Informe FRUTIHORTICOLA
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La agricultura familiar periurbana Viene de página anterior
termina el resultado financiero de la operación. Cuál es la estimación actual sobre productores “familiares” en todo el país. ¿Se mantiene la categoría de minifundio? No existen estimaciones actualizadas sobre el universo de productores encuadrados en la categoría de Agricultores Familiares considerando el perfil que la ley 27118 define, tomando como base el censo de 2018. Cualquier opinión es especulación dado que no se han desagregado los datos tratando de mantener el modelo propuesto por Edith S. de Obschatko en 2009 tomando como base el CNA 2002, que metodológicamente son los más coherentes y daban una cifra de algo superior a 251.000 EAP’s familiares con una superficie cercana a los 31 millones de hectáreas. Poder tener una aproximación de la evolución del sector en una línea de tiempo es una tarea que depende de la finalización del análisis del CNA 2018, aun pendiente. En este momento, se tiene información sobre un posible proceso de concentración de la tierra, que es necesario analizar más profundamente puesto que el total de EAP’s pasó de 330.000 unidades que se distribuían en casi 174,8 millones de hectáreas en 2002 a 250.880 EAP’s distribuidas en 157,5 millones de hectáreas según el
censo de 2018. El dato duro más real al que se llegó en 2015, que aún es un proceso pendiente, lo aportó el ReNAF e indica que ha sido un sector fuertemente castigado por las políticas económicas de la gestión anterior, aun a pesar de instrumentos de financiamiento productivo muy importantes que fueron aportados a través del Programa Prohuerta en el componente de Proyectos Especiales. La categoría minifundio subsistirá siempre que haya propietarios minifundistas porque es una forma de posesión de títulos de propiedad de la tierra, que es saludable y da cuenta de una escala de EAP’s que normalmente permite a un agricultor familiar producir para subsistencia y generar un excedente que puede destinarse a su comercialización y consumo. Sin embargo, nos permitimos comentar que, en la actual situación, la capacidad de asociatividad de minifundistas es relevante, y podrían alcanzar escalas de producción y tecnologías que mejoren la productividad y la rentabilidad, bajo un formato o esquema de asociatividad. Es una forma de exponer que el todo es más
que la suma de las partes. Cuál es la realidad de la agricultura periurbana en el territorio del Gran Buenos Aires. La pregunta es muy amplia. Sin embargo, para aclarar de que estamos hablando, el AMBA o Gran Buenos Aires, refiere a lo que hoy es C.A.B.A y los municipios que llegan hasta el tercer cordón que, en total, abarcan 41 municipios que por el norte llegan hasta Zárate y Tigre, por el oeste hasta Lujan y Gral. Rodríguez, por el sur Cañuelas y por el sureste Brandsen y La Plata. Población aproximada 14.000.000 de habitantes. Es indudable que tal magnitud de población requiere de estrategias específicas de abastecimiento de alimentos e infraestructuras acordes. Una de ellas es histórica: El Mercado Central de Bs As, que es un importante nodo, pero que resulta insuficiente. Estamos muy confiados en que la actual gestión hará un importante aporte para mejorar la provisión de alimentos en el AMBA. La agricultura periurbana en el AMBA, que no es la única en el país, ha tenido un importante desarrollo en estos últimos 10 años. Se localiza principalmente en la zona de La Plata y alrededores, Berazategui y Florencio Varela por el sureste y con importantes desarrollos potenciales en el partido de Almirante Brown. Las zonas de Cañuelas, Ezeiza y La Matanza por
el cordón sur-sur. En términos de perspectiva del sector de la Agricultura Familiar periurbana cabe destacar que en estos últimos 4 años se han producido avances notables en el desarrollo de sus capacidades productivas, nivel de asociativismo y desarrollo de cadenas cortas de comercialización. Mirado desde el territorio existen áreas con fuerte desarrollo, no exentos de los problemas ya mencionados, como el caso de Moreno, Almirante Brown y Ezeiza que podrían ser pulmones productivos, por solo mencionar algunos casos. Sin embargo, éstas requieren un importante impulso desde políticas públicas transversales en cuanto a su institucionalidad y gran extensión interjurisdiccional para que los productores puedan desarrollarse. La llegada de un dirigente de este sector a la presidencia del Mercado Central podría generar alternativas para la democratización de las cadenas de comercialización que contribuyan a consolidar un modelo de desarrollo nacional sustentable donde la Soberanía Alimentaria se constituya en uno de sus pilares. Esto constituye una condición esencial para superar la desesperante situación que afecta a gran parte de nuestra sociedad, agravada con esta emergencia sanitaria que desencadeno la pandemia del COVID-1. Concluye en la próxima edición