

PUBLICACIÓN DE LA CASA DE HOSPITALIDAD CASA JUAN DIEGO
Sacrificio, Creatividad, Disponibilidad
Por Luisa Zwick
Recientemente, alguien nos preguntó si íbamos a escribir sobre políticos, oligarcas y magnates de la tecnología, sobre sus discursos y políticas que perjudican a muchos. Cientos de personas ya están escribiendo sobre eso. Nosotros estamos tratando de buscar más profundamente hacia una respuesta espiritual.
Hay una crisis. No solo en Estados Unidos. Es una crisis tal que la Academia Pontificia para la Vida en el momento que estamos escribiendo se está reuniendo en Roma con el tema de su encuentro: «¿El fin del mundo? Crisis, responsabilidades, esperanzas».
¿Qué Podemos Hacer?
Al reflexionar sobre cómo responder a los eventos recientes, los trastornos tragedias, nos preguntamos ¿qué puede hacer la persona común. Esperamos que, a de la oración y el sacrificio, junto con la acción creativa, podamos encontrar un camino seguir en tiempos difíciles.
La frase tradicional católica, “Ofrécelo”, es relevante. Pero, ¿qué significa realmente este concepto de sacrificio? ¿Puede el hecho de unirnos y nuestro sufrimiento a la tener un papel transformador en la historia? ¿Cómo podemos ser colaboradores con y poner nuestro granito de arena por el bien en la lucha cósmica contra el mal y ayudar en la reconstrucción del orden social para salvar nuestro mundo?
Al reflexionar sobre “ofrécelo”, Dorothy Day explicó que lo que podemos ofrecer no es solo nuestro propio sufrimiento: “Cuando sufrimos, se nos dice que sufrimos con Cristo. Estamos ‘completando los sufrimientos de Cristo’. Sufrimos su soledad y miedo en el huerto cuando sus amigos dormían. Nos inclinamos con él bajo el peso no solo de nuestros propios pecados, sino de los pecados de los demás, del mundo entero. Somos aquellos que son pecados y aquellos que pecan. Estamos identificados con Él, unidos a Él. Somos miembros de su Cuerpo Místico”
(Mi conversión: De Union Square a Roma).
El P. John J. Hugo, durante muchos años director espiritual de Dorothy Day, escribió sobre la Cruz y su papel en la vida del cristiano, haciendo referencia al dibujo de Ed Willock de una cruz cómoda con un colchón:

“El cristianismo radical [hasta las raíces] se descubre solo en la Cruz, pero ¿quién desea ser crucificado? Como Pedro y los otros apóstoles—¡antes de la venida del Espíritu Santo!—todos tendemos a preferir un cristianismo sin la Cruz, un ‘cristianismo con un colchón comodo, como lo satirizó Ed Willock en un escandaloso dibujo que mostraba a un católico contento, acomodado en una cruz cubierta con ese atractivo acolchado. Muchos intentan llevar una vida de acción vigorosa y dedicada, sin darse cuenta de que tal acción es auténticamente cristiana y eficaz solo cuando está injertada en el Árbol de la Vida en el Calvario” (John J. Hugo, Your Ways Are Not My Ways, Vol. 1).
Un reciente artículo de reseña de Joshua Heath ofrece perspectivas relacionadas del teólogo ortodoxo oriental Sergei Bulgakov a partir de nuevas traducciones de algunos de sus escritos, incluidos varios libros y fragmentos que no se habían publicado previamente. Bulgakov escribe desde la perspectiva de la tragedia en la historia del mundo, tragedia redimida por el amoroso sacrificio de Cristo en la Cruz. Tragedia, no obstante, redimida por el Amor. continua en la página 6
El bien y el mal no son, después de todo, dos fuerzas iguales y opuestas
Sergei Bulgakov
Artista: Angel Valdez
El Papa autoriza la canonización del primer santo venezolano

El 25 de febrero, desde su cama en el hospital, el Papa Francisco autorizó la canonización del beato José Gregorio Hernández El será proclamado Santo, el primer santo de Venezuela. En febrero el Pontífice aprobó los votos favorables de la Sesión Ordinaria de los Padres Cardenales y Obispos miembros del Dicasterio para las Causas de los Santos para esta canonización. Todo el pueblo venezolano está regocijando, los que están en Venezuela e incluso los muchos venezolanos que viven en Houston.
José Gregorio Hernández era un laico, médico para muchos pobres ,y un científico, conocido mundialmente como el “médico de los pobres”, por su excepcional entrega y generosidad hacia los más vulnerables
Monseñor Raul Biord Castillo, arzobispo de Caracas en Venezuela dijo que había una gran alegría para Venezuela, para todos los venezolanos que viven en distintas países del mundo, pero también para muchos países latinoamericanos, de Centroamérica, de Norteamérica y de Europa que le tienen una gran devoción a José Gregorio Hernández.

Casa Juan Diego fue fundada en 1980, según el modelo de Dorothy Day y Peter Maurin, para servir a inmigrantes y refugiados y los pobres. De una pequeña casa ha crecido a diez casas. Casa Juan Diego publica un periódico, El Trabajador Católico de Houston, cuatro veces al año para compartir los valores del movimiento Trabajador Católico y las historias de los inmigrantes y refugiados arrancados de sus paises por las realidades de la economía global.
• Oficina central de donaciones de comida: 4818 Rose, Houston, TX 77007
Para mandar una carta o un cheque: P.O. Box 70113, Houston, TX 77270
• Centro de distribución de comida: 4818 Rose, Houston, TX 77007
Centro para mujeres: Hospitalidad y servicio para mujeres inmigrantes con sus hijos.
• Asistencia a personas paralizadas o gravemente enfermos en la comunidad.
• Casa Don Marcos para hombres: Hospitalidad para hombres que son nuevos inmigrantes.
• Casa Don Bosco: Para hombres enfermos o heridos.
• Casa Maria: Centro de servicios sociales y clinica medica 6101 Edgemoor, Houston, TX 77081
• Clinica Médica Casa Juan Diego 4810 Rose, Houston, TX 77007
• Liturgia: en español los miércoles a las 7:00 p.m.
EDITORIAL Luisa Zwick y Susan Gallagher
TRADUCCIÓN Sofía Rubio, Blanca Flores
TRABAJADORES CATÓLICOS Dawn McCarty, Joaquín Zwick
Margarita Thompson, Priscilla Acuña-Mena, Marie Abernathy Taína Lara, Nathan O’Halloran, Kevin Macleod, Luisa Zwick Felicity Klingele, Hunter Graves DIRECTOR DE TECNOLOGÍA Joaquín Zwick
DISEÑO Beatrice Garcia Castillo
CIRCULACIÓN Stephen Lucas
EQUIPO DE AYUDANTES Wilmer Salazar, Ramiro Rescalvo Julian Juárez, Daniel De la Garza, Edilson Herrera Juan Morales, Carlos Castillo, Frowan Zambrano, Jose Bollar Jorge Coello, Xelil Badepeima, Edwin Pabon, Miguel Rojas
GRUPO DE APOYO PERMANENTE Luisa Zwick, Stephen Lucas
Andy Durham, Betsy Escobar, Dawn McCarty
Kent Keith, Pam Janks, Julia Gallagher, Monica Hatcher Monica Creixell, Joaquín Zwick
MÉDICOS VOLUNTARIOS.............................. Drs. John Butler, Yu Yah, Laura Porterfield, Dario Zuniga, Roseanne Popp, CCVI Homero Achondo, Deepa Lyengar, Mohammed Zare
Maya Mayekar, Joan Killen, Stella Fitzgibbons Enrique Batres, Wm. Lindsey. Alfredo Viteri
DENTISTAS Drs. Peter Gambertoglio, Michael Morris
Mercedes Berger, José Lopez, Justin Seaman
Maged Shokralla, Florence Zare
CASA MARIA Juliana Zapata y Manuel Soto

Casa Juan Diego
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MARCOS ZWICK – Fundador
Trabajador Católico de Houston Vol. XLV, No. 2

Recordamos la elección del Papa Francisco
Mientras escribimos el Papa Francisco ya tiene tiempo enfermo en el hospital. En estos días queremos recordar los primeros momentos de su papado. Oramos por su recuperación.
Cuando anunciaron la elección de Jorge Bergolio en 2013, Marcos Zwick escribió sobre él nuevo Papa.
No sólo tenemos un nuevo Papa, tenemos un nuevo, nuevo Papa. Todo sobre él es único. Es el primer Papa no Europeo desde el siglo 8. Es el primer Papa Jesuita. Es el primer Papa de Latinoamérica. Más significativo aún, es el primer Papa Francisco.
Lo primero que hizo el nuevo Papa fue elegir el nombre Francisco. Esto es completamente nuevo. Ningún Papa se ha llamado Francisco. Él dijo que era por Francisco de Asís. Si no hubiera hecho nada más, el simple hecho de llamarse Francisco hubiera tenido un tremendo impacto.
Con el nombre Francisco viene todo el significado del santo que vivió el espíritu de la pobreza y la realidad de la pobreza voluntaria. Era un hombre de los pobres, pero también un hombre de paz, en contra de la guerra, un hombre que amaba la creación y sus criaturas.
Cómo me gustaría una Iglesia que fuera pobre y para los pobres
En su conferencia de prensa pocos días después de su elección, a los miles de reporteros reunidos en Roma, el Papa Francisco les explicó cómo había elegido el nombre:
“Algunos no sabían por qué el Obispo de Roma ha querido llamarse Francisco. Algunos pensaban en Francisco Javier, en Francisco de Sales, también en Francisco de Asís. Les contaré la historia. Durante las elecciones, tenía al lado al arzobispo emérito de San Pablo, y también prefecto emérito de la Congregación para el Clero, el cardenal Claudio Hummes: un gran amigo, un gran amigo. Cuando la cosa se ponía un poco peligrosa, él me confortaba. Y cuando los votos subieron a los dos tercios, hubo el acostumbrado aplauso, porque había sido elegido. Y él me abrazó, me besó, y me dijo: «No te olvides de los pobres». Y esta palabra ha entrado aquí: los pobres, los pobres. De inmediato, en relación con los pobres, he pensado en Francisco de Asís. Después he pensado en las guerras, mientras proseguía el escrutinio hasta terminar todos los votos. Y Francisco es el hombre de la paz. Y así, el nombre ha entrado en mi corazón: Francisco de Asís. Para mí es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la creación; en este momento, también nosotros mantenemos con la creación una relación no tan buena, ¿no? Es el hombre que nos da este espíritu de paz, el hombre pobre… ¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!”
El Papa Francisco hizo mucho más que elegir su nombre. En sus años como Papa ha vivido con sencillez, ha estado cerca de los pobres, de los migrantes y refugiados. Ha insistido en que el Evangelio no es sólo para los católicos de clase media y ricos, sino que incluye una opción preferencial por los pobres. Se esforzó al máximo por la pacificación y siguió a San Francisco de Asís en su preocupación por proteger la creación.
Recomendamos volver a leer sus grandes escritos católicos que se enumeran aquí. Todos están disponibles en vatican.va.
• Exhortaciones Apostólicas
• Evangelii Gaudium: Exhortación Apostólica sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual
• Gaudete et exsultate: Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo onntemporaneoc
• Enciclicas
• Laudato si’ Sobre el cuidado de la casa común
• Fratelli Tutti Spbre la fraternidad y la amistad social
• Dliexit Nos Sobre el amor humano y divino del corazón de Jesucristo.

Bienvenido Monseñor
Vásquez
Cuando el Arzobispo Vásquez era Obispo Auxiliar de Galveston-Houston, celebró la Misa en la Casa Juan Diego para la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. En la foto aparece una de las matachines danzando con el grupo durante el ofertorio.
Todos nosotros en la Casa Juan Diego juntamos nuestras voces a las de muchos que dan la bienvenida a nuestro nuevo Arzobispo Joe VS. ásquez a la Arquidiócesis de Galveston-Houston. El Arzobispo Vásquez fue Obispo Auxiliar aquí desde 2001 hasta 2010, cuando se convirtió en Obispo de Austin. Se desempeñó como Obispo en Austin desde 2010 hasta 2025. Nos regocijamos con su regreso a Houston
REGALOS INESPERADOS:
Lo que aprendí siendo una Trabajadora Católica embarazada
Por Priscila Acuña Mena
Desde el Fiat de María hasta los profetas del Antiguo Testamento, Dios llama en repetidas ocasiones a Su gente a “no tener miedo”. Aún así, a pesar de las bendiciones de una vida acomodada, soy propensa al miedo. Como recién casada con planes de ir a la escuela de medicina y los sueños de formar una familia, he pasado los últimos años en continua y tortuosa deliberación sobre cómo podría balancear ser ambas a la vez, madre y estudiante de medicina. Estas preocupaciones persistieron aún cuando tengo un apoyo extraordinario para responder a cada uno de estos hermosos y demandantes llamados. Mi ansiedad aumentó cuando mi esposo y yo nos dimos cuenta, poco tiempo después de mudarnos a Casa Juan Diego, de que estaba embarazada- una alegre posibilidad a la cual estábamos abiertos, pero que no habíamos planeado.
Lo que no había anticipado era que mi tiempo en Casa Juan Diego como Trabajadora Católica embarazada, transformara mi corazón. Esta casa, que intenta ser radicalmente hospitalaria para la vida, me ha enseñado el coraje y la fe de muchas jóvenes madres que confían en Dios a través de las pruebas de la vida y las alegrías. Lejos de crecer amargadas o cínicas, la dificultad de la vida de algunas de nuestras huéspedes las ha empujado a creer más en Dios, no menos. La valentía no es el único antídoto para el miedo- la confianza también lo es. El poderoso testimonio de nuestras huéspedes me ha movido a ser fuerte, valiente y menos miedosa. Recuerdo el día en que recibí a “Ari” y a su esposo en Casa Juan Diego. Noté una pequeña panza debajo de su suéter, una que parecía pequeña para el tercer trimestre de embarazo. Después me enteré de que era el resultado de la inadecuada nutrición que tuvo durante el viaje. “Yo también estoy embarazada,” le compartí, sintiendo una conexión inmediata y una urgencia de tratar de ayudar como fuera para alivianar su carga. Durante las siguientes semanas, otros voluntarios y yo pasamos horas con Ari, navegando largas horas de espera en el teléfono tratando de conseguirle atención médica aquí en Houston. La dotamos con ropa y pañales para su bebé, un niño. Le dimos malteadas de Ensure y bolsas Ziplock con rebanadas de queso para ayudarla a subir de peso.
Ari me contó acerca de las dificultades que ella y su esposo enfrentaron antes de llegar a la Casa. Sin poder pagar el pasaje de autobús, caminaron horas entre las calles de la ciudad en busca de iglesias que sirvieran comidas gratis. Una vez se desmayó del agotamiento. Reflexionando acerca de mi propio embarazo y de los momentos en los que he estado desesperada e irracionalmente hambrienta, casi lloro imaginando a otra mujer embarazada sin tener suficiente comida. Después, me enteré de que una vez un miembro de un cártel en México subió al autobús en el que iban y amenazó con dispararle al esposo de Ari en la garganta, hasta que otro pasajero logró sobornarlo. Mientras pensaba en el gran sentido de dependencia

que he llegado a sentir con mi esposo durante el embarazo, no me puedo imaginar el trauma de enfrentar el estar tan cerca del mal y de la muerte. Las historias de nuestros huéspedes regularmente me confrontan con el antiguo problema del mal, un misterio que estoy segura nunca entenderé por completo en este lado de la eternidad. Sin embargo, una reflexión compartida por un compañero Trabajador Católico durante la cena, se ha quedado conmigo: que algo esencial acerca del problema del mal es revelado a través de la crucifixión de Cristo. La pasión de Jesús nos enseña que Dios no es Aquel que nos somete al mal, sino que es Aquel que entró a la humanidad encarnado y dispuesto a sufrir la peor agonía y humillación. Dios sufre nuestras pruebas y nuestro dolor en solidaridad con nosotros. No solo eso, Él constantemente nos cuida, aún cuando no entendamos cómo.
Esta fe brilla a través de muchos de nuestros huéspedes, que han vivido pruebas que ya me hubieran amargado. Extraordinariamente, ellos no culpan a Dios. Aunque el mal existe, ellos ven a Dios en esos momentos críticos de gracia: Dios que le dio a ese pasajero dinero y la voluntad para alzar la voz, Dios que le dio la fuerza para seguir adelante a pesar del cansancio y la cercanía con la muerte, Dios Quien guió a esta pequeña familia a Casa Juan Diego, un refugio seguro.
Aprender de la valentía y la fe de nuestros huéspedes me ha liberado del miedo, me ha liberado de enfocarme en las simples incomodidades del embarazo y de la alegría de estar esperando. En la Casa, mujeres que he llegado a conocer, ponen sus manos sobre mi panza, con la alegre especulación de si tendré un niño o una niña.
Una mujer que conocí algunos meses atrás, que escapó de la violencia de su pareja con su bebé de 6 meses y que extraña a sus dos hijos mayores que se quedaron en El Salvador, me mandó felicitar cuando supo que estaba embarazada: “Un hijo es la bendición más grande que puedas imaginar,” escribió. Reflexioné en sus palabras. Una nueva vida es el regalo más exquisito y demandante, aún para aquellas mujeres cuyas vidas son muchísimo más difíciles que la mía. El reto que se me presenta de cuidar a mi bebé mientras estudio, es la cosa más valiosa que pueda imaginar, es algo que ahora enfrento con gratitud y confianza - fortalecida por el testimonio de aquellos a mi alrededor que confían en un Dios que nos sostiene, que camina a nuestro lado por los valles más oscuros, y que gentilmente nos dice: “No temas”.
Artista: Angel Valdez
AL PARTIR EL PAN
Por Margarita (Meg) Thompson
Si hace un par de años me hubieras preguntado seriamente acerca de mi relación con Dios, te hubiera dicho que Dios y yo en realidad no nos llevábamos bien. Particularmente me costaba mucho trabajo sentirme conectada en la misa. Se sentía como una obligación en lugar de una oportunidad de pasar más tiempo con Dios. Con frecuencia me distraía, pensando en qué iba a hacer después, o incluso me ponía a contar los minutos para que acabara. Sin embargo, ir a misa en Casa Juan Diego me ha permitido reconectar con esta parte de mi fe. El centro de mi fe es la creencia de que Dios está en los pobres y nosotros como católicos estamos hechos para estar cerca de los pobres y conocerlos. En Casa Juan Diego, tengo el privilegio de vivir esto cada día y especialmente mi amor por asistir a misa cada semana ha crecido. Cada miércoles por la noche, las que vivimos en la casa de mujeres nos reunimos alrededor de las 6:45 en el comedor, para después caminar a la casa de hombres para ir a misa. Estoy segura que la fila de mujeres y niños era todo un espectáculo para los que manejaban por la calle de Durham – con las fuertes risas, niños llorando, y las conversaciones. Durante la misa, casi siempre lloro durante la Comunión. Las palabras “lo reconocieron al partir el pan,” de Lucas 24, resonaban en el diario de Dorothy Day, La Larga Soledad, y con frecuencia cruzaban por mi mente. Day escribe: “no podemos amar a Dios a menos que nos amemos unos a otros, y para amarnos tenemos que conocernos unos a otros. Lo conocemos al partir el pan, y no estamos solos nunca más. El Cielo es un banquete y la vida es tambien banquete, con su tarta y todo, donde hay compañerismo.” Ella saca estas palabras de la historia de Emaús en la Biblia, en la que Jesús pero no lo reconocen hasta parte el pan con ellos. La historia de Emmaus y las definitivamente cobran relevancia Juan Diego. Estoy bendecida de tener de partir el pan con tanta gente cada semana durante la Comunión. Muchos de nuestros son católicos pero de todas maneras se acercan a recibir la bendición. Veo niños pegados a sus madres mientras se acercan al sacerdote para recibir la bendición y mientras escuchan a Luisa cantar alegremente el canto de la Comunión, mientras los demás tratamos de acompañarla. Está práctica semanal me ha hecho cimentar de nuevo mi fe. Aunque fui a a una universidad católica, era muy difícil encontrar espacios para estar en una proximidad consistente con los pobres. Participé en programas
que me permitieron servir y vivir en solidaridad por un tiempo, pero nada que me llevara a formar relaciones duraderas.
El otro día, una de las mujeres me dijo: “Margarita, tengo miedo”. Me enseñó un artículo sobre las redadas locales de ICE. Inmediatamente yo la tranquilicé, explicándole que debería estar bien porque tiene sus papeles. Olvidé, sin embargo, que su hijo adulto también vive en Houston y no tiene papeles. Tal vez, mucha gente vería a esta mujer y a su hijo y pensarían: “Bueno, lo hubieran hecho de la manera correcta !” Claro, no es así de simple y ellos tampoco tienen la oportunidad de ver lo que yo veo.
Yo he tenido el privilegio de probar su comida y del amor que le pone. Puedo oír su respuesta todos los días cuando le pregunto cómo está: “bien, gracias a Dios.” He sido testigo de la amistad que se ha formado entre ella y otra huésped. He bromeado con su nuera, frecuentemente en inglés, mientras ella ha trabajado fuertemente para aprender el idioma.
También recuerdo a otra huésped con quien tuve el privilegio de vivir durante los últimos seis meses. He pasado horas trabajando en su caso y sus diferentes complicaciones. Me ha enseñado solo una pequeña parte de lo difícil que es ser inmigrante, aún después de haber llegado a Estados Unidos. Esta huésped es una de las primeras personas con las que mantuve una conversación real a mi llegada a la Casa. En mi primer día aquí, me senté con otra voluntaria mientras empezábamos a ayudarle a llenar su solicitud de asilo. Se sentó y escuchó pacientemente mientras yo titubeaba con mi español. se ha convertido en alguien a quien considero mi amiga. Ha seguido siendo paciente con mi español y es rápida para entenderme cuando no sé una hace llorar de la risa ( mi cualidad favorita persona) y me enseña cosas nuevas todo el tiempo, al punto de que el otro día le dije: “Usted es como mi mamá.”

dice Dorothy, no podemos amar a Dios a menos que nos amemos los unos a los otros, y para amarnos necesitamos conocernos los unos otros. Desearía que todos tuvieran la oportunidad que yo he tenido de estar tan cerca de la comunidad inmigrante. A pesar de que he sido Católica toda mi vida, nunca me he sentido tan cerca de Dios. Esto no es porque crea que estoy haciendo algo particularmente impactante, sino porque conozco a Dios cada día en la persona que está frente a mí.
Artista: Angel Valdez
Sacrificio
Dentro de la lucha cósmica entre el bien y el mal, el cristiano, siguiendo el ejemplo de Cristo, está llamado al sacrificio incesante y a cargar la cruz.
Sergei Bulgakov
Bulgakov sostiene, en la tradición de ofrecer los propios sufrimientos, que “Dentro de la lucha cósmica entre el bien y el mal, el cristiano, siguiendo el ejemplo de Cristo, está llamado al sacrificio incesante, y a cargar la cruz”. No está escribiendo solo sobre nosotros como individuos y sobre el concepto de abnegación. Bulgakov habla del sacrificio de la Iglesia misma a través de “la participación en el sacerdocio eterno de Cristo en la liturgia...”
La Supremacía del Amor
No necesitamos desesperarnos. El amor es, en última instancia, más fuerte que la muerte. “El bien combate al mal principalmente a través de la ofrenda activa del sacrificio, o ‘co-morir’ con Cristo.” (Bulgakov) “La Cruz, como la asunción voluntaria de la muerte por parte de Dios, muestra que el amor es la superación interna—más que estrictamente opuesta—del mal. La operación del amor no es una resistencia externa o superación del mal, porque el bien y el mal no son, después de todo, dos fuerzas iguales y opuestas.” Bulgakov agrega, de manera mística, que “...la supremacía del amor se afirma por la transformación activa del amor de la desintegración causada por el mal y el sufrimiento en el retorno voluntario de lo perdido como una ofrenda sacrificial”. “Si la vida cristiana es una vida de sacrificio, también es una vida de creatividad.”
continua de página 1
Bulgakov insiste en que la creatividad acompañe al sacrificio: “[La liturgia] extiende el alcance del sacrificio para incluir la actividad esencial, creativa, transformadora o transmutadora que es constitutiva de la vida en sí misma”. De hecho, afirma que “vida y creatividad son sinónimos” y añade que si la vida cristiana es una vida de sacrificio, entonces también es una vida de creatividad.
Esto se hace explícito incluso en la descripción de Bulgakov de la Cruz como “no solo una recepción pasiva, sino una toma activa, una autodefinición creativa y audaz”. Así, una vida de sacrificio no es aburrida, no es solo sufrimiento, sino que puede hacer una contribución audaz a la historia.
Bulgakov plantea que “La historia no es un tiempo vacío que simplemente espera ser llenado. En cambio, se presenta ante la humanidad y, por lo tanto, ante la Iglesia como una tarea, la tarea de la vida creada. Al contribuir a la tarea de la Iglesia en la historia, la relación entre creatividad y sacrificio se vuelve aún más mutua, ya que la ‘intensidad creativa responsable’ exigida a un cristiano debe ejercerse ‘no en su propio nombre, sino en el nombre del Señor que nos ha enviado al mundo’”.

Nuestro Sacrificio en Casa Juan
Diego Es la Disponibilidad y la Creatividad
Peter Maurin y Dorothy Day aprendieron mucho del personalismo comunitario francés de Emmanuel Mounier.
En sus discusiones sobre la vocación cristiana de cada persona, Mounier enfatizó la creatividad y el compromiso con el mundo. Mounier, un intelectual, recordó a sus lectores que la disponibilidad es tan importante como cualquier teoría. “La disponibilidad es tan esencial como la lealtad, la prueba de la historia tanto como el análisis intelectual.”
El Sacrificio No Es Principalmente Negativo
Mounier enfatizó que el sacrificio no es principalmente un acto negativo. Más bien, es un acto de devoción y de adhesión. Sacrificarse es ofrecerse a otro, comprometerse con otro, ser engagé (comprometido).
La disponibilidad es tan exigente como cualquier otro sacrificio. El compromiso y la disponibilidad hacen que la vida sea impredecible.
¿Qué Significa la Disponibilidad?
Cualquiera que haya sido un Trabajador Católico o haya trabajado en el servicio de los pobres sabe cuán exigente puede ser la disponibilidad. A medida que nos sentimos abrumados por las necesidades y situaciones de las personas que acuden a nosotros en Casa Juan Diego, sabemos que la disponibilidad es nuestro sacrificio. Una persona más en la puerta (Cristo disfrazado), una necesidad más expresada por nuestros huéspedes. En la vida cotidiana de cada seguidor del Nazareno, hay innumerables oportunidades prácticas para abrazar la Cruz estando disponible como parte de nuestro sacrificio. Esta idea de disponibilidad está estrechamente relacionada con el concepto del Papa Francisco de acompañamiento con los demás en su peregrinación.
Uno podría acoger a una familia migrante sin un lugar donde ir, sentarse con un vecino enfermo o ayudarlo con las necesidades básicas de la vida, ayudar a un niño a inscribirse en la escuela. Las posibilidades son infinitas.
Pienso en un ejemplo práctico de disponibilidad y acompañamiento que cualquiera podría imitar: Ed Willock, cuyo dibujo de “cristianismo con un colchón comodo” apareció en la portada del primer número de la revista Integrity (y reimprimido aquí), tenía doce hijos. Se enfermó gravemente después de varios derrames cerebrales. Marcos Zwick y su madre (antes de que yo los conociera) estaban visitando a Dorothy Day un día en Nueva York. Después de un rato, Dorothy les preguntó si estarían dispuestos a llevar a cuatro de los hijos de Ed Willock de Nueva York hasta Nueva Inglaterra a Mary Reed Newland, quien cuidaría de los niños por un tiempo. Marcos y su madre estaban disponibles y llevaron a los niños, con alegría.
La Iglesia en la historia del mundo
En los últimos años, he estado leyendo algunos de los volúmenes sobre la historia de la Iglesia de Henri Daniel-Rops. Esos libros destacan el papel creativo, a veces asombroso, de la Iglesia y los santos en la historia durante tiempos muy difíciles, cuando todo podría haber parecido desesperanzador.
Dorothy Day escribió sobre lo que necesitamos para nuestros tiempos:
“Péguy dijo que la raza de los héroes y la raza de los santos están en contradicción, la contradicción de lo eterno y lo temporal. Estaba escribiendo sobre Juana de Arco, y dijo que las dos razas se encuentran en ella, lo que no ocurre en ningún otro lugar. Diríamos que también se encuentran en Gandhi. Con los obispos de los Estados Unidos señalando que el mayor peligro de nuestra época es el secularismo, parecería que es un momento en el que debemos pedir a Dios que levante para nuestro tiempo a hombres [y mujeres] en quienes el santo y el héroe se encuentren para resolver los problemas del día. ¡Y no por la guerra!” (The Catholic Worker, enero de 1953).
Creatividad del Trabajador Católico y el Reino de Dios
El movimiento del Trabajador Católico, tal como fue iniciado y vivido por Peter Maurin y Dorothy Day, fue una de las respuestas muy creativas de los laicos en la Iglesia para llevar el Evangelio vivido a la comunidad local en un momento difícil de la historia, la Gran Depresión. Esperamos que Casa Juan Diego pueda ser otra. También sabemos y creemos con gran esperanza que las vidas de nuestros lectores son también parte de las respuestas creativas en curso a un tiempo difícil en la historia, construyendo el Reino de Dios y cuidando a su pueblo. Seamos creativos en nuestra respuesta a las crisis mundiales, uniendo nuestros sacrificios con Cristo en la Cruz, y no seamos como el Señor Negocios, presentado en una de las coplas de Ed Willock:
“El Señor Negocios fue a Misa Nunca faltó un domingo. El Señor Negocios fue al infierno Por lo que hizo el lunes.”
Sigamos trabajarndo creativamente, realizando las Obras de Misericordia que el Señor nos exige, en Su nombre.
Referencias:
Joshua Heath, “Review Essay: The Eternal Sacrifice,” *Modern Theology* 41:1, enero de 2025.
Eileen Cantin, Mounier; A Personalist View of History. Paulist Press, 1973.
Susan Gallagher contribuyó a este artículo.

Artista: Angel Valdez