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LEGISLACIÓN / BREVE ANÁLISIS DE LA NORMATIVIDAD EN MATERIA DE SANEAMIENTO DE LAS AGUAS RESIDUALES / HÉCTOR JAVIER

construcción en el país. La planeación es uno de los grupos de procesos de la administración de proyectos, y el plan integral del proyecto es uno de los principales entregables, por lo que la aplicación de la gerencia de proyectos en proyectos públicos, sin lugar a duda, ayudaría a atacar las dos principales causas de los retrasos y sobrecostos detectados por la ASF.

La participación de la gerencia de proyectos en las fases de licitación, como corresponsable con el cliente del proceso de contratación, mejora la calidad de las bases, hace expeditos los procesos de concurso y enriquece la evaluación de ofertas para la correcta asignación de contratistas y proveedores.

Con la activa participación de la gerencia de proyectos se mejora la integración y coordinación de los planes de ejecución de cada contrato de servicios, obra y proveeduría y su alineación con el plan integral del proyecto.

Perspectiva de la gerencia de proyecto

La gerencia de proyecto, que actualmente se considera una función administrativa, se convertirá en una función estratégica en las organizaciones públicas y privadas con el objetivo de vincular e integrar adecuadamente los proyectos con los objetivos sociales, de negocios y económicos de las entidades y organizaciones. El principal propósito de la gerencia de proyectos será conseguir que se logren los beneficios sociales y económicos esperados por la ejecución de los proyectos. En otras palabras, los proyectos serán el medio para alcanzar los beneficios y su realización no será el principal objetivo per se.

Tradicionalmente se dice que un proyecto es exitoso si se realiza con calidad y se termina a tiempo y en el costo presupuestado. Sin embargo, por la naturaleza misma de los proyectos que PMBOK define como “esfuerzos temporales para crear productos y servicios únicos”, y debido a que el diseño del producto que se construirá se elabora durante el ciclo de vida del proyecto y los cronogramas y presupuestos se establecen en las fases iniciales, se carece de mucha información y, en consecuencia, a menudo se tiene gran incertidumbre y asertividad limitada en los costos y tiempos planeados. Reconocer el ambiente de incertidumbre relativa o riesgo en el que se desarrollan los proyectos y aprender a planear y gestionar la incertidumbre será una de las principales evoluciones que experimentará la gerencia de proyectos. A este proceso se le conoce como gestión de riesgos, y será una de las áreas de conocimiento que se incluirán cada vez más en el gerenciamiento de la mayoría de los proyectos, particularmente los complejos y de gran envergadura.

Las actividades de construcción en proyectos tenderán, cuando sea posible, a la prefabricación en fábrica o taller, y se limitará la actividad en sitio al ensamblado y colocación. También se utilizarán en algunos procesos constructivos robots e impresoras de concreto 3D. Para lograr lo anterior, los diseños deberán ser muy detallados, por lo que una función muy importante de la gerencia de proyecto será gestionar y revisar la correcta y completa elaboración del diseño ejecutivo. Además, al contar con diseños más completos y de mejor calidad, se tendrá mayor asertividad en la integración de presupuestos y cronogramas, con lo que disminuirán la incertidumbre y los riesgos.

En la realización de obras públicas y privadas se verá cada vez más el beneficio de utilizar la gerencia de proyecto para guiar los procesos de planeación y control en todas las fases del ciclo de vida, como la factibilidad, diseño, construcción, arranque y puesta en marcha. Esta situación se verá reflejada en la inclusión de las funciones de la gerencia de proyecto en las leyes, reglamentos, normas y estándares que regulan la planeación y contratación de obras y en el lanzamiento de nuevas certificaciones nacionales para empresas, personas y procesos. Sin lugar a duda, la gerencia de proyecto se convertirá en la mejor práctica para llevar a cabo proyectos y, paulatinamente, su utilización será obligatoria.

Analicemos ahora el futuro de la gerencia de proyecto en proyectos de construcción desde tres componentes: procesos, herramientas y recursos humanos.

Procesos Los actuales estándares internacionales han desglosado las funciones de la gerencia de proyectos mediante procesos específicos que se tienen que llevar a cabo. Con el planteamiento de que el objetivo de ejecutar los proyectos es lograr beneficios, y con las nuevas tecnologías digitales disponibles, los principales cambios o tendencias que se visualiza tendrán los procesos actualmente definidos son: • Revisiones periódicas del alcance; pasar de ciclos de vida predictivos a iterativos, con objeto de mantener la alineación del proyecto con los beneficios buscados. • Procesos flexibles y dinámicos que permitan fácilmente gestionar e incorporar cambios. • Incorporación de metodologías ágiles como Scrum,

Kanban y Lean, entre otras. • Minimizar la incertidumbre a través de reservas y contingencias claras y explícitas; bases de datos y análisis de información. • Sustituir modelos deterministas por modelos probabilísticos o estocásticos a partir de análisis de datos e información histórica.

Tabla 1. Causa de retrasos y sobrecostos en los proyectos Causa %

Diseño incompleto Planeación incompleta Problemas ambientales 65

14

8

Pago extemporáneo de anticipos Falta de derecho de vía 8

5

• Sistemas de control orientados a los pronósticos de terminación a partir de análisis de información estadística del desempeño. • Eliminación de reportes en papel y sustitución por información y tableros de control digitales en línea.

Herramientas Los principales cambios y tendencias que se visualiza tendrán las herramientas que se utilizan en la gerencia de proyectos son: • Sistemas integrados para el diseño, finanzas, administración, planeación y control para que cualquier cambio o actualización se refleje de inmediato en todos los diseños, planes, controles, reportes, etcétera. • Herramientas dinámicas de planeación y control en tiempo real. • Más y mejores herramientas para trabajo colaborativo en línea por internet, ingeniería geomática y geolocalización, diseño BIM 5D. • Sistemas inteligentes de administración del conocimiento incluyendo bases de datos de diseño, costos, tiempos, riesgos, calidad y lecciones aprendidas. • Dispositivos móviles y portátiles para registro de datos y avances en campo. • Equipos digitales para procesos de visualización e inspección a distancia. • Incorporación de drones y robots en los procesos de inspección y revisión de actividades. • Información y sistemas en la nube.

Recursos humanos Los recursos humanos dedicados a la gerencia de proyecto, en el futuro, trabajarán cada vez más en equipos virtuales y con consultores e ingenieros temporales, sin integración y con poco arraigo a la organización ejecutora. Será un gran reto para los gerentes de proyecto liderar equipos híbridos con personal local y a distancia.

La educación y preparación serán fundamentales para poder competir y trabajar. El título profesional de ingeniero civil no será suficiente; se requerirá tener amplia preparación en el tema de gerencia de proyectos.

La mayoría de las actividades se realizarán mediante herramientas digitales, con sistemas en la nube y compartiendo información en tiempo real con todo el equipo, sin importar si el recurso humano es local o se encuentra en otro lugar del mundo. De acuerdo con lo anterior, los gerentes de proyectos y sus equipos de trabajo deberán tener habilidades y competencias en gestión de negocios, gestión de proyectos, herramientas digitales colaborativas en línea, de planeación y control, de diseño, geomática y administración del conocimiento; habilidades interpersonales como liderazgo, solución de conflictos y negociación; idiomas, especialmente inglés y chino mandarín, y manejo de cambios y disrupciones –resiliencia.

Las certificaciones nacionales para los recursos humanos en temas de gerencia de proyecto serán comunes y en muchos casos obligatorias. Algunas de las certificaciones que se vislumbra existirán en el futuro cercano son: gerente de proyecto profesional y especialista profesional en tiempo, costo, calidad, riesgo, valor ganado y reclamos e ingeniería forense. Las universidades y sociedades profesionales deberán incluir en sus programas de estudio y capacitación los cursos necesarios para formar a los gerentes de proyecto y especialistas profesionales requeridos para gestionar los proyectos de infraestructura que el país requiere para impulsar el desarrollo.

Conclusiones y recomendaciones

Utilizar la gerencia de proyectos aumenta significativamente las probabilidades de que los proyectos cumplan con los objetivos sociales o económicos establecidos por las organizaciones ejecutoras dentro de parámetros adecuados de tiempo y costo. La gerencia de proyectos es la mejor práctica reconocida para la gestión de proyectos, y el no utilizarla en los proyectos de construcción e infraestructura, especialmente los grandes y complejos, es un grave error.

Es esencial promover, en organizaciones públicas y privadas, la utilización de los principios y procesos de la gerencia de proyecto en todas las obras y proyectos de construcción, y capacitar al personal responsable.

Debe establecerse en la LOPSRM y en su Reglamento la obligación de utilizar la gerencia de proyecto en proyectos de construcción de infraestructura, particularmente los de gran complejidad, magnitud y participación multidisciplinaria.

Es importante fomentar y elaborar diseños ejecutivos completos y de calidad para eliminar los diseños incompletos, principal causa de retrasos, sobrecostos y errores constructivos, y utilizar la gerencia de proyecto desde la fase de diseño de los proyectos.

Cada vez se hace más clara la necesidad de crear un organismo de planeación de alcance nacional, con la autonomía e independencia requeridas, para que analice y apruebe los proyectos que se deban ejecutar, de acuerdo con los beneficios esperados y con una visión de largo plazo, y asignar los recursos económicos necesarios para poder realizar los estudios y los diseños ejecutivos de los proyectos aprobados.

En el sector público y privado deben hacerse las inversiones requeridas en consultoría y aplicaciones digitales de vanguardia para establecer procesos y metodologías profesionales para gestionar proyectos. Capacitar a los gerentes de proyecto y sus equipos en habilidades interpersonales, en los procesos y herramientas digitales para administrar y ejecutar eficientemente los proyectos de construcción e infraestructura que el país requiere

Elaborado por el Comité de Gerencia de Proyecto del Colegio de Ingenieros Civiles de México.

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Breve análisis de la normatividad en materia de saneamiento de las aguas residuales

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales prepara la publicación de un nuevo proyecto de modificación de la NOM-001-SEMARNAT-1996. Esta norma ha sido aprobada el pasado 27 de agosto de 2021 por el Comité Consultivo Nacional de Normalización de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Cuando sea publicada, será formalmente la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-2021, que establecerá los límites permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales en cuerpos receptores propiedad de la nación.

HÉCTOR JAVIER

IBARROLA REYES

Comité de Agua del CICM. Es para todos sabido que el agua es un recurso invaluable, finito y esencial para la vida en el planeta. Tiene la docilidad y manejabilidad al alcance de una toma, o la fuerza y furia para hacer valer un derecho natural que no tiene parangón. Su ausencia por largos periodos pone de manifiesto la vulnerabilidad de los seres vivientes y limita el desarrollo de las tres caras de la geometría de la sustentabilidad: la ambiental, la social y la económica.

Dimensión de la problemática actual

En el componente ambiental, sabemos que, de continuar contaminando el agua, estaremos –metafóricamente– envenenando de manera gradual las venas de la naturaleza y con ello condenándonos a padecer sus consecuencias. Prueba de esto son los índices de morbilidad y mortalidad infantil por causa de la ingesta de agua con presencia de contaminantes antrópicos e industriales, o el desequilibrio de los ecosistemas donde han desaparecido especies endémicas y proliferado las exóticas, con el deterioro del entorno, del equilibrio ecológico y de la armonía y supervivencia de las especies.

Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), entre el 80 y el 95% del agua residual en el mundo se descarga directamente a los ríos, lagos y océanos sin recibir tratamiento.

Muchos de los ríos y cuerpos de agua de México y del mundo entero se han convertido en verdaderas cloacas; son hoy en día receptores de las deposiciones humanas y de los desechos de la industria. Ante los ojos de la humanidad, estamos acabando con los bienes y servicios ambientales que nos ofrece la naturaleza; estamos atentando contra ella sin meditar que, al tiempo, lo estamos haciendo contra nosotros mismos. Estamos corrompiendo el balance y equilibrio ecológico del cual formamos parte.

Con nuestra actividad “pujante” y despreocupada por privilegiar intereses de carácter económico y político estamos creando un Leviatán que poco a poco nos revela y entrega, sin darnos cuenta, una factura que tarde o temprano no tendrá devolución, a reserva de que se tomen medidas inmediatas y contundentes para revertir esto y devolverle a la naturaleza lo que es suyo: un derecho natural en bien de nosotros mismos.

La ausencia de voluntad política, la falta de conciencia social y la avaricia egoísta de los intereses económicos son los principales factores y causantes de la negligencia que impera para entender la dimensión de la problemática actual y contar con la visión compartida que se requiere para apuntar hacia objetivos y metas más ambiciosos y asequibles.

Un repaso de la legislación en la materia

En México, hasta 1997, se contaba con 43 normas oficiales que establecían los parámetros límite permisibles para las principales industrias contaminantes. Si bien era complicado para la industria cumplir con dichos pará-

metros, por lo menos la discretización permitía tener un buen monitoreo del cumplimiento de las descargas de las aguas residuales tratadas.

Es entendible que toda norma es susceptible de mejorarse y pulirse; sin embargo, la derogación de esas 43 normas que regulaban la calidad del agua del sector industrial no se percibió como la mejor decisión. Tal vez lo técnico y políticamente correcto debió ser, por un lado, trabajar en la mejora de las normas vigentes, y por el otro, continuar con la promulgación de otras más hasta cubrir todos los contaminantes que dañan los cuerpos de agua y, por ende, los ecosistemas.

Con la Norma Oficial Mexicana NOM-001-ECOL-1996 publicada el 6 de enero de 1997 en el Diario Oficial de la Federación (DOF), se derogaron las 43 normas citadas. En ésta se establecieron los límites máximos permisibles de los principales y más importantes contaminantes en las descargas de aguas residuales. Esta norma directriz de la calidad del agua cambió de nomenclatura el 23 de abril de 2003 y se publicó en el DOF para quedar como NOM-001-SEMARNAT-1996.

La NOM-001-SEMARNAT-1996 estableció un cumplimiento gradual y progresivo conforme a los rangos de población para las descargas municipales y de acuerdo con la carga contaminante expresada como demanda bioquímica de oxígeno 5 (DBO5) o sólidos suspendidos totales (SST) para las descargas no municipales, donde están incluidas las industriales y cuyas fechas de cumplimiento vencieron, para todos los casos, el 1º de enero de 2010, fecha límite en la que no se logró que los diversos usuarios de las aguas nacionales vertieran sus aguas residuales con una calidad adecuada a cuerpos receptores.

Desde el año 1997, solo se cuenta con tres normas oficiales mexicanas para establecer límites máximos permisibles de contaminantes: NOM-001-SEMARNAT-1996, NOM-002-SEMARNAT-1996 y NOM-003-SEMARNAT1997. La primera corresponde a las descargas vertidas directamente al cuerpo receptor; la segunda, a descargas de aguas residuales en los sistemas de alcantarillado urbano o municipal; la tercera, a las aguas residuales tratadas que se reúsen en servicios al público.

Si bien se cuenta con un marco normativo susceptible de mejorarse, lo cierto es que no es suficiente ni se orienta a políticas públicas adecuadas para el saneamiento de las aguas residuales. Sumado a lo anterior, se observa que la falta de recursos humanos, de equipamiento y financieros limitan las posibilidades de atender plenamente el universo de usuarios de las aguas y sus descargas. En tales condiciones, no es posible vigilar y sancionar a todos los infractores que comprometen la salud de los cuerpos de agua.

Debemos entender que la posibilidad de contar con agua de buena calidad, cantidad y accesibilidad genera un desarrollo económico verde (término acuñado en el informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo, 2016), pero este componente no debe inhibir a su par social y ambiental de la sustentabilidad, sino complementarse, ser interdependientes e indivisibles. Si asumimos que estos dos últimos corresponden a los principios universales de los derechos humanos, entonces se aplicaría el principio de la progresividad, y con ello la protección de los estados parte del concierto internacional. De conformidad con ello, el 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento al reafirmar que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos; gran reto para México.

En noviembre de 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas aprobó la Observación General Número 15, a través de la cual se aportan elementos de análisis y reflexión para construir el contenido normativo al que se debe sujetar el derecho humano al agua y al saneamiento, los cuales se refieren a que el recurso hídrico debe ser: suficiente, saludable, aceptable, accesible y asequible. Es importante mencionar que estos principios jurídicos están insertados en la fracción sexta del artículo cuarto de la Constitución mexicana, como también citados en tesis jurisprudenciales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Asimismo, el 25 de septiembre de 2015, la ONU adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y entre los 17 objetivos globales que se plantearon se encuentra el número 6: garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.

En este contexto de compromisos del derecho internacional público, es necesario revisar la legislación de México y reformarla para que responda a las necesidades actuales y futuras.

Vale la pena hacer una revisión a la legislación nacional para observar mediante qué políticas se ataca el problema de la contaminación de las aguas nacionales. Como veremos, no son las más acertadas y congruentes con los compromisos del derecho de gentes (derecho internacional).

Empecemos con la normatividad fiscal relacionada, la Ley Federal de Derechos (LFD) (DOF, 2021), la cual permite la contaminación de los cuerpos de agua mediante una contraprestación o tributo enmarcado en el capítulo XIV de esa ley. Para ser más exacto, se refiere al derecho que tienen los gobernados o usuarios del agua para el uso o aprovechamiento de bienes del dominio público de la nación, como cuerpos receptores de las descargas de aguas residuales. En el correlativo artículo 276 se menciona que estarán obligados a pagar el derecho por uso o aprovechamiento de bienes del dominio público de la nación, como cuerpos receptores de las descargas de aguas residuales, las personas físicas o morales que descarguen en forma permanente, intermitente o fortuita aguas residuales en ríos, cuencas, cauces, vasos, aguas marinas y demás depósitos o corrientes de agua, así como los que descarguen aguas residuales en los suelos o las infiltren en terrenos que