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2.4. Estructuras narrativas

22 | P á g i n a

Contrario a la analepsis existe la prolepsis, o flash forward, recurso por el cual encontramos avances o “saltos” en la trama de acontecimientos futuros.

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2.4. Estructuras narrativas

Una vez definidos y explicados los elementos característicos y fundamentales de las novelas, procedemos a comentar las estructuras típicas de la narrativa. Dentro de una novela encontramos la presencia de una estructura tanto externa (división en capítulos, actos, etc.) como interna (estructura sobre la que gira la novela en su totalidad). Toda estructura interna de una novela cuenta con una introducción, de personajes, tiempo y espacio; un nudo, donde se presenta el conflicto y se desarrollan los acontecimientos principales de la trama; y, por último, el desenlace, donde se resuelve el conflicto y acaba la obra. Esta estructura puede ser escrita de manera lineal, siguiendo un orden cronológico, o de manera no lineal. Para conseguir una estructura no lineal hace falta introducir alteraciones temporales, como las anteriormente vistas (prolepsis y analepsis), así como recursos como el perspectivismo, el contrapunto, la estructura circular o in medias res. El perspectivismo es una técnica narrativa por la cual se cuentan varias historias de forma entrecruzada, introduciendo así varias perspectivas de una misma historia para ampliar la información y tener en cuenta todos los puntos de vista de la misma. Está fuertemente relacionada con el protagonista coral. Después, encontramos el contrapunto. Esta técnica es una fusión de prolepsis (o flash forward) y analepsis (flash back) para que se desarrolle la historia. De este modo, a través de conocer acontecimientos pasados y futuros, se estructura la historia, en la que podemos también encontrar perspectivismo para el mejor desarrollo de esta. Otra forma de estructurar una historia sería la circular. La estructura circular se caracteriza por dar comienzo a la trama de la historia con el mismo momento con el que se termina. Con otras palabras, la historia empieza en un punto, que se identifica como un flash forward usualmente, y termina con la repetición de ese mismo hecho, creando así un ciclo.