierz Olechowski tocó con una técnica brillante y una habilidad única para compartir las más profundas emociones... supo cómo ejecutar la pieza con virtuosismo manteniendo una interpretación dentro del espíritu de la obra” (Badischer Zeitung, Alemania). La apoteosis de la tarde fue brindada, al nivel de los grandes solistas, por el violinista polaco Olechowski, quien impuso desde la primera nota un dominio del violín del más alto nivel, ni solo por el virtuosismo sino más importante, por la intensa musicalidad que emana de este artista... su violín canta al servicio de sus emociones... un artista maduro, plenamente desarrollado (Dominique Vignau- Bordeaux).


Notas al programa: ERNEST CHAUSSON (1855-1899)

Concierto para violín, piano y orquesta en re mayor, Op. 21 Decidé Sicilienne Grave Finale: Trés animé El breve catálogo de Ernest Chausson contiene un muy interesante Concierto para violín, piano y cuarteto de cuerdas, obra singular en la historia de la música por su dotación instrumental. El Concierto fue escrito por Chausson entre 1890 y 1891, y es una obra en la que importa más la verdadera labor concertante que el virtuosismo pirotécnico individual de los músicos involucrados. Por otra parte, algunos musicólogos han afirmado que la designación de “concierto” para esta obra no es del todo certera, mientras que otros coinciden en que tampoco es un sexteto, debido a que las partes instrumentales no son de igual peso específico. Otros, con la intención de llegar a un justo medio en la definición de la pieza dicen que se trata de un dúo para violín y piano con acompañamiento de cuarteto de cuerdas. La mención que algunos especialistas hacen sobre la influencia de Richard Wagner (1813-1883) en la ópera El rey Arturo de Chausson es particularmente interesante en el contexto del hecho históricamente comprobado de que los músicos franceses del final del siglo XIX y el inicio del siglo XX se esforzaron cabalmente por apartarse de todo aquello que tuviera que ver con el compositor alemán y su música. Ejemplo de ello, este párrafo incluido en un ensayo sobre el Concierto Op. 21 de Chausson en la revista All Music Guide: Estilísticamente, es claro que Chausson busca evitar el conjuro que Richard Wagner ejerció sobre la música francesa del final del siglo XIX. Aún utiliza ricas armonías cromáticas y el apasionado estilo melódico que había llegado a la música francesa en los 1870s y 1880s. Pero sus texturas y su uso de los acordes sugieren un esfuerzo de encontrar un sonido no-wagneriano a través del arcaísmo deliberado. Un recurso que utiliza es el de las octavas paralelas, que sugiere un antiguo canto litúrgico.

Otro es el uso consistente de la cadencia plagal (el final de “iglesia” o de “amén”) en vez de la cadencia ordinaria. Estas asociaciones religiosas casi subconscientes le dan a la música la cualidad antigua deseada por el compositor. Además, Chausson utiliza con frecuencia efectos especiales como los arpegios, los trinos y los trémolos. En 1892, Chausson dedicó la partitura de la obra a Eugène Ysaÿe (18581931), con la esperanza de que el violinista y compositor belga estrenara el concierto. De acuerdo a los deseos de Chausson, el protagonista del estreno de su Concierto para violín, piano y cuarteto de cuerdas fue Ysaÿe en el violín. Le acompañaron el pianista Auguste Pierret y el Cuarteto Ysaÿe, en una velada musical realizada en Bruselas el 4 de marzo de 1892. (Algunas fuentes identifican al ensamble protagonista del estreno como el Cuarteto Crickboom, asunto que representa algunas complicaciones históricas, cronológicas y de nomenclatura). La peculiar dotación de esta obra, así como (según algunos redactores) su duración, han impedido su presencia más frecuente en las salas de conciertos. Menos frecuente aún es escuchar la versión del Concierto Op. 21 con acompañamiento de una sección completa de cuerdas en vez de un cuarteto.

FRANK MARTIN (1890-1974) Passacaglia

El musicólogo Bernhard Billeter ofrece este breve análisis de una etapa importante de la producción del compositor suizo Frank Martin: Después de 1930, Martin encontró lo que necesitaba en la técnica dodecafónica de Schoenberg, misma que adoptó en su Primer concierto para piano (1933-1934); en la Rapsodia para cinco instrumentos de cuerda (1935), que es su obra más estricta; en el igualmente áspero pero menos disonante Trío de cuerdas (1936); y en la Sinfonía (1937) que utiliza instrumentos de jazz. Su aplicación de la técnica de los doce sonidos no se apega estrictamente a las reglas, y Martin rechazó abiertamente la estética de Schoenberg. Porque también en el futuro la armonía permaneció como el factor determinante para Martin: la armonía al interior de la tonalidad extendida, con un fuerte sello personal.


Hacia la década siguiente, Frank Martin había desarrollado un lenguaje armónico muy personal que contemplaba, entre otras cosas, tonalidades inestables y cambiantes. Asimismo, introdujo en varias de sus obras una clara componente de tensión dramática, acompañada de un sólido cimiento formal. A esta década pertenece su Passacaglia, compuesta en 1944. Al escribir la Passacaglia, Martin aludió a una vieja forma que, según se dice, nación en la España renacentista como una danza grave y solemne llamada pasacalle. Al paso del tiempo, sin embargo, la pasacalle o passacaglia perdió todo vínculo con la danza y se convirtió en una de las más importantes formas de variación continua, conservando sin embargo el carácter grave y el tempo lento. Una prueba contundente de que Martin concibió su Passacaglia bajo los parámetros tradicionales está en el hecho de que la compuso originalmente para órgano, refiriéndose así a las grandes passacaglias barrocas de compositores como Johann Sebastian Bach (1685-1750), Dietrich Buxtehude (1637-1707) y otros ilustres músicos del pasado. En su versión original para órgano, la Passacaglia de Frank Martin fue estrenada en Berna el 26 de septiembre de 1944 por el organista de la Catedral de Berna, Kurt Wolfgang Senn, a quien la partitura está dedicada. Más tarde, en 1952 el propio Martin transcribió la obra para orquesta de cuerdas, dedicándola esta vez a la Orquesta de Cámara de Stuttgart y su director, Karl Münchinger. Diez años después, Martin volvió a mostrar el aprecio que le tuvo a su Passacaglia, al realizar en 1962 una nueva versión de la obra, esta vez para orquesta sinfónica.

ALBERT ROUSSEL (1869-1937) Sinfonietta Op. 52 Allegro Andante Rondó: Allegro finale

Antes de decidirse plenamente por una carrera musical, Albert Roussel desarrolló una pasión profunda por las matemáticas. Más tarde, se unió a la marina y sirvió en ella durante varios años. Finalmente, debido a esos años en el mar, su edad no le permitió ingresar en el Conservatorio de París, de modo que tuvo que realizar su preparación musical de manera un tanto azarosa, y parcialmente autodidacta.

Sobre todo en sus primeras obras, se percibe la influencia de los compositores impresionistas por una parte, y por la otra, del compositor belga César Franck, especialmente en lo que se refiere al manejo de la forma cíclica. Más tarde, la producción de Roussel estuvo marcada por un neoclasicismo particularmente preocupado con el manejo estricto de las formas tradicionales. En algunas de sus obras, el compositor francés incluyó elementos como armonías basadas en música tradicional de la India, ritmos con influencia del jazz, y algunos interesantes planteamientos politonales. El escritor Basil Deane afirma lo siguiente sobre Albert Roussel: Como su estilo fue un estilo esencialmente ecléctico, basado en una manipulación personal de elementos tradicionales, no se prestó para un desarrollo ulterior. Su importancia histórica radica en el hecho de que Roussel fue uno de un puñado de compositores del siglo XX que fueron capaces de crear un lenguaje sinfónico moderno y personal sobre cimientos esencialmente tradicionales. En el área orquestal del catálogo de Roussel destacan cuatro sinfonías, un par de suites, poemas sinfónicos, un Concierto para piano, un Concertino para violoncello, etc. La Sinfonietta fue escrita por Roussel en 1934, por encargo de Jane Evrard, directora de la Orquesta Femenina de París. Con esta orquesta y esta directora (a quien la partitura está dedicada), la obra fue estrenada el 19 de noviembre de ese año en la Sala Gaveau de París, obteniendo un éxito inmediato debido a su carácter alegre y extrovertido, firmemente anclado en los preceptos del neoclasicismo. La noche de su estreno, la Sinfonietta de Roussel fue repetida íntegramente, de inmediato, a petición del público.


Programa 4 Jueves 27 de febrero Domingo 2 de marzo José Luis Castillo, director András Adorjan, flauta Janet Paulus, arpa Wilhelm Friedemann Bach Sinfonía en fa mayor Disonante Vivace Andante Allegro Minueto Carl Philipp Emanuel Bach Concierto para flauta en re menor, Wq. 22 / H. 484/1 Allegro Un poco andante Allegro di molto Hans Werner Henze “I Sentimenti di C. P. E. Bach” Carl Philipp Emanuel Bach Sinfonía No. 5 en Si menor Wq 182-5 / H. 661 Allegretto Larghetto Presto


ANDRÁS ADORJAN Flauta

A

ndrás Adorján nació en Budapest, creció en Copenhagen y vive desde 1974 en Munich. Estudió odontología, obteniendo su título de dentista en Copenhagen en 1968. Complementó sus estudios musicales bajo los auspicios de Auréle Nicolet y Jean – Pierre Rampal. Después de ganar dos premios internacionales en 1968: en Copenhagen, el Jacob Grade Prize y en Montreal, el Concours International de Flûte, András Adorján fue unanimemente galardonado por el Premier Grand Prix del Concurs International de Flûte de Paris, en 1971. Éste fue el inicio de una carrera internacional que ha permitido a Adorján presentarse como solista con las mejores orquestas sinfónicas y de cámara. Entre 1970 y 1987, sus actividades incluyeron ser flautista principal en algunas orquestas sinfónicas en Estocolmo, Colonia y Baden-Baden en Munich. En 1987 fue nombrado profesor de la Musikhochschule en Colonia y, desde 1996, en la Musikhochschule en Munich. András Adorján continuamente es invitado a muchos festivales musicales y es un activo promotor de la música para flauta al interpretar muchas piezas descubiertas por él así como piezas de compositores contemporáneos y algunas escritas por él mismo. Es uno de los editores de la enciclopedia Lexikon der Flöte, publicada en 2009. Más de 100 grabaciones (1988, Premio de la Deutsche Schallplattenkritik) son el mejor testimonio de la eminencia artística de András Adorján.


JANET PAULUS Arpa

Nació en Nueva York y estudió arpa con Pearl Chertok.

C

ontinuó sus estudios en la Academia de Artes de Interlochen, Michigan y en el Instituto de Música de Cleveland, donde obtuvo su licenciatura bajo la dirección de Alice Chalifoux. Tan pronto como terminó sus estudios, ocupó los puestos de Arpista Principal de la Orquesta Sinfónica del Estado de México, y más tarde en la Filarmónica de la Ciudad de México. A partir de 1983, prosiguió su carrera musical en Nueva York, como solista y en grupos de cámara, y actuó también como arpista orquestal en la Orquesta de la Ópera Metropolitana, la Filarmónica de Nueva York, la Orquesta de la Ópera de Nueva York, la Orquesta de St. Luke’s y la Filarmónica de Brooklyn. De 1992 a 1997 vivió en España, donde fundó el dúo de arpas GIOCCARPA, con el que grabó el disco “Vent de Terre, Vent de Mer”. Ha sido profesora de arpa en el Conservatorio de Brooklyn, la Escuela de Música de Manhattan y el Festival de Música de Morelia, Michoacán. Ha grabado con distintas orquestas, entre ellas la Sinfónica de San Francisco, la Orquesta de la Ópera Metropolitana, y la Filarmónica de Nueva York. En Febrero de 2009, organizó el 2° Festival Internacional de Arpa con la colaboración de la Escuela Nacional de Música y la Escuela Superior de Música en la ciudad de México. En la actualidad reside en México, donde ocupó el puesto de Arpista Principal de la Orquesta Sinfónica del Estado de México. Actualmente es Arpista Principal de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, la Orquesta Sinfónica de Minería y miembro de SONDOS, dúo de arpas con Mercedes Gómez.


Notas al programa: WILHELM FRIEDEMANN BACH (1710-1784) Sinfonía en fa mayor Fk. 67, Disonante Vivace Andante Allegro Minueto

La sólida presencia de Johann Christian y Carl Philipp Emmanuel como herederos principales d e la tradición musical que tuvo su cima en su ilustre padre, Johann Sebastian Bach, ha hecho que otros hijos del ilustre chantre de Santo Tomás de Leipzig gocen de un prestigio menor y de una atención apenas de compromiso. Tal es el caso de Wilhelm Friedemann Bach, hijo mayor del viejo Bach y su primera esposa, Maria Barbara. Cuando W.F. Bach contaba con diez años de edad, recibió de su padre un regalo notable: el Clavier-Büchlein (‘Pequeño libro de teclado’), importante compendio de estudios instrumentales gracias al cual, en poco tiempo, el joven músico hizo notables progresos como intérprete al clavecín. Más tarde, Bach compuso la primera parte de El clave bien temperado pensando también en su hijo mayor. Sin descuidar sus estudios de música, Friedemann se aplicó también al aprendizaje de las matemáticas y en 1733 ganó por oposición un importante puesto de organista en la ciudad de Dresde. Trece años después, en 1746, ganó un puesto más importante, en la ciudad de Halle. Es por esta razón que W. F. Bach es conocido como El Bach de Halle. Su reputación como el mejor organista de Alemania (digno heredero de su padre) quedó firmemente establecida, y tanto en sus ejecuciones como en sus composiciones, Friedemann se mantuvo fiel a los principios barrocos que había heredado. Después de varios años de una vida turbulenta y de diversas desavenencias con sus patrones, W. F. Bach abandonó su puesto en Halle y se dedicó a dar recitales de órgano, a enseñar a varios alumnos y, para paliar sus apremios económicos, a vender varios de los invaluables manuscritos de su padre que habían quedado a su cuidado. Sus últimos años atestiguaron un evidente deterioro de su personalidad, sus finanzas y su música. En varias ocasiones, hizo pasar obras de su padre como suyas, y llegó al grado de firmar alguna composición propia con el nombre de J. S. Bach.

A su muerte, su viuda y su hija quedaron en la más abyecta pobreza. En el catálogo de Wilhelm Friedemann Bach se encuentran numerosas cantatas sacras y algunas seculares, unas cuantas obras vocales, conciertos para teclado, sinfonías, obras orquestales y de cámara, y una interesante producción de música para clavecín, así como algunas piezas para órgano. De sus años en Dresde data una colección de cinco sinfonías, la primera de las cuales es conocida como Disonante o Disonancia. El primer movimiento de la obra se inicia en un tempo que poco tiene que ver con el Vivace señalado y, poco después del inicio, la música deriva inesperadamente a una armonía “incorrecta”, de ahí el título de la sinfonía. Otra característica interesante es que el tercer movimiento de la obra es un Allegro que encaja perfectamente bien en las expectativas lógicas de un finale y, sin embargo, W.F. Bach concluye la obra con un doble minueto después del Allegro, procedimiento muy poco usual.

CARL PHILIPP EMANUEL BACH (1714-1788) Concierto para flauta en re menor, Wq. 22 / H. 484/1 Allegro Un poco andante Allegro di molto

Hacia 1738, recién terminado uno de sus ciclos de estudios, Carl Philipp Emanuel Bach recibió una invitación para acompañar a un joven noble en un largo viaje por Europa. Sin embargo, el compositor recibió al mismo tiempo otra invitación, mucho más tentadora y productiva, para incorporarse al servicio musical de un joven príncipe de 26 años. Así, Bach canceló sus planes de viaje y acepto la oferta del príncipe, quien un par de años después se convertiría en el rey Federico II de Prusia, bien conocido por sus inclinaciones musicales. Al tomar esta decisión, C.P.E. Bach estaba dando el paso más importante de su vida y su carrera, ya que permaneció al servicio de Federico por casi treinta años. Fue durante ese largo período al servicio del ilustrado monarca que Bach compuso lo más importante de su producción. Como excelente tecladista que era, dedicó una atención especial a la creación de obras para el clavecín, un área de su catálogo en la que es posible encontrar algunos de los antecedentes más importantes de la forma sonata clásica.


En el ámbito de la música orquestal, abordó solamente un género, la sinfonía, al que hizo notables contribuciones. En el catálogo de las obras de C.P.E. Bach se da cuenta de una veintena de sinfonías, así como de numerosas otras obras de este género que hoy son consideradas como espurias. Las sinfonías de Bach, como las demás obras que compuso, han sido objeto del trabajo de dos catalogadores distintos, Helm y Wotquenne, por lo que cada una de ellas lleva dos números distintos. Como es bien sabido, una de las mencionadas inclinaciones musicales del rey Federico II de Prusia era tocar la flauta, lo que hace muy posible que al menos algunas de las composiciones de C.P.E. Bach para este instrumento hayan sido dedicadas específicamente al talentoso monarca. Por otra parte, se sabe que algunas necesidades prácticas obligaron al compositor a transcribir algunos de sus conciertos para clavecín a otros instrumentos. De estos dos hechos da cuenta sintética este breve párrafo de Keith Anderson, consignado en una nota discográfica sobre los conciertos para flauta de C.P.E. Bach: Se ha sugerido que el Concierto en re menor H. 426, escrito en 1747, es la versión original de lo que más tarde se convirtió en el Concierto para clavecín en re menor Wq. 22. La obra, que sobrevive en un manuscrito que alguna vez estuvo en poder de la hermana del rey, la princesa Anna Amalia de Prusia, fue escrito quizá para el propio rey, como lo sugiere la parte solista. El Allegro inicial, con sus patrones arpegiados y sus moderadas exigencias de virtuosismo, es seguido por un sereno movimiento en re mayor que propone breves momentos de drama e insinuaciones de recitativo, así como una breve cadenza. La tonalidad original es restaurada en el vigoroso y emocionante final, Allegro di molto, con su inmediato sentido de la amenaza, que conduce a una escritura solista más retadora. El problema con este párrafo de Anderson es que no hace sino abundar en las confusiones de numeración y catálogo que rodean a esta obra, ya que al Concierto Wq. 22 distintas fuentes le asignan distintos números en el catálogo de Helm. Una revisión más a fondo de esta cuestión parece indicar lo siguiente: que el Concierto H. 425 en re menor es original para clavecín y que data de 1747; que el número H. 426 no fue usado en el catálogo de Helm; que este Concierto H. 425 fue arreglado para flauta y catalogado como H. 484/1, ya que con el número H. 484 están enlistados nueve conciertos de C.P.E. Bach, éste transcrito para flauta, el Wq. 22, y otros ocho originales para clavecín. ¿Queda claro?

HANS WERNER HENZE (1926-2012) I sentimenti di C.P.E. Bach

Durante la primera fase de su carrera, el notable compositor Hans Werner Henze se apegó a los elementos básicos de la educación musical alemana que había recibido. Sin embargo, como creador abierto al aprendizaje continuo y a la asimilación, permitió la entrada de numerosas influencias en su música, desde el atonalismo hasta el jazz, desde la música serial hasta las diversas fases creativas de Stravinski. Hombre con una aguda percepción dramática, Henze fue un creador particularmente importante en el ámbito de la música para la escena. Es probable que el momento de cambio más importante en su vida haya sido su mudanza definitiva a Italia, realizada en 1953 debido al clima de intolerancia que había en esa época en Alemania, un país en el que la abierta homosexualidad y las tendencias políticas de extrema izquierda de Henze no eran muy bien vistas. Esas tendencias se reflejaron con el paso del tiempo en la creación de un buen número de composiciones de orientación claramente política. Su prolongada permanencia en Italia tuvo como resultado el hecho de que en numerosas obras escritas después de 1953 es posible percibir una componente mediterránea, a veces sutil, a veces evidente. En 1787, Carl Philipp Emanuel Bach (1714-1788) escribió una Fantasía en fa sostenido menor para clavecín, que lleva los números de catálogo H. 300 / Wq. 67. Más tarde, el propio Bach retomó la obra y le agregó una parte de violín; la nueva versión de la Fantasía quedó catalogada como H. 536 / Wq. 80. En varias versiones del catálogo del compositor, la pieza está designada con un título en alemán: CPE Bachs Empfindungen, es decir, Los sentimientos de CPE Bach o, en una traducción quizá más sutil, La sensibilidad de CPE Bach. No hay que olvidar que en la Alemania del siglo XVIII se desarrolló un estilo musical conocido como Empfindsamer Stil o estilo sensible, tendiente a expresar sentimientos naturales y verdaderos, a decir de sus practicantes. Todo esto viene a cuento porque en el año de 1982, Hans Werner Henze realizó una interesante transcripción de la mencionada Fantasía de C.P.E. Bach para flauta, arpa y cuerdas, a la que puso por título en italiano I sentimenti di C.P.E. Bach. Si las dos versiones originales de la Fantasía tienen todo el sabor de la música clásica temprana, la versión de Henze está más cerca de la expresión romántica.


Programa 5 Jueves 6 de marzo Domingo 9 de marzo Eduardo García Barrios, director huésped Belem Rodríguez, mezzo Dmitri Dudin, piano Alfonso de Elías Suite de bailables antiguos Allemande Minueto Sarabanda Gigue Dmitri Dudin Cantata “Ofrenda del Tiempo” * Moderato Adagio Allegro Moderato Adagio drammatico Larghetto misterioso Allegro agitato Largo *Centenario Natal Octavio Paz


EDUARDO GARCÍA BARRIOS Director huésped

H

eredero de la tradición musical de su padre, Eduardo García-Barrios inició con él su educación, adquiriendo conocimientos de piano, contrapunto y armonía, para luego profundizar su aprendizaje con distintos maestros en el Distrito Federal, hasta que Gela Dubrova, su maestra de viola, le propuso continuar su formación musical en la entonces Unión Soviética. Vivir en este país cerca de 10 años lo acercó a grandes maestros que dejarían una importante influencia en su carrera, tales como el maestro de piano Mikhail Voskresensky y Dimitri Kitayenko, Director de la Orquesta Filarmónica de Moscú. En sus últimos años en esa ciudad, fundó La Sinfonieta de Moscú y en 1990 se graduó con honores del Conservatorio Tchaikovski de Moscú como Director Sinfónico y de Ópera.Ese mismo año regresó a México acompañado de un grupo de músicos rusos y fundó la Orquesta de Baja California, de la que fue Director Artístico hasta 1998. Durante esta etapa manifestó especial interés en proyectos interdisciplinarios, por lo que realizó diversas producciones al lado de artistas de distintas manifestaciones. De 1998 a 2002 fue Director Titular de la Filarmónica de la Universidad de Lima, Perú y dirigió diversas agrupaciones en Estados Unidos, Rusia y Sudamérica, fungiendo además como Director Asociado de la Orquesta Sinfónica de San Antonio, Texas hasta 1999. En México ha sido Director Huésped de casi todas las orquestas del país, incluyendo la Orquesta Sinfónica Nacional, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, la OFUNAM y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes. En su discografía destacan Música de Salón, con obras de Silvestre Revueltas, Héctor Villalobos, Arturo Márquez y Sergio Ramirez; El Danzón según Márquez, Eugenia León interpreta a Cri-Cri, y una serie de producciones discográficas con la obra del compositor norteamericano Meyer Kupfermann. Además de su trayectoria como director sinfónico, parte de su trabajo ha estado orientado a la música popular, género en el que ha trabajado con artistas de la talla de Tito Puente, Arturo Sandoval, El mariachi Vargas, Betsy Pecannins, Eugenia León, Lila Downs, Margie Bermejo, Astrid Hadad y Liliana Felipe. El Mtro. García Barrios considera esta vinculación una forma de compartir sonoridades y energías y trascender paradigmas. En años recientes fue Director Musical de la Orquesta Juvenil Carlos Chávez, participando en la consolidación de este proyecto educativo, artístico y social, fungiendo a la vez como Director Artístico y Musical del Laboratorio de Investigaciones Escénico - Musicales A.C. (LIEM), proyecto en el que produjo varios espectáculos operísticos y desarrolló un amplio trabajo social con los ensambles de éste y del Coro Comunitario de la Ciudad de México. Fueron su visita a Venezuela a dirigir a la Orquesta Simón Bolívar, el contacto con el creador de El Sistema Venezolano, José Antonio Abreu y la relación con el Maestro Sergio Ramírez, promotor de los núcleos orquestales comunitarios en México, los factores que reafirmaron su idea de vincular la excelencia artística a un proyecto social, por lo que decidió formar parte del Consejo Académico que generó en México el concepto de Orquesta-Escuela basada en el modelo venezolano. Actualmente es el Coordinador del Sistema Nacional de Fomento Musical de Conaculta.


BELÉM

Mezzosoprano

H

RODRÍGUEZ

a sido finalista y premiada en los concursos: Nacional Carlo Morelli 2001, México; Concurso Internacional de Nuevas Voces Líricas del Teatro Colón 2005, Buenos Aires, Argentina; Loren L. Zachary Society National Vocal Competition 2005, L.A., California; y obtuvo el Primer Lugar en el Barry Alexander International Vocal Competition 2010, N.Y. E.U.A. Ha cantado en Tel Aviv, Guatemala, Buenos Aires, San José (Costa Rica), Los Ángeles, Chicago, New York y en los más importantes escenarios de la República Mexicana, incluyendo el Palacio de Bellas Artes con la Compañía Nacional de Ópera, en roles protagónicos entre los que destaca el emblemático de Carmen. Con las más prestigiadas orquestas de México como OFUNAM, Orquesta del Teatro de Bellas Artes, Filarmónica de Guadalajara, Filarmónica de la Cd. De México, Orquesta Filarmónica del IPN y otras, bajo la batuta de destacados directores nacionales e internacionales como Kamal Khan, Enrique Ricci, Niksa Bareza, Guido Maria Guida, Eugene Kohn, Alun Francis, Enrique Carreón, Enrique Patrón de Rueda, James Demster, Ivan Anguelov, Héctor Guzmán, Ramón Shade, Teresa Rodríguez y Fernando Lozano entre otros. De sus estelares operísticos destacan Carmen, de la ópera homónima, Amneris, de Aida y Santuzza de Cavalleria Rusticana. También se cuentan en su repertorio diversos personajes en óperas como: Rigoletto, Nabucco, Gianni Schicchi, El trovador, La Valquiria, El ocaso de los dioses, Eugene Onegin, Jenufa, Hansel y Gretel, La violación de Lucrecia y Rusalka, entre otras. Su repertorio sinfónico como solista incluye la Novena Sinfonía y la Fantasía Coral de Beethoven, La canción de la tierra de Mahler, Alexander Nevsky de Prokofiev, el Requiem de Mozart y el Requiem de Verdi.


DMITRI DUDIN Piano

N

ació en la ciudad de Ekaterinburgo, Rusia, en 1965. Inició sus estudios musicales a los cinco años. En el 1990 se graduó en el Conservatorio Chaikovski de Moscú como compositor, pianista y musicólogo.

Ha compuesto obras para orquesta sinfónica, orquesta de cámara, para piano solo y otros instrumentos; música para teatro y cine. Una de sus composiciones orquestales Introducción y Presto fue estrenada en 1990 en la Sala Grande del Conservatorio de Moscú. Su obra Fantasía para piano se publicó en 1990 en la editorial Música. Durante su estancia en México desde 1990 ha trabajado como arreglista, pianista y profesor de materias musicales. Entre sus obras más relevantes se encuentran: Juego de cubos, scherzo para orquesta sinfónica (1991); Ballet para dos pianos (1992); Septeto Concertante (Tres intentos) (1993); Concierto de cámara (1997); Creación para orquesta sinfónica (1998); Ofrenda del Tiempo, cantata de cámara, basada en el poema Piedra de Sol de O. Paz (2000); Delicias a Tu Diestra, para cuarteto de saxofones, piano y mezzosoprano con textos de los salmos bíblicos (2001); Rondas para cuarteto de cuerdas (2001); Concierto para violín y orquesta (2003); La Mentira, obra experimental musical para 5 voces de actores y piano (2006); Chamánika, espectáculo musical operístico, fantasía libre en base de las leyendas y códices nahuas (2007); De la vida de los títeres, divertimiento para ensamble de cámara (2009); Juegos de trillizos, concierto para 3 violas (2010); Cuatro preludios y Fuga para pequeña orquesta (2011); La Emperatriz de la Mentira, opera basada en la novela Noticias del Imperio de Fernando del Paso (2012), estrenada en Tijuana y posteriormente en Guadalajara con la presencia del escritor; Missa Maxime Brevis para 4 voces femeninas y violoncello. Ha hecho arreglos orquestales a petición personal de cantantes mexicanos de reconocimiento mundial como Olivia Gorra y Javier Camarena. Colabora como orquestador-arreglista y pianista con diversas orquestas y ensambles (Sinfónica Nacional, OFUNAM, Filarmónica de la Ciudad de México, Orquesta de Baja California, Sinfónica de Aguascalientes, OSSLA, Sinfónica Juvenil del Estado de México, Camerata de Las Américas, entre otros). Como pianista también ha participado en numerosos recitales, con solistas mexicanos y extranjeros de nivel internacional. Ha hecho numerosos arreglos de música popular mexicana para todo tipo de dotaciones instrumentales.


Notas al programa: ALFONSO DE ELÍAS (1902-1984) Suite de bailables antiguos Allemande Minueto Sarabanda Gigue

El capítulo cuarto del quinto tomo de la obra La música en México, editada por Julio Estrada, lleva por título Técnicas composicionales en la música mexicana de 1940 a 1980. En la sección de ese capítulo dedicada a la Liga de Compositores, el propio Estrada menciona que la gran mayoría de los compositores que se ubican en el nacionalismo o en la práctica del atonalismo dodecafónico son miembros de esta asociación. Entre las excepciones importantes, Estrada menciona a Alfonso de Elías, y procede a afirmar que el compositor (junto con Juan D. Tercero) puede ser ubicado en el área mestiza del movimiento nacional musical, con puntos de contacto con compositores como Manuel M. Ponce, Miguel Bernal Jiménez y José Rolón. Asimismo, Estrada se refiere a Alfonso de Elías como un maestro importante gracias a quien se pudo conservar en México la tradición de una cultura musical europea. En efecto, todos los esbozos biográficos de Alfonso de Elías destacan sobre todo su labor docente, particularmente en la Escuela Nacional de Música de la UNAM y el Conservatorio Nacional de Música del INBA. En el Diccionario Enciclopédico de Música en México de Gabriel Pareyón se encuentra una buena y compacta definición del estilo del compositor. Dice Pareyón: Alfonso de Elías fue heredero del francesismo musical impulsado en México por Campa, Tello y Barrios y Morales. Gran parte de su catálogo está elaborada con un lenguaje tonal neorromántico que se acerca eventualmente al impresionismo. En el rubro del catálogo de Alfonso de Elías dedicado a su música para cuartetos, destaca una Pequeña suite para cuarteto de flautas dulces, en medio de una producción numerosa para cuarteto de cuerdas.

Para esta dotación, De Elías escribió dos cuartetos formales y una serie de piezas características: Intermezzo, Berceuse, Elegía, Humoresca, Romanza, Momento musical, Allegro, Réverie. También se menciona en su catálogo de música para cuerdas una serie de Ocho piezas para cuarteto de cuerdas. En 1922, Alfonso de Elías escribió una Suite de bailables antiguos, para un cuarteto de cuerdas formado por violín, viola, violoncello y contrabajo. Ese mismo año, el compositor realizó una versión de la obra para orquesta de cuerdas. El compositor, director, promotor y divulgador musical Manuel de Elías, hijo de Alfonso de Elías, comenta que en esta Suite de bailables antiguos su padre no cita ni parafrasea ninguna danza preexistente, sino que la obra es 100% invención original. Solo están ahí las referencias académicas y las características básicas de esos bailes, pero los materiales son enteramente del compositor. Manuel de Elías afirma que su padre compuso la Suite de bailables antiguos cuando todavía escribía bajo el influjo del estilo de su maestro Gustavo E. Campa (1863-1934), quien aprobó esta obra de su alumno y alabó las cualidades técnicas y expresivas de la partitura. El hijo del compositor ofrece el dato de que si el catálogo dice 1922, y en la partitura aparece mayo de 1930, ello puede deberse quizá a alguna revisión realizada por Alfonso de Elías.


DMITRI DUDIN (1965)

Y ya que la referencia astronómica es fundamentalmente cíclica, nada más apropiado que el poema de Paz también lo sea: los primeros seis versos de Piedra de sol son también los seis últimos. Es sobre este notable poema de este notable poeta que Dmitri Dudin compuso la cantata titulada Ofrenda del tiempo, para voz, quinteto de cuerdas y piano A manera de guía sobre el origen de la cantata, he aquí las palabras del propio Dudin, impresas en la nota que acompaña a la grabación de Ofrenda del tiempo protagonizada por él mismo en el piano y por la voz de Margie Bermejo:

Ofrenda del tiempo Moderato Adagio Allegro Moderato Adagio drammatico Larghetto misterioso Allegro agitato Largo

Un sauce de cristal, un chopo de agua, un alto surtidor que el viento arquea, un árbol bien plantado más danzante, un caminar de río que se curva, avanza, retrocede, da un rodeo y llega siempre: un caminar tranquilo de estrella o primavera sin premura, agua que con los párpados cerrados mana toda la noche profecías, unánime presencia en oleaje, ola tras ola hasta cubrirlo todo, verde soberanía sin ocaso como el deslumbramiento de las alas cuando se abren en mitad del cielo

E

stas son las primeras líneas del hermoso poema Piedra de sol de Octavio Paz (1914-1998), que pertenece a su poemario Libertad bajo palabra, sin duda una de sus mejores colecciones poéticas, publicado en 1960. En su título, el poema se refiere al famoso Calendario Azteca conocido también como Piedra de sol y, según lo manifestó el propio Paz, las 584 líneas que lo conforman reflejan los 584 días que el planeta Venus tarda en hacer conjunción con el sol o, en palabras del poeta, “el número de versos es igual al de la revolución sinódica del planeta Venus, que es de 584 días”.

Antes de trabajar a fondo con el poema Piedra de sol de Octavio Paz, algo dentro de mí comenzó a entrar en conflicto y a inhibirme íntimamente, debido a la incongruencia que sentía entre las ideas musicales que se generaban en mi cabeza y la gama común de recursos de la música contemporánea que utilizan (o se sienten obligados a utilizar) los compositores que actualmente pretenden realizar una obra “seria”. El problema residía en que los versos de Octavio Paz me sugerían una música bastante tonal, melodías amplias y expresivas, armonías bellas y jugosas, donde la disonancias también caben, pero con medida, sin su evidente emancipación y protagonismo; en pocas palabras el texto me empujaba a echar mano de todo aquello que los compositores han ido descartando desde hace ya cien años. Estas líneas de Dudin (que son las primeras de su texto) tienen una importancia particular para la apreciación de su cantata Ofrenda del tiempo porque representan no sólo una declaración de principios, sino también una buena descripción general del estilo musical de la obra. El pianista, compositor, arreglista, orquestador y profesor Dmitri Dudin, originario de Ekaterinburgo y avecindado en México desde 1990, compuso la cantata Ofrenda del tiempo en el 2000, y la obra fue estrenada ese mismo año.


Programa 6 Jueves 13 de marzo Domingo 16 de marzo

Aaron Copland Appalachian Spring ( Primavera de los Apalaches)

Jesús Medina, director huésped Santiago Piñeirúa, piano

Introducción de los personajes Presentación de la acción Pas de deux para los novios Encuentro de revivalistas Solo de la novia Reprise de la introducción El don de ser sencillo Coda

Wolfgang Amadeus Mozart Sinfonia No. 13 en Fa Mayor Allegro Andante Menuetto - Trio Molto allegro Wolfgang Amadeus Mozart Concierto para piano No. 12 en La mayor K 414 Allegro Andante Rondeau: Allegretto Samuel Barber Adagio para cuerdas, Op. 11


JESÚS MEDINA Director huésped

E

l público y las orquestas de varios países del mundo han sido testigos de la carrera de este talentoso director mexicano.

A partir de enero de 2010, es el Director Artístico de la Orquesta Sinfónica de la UANL, en Monterrey, N.L. Además, es fundador y Director Artístico de la Milenium Sinfonietta desde septiembre de 2008 hasta la fecha. De junio del 2002 a diciembre de 2010 fué Director Artístico de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes. Ha sido director de otras importantes instituciones musicales, como la Filarmónica de la UNAM, la Filarmónica de Querétaro y de la misma OSUANL, en el período 1986-89. Se ha presentado en Estados Unidos, Singapur, Francia, España, Italia, Suiza, Polonia, Ucrania, Turquía, Serbia, Hungrìa, Portugal, República Checa, Argentina, Venezuela, Brasil, Colombia, Ecuador, Centroamérica y México. Futuros conciertos incluyen presentaciones en Brasil, Italia, Alemania y Montenegro. Itzhak Perlman, Joaquín Achúcarro, Alexander Markov, Angel Romero, Horacio Gutiérrez, Elmar Oliveira, Jens Lindemann, Pierre Amoyal, Nathaniel Rosen, Mark Peskanov, Konstanty Kulka, Gyorgy Sandor, Pascal Devoyon, Fernando de la Mora, Trío Schubert de Viena, Nikita Storoyev, son algunos de los más importantes solistas, que han actuado bajo su batuta. Su gran versatilidad lo ha llevado a dirigir además de música sinfónica, música de cámara, ópera y ballet. Ha dirigido las óperas Lucia de Lamermoor de Donizzetti, La Italiana en Argel y La Cenicienta de Rossini en el Palacio de Bellas Artes y también ha sido director concertador de un gran número de ballets con la Compañía Nacional de Danza, como Carmen, Carmina Burana, Oneguin, Romeo y Julieta, Don Quijote, Raymonda, Coppelia, Giselle, La Bayadera y El Cascanueces, y zarzuelas como La Revoltosa. Ha participado en los principales festivales de México, como el Festival Cervantino, el Festival Internacional de Tamaulipas, el Festival del Centro Histórico de la Cd. de México, el Festival de Sinaloa, el Foro de Música Nueva, el Festival de Orquestas de la Sala Nezahualcóyotl, el Festival Internacional de Arpas, etc. Ha estrenado muchas obras de compositores mexicanos, como Angulo, Córdoba, Toussaint, Márquez, y varios estrenos nacionales como el Dies Irae de Penderecki y el Beatus Vir de Gorecki. En 1991, la Unión Mexicana de Cronistas de Teatro y Música, le otorgó su reconocimiento por ser el mejor Director del Año, y en 2004, recibió el premio “GAVIOTA”, de la Asociación Latinoamericana de Cronistas. Realizó sus estudios de Dirección de Orquesta en The Pierre Monteux School en los Estados Unidos, bajo la guía de Charles Bruck.


SANTIAGO PIÑEIRÚA Piano

G

anador del primer lugar en la V Bienal de piano de Mexicali Baja California, Santiago Piñeirúa está activo como recitalista, en conciertos de música de cámara y como solista con las orquestas más importantes del México, contando ya con un historial importante de repertorio para piano y orquesta. En el extranjero se ha presentado en Estados Unidos, España, Francia, Inglaterra, Italia, Chile, Uruguay y Argentina. Su trayectoria lo ha llevado a aparecer en los escenarios más importantes de México y ha sido considerado como uno de los talentos más destacados del país. Santiago Piñeirúa ha participado con la Orquesta Sinfónica Cedros y la Orquesta de Cámara de la Universidad Panamericana en México y en el extranjero, teniendo una trayectoria de más de doscientos conciertos en los últimos años. Ha sido invitado por sexta ocasión consecutiva al Festival Internacional Cedros – UP, en donde participó con el pianista Juan Pablo Horcasitas, con quien fundó el duo In Crescendo. En julio de 2009 se presentó en los conciertos de clausura de los cursos organizados por Fundación Eutherpe, interpretando el Concierto para piano de Schumann Op. 54 en la menor con la Joven Orquesta Nacional de España, bajo la guía del legendario pianista cubano Horacio Gutiérrez. Al año siguiente apareció nuevamente en el auditorio de León con la Orquesta Joven de la Sinfónica de Galicia para la clausura del mismo curso. Desde 2010 ingresó al grupo Concertistas de Bellas Artes de la Coordinación Nacional de Música y Opera del Instituto Nacional de Bellas Artes, siendo el pianista más jóven del grupo. Santiago Piñeirúa ha sido premiado en varias ocasiones por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA). En 2008 ganó la beca de Creadores Escénicos para la edición 2008 -2009 y fue alumno becado en la Manhattan School of Music de Nueva York para terminar sus estudios de maestría. Es ganador del Premio Nacional de la Juventud 2011, otorgado por el Gobierno Federal. Nació en la Ciudad de México. Inició sus estudios musicales a los cuatro años de edad. En 1996 tomó clases magistrales con el Maestro Emile Naumoff en los cursos organizados por la Escuela Superior de Música Reina Sofía en Santander, España, así como con el pianista Anatoli Povzoum en el Conservatorio del Escorial en Madrid, España. Entre otros maestros en clases magistrales figuran los pianistas Ludovica Mosca, Gorgy Sandor y Jorge Federico Osorio. Desde 1993 hasta 2002 llevó sus estudios de piano con Mauricio Náder Schekaibán y en marzo del 2002 inició sus estudios de licenciatura en la Manhattan School of Music de Nueva York, en donde estudió con la pianista rusa Nina Svetlanova y con Horacio Gutiérrez y donde obtuvo su título de Bachelor´s of Music Degree.


NOTAS AL PROGRAMA: WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791) Sinfonía No. 13 en fa mayor, K. 112 Allegro Andante Menuetto Molto allegro

En diciembre de 1769, Wolfgang Amadeus Mozart y su padre iniciaron el primero de sus viajes por Italia, donde pasarían un largo período. Durante ese viaje Mozart compuso, entre otras cosas, el primero de sus cuartetos de cuerda. A juzgar por las crónicas de la época y los datos biográficos relativos a los Mozart, parece que padre e hijo conocieron a fondo Italia, viajando continuamente por todo el país durante más de un año. El 28 de marzo de 1771, Mozart y su padre llegaron de regreso a Salzburgo pero menos de cinco meses después emprendieron su segundo viaje a Italia, llegando a Milán el 21 de agosto. En los meses siguientes, Mozart compuso (o terminó de componer) algunas obras orquestales, entre las que se encuentran la Sinfonía No. 48 (que en realidad es un montaje de fragmentos de su serenata teatral Ascanio en Alba), la Sinfonía No. 46 (de dudosa atribución a Mozart) y la Sinfonía No. 13. Mozart compuso su Sinfonía No. 13 para una orquesta formada por pares de oboes y cornos, y cuerdas. En el manuscrito autógrafo de la obra, el Menuetto (sin incluir el Trío) está escrito por la mano de Leopold Mozart. Esto ha llevado a algunos musicólogos a especular que quizá este Menuetto fue concebido originalmente como un movimiento independiente. Ese manuscrito lleva como encabezado lo siguiente (en italiano): Sinfonía del Señor Caballero Amadeo Wolfgang Mozart, Milán, 2 de noviembre 1771 En su análisis de las sinfonías de Mozart, el especialista Neal Zaslaw señala que la Sinfonía No. 13 pudo haber sido estrenada en el concierto realizado el 22 ó 23 de noviembre en Milán, en la residencia de Albert Michael von Mayr, empleado del archiduque Fernando, gobernador de Lombardía e hijo de la emperatriz María Teresa.

WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791) Concierto para piano y orquesta No. 12 en la mayor, K. 414 Allegro Andante Allegretto

Entre los acontecimientos importantes en la vida de Mozart durante 1782 destacan sobre todo el estreno de su ópera El rapto del serrallo, la composición de su Sinfonía Haffner y, en agosto, su matrimonio con Constanza Weber. Además, en el otoño de ese año, el compositor inició la creación de un breve ciclo de tres conciertos para piano (K. 413 a K. 415) que habría de concluir al año siguiente y que fueron los primeros que compuso en Viena. Como suele ocurrir con tantas otras obras de Mozart, el destino de estos tres conciertos es dudoso, aunque los indicios parecen apuntar al hecho de que fueron compuestos para ser tocados por el propio Mozart en los conciertos por suscripción que solía ofrecer en Viena. Estos tres conciertos son interesantes por varias razones musicológicas e históricas. Una de las más interesantes está en el hecho de que Mozart afirmó que estos conciertos podían acompañarse sólo con cuerdas o con el complemento de instrumentos de aliento señalado en las partituras. A este respecto, el gran pianista Alfred Brendel designó a estas tres obras (junto con el Concierto K. 449) como conciertos de cámara y propuso que cuando se tocaran sin los alientos se utilizara en ellos el bajo continuo. En particular, el Concierto K. 414 destaca por el hecho de que Mozart planteó dos cadenzas para el andante central y otras dos para el rondó final, procedimiento poco usual en su música. Además, se han conservado las cadenzas originales de Mozart para los tres movimientos del concierto. En una carta dirigida a su padre, Mozart escribió lo siguiente respecto a su Concierto K. 414: Hay pasajes aquí y allá en los que sólo los conocedores hallarán satisfacción, pero están escritos de tal manera que los menos entendidos no dejarán de sentirse complacidos, aunque no sepan por qué. Digamos, finalmente, que el Concierto K. 414 lleva un número alternativo en el catálogo de Köchel, el número 385p, y que se le conoce como el Pequeño la mayor en comparación con el más ambicioso Concierto K. 488 escrito en la misma tonalidad.


SAMUEL BARBER (1910-1981) Adagio para cuerdas

En el año de 1935, en reconocimiento a su innegable talento, Samuel Barber había obtenido una Beca Pulitzer y, simultáneamente, el prestigioso Premio de Roma. Los recursos monetarios de ambos premios le permitieron dedicarse por entero a componer y en ese año completó su Primera sinfonía, que fue estrenada en diciembre de 1936 bajo la dirección de Bernardino Molinari. Ese mismo mes el Cuarteto Pro Arte estrenó el Cuarteto de cuerdas Op. 11 de Barber, cuya estructura era la siguiente:

Molto allegro e appassionato Molto adagio Molto allegro, come prima

El segundo movimiento de este cuarteto, con su armonía modal, su gran aliento melódico y su depurada serenidad, se hizo popular de inmediato. Poco después del estreno del cuarteto, Barber arregló ese Molto adagio para orquesta de cuerdas y fue así como nació el hoy famoso Adagio. ¿Cómo se inició el meteórico ascenso a la fama de esta singular pieza musical? Se inició, al parecer, con una visita que Barber hizo en 1933 al legendario director de orquesta Arturo Toscanini, visita que fue repetida en ocasiones subsecuentes. A Toscanini no le interesaba mayormente la música de su tiempo, y todavía menos le interesaba la música de los compositores de los Estados Unidos. Por ello, resultó una notable excepción que el 5 de noviembre de 1938 fuera el mismísimo Toscanini, al frente de la Orquesta de la NBC, quien realizara el estreno del Adagio de Barber, junto con el Primer ensayo para orquesta, otra de las obras importantes del compositor. Por si ello fuera poco, nos dicen los historiadores que estas dos piezas fueron las únicas obras de música estadunidense tocadas por Toscanini y su orquesta durante la exitosa gira que realizaron por América del Sur. Además, el Adagio fue la primera obra estadunidense grabada por Toscanini. El mismo Barber debió estar muy orgulloso de su bello Adagio porque en 1967 retomó la partitura y le dio un giro inesperado: la convirtió en música vocal religiosa, adaptándola al texto del

Agnus Dei y logrando con ello retomar de un modo brillante sus propios orígenes como cantante. Y por si fuera poco, un catálogo de las partituras de Barber nos informa que el Adagio ha sido editado también en una versión para coro de clarinetes. Si usted se enamora perdidamente de esta obra (cosa que no es nada difícil) y quiere ponerse en contacto con su dimensión más intensa y apasionada, le recomiendo escuchar la versión que Leonard Bernstein hizo con la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles. Aunque es una grabación realizada en vivo, es probablemente la mejor y más profunda lectura que jamás se haya hecho del Adagio de Barber.

AARON COPLAND (1900-1990) Primavera en los Apalaches Introducción de los personajes Presentación de la acción Pas de deux para los novios Encuentro de revivalistas Solo de la novia Reprise de la introducción El don de ser sencillo Coda

El origen de la suite orquestal de Aaron Copland que en su título menciona a los montes Apalaches no surgió de un impulso musical nacionalista en abstracto, sino de un encargo específico. Hacia 1942 la señora Elizabeth Sprague Coolidge, generosa patrocinadora de las artes, asistió por primera vez a una función de la extraordinaria coreógrafa y bailarina Martha Graham. Su entusiasmo por lo que vio fue tal que de inmediato invitó a Martha Graham a crear tres nuevos ballets, empresa para la cual fueron requeridos los servicios de tres notables compositores de Alemania, Francia y los Estados Unidos. Ellos fueron respectivamente, Paul Hindemith (1895-1963), Darius Milhaud (1892-1974) y Aaron Copland. Poco después de tomar su decisión, la señora Coolidge se puso en contacto con los compositores para iniciar este proyecto. En particular, envió a Copland un libreto de ballet al que el compositor hizo algunos cambios, con la aprobación de la coreógrafa-bailarina.


En junio de 1943 en Hollywood, California, Copland inició el trabajo en su partitura para el ballet. La música fue terminada un año más tarde, en junio de 1944, cuando el compositor se hallaba en Cambridge, Massachusetts. En la versión original de la obra Copland tuvo en mente una pequeña orquesta de cámara: flauta, clarinete, fagot, piano, cuatro violines, dos violas, dos violoncellos y contrabajo. Más tarde, en 1945, Copland transcribió su partitura para una orquesta sinfónica convencional, en la que incluyó una nutrida sección de percusiones. El estreno del ballet se llevó a cabo el 30 de octubre de 1944 en el Auditorio Whittall de la Biblioteca del Congreso en la ciudad de Washington, junto con las obras basadas en las partituras de Hindemith y Milhaud. Al año siguiente, el 14 de mayo de 1945, Appalachian spring se estrenó en Nueva York y con motivo de ese estreno el crítico Eric Denby escribió en el Herald Tribune una reseña en la que, de paso, describía la acción del ballet en estos términos: Una celebración primaveral de los pioneros alrededor de una casa recién construida en las colinas de Pennsylvania, al inicio del siglo XIX. La novia y su joven esposo, granjeros ambos, representan las emociones alegres y aprensivas que su nueva condición doméstica les provoca. Un vecino de mayor edad personifica la confianza que da la experiencia. Un grupo de revivalistas recuerdan a los recién casados los aspectos extraños y terribles del destino humano. Al final, la pareja se queda sola en su casa, calmados y fortalecidos.


Programa 7 Jueves 20 de marzo Domingo 23 de marzo Marc Moncusí, director huésped Raúl Zambrano, guitarra

Carlos Surinach Concierto para cuerdas* Allegro Larghetto Allegro frenetico

Miquel Ortega Sinfonietta* Allegro Andante, molto sostenuto Minuetto Rondó Xavier Benguerel Concert de Tardor* (Concierto de otoño) Xavier Montsalvatge 3 Postals il-luminades* (3 Postales iluminadas) Postal de La Provenca (C con cedilla) Postal de L’Havana Postal de Nova York *Estreno en México


MARC MONCUSÍ Director huésped

irector de orquesta español formado en el Conservatorio Superior de Música del Liceu de D Barcelona, en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid donde se diplomó en dirección de orquesta y composición, y en la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh (Master of Music;

1998-2000). Posteriormente amplió su formación con Jesús López - Cobos en la Orquesta Sinfónica de Cincinnati (2000-2001) y en la Deutsche Staatsoper de Berlín invitado por Daniel Barenboim (2001-2004). El año 2000 fue director asistente de Julius Rudel en Pittsburgh en la primera producción mundial en inglés de la ópera “Die Bürgschaft” de Kurt Weill, y en el 2011 fue director asistente en el Teatro de La Zarzuela de Madrid y en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona en el estreno mundial de la ópera “Yo, Dalí” de Xavier Benguerel bajo la dirección de Miquel Ortega. El año 2012 dirigió una nueva producción de Madama Butterfly en el Gran Teatro de La Habana. Ha dirigido la Orquesta Sinfónica del Estado de México, Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña, Orquesta de Cámara de Paris, Orchestra da Camera Fiorentina, Orquesta Filarmónica de Silesia (Polonia), Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, Orquesta do Norte (Portugal), Orquesta de Cámara del Auditorio de Zaragoza “Grupo Enigma”, Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga, Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, Orquesta de Cámara de La Habana, Orquesta Sinfónica de Oriente (Santiago de Cuba), Orquesta Sinfónica de Villa Clara (Cuba), Orquesta Sinfónica de Matanzas, Orquesta Sinfónica del Gran Teatro de La Habana, Joven Orquesta Nacional de Cataluña, Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil de Chile, Solistas de la Civic Orchestra of Chicago, así como diversos grupos instrumentales en los Estados Unidos y Europa. El 2004 fundó el Barcelona Modern Project con el que tiene grabados 9 CDs; Las óperas de cámara “El Paradís de les muntanyes” y “URBS” de Jesús Rodríguez Picó, unos monográficos de Xavier Benguerel, J.M. Mestres Quadreny, Anna Bofill y José Luis de Delás; un CD de primeras grabaciones mundiales de conciertos inéditos de Leonardo Balada, Jesús Rodríguez Picó y Joan Guinjoan; un CD grabado en directo en diciembre del 2008 en el MNCARS de Madrid, así como un monográfico dedicado a la figura del compositor Cristóbal Halffter grabado en directo por Radio Bremen en la Sendesaal de Bremen en Octubre del 2010 y producido por el Instituto Cervantes. Marc Moncusí ha dirigido al Barcelona Modern Project en Viena (Festival Spanien Modern 2009 y 2011), Auditorio del MNCARS de Madrid en el ciclo del CDMC, Teatro Fortuny de Reus, Sala Mompou (SGAE / Barcelona), Auditorio Josep Carreras de Vila-seca, Auditorio de Caixa Catalunya (La Pedrera / Barcelona), Fundación Miró de Barcelona, Sendesaal de Bremen en el ciclo Polifonía de Compositores organizado por el Instituto Cervantes (Bremen 2010), Festival Aujord´hui Musiques 2010 de Perpignan, Teatro Nacional de Cataluña, etc.


Entre sus próximos compromisos destacan conciertos al frente de la Orquestra Sinfônica do Teatro Nacional Claudio Santoro de Brasilia, Orquestra de Câmara de Blumenau (Brasil), Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, Teatro Metropolitano de Medellín/ Fundación Prolírica de Antioquía (La Bohème), Orquestra Clássica do Sul (Portugal), Orquesta Sinfónica de Guayaquil, Orquesta Sinfónica del Estado de Michoacán, Ensamble Nuevo de México, Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, Orquesta Sinfónica de Guanajuato, Orquesta Sinfónica de la UANL en Monterrey, Orquesta de Cámara de Bucarest, Ópera de Odessa (Don Quichotte de Massenet), Bilkent Symphony Orchestra, Ópera Estatal de Macedònia, Orquesta Sinfónica de Oriente (Santiago de Cuba), Opole Philharmonic Orchestra (Polonia), conciertos y grabaciones con el Barcelona Modern Project, etc. Marc Moncusí es, desde la temporada 2005-06, director artístico de la Asociación de Conciertos de Reus establecida en el Teatro Fortuny.

RAÚL ZAMBRANO Guitarra

Alumno de Manuel López Ramos con quien se especializó en la ejecución de la música de Manuel M. Ponce para guitarra. Fundador del Cuarteto de Guitarras Manuel M. Ponce en 1994 y director del mismo a partir del 2002. Ha trabajado con ensambles como el Cuarteto Gong, la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, Orquesta Sinfónica del Estado de México, Orquesta Filarmónica de la UNAM, Orquesta Académica del Estado de San Petersburgo, Orquesta de la Ciudad de Asunción, Tempus Fugit o La Capilla Flamenca, colaborando con músicos como Gordon Campbell, Lior Shambadal, Arkady Steinluth, Luis Szarán, Christian Göhmer o Dirk Snellings. Le han dedicado obra los compositores Juan Trigos, Hebert Vázquez, Eduardo Angulo, Emil Awad, Georgina Derbez y Horacio Uribe. Productor de la grabación de La Obra Integral de Manuel M. Ponce para la Guitarra - Quindecim Recordings, UNAM y Folías-. Es autor de la Historia Mínima de la música en Occidente, publicada por El Colegio de México como parte de su colección de Historias Mínimas. Autor de la edición crítica de la Suite en la menor, para el Proyecto Editorial Manuel M. Ponce de la Escuela Nacional de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México.


NOTAS AL PROGRAMA MIQUEL ORTEGA (1963) Sinfonietta Allegro Andante, molto sostenuto Minuetto Rondó

Barcelonés, compositor, pianista, director de orquesta, director coral, director concertador de ópera y zarzuela, alumno del ilustre Antoni Ros-Marbá, estudiante del Conservatorio del Liceu de Barcelona, colaborador de ilustres artistas de su tierra como Montserrat Caballé, Ainhoa Arteta, José Carreras, Jaume Aragall, José Bros, Carlos Álvarez, director de grabaciones de óperas poco conocidas como Cleopatra de Jules Massenet, Djamileh de Georges Bizet, Los caprichos de Marianne de Henri Sauguet, miembro del Comité de Honor de Defensa y Referencia de la Música Francesa, director de la grabación de la obra integral para violín y orquesta de Pablo de Sarasate. He aquí un apretado pero ilustrativo resumen del perfil profesional de Miquel Ortega. En la sección de su página oficial dedicada a su trayectoria como compositor, se encuentran estas líneas: Hay que destacar en su producción dos obras orquestales, relativamente breves, que han sido estrenadas bajo la batuta de su autor: la Sinfonietta para orquesta de cuerdas, compuesta enteramente a partir del material temático de la canción Obsesión lunar del ciclo Las cuatro estaciones; y las Tres miniaturas para pequeña orquesta. Las dos fueron estrenadas durante su titularidad con la Orquesta Pablo Sarasate de Pamplona. La primera de ellas, la Sinfonietta, está estructurada en cuatro movimientos y la idea le vino estudiando las sinfonías Wunderhorn de Mahler, donde el compositor austriaco usa varias de sus canciones en movimientos concretos. En este caso, la canción de poco más de un minuto de duración es explotada a la manera de tema y variaciones, hasta convertirse en una obra sinfónica de un poco más de un cuarto de hora de duración.

Cabe recordar que las sinfonías de Gustav Mahler (1860-1911) a las que se refiere el texto arriba citado son la Primera, Segunda, Tercera y Cuarta, en las que el compositor utiliza como fuente temática algunas de las canciones de su ciclo sinfónico-vocal Des Knaben Wunderhorn (‘El cuerno mágico del doncel’). La canción de Ortega que da origen a su Sinfonietta es la décima de las 20 canciones para voz y piano que el compositor redactó entre 1981 y 1986 sobre textos del poeta Josep Carner. El propio Miquel Ortega me envía estas líneas sobre su Sinfonietta: La obra fue compuesta durante el año 1991 en Madrid y estrenada bajo mi dirección el día 24 de febrero de 1994 en el Teatro Gayarre de Pamplona. La canción en la que se basa la Sinfonietta fue compuesta en 1984, cuando yo contaba 21 años de edad. El tema original de la canción lo oímos entre los compases 1 y 18 del 2º movimiento. Con este motivo, tal como indicaba anteriormente, se construye toda la obra, y más concretamente a partir de la célula que va del compás 2 a la 3ª parte del compás 3 de este 2º movimiento. Su elaboración se lleva a cabo por los procedimientos de inversión, aumentación, deformación rítmica, etc. El 1er movimiento, con transformaciones más elaboradas, nos recuerda mucho menos el tema original; el 2º, como decía antes, expone la canción entera, creciendo luego con un desarrollo contrapuntístico para volver al clima inicial en el compás 39, finalizando con una pequeña coda a partir del compás 45. Toda la obra es de corte neoclásico y los dos últimos movimientos son además un guiño muy claro al Siglo XVIII: Minuetto el 3º y Rondó el IV. Cabe aclarar que, con excepción del cuarto, los movimientos de la Sinfonietta de Miquel Ortega presentan diversos cambios de tempo en su desarrollo. Finalmente: ¿cómo es la música de Miquel Ortega? De la misma fuente del párrafo citado inicialmente provienen estas líneas: Su estilo podría definirse como muy mediterráneo pero de clara influencia francesa, con abundancia de melodías tonales y modales usando a menudo no obstante la politonalidad y la atonalidad.


XAVIER BENGUEREL (1931) Concert de tardor

En castellano le llamamos sencillamente otoño. En la lengua catalana, ese mismo concepto puede ser referido con las palabras rerevera, primavera d’hivern, santmiquelada o autumne. Otro término catalán para designar el otoño es tardor, y es precisamente este concepto al que alude este concierto para guitarra y cuerdas del compositor barcelonés Xavier Benguerel. El catálogo de composiciones de Benguerel lo muestra como un creador no sólo prolífico, sino también de variados intereses, ya que ahí se encuentran obras en numerosos géneros y formas: óperas, obras sinfónicas, piezas sinfónico-vocales, música concertante, obras corales, partituras de cámara y piezas a solo y a dúo. En el rubro de la música para solistas y orquesta, el catálogo de Benguerel contiene conciertos para dos flautas, órgano, guitarra (con orquesta sinfónica), violoncello, percusión, piano, violín, un doble concierto para violín y violoncello. El guitarrista y compositor catalán Jaume Torrent, quien conoce bien esta obra de Benguerel a través de sus interpretaciones y grabación de la partitura, hace este comentario sobre el Concierto de otoño: Si a lo largo de la historia el lenguaje de un instrumento como la guitarra ha oscilado entre la escritura melódica de raíces violinísticas y la escritura armónica de fundamentos pianísticos, Benguerel consigue un perfecto equilibrio entre ambas tendencias. Esta feliz confluencia posibilita al intérprete el disfrutar de un despliegue de técnicas virtuosísticas y de unos recursos instrumentales marcadamente contrastantes y, a la vez, proporciona al oyente un discurso guitarrístico con una plenitud sonora perfectamente equilibrada con las propuestas del conjunto de la cuerda. El Concert de tardor recoge—con visión renovada—algunos de los mejores hallazgos que el compositor nos ha ofrecido a lo largo de su producción para la guitarra y el carácter dialogante, la estructura formal, la eficacia instrumental y la variedad de texturas hacen que esta obra tenga un gran atractivo. El Concert de tardor de Xavier Benguerel existe en dos versiones. La primera, para guitarra y cuarteto de cuerdas fue estrenada el 9 de febrero del 2005 (año de su composición) en Barcelona; la segunda es para guitarra y

orquesta de cuerdas, y se escuchó por vez primera en Perpignan el 16 de noviembre del 2006. Algunas pinceladas extra para una aproximación a la figura de Xavier Benguerel: •Es hijo del ilustre escritor catalán Xavier Benguerel Llobet. •Vivió con su familia en Chile durante catorce años, en un exilio provocado por la Guerra Civil Española. •El año en que creó su Concert de tardor, fue nombrado Patrón de Honor de la Fundación Orfeó Català-Palau de la Música

XAVIER MONTSALVATGE (1912-2002) Tres postales iluminadas Postal de Provenza Postal de La Habana Postal de New York

Compositor y crítico musical, Xavier Montsalvatge nació en Gerona en 1912. Realizó sus estudios musicales básicos con Morera y Pahissa, y muy pronto comenzó a destacar por la originalidad de su inventiva musical. En el año de 1936 obtuvo el Premio Pedrell por su Suite burlesca, obra en la que comenzaba a perfilar los elementos de un estilo propio y, al mismo tiempo, mostraba ciertas analogías con el pensamiento musical del grupo de Los Seis (Auric, Milhaud, Poulenc, Durey, Honegger y Tailleferre), sobre todo en lo que se refiere a las texturas, al humor y al impulso motor. En este sentido, Montsalvatge se alejaba explícitamente de la herencia alemana que caracterizaba a la música de muchos de sus colegas. Al respecto del elemento motor en la música, cabe señalar que desde sus inicios Montsalvatge se mostró particularmente interesado en el manejo del ritmo; esto, aunado al contacto temprano que tuvo con un grupo de ballet, lo llevó a componer numerosas partituras para danza, más de 20 de ellas, entre las que destacan títulos como Pastoral, Leyenda, Manfred, etc. Simultáneamente con su interés por las músicas de danza, Montsalvatge desarrolló cierta afición por la música de escena, y en este rubro creó algunas interesantes fábulas musicales como El gato con botas y Viaje a la luna. Como algunos otros compositores en la historia, Montsalvatge tuvo un momento de autoanálisis y lucidez crítica, y al revisar las primeras obras de su catálogo tomó la decisión de considerar el año de 1941 como el de su auténtico nacimiento


como compositor cabal, dejando atrás sus creaciones anteriores como meros intentos y aproximaciones. No está de más señalar, por otro lado, que suele considerarse a Montsalvatge como un compositor nacionalista catalán, aunque su orientación nacional está basada más en el espíritu que en la cita directa de materiales folklóricos. De hecho, la mejor aproximación al estilo y el lenguaje de Montsalvatge puede encontrarse en un breve texto suyo, que clarifica el asunto mejor que ninguna especulación musicológica ajena. Decía Montsalvatge: Compuse obras en el estilo musical de las Indias Occidentales, un estilo originalmente español, exportado a otro continente y vuelto a importar a nuestro país. Este estilo encuentra su lugar en la periferia de nuestras tradiciones como una manifestación nueva, vaga y evocativa del lirismo musical. En 1990, Montsalvatge compuso el tríptico para orquesta de cuerdas titulado Tres postales iluminadas (‘Tres postals il-luminades’ en catalán), dedicadas a una región y dos ciudades. La audición del tríptico permite percibir, de manera quizá un tanto subjetiva, una cierta tendencia al uso del folklore y la música popular. La pregunta interesante es: ¿se percibe más en estas Tres postales iluminadas la influencia de la música catalana, o la estilización intencionada de la música provenzal, cubana y estadunidense? Al menos en el caso de la Postal de Nueva York, queda clara una cierta presencia del jazz, enfatizada por un planteamiento rítmico que algunos han calificado como stravinskiano.

CARLOS SURINACH (1915-1997) Concierto para cuerdas I II III

Barcelonés de origen, Carlos Surinach (también se le conoce como Carles Suriñach) concluyó su vida como ciudadano estadunidense, habiéndose naturalizado en 1959. Es posible intentar una aproximación a un perfil biográfico mínimo de Surinach mencionando algunos de los personajes ilustres e instituciones importantes con los que estuvo asociado, a saber:

•Fue alumno de los seminarios de composición dirigidos por Richard Strauss (1864-1949). •Fue director de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y del Gran Teatro del Liceo. •Compuso tres ballets para la notable coreógrafa Martha Graham. •Escribió algunas partituras para el Ballet Joffrey. •Su Concierto para arpa fue estrenado por Nicanor Zabaleta. •Orquestó algunas partes de la suite Iberia de Isaac Albéniz (1860-1909). •Recibió encargos de la Orquesta de Louisville, la Fundación Rothschild y la casa editora Ricordi. ¿Qué dicen los especialistas sobre la obra de Carlos Surinach? Dicen principalmente, dos cosas. La primera, que fue uno de los más importantes compositores de música para danza del siglo XX. La segunda, que su música es una afortunada síntesis de la fogosidad expresiva española y la sofisticación técnica alemana de sus años de aprendizaje. El Concierto para cuerdas de Carlos Surinach, obra extensa y ambiciosa, tiene la forma tradicional de dos movimientos robustos y enérgicos enmarcando a otro de carácter más lírico y reflexivo. El ambiente armónico austero de la obra no impide al compositor proponer un lenguaje expresivo (por ejemplo, en las primeras páginas del segundo movimiento) ni evadir del todo los elementos de carácter claramente español, que están presentes sobre todo, de manera estilizada y decantada, en el movimiento final de la pieza. A lo largo de todo el concierto, la escritura de Surinach es rigurosa y transparente. El Concierto para cuerdas de Carlos Surinach data de 1978.


Programa 8 Jueves 27 de marzo Domingo 30 de marzo José Luis Castillo, director Elissa Cassini, violín Arvo Pärt Fratres, para violín y cuerdas Felix Mendelssohn Concierto para violín en Re menor Allegro Andante Allegro Dmitri Shostakovich Sinfonía de cámara Op. 110a LargoAllegro moltoAllegretto LargoLargo toLargoLargo


ELISSA CASSINI Violinista

L

aureada en su debut en el Carnegie Weill Recital Hall por su “fuerte sentido de identificación con el estilo musical. Consumada violinista franco-estadounidense interpreta todos los géneros del repertorio del instrumento. Igualmente como solista, recitalista, o músico de cámara, ha ofrecido numerosos conciertos en los Estados Unidos, Canadá y Europa. La próxima temporada tocará con la Orquesta de la Ópera de Massy en el estreno mundial de un concierto para violín escrito para ella por Nicolas Bacri, gran compositor ganador del premio SACEM 2006 y cuatro veces ganador de “Victoires de la Musique” en Francia. Ha adoptado una amplia gama de estilos, desde el violín barroco hasta presentaciones con violín eléctrico. Ha sido concertino con Pierre Boulez en el Festival de Lucerna con la Lucerne Festival Academy y con William Christie en Juilliard School. Elissa ha compartido escenario con artistas como Ivry Gitlis, Paul Katz, Wynton Marsalis, Anthony Marwood y Sting, Ha participado internacionalmente con la Sinfonietta de Amsterdam, el Argento Nueva Music Project, Ensamble Cairn, ICE y el Sonora Cuartet. Ha actuado en prestigiosos festivales de música de cámara, tales como el Programa de Música Perlman, Instituto Ravinia Festival Steans, y Open Chamber Music en Inglaterra. Dedicada a la idea de crear un “puente” estético entre la música contemporánea y clásica, Elissa es co-fundadora en 2007 de la Orquesta de Cámara de Arcos junto con el director artístico John Edward Kelly. Considerado por el crítico alemán Christoph Schlüren como “un extraordinario ensamble del más alto nivel” por el crítico alemán Christoph Schlüren, Arcos dio a conocer su primera grabación de CD con gran éxito de la crítica, con música de Anders Eliasson bajo Neos Musik. Elissa estudió en el Conservatorio de París (CNR) y en el Conservatorio Sweelinck de Amsterdam con Alexander Kerr, posteriormente en la Universidad de Indiana en la clase de Miriam Fried, realizando la licenciatura donde obtuvo el codiciado “Certificado a artistas intérpretes o ejecutantes”. Estudió con Donald Weilerstein y Ronald Copes obteniendo su Maestría en la Escuela Juilliard, y el postgrado en la Escuela de Música de Manhattan, con Robert Mann.


NOTAS DE PROGRAMA: ARVO PÄRT (1935) Fratres

La música del notable compositor estonio Arvo Pärt ha experimentado una notable evolución entre diversos estilos. Al inicio de su carrera, la música de Pärt transitó por caminos similares al neoclasicismo practicado por Sergei Prokofiev (1891-1953) y Dmitri Shostakovich (1906-1975). Más tarde, Pärt se acercó a los rigores de la música serial propuesta por los miembros de la Segunda Escuela de Viena. Después, practicó en algunas obras la técnica del collage, superponiendo citas, referencias, alusiones, estilos y lenguajes diversos. Finalmente, después de un largo período de silencio creativo, Pärt llegó a su estilo maduro a través de un lenguaje al que puso por nombre tintinnabulatio. Y si bien se han hecho numerosos intentos de hallar adjetivos para describir este peculiar estilo de Pärt, parece evidente que la mejor descripción es la que ha hecho el propio compositor, en estos términos: Tintinnabulatio es un área en la que de vez en cuando penetro cuando estoy buscando respuestas en mi vida, mi música, mi trabajo. En mis horas oscuras siento que cualquier cosa que esté fuera de ello no tiene significado. Lo complejo y multifacético sólo me confunde, y debo buscar la unidad. ¿Qué es, esta cosa única, y como encontrar el camino hacia ella? Vestigios de esta cosa perfecta aparecen bajo distintas formas, y todo lo que no es importante se desploma. Tintinnabulatio es así. Aquí estoy solo con el silencio. He descubierto que es suficiente cuando una sola nota es bellamente tocada. Esta sola nota, o un momento de silencio, me consuelan. Trabajo con muy pocos elementos, con una voz, con dos voces. Construyo con los más primitivos materiales, con la tríada, con una tonalidad específica. Las tres notas de una tríada son como campanas. Es por eso que lo he llamado tintinnabulatio. Una de las obras más populares de Pärt, perteneciente a su estilo tintinnabulatio, es la pieza titulada Fratres. Fue compuesta en 1977 y estrenada por el ensamble estonio Hortus Musicus, grupo dedicado especialmente a la interpretación de música muy antigua y muy moderna.

Tres años después, en 1980, el Festival de Salzburgo encargó a Pärt escribir una serie de variaciones sobre la versión original de Fratres; las variaciones fueron escritas para violín y piano y estrenadas por Gidon y Elena Kremer, a quienes la nueva versión está dedicada. Más tarde, el compositor retomó la pieza y la arregló para los doce violoncellistas de la Orquesta Filarmónica de Berlín. La obra existe, además, en versiones alternativas para cuerdas y percusión; para violín, cuerdas y percusión; para cuarteto de cuerdas; para violoncello y piano; y para octeto de alientos y percusión. Salvo esta última, todas las versiones han sido realizadas por el propio Pärt. En su versión original, Fratres contemplaba un discurso sonoro concebido para tres voces sobre un pedal armónico, con la dotación de siete instrumentos (antiguos o modernos) y percusión. El invariable pedal armónico propuesto por Pärt como cimiento de Fratres, así como el austero trabajo melódico construido sobre este pedal, dan a la obra un perfil de serenidad e intemporalidad que es la característica básica de muchas de sus composiciones recientes. En efecto, tintinnabulatio es una palabra derivada del término que en latín significa campana. En este sentido, la campanología conceptual de Pärt es claramente evidente en Fratres, sobre todo en su versión para violín y piano.

FELIX MENDELSSOHN (1809-1847) Concierto para violín y cuerdas en re menor Allegro Andante Allegro

Nacido y muerto en Berlín, Eduard Rietz (1802-1832) fue un competente violinista cuya prematura muerte, causada por la tuberculosis, truncó lo que parecía ser una prometedora carrera como director de orquesta. Hacia 1820, Rietz ya había establecido una relación profesional y de amistad con Felix Mendelssohn; junto con su hermano Julius, que era un buen violoncellista, Rietz colaboró con Mendelssohn en la interpretación de cuartetos de cuerda. El aprecio de Mendelssohn por Eduard Rietz está bien reflejado en su catálogo, especialmente en la dedicatoria de varias obras.


Así, Mendelssohn dedicó a Rietz su Sonata Op. 4 para violín y su Octeto Op. 20. A la muerte de Rietz, Mendelssohn dedicó el Andante de su Quinteto de cuerdas Op. 18 a la memoria de su amigo y colaborador. Pero sin duda la obra más interesante que Mendelssohn dedicó a Rietz fue su Concierto para violín y cuerdas en re menor. Como ocurre con muchos otros compositores y sus respectivos catálogos, este concierto de Mendelssohn es prácticamente desconocido, y ello se debe a la enorme fama y popularidad de su Concierto para violín Op. 64. Además de la diferencia evidente entre estas dos obras en lo que se refiere al aprecio del público, existe también una diferencia clara en cuanto a la concepción y la realización de una obra concertante, diferencia que mucho tiene que ver con la distancia cronológica que separa a ambas obras: el Concierto en re menor data de 1822, mientras que el Concierto en mi menor fue compuesto en 1844. Una primera audición del Concierto en re menor permite descubrir en él varios elementos que señalan hacia el espíritu barroco, así como algunos apuntes de estilo que parecieran colocar a la obra en ese período transicional que fue el rococó. En particular, el elemento barroco está señalado por el hecho de que el acompañamiento está limitado a una orquesta de cuerdas. En su estructura, su lenguaje y sus recursos técnicos, el concierto es una obra sencilla, directa, en la que puede percibirse además una cierta inocencia de parte del compositor. Por momentos, sin embargo, es posible adivinar algunos gestos sonoros que llevan una interesante carga dramática. En particular, el Andante central es un movimiento en el que hay una perceptible variedad armónica y expresiva. A su vez, el tercer movimiento contiene ciertos giros que hacen pensar que Mendelssohn estaba aludiendo al espíritu sonoro de lo gitano. Con el paso del tiempo, el manuscrito del Concierto para violín y cuerdas de Mendelssohn fue a dar a manos de Ferdinand David, el violinista a quien el compositor dedicó su famoso Concierto en mi menor, Op. 64. A la muerte del compositor, David devolvió el manuscrito de la obra a la viuda de Mendelssohn, y el original del concierto pasó de mano en mano a través de los años, hasta que finalmente quedó en posesión del gran violinista Yehudi Menuhin, quien se encargó de editar la partitura y reestrenar el concierto en 1952.

DMITRI SHOSTAKOVICH (1906-1975) Sinfonía de cámara Op. 110a LargoAllegro moltoAllegrettoLargoLargo

El Cuarteto N° 8, Op. 110 de Dmitri Shostakovich (1906-1975) es el más conocido y el más frecuentemente interpretado de la serie de quince espléndidos cuartetos del compositor ruso. Este cuarteto está construido en cinco movimientos ligados entre sí, y contiene varias citas de obras del propio Shostakovich. El primer movimiento está caracterizado por el empleo de la “firma” musical del compositor, las notas correspondientes a las letras DSCH de su nombre y apellido; hay, además, citas de su Primera sinfonía. El segundo movimiento tiene una cualidad feroz e impactante, y también aquí aparece el motivo DSCH. Además, el compositor cita el llamado tema judío de su Trío N° 2. El tercero es un movimiento sarcástico, casi grotesco, que incluye una cita del Primer concierto para violoncello. En el cuarto movimiento Shostakovich introduce citas de su ópera Lady Macbeth de Mtsensk y de la Sinfonía N° 10, combinadas con el motivo DSCH. El último movimiento, en el que hay citas de los movimientos anteriores, concluye en un ámbito de profunda desolación. Shostakovich concibió el Cuarteto N° 8 en 1960 después de visitar la ciudad de Dresde, destruida durante la Segunda Guerra Mundial, y lo dedicó a las víctimas del fascismo y la guerra. El Cuarteto Borodin tocó esta poderosa obra en presencia del compositor, y los miembros del ensamble recordaron más tarde que durante la audición Shostakovich se mostró conmovido, angustiado y desolado, permaneciendo con la cara oculta entre sus manos. Tiempo después, un famoso músico ruso amigo de Shostakovich, el violista y director Rudolf Barshai, realizó la transcripción del Cuarteto N° 8 para orquesta de cuerdas, y en esta nueva versión la obra es conocida como la Sinfonía de cámara Op. 110a. En su transcripción, Barshai enfatiza el impulso motor del segundo movimiento, y conserva en el tercero (concebido a la manera de un vals macabro) el juego contrastante entre los pasajes a solo y los pasajes en tutti.


Programa 9 Jueves 3 de abril Domingo 6 de abril Giuseppe Lanzetta, director huĂŠsped Alfredo Isaac Aguilar, piano

Franz Joseph Haydn SinfonĂ­a No. 45 en Fa sostenido menor, Hob. I:45, Los adioses Allegro assai Adagio Menuet. Allegretto-Trio Finale. Presto

Pietro Antonio Locatelli* Concerto grosso en Re mayor, Op. 1 No. 9 Allegro Largo Alemanda: Allegro Sarabanda: Largo Allegro Wolfgang Amadeus Mozart Concierto para piano y orquesta No. 9 en Mi bemol mayor, K. 271, Jeunehomme Allegro Andantino Rondo. Presto

* 250 Aniversario luctuoso de Pietro Antonio Locatelli


GIUSEPPE LANZETTA Director huésped

acido en Montecorvino Roverlla, en 1960, simultáneamente a sus estudios en humanismo se tituló en N Música Coral y Dirección Coral, en Polifonía vocal sacra bajo la tutela del Maestro Pierluigi Zangelmi; en Instrumentación para Banda con el Maestro Lorenzo Semeraro en el Conservatorio de “L. Cherubini” de Firen-

ze, donde estudió Composición con el Maestro Franco Cioci. Estudió Dirección de Orquesta con el Maestro Bruno Campanella y Sir George Solti de quienes fue asistente, perfeccionándose con el Maestro Franco Ferrara en Roma, Asis, Verona y en la Academia Chigiana de Sieran y en dirección coral con los maestros George Robef Samuil de Bulgaria y Vidas. Ha dirigido orquestas de cámara y orquestas sinfónicas en Italia y el resto de Europa. Debutó en Berlín con gran éxito en noviembre de 2003 con la Berliner Symphoniker en la prestigiosa Philharmonie Grossen Saal, la Berliner Philarmoniker Chamber Orchestre, y la Baden Baden Philharmoniker. Debutó en mayo de 2006 en el Carnegie Hall de Nueva York. También ha participado en el Festival de Salzburgo. Desde 1987 ha sido director invitado con algunas de las orquestas más importantes de México como: Orquesta Filarmónica de la UNAM, Filarmónica de la Ciudad de México, Sinfónica de Minería, Orquesta de Cámara de Bellas Artes y la Sinfónica del Estado de México. Ha dirigido coros famosos como el Teatro Comunale de Florencia, el Coro Internacional Lovaina de Bélgica y el Coro de Madrigalistas de Bucarest. Desde 1986, dirige algunas de las orquestas más importantes de Estados Unidos ( en los estados de Vermont, California, Wyoming, Nueva York, Georgia, Illinois,Indiana y Pensylvania) con repertorio sinfónico. Desde 1981 ha sido director musical de la Orchestra da Camera Fiorentina con la que ha interpretado más de 1350 conciertos, ha realizado 20 giras por E. U. A., México, Malta, España, presentándose en los teatros más importantes. Festival de Coimbra (Portugal), Festival de Ljubljana, Brasil dirigiendo en los principales teatros, Festival Internacional de Cracovia y Heidelberg, Teatro de la Pergola, Teatro Verdi y el Teatro Comunale de Florencia. Invitado frecuente en Viena con la Kammersolisten Wien y Ungarische Kammerphilharmonie tanto en el prestigiado Musikverein como en la Konzerthaus. En Estados Unidos y Europa ha dirigido a solistas, como; Leon Spierer, Johan Hye, Sergio Fiorentino, Andrej Kalarus, Margarita Hohenrieder, Nicolae Tudor,Augusto Vismara, Martin Dimitri Sgouros, Marie Luise Neunecker, Gary Karr, Eduard Brunner, Rolando Panerai, David Garrett, Andreas Blau, Ilya Grubert, Daniele Damiano, Michele Campanella, Bruno Canino, Giuseppe Andaloro, Giovanni Sollima, Aldo Ciccolini, Igor Hoistrach, Jorg Demus, Ivan Zenati, Turibio Santos, Cristiano Rossi, Alessandro Carbonare, Alessio Allegrini, Francesco di Rosa, Francesco Bossone, Sergei Nakariakov, Oleg Marchev, Anner Bylsma, Igor Oistrach, Sergey Krilov,Ton Kopman. También ha colaborado con Roberto Benigni en un concierto memorable en la Piazzale Michelangelo y en otras como Piazza Signoria, Piazza Pitti e Piazza Santa Croce y los conciertos de año nuevo en la ciudad de Florencia. En 2012 fue nombrado Oficial de la Orden “ al Mérito” de la República Italiana por el presidente Giorgio Napolitano. Recientemente fue nombrado director principal invitado de la Mid-American conciertos que interpreta en el Carnegie Hall y el Lincoln Center de Nueva York.


ALFREDO ISAAC AGUILAR Piano

N

ació en Tultepec. Estudió en el Conservatorio Nacional de Música, la Escuela Normal de París, “Alfred Cortot” y la Academia Internacional de Verano en la Universidad Mozarteum de Salzburgo, con Luz María Puente, Jorge Federico Osorio, Germaine Mounier, Aquiles Delle-Vigne y Naoya Seino. Ha tomado clases magistrales con Bernard Flavigny, Jorg Demus, Eva Maria Zuk, Arie Vardi, Gyorgy Sandor, Cyprien Katsaris y Olivier Gardon. Ha obtenido premios como el tercer gran premio del V Concurso Internacional de Piano “Albert Roussel” en Sofía, Bulgaria, el tercer lugar en el II Concurso Nacional de Piano “Angélica Morales” y el primer lugar en el concurso Solistas de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, entre otros. Ha dado conciertos en México, Francia, Bulgaria, Austria, Italia, Estados Unidos y España. Ha sido solista de las orquestas: Sinfónica Nacional, Filarmónica de la Ciudad de México, Sinfónica de Coyoacán, Sinfónica Carlos Chávez, Sinfónica de Aguascalientes, de Cámara de Bellas Artes, Sinfónica de Chihuahua y de la Academia de Sofía, Bulgaria, bajo las batutas de Enrique Arturo Diemecke, András Ligeti, Nada Matosevic, Jesús Medina, Román Revueltas, Marco Parisotto, Enrique Barrios y Eduardo García Barrios, entre otros. Actualmente es profesor del Conservatorio Nacional de Música y pertenece al grupo Concertistas de Bellas Artes.


NOTAS AL PROGRAMA: PIETRO ANTONIO LOCATELLI (1695-1764) Concerto grosso en re mayor, Op. 1 No. 9 Allegro Largo Alemanda: Allegro Sarabanda: Largo Allegro

Uno de los datos más interesantes en el perfil musical de Pietro Antonio Locatelli está en el hecho, bastante inusual para su tiempo, de que una serie de conciertos que publicó en 1733 contienen cadenzas totalmente escritas. Es decir que, en contra de la costumbre barroca bien establecida, Locatelli no dejaba las cadenzas al libre albedrío improvisatorio de cada solista, sino que le indicaba exactamente qué debía tocar en esos episodios de lucimiento virtuosístico. Interesante, sin duda, como idea pionera en su tiempo. Violinista y compositor, Locatelli fue, al parecer, alumno de Valentini en Roma, y no de Corelli, como lo indican algunos textos a su respecto. Sin embargo, alguna relación pudo tener con Corelli y su música, ya que fue protegido del Cardenal Ottoboni, figura importante en la carrera de Corelli. Antes de establecerse definitivamente en Ámsterdam Locatelli realizó una intensa carrera como virtuoso itinerante, visitando, entre otras ciudades, Venecia, Munich y Berlín. A Locatelli no le pasó desapercibido que en Ámsterdam florecía de manera particular el negocio de las ediciones musicales, al que pronto se incorporó con buenos resultados monetarios. Y por si el negocio de editar partituras flaqueaba, Locatelli se dedicó también a la importación de cuerdas italianas para violín. Todo ello, sin descuidar sus actividades como concertista y sus alumnos. El catálogo de composiciones de Locatelli no es ni muy extenso ni muy variado, pero contiene algunas obras realmente interesantes. Una de ellas es un multitudinario concerto grosso a dos coros, para trompetas, oboes, flautas, cornos, timbales y cuerdas. Lo fundamental de su catálogo está contenido en aquellas de sus obras publicadas bajo nueve números de Opus, que contienen concerti grossi, sonatas y conciertos para violín, sonatas para flauta y bajo continuo, así como conciertos para varias combinaciones de instrumentos de cuerda. Entre toda esta música, lo más importante y trascendente está en el Op. 3, edición conocida como El arte del violín, que contiene doce conciertos y 24 caprichos para violín. Este Op. 3, publicado en 1733, representa precisamente la colección mencionada al inicio de este texto.

El Op. 1 de Locatelli está conformado por doce concerti grossi, a cuatro y a cinco, con doce fugas, para dos violines, una o dos violas y bajo. Esta colección fue publicada, en su primera versión, en Ámsterdam, en 1721 y más tarde, corregida, en 1729. No está de más recordar que la calidad de Locatelli como violinista fue reconocida, entre otras cosas, con la aplicación póstuma de un sobrenombre notable: el Paganini del siglo XVIII.

WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791)

Concierto para piano y orquesta N° 9 en mi bemol mayor, K. 271, Jeunhomme Allegro Andantino Rondo. Presto El musicólogo Charles Rosen, autor de un estupendo ensayo sobre el estilo clásico en el que explora a fondo la música de Haydn, Mozart y Beethoven, dedica numerosas páginas de su libro a los conciertos mozartianos para piano. Y contra lo que pudiera esperarse, el concierto al que presta más atención no es uno de los últimos del catálogo, sino uno de los más tempranos. Se trata del Concierto N° 9, conocido como Jeunehomme, escrito por Mozart en Salzburgo en enero del año de 1777. En su primera referencia a esta hermosa obra, Rosen dice lo siguiente: El Concierto para piano en mi bemol K. 271, es quizá la primera obra de grandes proporciones donde la madurez del estilo mozartiano se manifiesta plenamente a lo largo de toda la pieza. Con esta obra, Mozart trazó las líneas principales del concierto clásico para piano. Más adelante, Rosen se refiere a este concierto como la primera obra inequívocamente maestra del estilo clásico depurado de todos los vestigios manieristas. Hacia el final de 1776, Mozart pasaba por un período complicado en su carrera como compositor. Al parecer, las condiciones que lo rodeaban no eran óptimas para la creación y puesta en escena de óperas, por lo que el compositor optó por dedicar más tiempo a la composición de obras de cámara y música de iglesia. En los primeros días de 1777, Mozart recibió en Salzburgo la visita de una pianista francesa, Mademoiselle Jeunehomme, de quien se dice era una gran ejecutante. Estimulado por la presencia de la dama, Mozart compuso para ella el Concierto K. 271, y si la parte solista es una muestra de las habilidades de Mademoiselle Jeunehomme, habrá que suponer que en efecto era una pianista de primera, ya que este es uno de


los conciertos más complejos y elaborados de todo el catálogo de Mozart. Para este singular concierto, Mozart compuso un número inusitado de cadenzas; existen, incluso, cadenzas alternativas para el tercer movimiento. Por su parte, la cadenza del andantino es una de las más elaboradas de todo el catálogo de Mozart en lo que se refiere a movimientos lentos. Para concluir, vale la pena señalar que si los musicólogos y analistas tienen un aprecio especial por esta obra, los ejecutantes también la admiran; no hay que olvidar que el gran pianista Alfred Brendel llamó al Concierto K. 271 “una de las maravillas del mundo.” Y como bien señala un estudio enciclopédico sobre Mozart, este hermoso concierto, escrito en el mes en que el compositor cumplió 21 años, señala una nueva madurez, tanto técnica como expresiva.

FRANZ JOSEPH HAYDN (1732-1809)

Sinfonía N° 45 en fa sostenido menor, Hob. I:45, Los adioses Allegro assai Adagio Menuet. Allegretto-Trio Finale. Presto La anécdota que hay detrás de esta sinfonía de Haydn es sin duda una de las historias más llamativas en los anales de la música. En el año de 1761, Haydn había sido contratado como maestro de capilla asistente por el príncipe Paul Anton Esterházy, y a la muerte de su patrón al año siguiente, el compositor se convirtió en la máxima autoridad musical en la corte del sucesor, Nicolás Esterházy, hermano de Paul Anton. Durante los siguientes 24 años, Haydn se dedicó asiduamente a componer música para la lujosa corte de Esterháza y a perfeccionar su estilo sinfónico aprovechando la disponibilidad de la muy buena orquesta que el príncipe tenía a su servicio. Sin embargo, no todo fue alegría durante esos 24 años, y uno de los momentos de mayor tensión entre el compositor y su patrón ocurrió en 1772. El príncipe Nicolás, enamorado de su palacio campestre en Esterháza, alargaba año con año sus vacaciones veraniegas, de modo que Haydn y los músicos de la orquesta se veían obligados a pasar a pasar más y más tiempo lejos de sus familias, muchas de las cuales se hallaban instaladas en la cercana ciudad de Eisenstadt. Un buen día, los músicos se quejaron de esta situación con Haydn y el compositor, siempre discreto y diplomático, decidió enviar un sutil mensaje al príncipe. Entonces, concibió y compuso su famosa Sinfonía N° 45, conocida como Los adioses, cuyo último movimiento es un tradicional presto que, sorpresivamente, da paso a un triste adagio.

Durante la ejecución de este adagio final, y por instrucciones expresas de Haydn en la partitura, los músicos debían dejar de tocar uno a uno, apagar las velas de sus atriles y retirarse del salón. Así se hizo el día que se estrenó la sinfonía en presencia del príncipe Nicolás, y los músicos fueron saliendo uno por uno hasta que al final sólo quedaron Haydn y el violinista Luigi Tommasini tocando suavemente sus violines con sordina. Finalmente, Haydn y Tommasini dejaron de tocar, apagaron su vela y salieron del salón. Dice la historia que el príncipe Esterházy, hombre intuitivo y generoso, entendió el mensaje de inmediato y dijo: Bueno, si los músicos se van, lo mejor es que nos vayamos todos. Y al día siguiente, los cortesanos, los músicos y Haydn dejaron Esterháza para ir a reunirse con sus familias. En tiempos de Haydn, había circulado otra versión respecto al origen de la Sinfonía Los adioses. Se decía que por esas fechas el príncipe Esterházy estaba considerando la idea de deshacer la orquesta de su corte, y que Haydn compuso la Sinfonía N° 45 para evitarlo y así asegurar la principal fuente de trabajo de los músicos de la orquesta. Sin embargo, esta versión fue desmentida por G. A. Griesinger, biógrafo de Haydn que se mantuvo cercano al compositor desde 1799 y a quien el compositor le narró directamente la verdadera historia de Los adioses. Una de las características estrictamente musicales más interesantes de esta sinfonía está en la elección de la tonalidad de fa sostenido menor, una tonalidad “excéntrica” que se encuentra con muy escasa frecuencia en el repertorio sinfónico. El 22 de febrero de 1838, Félix Mendelssohn (18091847) dirigió esta obra al frente de la famosa Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig, y comentó lo siguiente sobre la Sinfonía Los adioses: Es una piececita curiosamente melancólica.


Programa 10 Jueves 10 de abril Domingo 13 de abril JosĂŠ Luis Castillo, director Coro EnHarmonia Vocalis Fernando MenĂŠndez, director coral Toru Takemitsu Requiem Wolfgang Amadeus Mozart Requiem K 626 Requiem Dies irae Tuba mirum Rex tremendae Recordare Confutatis Lacrymosa Domine Jesu Hostias Sanctus Benedictus Agnus Dei


FERNANDO MENÉNDEZ Tenor y director de Coro

O

riginario de la Ciudad de México, estudió canto en el Conservatorio Nacional de Música y ha tomado clases con destacados cantantes como los tenores Alfredo Portilla y Zegger Vanderstenne entre otros.

Ha pertenecido a importantes agrupaciones corales, tales como el Coro del Conservatorio Nacional de Música, el Coro de la Orquesta Sinfónica del Estado de México, el Coro de Cámara del CENART y el Coro de Cámara Juvenil de México. Estudió dirección coral con Cecilia Velazquez, María Elina Mayorga, Digna Guerra y Leo Krämer, y ha tomado cursos y participado en seminarios de dirección e interpretación de música coral con Sergio Cárdenas y Werner Pfaff. Fundó el Ensamble Nova et Vetera y ha dirigido otros como Una voz y Konzert Ensamble con programas de ópera, música antigua, contemporánea y jazz. Es director y fundador de EnHarmonia Vocalis, que hizo su debut con la ópera Boris Godunov con la Orquesta Sinfónica Nacional en el Palacio de Bellas Artes. Recientemente se ha presentado con EnHarmonia Vocalis en los Gurrelieder de Schönberg, Andrea Bocelli en Concierto y The Legend of Zelda Symphony of the Goddesses. Próximamente dirigirá el coro de La Pasión según San Juan de Bach, Final Fantasy sinfónico y Béatrice et Bénédict de Berlioz.


ENHARMONIA VOCALIS Inspirada en el proyecto de llevar al público el vasto repertorio sinfónico coral y cautivarlo con un alto desempeño artístico, nace EnHarmonia Vocalis en junio de 2013 bajo la conducción deldirector mexicano Fernando Menéndez. EnHarmonia Vocalis surge como una agrupación coral de excepcional calidad, integrada por cantantes profesionales con amplia experiencia como coristas, solistas y directores de coro. El Palacio de Bellas Artes fue el recinto que hospedó su exitoso debut al lado del reconocido bajo ruso Nikita Storojev, interpretando la ópera Boris Godunov. A partir de entonces, los escenarios más importantes del país han sido testigos de su trayectoria y su prometedor futuro. A la fecha más de 35 mil personas han disfrutado la calidad coral de EnHarmonia Vocalis, equivalente a llenar más de tres veces el Auditorio Nacional. Bajo la batuta de directores de la talla de Carlos Miguel Prieto y Eugene Kohn, junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, la Orquesta Sinfónica de Minería y la Camerata de las Américas EnHarmonia Vocalis ha interpretado Gurrelieder en la Sala Nezahualcóyotl (agosto de 2013), The Legend of Zelda, Symphony of the Goddesses en el Auditorio Nacional (septiembre y diciembre de 2013), compartió escenario con Andrea Bocelli en la Arena Ciudad de México (octubre de 2013), y realizó una Gala de Ópera en el Centro Cultural Roberto Cantoral (diciembre de 2013) con destacados solistas de EnHarmonia Vocalis bajo la dirección del maestro José Guadalupe Flores. El año 2014 promete otra serie de éxitos para la agrupación, con la interpretación de la música de Final Fantasy, música de las películas de Tim Burton, la Pasión según San Juan de Bach, y la ópera Béatrice et Bénédict de Berlioz.


NOTAS AL PROGRAMA: TORU TAKEMITSU (1930-1996) Réquiem, para cuerdas

En su compacto y a la vez muy completo ensayo sobre la música de nuestro tiempo, titulado Modern music, Paul Griffiths ofrece un capítulo final en el que se refiere, sobre todo, a la multiplicidad de ideas, estilos, corrientes y lenguajes musicales en el umbral del siglo XXI. Una de las ideas que maneja Griffiths en esa sección conclusiva de su libro es el cuestionamiento a la hegemonía occidental en materia musical, señalado por el surgimiento de compositores importantes más allá de Europa y los Estados Unidos. Específicamente, Griffiths afirma: Toru Takemitsu, por ejemplo, no sólo ha utilizado instrumentos japoneses junto con la orquesta sinfónica convencional sino también, de modo más fundamental, ha introducido un sentimiento japonés por el tiempo, el color y el silencio en su amplia producción para instrumentos occidentales solos, complementando, y en muchas maneras confirmando, lo que había sido logrado en otra dirección por Messiaen, Cage y Boulez. En estas líneas de Griffiths se intuye, aunque no se dice con claridad, que la combinación de sensibilidad oriental y oficio convirtió a Takemitsu en uno de los más importantes poetas de la música contemporánea, cualidad que se evidencia desde los títulos mismos de muchas de sus obras y que es confirmada por el contenido sonoro de las mismas. Como representante fundamental de la gran música no-europea del siglo XX, Takemitsu se mantuvo en general alejado de las formas y géneros usuales en la música de Occidente, pero en algunas ocasiones abordó la creación de obras inspiradas por sentimientos e impulsos universales que se han reflejado a lo largo del tiempo en la creación, por ejemplo, de música fúnebre o luctuosa en memoria de una persona cercana. Fumio Hayasaka (1914-1955) fue uno de los compositores japoneses más importantes de su tiempo. Si bien dedicó una parte sustancial de su trabajo a la creación de obras de concierto, se le recuerda sobre todo como un gran compositor de partituras para el cine. En este importante ámbito de su actividad creativa, Hayasaka mantuvo una intensa y fructífera relación de trabajo con Akira Kurosawa, el más grande cineasta japonés de todos los tiempos y uno de los mayores poetas del cine. Entre las películas que Hayasaka musicalizó para Kurosawa destacan Rashomon, Vivir, Los siete samurai, El ángel ebrio y Perro callejero. Es probable que la relación profesional y amistosa entre Hayasaka y Kurosawa se hubiera prolongado por

muchos años más, de no ser por la prematura muerte del compositor, a los 41 años de edad, víctima de la tuberculosis. Sin embargo, esa relación sí se prolongó, de alguna manera, en el hecho de que Hayasaka fue maestro de Masaru Sato, quien habría de componer la música de los filmes dirigidos por Kurosawa entre 1956 y 1965. De hecho, al momento de su muerte, Hayasaka trabajaba en la partitura para la película Memoria de un ser viviente de Kurosawa, y su alumno y protegido Sato fue el encargado de concluirla. Por otro lado, fue Hayasaka quien recomendó a otro estupendo compositor, Akira Ifukube, con los directivos de los Estudios Toho, la más importante institución fílmica del Japón. El lenguaje musical de Fumio Hayasaka, como el de muchos de sus contemporáneos, es una interesante síntesis de algunos elementos formales y conceptuales de la música occidental con gestos y sonoridades más propias de la música oriental. Esta combinación de elementos es igualmente perceptible en sus obras de concierto y en sus partituras cinematográficas. Con la muerte de Hayasaka como impulso creativo, su amigo Toru Takemitsu le escribió en 1957 su Réquiem para cuerdas. Además de ser una expresión personal e íntima en memoria de su colega, el Réquiem de Takemitsu es una obra de particular importancia en el catálogo del gran compositor japonés, entre otras cosas por ser su primera obra orquestal. En una de sus visitas al Japón, Igor Stravinski escuchó el Réquiem de Takemitsu y se expresó de la obra con palabras altamente elogiosas; este hecho comenzó a generar en Europa y los Estados Unidos una primera muestra de interés en la música del compositor japonés. Unos años más tarde, en 1963, el director de orquesta japonés Seiji Ozawa interpretó el Réquiem en Ravinia con la Orquesta Sinfónica de Chicago, lo que significó de hecho la introducción de Takemitsu en el ámbito musical estadunidense. Esta obra temprana del catálogo de Takemitsu presenta algunas de las características expresivas usuales de este tipo de música luctuosa en la tradición occidental; al mismo tiempo, es posible percibir esbozos de las cualidades que menciona Griffiths en el párrafo arriba citado. En particular, destaca la singular percepción del tiempo en esta obra de Takemitsu. De hecho, existe un interesante ensayo (escrito por la musicóloga JoAnn Hwee Been Koh) en el que se analiza la estructura temporal del Réquiem de Takemitsu y su relación con algunas técnicas de composición de música para cine con las que Takemitsu comenzó a involucrarse desde finales de la década de los 1950s. Es particularmente significativo el hecho de que si al inicio de su carrera Takemitsu escribió su Réquiem en memoria de su amigo y colega Fumio Hayasaka, hacia el final de su carrera cerrara simbólicamente un ciclo, componiendo la excelente partitura de la película Ran (Caos), dirigida por el maestro Akira Kurosawa en 1985, y que es una excelente extrapolación de la historia shakespeariana del Rey Lear al ámbito del Japón feudal.


WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791) Réquiem. K. 626 Réquiem Dies irae Tuba mirum Rex tremendae Recordare Confutatis Lacrymosa Domine Jesu Hostias Sanctus Benedictus Agnus Dei

Cuando se menciona o se oye mencionar la palabra Réquiem, de inmediato viene a la mente la figura de Giuseppe Verdi (1813-1901), a pesar de que su Réquiem no es el único, ni el más antiguo, ni necesariamente el mejor. Pero el hecho de que la asociación sea casi automática indica cuán fuerte es la permanencia de lo romántico, más aún cuando se trata de lo romántico relacionado con la muerte. La necrofilia musical colectiva es digna de tomarse en cuenta, a juzgar por las evidencias. ¿Qué otros Réquiem, o para decirlo con más corrección, qué otras Misas de Réquiem son dignas de atención, audición y estudio? No es difícil encontrar varios ejemplos, ya que el impulso de poner en música los textos del rito que conmemora la muerte es bastante antiguo, y ha recorrido muy diversos caminos en la historia de la música. Entre lo más antiguo se encuentra el Réquiem de la liturgia del canto gregoriano, homofónico y austero. De aquella añeja misa de muertos se conserva sobre todo la famosa melodía del Dies irae original, que muchos compositores de diversas épocas han empleado más tarde para referirse con música a la muerte. Esta impresionante melodía que ilustra el juicio final ha hecho su aparición en obras de muy diverso carácter, ya sea imitada, sugerida o parodiada: Héctor Berlioz (1803-1869), Camille Saint-Saëns (1835-1921), Ralph Vaughan Williams (1872-1958), Sergei Rajmaninov (1873-1943) son sólo algunos de los ejemplos que vienen a la memoria. Hacia 1636, el compositor alemán Heinrich Schütz (1585-1672) compone sus Exequias musicales, obra considerada como el primer Réquiem alemán, y en la que el compositor logró una balanceada combinación de la tradición musical italiana con algunos modos de expresión ya claramente alemanes. Por esa misma época, el compositor bohemio Heinrich von Biber (16441704) compuso también un Réquiem, que curiosamente es una obra apacible, tranquila, casi dulce, que nada tiene que ver con el fuego, la pasión

y el terror que habrían de comunicar otras misas de Réquiem posteriores. Héctor Berlioz creó su Grand messe des morts, que entre otras cosas sirvió para reafirmar el adjetivo de artillero que solía aplicarse al compositor francés, siendo una misa enorme, de sonoridades monumentales y amplias aglomeraciones acústicas. Del otro lado del espectro expresivo, el Réquiem alemán de Johannes Brahms (1833-1897) ofrece una cierta melancolía objetiva, reflejo del estoicismo espiritual presente en muchas de sus obras, combinada con una solidez estructural que recuerda por partes iguales a Georg Friedrich Händel (1685-1759) y a Johann Sebastian Bach (16851750). Viene después el más famoso Réquiem, el de Verdi, compuesto en 1874 a la memoria de Alessandro Manzoni, y sobre el que aún se debate si es una obra de música sacra o una ópera disfrazada. Sea como fuere, el hecho es que la fama y popularidad del Réquiem de Verdi es incontestable. En 1888 se estrena el Réquiem de Gabriel Fauré (1845-1924), una de sus escasas aventuras fuera del mundo de la música de cámara, que era su territorio natural. En su Réquiem, Fauré logró obtener un impacto emocional bastante sólido a partir de medios musicales muy económicos. Y si bien el impulso de componer misas de Réquiem pareciera ser específicamente barroco y/o romántico, es un hecho que el siglo XX también produjo algunos ejemplos notables del género. Por mencionar sólo algunos, el Réquiem de guerra de Benjamin Britten (1913-1976), los Cánticos de Réquiem de Igor Stravinski (1882-1971) y el Réquiem de György Ligeti (1923), partes del cual llegaron a la pista musical de la película 2001: Odisea del espacio, de Stanley Kubrick. Así pues, con todas estas referencias es posible entrar ya de lleno en el Réquiem que nos ocupa, que es el de Mozart. Si bien es una obra que proviene claramente del período clásico, las circunstancias de su creación son netamente románticas, de manera que es permitido adornar un poco los hechos. Viena, en el verano de 1791. El interior mal iluminado de una casa, en una noche tensa y desapacible. Mozart, enfermo y febril, trabaja en su ópera La clemencia de Tito. Tocan a la puerta, y antes de que Mozart pueda levantarse, la puerta se abre y con una ráfaga de viento entra un extraño. Un hombre muy alto y delgado, tocado con un negro sombrero de tres picos y embozado en una capa gris avanza y se detiene fuera del círculo de luz que proyecta la vela. Suena su voz cavernosa, y Mozart queda inmóvil: -Señor Mozart... una misa de Réquiem. Para un alto personaje. Usted es el compositor idóneo para realizarla. El extraño retrocede unos pasos y arroja sobre la mesa de Mozart una bolsa llena de monedas. -Después habrá más. Volveré, señor Mozart, por la misa. Sin decir más, el extraño da la vuelta y se marcha. Sudoroso y azorado, Mozart va a la ventana y alcanza a ver al embozado perderse en la noche vienesa. Esa misma noche, Mozart comienza a componer su Réquiem.


Desde entonces y hasta el día de su muerte, el compositor está convencido de que el extraño es un mensajero de la muerte, y de que el Réquiem que escribe es el suyo propio. De vuelta a la realidad se puede decir que el extraño visitante nada tenía que ver con la muerte: era un emisario del conde Walsegg-Stupach, un noble que tenía la curiosa costumbre de encargar obras a compositores de renombre para después hacerlas pasar como suyas. Este conde jamás imaginó las alucinaciones que por su culpa padeció Mozart durante los últimos meses de su vida. El 4 de diciembre de 1791 se lleva a cabo el último ensayo del inconcluso Réquiem, junto al lecho en el que Mozart yace enfermo. Mozart rompe a llorar durante el ensayo y dice: “Esto lo escribí para mí mismo.” El ensayo llega hasta el Lacrymosa, última parte de la obra escrita por el compositor. En la madrugada, Mozart muere. El trabajo de terminar el Réquiem recayó en Franz Xaver Süssmayr (17661803), alumno de Mozart, confidente cercano del compositor y de su esposa Constanza y, según se dice, algo más. Si por entonces hubiera existido en Viena un periódico tabloide amarillista llamado Furcht! (que en alemán quiere decir Alarma!) quizá uno de los números de julio de 1791 habría llevado en su portada sendos grabados de Mozart, Constanza y Süssmayr, y algunos titulares escandalosos: “Mozart, cornudo. Esta es Constanza, la ingrata infiel. El hijo, de Süssmayr.” En efecto, tal era la cercanía de Süssmayr con los Mozart que algunos biógrafos sostienen la tesis de que su relación con Constanza fue más cercana de lo que a Mozart le hubiera gustado, y de que el hijo nacido en julio era en realidad de él. ¿Habrá sido mera coincidencia el hecho de que Constanza eligió para ese hijo el mismo nombre de pila que llevaba Süssmayr? Sea como fuere, el caso es que Süssmayr, que nunca fue considerado como un compositor notable, se encargó de terminar el Réquiem de Mozart y, según dicen los especialistas, lo hizo muy decorosamente, apegado al espíritu y al estilo mozartiano, y dejando que en esas últimas secciones hablara la música de Mozart y no la suya propia. Y nuevamente, la fantasía... Meses después, el embozado de la capa gris y el tricornio negro regresa a reclamar el Réquiem. Encuentra muerto a Mozart en la madrugada del 5 de diciembre de 1791. De un soplo apaga la vela que ilumina la habitación. Se marcha, y en la escalera se cruza con Constanza y Süssmayr, que suben tomados de la mano. El embozado saluda con un gesto y desaparece. ADDENDA: Para quienes gustan de mezclar un poco de fantasía con un poco de aprendizaje musical, va la recomendación de revisar la fascinante secuencia, casi al final de la película Amadeus (Milos Forman, 1984) en la que Mozart inventa el Confutatis de su Réquiem y se lo dicta a Salieri. El resultado es formidable. Notas al programa: Juan Arturo Brenna

ORQUESTA DE CÁMARA DE BELLAS ARTES

Director: José Luis Castillo Primer concertino: Vladimir Tokarev Ivanovich Segundo concertino: Rosendo Monterrey Cosío

Violonchelos: Fabiola Flores Herrera, principal José de Jesús Guzmán Ruvalcaba Ángel Romero Ortiz Luz del Carmen Águila y Elvira Contrabajos: Marco Antonio Villafán García Torres, principal Alberto Eduardo Franco González

Violines primeros: Carlos Ramírez Guzmán Francisco Arias Esquivel Pastor Solís Guerra Francisco Ladrón de Guevara Finck

Piano: Abraham Alvarado Vargas

Violines segundos: Vera Olegovna Koulkova, principal José Manuel del Águila Cortés David Guzmán Rodríguez José Alfredo Vega Morales Luis Demetrio Ramos Olvera Jorge Chaparro González

Administradora: Alejandra Silva Martínez

Violas: Mikhail Kouznetsov F., principal Arturo Rebolledo Díaz Ricardo David Orozco Buendía

Personal Administrativo Gerente: Rafael Luna Pimentel

Difusión y Relaciones Públicas: Delia Martínez García Jefe de Personal: Javier Caro Ahumada Bibliotecarios: José Chavarría Mancilla Alexis Santana Figueroa


Técnicos: Ramón Rábago Robles Mario A. Herrera Pérez Alfonso Rosas Domínguez Enlance: Pilar Peimbert Gloria Secretarias: María Eugenia Sánchez León María Teresa Radillo Ruiz Asistentes: Ixchel Rivera Cortés J. Eduardo Rosas Cisneros Chofer: Rubén Huerta Escobar

Para que pueda usted disfrutar de nuestros conciertos, le sugerimos: •Llegar con el tiempo suficiente para leer las notas al programa. •Mantener apagados teléfonos celulares y todo tipo de alarmas electrónicas. •Si asiste con niños y por petición de nuestro público asistente le pedimos sean mayores de 8 años. Gracias


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.