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SALUD PARA TODOS
Conjuntivitis, un problema frecuente en primavera
La conjuntivitis es una inflamación de la membrana que recubre la parte blanca del globo ocular. Durante la primavera, debido a la frecuencia de polen, esta afección se torna más habitual, causando molestias que rara vez pueden afectar la visión.
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La conjuntivitis se manifiesta cuando los pequeños vasos sanguíneos de la conjuntiva se inflaman, se llenan de sangre y se hacen más visibles, determinando el clásico color rojizo o rosado de la parte blanca del glóbulo ocular. Si bien su presencia puede ser molesta, no suele afectar la visión, y a través de los tratamientos se pueden aliviar los síntomas hasta curar la enfermedad. La causa más frecuente de la conjuntivitis es una infección bacteriana o viral, o una reacción alérgica (con frecuencia por polen, polvo, pelo de animales o maquillaje). Habitualmente afecta un ojo cuando es causada por una infección bacteriana, mientras que las virales y alérgicas suelen comprometer ambos. Sus síntomas más frecuentes son enrojecimiento, picazón, sensación arenosa o “de cuerpo extraño” dentro del ojo, secreción (pus o mucosidad) que puede formar una costra durante la noche, la cual puede dificultar la apertura del ojo en la mañana y causar mayor lagrimeo. Puede producirse mayor sensibilidad a la luz y en ocasiones pueden hincharse también los párpados. Tanto las conjuntivitis bacterianas como las virales son contagiosas,
pero sobre todo las producidas por virus pueden propagarse con mayor facilidad, pues las partículas víricas son capaces de sobrevivir durante semanas en superficies secas como sábanas, almohadas, toallas o utensilios del baño que utilice la persona afectada. Frente a cualquier caso de conjuntivitis, si empieza a aumentar la hinchazón, el enrojecimiento, las molestias y la sensibilidad alrededor de los ojos, o si se tiene fiebre, se debe contactar a un médico. Estos síntomas pueden indicar que la infección se ha empezado a extender más allá de la conjuntiva, por lo que requerirá tratamiento adicional además del cuidado de los ojos.
¿Cómo se trata la conjuntivitis? El tratamiento de esta afección del ojo varía también en función de la causa que la provoca, pero en general se centra en tratar los síntomas y prevenir complicaciones y contagios. Para cualquier tipo de conjuntivitis es importante realizar lavados frecuentes del interior del ojo con agua o suero y luego administrar una lágrima artificial proporcionada por un médico y aplicar compresas frías para disminuir la inflamación. Para las virales no es necesario el uso de antibióticos. En el caso de variantes más graves de conjuntivitis vírica, como la conjuntivitis herpética, pueden ser necesarios antivirales tópicos en el ojo afectado o vía oral. Los antibióticos son útiles únicamente frente a la conjuntivitis bacteriana, administrados en forma de colirio o pomada para los ojos. Los cuidados y el tratamiento de los síntomas son los mismos que para las de causa viral. La mayoría de los casos de conjuntivitis viral son leves. La infección generalmente desaparece en entre siete y 14 días sin la necesidad de tratamiento y sin consecuencias a largo plazo. Sin embargo, en algunos casos, la conjuntivitis viral puede tardar de dos a tres semanas o más en desaparecer o puede sobreinfectarse con bacterias, por lo que podría necesitar tratamiento. Los casos leves de conjuntivitis bacteriana pueden mejorar sin la necesidad de tratamiento y sin que causen ninguna complicación. Suelen mejorar en un lapso de dos a cinco días sin tratamiento, pero pueden tardar dos semanas en desaparecer por completo. Por último, en el caso de las conjuntivitis alérgicas, es necesario evitar la exposición a los agentes externos que provocan la inflamación. Puede ser necesario también utilizar colirios antialérgicos, antiinflamatorios
NOVIEMBRE 2022 • Pág 52 # 49 •


o corticoides, que deben ser indicados por profesionales.
Prevención de contagio Para prevenir el contagio a terceros, la persona afectada debe lavarse las manos frecuentemente y evitar tocarse o restregarse los ojos. A la hora de limpiar las secreciones usar un paño limpio o una bola de algodón o pañuelo desechable para limpiar el área del ojo y remover las secreciones. Tirar a la basura el elemento utilizado y lavarse las manos antes y después. También deben lavarse las fundas de almohadas, sábanas, paños y toallas en agua caliente y detergente y no compartirlos con otra persona. En los meses de calor, fundamentalmente durante la primavera, los pólenes y frutos de los árboles que florecen (como el platanero) se multiplican y ocasionan con frecuencia conjuntivitis virales. Además, los espacios públicos también son un foco para contraer infecciones que afectan la conjuntiva y producen conjuntivitis infecciosas. Por ello, lo mejor será contar con la protección adecuada cuando se están realizando actividades al aire libre o en espacios comunes.
