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DIÁLOGO / URBANISMO Y PLANEACIÓN SOSTENIBLE / JORGE JAVIER JIMÉNEZ AL CARAZ

Mensaje del presidente

La ingeniería civil, el conocimiento y la ética

Es importante diferenciar la ingeniería civil en las diferentes formas en que se ejerce por medio de la administración, la planeación, los estudios, los proyectos, la construcción, la operación y mantenimiento de la infraestructura.

En todos los espacios en los que participamos, preconizamos la adopción de la ética y la transparencia como valores esenciales para los ingenieros civiles y todos los que participan en el desarrollo de la infraestructura. La ingeniería civil es el conocimiento que no se puede degradar, sino ejercerse en una mejora continua con la aplicación de las nuevas tecnologías y materiales, y con los resultados de investigaciones y desarrollos.

En el CICM, una de nuestras responsabilidades es formar y actualizar a los ingenieros y las futuras generaciones, tanto en cuestiones técnicas como en el ejercicio profesional ético, con sentido social y visión de país.

Los ingenieros civiles no administran los procesos de contratación de obra pública; participan aportando soluciones técnicas para las necesidades de la infraestructura que requiere la sociedad, como los servicios de transporte, agua, energía, edificación de vivienda, escuelas y hospitales, entre otros.

En sus 75 años de existencia, nuestro colegio ha sido testigo del reconocimiento al valor histórico de la ingeniería civil mexicana, responsable en gran parte del desarrollo del México moderno.

La infraestructura y la obra pública no son exclusivas de una profesión, sino de muchas especialidades y actores que suman sus capacidades y participan en las decisiones en cada uno de los procesos: dependencias, empresas, ingenieros, arquitectos, administradores, economistas, biólogos, sociólogos, técnicos, políticos, etcétera.

Estamos convencidos de que debemos mejorar todos los procesos, hacerlos transparentes y atenderlos con una mejora continua para lograr los beneficios que se esperan de la infraestructura en todas las etapas de su vida útil.

A los ingenieros civiles mexicanos, a las empresas, así como a todos los profesionales, nos corresponde asumir el compromiso de ser responsables de actuar con ética en todas nuestras actividades, no solamente en el ejercicio de nuestra profesión sino en cada actividad de nuestra vida cotidiana.

Cada éxito, cada obra que genera beneficios al país, cada acto de corrupción, cada acto de impunidad tienen actores específicos a los que debe identificarse, para reconocer sus logros o juzgar y condenar legalmente a quien cometa un delito; nunca es justo generalizar.

Luis Rojas Nieto XXXVIII Consejo Directivo

XXXVIII CONSEJO DIRECTIVO

Presidente Luis Rojas Nieto

Vicepresidentes José Cruz Alférez Ortega Felipe Ignacio Arreguín Cortés Roberto Duque Ruiz Salvador Fernández Ayala Mauricio Jessurun Solomou Jorge Serra Moreno Alejandro Vázquez Vera José Arturo Zárate Martínez

Primer secretario propietario Juan Guillermo García Zavala

Primera secretaria suplente Verónica Flores Déleon

Segundo secretario propietario Carlos Alfonso Herrera Anda

Segundo secretario suplente Salvador Fernández del Castillo Flores

Tesorera Pisis Marcela Luna Lira

Subtesorero Regino del Pozo Calvete

Consejeros Renato Berrón Ruiz Francisco de Jesús Chacón García Ana Bertha Haro Sánchez Humberto Marengo Mogollón Alfonso Ramírez Lavín Luis Francisco Robledo Cabello Juan Carlos Santos Fernández Enrique Santoyo Reyes

www.cicm.org.mx

Urbanismo y planeación sostenible

Lo importante es tomar medidas y acciones en la fase del desarrollo de las ciudades y de nuestro entorno que nos permitan dejar un legado a las futuras generaciones. Es la esencia del tema de la sustentabilidad. Grandes ciudades en México, así como otras en el mundo, apenas están alcanzando ese rango de considerarse con un buen nivel de sustentabilidad.

JORGE JAVIER

JIMÉNEZ ALCARAZ

Coordinador del Comité de Desarrollo Urbano Sustentable del Colegio de Ingenieros Civiles de México. IC: Acaba usted de asumir la Coordinación del Comité Técnico de Desarrollo Urbano Sustentable. ¿Qué visión tiene de la tarea de este comité? Jorge Jiménez Alcaraz (JJA): Nuestra visión es ser parte de una estrategia específica del CICM, que definió de manera muy adecuada los lineamientos de actuación de los comités técnicos. El colegio tiene como propósito, entre otros, contar con una visión clara y la opinión consensuada de especialistas en temas de interés de la ingeniería civil. En ese sentido, los comités técnicos del colegio son uno de los medios para lograr ese consenso, al promover el intercambio de ideas y la discusión dentro y fuera de nuestro colegio, y el Comité de Desarrollo Urbano Sustentable tiene la ventaja de contar con especialistas de amplia experiencia en todos los campos de nuestra materia.

IC: La Ciudad de México, que es la más grande del país y una de las más grandes del mundo, tiene una Ley de Desarrollo Urbano, actualizada hace un par de años. ¿Qué opinión le merece esta ley? JJA: Creo que las leyes y las normas, tanto en el contexto de una política urbana sustentable como en otros aspectos técnicos, deben experimentar una adecuación permanente, porque la dinámica del desarrollo urbano es constante, las ciudades son entes vivos; permanentemente tenemos que actualizar de acuerdo con los perfiles de las ciudades, tanto respecto al deber ser de las urbes como en el contexto social, económico y del hábitat en el que nos encontramos.

Para el caso de la Ciudad de México, la Ley de Desarrollo Urbano, en su artículo 28, establece que la planeación del desarrollo urbano y el ordenamiento territorial deben realizarse a través de los programas de las alcaldías y en conjunto ser el instrumento rector de la planeación urbana en el tema del uso del suelo.

Esto significa que se deben realizar las consultas a las entidades señaladas para obtener su opinión técnica y los estudios de factibilidad que permitan orientar los cambios de uso de suelo, de acuerdo con la identidad urbana de cada zona, siempre en beneficio de la comunidad.

La Ley de Desarrollo Urbano tuvo una modificación en agosto del año pasado con el objetivo de proteger las áreas naturales protegidas y ofrecer alternativas a quienes invadieron esas zonas de valor ambiental en busca de un lugar para vivir. La participación social y los pagos por servicios ambientales que deben realizar los habitantes de esos asentamientos ayudarán a mitigar los daños causados.

Esta modificación se refiere a las facultades de la Comisión de Evaluación de Asentamientos Humanos Irregulares y el procedimiento para evaluar las causas, evolución, grado de consolidación de las ocupaciones en suelo de conservación y las afectaciones urbanas y ambientales, así como la determinación de las acciones específicas para revertir los daños.

IC: La norma 26 se planteó en la Ciudad de México con objeto de facilitar la construcción y el desarrollo de viviendas de interés social mediante restricciones que garanticen no afectar de manera negativa la imagen urbana y la traza. Mediante esta norma se reciben incentivos y ventajas para gestionar un proyecto; fue planteada para aprovechar mejor el territorio y así garantizar el rescate y mejoramiento del patrimonio cultural y urbano de la Ciudad de México. ¿Qué nos puede comentar al respecto? JJA: La norma 26 se estableció hace ya varias décadas; se ha ajustado buscando que sea el parámetro para poder hacer adecuaciones y otorgar facilidades diferentes de las que establecen específicamente los programas delegacionales o los programas parciales de desarrollo urbano.

Sin embargo, hasta ahora sólo la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) y el Instituto de Vivienda de la Ciudad de México tienen el privilegio de aplicarla. No se ha logrado que la norma sea un instrumento

para que desarrolladores, constructores o las mismas organizaciones que desean construir una vivienda con diferentes características de las que se establece en los usos de suelo puedan hacerlo.

Por ejemplo, uno de los temas es la altura: se pueden hacer edificios de más de cinco niveles sin elevador; o el tema de los cajones de estacionamiento. Los permisos y restricciones los delimita la Seduvi. La norma 26 fue suspendida para su aplicación directa por parte del sector privado. Esta suspensión persiste hoy en día y la presente iniciativa de ley no la anulará, ni modificará sus términos y alcances.

La norma se aplica en suelo urbano en zonificaciones con clasificación de uso de suelo: habitacional, habitacional con comercio, habitacional con oficinas, habitacional mixto y centro de barrio. También será aplicable en áreas, zonas, polígonos y áreas de valor y conservación patrimonial y en programas parciales de desarrollo urbano.

Creo que todavía tendrá que llegarse a un consenso con objeto de que esa norma 26 tenga una mayor apertura para su aplicación por parte de los sectores público, privado y social.

IC: Las ciudades de Aguascalientes, Guadalajara, Monterrey, la propia Ciudad de México, Puebla, Chihuahua y Mérida son identificadas como las más sustentables. ¿Conoce estos casos?, ¿cuáles son los requisitos básicos, indispensables, para que una ciudad sea considerada sustentable? JJA: Quiero primero recordar el contexto de la sustentabilidad. Lo importante es tomar medidas y acciones en la fase del desarrollo de las ciudades y de nuestro entorno que nos permitan dejar un legado a las futuras generaciones. Es la esencia del tema de la sustentabilidad. Yo diría que esas ciudades que menciona, así como otras en el mundo, apenas están alcanzando ese rango de considerarse con un buen nivel de sustentabilidad.

Las ciudades, particularmente las zonas metropolitanas en nuestro país, tienen todavía que configurar los factores que regulen y alienten el desarrollo en zonas específicas con un mejor ordenamiento. Tenemos que avanzar mucho en ese contexto, para considerarlas realmente ciudades sustentables. Esa podría ser una de las misiones del Comité de Desarrollo Urbano Sustentable: ir valorando, e incluso aportando elementos para que se otorguen estas calificaciones con mayor certeza, con indicadores propios de lo que podría ser el concepto de sustentabilidad de ONU Hábitat.

IC: Para hacer sustentables a las ciudades es prioritaria la planeación. ¿Debería considerarse la opinión ciudadana en este proceso, cómo y por qué? JJA: La planeación, tanto en el ámbito de la política urbana como en el contexto más amplio de nuestro gremio, que es la infraestructura, es fundamental. El CICM ha estado impulsando una iniciativa de ley para que se cree un Instituto de Planeación, el cual incentivaría un adecuado desarrollo de nuestras ciudades y del país en general.

La planeación sigue siendo un faltante importante para el desarrollo nacional, y como colegio tenemos que seguir fomentándola.

En la planeación es básica la participación ciudadana y de los colegios de profesionales, que son los grupos interesados y capacitados para emitir recomendaciones fundadas y motivadas.

En cuanto al cómo, hay instrumentos jurídicos, normativos, que regulan la participación ciudadana, pero tenemos que ir más allá, hacerla mucho más dinámica y permanente, no sólo cada tres o seis años, porque la dinámica de las ciudades es continua.

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Algunas ciudades de México apenas están alcanzando el rango de considerarse con un buen nivel de sustentabilidad.