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oña Pilar de Borbón, Mercedes Mc Micking, Miranda Zóbel, Fiona Williams, Carmen Martínez- Bordiú, Pipita Ridruejo, la marquesa de las Cañas, Isabel Montojo, Blanca Villacieros, Silvia de Fuentes Bescós, la señora Benjumea, la marquesa de Urquijo. Los Garrigues Walker, los Vallejo-Nágera. Jaime Ortiz Patiño, Luis Miguel Dominguín...Todos pertenecen a familias ilustres, poseedoras de grandes fortunas y que recalaron en ese lugar privilegiado que Joseph Rafael McMicking creó en San Roque: Sotogrande. Además de pertenecer a lo más selecto de la aristocracia, las finanzas, la política y
la empresa, todas forman parte del grupo de personas que depositaron su confianza en una joven algecireña de nombre Felisa Navarro. Su peluquera y, en la mayoría de los casos, su amiga. Felisa Navarro nació en Algeciras y estudió peluquería en Madrid en unos años en donde imperaba el machismo y la mujer debía quedar en un segundo plano. Algo que no iba con ella. Una persona emprendedora que con solo 17 años montó su propio negocio: una peluquería en Sotogrande, por donde pasó lo más granado de la sociedad no ya española sino internacional.
Fue en los años setenta y la mantuvo abierta más de treinta años. La peluquería estaba en el hotel Sotogrande y cuando éste cerró se vio obligada a cambiar de ubicación, aunque mantuvo la clientela, porque, en cuestiones de belleza, es importante ganar la confianza y Felisa (Feli para los amigos) lo hizo desde el primer día que se puso a trabajar. El azar jugó a su favor en su aventura empresarial. Ella peinaba a una trabajadora del hotel de la lujosa urbanización y el peinado llamó la atención de la directora del mismo, que buscaba es esos días sustituto para los peluqueros del establecimien-
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HISTORIA /LA REVISTA DE SOTOGRANDE/
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